Estos personajes no me pertenecen, sino que a Joane K Rowling y a Jonh Ronald Renuel Tolkien. Los de Harry Potter y El Señor de los anillos respectivamente y prometo que en este si que salen varios personajes.
AVISO: Cuando entrecomillo es que están hablando en élfico(o esta en negrita y cursiva, más fácil no lo puedo poner) y también aviso de que reproduciré ciertas partes del libro, sobre todo conversaciones que escucharan otros personajes.
~ ≈ ̃Viaje a la Tierra Media ̃ ≈ ~
~ ≈ ۵ Capítulo 4۵ ≈ ~
***Más encuentros, Gildor y El Poney Pisador***
***********************************Más encuentros*************************************
Harry abrió los ojos, sintió un dolor agudo en el pómulo. Se incorporó y al tocárselo comprobó que sangraba, había aterrizado encima de una piedra. Lamentándose por su mala suerte se puso de pie, limpiándose la sangre con la manga de la túnica negra de Hogwarts, esta estaba arañada y cubierta de barro. Pero una duda le asalto de repente ¿Dónde estaba? ¿Y los demás? ¿Y Sirius, Lupin, Snape, Dumbledore, Ron y Hermione?
Una sensación extraña le invadió el estomago y Harry calló al suelo mareado.
Pánico
Miro a su alrededor pero no encontró a nadie, y por mucho que grito el nombre de sus amigos no recibió respuesta alguna. Decidió que lo mejor seria caminar para encontrar a alguien, pues él pensaba que ya no podía perderse más de lo que estaba.
Camino entre un paisaje incesante de bosque que se extendía durante millas, además no sabia porque ese bosque no le gustaba, a veces le parecía que el silbido del viento entre las ramas se convertía en susurros, y que los árboles hablaban por este método, planeando como deshacerse del inesperado visitante, esta sensación fue en aumento y Harry tenía siempre los músculos en tensión... por si acaso...
-¡Socorro!¡Socorro!¡Socorro!
Las palabras le llegaron lejanas, pero alguien necesitaba ayuda y Harry, ya como un acto reflejo, corrió en dirección a las voces (N/A: Típico siempre haciéndose el héroe ^^).
Doblo una esquina hasta que encontró un sendero, y entonces escucho otra voz que se acercaba.
¡Hola, dol!¡Feliz dol!¡Toca un dol diló!
¡Toca un don! ¡Salta!¡Sauce del fal lo!
¡Tom Bom, alegre Tom, Tom Bombadilló!
-¿?- Eso es lo que pensó Harry, las palabras no tenían sentido, o al menos para él.
Al doblar la esquina encontró a los seres más raros que había visto en su vida.
Cuatro pequeños hombres, que le llegarían poco más arriba de la cintura. Tenían los cabellos castaños y rizados, iban descalzos y una capa de pelo les cubría los pies, los cuatro llevaban unas capas sucias y estropeadas, dos de ellos parecían heridos ¿serian ellos los que habían pedido ayuda? Los cuatro hombrecillos parecían muy excitados y le repetían gracias una y otra vez al dueño de la voz de la canción, que no era tan alto como él, pero no tan pequeño como los otros, este vestía una chaqueta azul y tenía la barba castaña y los ojos azules, llevaba unos lirios de agua en la mano.
Sin saber porque se acerco lo bastante para oírles, pero estando a suficiente distancia para no ser descubierto.
-¡Bueno, mis amiguitos!-Dijo el hombre inclinándose.- Vendréis conmigo. Hay en mi mesa un cargamento de crema amarilla, panal de miel, mantequilla y pan blanco. Baya de Oro nos espera. Ya habrá tiempo de preguntas mientras cenamos. ¡Seguidme tan rápido como podáis!
Comida... a Harry le crujían las tripas y tenía un hambre atroz.
Fue entonces cuando lo sintió, la cicatriz. le ardía como si el mismísimo Voldemort estuviera cerca. Cayó al suelo de rodillas y aunque lo intentó no pudo reprimir un grito. De repente todo se empezó a nublar y oyó una voz en su cabeza.
Los cuatro hombrecillos y el otro hombre se habían a acercado al extraño chico y lo miraban con curiosidad.
-¿Pero qué le pasa?- Preguntó uno de ellos.
Los demás se encogieron de hombros.
-Mátalo.- Decía una voz grave y corrupta.- Mátalo, no estas aquí por una casualidad Harry Potter. ¡Mátalo y dame el Anillo Único!
Harry se llevo las manos a la cabeza y grito de nuevo, no quería volver a oír esa voz .
-¡No sé de que me hablas!.-Grito desesperado.- ¡No sé que es el Anillo Único! ¡Déjame en paz!
Uno de los hombrecitos dio un salto hacia atrás, alejándose de él, y miró a los otros con cara de preocupación, estos a su vez, le dirigieron miradas de pánico.
-¡Mátalo!- La voz se hacia cada vez más fuerte, y de repente un chillido, como el de su sueño, y después.... solo oscuridad.
***************************************Gildor****************************************
Hermione y Ron llevaban caminando durante horas sin ver a nadie y sin ver a nada, a parte del frondoso bosque que se extendía durante millas a su derecha. A veces Hermione sentía como Ron la miraba con su, ahora, pequeña carita hambrienta, le miraba esperando alguna respuesta, en ese momento ella se volvía hacia él y le ponía la mejor sonrisa que conseguía encontrar, esto parecía tranquilizarlo, pero enseguida apartaba la cara y oteaba en el horizonte con desesperación, en busca de alguien.
Ya comenzaba a oscurecer y las sombras se cernían sobre ellos, Ron empezó a cabecear y a quedarse atrás hasta que Hermione se ofreció a llevarlo, Ron accedió y ella lo cargo en su espalda.
-¿Crees qué moriremos aquí?- Preguntó Ron adormilado.
-Por supuesto que no.- Dijo Hermione, aunque su cabeza le dijera lo contrario.
-Si tú no... - Ron bostezo y apoyó su cabeza contra el cuello de ella con los ojos cerrados- lo crees me basta...
-¿Dónde estarán nuestras varitas?- Se pregunto Hermione en voz alta.
-Nos las quitaron.- Le recordó Ron.
Hermione se lamentó por ello, pues ya casi no veía en la oscuridad, lo único que parecía alumbrarles era una aura blanca, que no sabía por que flotaba a su alrededor. Ron no tardó en quedarse dormido y aunque el sueño le estaba empezando a invadir a ella también, siguió caminando. El peso de Ron iba en aumento, y de repente se sintió demasiado cansada para caminar y paro, depositó a Ron a un lado del camino donde la hierba crecía alta y ella se sentó a su lado. Apoyó su cabeza contra un árbol y comenzó a mezclar el sueño con la realidad.
Oyó unos hermosos cantos que cada vez se acercaban más a ella, y eran en esa lengua que le había oído a la mujer en el sueño, pensó que también estaba soñando cuando vio a un grupo de ¿Hombres? No... no podían serlo, eran increíblemente hermosos, esa fue la única palabra que se le paso por la cabeza, y brillaban con una luz que salía de su interior, igual que la mujer del sueño. Ella estaba camuflada tras la hierva y le costo un poco comprender que no se trataba de un sueño y que era real.
Los "hombres" ya habían pasado delante de ellos, cuando ella de repente salió del camino y se quedo en el centro respirando agitadamente, sin atreverse a llamarlos o interrumpir su canto. Era tan hermoso...
-No podemos estar en Hogwarts... –Susurró
Uno de los hombres, de repente se volvió, a Hermione se le detuvo la respiración y se enderezo, mientras el hombre solo la miraba y una sonrisa se formo en su boca, Hermione se sonrojó intensamente ¿por qué la miraba así?
-"¡Gildor!"-Llamo el hombre dándole la espalda. El grupo entero se detuvo y vio como el hombre se dirigía a uno de ellos, que parecía el jefe, y le hablaba. Cuando terminaron de hablar el otro hombre la miro y se aproximo a ella andando, mientras los demás del grupo le seguían con la mirada.
El hombre se paró delante de ella e hizo una solemne reverencia.
-"Aiya"- Dijo el hombre en esa hermosa lengua que utilizaban, su voz sonaba como una poesía, pero para su sorpresa entendió esas palabras, que se formaron claras en su cabeza.- "Hola" (Si más bien salve, pero quiere decir lo mismo)
-"Aiya". - Respondió ella sonriéndole
-"Man nalye?" – Pregunto el hombre.-"¿Quién eres?"
No sabia por que, pero a Hermione le daba una inusitada confianza, como si ya lo conociera de antes.
-"Mi nombre es Hermione Granger"- Dijo la chica sin pensar.
El hombre la miro curioso.
-"Que nombre más extraño para una alta elfa, aunque no pareces como las demás..."
-"¿Elfa?"- Le interrumpió Hermione.- "¿Qué es un elfo y por que no soy como las demás?"
Él abrió los ojos todavía más.
-"¿No sabes lo que eres?"- Preguntó extrañado.
Hermione negó con la cabeza-"Pero si tú me lo explicaras..."
-"Primero comeremos y acamparemos, después ya vendrán las explicaciones. ¿Vienes con nosotros?"- Le propuso.
-"Claro sois los primeros seres humanos que veo desde hace horas"
-"Elfos"- Le corrigió él.
-"¿Tú también lo eres?"
-"No sé de donde vienes, pero tú también me tendrás que explicar algunas cosas"- Añadió caminando hacia el grupo.
-"¡Casi me olvidaba!"- Exclamó Hermione sobresaltando a todos.
Fue hasta donde estaba Ron y lo cogió en brazos hasta depositarlo en su espalda, luego camino hasta los "elfos" que la miraban atónitos.
-"Valla... una Elfa y un Hobbit, esta edad esta llena de misterios". - Empezó Gildor.
-"¿Un Hobbit?"- Volvió a interrumpir Hermione.
Gildor puso cara de derrota.- "Te lo explicare luego"
Y Hermione se unió al grupo de elfos, donde se sintió muy bien acogida, parecían buenas personas y eso a ella le bastaba, siempre le dedicaban una sonrisa y en cuanto se canso de llevar a Ron, uno se ofreció enseguida a suplirla.
-"¿Cuándo acamparemos?"- Pregunto Hermione cuando ya llevaban otra hora caminando.
-"Dentro de poco". - Le respondió Gildor, con el que había entablado una buena amistad.
Después le hizo un gesto al grupo para que se volviera a internar en el bosque.
***********************************El Poney Pisador***********************************
-¡¡¡¡¡Aaaaaahhhhhh!!!!!!- Grito Sirius.- ¡Me has vuelto a pisar, Snape!
-Lo siento pero es que no veo nada... –Dijo con su ahora voz melodiosa. Una carcajada se le escapó, aunque era de noche veía perfectamente, una extraña luz lo rodeaba, parecía que el cambio era en algo más que en su aspecto. Camino más deprisa para ponerse delante de Remus y Sirius.
-Te juro que si tuviera una varita... yo... le cogía y... – Hizo unos extraños gestos con las manos.
-Pero ahora le necesitamos Sirius.- Razonó Remus. ¡Ay!–Soltó esta vez Remus al ser pisado por Snape que se había detenido en seco a propósito.
-¿Te estas divirtiendo?- Amenazó Sirius.- Te voy a dar motivos por los que reírte.
Sirius hizo un amago de tirarse encima de Snape, que retrocedió asustado, pero Lupin lo agarro por la espalda.
-Queréis parar ya, parecéis dos niños pequeños, ya no estamos en Hogwarts.- Les recordó Lupin, Sirius y Snape bajaron la cabeza.- Madurad.
Hubo un rato de silencio.
-Lo mejor será que acampemos, por hoy creo que tengo suficiente.- Dijo finalmente Snape.
-Sí, será lo mejor.- Agregó Sirius tumbándose a su lado.
Y así, sin que nadie montara guardia cayeron presos de un profundo sueño.
***************************************Gildor****************************************
Atravesaron el oscuro bosque hasta que llegaron a un claro en él, parecía que Gildor sabía donde quería ir desde el principio. Cuando llegaron les hizo un gesto a los demás que descargaron su equipaje.
Los árboles crecían alrededor formando lo que casi parecía un muro y la hierba estaba alta y mullida como si fuera un colchón. Los elfos depositaron a Ron, que aún dormía placidamente, en un rincón donde la hierba era especialmente cómoda y Hermione por su parte se puso a ayudar en lo que podía, hasta que hubieron preparado una especie de comida.
-Ron.- Hermione lo zarandeó suavemente para que se levantara.- Comida
-¿¡COMIDA!?- Exclamo incorporándose de repente.- ¿Dónde?
Gildor que estaba detrás suyo rió.- Un Hobbit sin duda... tranquilo pequeño, hay de sobra para todos.- Esta vez habló en la lengua común para que Ron le entendiera
-¿Quién es usted?- Preguntó Ron desconfiado.
-Se llama Gildor.- Le explico Hermione. Y a continuación le contó todo lo que había ocurrido y como Gildor los había acogido.
-La cena esta lista hermosa dama.- Dijo uno de los elfos acercándose.
Al principió Ron y Hermione estuvieron reacios a tomar la comida, que para ellos era bastante extraña, pero el hambre de Ron pudo más que él y su desconfianza y al final probó algo.
No sabía si era por el hambre que tenía, pero le pareció que no había probado unos manjares tan exquisitos en la vida. La comida fue abundante, y Ron y Hermione no hablaron mucho, pues estaban maravillados escuchando aquellas hermosas voces y observando sus bellos rostros.
Y cuando hubieron terminado de comer, Gildor les hizo un gesto a ambos para que se acercaran y se sentaran en un rincón que él ocupaba.
-"Creo que llego la hora de responder a algunas preguntas."- Hermione asintió, pero Ron lo miraba confuso.
-¿Qué pasa?- Le preguntó a Ron.
-¿Le has entendido?- Preguntó atónito.
-Claro.- Dijo como si fuera lo más normal del mundo.- ¿Tú no?
-Ha hablado en otro idioma... –Agregó Ron como si fuera obvió.
-He hablado élfico.- Interrumpió Gildor cortésmente.- Como ella es una elfa me ha comprendido, pero como tú eres un hobbit, no.
-AAAhhhh....-Soltaron Ron y Hermione como un par de tontos, Gildor no pudo reprimir una sonrisa.
-Explícame eso de las razas, ¿cuántas hay aquí? ¿Hay brujos? Explícamelo todo.- Dijo una excitada Hermione.
Gildor hizo un gesto con la mano.- Vayamos por partes. (N/A: Si, lo confieso, se la he robado a Jack el destripador ^^)
Entonces les contó cosas que creían que solo existían en las leyendas, de elfos y hobbits, de la llegada de los hombres y las cavernas de los enanos, también les habló de dragones, héroes, doncellas y monstruos.
Cuando Gildor finalizó los dos visitantes estaban impresionados, y también algo confusos.
-Entonces tú y yo ya no tenemos magia.- Razonó Ron.
Hermione asintió apesumbrada. Ron soltó un gruñido de rabia.
-"Gildor ¿Sabes algo de un portador?"- Preguntó acordándose de su sueño, lo preguntó en élfico para que Ron no lo entendiera.
-"No"- Respondió Gildor, pero una sombra de duda creció en su interior.
Ron los miraba con suspicacia.
-¿Crees que Harry y los otros están bien?- Preguntó de repente Hermione con los ojos algo vidriosos.- A lo mejor han cambiado y ya no los reconocemos...
Ron miró sorprendido a Hermione, ella había sido positiva durante todo el viaje ¿Qué le pasaba?
Lágrimas silenciosas resbalaron por su rostro, ahora que sabía que no estaban en Hogwarts, ahora que sabía que sus amigos podían estar en peligro... se sentía culpable, ELLA había sido la culpable, ella había cogido el anillo y ella los había arrastrado hasta allí...
Sintió como una manita le agarraba la suya para reconfortarla y miró a Ron que le sonreía, pero en su mirada había algo que no llego a reconocer.
¿Miedo?
Hermione le apretó la mano un poco más fuerte y ahogo sus lágrimas, levanto la vista hacia Gildor, y en su mirada si que pudo distinguir algo.
Preocupación
Gildor no apartó la mirada y le limpió la lágrimas con el torso de la mano. Hermione se puso roja y se alejó un poco. Gildor hizo lo mismo.
Tras unos segundos de tenso silencio, por fin Gildor habló.- "Yo os he hablado de mi mundo, habladme vosotros del vuestro"
Hermione esbozó una sonrisa y le empezó a contar cosas, que él escuchaba con la misma fascinación que ellos unos minutos antes, pese a que le parecían tonterías comparado con las maravillas de ese mundo.
-Me gustaría verlo.- Dijo una vez hubieron terminaron su relato.
-Y a mi que lo vieras.- Le respondió Hermione. En ese momento Ron apoyó la cabeza en el suelo y quedó profundamente dormido, Gildor y ella lo llevaron al mismo lugar que antes.
-Será mejor que yo también me acueste.- Anunció Gildor.- Partiremos temprano.
-Espera.- Hermione lo detuvo.- Sabes ¿dónde hay un pueblo por aquí?
-Sí, hay uno... Bree se encuentra a unas quince millas de distancia, siguiendo el camino que dejamos antes.- Le informo.
-Gildor.- Susurró Hermione
-¿Si?
-Gracias –Murmuró- te estamos muy agradecidos.
-No importa.- Dijo Gildor restándole importancia.- Ha sido un placer conoceros.
Ella se acercó y le dio un abrazo, sabía que no lo iba a volver a ver, el respondió al abrazo, apretándola fuertemente contra él. Estuvieron un rato así, hasta que ella se separó y se tumbo al lado de Ron, cayendo enseguida en un profundo sueño.
************************************El Poney Pisador**********************************
Snape se levantó cuando la mañana estaba ya muy avanzada, sus "compañeros" todavía dormían, así que no los despertó y fue a echar un vistazo por los alrededores.
No voy a poder ver con este bosque rodeándome por todas partes.-Pensó
Entonces observo un árbol que tenía cerca y vio que una de las ramas quedaba un poco por encima de su cabeza, no sabía porque pero creyó que trepar allí era una buena idea, incluso le pareció divertido.
Yo que no hice esto ni en el colegio.-Se reprocho
Dio un salto, agarrándose a la primera rama, y sin saber de donde había cogido fuerzas, se impulsó con agilidad a la siguiente rama en la que colocó las piernas y con otro movimiento acrobático lanzó las manos hacia arriba para subir a la tercera rama y ... ¡Lo consiguió! ¡Ya estaba arriba!
La sensación de vértigo que tenía en el estomago le producía cierto placer y el viento que le daba en la cara refrescándole también, y se sintió libre.
-¡Wao!- Un alarido de admiración llego desde el suelo. Snape miro para ver que se trataba de Lupin, no pudo evitar esbozar una sonrisa de orgullo.-¡Increíble!
-No tengo ni idea de cómo lo he hecho.- Admitió Snape.
-¿Ves algo?- Preguntó Lupin.
Snape miró atentamente y tuvo que agarrárse muy fuerte al árbol para no caerse del susto.
¡Un pueblo!
Estaba seguro, a unas ocho o diez millas de allí. Bajo lo más rápido que pudo. Cuando llegó con Lupin apenas podía respirar.
-Un pueblo....-Dijo respirando agitadamente.- A unas diez millas de aquí.
A Lupin se le iluminaron los ojos y ambos comenzaron a abrazarse y a pegar saltos y gritos como locos. Hasta que pararon ambos se miraron y se dieron cuenta de que además de ser rivales, eran dos hombres, se apartaron el uno del otro y comenzaron a mirar a todas partes.
-Mejor que vallamos a despertar a Sirius.- Propuso Remus para cambiar de tema.
Snape accedió encantado de poder escapar de la absurda situación. Se acerco hasta donde Sirius estaba dormido y sin mucha delicadeza lo zarandeo.
-Despierta ya, cerca de aquí hay un pueblo.- Le dijo sin mucho entusiasmo.
-¡Sin mariconadas!- Le advirtió Sirius, y echo a reír a mandíbula batiente.
-¡Muy gracioso!- Dijo una voz con ironía por encima de las cabezas de ambos, era Lupin.
-Vamos, no os pongáis así –les reprocho Sirius- si era una broma.- Y entonces añadió.- Estabais muy monos.
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-Bueno.- Dijo al cuarto de hora Sirius con la nariz llena de sangre y un ojo morado.- ¿Dónde decíais que estaba ese pueblo?
-Por allí.- Señalo Snape que tenía un labio partido.
-Pues vamos.- Propuso Lupin que tenía una ceja rota y según él otras tres o cuatro costillas.
Los tres avanzaban lentamente debido a el dolor que les producían las magulladuras de las heridas, y de repente Lupin comenzó a reír dándose cuenta de lo tontos que habían sido, y pronto Snape y Sirius hicieron lo mismo. Y desde ese momento, aunque no lo reconocieran, supieron que podían llamarse amigos.
************************************El Poney Pisador**********************************
Ron vio por fin la cerca y agarro de la mano a Hermione fuertemente presa de la excitación.
-Sabia que lo lograríamos.- Dijo Ron con una sonrisa.
-Si... si.- Le reprocho Hermione. (No había parado de decir que se iban a morir de hambre, pese a que los elfos les habían dejado un buen y abundante desayuno)
Pero no tenía ganas de discutir con él, además necesitaba descansar y ya estaba oscureciendo.
-Vamos.- Le dijo empujándolo hacia delante.
Conforme se acercaban la cerca se hacia más alta, y a Ron con su estatura, le parecía casi como un rascacielos. Hermione miró tímidamente por una ranura que había en la puerta, cuando unos ojos negros asomaron por ella haciendo que cayera al suelo. Se oyó una risa ahogada al otro lado. Se abrió la puerta, por la que asomo un hombre de pelo enmarañado y sucio, al ver a Hermione sonrió con los pocos dientes que le quedaban.
-¿Quién es mi bella dama?¿Y por qué tenemos el gusto de tenerla aquí en Bree?- Preguntó sin dejar de mirarla obsesivamente.
Hermione se sentía incomoda ante la mirada de aquel hombre, pero la paso por alto.
-Venimos a la posada a descansar de un largo viaje, y quien sea yo no tiene importancia.- Dijo lo más educadamente que pudo, mostrando un porte orgulloso.
-De acuerdo mi hermosa señora.- Una media sonrisa asomó por el rostro del hombre.- Aunque yo tendría cuidado, últimamente estas tierras no son seguras, sobre todo desde que llegaron esos jinetes.
Hermione que ya había entrado con Ron se volvió de repente.
-¿Jinetes?- Preguntó a media voz.
-Si, jinetes negros, entraron anoche por el camino verde...
El hombre siguió hablando, pero Hermione no lo escuchaba, solo podía pensar en su sueño.
"Oyó un grito
Era como el grito de una criatura de otro mundo, la mujer se giro y ella levantó la vista para ver que era. Pero solo vio oscuridad, la mujer se levantó asustada y Hermione hizo lo mismo y entonces lo vio venir, acompañado con un ruido de cascos.
Era un caballo negro, que iba hacia ellas con gran velocidad y entonces algo se movió en su lomo, y el jinete del caballo, todo vestido de negro, saco una espada que emitió un brillo, en el filo."
-¡Hermione!- Le grito Ron
-¿Si?-Preguntó esta un tanto distraída.
Ron señalo al hombre, que no había tenido tiempo de fijarse en la distracción de Hermione, pues, el también estaba muy distraído recorriendo su cuerpo de arriba abajo con la mirada.
-Si quieren pueden alojarse en la posada, allí también les podrán dar más información que yo sobre el ataque, pues fue allí donde ocurrió.
Hermione le dio un cortante gracias, y se alejo lo más aprisa que pudo del hombre, no le gustaba nada.
-¿Has visto como te miraba?- Pregunto Ron con una sonrisa.
-Si Ron.- Respondió Hermione molesta.
-No puedes pasar desapercibida ¿eh?- Dijo este para animarla.
Hermione sonrió.- Al parecer no... -Dijo con un suspiro.
Y pasaron por una calle amplia, rodeada de casas, le recordaba mucho al Callejón Diagon, pero más austero y rústico. Al final encontraron el edificio que parecía ser la posada.
Nada más entrar sintieron el calor de un fuego y el delicioso aroma de la comida y el tabaco de pipa. Se acercaron al mostrador allí un hombre bajo, gordo y calvo, de un tamaño que oscilaba entre Ron y Hermione (como los de todo el lugar), que tenía cara de estar apunto de entrar en un lapsus nervioso, les atendió.
- Soy Cebadilla Mantecona ¿En qué puedo ayudarles?-Pregunto dedicándoles una sonrisa, sobre todo a Hermione.
-Nos gustaría una habitación.- Intervino Ron que ya estaba arto de que no le hicieran ni caso.
Cebadilla se miró al pequeño Hobbit con interés.
-¿Para ustedes?- Preguntó extrañado.
-Si.- Dijo Ron orgulloso cogiendo de la mano a su amiga. Hermione suspiró.
-Si me acompañan.- Dijo Cebadilla después de meditar un rato.
Les llevo por unas escaleras hasta una habitación, en la que se podía distinguir comedor, baño y dormitorio, el dormitorio tenía varias camas muy espaciosas, Ron enseguida saltó sobre una de ellas, que era el triple de su tamaño.
-¿Con esto bastará?- Preguntó Hermione sacando unos cuantos Galeones.
-Señorita, no sé que será eso pero queremos dinero auténtico.- Dijo Cebadilla frunciendo el ceño.
Hermione se mordió el labio ¿qué harían ahora?
-Tome... –Dijo de repente Ron entregándole al posadero una bolsita con unas monedas de oro.
-¡Ron! De donde sacaste... –Hermione no era capaz de articular palabra.
-Me lo dio Gildor, me desperté antes de que marcharan, dijo que tú no lo aceptarías porque eres muy orgullosa, pero que lo necesitaríamos.- Explicó Ron.
Hermione no pudo evitar sonreír.- ¡Claro que no lo hubiera aceptado!
-¿Cenaran ahora o más tarde? –Pregunto el posadero contando las monedas.
-Más tarde... todavía no es hora.- Le dijo severamente Hermione a Ron que lanzó un sonoro bufido.
-Quizá a los señores les interesaría bajar a unirse a nosotros, estoy seguro de que tienen muchas historias que contar...
-No sabe usted cuantas.- Suspiró Ron.
-Puede que más tarde...-Se libró Hermione.
-Si quieren algo... toquen la campanilla y Nob...-meditó un momento- quiero decir yo, vendré a tenderles de inmediato.- Dijo dedicándole otra sonrisa a la elfa.
El hombre salió del cuarto para atender otros asuntos, cosa que Hermione estimó bastante.
-Deberíamos bajar.- Propuso Ron.
-Estoy cansada.- Se quejó Hermione.- Y ya estoy harta de que todos me miren con cara rara.
-Claro que te miran... además quiero presumir de tú compañía. ¡Ven! ¡Ven! ¡Ven! – Empezó a gimotear Ron como un niño pequeño.
-Vale.- Accedió tumbándose sobre la cama.
-Espera.- Ron fue al cuarto de baño para arreglarse un poco, después de todo habían estado dos días a la intemperie.- Ya estoy.- Anunció alegremente regresando a la salita.
No recibió respuesta, Hermione ya se había quedado dormida en la cama presa del agotamiento y así, le pareció a Ron, que esa belleza élfica que tenía se multiplicaba por mil. La cubrió con un manto y salió de la habitación.
La salita estaba llena de gente que no paraba de hablar muy excitada, Ron se preguntaba que sería eso tan emocionante cuando algo lo distrajo.
-¿Cómo que no sirven?- Una voz extrañamente conocida para él se dirigía a Mantecona con enfado.
-Le digo que esos...
-Galeones.
-Galeones, o como se llamen, no sirven.- Respondió Mantecona tajante.
¿Galeones?
Esta palabra sonó en la cabeza de Ron como un canto celestial, se giró para ver que los que hablaban eran tres hombres, uno rubio, alto y de buen porte que no reconoció y otros dos que pese a que su peinado y ropas fueran diferentes reconocería en cualquier sitio.
-¡Sirius, Remus!- Gritó y sin cercionarse de si eran ellos o no, se les tiró encima dándoles un fuerte abrazo.
************************************Más encuentros************************************
Ese hombre ya le estaba poniendo de verdad nervioso, busco ayuda en alguien, pero Snape estaba en una esquina haciendo caso omiso de lo que ocurría, así que miró a Lupin en busca de ayuda, él tras doce años en Azkaban no sabía manejar muy bien los asuntos sociales.
-¿Cuál es el problema?- Pregunto Lupin al llegar allí.
-Que, como le estaba diciendo a este "agradable" señor.- Cebadilla señalo a Sirius.- Estas monedas no sirven.
-¿Cómo que no sirven?- Preguntó Lupin alzando una ceja.
-Le digo que esos...
-Galeones.- Aclaró Sirius en un gruñido.
-Galeones, o como se llamen, no sirven.- Respondió el posadero tajante.
Entonces escucho algo que le hizo dar un salto.
-¡Sirius, Remus!- Un niño pequeño se abrazo a ellos con entusiasmo.
Sirius miro a Remus, y después al pequeño para después mirar a Lupin de nuevo.
-¿Cómo conoces nuestros nombres?- Preguntó Remus todavía apretado por el abrazo del pequeño, que se puso a sollozar.
-¡Ah! Perdonar.- Dijo deshaciendo el abrazo.- Olvide que he cambiado un poco, pero vosotros también habéis cambiado.
-¿Quién eres?- Le interrogó Sirius totalmente interesado.
-¡Soy yo!¡Ron!- Exclamó este.
Remus y Sirius abrieron mucho los ojos, y se escucho una risa ahogada en la esquina donde se encontraba Snape. Ron se fijo por segunda vez en el hombre, que reía alegremente.
-Es Snape.- Le aclaro Remus antes de que él pudiera preguntar nada.
-¡¿Qué?! ¡Él es un Elfo y yo un Hobbit! ¡No es justo!- Se quejo Ron.
-¿Qué yo soy un qué?- Preguntó el aludido.
-Un elfo-dijo Ron.- ¡Un elfo! Las criaturas más hermosas de "La Tierra Media" Que es donde nos encontramos.
Los tres se miraron a la cara sin comprender. Pero fue Snape quien más abrió los ojos aturdido.
-¿Estamos en otro mundo?
Ron negó con la cabeza.- Es el mismo pero mucho tiempo atrás.
-Y ¿quién te dijo eso?- Preguntó Sirius curioso.
-Gildor, un elfo que nos encontramos, también nos dio comida y dinero, así que tenemos una habitación.- Explico.
-¿Nos?- Preguntó esta vez Lupin
-Si, Hermione y yo
-¿Hermione?- Se acerco Snape.- Me parece que tendremos que hablar con ella.
-¿Por?- Se encaro Ron.
-¿No te ha dicho nada de cuando desaparecimos?- Continúo Snape.
-Me dijo que no sabe nada, que se despertó aquí...
-Lo dudo.- Le interrumpió Snape.- Ella cogió algo que Voldemort tenía, y después nos despertamos aquí.
-Insinúas que ella tiene algo que ver.- Se aventuró Sirius.
-Si –asintió Snape- de forma directa o indirecta.
-¿Nos llevas a la habitación?.- Pidió Remus.
Ron les acompaño hasta la habitación donde había dejado a la chica durmiendo.
-Esperad aquí yo la despierto.- Y Ron desapareció por la puerta que daba a los dormitorios.
-¿Creéis que tendrá el mismo aspecto que él?- Rió Sirius, Snape también se rió.
-Te has mirado al espejo Black- Le corto Remus tajante.
-Vale... –Finalizó Sirius todavía riendo.
Ron entro en el cuarto.- Todavía esta dormida... yo no me atrevo a despertarla.
-¿Por?- Preguntó Remus.
-Tenemos poco tiempo... –Dijo Snape levantándose.- Yo iré.
Abrió la puerta del dormitorio que estaba vagamente iluminado, por los pocos rayos de luz que entraban a través de la ventana. Escucho un gemido y algo que se movía en una de las camas. Estaba tumbada dándole la espalda, se acerco un poco más para verla mejor y entonces comprobó porque Ron no había podido despertarla.
Se sentó al borde de la cama, y le apartó un mechón de cabello que caía por su cara, era tan hermosa, su pelo caía por la cama detrás de ella como un rió de fuego, el vestido blanco se pegaba a su cuerpo dejando ver las delicadas formas de su figura, había cambiado, pero era indudablemente ella.
Tubo que hacer un enorme esfuerzo para reprimir sus ganas de abrazarla, parecía tan frágil y tan fuerte a la vez, y al verla así, dormida, creyó que era casi como un ángel. Tomó una de sus manos entre las suyas y un inexplicable calor le invadió el cuerpo, con la otra le acarició la mejilla y se quedo así, mirándola, no supo por cuanto tiempo, pero deseó que esa visión no desapareciera nunca.
De pronto ella abrió los ojos, azules como el cielo, y no grito ni se apartó como pensaba que iba a hacer, sino que se le quedo mirando a los ojos, esto hizo que Snape se sonrojara ligeramente pero no apartó la mirada. Tras un minuto así ella empezó a incorporarse lentamente, acercando así más sus cuerpos, sin dejar de mirarle a los ojos, él sabía cuales eran sus intenciones, y no sabía porque, él la deseaba terriblemente, así que también comenzó a acercarse, ambos cerraron los ojos y sintieron el aliento cálido del otro, él ya sentía el roce de sus labios y la cogió por la cintura acercándola más a él, ella paso sus brazos alrededor de su cuello.
-¡Snape la despiertas o no!.- Gritó Sirius abriendo la puerta y provocando que una oleada de luz entrara en la sala cegándolos a ambos.
Hermione apartó la cara y le miró más fijamente.
-¿Snape?- Dijo en un susurro.
-Ejem... –Carraspeó Sirius llamando la atención de ambos, que no se dieron cuenta de que seguían abrazados, se separaron rápidamente sonrojándose más que el cabello de ella.
Lupin que acababa de entrar en el cuarto se quedo con la boca abierta mirándola, mientras que Sirius tenía una sonrisa en la cara.
-¡Otros no!- Exclamó Hermione llevándose las manos a la cara.
Ron entró en la habitación, y al ver a lo que se refería Hermione le cerró la boca a Lupin con un movimiento rápido. Lupin se sonrojo.
-¿Hermione?-Preguntó incrédulo.
La chica asintió.
-Bueno te esperamos en la otra sala, creo que tenemos cosas de las que hablar.- Propuso Sirius.
Snape le lanzó una mirada asesina, se levantó de la cama de ella y salió a la otra habitación, después de esto Sirius cerro la puerta, dejando sola a una muy confusa Hermione.
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¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡TAAAAAAAACHAAAAAAAAN!!!!!!!!!! Me quedo el capitulo más largo de toda mi historia... y porque lo he cortado que si no...
N/A: Ya sé que Hermione parece una zorra, mis hermanas no paran de decirme que solo le falta estar en una esquina con el bolsito rojo, pero no siempre será así.
Contexto reviews(que son poquitos :_( snif ) pero al los que me habéis dejado...
Marine: Muchas gracias por tú apoyo wapetona, me alegro muxo de que te hallan gustado.
Aislinn: Eres encantadora wapisima, muchísimas gracias (Arwen se emociona) siento haber tardado tanto, pero con los problemas de Fan fiction, ya estaba hasta las narices.
Anna Voig: Je je, este no me digas que ha sido corto, porque no sé lo que te hago, hija mía te aseguro que más no puedo escribir. Saludos y besos de mis hermanas, que me dicen que te diga que les encantan tus historias (servidora también se incluye), sigue así J
Rahshah: Gracias wapa, eso era precisamente lo que quería que la gente se imaginara en ese fragmento, al menos hay alguien que me entiende. Y lo de reírte es precisamente lo que pretendo la mayoría de las veces. En cuanto lo de Sirius, créeme, si lo hubiera convertido en un enano mis hermanas me habría torturado, ahorcado y descuartizado, o lago por el estilo no creo que sean tan bestias (o sí) ¬¬
ADELANTOSiento poner tan poquito
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Tom volvió a hablar de nuevo, Harry se incorporó para escucharlo mejor, de repente Merry dio un gritó, estaba mirando embobado la silla de Frodo.
¡No estaba!
Miro hacia todos lados para encontrarlo pero no lo vio (...)
De repente Frodo apareció justo en el lugar donde Tom miraba, Harry abrió la boca asombrado, se dio cuenta de que se guardaba algo en el bolsillo.
¡El Anillo!
Así que ese era su poder, no era un anillo cualquiera, por eso pusieron esa cara cuando Tom se puso el anillo y no desapareció... las piezas comenzaban a encajar.
De repente a su memoria acudió una voz familiar.
"-Mátalo.- Decía una voz grave y corrupta.- Mátalo, no estas aquí por una casualidad Harry Potter. ¡Mátalo y dame el Anillo Único!"
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-Frodo –dijo para llamar su atención, el aludido se giro al oír su nombre- me preguntaba, si yo podría ir con vosotros.
Al oír esto todos los hobbits se reunieron alrededor de Frodo y se lo quedaron mirando.
-No estamos aquí de excursión. –Le explicó muy serio.- Tenemos una misión que cumplir, una misión demasiado peligrosa, no puedo llevarte con nosotros correrías mucho peligro.
-Por favor, al menos dejarme ir con vosotros hasta Bree.- Suplicó.- Puede que allí encuentre al resto de mis amigos... además puedo ser de mucha ayuda (...) Os lo digo en serio, puedo ayudaros, además no soy un mal compañero de viaje, y si no os gusto... me dejáis en Bree.
Frodo le dirigió una mirada evaluadora.
-Esta bien –admitió- pero más vale que lo que hayas dicho era cierto.
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Bueno un besico y hasta el próximo capítulo