Estos personajes no me pertenecen, sino que a Joane K Rowling y a Jonh Ronald Renuel Tolkien. Los de Harry Potter y El Señor de los anillos respectivamente. Aviso que en esta capitulo también reproduciré algunos diálogos del libro, sobretodo en la parte de Tom Bombadil.
Este capítulo se lo dedico a mis dos hermanas Lara y Carol, por ayudarme tanto y meterme tanta prisa para escribir los capítulos (si no fuera por ellas algunos tardarían un mes), y a Evelyn mi gran amiga del alma, que por fin tiene ordenador y ya me puede dejar reviews.
~ ≈ ̃Viaje a la Tierra Media ̃ ≈ ~
~ ≈ ۵ Capítulo 5۵ ≈ ~
***En casa de Tom Bombadil, Explicaciones y Las Quebradas de los Túmulos***
********************************En Casa de Tom Bombadil*******************************
Harry despertó en un suave y mullido lecho.
-Hogwarts.- Pensó mientras abrazaba la almohada.
Pero al mirar alrededor se dio cuenta de que no estaba en Hogwarts, estaba en una habitación de piedra, el sol entraba tímidamente por la ventana, y Harry vio como una ligera bruma se levantaba.
Escucho bostezos y el rozar de las sabanas, miró a su lado y descubrió que los tres pequeños seres que había visto estaban tumbados a su lado, uno de ellos, el más rubio de todos ya se despertaba. Se le quedo mirando, el hombrecillo se desperezó y miró a todos lados, parecía también algo confuso, sus miradas se encontraron y ambos las sostuvieron, hasta que entró el otro hombre, que cantaba con alegría.
-¡Hola! ¡Ven alegre dol, derry dol! ¡Mis bravos!
Y descorrió las cortinas de la habitación haciendo que todos se levantaran pesadamente.
-¡Buenos días mis alegres amiguitos!- Les explico que el tiempo hoy no iba a ser propicio y que la comida estaba lista, pero Harry no prestó mucha atención pues estaba algo confuso. ¿Dónde estaba quienes eran ellos?
Los cuatro hombrecillos salieron corriendo de la habitación, Harry se apresuró en seguirlos, y al doblar una esquina vio que estaban sentados en una mesa llena de comida, pero Harry no se atrevió a sentarse con ellos.
-Ven y come algo.- Dijo uno de ellos observando su indecisión.- Debes tener hambre, ayer no hiciste más que dormir.
-¿Dormí todo el día?- Preguntó él asombrado, mientras se sentaba.
-Si.- Le respondió el otro.
-Me llamo Peregrin Tuk, pero todos me llaman Pippin.- Dijo el primero que le había hablado, estrechándole la mano.- Él es Meriadoc Brandigamo
-Todos me llaman Merry.- Dijo esta vez, el segundo que le había dirigido la palabra.
-El de tú derecha es Samsagaz Gamyi.- Continúo Pippin, el aludido le hizo un gesto de cabeza, mientras lo miraba con cierta desconfianza.- Y el que queda es mi primo, el viejo Frodo Bolsón.
No sabía porque pero Harry tubo la impresión de haber oído ese nombre en otra parte...
-Gracias por la presentación Pippin.- Contestó Frodo dirigiéndole una mirada suspicaz.
-Yo soy Harry Potter.- Se presentó él.
Espero la reacción de siempre "Harry Potter, ese Harry Potter" pero no la obtuvo, soltó un suspiro de alivió y no pudo evitar esbozar una sonrisa. Comenzó a comer pero pronto se dio cuenta de que era el centro de todas las miradas.
-¿Qué?- Preguntó mientras se metía un trozo de pan con miel a la boca. Comió lo único que conocía, pues lo demás era bastante raro.
-Te lo preguntare sin rodeos.- Comenzó Frodo, el de cabellos más claros.- ¿Qué sabes del anillo?
-¿Qué sé del anillo?- Volvió a repetir Harry confuso, probando una fruta muy dulce, que no había visto en su vida, pero que sabía muy bien.- No sé ni donde estoy... y tampoco sé nada de ese anillo.
Frodo asintió, pero Sam le dedico otra mirada de desconfianza.
-Os lo digo enserio –aseguró Harry- ¿Dónde estamos? ¿Qué sois vosotros? Me gustaría que me contestarais a eso.
-Estamos cerca del bosque viejo, cerca de la frontera de La Comarca.- Le explicó Pippin, que le había caído especialmente bien.
-La Comarca- Susurró sin que nadie llegara a oírlo, sentía una gran rabia ¡Esos dos nombres los había oído antes y no se acordaba de dónde!
-Y nosotros somos Hobbits...
-¿Hobbits? No había oído hablar de vosotros nunca.- Cortó Harry alejando los demás pensamientos de su mente.
-Pues lo somos.- Continuó Merry.
-¿Y sois todos así?- Preguntó Harry interesado.
-Si -Asintió Frodo- No eres de por aquí... ¿De donde eres?
-De Londres.- Los cuatro hombrecillos se miraron confusos.
-¿Londres?- Repitió Frodo- ¿Eso dónde esta?
-En Inglaterra... - La voz de Harry se fue apagando al ver la cara de los hombres.
-Espera... ahí hay un mapa.- Merry se levantó de un saltó y cogió algo que estaba sobre una repisa, después lo extendió sobre la mesa, derramando el zumo de Pippin.
-¡Eh!- Se quejó este. Merry hizo caso omiso de ello.
-Nosotros estamos aquí.- Señalo un punto en el mapa.- ¿De donde decías que venias?
Harry le arrebató el mapa y se lo quedó mirando como hipnotizado, la vista se le empezó a nublar y estuvo a punto de caer al suelo.
¡No había visto un lugar así en su vida!
Tampoco reconocía los nombres de los lugares que allí se decían, estuvo a punto de desvanecerse, se apoyo en la mesa, y se levantó sintiendo que sus piernas eran de gelatina.
-Esto es una broma ¿no?- Musitó mirándoles.
Los hobbits se miraron unos a tros y se alzaron de hombros mientras lo miraban confusos. Harry les tendió el mapa.
-Este no es mi mundo... –Explicó señalando el mapa.- estoy seguro de que no lo es... tiene que ser algo de lo que Voldemort hizo.
Harry intentó concentrarse en sus recuerdos, vio como Snape apuntaba a Hermione con la varita "¡Expelliarmus!", salió volando, vio como los Mortífagos se abalanzaba sobre Snape, como Hermione se le acercaba por detrás a Voldemort y como esta caía al suelo, y después... nada, solo un destello cegador y luego oscuridad.
-¡¿Por qué?!- Gritó con furia mientras golpeaba la mesa con el puño.- ¡¿Y los demás?! ¡Voldemort! ¡¿A qué estas esperando?! ¡¿Eh?! ¡¿A qué estas esperando?! (Ups, creo que me equivoque de película ¬¬)
Los hobbits miraban a Harry completamente confusos, y de repente sintió ganas de desahogarse y comenzó a llorar, por todos, incluso por Snape ¿qué les habría pasado?
Levanto la vista y vio a Frodo, en su mirada ya no había desconfianza, sino comprensión y también vio una sombra de pena, le sonrió y Harry hizo lo mismo. Se secó las lágrimas y se serenó, tenía que pensar que sus amigos estaban bien, sino se volvería loco, además, en el fondo de su corazón lo presentía.
De repente apareció el hombre de antes, ahora sabia que se llamaba Tom Bombadil, entró en la casa se sentó en una silla, mientras les pedía a los demás que se acercaran.
-Es el día de lavado de Baya de Oro –dijo-, y también de la limpieza de otoño. Llueve demasiado para los hobbits, ¡qué descansen mientras le sea posible! Día bueno para contar historias, para preguntas y respuestas, de modo que Tom iniciará la charla.
Entonces comenzó a contarles historias desde los comienzos de "La Tierra Media" hasta la actualidad, Harry interrumpía continuamente haciendo preguntas, pero Tom no parecía molesto con ello. En una de sus constantes interrupciones Tom empezó a reír y preguntó.
-¿De dónde te has caído?
Así Harry supo con toda certeza que ese no era su mundo y supo que había diferentes razas, muchas más que en la Tierra y que corrían tiempos difíciles, exactamente igual que en nuestro mundo, se pregunto si habría algún nexo de unión entre los dos.
Parecía que no iba a parar de hablar nunca, cosa que a Harry no le importo, escuchaba todo fascinado, le pareció que la historia de ese mundo era mucho mejor que la del suyo, con sus héroes y leyendas. Pero algo detuvo a Tom y los hobbits miraron hacia atrás como hechizados. Y al volverse descubrió por qué. Una mujer rubia y extraordinariamente bella les sonreía desde la puerta y cuando le miró a él directamente sin dejar de sonreír el corazón le dio un vuelco, ya no existía ninguna otra chica, solo ella...
-¿Quién es?- Le preguntó a Frodo dándole un codazo, ya había entablado una buena amistad con todos, incluso con Sam.
-Es Baya de Oro... –Le explicó, pero sus palabras se fueron perdiendo conforme la seguía con la mirada.
Era rubia y llevaba un vestido largo que le hacía parecer una doncella de cuento, portaba una vela que producía una extraña luz en sus ojos claros.
-La lluvia ha cesado –dijo- las aguas nuevas corren por la falda de la colina, a la luz de las estrellas. ¡Riamos y alegrémonos!
-¡Y comamos y bebamos! –Exclamó Tom- Las historias largas dan sed. Y escuchar mucho tiempo es una tarea que da hambre, ¡mañana, mediodía y noche!
Pronto una abundante cena estuvo servida, no sabía si era porque llevaba dos días sin comer, pero, le pareció la comida más deliciosa que había probado en su vida, y en realidad se lo pasó como nunca cantando y riendo con todos, sintió que ya tenía una gran confianza con ellos, pues hizo cosas que no hubiera echo ni con Ron ni con Hermione, aunque le pareció que la bebida tenía algo que ver...
Después de la cena Baya de Oro se despidió y esta vez fue los Hobbits los que contaron sus aventuras, Harry quedó impresionado con las historias que contaban, quien iba a creer que una gente tan pequeña hubiera pasado por tales cosas. Tom parecía muy atento, pero a Harry ya le empezaba a embargar el sueño cuando escucho una parte de la conversación.
-¿Jinetes dices?- Preguntó Tom especialmente interesado.
-Sí –asintió Pippin tan emocionado como temeroso- jinetes negros.
¡Jinetes Negros! Una escena del sueño apareció en su mente, sin quererlo.
"Era un caballo, grande y negro, tenía un aspecto bastante fiero, a decir verdad, pero eso no fue lo que más impresiono a Harry, sino su jinete. Era un hombre (si lo era en realidad), con una manta negra cubriendo todo su cuerpo, tanto era así que no se podían distinguir las facciones de su rostro. Cuando el hombre levantó la vista y la fijo directamente en él, Harry sintió un escalofrío
-Bolsón, Comarca.- Siseo el hombre"
¡Bolsón, Comarca! Ya sabía de que le sonaban esos nombres, ¡cómo no podía haberse dado cuanta antes!
-¡Muéstrame ese precioso Anillo!- Dijo Tom de repente, Harry volvió a la realidad a tiempo para ver como Frodo se sacaba una cadena del bolsillo y se la entregaba a Tom.
Harry observo que en la cadena había un anillo.
-Así que ese es el Anillo Único.- Siseo Harry, y no supo porque le habían dado tanta importancia, si, era bastante bonito, con su superficie lisa que emitía pequeños destellos cuando le daba la luz de las llamas y parecía de buen oro, pero después de todo era... un anillo.
Tampoco comprendió porque ponían esa cara de asombro los Hobbits cuando Tom se puso el anillo en el extremo del dedo meñique para verlo más de cerca.
Después Tom rió al ver sus caras y haciendo un pequeño truco de magia se lo devolvió a Frodo, que lo miraba con desconfianza.
Tom volvió a hablar de nuevo, Harry se incorporó para escucharlo mejor, de repente Merry dio un gritó, estaba mirando embobado la silla de Frodo.
¡No estaba!
Miro hacia todos lados para encontrarlo pero no lo vio.
-¡Ven Frodo ven aquí!- Grito Tom mirando hacia la puerta.- ¿A dónde ibas? El viejo Tom Bombadil todavía no esta ciego.-"Desde luego si lo esta" pensó Harry- ¡Sácate ese Anillo dorado! Te queda mejor la mano desnuda. Tenemos que hablar un poco más y pensar en la mañana. Tom te enseñará el camino justo, ahorrándote extravíos.
De repente Frodo apareció justo en el lugar donde Tom miraba, Harry abrió la boca asombrado, se dio cuenta de que se guardaba algo en el bolsillo.
¡El Anillo!
Así que ese era su poder, no era un anillo cualquiera, por eso pusieron esa cara cuando Tom se puso el anillo y no desapareció... las piezas comenzaban a encajar.
De repente a su memoria acudió una voz familiar.
"-Mátalo.- Decía una voz grave y corrupta.- Mátalo, no estas aquí por una casualidad Harry Potter. ¡Mátalo y dame el Anillo Único!"
Después de eso Tom les explicó que ruta debían tomar al día siguiente, estaba sobre todo planeada para evitar los Túmulos, Harry supuso que eran algo bastante peliagudo, porque cuando pregunto que eran, nadie le respondió, solo recibió miradas de pánico y furia, así que decidió no insistir y dejar el tema.
Luego, para sorpresa de Harry, Tom les enseño una canción para cuando tuvieran alguna dificultad.
¡Oh, Tom Bombadil, Tom Bombadilló!
Por el agua y el bosque y la colina, las cañas y el sauce,
por el fuego y el sol y la luna, ¡escucha ahora y óyenos!
¡Ven, Tom Bombadil, pues nuestro apuro esta muy cerca!
Después de hacérsela repetir varias veces Tom los condujo al dormitorio.
Harry estaba aterrado, debía ser un camino bastante peligroso. Por lo que había oído, se dirigían hacia una aldea llamada Bree, pensó que sus amigos podían estar allí pues lo más sensato sería ir a la primera aldea, así que se armó de valor y antes de que los hobbits se durmieran se acerco a ellos.
-Frodo –dijo para llamar su atención, el aludido se giro al oír su nombre- me preguntaba, si yo podría ir con vosotros.
Al oír esto todos los hobbits se reunieron alrededor de Frodo y se lo quedaron mirando.
-No estamos aquí de excursión. –Le explicó muy serio.- Tenemos una misión que cumplir, una misión demasiado peligrosa, no puedo llevarte con nosotros correrías mucho peligro.
"Peligro, peligro es mi segundo nombre" Pensó Harry.
-Por favor, al menos dejarme ir con vosotros hasta Bree.- Suplicó.- Puede que allí encuentre al resto de mis amigos... además puedo ser de mucha ayuda.- Dijo apuntó de sacar la varita, pero decidió guardarla, no debía decirle que era un mago a todo el mundo.
-¿En qué sentido?- Preguntó Sam ceñudo.
-Lo sabréis si me lleváis.- Dijo Harry con un niño de tres años. Pero después se puso serio.- Os lo digo en serio, puedo ayudaros, además no soy un mal compañero de viaje, y si no os gusto... me dejáis en Bree.
Frodo le dirigió una mirada evaluadora.
-Esta bien –admitió- pero más vale que lo que hayas dicho era cierto.
-Claro
Frodo tendió la mano y se la estrecho a Harry.
-Pero... todavía no sabemos nada de ti ¿Quiénes son tus amigos? ¿De donde vienes?- Preguntó Frodo como si se hubiera dado cuenta en ese mismo instante.
-No, ahora no.- Rogó Pippin- Mañana tenemos que hacer un largo viaje... ya se lo preguntaras entonces.
Todos estuvieron de acuerdo con la propuesta de Pippin, y pronto cayeron en un profundo sueño presas del agotamiento.
******************************Las Quebradas de los Túmulos*****************************
Harry despertó cuando la mañana ya estaba avanzada, los demás ya se habían levantado y observó que sus bolsas ya estaban preparadas para cuando partieran. Salió del cuarto y fue a la sala, donde se encontró a los hobbits.
-¡Buenos días! –Dijo intentando parecer optimista, aunque en el fondo de su corazón no lo sintiera.
Se oyó un leve murmullo de respuesta, pero en verdad, ninguno parecía animado, Frodo estaba cabizbajo y deprimido. No hablaron mucho durante la mañana.
Terminaron de hacer todos los preparativos finales para partir, y cuando todo estuvo listo Tom les acompaño a la puerta y les deseó buena suerte. Los cinco iban montados en poney (Pippin y Merry iban juntos, así Harry tenía un poney para él solo), era un día soleado, pero aún así los hobbits estaban desilusionados por el viaje.
-¡Baya de Oro!- Gritó Frodo de repente, haciendo dar un respingo a todos.- ¡No nos hemos despedido y no la vimos anoche!
Frodo parecía desolado, pero justo cuando estaban discutiendo volver atrás la vieron, en la cima de la colina, saludándoles con la mano, tan hermosa como siempre.
Al llegar a la cima, observó detenidamente alrededor, las tierras salvajes de las que le habían hablado los hobbits. Interminables bosques. Hacia el sur, un río "El Brandivino" así lo habían llamado los hobbits. Hacia el Norte, la tierra se extendía llana, y al este, de lo que tanto había oído hablar, Las Quebradas de los Túmulos, pensó que serían un espectáculo horrible, pero lo único que encontró fue crestas sucesivas que se perdían en el horizonte.
Baya de Oro también se despidió de ellos y emprendieron, definitivamente, el viaje. Frodo avanzaba delante, sin mirar atrás en ningún momento, como si tuviera miedo de ver la casa de Tom otra vez y no poder retenerse e ir hacia ella.
Harry no comprendía porque se sentía tan deprimidos, él era más libre de lo que lo había sido nunca. Le parecía que todo era muy hermoso y disfrutaba de la naturaleza mientras avanzaban por el camino zigzagueante que transcurría entre los montes y colinas.
Una ligera bruma comenzó a ascender alrededor del bosque que habían dejado atrás, desde donde estaban se apreciaba perfectamente, Harry suspiró preguntándose dónde estaban sus amigos, pero después de un rato Pippin alejó esos pensamientos de su mente.
-Harry. –Lo llamó agitando la mano.- Vamos a comer.
Comer... a Harry se le hizo la boca agua, de verdad tenía hambre. Los hobbits habían acampado cerca de una piedra que se erguía en el centro de la colina, a Harry le inquietó de veras, y desconfió un momento. Miró a Frodo, en sus ojos halló una sombra de duda, pero tan pronto como apareció, desapareció y Frodo se sentó cómodamente apoyando la espada sobre la pulida y fría superficie de la piedra.
¿Fría?
A Harry esto le interesó, pues el sol calentaba con fuerza ahora, se separó un poco de sus compañeros y comió, divisando el horizonte y pensando en sus amigos, hasta que una extraña somnolencia lo empezó a invadir, apoyó la cabeza en la suave y mullida hierba y se durmió involuntariamente.
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Harry se despertó cubierto por un sudor frío, se despertó agitado, como si hubiera olvidado algo que tenía que hacer, esa sensación no le gustaba. Observo a su alrededor, una densa niebla inundaba el lugar por todas partes, era bastante espesa, no le dejaba ver a más de un mero de distancia, se preguntó si estaba en el mismo sito que antes o en otro, y entonces la vio.
La piedra... no había ninguna duda, estaba en el mismo sitio, y a los pies de la piedra los cuatro hobbits dormían placidamente. ¿Los cuatro se habían dormido a la vez? Harry tuvo una corazonada, y no la ignoró, sabía que lago iba mal... muy mal. Despertó a los demás.
-¿Qué?¿Cómo me he? -Frodo parecía tan confuso como los demás.
Sin perder ni un segundo reanudaron la marcha, para no perderse ente la bruma iban en una fila, Frodo delante, detrás de él su fiel compañero Sam, detrás de él Pippin, después Merry y Harry cerraban la marcha. Harry vio dos sombras a ambos lados del camino y escucho a Frodo gritar emocionado:
-¡Adelante! ¡Seguidme!- Y corrió hacia delante.
-¡Eh! –Se quejó Pippin quién desapareció de su vista. Seguido de Merry.
Harry no quería quedarse atrás así que también acelero la marcha, pero....
¡No estaban!
Miró hacia todas las direcciones asustado, si se extraviaba en aquel lugar estaba seguro de que nunca podría encontrar el camino.
Comenzó a oír grito, que decían su nombre.... y de pronto reconoció de quien eran los gritos.
-¡Lily, coge a Harry y vete! ¡Es él! ¡Vete! ¡Corre! Yo lo detendré.
Imposible...
-A Harry no. Te lo ruego, no. Cógeme a mí. Mátame a mí en su lugar...
No podía ser, era la voz de sus padres, sintió que las rodillas se le doblaban y perdía el absoluto control de su cuerpo.
-"Que sensación tan extraña" –Pensó, era como estar dominado por el hechizo Imperio y tener cien dementores alrededor, lo único que sintió antes de desvanecerse, fue como una mano le cogía y el arrastraba hacia el suelo sin remedio.
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-Harry, Harry...
Un susurró lo despertó, estaba en una fría superficie de piedra, todo a su alrededor estaba oscuro, oía el suave murmullo del agua al caer, y su eco resonaba por las paredes, pensó que debía de estar en una cueva o un subterráneo, el olor a piedra mojada inundaba el lugar.
-No tengas miedo...
Era una voz dulce, una voz de mujer. Se levantó lentamente, buscando a la persona que lo había dicho, pero allí no había nadie, sacudió la cabeza, se estaba volviendo loco.
-Harry –Repitió otra vez la dulce voz.
-¿Dónde estas?- Preguntó él.- ¿Quién eres?
De repente una figura surgió de entre las sombras, era una mujer, no hubiera sabido decir si era joven o vieja, parecía no tener edad. Miró a sus intensos ojos azules, llenos de sabiduría, el pelo rubio le caía liso hasta la cintura, iba vestida de oro e irradiaba una extraña luz, se sintió atraído hacia ella inmediatamente.
-Quien sea no importa.- La misma dulce voz, de eso estaba seguro.- Solo he venido aquí por tú misión.
-¿Misión? –Repitió confuso.
-Debes ayudar al portador del anillo
Portador del anillo... ¡Claro! Se refería a Frodo.
-¿Cómo puedo hacerlo?
-Tú oportunidad llegará y deberás decidir entre ayudar al portador o tomar otro camino, todo depende de lo que quieras hacer...
-¿Qué otro camino?- Preguntó intrigado.
-El caminó que siempre has tenido y elegido.- Dijo misteriosamente.- Pero a lo mejor en el otro camino te necesitan más, todo depende de tú elección. Bueno y la de la chica...
Harry meditó estas palabras, la chica...
-¿Hermione?
La mujer solo le sonrió, su cara impenetrable, no podía saber si había acertado o le sonreía por pura cortesía. De repente una luz cegadora inundó el túnel, y dos manos lo sujetaron firmemente por la cintura. No veía nada. Sintió que una extraña neblina lo envolvía y el frío acero sobre su cuello, y de repente oyó un canto:
¡Despertad ahora, mis felices muchachos! ¡Despertad y oíd mi llamada!
¡Que el calor de la vida vuelva a los corazones y los miembros!
La puerta oscura no se cierra; la mano muerta se ha quebrado.
La noche huyó bajo la noche, ¡y el Portal está abierto!
Harry se estiró y se levantó como un resorte, observo a Frodo y Tom que le sonreían, parecían perfectamente. Después miro al suelo a su lado y vio al resto de los Hobbits, vestidos con coronas y ropajes blancos. Se levantaban lentamente. Harry no pudo evitarlo y se rió al ver como iban vestidos.
-¿De qué te ríes? -Preguntó escuetamente Pippin, tocándose la cabeza.
-¿Os habéis visto?- Le respondió Harry en forma de pregunta.
Todos se miraron y vieron sorprendidos sus vestimentas. De repente lo miraron a él y también comenzaron a reír.
-¡Tú también vas igual!- Se rió Sam.
Todos empezaron a reírse como locos olvidando la terrible experiencia, la increíble fortaleza de los hobbits le daba algo de ánimo a él, aunque no se encontrara muy bien. Tom se fue a buscar algo, Harry no llegó a entender que porque aún estaba en estado de shok por lo que les había dicho antes.
¿Qué corrieran desnudos por la hierva?
Se preguntó en que le iba a ayudar eso, pero como a los hobbits se le veía muy animados lo hizo.(No me matéis, mis hermanas no querían que lo pusiera, pero Harry tampoco es un puritano) El aire era cálido y el sol brillaba con fuerza, fue en verdad agradable y mientras corría con los hobbits sentía un extraño calor por el cuerpo. Era como comer chocolate después de que los dementores te atacaran.
Tom regreso al rato con poneys, Pippin , Merry y Sam se vistieron con sus ropas y Tom le dio algunas suyas a Harry, que no sabía de donde las había sacado pare eran más o menos (más bien un poco menos) de su talla. Una camisa blanca ligera y unos pantalones de una tela flexible marrones, con un cinturón de cuero.
Tom les dijo que le acompañaría hasta los límites de su dominio para que no volvieran a pederse de nuevo, todos le dieron las gracias repetidas veces. Y les entregó a cada uno una daga, talladas con figuras de serpientes, parecían nuevas y relucientes, cuando el sol las toco brillaron con intensidad. Tom le ofreció una a Harry.
-No gracias. –Le dijo.- No me gusta llevar armas.
-¿Y con qué te defenderás?- Preguntó Frodo.- Ya te dije que este viaje iba a ser peligroso.
-Para eso tengo esto.- Harry se palpó el bolsillo trasero del pantalón y observo con horror que no tenía la varita.
¡Estaba en el bolsillo de su túnica de Hogwarts!
-Buscas esto.- Le dijo Tom con una mirada suspicaz, al tiempo que sonreía. Le entregó la varita y la túnica.- Las encontré a un lado del camino, mientras venía.
-Gracias.- Se puso rápidamente la túnica y guardo la varita de nuevo.
Todos miraron extrañados a Harry, pero accedieron a sus deseos, aunque Frodo lo observaba con un brillo extraño en los ojos, se preguntó si se habría dado cuenta, después de todo parecía muy inteligente.
Al fin abrieron la marcha para ir a Bree, a ratos hablando Tom. En un momento dado se despidieron de Tom, a Harry y los demás les dio mucha pena que se fuera, pues les había ayudado mucho y le habían cogido mucho cariño.
-Bueno ahora no es momento de lamentarse.- Dijo Frodo intentando animar a los otros.- Continuemos el viaje, me gustaría llegar a Bree antes de que anochezca.
Y así continuaron su marcha en silenciosa procesión.
************************************Explicaciones*************************************
Snape tardó un poco en darse cuenta de que era el centro de todas las miradas.
-¿Qué? –preguntó molesto.
Todos apartaron la mirada murmurando un casi inaudible "nada, nada". Pero al instante volvieron a mirarlo de nuevo.
-Sirius... -Comenzó Ron de repente.- Podrías decirme lo que significa la palabra Pederasta y corrupción de menores.
Sirius levantó la mirada hacia Remus, primero algo sorprendido, pero enseguida empezaron a reír a mandíbula batiente. Snape sin embargo le lanzó una mirada gélida a Ron, su rostro era una mascara de ira.
Sirius y Remus dejaron de reír, y a Ron le dieron ganas de esconderse detrás de algo que garantizara su seguridad.
-Muy gracioso ¿se te a ocurrido a ti solito?- Preguntó Snape con ese humor ácido que lo caracteriza.
-Tranquilicémonos.- Remus intentó poner algo de paz, e intento quitarle importancia al asunto.- ¿Qué era lo que querías preguntarle a Hermione de todas formas?
Snape pareció volverse menos irascible.
-Solo sobre como llegamos hasta aquí...
-A mí me dijo que no lo sabía, cuantas veces he de decirlo- Objeto Ron con cara de pocos amigos.
-Pues creo que te mintió.- Continuó Snape con una voz que quería ser sosegada, pero que denotaba cierta exasperación.
-¡¿Por qué iba a mentirme?!
El pequeño y regordete rostro de Ron, se torno de un color rojo, las venas del cuello le palpitaban, sentía una rabia irracional hacia ese hombre.
-Yo no sé si te mintió o no –Dijo Sirius aparentemente serio.- Pero yo voto a utilizar los métodos de Snape durante el interrogatorio con ella.
Ron, Remus y Sirius empezaron a reír otra vez, contorsionándose de la risa.
La puerta del dormitorio se abrió y Hermione apareció por ella, con los cabellos pelirrojos peinados perfectamente, y su vestido blanco ondeando ligeramente detrás de su cuerpo mientras caminaba, su piel tenía un aspecto suave y parecía emitir un brillo casi imperceptible, Snape se percató de ello porque también lo había notado en él mismo. Bajo la cabeza enseguida, avergonzado.
Los demás la siguieron con la mirada como hipnotizados, con ese brillo especial que no podían explicar y su vestido blanco, tenía la imagen de una diosa caída del cielo.
En las mejillas de Hermione apareció un ligero rubor, no se acostumbraba a que la miraran así, pero con la gente que conocía le molestaba aún más, sobretodo si eran sus profesores... Los observo más detenidamente, desde luego habían mejorado: Sirius y Remus parecían mucho más musculosos y algo más altos, más seguros de sí mismos inclusive. No pudo evitar que una sonrisa de satisfacción apareciera en su rostro mientras los miraba, le parecieron bastante atractivos y por un momento pensó que no le importaba que la miraran de aquella manera.
-Hola Sirius, hola Remus.- Saludó ella con toda su cortesía.
-Buenos día bella durmiente.- Bromeó Remus, aunque le pareció algo totalmente cierto después de todo.
Sin embargo Sirius se levantó le cogió la mano la mano y se la beso.
-Hola Hermione
"Galán" Pensó Hermione, pero no pudo evitar reír ante tal actuación, si... después de todo su cambio no iba a ser tan malo.
-Hola Snape- Dijo por fin enfrentándose a sus ojos.
Él la miró directamente, era realmente hermoso, cuando le había visto en el cuarto le había parecido un sueño, una alucinación. Sintió que se derretía ante aquella mirada, esos ojos claros escrutándola y juzgándola, si no apartaba pronto la mirada se desvanecería sin remedio, de pronto Remus y Sirius le parecieron poca cosa comparados por él. Sintió el calor aflorar por sus mejillas más intensamente. Él pareció notarlo y también se sonrojo.
-Hola.- Respondió el aludido apartando la mirada.
Hermione soltó todo el aire que sin querer había acumulado mientras le miraba.
-¿Y a mi qué?- Se quejó Ron tirando de su vestido con la manita.
Ella se sintió verdaderamente aliviada de tenerlo cerca. Se agacho y le dio un beso en la mejilla, después lo cogió en brazos como si fuera su hijo y lo sentó con ella, encima de sus rodillas, él parecía encantado con su gesto.
Cuando ella no se dio cuenta, Ron se giró hacia Snape y le sacó la lengua con aire infantil. Snape no sabía cuanto tiempo podría aguantar, "primero Sirius y ahora esto" pensó para sí, pero intento no dar muestras de su ira. No quería molestar a Hermione. Snape se sorprendió a sí mismo pensando eso.
-Por fin os encontramos.- Logró articular Hermione una vez se hubo calmado.- Tenemos mucho que contaros, sabemos bastantes cosas de este mundo...
-¿Este mundo?- Preguntó Sirius.- Estáis seguros de eso.
-Si- Aseguró Ron.- Además como explicas algunas cosas si no, mírame, mírate, como explicas nuestros cambios.
Sirius se encogió de hombros.- Podría haber sido algún hechizo o una poción para cambiar de forma.
-Lo dudo mucho, no conozco ninguna poción con esos efectos.- Intervino el experto en pociones.
-¿Y un hechizo de artes oscuras?- Preguntó tímidamente Hermione.
-No... -Suspiró Lupin, Snape asintió.
-Además hay otra cosa rara.- Continuo Ron.- Hermione habla un lenguaje que siquiera ella conoce.
Todos le dirigieron a Hermione miradas interrogantes. La chica asintió.
-Se supone que es élfico y que solo lo hablan los elfos.- Explicó ella.
-En ese caso... –observó Lupin con suspicacia.- si Snape es un elfo como dijo Ron, tendría que entenderte.
-Así es en teoría.- Corroboró ella. Se giró hacia Snape.- "Hola, probando ¿me entiendes?"
-"Si, perfectamente. Y la hablo como si fuera mi lengua de toda la vida"- Snape se giró hacia su sorprendido público y sonrió, luego se giro hacia Hermione y dijo sin bajar la voz, pues sabia que no le entenderían.- "¿Has visto que caras se les han quedado?"
Hermione los miro y luego su vista se poso de nuevo en Snape, ambos empezaron a reír mientras los demás se miraban confusos.
-Increíble- murmuro Remus- ¿No la habíais oído nunca?
-Jamás... pero me siento cómoda al hablarla con alguien.- Hermione le dirigió a Snape una sonrisa profident.
-La verdad es que esto es verdaderamente extraño- Dijo Sirius.- Contarnos todo lo que os contó ese tal Gildor.
Ron y Hermione les contaron sin suprimir ni una coma ni un punto, el relato de Gildor. Sirius y Remus escuchaban con atención, pero Snape parecía distraído, solo cuando hablaba Hermione, la miraba y realizaba gestos de asentimiento, como para dar a entender que la escuchaba.
Los tres se quedaron quietos una vez terminaron su relato, meditando.
-Pues por mí me quedo en este mundo.- Intervino Hermione para romper el silencio.- Parece mucho más interesante y hermoso que el nuestro.
Sirius esbozó una sonrisa y asintió.- Aquí no sería un preso fugado buscado por la justicia.- Y después añadió- ¡Claro! Por eso nadie me reconoció, ¡de todas maneras fue muy tonto de mi parte no transformarme en perro!
-No hubieras podido.- Le desalentó Ron.- No tienes magia, ninguno la tenemos, yo soy un Hobbit, vosotros sois elfos y vosotros hombres normales, no tenemos magia, no somos magos.
-¡¿QUÉ?!- Todos prorrumpieron en una sonora exclamación. Todos parecían aturdidos y heridos, Hermione comprendió por que, nunca habían vivido sin magia, eran "sangre limpia", seguro que ninguno había lavado a mano nunca.
-¿Solo somos unos muggles?- Preguntó Lupin desalentado
-Bueno no del todo.- Se aventuró Hermione.- Hay una raza entre los hombres especialmente noble, los Dunedain, son más fuertes y sabios que el resto.
Remus y Sirius parecieron contentos ante aquellas palabras
-¿Por qué piensas eso?-Preguntó Sirius con una sonrisa.
"El galán ataca de nuevo" pensó Hermione.-No sabría decirte porqué, es solo un presentimiento. Por aquí los llaman Montaraces, así que si alguien os llama así, no os preocupéis.
Hermione sonrió a los dos hombres, que le devolvieron la sonrisa gustosos.
-Ejem... –Carraspeó Snape queriendo hacer notar su presencia.- Aún quedaba una cosa que le debíamos preguntar. –Y después añadió en un susurro.- Si no estáis muy atontados podemos hacerlo ahora.
Aunque él no podía culparles por su actuación, pues ella había tenido el mismo efecto en él. Un delicioso escalofrío le recorrió la espalda pensando en lo que había ocurrido antes.
-"No, debes apartar esos pensamientos de tu mente" –Pensó para sí, estaba inmerso en sus pensamientos hasta que Hermione le habló.
-Disculpa, ¿qué fue lo que dijiste? –Preguntó contemplando sus profundos ojos azules.
-Que cual era la pregunta que me querías hacer.-Repitió ella algo atontada (¿Quién no se quedaría atontada mirando a un elfo?)
-Es sobre como llegamos a parar aquí...
Un timbre de alarma sonó en la cabeza de Hermione, y se llevó la mano instintivamente al bolsillo donde tenía guardado el anillo.
-"Dios mío te estas volviendo paranoica"-Pensó- "O quizá no, este anillo tiene algo que me preocupa... no parece un simple anillo y tú lo sabes, debes decírselo."-Se reprochó.
Cuando regreso a la realidad Snape estaba enzarzado con Ron en una buena disputa sobre quien tenía razón, Ron defendía con uñas y dientes lo que le había dicho ella el día anterior. Pero Snape se mostraba escéptico y no muy confiado.
-Te diré lo que yo recuerdo.-Terció Snape.- Recuerdo a la señorita Granger tirada en el suelo, recuerdo cuando se tiró prácticamente encima de Voldemort y le dio una patada en... (donde hace pupita, esto lleva truco Evelyn, +te vale) y él cayó al suelo, recuerdo que le vi cogiendo algo, creo que ese algo le empujo a atacarle, porque si no debía estar muy loca para hacerlo, tuvo que haber algún motivo y creo que ese algo nos trajo aquí.
(Impresionante documento, se parece a Will Graham el de "El dragón Rojo", buen libro por cierto, lo recomiendo)
Todos se quedaron anonadados con la teoría de Snape, pero sin duda la más sorprendida fue Hermione que tuvo que sentarse en el sofá de nuevo para no caer desfallecida. Pensó seriamente en la posibilidad de que Snape le leyera la mente. Sin embargo los demás no se percataron de la actitud de Hermione, porque se rieron abiertamente de ello, Hermione lanzó una risita amarga.
-Eso es una tontería. –Se rió Ron
-Imposible... -Musitó Lupin
-¿Y por qué no? –Pregunto Snape haciendo que todos meditaran la respuesta.
-Porque es ridículo.- Acotó Ron como si fuera obvio.
-No tiene por que. –Admitió Sirius, estaba sentado en el sofá con la cara hundida entre las manos, expresión que tomaba siempre que pensaba en algo.
-¡¿Le vais a creer a él y a mí no?!- Preguntó encolerizado.
-¿Por qué has dicho él de ese modo?- Snape se había erguido en su metro ochenta de estatura, pero esto no pareció intimidar a Ron.
-Digo él como me da la gana.- Ron daba saltitos de furia.- ¡ÉL ÉL ÉEEEEEEEL!
Ambos contrincantes se dirigieron una mirada furibunda y justo cuando Snape iba a hacer acopio de su fuerza y de su estatura Hermione gritó:
-¡Basta!
Sintió un escozor en el fondo de la garganta y no pudo evitar que unas lágrimas se deslizaran por su rostro, por mucho que intentara retenerlas.
-No... –Se quejó Ron, no podía soportar verla llorar, le envió miradas de ayuda a todos los presentes, que tenían la misma cara de aturdimiento que él.
Snape parecía especialmente acongojado, ninguno sabía que hacer. Hasta que Lupin se acercó a Hermione y empezó a susurrarle palabras tranquilizadoras al oído (algún cerebro sensible tenía que estar en el equipo, no me imagine a otro que no fuera Lupin), ella apoyo la cabeza sobre su hombro y lloró amargamente. Los demás miraban con odio a Lupin, que acariciaba el cabello de Hermione para reconfortarla.
Cuando se hubo calmado le dio las gracias a Lupin, que le secó las lágrimas con el torso de la mano, y decidió contarles a todos la verdad.
-Es cierto
-¿El qué? –Preguntó Ron confuso.
-Todo lo que dijo Snape... era cierto.-Miro al suelo, evitando los ojos de Ron, sabia que estaba dolido- Lo siento de veras Ron.
-Ja – Snape lanzó una risa de triunfo.
Ron fingió enfurruñarse, pensó que era imposible enfadarse en serio con ella.
-¿Me mentiste? –Fingió conmocionarse.
Hermione se mordió el labio inferior y los ojos se le tornaron vidriosos, Ron, adivinando lo que venía luego, intervino resueltamente.
-Te perdonare con una condición.- Hermione levantó la cabeza como un resorte. Ron se acercó a ella y le susurró algo al oído.
Cuando al fin Ron se alejó de ella, ella se rió, algo colorada.
-¿Solo eso?- Preguntó al fin ella.
Ron asintió. Hermione se acercó a Ron y lo abrazó con dulzura, al tiempo que le daba un beso en la sonrosada mejilla.
-Eres como un osito de peluche ¿sabes?- Le dijo ella al tiempo que lo volvía a depositar en sus rodillas.
Ron le volvió a sacar la lengua a Snape, este reacciono con una sonrisa malévola que asustó a Ron.
-Bueno, ahora que ya sabemos que yo tenía razón...
-¿Por qué has dicho yo de ese modo?- Ron no estaba dispuesto a dejar el combate en tablas.
-Digo yo como me da la gana.- Dijo adoptando una vocecita infantil para imitar a Ron.- ¡YO YO YOOOOOOO!
Ron apretó los puños con fuerza. Pero algo de lucidez llegó por fin a su cerebro y al mirar a su adversario, este le intimido.
-Queréis parar ya.- Les cortó Sirius.- Sois como niños.- Lupin le lanzó una mirada suspicaz a su compañero "mira quien habla", sin embargo Ron le agradeció mentalmente su oportuna interrupción "Gracias Dios gracias" –Por que no nos cuentas lo que pasó Hermione.
Hermione aguardó unos instantes, que para los demás fueron como dos siglos, poniendo en orden sus ideas.
-Esto empieza poco antes del ataque con los Mortífagos –decidió contar la historia desde el principio, sin omitir detalles, incluso sus sueños le parecían ahora importantes, pues, de algún modo, habían vaticinado su futuro.
Todos la escuchaban con atención, ella se sentía un poco nerviosa por ser el centro de las miradas, pero lo aguantó lo mejor que pudo y habló con toda la seguridad que tenía.
-Entonces piensas que todo esta conectado.- Concluyó Lupin cuando ella hubo terminado.- Tus sueños, el anillo, que hayamos venido aquí...
-Si.-Asintió ella.- Incluso aquella canción que me canto la mujer del sueño, y también me dijo algo de que debía ayudar al portador...
-¿Qué canción?- Preguntó Snape, aquello le parecía como un enorme rompecabezas que comenzaba a encajar, pero, para ello necesitaban todas las piezas.
Entonces la chica entonó la canción, haciendo uso de la melodiosa voz de los elfos, la cantó en el idioma común, a ella le pareció que al hacerlo había perdido parte de su hermosura, pero tenía que hacerlo para que todos la pudieran entender:
Tres anillos para los señores Elfos bajo el cielo.
Siete para los Señores Enanos en casas de piedra.
Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir.
Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono Oscuro
en la Tierra de Mordor donde se extienden las sombras.
Un Anillo para gobernarlos a todos. Un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas
en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.
Cuando termino la canción se sintió aun más avergonzada, pues todos la miraban como cautivados.
-Entonces... todo gira alrededor del Anillo, o anillos.- Admitió Sirius saliendo del trance.
-Muéstranoslo.-Dijo escuetamente Snape.
A Hermione le pareció que se trataba de un mandato, y estuvo reacia a aceptarlo ¿Por qué tenía que ordenarle él nada? Pero al final saco la mano del bolsillo y se lo mostró a los demás.
-Así que este es el anillo –Murmuro Snape al tiempo que lo cogía.
Hermione se lo entregó, y de repente rió como si se hubiera quitado un peso de encima, le había sorprendido la facilidad con que se lo había dado, cuando ella mima había tenido que robárselo a alguien para conseguirlo.
-¿Creéis que esta es la causa de que Voldemort consiguiera tanto poder en tan poco tiempo?- Preguntó Ron mirando por encima del hombro del grupo.
Todos se giraron y le sonrieron.
-Posiblemente –Contestó Lupin complacido por la pregunta que había hecho.
-Ni que fuera tan raro –se quejó Ron- que yo también soy inteligente.
-Claro que lo eres.- Hermione le dio un golpe cariñoso en la cabeza.- A lo mejor te concede lo que deseas, yo deseé no estar allí.
Sirius se encogió de hombros.-No lo creo, porque Voldemort no se conformaría solo con más poder, pediría dominar el mundo o algo así.
-No me extrañaría.- Lupin esbozó una sonrisa.
-Nazgul.- Susurró Hermione.
-¿Qué?- Preguntó Ron.
-Nazgul – repitió ella alarmada.- Lo jinetes negros, dijeron que habían estado en la aldea la noche anterior.
-Será mejor que bajemos a preguntar.- Sugirió Snape.- A lo mejor tiene alguna relación.
-Y así cenamos o algo, por que ya es hora.- Se quejó el hambriento Hobbit.
Y tenía razón habían pasado hablando tanto rato, que ya se había ocultado el Sol, dando paso a una manta de estrellas.
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Y aquí tenemos el final del quinto capítulo, si lo reconozco, es menos interesante que otros... pero... yo hago lo que puedo, pero no os quejaréis que Harry sale un montón... espero poder poner el siguiente antes de irme de vacaciones, pero si no puedo tendréis que aguantar hasta mediados de Agosto sin la historia, perdón yo no quiero pero me obligan a irme. Por cierto un besico para todos y que paséis buenas vacaciones.
Contestaciones a los reviews:
Hoy estoy muy contenta porque dejasteis muchos en el capítulo anterior, gracias.
Evelyn: Wapetona, muchísimas gracias, y lo de ser escritora deberías aplicarte el cuento, que tú también escribes muy bien, espero ver alguna historia pronto aquí en fanfiction.net. Muchos Besicos y felicidades adelantadas por tú cumpleaños, si necesitas verlo el 3 de Agosto, ven aquí y léelo, aunque te enviare un mensaje, agur.
Choichi: XD Me he reído un montón con tú review, aunque cariño llevas una empanada mental preocupante, no ni Hermione ni Snape son personajes del libro, pero a Snape si me lo imagino parecido a alguien sería a Legolas y no a Celeborn (es obvio porque). Un besazo y gracias por tú review wapa.
Anna Voig: (Lo siento si lo escribí mal) Hola wapetona, te sigo dando la razón y ahora todavía más, me esta empezando a caer gorda (es broma), michísimas gracias por tú reviw, y no te quejarás que este todavía es más largo, un besazo.
Marine: Hola guapísima, gracias por dejar review, eso me anima muxo a escribir, y lo de Snape, fue por cambiar, siempre a sido patito feo y lo quería convertir en cisne (es que me encanta, sobretodo en el cuarto libro con lo de "La pena secreta de Harry Potter") no puedo evitarlo, gracias otra vez y un beso.
Miyu: ¿Enganchada? ¡Te quiero! Tú si que me has animado, lo siento pero he de decir que este también lo he cortado (si no tendría cincuenta hojas) es que ha veces no sé cuando parar, por que a mí me gusta parar cuando lo dejo en incógnita (si no lee mi otro fic y verás) pero aquí no lo dejé en incógnita, pero el próximo verás , aunque tendréis que quedaros con ella hasta que vuelva de vacaciones.
Borja Garca Ruete: Hola wapo (he de suponer que es wapo ¿no?) muchas gracias y por decir que escribo bien, solo hay que leer mucho y como últimamente no hago otra cosa. ¿De verdad te gusta el camino que llevo? La verdad a veces no sé para donde tirar... pero ¡Gracias! Un besazo. Por cierto ... ¿eres webmaster de alguna página de Harry Potter?
Lalwende: Jeje, espero que lo de Sirius fuera bien, muchas gracias por tú review wapa, de verdad me animáis mucho y os lo agradezco de veras, lo de la imaginación no te lo discuto, a veces tengo demasiada, y lo de los elfos tampoco, una servidora no podría resistirse a los encantos de Legolas. Un beso
Rakshah: Muy bueno lo de que los hombres tienen espermatozoides más que cerebro, me he reído mucho. Y lo de la imagen tierna, lo pretendía así, ¡alguien que me entiende! Remus y Sirius son Dunedain, o así pretendía hacerlo, y muchas gracias por tú review wapisima, por cierto yo tengo dos hermanas, pero de la misma edad, prueba tú a superar eso. Un besazo.
Aislin: Tú... tú estas en mi lista buena, me encanta lo que me dices, nunca me había emocionado tanto (Arwen se enjuga las lágrimas) tranquila que este es más largo que el anterior, o tan bueno, pero sí más largo. Un besazo y gracias.
Nariko:
Saky: Hola, gracias por tú review, siento haber tardado tanto y me encanta que te guste. Además te traigo sorpresa.
(Se habré una puerta y entra en plano Evelyn)
Evelyn: Hola soy Virgi, supongo que te acuerdas la tía de los review. He venído para decirte una cosa.
(Saky y Evelyn se arrodillan y comienzan a llorar)
Ambas: Lo sentimos.
Saky: (Sollozando) Sentimos no haber dejado review.
Virgi: (Sonándose) Prometemos que el siguiente será cojo...
Saky: ¡Virginia!
Virgi: (¬¬) Vale... será de los mejores.
Ambas: Prometido(Con una mano en el corazón)
Virgi: Un besazo y hasta el próximo review.
Saky: Exacto o el próximo capitulo.
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En el próximo capitulo de "Viaje a la Tierra Media" (Siento no ser más explicita)
Harry irá a Bree y se encontrara con Aragorn.
En la cima de los vientos Harry mostrará su magia a los Hobbits y Aragorn y hará huir a los nazgul.
Abra una lucha en la que, por fin, participaran todos juntos.
Bueno, eso es todo amigos, os veré después de mis vacaciones, espero tener muchos reviews para entonces, un besazo para todos que os quiero mucho.
Vuestra de prisa(como Gandalf)
Arwen
