Estos personajes no me pertenecen, sino que a Joane K Rowling y a Jonh Ronald Renuel Tolkien. Los de Harry Potter y El Señor de los anillos respectivamente. Lo demás es ©Saray Aparicio (Arwen) Creo que del libro solo pondré una canción o algo así.
Y seguimos con el lío, espero que este todo aclarado... si tenéis alguna duda de todas maneras, me la preguntáis dejando un review (publicidad subliminal) continuemos... en este capitulo me pongo melosa, pero no me durara mucho.
~ ≈ ̃Viaje a la Tierra Media ̃ ≈ ~
~ ≈ ۵ Capítulo 7۵ ≈ ~
***En busca de Harry y Ataque en la Cima de los Vientos***
***********************************En busca de Harry***********************************
-¡¡¡¡Qué!!!! –Exclamaron todos aterrados.
Sirius salió escopetado hacia la puerta –Tenemos que ir a por él ahora mismo.-No se te olvida una cosa. –Objetó Hermione.
-Snape... –suspiró Sirius.
-De todas formas creo que nos deberíamos quedar a dormir y partir mañana. –Propuso Lupin con voz somnolienta.
-Yo secundo la moción. –Aprobó Ron.
-No puedo hacer eso –se opuso Sirius –podría estar en peligro.
-Si va con un montaraz, no creo que lo este. De echo, estará más seguro que nosotros si nos internamos en estas tierras extrañas en plena noche... –meditó Hermione.
-Claro, seguro que ese tal Trancos conoce el lugar. –Siguió Lupin para intentar tranquilizar a Sirius.
-Esta bien –admitió este –pero, partiremos mañana al alba.
Todos estuvieron de acuerdo.
-Subir vosotros –dijo Hermione cuando ya se iban.- Intentaré sacarle algo más de provecho a Mantecona, mientras contadle las novedades a Snape.
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Snape se tumbo en una de las camas y observo el techo ensimismado, intentando no pensar en nada, pero sus pensamientos volvían siempre a ella, esa sonrisa que se contagiaba...
«¡Pero en que estas pensando! Es solo una alumna»
«No, ahora no lo es, ahora es toda una mujer»
Una vocecita en su cabeza empezaba a luchar contra su razón«¡Oh! Cállate, en cuanto regresemos, que será pronto, ella volverá a ser una alumna y yo volveré a ser...»
«Un profesorucho de pelo grasiento»
«¡Eh! Desde luego tú no eres mi autoestima»
«Solo soy franco con tigo»
«¡Dios mío! Ni que tuviera doble personalidad»
«Reconócelo »
«¿El qué?»
«Qué te estas enamorando»
Esa palabra le sentó como un puñetazo, no, nunca se había enamorado, nunca había sentido eso por nadie... o sí, lo había sentido por...
«Lily»
El corazón le dio un vuelco al recordarla, si, es verdad que sintió algo por ella... los ojos se le tornaron vidriosos.
«Pero ese Potter te ganó la partida»
«Potter...»
No le había dicho a nadie la razón por la que tanto le odiaba. A él y a Lily, por que a partir de ese momento también la odio.
«No dejes pasar de nuevo la oportunidad»
Y la voz se marchó tan rápido como había venido, Snape se seco los ojos con el torso de la mano y se reprochó a sí mismo haber sido tan débil. Siguió tumbado.
«Llevan como una hora allí ¿Qué estarán haciendo?»
Entonces se imagino a Hermione hablando a Mantecona, los dos muy ceca, ella le sonreía y mientras al otro se le caía la baba.... cuando de repente tuvo una visión, no era a Mantecona a quien sonreía si no a él... una leve sonrisa apareció en su rostro.
-¡Snape! –Sirius entró en el cuarto como un vendaval. –Traemos noticias.
-¿Sí? –Preguntó Snape aún atontado. Se incorporó y se sentó en la cama.
Acto seguido le contaron todo lo que había dicho Mantecona, lo de los jinetes, lo de la sombra que viene del este y lo de...
-¡Esta aquí!- Exclamó Snape sorprendido.
-No –respondió Sirius –tuvimos la mala suerte de llegar justo cuando él se iba.
Snape puso una mueca de disgusto.
-¡Vaya! No pensé que te ibas a preocupar por él –Se sinceró Lupin.
-Y no lo hago. –Corroboró este.
-Si...si claro... resultará que Snape tiene su corazoncito después de todo. –Declaró Ron con una sonrisa.
-Por cierto ¿Por qué te fuiste? –Sirius dejó caer esta pregunta como por casualidad, pero tenía toda la malicia del mundo. Lupin le echo a Sirius una mirada severa, pero este solo se encogió de hombros y sonrió.
-No sería por Hermione –Ron dijo la palabra mágica.- ¿Estas celoso?
Snape le dirigió a Ron una mirada furibunda.
-Perdón, puedes repetirlo, es que no habló el idioma "Pitufo"
-¿Qué insinúas? –Gritó Ron con su vocecita chillona.
Snape hizo un gesto con la mano. -¿Qué?
Ron soltó un bufido de indignación se puso rojo de ira.
-¡Hola! Ya estoy a... ¿Qué pasa? –Preguntó Hermione al contemplar la escena.
-Nada... –dijo Snape apartándose de repente y sentándose en el extremo opuesto de la sala.
-¿Has podido averiguar algo más? –Preguntó Lupin.
Hermione se sentó a su lado.
-Sí... me costo dios y ayuda despegármelo de encima, pero conseguí más información. – Hermione sonrió y sacó un mapa – Me dijo que oyó que irían a "Imladris", conocido comúnmente como "Rivendel".
-¿Eso es una ciudad? –Preguntó Ron, apoyando la cabeza en una de las rodillas de Hermione para ver el mapa.
-Sí, es una de las últimas moradas de los elfos –puntualizó –me ha dicho que muy poca gente lo ha visitado, pero que es un lugar precioso.
-¿Y dónde esta? Aquí no sale. –Snape por fin se había acercado a curiosear y miraba el mapa por encima del hombro de la chica. Esta se estremeció al notar la respiración de él en su cuello.
-No lo indican en los mapas –dijo lo más serena que pudo –pero dicen que esta por aquí.
Hermione señaló una zona amplia entre las "montañas nubladas" y "el vado".
-Creo que lo mejor será que vallamos por el camino del este, y ya veremos donde nos conduce. –Concluyó Hermione.
-¡Pero esto podría costarnos semanas a pie! –Ron parecía abrumado con solo pensarlo.
-Lo siento pero aquí no hay otra cosa
Ron miró apesumbrado a Hermione. –Da lo mismo, seguiré a Harry cueste lo que me cueste.
-No nos iremos sin él.- Afirmó Sirius.
-En ese caso tenemos muchas cosas que hacer –Lupin se levantó –comida, bebida y abrigo. No hay ninguna ciudad o pueblo de camino a Rivendel.
-Tendremos que vivir en plena naturaleza –Terminó Ron.
-Estupendo –Farfulló Snape, como si fuera la idea más desagradable del mundo.
-Seguro que Mantecona nos puede proporcionar todo eso, solo hay que convencerle... –Sirius le echo una mirada de reojo a Hermione.
-Si de acuerdo, pero, primero durmamos. –Dijo sentándose en una de las camas.
-¡Un segundo! Aquí nos repartimos porque solo hay cuatro camas. –Se quejó Snape.
-Y un sofá –Tercio Hermione.
-¿Y quién se quedará en él, bonita? –Preguntó.
«¿Bonita?»
-Gracias por ofrecerte voluntario. –Dicho esto Hermione le puso una manta y un almohadón encima y lo empujó hasta el salón. –Buenas noches.
Snape se quedó allí parado, sin saber que hacer, si hubiera sido Sirius le habría contestado, pero ella le había pillado desprevenido.
Hermione cerró la puerta tras ella, él se tumbó en el sofá e intentó conciliar un poco el sueño.
A los demás también les sorprendió el comportamiento de la chica.
-Yo me quedare en esta. –Anunció señalando una. –Me voy al lavabo.
Y dicho esto, se metió en el baño farfullando algo de que "se comporta como un crío". Sirius emitió un silbido.
-Si que tiene carácter la niñita.
-Se le esta subiendo a la cabeza. –Lupin se sentó en la cama de al lado de la chica.
-Si... si... ya veo. –Murmuro Ron.
Hermione salió del cuarto de baño con el vestido en la mano y un albornoz a modo de pijama.
-Hay más dentro, si esta va ha ser nuestra única ropa, os aconsejo que la cuidéis. –Comenzó Hermione
Acto seguido se metió en la cama, todos la imitaron.
-Buenas noches. –Se desearon todos, y cayeron presos de un profundo sueño.
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Hermione tuvo que retener un gritó, en su lugar un pequeño gemido escapó de su garganta. Estaba sudorosa y respiraba agitadamente. Observo a su alrededor, todavía era de noche.
Había sido un sueño tan real, todo era un caos, había gente muerta, Ron era atrapado y Harry se iba...
Suspiró aliviada y se incorporó en la cama, no creía que pudiera conciliar el sueño otra vez, y se sentía terriblemente culpable por haber echado a Snape, al principio le pareció una venganza justa, pero después se dio cuenta de que era un acto infantil y estúpido. Se levantó, y pasó entre las camas lo más silenciosamente que pudo. Abrió la puerta del comedor, crujió un poco al cerrarla, pero todos dormían tranquilos.
«Solo le levantas y le dices que lo sientes y que duerma en el otro cuarto, ya está» Tomo aire y lo expulso lentamente.
-Snape –Susurró, se arrodilló a su lado. –Snape
Le zarandeó un poco.
-¿Qué? –Preguntó este confuso -¿Ya hay que levantarse?
-No, todavía no
Escuchar la voz de ella hizo que Snape se levantara como un resorte, la observo de arriba a abajo.
«¡Dios! Con eso esta condenadamente sexy ¿Qué querrá? »
Snape se sentó en el sofá y ella tomó asiento a su lado.
-Yo quería disculparme por mi comportamiento. –La chica intento que su voz sonara serena, pero simplemente el roce del hombro de Snape, le ponía la carne de gallina.- A sido muy infantil por mi parte, si quieres puedes ir a dormir al otro cuarto.
«A sí que ahora venimos con esas, pues te vas a enterar»
Snape volvió a mirarla a la cara y abrió la boca para decir algo, pero enseguida la cerró. La luz de la luna se reflejaba en su rostro, resaltando todos sus matices, y observo con horror que tenía los ojos rojos y un rastro de lágrimas, se sintió conmovido y enternecido, y el enfado se disipó al instante. Poso una mano en su frente y luego los labios, la chica se estremeció por el contacto.
-¡Dios mío! –Exclamó –Estas ardiendo, túmbate.
La chica obedeció haciéndose un ovillo en el sofá, mientras sendos temblores sacudían su cuerpo. Snape trajo un paño mojado en agua fría, y se lo paso por la cara y el escote.
-Yo no quiero que suceda –Dijo ella de repente echándose a llorar y lanzándose a sus brazos.
Él respondió al abrazó, y la apretó fuertemente contra sí, mientras la chica sollozaba en su hombro. Se sintió profundamente afortunado.
-¿Mejor? –Preguntó al cabo de un rato. Ella asintió con la cabeza y se separó de él. -¿Qué paso?
-Era un sueño... tan real... sé que era horrible, pero no puedo llegar a recordarlo. –Mintió la chica.
Snape la miró con suspicacia.
-Ve a dormir al cuarto, yo dudo que lo consiga
Snape negó con la cabeza. –Me quedaré aquí hasta que duermas.
El rostro de la chica se ilumino.
«¿Es posible que sienta lo mismo por mí, que yo por ella?»
No lo sabía, lo único que sabia es que ella apoyó la cabeza en su regazo, y se durmió, mientras él le mesaba los cabellos. Cuando estuvo dormida la tapó con la manta y fue a su cuarto, se tumbo en la cama, y durmió más tranquilo de lo que lo había hecho en años.
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Apenas habían aparecido las primeras luces del alba, Hermione se había levantado, vestido y había bajado a convencer a Mantecona. El posadero estuvo encantado de acceder a sus deseos y pronto tuvieron una bolsa, bastante voluminosa, para cada uno cargada con todo lo que necesitaban.
Subió las escaleras para despertar a los demás, todo estaba ya listo y se sentía bastante alegre. Entro en el cuarto pegando voces.
-¡A levantarse, es hora de partir!
A los demás les pareció que estaba fastidiosamente animada. Abrió las ventanas para que entrara un poco de aire y luz, el cielo estaba despejado.
-Perfecto
Sirius se puso la almohada sobre la cara, Hermione se la quito con un movimiento rápido y se la tiró al estómago.
-¡Ay!
-Vamos quejica, tenéis el desayuno sobre la mesa.
-¡Desayuno! –Exclamó Ron que parecía más despierto.
Remus, Sirius y Ron salieron en tropel hacia el comedor. Snape se sentó en la cama y se desperezó.
-¡Buenos días! –Le deseó ella, le estaba empezando a caer bien.
-Buenos días.- Le respondió él somnoliento, pero dedicándole una sonrisa.
«Empezamos bien ¡Sal de aquí!»
Hermione se fue y se sentó a desayunar, Snape se sentó a su lado.
-¡Que bonito! Parecemos una familia. –Comentó Ron divertido.
Sirius hizo una mueca.
-Por favor, no. –Rogó Snape.
-En algo estamos de acuerdo. –Dijo Sirius estrechándole la mano.
Hermione, Lupin y Ron se miraron y negaron con la cabeza «Sí es que...»
-Esta todo preparado para partir. –Comenzó Hermione –Tendremos que llevar una bolsa cada uno, con mantas, comida y todo lo que necesitamos.
Todos sonrieron satisfechos.
-Entonces pongámonos en marcha. –Propuso Lupin levantándose de la mesa.
Con el desayuno aún en la garganta salieron del pueblo, no sin llamar la atención, cargados con sus bolsas, hacia el camino del este.
-¿Qué les pasará? –Preguntó Hermione confusa.
-A lo mejor salen a verte a ti –Se aventuró Ron con media sonrisa.
-Muy gracioso –Hermione soltó una risa irónica. –Pero ojalá que no, por que la mayoría eran miradas hostiles.
Lo que no sabían es que, el día anterior otro extraño grupo había salido del pueblo por el camino de este, y los habitantes empezaban a preguntarse que habría allí.
*****************************Ataque en la Cima de los Vientos*****************************
Harry se levantó sin ánimos, llevaban ya siete días caminando y durmiendo en parajes inhóspitos.
¡Siete días! ¡Aún quedaban dos semanas!
«¿Cuánto más podré aguantar?»
Los fardos le pesaban más cada día que pasaba, pero la fortaleza de los hobbits y Trancos le reconfortaban. Trancos era ya para él como Sirius y se llevaban estupendamente, aunque la mayor parte del viaje Harry la pasaba en silencio contemplando el paisaje.
Ese día empezó como cualquier otro, un desayuno frugal y a empezar la caminata. Siguieron un sendero bien marcado, pero ocultó para protegerse de las miradas de los extraños.
-¿Hay Túmulos en la cima de los vientos? –Preguntó Merry, con una mueca de pánico.
Harry recordó cuando quedaron atrapados, el sueño, la mujer, lo de ayudar al portador, la decisión que debía tomar. Una voz que cantaba lo saco de sus pensamientos.
Gil-galad rey de los elfos;
los trovadores lamentaban la suerte
del último reino libre y hermoso
entre las montañas y el océano.
La espada del rey era larga, y afilada la lanza,
Y el casco brillante se veía a lo lejos;
Y en el escudo de plata se reflejaban
los astros innumerables de los campos del cielo.
Pero hace mucho tiempo se alejó a caballo,
Y nadie sabe ahora;
La estrella de Gil-galad cayó en las tinieblas
De Mordor, el país de las sombras
Harry aplaudió como si acabaran de representar una obra de teatro. – ¡Bravo Sam!
Todos los demás le miraban estupefactos, Sam se puso rojo.
-¡No te detengas! –Merry parecía intrigado.
-Es todo lo que sé...
-¿Y qué es una leyenda, o creéis que paso de verdad? –Harry no pudo evitar interrumpir.
-Claro que lo creemos –aseguró Aragorn como si fuera obvio -¿Por qué?
-Bueno siempre han existido los cuentos de viejas, esos que se cuentan a los niños para que se crean que viven en un mundo mejor... -Harry paró, pues todos le miraban como si estuviera soltando una sarta de blasfemias.
-Nuestras leyendas son ciertas. –Aragorn le miraba de forma extraña.
Harry decidió iniciar un debate. -Y quién te dice que lo son ¿acaso las has visto? ¿Quién ha visto a Dios? Y sin embargo creemos en él, y en el cielo... y el infierno, pero eso es porque necesitamos algo a lo que aferrarnos, algo en que creer, algo que nos de seguridad y nos diga que hay algo más después de este mundo.
La cara de todos era un poema, algo así como «¿Pero que dice este niño?» (Me estoy poniendo muy profunda, pero es lo que pienso en realidad)
-¿Quién es Dios? –Fue lo primero que preguntó Frodo.
Harry se echó a reír. Y prefirió dejar el tema de las creencias religiosas, pues creía que iba a resultar demasiado escabroso. Todos quedaron en silencio una vez más.
-Aragorn –Llamó Harry.
-¿Sí?
Harry se situó a su lado.
-Tú sabes mucho sobre la historia de este mundo ¿no?
-Me gustaría creer que sí, pero no soy el mayor experto –dijo con modestia.
-¿Conoces a mucha gente?
Aragorn meneó la cabeza.
-Puede –Fue su escueta respuesta.
«¿Puede? ¡Que respuesta es esa! ¡Bueno ahí va!»
-Dime si conoces a una mujer como la que te voy a describir.
Harry le describió a la mujer del sueño, también describió la hermosa voz, por si acaso servía para algo. Cuando terminó de contarlo, Aragorn le miró con sorpresa.
-¿De qué la conoces?
-Tuve un sueño mientras estaba en los Túmulos y salía ella.
Aragorn meditó esta frase.
-¿Qué te dijo? –Preguntó.
-No lo recuerdo –mintió Harry –solo la recuerdo a ella.
Harry no quería contarle a nadie lo que la mujer le dijo, pero lo recordaba muy bien:
"-Quien sea no importa. Solo he venido aquí por tú misión. Debes ayudar al portador del anillo
-Frodo. ¿Cómo puedo hacerlo?
-Tú oportunidad llegarás y deberás decidir entre ayudar al portador o tomar otro camino, todo depende de lo que quieras hacer...
-¿Qué otro camino?
-Él caminó que siempre has tenido y elegido. Pero a lo mejor en el otro camino te necesitan más, todo depende de tú elección. Bueno y la de la chica...
-¿Hermione?"
Harry despertó del lapsus, alguien le zarandeaba.
-Tierra llamando a Harry ¿nos escuchas? –Preguntó una voz de ultratumba
Como no, era Pippin.
-Sí –Respondió Harry en el mismo tono.
Pippin se rió y corrió delante con Merry. Alguien carraspeó a su lado, era Aragorn.
-Como decía antes de que te atontaras. –Dijo en un fingido tono molesto.
-Lo siento de veras ¿Qué decías? –Se disculpó Harry.
-Que conozco a alguien que encaja en ese perfil. –Explicó Aragorn.
-¿En serio? -El rostro de Harry se iluminó.- ¿No tendrás una foto o algo?
-¿Foto?
-Es un proceso que consiste en que las imágenes queden... –Harry prefirió no seguir con la explicación, demasiado técnica –Déjalo...
«¿?» Pensó Aragorn (Si se puede pensar eso)
-De todas formas es muy extraño –Aragorn adoptó un aire grave –la descripción encaja con la dama Galadriel del bosque de Lothlórien, pero son pocos hombres los que la han visto, y desde luego, no creo que tú seas uno de ellos.
«¡Anda! ¿Y por qué no?»
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Harry prefirió pasar por alto este comentario y no decir nada.
-No, nunca la he visto, ni siquiera la oí nombrar.
El semblante sombrío de Aragorn no cambió ni un ápice. De repente pareció darse cuenta de algo, pero no dijo nada, solo lo miro con seriedad.
-No sabemos mucho de ti verdad...
Harry se puso tan blanco como el papel.
-¡Harry! ¡Ven aquí, es urgente! –Merry, que llevaba un tiempo observándolos por el rabillo del ojo, llamaba a Harry a voces.
Harry le lanzó una sonrisa a Aragorn, seguida de un levantamiento de hombros, él le hizo un gesto de afirmación con la cabeza. Harry se escabulló hasta donde se encontraba Merry, que se había colocado apartado del resto del grupo.
-Gracias. –Le susurró con énfasis.
-De nada, pero habrá que mantenerte apartado de él...
Ambos le echaron una mirada por el rabilo del ojo.
-Sí. –Asintió Harry.- Pero es muy suspicaz, algún día lo descubrirá. ¡Vaya!
Harry prorrumpió en una exclamación, ya estaban a los pies de la Cima de los Vientos. Dieron una vuelta alrededor, y al fin encontraron un hueco que podía servirles para ocultarse. Pippin y Sam se quedaron allí. Harry subió junto con Merry, Frodo y Aragorn.
La subida les llevó un rato. Cuando llegaron arriba dio una vuelta por el lugar, observando el árido paisaje, Harry tenía la certeza de que allí a cien kilómetros a la redonda, no había ninguna actividad humana o de otra clase, eso lo desanimó, sus amigos tampoco estaban. En verdad estaban solos. Se volvió para observar a Aragorn, que miraba con fascinación una de las piedras desde todos los ángulos.
-¿Qué pasa? –Le preguntó Harry.
-Esta piedra parece haber sido manipulada ¿Qué opináis de estas marcas?
-Parece ser un trazo, un punto y un trazo.
-Quizá sea una señal de Gandalf. – Concluyó Aragorn.
Harry le hizo una señal a Merry.
-¿Ese Gandalf es el mago? –Le pregunto en un susurro.
-Si .-Respondió Merry en otro susurro.
-Me muero de ganas de conocerle y hablar con él. –Dijo Harry con una sonrisa radiante.
-¿A él se lo dirás? –Le preguntó esta vez Merry.
-Si es tan listo como decís... quizá lo averigüe él mismo.
Frodo se situó al lado de Harry, parecía abatido.
-¿Qué te ocurre?
-Dos semanas... quedan dos semanas.... –suspiró Frodo –eso es mucho tiempo.
Y se quedó absorto observando el paisaje, de repente su cara cambió, se volvió pálida y quedo como petrificado, Harry siguió su mirada hasta encontrar lo que tanto aterrorizaba a Frodo.
-Mira –Le dijo a Aragorn. Que se tiró al suelo empujando a Frodo, Merry y Harry hicieron o mismo.
Harry sintió una punzada de dolor en la cicatriz.
-¡Ay! –Se llevo una mano hasta ella. Y cerró muy fuerte los ojos esperando que pasara.
-¿Qué te pasa?
Haciendo caso omiso de las preguntas de los demás, Harry se arrastró hasta el borde del montículo de piedras y atisbó el camino, los demás hicieron lo mismo. Harry vio varios puntos negros, pero algunos parecían tener forma y estar más erguidos que otros, y el dolor de la cicatriz...
«Mortífagos...»
Harry suspiró y volvió a agacharse, tendría que luchar él solo contra ellos, pues los demás no tenían magia, de repente el gran Harry Potter se sintió pequeño y vulnerable.
-Harry. –Merry le dio codazo para que lo siguiera, y descendieron arrastrándose de la colina., para no ser vistos.
Sam y Pippin habían registrado la zona y habían encontrado rastros de lo que pareció ser un campamento, Aragorn lo fue a inspeccionar, pero regreso abatido, pues Sam y Pippin habían destrozado las huellas, también se sentía culpable de no haber tomado las precauciones suficientes en la cima.
-No tienes toda la culpa –le animó Harry –nosotros también deberíamos haber pensado en ello.
Trancos solo se alzó de hombros y negó con la cabeza.
-Me dejas ver una cosa. –Dijo de repente, se acercó a él y le apartó el pelo de la cara, dejando al descubierto su cicatriz, esto normalmente fastidiaba a Harry, pero ahí le daba igual, seguro que no se pondría a gritar ¡Harry Potter! ¡Ese Harry Potter!
-¡Vaya!-Exclamaron los hobbits y se acercaron, presos de la curiosidad. -¿Qué es?
-Una cicatriz... no es nada. –Se apresuró a decir Harry restándole importancia.
Aragorn lo observaba atentamente. –Arriba te llevaste la mano a la cicatriz, como si te doliera.
-Es que me duele cuando el tiempo va a cambiar.
«¡Toma! A que esa no te la esperabas.»
-Pero no parece una cicatriz normal –Al parecer a Aragorn no le daba muy buena espina -¿Cómo te la hiciste?
-En un accidente de coche. –Respondió con cierto desdén. –De todas formas ¿Qué insinúas?
Aragorn puso sus manos frente así en ademán defensivo y sonrió.
-¡Vale!¡Vale! Solo era una pregunta.
Aragorn se alejó, todavía no muy convencido, a Harry le pareció que no estaba muy seguro de él, entre lo de la tal Galadriel y eso, suspiró.
-Harry –Frodo se situó a su lado.
-¿Qué pasa Frodo?
Frodo se puso delante de él y como si le costara un esfuerzo sobre humano dijo:
-¿Qué es un coche? ¡Y esta vez me lo explicas!
Harry soltó una carcajada y se resignó.
Decidieron quedarse allí a pasar la noche, encendieron un fuego y prepararon una "comida", pero Harry ya no se daba cuenta ni de lo que decían los demás, tenía que estar preparado para luchar en cualquier momento, era el único brujo, el único que podría pelear contra los Mortífagos. Esta idea pesaba cada vez más sobre la mente de Harry. Se separó del grupo y fue donde tenían los bultos, de uno de ellos sacó su varita y la agarró con fuerza.
«Por favor, no me fallaste contra Voldemort... no me falles ahora. »
-¡Harry! –Le llamó Pippin alegremente. –Ven, Aragorn nos va ha contar una historia.
-¡Sobre Elfos! –Puntualizó Sam.
Harry aguanto la risa, Sam sentía fascinación ante los elfos, pero además le hacía gracia que a él era al único al que Sam no llamaba señor, supuso que su edad no le daba mucha autoridad respecto al resto, pero... aún así tenía grandes responsabilidades.
-Ya voy –Dijo enseguida. Hizo de tripas corazón y se guardó la varita en el bolsillo. -¿Qué historia es esa?
-La historia de Tinúviel.
Y empezó a entonar un hermoso canto.
Harry cerro los ojos y se sumergió dentro de la historia.
»La historia de Tinúviel, cuenta como Lúthien la Bella, la más hermosa de todas las elfas, se enamoró de un hombre mortal, Beren. Y como ella renunció a su inmortalidad. Beren murió en brazos de Lúthien, pero Lúthien eligió la mortalidad para poder seguirlo, y así fue la primera elfa que murió debido a esto, y esta historia será largo tiempo recordada por ello.
Y ¿por qué pone Tolkien que mientras Trancos cuenta la historia tenía la cara extraña y le brillaban los ojos? Por que él vivía la misma historia con Arwen, que se decía que era la reencarnación de Lúthien, la belleza morena (¡Ay!¡Cómo la odio! Perdón a los que os caiga bien) y se había enamorado de un hombre mortal, es decir, de Aragorn, e iba a renunciar a su inmortalidad por ello. No dudo que halláis llegado a esas conclusiones vosotros solitos, pero me apetecía meter el royo e insultar a Arwen«
Cuando Aragorn terminó, Harry se sentía flotando en un sueño. Abrió los ojos y le observo mientras contaba la historia.
«¿Por qué nos contara ahora esto?» (Bueno, vamos a hacer que Harry es algo suspicaz)
Harry sintió que Aragorn compartía algo con esta historia, no sabía que era, pero compartía algo.
-¿No tienes nada que contarnos, Aragorn? –preguntó con malicioso tono acusador. -¿Alguna otra cosa que tenga que ver con esta historia, Aragorn?
Harry observo como Aragorn se erguía de repente y se ruborizaba un poco. Parecía que lo había pillado desprevenido.
-¿Y tú? No nos puedes contar otra historia.
«Así que eludiendo el tema, esta te la debía. Harry 1 Trancos 0»
Pero con eso Aragorn también se había anotado un punto... y ahora que les decía, todos lo observaban fijamente, Harry instaló una sonrisa falsa en su cara y le dedicó una mirada a Aragorn.
«De esto me vengaré te lo aseguro, voy a averiguar lo que escondes, esto ya es personal»
Aragorn también le sonrió y le dijo con los ojos algo así como: «¡Ja!¡Ja!»
-Mirad. La luna sube. Esta haciéndose tarde. –Dijo Merry guiñándole un ojo.
Harry articuló un "gracias" con la boca que Aragorn percibió.
-Bueno si no hay más que... –Harry se detuvo y alzó los ojos hacía la cima de la colina, observo una sombra recortada contra la luna, y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.
«Ha llegado el momento»
Harry sintió que las piernas le fallaban.
«¡No, ahora, no! Tienes que aguantar, hazlo por ellos »
Les echo una mirada a los otros, respiró hondo y fue hacía Merry.
-Merry, tienes que ayudarme. -¿Su voz sonaba desesperada? Si, estaba desesperado. –Van a aparecer más como el que viste ayer.
Merry palideció y se encogió un poco al recordar los dolores.
-¿Cuántos?
-¡No lo sé! –Dijo al borde de las lágrimas. –Pero tienen que venir hacía mi, ellos en teoría no saben nada del anillo, ni que es, ni nada.
Un brillo de esperanza cruzó la cara de Merry- ¿Qué puedo hacer para ayudar?
-Empuja a los demás y aléjalos de ellos, me buscan a mi.
-¿Por qué te buscan a ti?
-En mi mundo también hay un señor oscuro, ellos, los Mortífagos son sus servidores. –Explicó intentando que su voz sonara serena.
-Como aquí los jinetes. –Razonó Merry.
-Si –Exclamo Harry con énfasis –Lo que pasa es que quieren vengarse por que le hice algo a su señor en el pasado.
Merry le miró interrogante.
-No te lo puedo contar todo ahora. –Se apresuró a decir. –Lo que sí te puedo decir es que os pueden matar con una sola palabra, te lo aseguro, no tendrán piedad, por eso, dejármelos a mí. Yo me ocuparé de ellos.
-¿Podrás tu solo? –Le preguntó con seriedad.
Harry abrazó a Merry, pero no dijo nada.
-¡Acercaos todos al fuego, con las caras hacia fuera! ¡Tened listos los palos más largos! –Aragorn les gritaba instrucciones.
«¿Así que les afecta el fuego? Hermione te echo de menos más que nunca»
Obedeció a Trancos, en una mano sostenía un gran palo y en el otro agarraba fuertemente la varita.
-¿Qué es eso? –Pippin estaba aterrorizado.
De repente Harry percibió movimiento entre las matas, y observo que una... no, dos... ¡cinco! Cinco sombras se acercaban. De repente, el pánico se apoderó de ellos de una manera repentina, Pippin y Merry se tiraron al suelo, y Sam y Frodo estaban acurrucados al fondo de la cañada, mientras sendos temblores sacudían su cuerpo.
Aragorn parecía mantener la cabeza, descargo contra las sombras. Pero... una risa fría sonó de entre los árboles.
-¡Cruccio! –Aragorn cayó al suelo, sin gritar, pero retorciéndose de dolor. Aparecieron dos hombres vestidos de negro de entre los árboles. Uno de ellos apuntaba con una varita a Aragorn.
El otro lo miró fijamente y le hizo una señal al primero, el cual dejó de apuntar con la varita a su victima para apuntar a Harry.
-¡Ahora! –Gritó Harry desesperado.
Merry pareció despertar de un mal sueño, arrastró a Pippin y Aragorn fuera de su vista.
«¡Bien! Ahora ¿Qué hago? »
Pero el Mortífago ya había decidido por él.
-Abada...
-Lo quiere vivo. –Le frenó el otro.
El primero puso una mueca de despreció y se resignó.
-¡Cruccio!
Harry ya estaba preparado. Era un hechizo que había visto en los libros de sexto de los gemelos Weasley, mientras se preparaba para el torneo de los tres magos, no sabía si sería capaz de hacerlo, pero tenía que intentarlo.
-¡Urgeo scutum!
Un haz de luz blanca salió de la varita y formó una pared delante suyo, el maleficio del Mortífago choco con la pared y rebotó dándole a él mismo, este cayó al suelo presa del dolor.
«Ahora me toca a mí»
- ¡Desmaius!
El hombre que lo había atacado cayo al suelo desmayado. El otro ni se inmutó, permaneció impasible, la luz le iluminó el rostro por un momento, y a Harry le pareció distinguir una sonrisa malévola, fría, calculadora. Esa sonrisa no le gustó ¿Por qué sonreía? Acababa de derrotar a su amigo.
De repente oyó un grito agudo y penetrante, seguido de otro, era la voz de...
-¡Frodo! –Gritó. Vio a uno de los jinetes descargar su espada contra la nada, después la retiró y apareció Frodo, agarrando desesperadamente su hombro izquierdo. - ¡Frodo!
El Mortífago impasible rió de repente.
-¿No vas a ayudar a tú amiguito? Harry Potter –Dijo con un tono de voz burlón.
Harry soltó un gruñido y le dio la espalda, corrió hacia Frodo. Aragorn se había levantado y blandía dos palos llenos de fuego que hacían retroceder a los jinetes, jadeaba a causa del esfuerzo de sostenerlos, debía estar sufriendo. Al girarse para ver si los Mortífagos le seguían no encontró nada.
¡Se habían ido!
Maldiciendo, llego hasta donde estaba Aragorn, cuatro sombras se erguían amenazadoramente, Trancos lanzó un palo ardiendo a uno de ellos, este emitió un grito y se fue.
«Fuera uno, quedan tres»
Harry se situó frente a Aragorn.
-¡Lacarnum inflamarae!
Un chorro de fuego salió de su varita, los fue apuntando uno a uno, hasta que todos comenzaron a arder. Uno a uno emprendieron la huída a la espesura, hasta que todos se perdieron de vista.
Harry busco a Frodo desesperadamente, sin dar crédito a su propia estupidez, había caído en una trampa. Él con sus aires de grandeza, creyó que los Mortífagos iban a por él, pero solo lo distraían, ellos sabían de la existencia del anillo, lo que querían era el anillo, no a él, si Voldemort conseguían el Anillo... había fallado, había abandonado a Frodo, un montón de voces empezaron a mezclarse en su cabeza, sintió que le iba a estallar.
"-Quien sea no importa. Solo he venido aquí por tú misión. Debes ayudar al portador del anillo"
"-Mátalo, mátalo, no estas aquí por una casualidad, Harry Potter. ¡Mátalo y dame el Anillo Único!"
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Jaaaaaaaa, un final enigmático, eso lo ha dicho mi hermana no yo. Bueno y aquí termina el capítulo 7 ¡Uf! ¡Siete capítulos! ¡Y aún no se han encontrado! Dios eso es demasiado incluso para mi. Pero os aseguro que dentro de dos capítulos, se encontrarán, o puede que antes... Que conste que he hecho este capítulo más largo, el otro fue más corto, pero, por que tenía que cortarlo en esa parte para dejarlo con la intríngulis.
Y a todos, disculpar otra vez por la demora, y también porque en este me retrasé, pero es que el ordenador se me volvió a estropear y el archivo se me perdió, yo creí que se me había borrado, casi me muero del susto, pero afortunadamente no fue así.
Contesto a los review:
Aislinn: ¡JAJAJA! Muchas gracias wapísima, tú si que me matas con tus review. Y lo de Snape, tranquila es normal, a mi también me pasa, :D~ (Se me cae la baba, perdón). Muchísimas gracias de nuevo un besazo. Muaaaaaaaaaac.
Miyu: (Llorando a moco tendido) Gracias por decir que mi fic merecía review (se suena) ¡Ay! Que emoción. Pero a mi me basta con eso que me dejen de review, por que me anima muchísimo, créeme. Y lo de la acción, aún así, he procurado meter más en este capítulo. Un besazo y gracias wapetona.
Eowyn hija de Eomund: Créeme nada me pondría más triste que perder un review tuyo, a mí si que me vas a tener que seguir soportando unos capítulos más. Y tranquila procurare seguir escribiendo igual wapa, un besazo.
Marine: Gracias por perdonarme (snif) pero (snif) vuélveme a perdonar otra vez (Arwen se pone de rodillas ¡esta vez soy yo! ¡jeje!) es que el ordenador se me fastidio, por que es una mierda del año de la tana y... ¡perdoname! Espero que te guste el capitulo y gracias por tus reviews wapetona. Por cierto se me olvido decirte una cosa... ¡Te quiero! Y te preguntaras ¿pero qué dice esta loca? Es que mire en tu ficha y miraba alguna historia interesante, puse las favoritas y ¡aaaaaaahhhhh! Ya te imaginaras... muchas, muchísimas gracias.
Anna Voig: Baaaaaaa no pasa nada ¡pero que no se vuelva a repetir! Tranqui era una broma... lo de Voldemort ¡jejeje! (risa maquiavélica) me lo guardo para el final, hasta entonces puedes seguir leyendo y... dejando reviews, que yo no te lo impido. Muchas gracias y un besote pa ti.
Lalwende: Acaparadoraaaaaa, déjame alguno a mi, que tal yo con Remus y Aragorn, y tú... con Sirius y Legolas, me parece que así las cosas se igualan ¡jejeje! Muchas gracias por el review preciosa ¡Que eres un encanto! Un beso enorme.
Bueno, hola a todos, ahora esperabais algún adelanto ¿eh? Que os conozco. Pues sabéis que, que os lo iba a poner, pero mi ordenador por lo visto no quiere, se me borro la mitad del capitulo que ya tenía echo ¡jejeje! ¡Que gracia! ¡jejeje! (Risa de esquizofrénica) Solo digo que tardare algo más por que, mañana empieza el instituto ¡Yujuuuuuuu! (Arwen se acerca al monitor) No cuela ¿no? Solo os doy al pésame a todos los que hayáis empezado como yo.
Y disculparme de nuevo por lo del adelanto.
Besicos
Arwen
