Estos personajes no me pertenecen, sino que a Joane K Rowling y a Jonh Ronald Renuel Tolkien. Los de Harry Potter y El Señor de los anillos respectivamente. Lo demás es ©Saray Aparicio (Arwen)
Este capítulo se lo dedico a Eowyn hija de Eomund que es un sol.
~ ≈ ̃Viaje a la Tierra Media ̃ ≈ ~
~ ≈ ۵ Capítulo 10۵ ≈ ~
***********************************Al fin... Rivendel************************************
Después sintió como Frodo perdía la consciencia (¡Dios mío! ¿En el anterior puse conciencia? No, mi pobre Frodo no la ha perdido, perdonarme por el error) estaba muy grave... Harry se sentía desfallecer después del último hechizo... pero no podía desmayarse tenía que ayudar a Frodo.
Con un esfuerzo sobre humano agarró a Frodo y se "tiró" del caballo (lo único que le permitían hacer sus fuerzas) haciendo que Frodo cayera sobre él para que no se lastimara.
-¡Ay! –Se quejó al chocar contra el suelo y sentir el pesado cuerpo de Frodo sobre el suyo.
Se quedó un rato allí tendido, mirando al cielo, intentando regular su respiración entrecortada. El caballo se alejó al trote.
«¡No!-Se quejó.-¡Vamos! Levanta»
Cogió aire, empujó a Frodo, haciendo que rodara hacia un lado, al final, quedó tendido a su lado. Harry se levanto y lo observo, pese a ser tan pequeño sería un trabajo difícil. Se agacho recogió a Frodo y lo cargó como si fuera un bebe (un bebe bastante grande) y empezó a caminar, empezó a sentir un tirón en la pierna y notaba como la vista se le desvanecía, pero aún así solo agarró más fuerte a Frodo y siguió caminando, Rivendel no podía estar muy lejos.
«¿O sí?» Pensó Harry desesperado.
Oyó a lo lejos el repiquetear de los cascos de caballo contra el suelo.
«¡Dios mío! Estamos perdidos»
Y cuando estaba a punto de rendirse, se dio cuenta de que no podía hacerlo, tenía que luchar, hasta la muerte si era necesario, pero no se rendiría.
Agarró fuertemente su varita con la mano derecha y señaló hacia el lugar del que emergían los ruidos, había una densa mata de matorrales que le impedían ver, en cuanto estos se movieron un poco Harry se puso en acción.
-¡Expelliarmus! –Gritó.
Un rayo de luz salió de su varita, primero se escucho un grito y después un golpe seco, algo brillante salió volando y aterrizó en sus pies, era un hermoso arco labrado en plata, con distintos símbolos escrupulosamente grabados.
-Anda... me recuerda mucho al arco de... Glorfindel. –Concluyó Harry horrorizado.
Se escuchó un pequeño lamento y de entre los matorrales salió el elfo, alto, guapo y vestido con una especie de fibra elástica que se le pegaba al cuerpo.
-Hola... –Musitó Harry con una sonrisita. –Perdón creí que eras uno de esos jinetes.
Harry cogió el arco del suelo y extendió las manos hacia el elfo, este se lo arrebató con furia.
-No sé si tomarme eso como un insulto... –Dijo enfadado, Harry tuvo algo de miedo, era el primer y único elfo enfadado que había visto en su vida
-Pues perdón. Yo no tengo la culpa de no saber distinguir como suenan las pisadas de vuestros caballos. –Harry usó un tono sarcástico que sentó mal al elfo pues se ruborizó un poco.
-¿Quién eres tú? –Preguntó apuntándole con el arco. –Por si acaso. –Sonrió.
-Si, claro, estas disfrutando, lo veo en tú cara.
-No te imaginas cuanto, ahora responde. –Tensó amenazadoramente el arco.
-Soy Harry Potter encantado. –Esto último lo dijo con cierto retintín.
-Thingol, igualmente. –Dijo él y se estrecharon la mano.- ¿Qué haces aquí?
Harry sintió que el corazón le daba un vuelco ¡Frodo!
-¡Frodo! Vengo con Frodo esta muy grave. –Gritó histérico.
-¿Vienes con el portador? –Preguntó extrañado.
-¡Sí! Y necesita atención médica urgentemente.
Thingol puso una mueca. Harry soltó un bufido de indignación.
-¡Da lo mismo! –Dijo al fin, se dirigió hasta donde estaba Frodo y lo cogió. -¿Vienes de Rievendel?
-Querrás decir Rivendel
-Cómo sea ¿Vienes de Rivendel? –Preguntó recalcando bien la última palabra.
-Sí. –Asintió Thingol.
-Entonces ya estas enterado de todo.
-Claro. –Respondió el elfo con superioridad. –Os vimos venir y me mandaron a buscaros...
«Dándose tantos aires y es el chico de lo recados»
-Bueno... muy bien. –Comenzó Harry con voz sosegada, hasta que... -¡PUES SI NO QUIERES QUE TE MATEN POR QUE FRODO LLEGA MUERTO VAMONOS! ¡YA!
Después de tanto esfuerzo Harry cogió aire y lo expulsó lentamente. El elfo miró a Frodo horrorizado y lo cogió con un rapidez pasmosa. Silbó, y apareció Asfaloth, que se paró delante de ellos y relincho a modo de saludo.
-¡Asfaloth! –Grito Harry jovialmete. -¡Así que fuiste a por ayuda!
El caballo movió la cabeza, casi como asintiendo.
-Sube. –Le ordenó Thingol con rudeza.
-Ahora tienes prisa ¿eh?
El elfo se abstuvo de contestar al comentario y subió al caballo, Harry se agarró al elfo con fuerza, cuando Asfaloth inició su veloz carrera hacia Rivendel.
-¿Esta cerca? –Preguntó gritando Harry para romper el incomodo "silencio".
-Sí. –Respondió Thingol. –A unas tres millas, más o menos.
Harry no pudo retener un grito de júbilo. Thingol solo sonrió, empezaba a caerle bien ese chico.
-Mira. –Le gritó Thingol, después de un rato, señalando hacia delante con la mano. –Rivendel. –Recalcó.
El chico empezó a reír como un loco, no cabía en sí de alegría, por fin habían llegado, Frodo ya estaba a salvo. Thingol también se contagió de la risa de Harry, este le miró extrañado.
-Vaya. –Dijo Harry. –Te has reído.
-¿Qué insinúas? –Preguntó el elfo con un falso tono enfadado. –Me caes bien.
-¿He de tomarlo como un halago?
-Sí
Los dos volvieron a reír. Harry miró la ciudad, Rivendel, una de las últimas moradas de los elfos.
-¡Wao! –Soltó involuntariamente, provocando otra carcajada del elfo.
Se quedo con la boca abierta, todo allí era precioso, las casas tenían aspecto alegre, ya que la luz del día entraba por grandes ventanales, había multitud de patios de columnas corintias, lo natural se fundía con lo echo por la mano del hombre en perfecta armonía, y una cascada a lo lejos le daba un toque mágico que hizo que Harry se sintiera como en un país de cuento.
Nada más entrar una multitud de elfos se les "echaron encima" cogieron a Frodo y se lo llevaron.
-¡Eh! –Se quejó Harry. -¿Dónde se lo llevan?
-Tranquilo, lo llevan ante Elrond él lo curara.
-¿Elrond? –Harry recordó de repente. -¡Elrond! Me gustaría conocerle... a él y a ese tal Gandalf.
-¡Te refieres a Mithrandir! –El elfo soltó un carcajada. –No sé si llegó, pero se le esperaba pronto.
Harry sonrió y puso cara de niño inocente.
-Oye... me preguntaba sí... que si no podéis no importa.
-Suéltalo. –Le animó Thingol.
-¡Me podrías dar un poco de comida! –Harry se arrodillo ante él.
-Claro. –Se rió el elfo. –Sígueme
Thingol llevo a Harry por una serie de calles, saludando con un gesto de cabeza a los elfos que pasaban, algunos de ellos se quedaban mirando a Harry sin mucho disimulo. Al final de un pasillo Thingol abrió una puerta y Harry vio lo más maravilloso que había visto en semanas. Una mesa como dios manda, repleta de comida, con solo aspirar el suave aroma del pan recién echo a Harry se le caía la baba.
-¿Puedo? –Preguntó Harry echándole una miradita a Thingol.
El elfo asintió y Harry se sentó a comer con una voracidad impropia de él, se lleno la boca de todo lo que pillo y empezó a toser.
-Respira. –Le dijo Thingol pasándole una copa con un líquido para que bebiera.
Harry la cogió y dio un gran sorbo, era una bebida dulce y fresca.
-Gracias señor, por los alimentos que nos has dado, amen. –Sentenció Harry volviendo a comer.
El elfo solo le observo con una sonrisa en la cara, desde luego era un muchacho muy extraño, de echo, le dijeron que el portador iba acompañado de tres hobbits y un montaraz, no le hablaron de ningún niño.
-¿Que hacías con el portador chico? –Preguntó decidiéndose a hablar.-¿Y cómo sabías de su carga?
Aunque el elfo le hacia estas preguntas, era incapaz de sospechar en el muchacho, no le creía sirviente del enemigo.
-Fácil. –Sentenció. -Él me lo dijo.
Thingol lo miró con suspicacia.
-Es verdad. Vamos a ver a Frodo y él te lo dirá.
El elfo asintió. Harry se levanto de la mesa estaba exhausto. Pero tenía que ver a Frodo, solo esperaba, que estuviera mejor.
********************************Encantado de conocerte*********************************
Sirius se puso a la cabeza del extraño grupo, un elfo, una elfa, dos hombres y un Hobbit, todos ellos bastante peculiares.
-Deberíamos ayudarles. –Propuso Pippin.
Los demás asintieron. Al salir de los matorrales Aragorn observo como el grupo avanzaba cautelosamente, sin apartar la vista del suelo. Aragorn miró a los otros, como para pedir su aprobación, los demás asintieron y aceleraron el paso para alcanzar a los otros.
-¡Shh!- Les instó Sirius. Luego puso cara de concentración y escucho sin ningún resultado, no se oía nada aparte del viento.
Hermione se adelantó un poco sin despegar la vista del suelo.
-¡Aquí las marcas abandonan el camino! –Les gritó a los demás.
Aragorn, que era el experto, enseguida tomó el papel de líder de los dos grupos y se acerco hacia donde le indicaba Hermione.
-Se dirigen hacia Rivendel. –Dijo con voz potente.
Hermione por primera vez, observo al hombre detenidamente. Era atractivo, sin lugar a dudas (¿Quién las tiene?) pero tenía una especie de "aura" autoritaria alrededor, y parecía uno de los numerosos caballeros protagonistas de "Los cantares de gesta", noble, valiente, justo...
Glorfindel se acercó a Aragorn cautelosamente.
-¿Tú crees que tienen alguna oportunidad? –Preguntó.
-"No lo sé, pero no muchas..." –Le contestó en élfico para que los demás no se enteraran.
-¡Eh! –Se quejaron Hermione y Snape al mismo tiempo, pues habían oído perfectamente a Aragorn.
-Hola, somos elfos. –Se burló Snape delante de Aragorn y Glorfindel. –O al menos eso se supone...
-¿Qué quieres decir con eso? –Preguntó Aragorn con una chispa de suspicacia en los ojos.
-Pues que no somos gilipollas y podemos entenderos. –Le contestó Snape de mal talante.
Aragorn rodó los ojos.
-No me refería a eso. –Dijo un tanto desesperado. –Si no a lo de "O al menos eso se supone"
-Nosotros no éramos elfos. –Hermione decidió actuar pues veía que Snape estaba fuera de sí. –Ni él un Hobbit, ni ellos hombres normales.
-¿Entonces que erais? –Sam se había acercado víctima de la curiosidad, pero seguía vigilando a Ron por el rabillo del ojo.
-Magos. –Respondieron todos al unísono.
-¿Todos? –Preguntó Pippin. -¡Que guay!
-Ahora comprendo eso que dijo Harry, de que debíais llevarlo en secreto porque erais muchos. –Se rió Merry.
Se escuchó un gran estruendo, todos se giraron y miraron al lugar de donde procedía.
-Harry. –Murmuro asustado Sirius.
Y salió corriendo, Aragorn y Glorfindel le siguieron detrás.
-Si no hay otro remedio. –Murmuró Ron.
Y salió corriendo también, los demás hobbits le imitaron. Hermione suspiró y se apresuro para alcanzar a Ron, finalmente Remus y Snape se miraron a los ojos y salieron corriendo como alma que lleva el diablo.
Corrieron un rato hasta que la vegetación se abrió ante ellos. A lo lejos vieron el río, una gran corriente de agua pasaba veloz.
-¡Elrond habrá ordenado la crecida del río!¡Los jinetes habrán perecido bajo la aguas! –Gritó Glorfindel por encima del furioso repiqueteo del agua.
-¡Y como no nos demos prisa nosotros también! –Grito Ron a punto de tener un colapso nervioso.
Él agua se había desbordado y se dirigía peligrosamente hacia ellos.
-¡Corred! –Gritó Hermione.
Esta vez fueron en la dirección contraria, sin pararse a mirar atrás, Hermione sintió que la cogían de la cintura y la levantaban con pasmosa facilidad, un segundo después se encontró sentada en la rama de una árbol al lado de Snape.
-Me has salvado. –Suspiró Hermione sin poder creerlo. Le echó los brazos al cuello y le abrazó fuertemente. Snape no sabía que hacer, así que le dio unas palmaditas en la espalda.
-Creo que me debes una. –Acertó a decir con una sonrisa.
Hermione se separó de él y le dirigió una profunda mirada, Snape no supo descifrarla, pero notó un extraño brillo en los ojos de la chica. Le quería decir algo con los ojos pero... ¿Qué?
-¡Eh! –Ron, Lupin y Sirius estaban debajo de ellos, en el suelo aún encharcado.
-¿Estáis bien? –Preguntó Lupin.
-¡Si! –Respondió Hermione, apartando la vista de Snape y dirigiéndoles una sonrisa a los recién llegados.
Snape sintió una punzada de fastidió cuando ella apartó la mirada. Sirius levantó los brazos y Hermione se agarró a ellos para poder bajar. Sirius la cogió con la misma dificultad que si fuera una muñeca.
«¡Ups! Parece que tengo guarda espaldas» No pudo evitar soltar una carcajada.
-¿Qué? –Pregunto Sirius dirigiéndole una sonrisa plagada de encanto.
Hermione se sintió bien ante aquella sonrisa, hacía mucho que Sirius no sonreía.
-¿Y el señor yo-soy-el-jefe-del-cotarro? –Preguntó Snape bajando del árbol.
-Si te refieres a mí. –Dijo un molesto Aragorn -aquí estoy. Detrás de él aparecieron Pippin, Merry, Sam y por último Glorfindel.
-¿Estáis todos bien? –Hermione no había olvidado su cortesía.
Los demás asintieron.
-¿No le habrá pasado nada al señor Frodo? –Preguntó Sam con una mueca de terror en la cara.
-Solo hay una forma de averiguarlo. –Admitió Ron encabezando la marcha de regreso al río.
Pippin se puso delante de ellos.
-No habrá más inundaciones, ni explosiones ni nada por el estilo verdad. –Advirtió Pippin.
Hermione, Ron, Sirius y Lupin soltaron una carcajada.
-No. –Respondió Aragorn sin poder evitar una sonrisa.
Siguieron caminando hasta ver de nuevo el río. Se aproximaron a él y se quedaron parados, Aragorn y Glorfindel lo cruzaron como si nada, pero los demás se quedaron parados en la orilla mirándolo con recelo.
-¡Por Dios es solo un río! –Gritó Snape y lo pasó mirando a los demás con una sonrisa en la cara.
Sirius y Remus lo hicieron también, pese a que no estaban seguros, su orgullo les impedía actuar de otra manera.
-Hombres. –Suspiro Hermione atravesando también las aguas.
Solo quedaban los hobbits, Ron decidió hacerse el valiente.
-Tenéis razón, quien le va a tener miedo a un estúpido río. –Ponderó.
Después metió un pie en el agua, nada más hacerlo sintió un cosquilleo y un chapoteo en los pies, saltó como un resorte a los brazos de Pippin.
-¡Perdóname río! ¡Además él lo dijo primero! –Grito señalando a Snape.
-¿¡Qué yo Qué!? –Snape le lanzó una mirada asesina.
-Ron solo era u pez. –Dijo Lupin. Los demás estallaron en carcajadas.
-Vale, solo era una broma. –Dijo Ron bajándose de los brazos de Pippin y echando a andar con la cabeza erguida.
-Si, claro. –susurró Pippin.
-Te he oído. –Le gritó Ron dedicándole una mirada que podría haber echo retroceder a un basilisco.
Pippin tragó saliva.
-Además yo no he sido tan tonto como para creer que aquí había una bomba. –Se burló Ron sacándole la lengua a Merry y Pippin.
Estos dos se miraron.
-¿A por él? –Preguntó Merry.
-A por él. –Corroboró Pippin.
-¡Por la comarca! –gritaron ambos. Y salieron corriendo en pos de Ron. Cuando llegaron a su altura, se tiraron encima de él haciendo que este cayera al río, pero al caer agarró a Hermione del vestido y ella también cayó . Los cuatro estaban empapados, pero a los hobbits no parecía importarles, pues se lo estaban pasando de lo lindo haciéndose aguadillas.
-¡Parar ya! –Pidió Sam.
Merry, Pippin y Ron se miraron con malicia y después asintieron.
-No. –Rogó Sam.
Pero ya era tarde los otros se habían tirado sobre él. Sam que le tenía pánico al agua no paraba de gritar.
-Nunca pensé que esto fuera tan divertido. –Reconoció Merry.
Sirius negó con la cabeza y miró a Hermione a la que le había entrado un compulsivo ataque de tos, no pudo evitar soltar una carcajada.
-¿Estas bien? –Pregunto Lupin riendo abiertamente.
-Si .-Tosió de nuevo. –Malditos hobbits. –Volvió a toser. -Ayudarme un poco ¿no?
Lupin y Sirius le ofrecieron una mano, ella las tomó, pero en vez de ayudar a levantarse tiró de ellos hacia abajo para que cayeran a su lado en el agua.
-¡JA! Ahora soy yo la que me río.
-Pues yo no le veo ninguna gracia. –Dijo Lupin con cara de pocos amigos.
-Yo tampoco antes pero ahora sí. -Hermione no podía parar de reír.
Lupin la cogió de la cabeza y la tiró hacia atrás, hundiéndola completamente como venganza.
-Vale me lo merecía. –Admitió.
Los hobbits regresaron al lado de Aragorn, Snape y Glorfindel, que eran los únicos que no estaban mojados.
-Deberíais probarla. –Sugirió Ron.
-Sí, esta muy buena. –Le secundo Pippin.
-No gracias. –Negó Aragorn con una sonrisita.
Después llegaron Sirius, Lupin y Hermione chorreando. Todos se quedaron mirando a Hermione, el pelo se le había empapado y pagado a la cara, pero no era eso lo que miraban, el vestido se le había pegado a la piel y como era blanco transparentaba todo, sí he dicho todo.
-¿Qué? –Preguntó ella que no sabía por que estaban tan embobados. Siguió el rumbo de sus miradas y no pudo evitar dar un grito, rápidamente cruzó los brazos cubriendo como pudo sus pechos, los demás solo se sonrojaron.
Sirius no pudo evitar reírse.
-Muy gracioso, pervertido. –Le dijo molesta, los apartó a todos y siguió andando. Los demás la siguieron.
-Vamos. –Le pidió Sirius. –La carne es débil.
Hermione se echo a reír. –Claro. –Se volvió y lo miro con perversión.
-¿Y Harry? –Preguntó Lupin dándose cuenta de que no estaban.
-Aquí hay huellas de caballo. –Dijo Aragorn que miraba con atención al suelo.
-Sigámoslas. –Propuso Glorfindel.
Cuando ya llevaban un rato caminando Sirius se situó al lado de Aragorn.
-Yo te quería dar las gracias por cuidar de Harry. –Le dijo sin más rodeos.
-No hace falta que me las des, es muy buen chico. –Aragorn le sonrió.
-Lo sé. No se merece todo lo que ha pasado. –Suspiró
-¿Qué...? –Empezó a preguntar Aragorn, pero Merry lo acalló.
-Además nos salvo la vida.
-¿Qué? –Exclamaron todos.
-Sí. –Admitió Sam. –Eran unos hombres todo vestidos de negro, atacaron al señor Aragorn, pero Harry les paro.
-¡Mortífagos! –Exclamo Snape. -¡También han llegado a este mundo!
-¿Creéis que Voldemort también esta aquí? –Preguntó Sirius.
-¿Voldemort? –Preguntó Merry. –Harry ya nos dijo que era un tal señor oscuro ¿no?
Sirius asintió.
-Yo le hice la misma pregunta a Harry pero no me respondió, sin embargo vi el miedo en sus ojos. –Aragorn tenía la vista perdida en el vacío, como recordando algo.
-¿Por qué han venido aquí? ¿Para matarle? –Preguntó Ron con lagrimas en los ojos. Hermione lo cogió entre sus brazos para consolarle.
-Harry dijo que sabían lo del anillo. –Murmuró Pippin sin atreverse a alzar la voz.
-Será mejor que nos lo contéis todo desde el principio. –Sugirió Snape.
********************************Gandalf, Bilbo y Elrond ********************************
Harry caminó detrás de Thingol por el corredor. Al final llegaron a una puerta, Thingol la abrió con cuidado y atisbó el interior de la habitación, después Thingol le hizo un gesto a Harry para que lo siguiera.
-¡Shh! –Le advirtió poniéndose un dedo en los labios. –Esta dormido.
Frodo estaba muy pálido, tumbado en una cama, Harry le notó algo extraño, un brillo alrededor de él. Sobretodo de el brazo en el que le habían herido, Harry se sentó a un lado de la cama de Frodo y cogió su brazo, para comprobar que lo que veía no eran alucinaciones.
-¡Hrm! –Un sonoro carraspeo se oyó desde el otro lado de la habitación.
Harry y Thingol levantaron la mirada. Thingol se puso rígido e hizo un gesto casi militar. Harry levanto la mirada y abrió muchos los ojos.
Había tres hombres , uno de ellos era bajito, por lo que supuso que era un Hobbit, era un hombre mayor, tenía el pelo blanco y rizado al característico modo Hobbit. El hombre situado a la derecha del Hobbit era realmente extraño, tenía una larga melena oscura, en su cara no se reflejaba ningún signo del paso del tiempo, pero sus ojos... reflejaban una gran sabiduría, casi abrumadora, sin pensarlo lo catalogo como elfo.
-Puedes retirarte Thingol. –Le ordeno el hombre "elfo"
Thingol asintió y se retiro dedicándole a Harry una sonrisa, la puerta se cerro tras de él con un ruido sordo.
El otro hombre era un anciano de larga barba blanca y sombrero picudo, estaba cubierto por una túnica gris polvorienta y gastada.
-¿Profesor Dumbledore? –Preguntó.
Pero al mirar más detenidamente la expresión del anciano reconoció que no era él, no tenía esa sonrisa característica, ni aquel brillo infantil en sus ojos, que Harry siempre veía. Este parecía más huraño, pero en seguida su expresión se suavizo con una sonrisa.
-No, yo soy Gandalf. –Dijo en tono afable.,
-¿Gandalf? –Estaba tan preocupado por Frodo que lo demás había desaparecido de su mente. -¡Gandalf! ¡El famoso mago!
El anciano solo sonrió. Harry miro de nuevo al Hobbit, a quien demonios le recordaba...
-¡No! ¿Tu eres Bilbo Bolsón? –preguntó con excitación contenida.
-Sí. –Respondió este un tanto abrumado.
-¡Encantado! –Grito Harry dándole un fuerte abrazo al Hobbit. –Me han contado muchas cosas sobre ti.
-Espero que buenas. –Bromeo el viejo Bilbo
-No lo dudes ni un segundo. –Aseguró Harry.
Se giró para mirar a la única persona que quedaba en la habitación.
-¡Lo que me faltaba! –Grito asustando un poco al elfo de melena oscura. –¡Tú debes de ser Elrond!
El susodicho solo sonrió. A Harry casi se le saltan las lágrimas.
-¡Gracias por esa comida tan maravillosa! –Le dijo Harry abrazándolo también. -¡Es la mejor que he probado en semanas!
Gandalf, Bilbo y Elrond se miraron entre sí consternados por la efusividad del visitante.
-¿Podría preguntar quién eres tú? –Gandalf fue el primero en reaccionar (Como no... también es siempre el primero en irse... )
-Soy Harry Potter, es presentó escuetamente.
-Y yo soy Elrond. –Objetó el elfo un tanto ofuscado. –Parece que tú sabes bastante de nosotros, pero nosotros no sabemos nada sobre ti.
-Todo me lo dijeron ellos...
-¿Quiénes son ellos? –Interrumpió Gandalf con semblante sombrío.
Harry tragó saliva y retrocedió un poco, desde luego Gandalf no era como Dumbledore.
-Fro... Frodo, Merry, Pippin, Sam y Aragorn. –Harry recuperó el valor, él no había echo nada malo... y según lo que le habían contado Gandalf era una persona justa, no le haría daño.
Los presentes se miraron entre sí, Harry pudo notar todavía una cierta desconfianza.
-También me contó lo del anillo. –Añadió Harry para ver si así se ganaba su confianza.
«No me puede ir peor»
Gandalf clavó sus ojos en los suyos, su mirada era tan penetrante que el chico no podía hacer nada más que mirar esos hipnóticos ojos, que buscaban algún indicio de maldad en él.
-Si Frodo confía en él, confiemos nosotros. –La voz de Gandalf se alzó autoritaria, rompiendo el silencio expectante que se había iniciado con el duelo de miradas. (Iba a poner que Gandalf decía: "Esta limpio" Pero esto queda mejor :b)
-No creo que la decisión de Frodo y Aragorn haya sido desacertada. –Intervino Elrond. –Pero no encuentro el motivo.
-Tendrán sus motivos... –Gandalf volvió a mirar a Harry. –Pero todo a su tiempo... en el concilio podemos discutir muchas cosas.
Harry asintió como esclavizado.
De repente la puerta se abrió con un gran estruendo y en el umbral apareció Samsagaz Gamyi, respirando agitado y con las mejillas enrojecidas del ejercicio. Recorrió la habitación con los ojos hasta que su mirada se posó en Frodo.
-¡Amo! –Gritó y corrió hacia la cama y se abalanzó sobre el cuerpo de Frodo. -¡Señor Frodo!
Un río de lágrimas empapaba su rostro.
-¡Sam tranquilo! –Le espetó Gandalf. –Se curará.
-¡Señor Gandalf! –Sam saltó de la cama y cayo de ella, cuando se recuperó del susto, se levanto y con mayor tranquilidad se seco las lágrimas y pregunto. -¿Esta usted seguro?
-Si, Sam. –Gandalf le dedicó una sonrisa. Se acercó a él y lo abrazo.
-¿Qué le pasó, Señor Gandalf? –Interrogó Sam una vez que hubo sacado su cabecita de entre los pliegues de la túnica del mago. (¡Oh!¡Qué monada!)
-He estada ocupado. –Harry notó un brillo diferente en los ojos del mago que no supo descifrar, pues acababa de conocerlo, pero le pareció ¿miedo?
-¡Amo Bilbo! –Gritó de repente Sam sacando a Harry de sus pensamientos.
Sam abrazaba con fuerza al anciano Hobbit.
-Sé lo que has hecho por Frodo Sam. –Le dijo con voz profunda. –Siempre te lo tendré en cuenta.
Eso fue demasiado para Sam, que rompió a llorar otra vez.
-Seguro que el señor Frodo estará muy contento de verle cuando despierte. –El llanto hacía que su voz sonara amortiguada.
Harry sonrió ver la escena de Sam llorando, otra vez, le enternecía el corazón.
-Sam. –Le interrumpió Bilbo dulcemente. -Te presentó al caballero Elrond, no hace falta que te lo presente ¿no?
Sam miró hacia donde se encontraba Elrond y se quedó más pálido que la leche, él quería hacer algún movimiento de presentación, algún movimiento... ¿Élfico? Pero solo alcanzó a estirar su mano, rígida como una barra, para estrechar la del elfo.
-Yo... ehr... es un... pla... ¡Honor!... conocerle. –Logró balbucear Sam.
Elrond esbozó una amable sonrisa.
-Me imagino que habrás sido fiel a tú amo. –Dijo.
-¡Claro Señor! –Le aseguro con voz de pito, parecía escandalizado.
Harry no pudo evitar soltar una risita que quedo amortiguado porqué se tapó la boca con la mano. Sam que lo escuchó se giró hacia él, su carita Hobbit se iluminó.
-¡Harry! –Gritó. -¡Estas bien!
Y fue corriendo a abrazarle, Harry se agachó y lo abrazó también.
-¡Sam! ¿Llegasteis todos bien? –Preguntó Harry.
Una sonrisa maliciosa cruzo el rostro de Sam.
-Sí, TODOS. –Respondió poniendo énfasis en la palabra.
Harry escudriñó la cara de Sam, algo ocultaba y parecía estar pasándoselo en grande.
-¡Frodo! –Escuchó otra dos voces, eran Merry y Pippin.
Corrieron a la cama de Frodo, igual que lo había hecho Sam.
-¡Meriadoc Brandigamo y Peregrin Tuk! –Bramó Gandalf por encima de sus cabezas,
Los aludidos gritaron y se cayeron de la cama (¡Que ganas de imitar a Sam!) Una vez allí Merry se levantó con una mano en la cabeza Y Pippin frotándose la cadera con una mueca de dolor.
-No sé por qué... –Comenzó Pippin, sin mirar al mago. –Reconocería esa "agradable" voz gritando mi nombre en cualquier parte.
-¡Gandalf! –Exclamó Merry dándole un buen abrazo al mago.
Pippin se contuvo metiendo las manos en los bolsillos y observando a Gandalf con ojos suplicantes.
-Esta bien... –Concedió este.
El joven hobbit se tiró al cuello del mago.
-Pip... Me estas aplastando. –Bufó Merry.
Gandalf se desasió del abrazo de Pippin mientras Merry trataba de respirar.
-¡Harry! –Gritó Pippin y también los dos hobbits fueron a abrazarle (me estoy hartando de poner tantos abrazos...)
El chico se fijó en algo de lo que no se había percatado en todo el rato.
-¡Estáis empapados! ¿No os alcanzaría la riada? –Preguntó preocupado.
-No... –Merry negó con la cabeza.
-Bueno...
-Solo un poquito. –Finalizaron los dos hobbits.
-Si es que... ¿quién habrá sido el bestia que...? –Harry parecía indignado.
-¡Ejem! –Bilbo carraspeó y movió la cabeza y los ojos con énfasis hacia su derecha. Harry siguió el rumbo de los ojos del anciano y se encontró con que señalaba a Elrond.
-¡Ah! –Susurró muy bajito. -¡AH! –Gritó esta vez entendiendo, ante esto volvió a replantear la pregunta. -¿Quién habrá sido el fiera que ha tenido esa buenísima idea?
«Bien echo Harry... llegas aquí y llamas imbécil a un rey de los elfos delante de sus narices»
Harry esbozó una sonrisa forzada y miró atentamente al elfo para ver su reacción, esperaba una cara crispada o molesta, pero no, ciertamente, una carcajada que dejó a todos helados.
-La verdad... nos teníais muy preocupados, al principio pensamos que también os había llevado la riada. –Confesó Elrond.
Hubo algunas quejas por parte de los hobbits respecto a este tema.
-¡Ya basta! –La voz de Gandalf se alzó sobre todas las demás. –Dejemos solo a Frodo, aunque este dormido no podemos estar todos aquí...
-A mi me gustaría quedarme Gandalf. –Bilbo se sentó al lado de Frodo con una mueca de preocupación.
-Yo también me quedare señor. –Agregó Sam inmediatamente después.
Gandalf meditó un poco.
-Esta bien... –Concedió. –Pero los demás tenéis que iros.
De este modo todos salieron de la habitación, excepto Bilbo y Sam que se quedaron para velar por Frodo.
-Será mejor que descanséis y... –Añadió arrugando la nariz. –Os deis un buen baño.
-Nosotros iremos a hablar con Aragorn. –Elrond le hizo un gesto ansioso a Gandalf.
-¿Y la comida? –Pregunto Pippin que parecía morirse de ganas por llevarse un trozo de pan a la boca.
-Esta noche habrá una gran cena Tuk.
A los dos hobbits se les iluminaron los ojos, la perspectiva de una comida como dios manda hacía que se les cayera la baba.
Con esto Gandalf y Elrond se alejaron con paso rápido.
-¡Has oído! –Le grito Merry al oído, dejándolo medio sordo. -¡Comida!
Harry no pudo evitar mostrar una sonrisita malvada.
-¿Qué te pasa? –Le pregunto Pippin.
-Yo ya he comido... –Dijo tocándose la tripa como el que acaba exhausto.
-¡No nos esperaste para comer! –Exclamó Merry escandalizado.
-¡Es lo peor que se le puede hacer a un Hobbit! –Aseguró Pippin con voz trémula.
Los dos se fueron corriendo, parecían muy enfadados, lo que Harry no sabía es que después de doblar la esquina se rieron a carcajadas y fueron a por cierta elfa, cierto elfo, cierto Hobbit y ciertos hombres, para darle una sorpresita.
************************************Al fin juntos***************************************
Harry llevaba ya un rato dando vueltas por aquel lugar, era tan complicado como el propio Hogwarts, solo que allí las escaleras no se movían, ni había habitaciones secretas, ni escalones invisibles... vale... dejémoslo en que parecía un laberinto.
Al doblar una esquina escucho voces, casi susurros y como acto reflejo se escondió detrás de una pared. Asomó un poco la cabeza y vio a Aragorn.
«¡No voy a espiar a Aragorn!»
Harry se recriminó y sacudió la cabeza, pero, estaba dispuesto a irse cuando...
«¡Ahí quieto! ¿Quién estaba con él?»
El chico volvió a asomarse... desde luego no eran ni Gandalf ni Elrond, le acompañaba una mujer morena de belleza excepcional, toda ella era un ser que irradiaba luz, y sintió que un hechizo lo envolvía, al igual que con las veelas.
-Una elfa... –Murmuró.
Aragorn miraba a la elfa con una luz en los ojos que jamás había visto hasta entonces, él también parecía hipnotizado (Arwen... esto es duro... pero sigue escribiendo) la mujer lo miraba con rostro severo y serio, pero tampoco podía disimular aquella luz en sus ojos, Aragorn dijo algo y ambos rieron, con ese gesto el rostro de la elfa se dulcificó...
-¡Harry! –Oyó que le llamaban.
Él se dio la vuelta para ver quien le llamaba, y se encontró con Thingol que le saludaba con una mano.
-¡Hola Thingol! –Saludó alejándose de allí, para que el elfo no notara que estaba Aragorn.
-Te he estado buscando. –Le dijo casi sin aliento.
-¿Para qué?
Thingol solo le dedico una sonrisa indefinible.
-Al parecer te buscan tus amigos, los dos hobbits. –Dijo al fin.
-¿Dónde están? –Pregunto mirando a el elfo con suspicacia.
-Al final de ese pasillo, tuerces a la derecha, y hay tres puertas, coges la de la izquierda y tomas el pasillo del medio y...
-¡Basta! –Pidió Harry. –Me podrías acompañar, es que... antes me he perdido
Harry estaba completamente rojo, pero el elfo solo le dedicó una sonrisa de comprensión.
-Claro.
Thingol acompaño a Harry a través de varios corredores y habitaciones, Harry se sintió aliviado de tener al elfo cerca, de no ser por él se habría perdido, pero intentaba poner atención a los lugares por los que iban, todo allí era precioso. Les costo un buen rato llegar hasta donde les esperaban Merry y Pippin, pues parecía que todo en aquel lugar tuviera una historia, que Thingol le contaba encantado.
Harry escuchó voces al doblar una esquina.
-¿Y qué hizo Harry después? –Preguntó una voz seca y ronca, porqué le era tan familiar...
-Cogió la varita y grito... ¿Qué grito? –Pregunto sin duda la voz de Pippin.
-¡Urgeo scutum! Y una luz lo envolvió como protegiéndolo. –Explica Merry con énfasis.
-Es la historia del ataque en la cima de los vientos... –Murmuró Harry sin comprender.
-¡Bravo por ti Harry! –Escuchó otra voz masculina. -¿Y después?
Harry se detuvo en seco.
«La voz.. la voz.. ¿No las reconoces?»
Una extraña sensación le invadió la boca del estómago.
-¿Dónde has oído esas voces?- Se preguntó.
"Adiós Harry. Ha sido un verdadero placer ser profesor tuyo. Estoy seguro de que nos volveremos a encontrar en otra ocasión."
"-Pero...
-No tardaremos en vernos Harry. Te lo prometo. Pero debo hacer lo que pueda, ¿comprendes?
-Claro. Claro que te comprendo"
-¡Harry! –Thingol le estaba zarandeando, Harry salió de su trance.
-Sirius, Remus. –Susurró Harry
-¿Qué? –El elfo le dirigió una mirada confusa.
-¡Sirius, Remus! –Gritó corriendo.
Harry entró en la habitación, y paro en seco, unas lágrimas silenciosas caían por su cara, simplemente no lo podía evitar.
Hay estaban Merry y Pippin, delante de dos hombres altos, vestidos con capas y ropas muy parecidas a las de Aragorn, desgastadas y sucias, uno tenía unos vivarachos ojos claros y un desordenado pelo color paja, el otro hombre tenía una mirada intensa que trasmitía a través de unos hermosos ojos oscuros y mechones rebeldes de color oscuro le caían sobre la cara.
El chico se precipitó hacia ellos y los abrazó con fuerza.
-Sirius, Remus... –Volvió a repetir.
-Si. –Asintieron con la voz impregnada de emoción.
-¡Oh! –Merry y Pippin comenzaron a aplaudir.
-Es tan bonito. –Merry tenía los ojos rojos.
-¿No estarás llorando verdad? –Preguntó Pippin.
-Yo... –Respondió Merry indignado. -¡Qué va! Solo... se me ha metido una mota en el... *snif* ojo.
Merry se dio la vuelta para quitarse la "mota"... Pippin solo movió la cabeza hacia los lados en gesto de resignación.
Sirius aparto a Harry y lo observó de arriba abajo.-¿Estás bien?
Harry solo asintió con la cabeza.
-¡Por qué demonios habéis tardado tanto!
Remus y Sirius soltaron una carcajada.
-¿Qué os ha pasado? –Preguntó esta vez más serio. -¿Por qué lleváis esa ropa?
-Bueno... al llegar aquí cambiamos un poco. –Explicó Sirius.
-¿Cómo que cambiar un...?
Harry se quedó callado, un pequeño Hobbit que hasta entonces no había visto se había adelantado... Harry lo observo atentamente, era un hobbit, obviamente, pero era especial, tenía una espesa ,mata de pelo pelirrojo y unos ojos azules como el cielo.
-Hola Harry. –Dijo el pequeño Hobbit.
Harry se arrodilló y lo miró atentamente, no podía apartar la vista de él. El Hobbit se metió las manos en los bolsillos con gesto nervioso y desvió la mirada.
«Ese gesto.. no... no... puede ser...»
-¿Ron? –Preguntó en un susurro.
El Hobbit asintió moviendo la cabeza con énfasis mientras una sonrisa se instalaba en su rostro.
-¡Ron! –Harry no se lo podía creer. ¡Ese era Ron! ¡Su amigo Ron! ¡Convertido en un Hobbit!
Harry comenzó a reírse a carcajadas, se tiró en el suelo y comenzó a patearlo. A ron esto no le sentó muy bien que digamos, poso las manos sobre las caderas y gesto enfurruñado.
-Muy gracioso. –Bufó este. -¡Pues a ti no te lo parecería si midieras un metro y medio de estatura!
El chico intento parar de reír.
-Lo siento. –Dijo limpiándose una lágrima que le caía por la mejilla. - ¡Ron! ¡No te enfades! ¡Me alegro mucho de verte!
Y finalmente abrazó a Ron, el cual respondió al abrazo.
Se oyó un sollozo apagado al final de la sala.
-¡Pippin! –Gritó Merry esta vez. -¿No estarás llorando?
Pippin hizo un vano intento de secarse las lágrimas.
-¡Aja! –Le reprochó Merry.
-¡Vale sí! –Reconoció Pippin y abrazó a Merry. -¡Es que es ...!
Merry también se puso a llorar.
Harry se acordó de una cosa de repente.
-¿Y Hermione? –Preguntó -¿Esta Hermione aquí también?
Ron le dedicó una extraña sonrisa y asintió con la cabeza.
-¿Dónde esta?
Hermione se adelantó tímidamente hasta donde estaba Harry y le dedicó la más encantadora de sus sonrisas.
El chico le miró y se quedó sin habla, había en ella una luz más intensa que en los elfos normales, o eso le pareció, le pareció a primera vista un ángel, un ser etéreo, pero solo era Hermione, su Hermione.
-¿Hermione? ¡Dios! ¡Estas... estas...! –Harry sintió una repentina vergüenza y bajo la mirada al suelo.
Hermione soltó una suave y melodiosa risa. Se agachó al nivel de Harry y obligó a que la mirara a los ojos.
-Harry, soy yo. –Susurró la chica.
Él la miró, era verdad, simplemente era Hermione, mucho más guapa pero Hermione.
-¡Hermione! –Gritó y también la abrazó. Una lágrima se deslizó por la cara de la chica y una sonrisa de satisfacción se instaló en su rostro.
La chica se levantó y miró con insistencia a Snape, que estaba cuidadosamente "escondido" detrás de un macetero.
-No seas tonto. –Le reprochó Hermione, le cogió de la mano y tiró de él hasta que estuvo situado delante de Harry.
Harry se le quedo mirando.
-¿Quién es? –Pregunto con curiosidad.
Snape curvo los labios en una sonrisa desagradable.
-"Te dije que no me iba a reconocer" –Añadió en alto, solo para que Hermione le entendiera.
-"¡Oh! Si que te ha reconocido" –Hermione se reía a carcajadas, y no era para menos, Snape siguió el rumbo de la mirada de la chica, la cara de Harry era un poema.
Harry no era capaz de creer lo que veían sus ojos, al principio pensó que era Malfoy, pues tenía unos fríos ojos grises, pero... esa sonrisa de odio que reservaba especialmente una persona para él, era inconfundible.
-Pro...profesor Snape. –Musitó Harry sin atreverse a alzar mucho la voz.
El bello elfo asintió levemente con la cabeza y le hizo un leve gesto con la mano.
«Ron mide un metro veinte, Hermione es un bombón y Snape es... es... atractivo (reconozcámoslo) ¡el mundo a dejado de tener sentido! Así que... ¡Que diablos!»
Harry dibujo una sonrisa en su rostro y se abalanzó sobre Snape tal y como había hecho con los otros. Snape no pudo evitar soltar una exclamación.
-¡Abrazó en grupo! –Gritó Ron.
Animados por la emoción del momento todos se consolidaron en un gran y fuerte abrazo.
-¡No volveré a dejar que te vallas! –Exclamó Ron agarrando a Harry de una pierna.
-Si...porque un poco más y se nos escapa. –Bufó Snape.
Todos rieron.
-¿Qué... qué pasa? –Preguntó Harry que, evidentemente, no entendía nada.
-Es una historia muy larga. –Advirtió Sirius.
-Contádnosla –Rogaron Pippin, Merry Y Harry.
-Esta bien. –Admitió Lupin. –Pero después vosotros nos contáis la vuestra.
Los otros tres asintieron.
-Después de desmayarnos me desperté y Snape intentó matarme. –Comenzó Sirius.
-Cuéntalo bien. –Le reprochó Snape. –Y eso de que intente matarte no es verdad.
-Exacto... –Intervino Lupin. –Si esa flecha se hubiera desviado un centímetro hacia abajo tendría un bonito agujero en la cabeza.
-Menos mal que Snape tiene mala puntería. –Sirius tenía una mueca maliciosa en los labios.
-Eso es porque no quise darle...
-Eso dicen todos... –Cortó Lupin.
Snape tensó su arco y apuntó a Lupin,
-Si quieres te lo demuestro aquí mismo.
-Tan cerca no vale...
Harry miró a Hermione quien solo le devolvió un suave encogimiento de hombros y una sonrisa. Harry se contagió, las cosas no habían cambiado tanto... bueno sí... ahora que los tenía a ellos se sentía con fuerzas para enfrentarse con el mismísimo Sauron.
Por fin... estaban juntos
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¡Chan! Os he dejado un final tranquilo... de esos que no esperas demasiado el siguiente capitulo, para variar, pero no os acostumbréis que en el siguiente capitulo ¡uy lo que os espera! Aparecerá el personaje del que os hable... doy una pista...
¡NO ES DUMBLEDORE!
Bueno, gracias a todos los que habéis esperado, hace poco que termine los exámenes y el esfuerzo ha
dado sus frutos ¡No me cae ninguna! De todas formas siento haberos hecho esperar tanto, pero el capitulo es largo ¡Eh! Ahora como estoy contenta intentaré escribir más deprisa, no es que no lo intente, pero... no tengo tiempo.
Contexto a los reviews
Eowyn hija de Eomund: Jejejeje siento haberte hecho esperar cariño mío (si soy muy cariñosa no te preocupes es que soy así) gracias!!!!!!! Como puse al principio eres un solazo!!!!!! Wapetona!!!!!!! Gracias otra vez!!!!!!!! Me podrías dar tu e-mail así te envio fotos malas de Legolas... tengo una!!!!!!! Que si la ves te mueres!!!!! Muchos Besos!!!!
Anaissi: Gracias!!!!! Es que era lo que pretndia y que me lo digan me sienta!!! Bien!!!!!! Lo de Aragorn es cierto, pero pobrecillo, ahora que encontraron a Harry esta más calmado, lo de Tika ya me lo explicaras... pero por si acaso eso tú! No... no... era broma... a no ser que eso sea bueno, entonces sí. Un besote wapa.
Arwen Black: Así que te gusta mi creación Snape-elfo Créeme que a mí también!!!!! Me tengo que retener cuando escribo!!!!! Lo de Snape ya esta tooooooooodo pensado, a mi Hermione no me cae mal, pero si que la pongo muy... bueno... no puedo evitarlo!!!! Es que es lo que desearía que me ocurriera a mí (se nota no?) lo de Hermione es que no quería que fuera rubia como todas las elfas, ni morena como la estúpida de Arwen. Por que a mi me pasa lo mismo!!!! Mira que me cae mal!!!!! Y por lo mismo que tú, créeme, que en el libro me caía bien... pero... cuando ví que en la película le quitaba el protagonismo a Glorfindel. Ah!!!!!! Y te digo que me empezaba a caer bien otra vez hasta que vi un Making off de "Las dos Torres" y... ya verás porqué me empezo a caer mal de nuevo. Bueno... ahora que he expresado mi opinión te digo que Arwen NO se merece a Snape!!!!! Ni a tres metros de él!!!! Pero quiero ser fiel al libro... no estará con otro que no sea Aragorn... por desgracia. Un besazo!!!!! Que yo me he enrollado más que tú! Gracias!
Anna Voig: Yuju!!!! Gracias por preguntar!!!!! Me salió todo muy bien!!!! Y a mi también me pone muy feliz ver un review tuyo, pero siento haberme retrasado tanto, perdón!!!!! Muchísimos besos wapa!!!!!!!
Marine: Muchísimas gracias wapetona... a mi también me suelen gustar más las partes de los otros... y que tal?! Ya se encontraron! Me costo escribirlo pero lo conseguí!!! Aún que me quedara muy ñoño con tanto abracito (soy muy autocrítica) y lo de quién vendrá, sabes que no serán esos, adivina, adivinanza, pero como tú eres una fiera seguro que lo sacas! Un besazo!!!
Rakshah:Gracias!!!! Por lo visto tengo una hermana gemela de no tener tiempo, tranquila wapetona que a mí me pasa lo mismo, un besazo gande, gande, gande y gracias por tu review
Choichi: Jajajaja sabes que mi madre es como la tuya, yo cuando mis padres se van al gimnasio hago lo mismo, no despegarme del ordenador! Cariño tus dudas son realmente extrañas... pero (por desgracia, sobretodo por lo de Aragorn) no creo que pase nada de eso. Por cierto.... YO TAMBIÉN QUIERO ESE JUEGO!! Viola a Aragorn también por mí :b y créeme no eres la única que pregunta por Dumbledore, siento desilusionaros de verdad, pero ya ves que no es el que va ha venir... bueno tú como me caes bien si quieres te lo digo... (Arwen susurra) acércate y no e lo digas a nadie... es... una persona que a estado en todos los libros, pero hasta el tercero no se le tomo importancia. Descúbrelo y encontrarás al visitante, uy dios! Parezco una presentadora! Un besazo y gracias por tú review!
Evelyn (Legolas): Pues hija no tengo ni idea de quien eres... me suena una tal Virginia pero... no sé... wapetona! Como no me voy a acordar de mi chica preferida, mi compañera elfo, aunque nuestra barca volcara te lo perdono... otra cosa, de mi profesor de ética no saco nada que dice en medio de clase que me excito si me tocan el cuello (y eso no es verdad en una chica tan puritana como yo XD) Bueno... las sorpresas si las quieres saber las preguntas, van a doscientos Euros... tú verás... ¿Qué hago? Si nos vamos a ver ahora en Danza! Y ahí hablamos de ya sabes, nuestros planes para el estreno! Un besazo mi niña wapa!
Rena: Jajajaja! No me lo creo... pero muuuuuuchas gracias wapísima, un besazo muy fuerte, muuuuuuuuaaaaaaaaaac toda pa ti!
A que no sabeís que me voy a ver mañana día 18. Pues que va ha ser si no!!!! Me voy disfrazada de enano... así que para los que quieran fotos ridículas de la autora disfrazada de Gimli dejar un review. Un besazo.
Arwen
