Esta es nuestra primera obra (somos dos las que escribimos: Catzeruf y Diox), aceptamos toda crítica constructiva pero sean suaves, nuestros corazones no soportarían una masacre. Somos propensas al suicidio.
Capítulo cinco:"Trucos y Trampas"
19:25 hrs. Despacho del nuevo profesor
El que había abierto la puerta era Filch, que iba a avisarles que debían bajar al comedor ya que había comenzado el banquete de bienvenida. Esto los conmocionó al máximo, ¡tendrían que aparecerse en público atados! y para colmo solo les quedaban 20 minutos para que apareciesen las instrucciones!.
Bajaron al gran comedor, el sombrero ya había repartido a los nuevos alumnos entre las cuatro casas y el director ya había dado su acostumbrado discurso. Todos comían y hablaban animados. En la mesa gryffindor se encontraban Ron, Ginny y Hermione que extrañaban la presencia de su amigo
¿Crees que ya se haya liberado de Malfoy?- dijo Ron bebiendo jugo
Supongo que sí, ya han pasado más de 24 horas, probablemente solo está buscando su capa y su varita, después de todo, su equipaje acaba de llegar- contestó Hermione mientras ponía en su plato varios dulces.
De pronto aparecieron por la puerta dos sombras que resultaron ser Malfoy y Potter, sin túnica, sin varita y unidos por las muñecas. El gran comedor quedó en silencio, luego se escuchó un murmullo general. Hermione se puso de pie
¡Harry!, creí que ya te habías liberado.
El gryffindor se iba a acercar a su amiga cuando Draco tiró de su muñeca atada y lo miró con una sonrisa desagradable- comeremos en mi mesa.
Harry bajó la cabeza y se dejó guiar hacia la mesa en donde todos los alumnos le miraban con una mezcla de asco y odio. Lanzando una última mirada de tristeza a sus amigos, mientras que Hermione y Ron veían consternados como el chico se alejaba de los leones y se acercaba al nido de víboras, se fue a sentar junto a su "compañero"
Draco ocupó un lugar junto a Crabbe y Goyle que le habían guardado UN espacio y cuando el "León" intentó sentarse, ambos "guardaespaldas" se cerraron en torno a Malfoy. Harry, el único de pie en el salón no supo muy bien qué hacer, entre el silencio y las miradas de los habitantes de Hogwarts, notaba como el rubor subía hasta sus mejillas y cada vez sentía más el peso de la humillación a la que se estaba viendo expuesto, pero tampoco deseaba sentarse junto a ningún slytherin, finalmente decidió que no se estaría toda la velada a un lado de la mesa como perro y tiró de las esposas haciendo que Draco botase su comida (porque el muy barza ya había empezado a comer), y lo miró con un tono decidido de "más vale que no juegues conmigo porque se me agotó la paciencia".
Botaste mi comida, Potter- masculló el rubio
No te sientas tan valiente Malfoy, no porque estés en tu nido evitarás que te arranque los dientes de un solo golpe
La discusión empezó a subir el tono mientras el silencio que ya se había asentado en el salón se hacía cada vez más profundo. Las mesas de Ravenclaw y Hufflepuff miraban con un temor creciente como las casas de Gryffindor y Slytherin se ponían poco a poco de pie ya sea con los puños cerrados o varitas en alto.
Todo indicaba una inminente pelea entre las casas rivales mientras la profesora McGonagall miraba al director esperando desesperada que interviniese, pero este no parecía inmutarse
¿Puede pasarme la mantequilla profesora por favor?- estiró la mano el Viejo de larga y blanquecina barba hacia la profesora que le entregó lo que pedía algo molesta y sorprendida.
Las cosas se hubieran puesto color de hormiga de no ser por el grito de los protagonistas del pleito, que horrorizados vieron como aparecían las instrucciones en las esposas. Se quedaron mirando y salieron corriendo, sin importar lo que quedaba atrás. Parte de las mesas en conflicto quedaron perplejas por la inesperada acción de los chicos, mientras que la otra parte, la mayoría debemos decir, se encontraba golpeándose en el piso o lanzándose hechizos a diestra y siniestra.
Este año los jóvenes parecen tener mucha energía- se dirigió el director a los profesores más cercanos con una sonrisa absurdamente despreocupada en los labios mientras los docentes lo miraban estupefactos.
Y mediante un hechizo elevó a los alumnos "activos" por los aires devolviéndolos a sus asientos y con unas palabras mágicas más, logró ordenar el salón devolviéndolo a como estaba antes de la llegada de los "siameses".
La frase por la cual salieron raudos y veloces del gran comedor fue la siguiente:
Oh osados esposados,
corred presurosos.
Ya que un lugar fresco han de hallar,
Si el hechizo quieren armar.
Llegaron al vestíbulo, en donde Draco arrastró a Harry hacia las mazmorras. El gryffindor se quejó de porque tendría que bajar hacia el lugar más desagradable de todo el colegio pero su compañero le hizo notar, acompañado de una de sus características sonrisas, que el mejor espacio para llevar a cabo el hechizo era el aula de pociones.
La siguiente instrucción apareció cuando los chicos estaban entrando en la sala
El trabajo en equipo es importante,
ya que implica gran unión.
Mientras uno aplica la pus,
el otro vigilará la cocción.
Harry alcanzó uno de los calderos que se encontraban en el estante más cercano y lo dejó en la mesa en la que se encontraban. Draco conjuró una pequeña llama azul que puso bajo el recipiente y agregó el pus. Se pusieron frente al caldero tratando de estar lo más separados posible, pero las esposas no ayudaban mucho y sus intentos fueron totalmente infructuosos. Resignados, se quedaron mirando como unas burbujitas comenzaban a salir. Ya llevaban un rato en eso cuando la siguiente instrucción apareció:
En el tercer paso vamos,
y la mitad del trabajo llevamos.
El bezoar hay que agregar,
si no la queremos embarrar.
Harry sacó de su bolsillo la piedra y la echó cuidadosamente en el hirviente caldero, cuidando de no salpicar, y volvió a su posición. La siguiente instrucción apareció:
De buen talante ha de estar,
el que por herida ha de sangrar.
El otro por su parte,
morderá a su acompañante.
Aquí ambos chicos se miraron. ¿Era una broma lo que decía, realmente tendrían que morder a su "pareja" hasta sacarle sangre? Harry no se atrevía a hacerlo, Malfoy lo mataría y definitivamente él no quería dejar a esa serpiente morderlo, era raro por decir lo menos. Mientras el gryffindor se debatía mentalmente que hacer, Draco acumuló fuerzas, le tomó la mano y al mordió tan fuerte que logró hacer que unas gotitas salieran de la punta del dedo de Potter. El moreno gritó y trató de liberar su mano que seguía atrapada por las del rubio, empujándolo contra la mesa que estaba detrás.
¡¡¡¡¿QUÉ MIERDA ESTAS HACIENDO MALDITO ¡!$"&$·&?!!!!
¿Qué crees tú? Lo que dice que hagamos
¿Y por qué Tu me debes morder?
Ya no molestes. Créeme, no fue nada agradable- y, con una sonrisa especialmente perversa, agregó- además, debes estar de buen humor, tal y como lo dice la rima de quinta.
Harry iba a contestarle con un puñetazo (el que tenía la mordedura de la serpiente)en plena nariz cuando apareció la siguiente indicación:
Resentimientos no quedarán,
cuando la sangre deban agregar.
Si la poción plata no es,
es que hicieron todo al revés
El moreno se quedó mirando las esposas con el puño levantado en dirección de su agresor, el cual lo tomó y estrujó ( ¡Ouch, eso duele, Animal!) para hacer caer dos gotitas del vital líquido dentro de la mezcla, la que brilló y comenzó a tomar un tenue color platinado. Los chicos la quedaron mirando hasta que ya tenía una apariencia metálica-platinada. Casi sin darse cuenta, apareció la siguiente rima (de quinta)
Y finalmente la pluma sellará,
en los brazos de los dos
con la tinta que quedó,
un mensaje alentador.
Potter sacó la pluma de su túnica y la observó por un momento.
tenemos que escribirnos una dedicatoria- reflexionó en voz alta
Ja, eres todo un genio. Ahora veo porque eres un héroe. Eres la agudeza en persona.
Cállate Malfoy
Mientras los chicos empezaban una de sus típicas peleas, otro mensaje apareció:
El tiempo es oro
y si no se dan prisa,
su plata se convertirá en plomo.
La poción se comenzó a poner más "rígida" y opaca lo que preocupó a los jóvenes que dejaron de pelear en el acto. Esta vez Harry tomó la iniciativa y agarró fuerte el brazo de Malfoy, untó la pluma en el líquido y comenzó a dibujar las primeras letras en la muñeca del rubio.
Au!, ten cuidado Potter, mi piel es delicada- se quejó a la vez que le daba un puntapié en las canillas.
No seas llorón y quédate quieto, no me dejas escribir.
Al principio, el moreno pensaba solo escribir el nombre de Draco pero debido al golpe, le pareció mejor idea tomar revancha por lo que le hizo en cuarto para el torneo de los tres magos. (las chapitas que decían "Potter Apesta")
Después de unos minutos, la muñeca de Malfoy tenía la siguiente leyenda:
"Draco Malfoy Apesta,
Apesta a Dragón."
Que original- se burló el afectado- Una vez más demuestras lo brillante que eres; copiarme un chiste que hice cuando tenía catorce años...Todo un desplante de madurez intelectual.
Cállate y escribe, se esta secando la poción- le contestó un enrojecido y enojado Harry.
Draco le quitó bruscamente la pluma de las manos, manteniendo la mirada arrogante y burlesca fija en los ojos verdes, disfrutando de la vergüenza que reflejaban. Lentamente y con mucha fuerza marcó su dedicatoria, Harry a pesar del dolor que sentía por el paso de la filosa pluma por su piel no dijo nada, no quería comportarse como un débil delante de Malfoy. Además su atención estaba puesta en la maliciosa sonrisa del rubio, intentaba ver qué escribía, pero era imposible pues el brazo del rubio se interponía.
ya está listo- dijo con una sonrisa triunfante
Toda la extremidad del gryffindor estaba rayada, con una caligrafía burda, simulando la de Harry, en la cual se podía leer claramente:
"Draco Malfoy es el más sexi, guapo e inteligente mago que ha existido jamás; y admito gustoso mi inferioridad con respecto a él".
¡!¿QUÉ?!!!!- jaló las esposas- ¡NO SOY INFERIOR A NADIE, MENOS A TI PEDAZO DE...!!!!
Pero no niegas que soy increíblemente sexy, guapo e inteligente- agregó con una deliciosa sonrisa picarona mirando fijamente a Harry, provocando que se volviera a sonrojar (pero por una razón muy diferente) y callándolo inmediatamente.
Potter, después de un par de segundos, reaccionó. Iba a comenzar una nueva ronda de insultos cuando notó que las esposas empezaron a resplandecer y un último mensaje apareció en ellas
La hora de la separación ha llegado
pero no deben sentirse apenados
su amistad ha quedado sellada
por el mensaje que durará semanas
-¡Que!- gritaron al unísono
- No puedo llevar esto tanto tiempo- Draco miraba molesto su muñeca, tirando la pluma a un lado.
Tu. Y qué hay de mí. YO no puedo andar con esta porquería tanto tiempo- dijo mientras intentaba, infructuosamente, borrarse el escrito.
Te lo mereces- sonrió la serpiente, dándose por muy bien servido.
Las esposas se remecieron y con un agudo clic, se soltaron de ambas muñecas y cayeron suavemente sobre el piso. Los adolescentes las miraron estupefactos hasta que Malfoy reaccionó:
Ya que no tengo porqué seguir respirando el mismo aire que tú, me largo de aquí- y con esto pasó por el lado de Harry evitando todo contacto posible.
- Disfruta de tu mensaje- y se fue sin siquiera despedirse.
Harry se quedó mirando hacia la puerta y se agachó a recoger las esposas. Luego miró a su lado y vio la pluma, ahora metálica, que había quedado olvidada junto al caldero (en el que la tinta ya era solo un espeso líquido plomizo) la cual guardó cuidadosamente en su túnica.
Escondió el caldero entre unos muebles que estaban al final del salón (si Snape lo pillaba, le quitaría quinientos puntos a Gryffindor y estaría en detención eternamente) y lo cerró tal y como se encontraba. Después se encaminó hacia la torre de Gryffindor y una vez frente al retrato de la señora gorda recordó que él no sabía la contraseña y se sentó a esperar a un lado a que alguno de sus compañeros llegase. Media hora más tarde, salió Neville, quien al verlo sonrió y le preguntó que estaba haciendo ahí
¿Que crees que estoy haciendo aquí?
Ehm... no lo sé, todos estamos adentro celebrando el inicio de las clases
Estoy esperando a que alguien salga y me dé la contraseña, ya que nadie me ha informado cual es (algo del slytherin se le quedó a Harry)
Entró a la sala común y buscó a sus amigos, recorriendo con la mirada se encontró con varios de sus compañeros magullados pero aún así celebrando felices
¡Harry, al fin volviste, no tienes idea de lo que pasó cuando saliste del gran comedor, al fin pudimos darle su merecido a los de slytherin- lo saludó Ron
El chico recién llegado pensó que los de la casa contraria no fueron los únicos en recibir su merecido por el espectáculo de moretones que observaba.
Después de sentarse a responder preguntas de los habitantes de la casa acerca de porqué había estado esposado a Malfoy y de cómo se liberó de las esposas (se ahorró los detalles más vergonzosos y se cubrió lo más posible la dedicatoria de Malfoy) se alejó del grupo general con sus dos mejores amigos para hablarles de lo que había visto en la oficina de Dumbledore y de sus sospechas acerca del profesor del afiche "I WANT TO BELIEVE"
¡pero eso es terrible!, tenemos que hacer algo- dijo una alarmada Hermione
Creí que los vampiros chupaban sangre, no que narcotizaban gente- agregó Ron
¡Y viste esas revistas que degradan a la mujer! (refiriéndose a las triple x)
Por supuesto que las vio, estaban ahí gritando por que las mirase
¡Esperaría eso de Malfoy, pero no de ti!- dirigiéndose al pelirrojo
De pronto Harry parecía excluido de la conversación, desde hacía un tiempo esto sucedía con frecuencia ya que sus amigos se enfrascaban en discusiones que no llevaban a ningún lado y cuando el moreno trataba de participar lo ignoraban completamente.
Cansado de peleas (estuvo más de 24 horas con Malfoy) decidió ir a acostarse y dejó la sala común que, a esas alturas, estaba casi vacía.
Guardó las esposas y la pluma en su velador, se sacó los zapatos y los tiró a un lado, se recostó sobre su cama y se sintió aliviado de estar por fin en casa. La manera en que había llegado era un tanto inusual, su compañero no fue el más agradable ni tampoco el más cooperador pero finalmente lo logró, ya estaba en su cómoda cama en Hogwarts. Se dio vuelta hacia su lado derecho, por fin podía moverse a su antojo, pero por alguna extraña razón, esa libertad no le satisfacía como él había creído. Tocó el lado de la cama donde debía estar Malfoy, casi podía sentir su aroma. Después de la separación, el chico tenía una sensación de vacío, como si le faltara algo "Uno se acostumbra a todo... seguramente él se debe estar sintiendo igual". Descubrió su brazo izquierdo. Había asegurado la manga de su camisa a la muñeca para evitar que alguien pudiera ver lo que le había escrito Malfoy. La leyó mientras recordaba el momento en que se la había hecho y dejó de extrañar al gemelo malvado.
En otra parte de Hogwarts mientras Harry se encargaba del aseo de la sala, un chico de pelo rubio platinado estaba a punto de ingresar a su casa, Goyle y Crabbe lo esperaban a la entrada, como dos horrendas estatuas, para darle la bienvenida y la contraseña. Una vez adentro toda la sala común recibió a su prefecto con una sonrisa en la boca y un vaso de licor en la mano. Draco se sentó sobre uno de los cómodos cojines y recibió gustoso uno de los vasos que le tendían. Todos lo veían como a un héroe, el que humilló al GRAN HARRY POTTER ( o el jetón-que-sobrevivió-al-señor-oscuro). Todos se abalanzaron sobre el joven para que les contara cómo había logrado esposar al gryffindor, pero Draco solo habló cuando, ordenadamente, se sentaron a su alrededor formando un estrecho círculo.
Ya pasada la medianoche, llegó Snape quien les descubrió con sus "bebidas de fantasía", los amonestó porque si los pillaban les quitarían puntos a su casa (Severus solo los sermoneó ya que estaba de buen humor por lo que le había pasado a Harry, de lo contrario, los Slytherins tendrían que haberse encomendado a un santo para no morir a manos de su jefe de casa), luego de esto, les obligó a terminar su fiesta y a que se fueran a dormir a sus respectivos dormitorios. Draco se fue a su habitación (individual), un tanto mareado, pero no lo suficiente como para olvidar lo que le había estado molestando desde hacia un tiempo. Aquella amenaza de la que hablaba la carta y esa extraña esfera que había encontrado (y robado). La saco de su pantalón y comenzó a examinarla, ¿qué podía ser?, ¿Para qué servía?... Aunque él no era de las personas que se dedicaran a investigar, esto lo ameritaba, debía saberlo, debía saber antes que ese entrometido de Potter. Se recostó sobre su cama y se quedó dormido con esas preguntas rondándole en la cabeza.
