La mayoría de estos personajes pertenecen a J. K. Rowling, nosotras solo los tomamos y los deformamos para conveniencia de nuestro fic. Lo mismo hicimos con otros dos personajes invitados, uno es de J.R.R. Tolkien y el otro es de la Fox ( si , el canal de tv). Debemos agregar que esto es un slash (relación chico/chico) y si no les gusta este tipo de literatura, mejor no lean. No aceptamos reclamos posteriores.

Esta es nuestra primera obra (somos dos las que escribimos: Catzeruf y Diox). Aceptamos toda crítica constructiva pero sean suaves, nuestros corazones no soportarían una masacre. Somos propensas al suicidio.

Capítulo trece: "Un Pañuelo Para Harry"

22:40 Hrs. Bosque Prohibido

Ya no sabía que hacer, llevaba perdido más tiempo del que podía contar y su varita la había olvidado, con la prisa, en las graderías donde le dejaron el corazón hecho pedazos.

Estaba cansado y hambriento, con frío y miedo por lo que podría encontrar. No veía nada y por lo mismo se tropezó en innumerables ocasiones rasgando su túnica, cortándose el labio inferior y torciéndose el pie derecho. Pero no se rindió, siguió cojeando apoyándose en los árboles hasta que divisó el castillo a lo lejos. Si seguía así llegaría en una hora, tal vez antes. Se entusiasmó ante la idea y cojeó más rápido, de pronto escuchó unos pasos detrás de él. No eran pasos humanos, eran mas bien de centauro, el joven gryffindor se asustó ante la idea de toparse con uno de esos seres que odiaban a los humanos y apretó cachete hacía el castillo. Para su mala suerte, el terreno era aún más irregular en ese tramo y se tropezó cayendo de bruces en el suelo y luxándose el tobillo izquierdo. Ya no podía huir, el ser de cuatro patas se acercó al chico y le miró con los ojos inyectados en sangre. Su aspecto no era como el de los centauros normales, su mirada no transmitía nada definible, su respiración era agitada y movía los pies y la cola nervioso (típicos síntomas de animal en celo). Examinó a Harry de pies a cabeza, como evaluándolo, lo levantó de la túnica y le comenzó a pasar la mano por su cara, desde la frente bajó suavemente hasta la boca. Se lo echó al hombro como saco y dio la vuelta para internarse en el bosque. El raptado-que-sobrevivió gritaba exigiendo su libertad hasta que un rayo de luz violeta le pegó al animal al costado del lomo tumbándolo. En la caída, el desdichado-que-sobrevivió salió volando aterrizando en un arbusto lleno de afiladas espinas. No alcanzó a emitir un lastimero quejido cuando un " Accio Harry" lo arrancó de las espinas, desgarrando aún más su túnica y llevándolo hasta fuera del bosque en donde se encontraba Lupin.

El pequeño gryffindor le miró con los ojos vidriosos y le preguntó que hacía ahí, a lo que el lupino contestó:

- Es que los alumnos cada vez se acercan más al bosque buscando lo "oscurito" y hay que corretearlos hacia el castillo.

El-aliviado-chico-que-sobrevivió-una-vez-más se arrojó a sus brazos llorando.

Un rato más tarde, en las graderías, cuando Harry ya estaba más tranquilo y había recuperado su varita, se sentaron a charlar.

Harry le contó a Lupin lo que sabía de la amenaza, de sus sospechas sobre Mulder, sus correrías nocturnas para encontrar pistas y que lo había visto revisando el despacho de Mulder a principios de año. También le dijo que sabía que Sirius estaba vivo. El profesor le informó que ya estaban al tanto de que él estaba investigando porque los cuadros de Dumbledore lo vieron hurgueteando en su despacho. Le explicó todo lo que le sucedió a su padrino tras el velo y porqué no podía verlo todavía (" Sería un shock muy grande verte, los recuerdos serían demasiados como para que los pudiese procesar en tan poco tiempo, sería peligroso para su salud mental") y que solamente el director, McGonagall y él sabían que Black estaba vivo.

Harry le enrostró que nunca lo fue a ver y que lo había estado necesitando mucho ya que al parecer todos se habían puesto de acuerdo en olvidarlo. Lupin le explicó que no podía salir a buscarlo porque Sirius podía seguirlo ya que era muy curioso y, que de hecho, él y Dumbledore se turnaban para cuidar de que Canuto no saliera a menos que fuera acompañado, en forma de perro y para algo específico. Pero como Dumbledore era un inconsciente negrero, se excusaba diciendo que era el director y le dejaba siempre con el animago.

- Aunque últimamente solo se preocupa de coquetearle a McGonagall- Remus se percató de que había cometido un error al notar la mirada inquisitiva de Harry.- ya me tengo que ir- y se puso de pie.

- Ayúdame, no me dejes solo, ni siquiera puedo moverme- lloriqueó Harry.

Aquí es cuando Lupin recordó que el niño estaba lesionado (se había estado aguantando el dolor únicamente porque necesitaba hablar con alguien), conjuró una camilla y se lo llevó hasta la enfermería pero no golpeó la puerta para que la enfermera no lo viera. Le dio a Harry un intercomunicador de bolsillo para que siguieran en contacto y se retiró a su labor de corretear cabros calientes fuera de lo "oscurito".

La enfermera, al ver al gryffindor en su puerta, le preguntó:

- Déjame adivinar... ¿te tiraste de una ventana para impresionar a una chica que no te da bola?

Cuando lo entró, lo dejó en la misma camilla en que había llegado ya que todas las camas estaban ocupadas por chicos que habían hecho la gracia que describió la enfermera.

En la sala común de Slytherin, los jóvenes estaban teniendo una de sus usuales fiestas que, ahora que Snape vivía en su despacho para descansar de los cabros chicos que ya no soportaba, se estaban haciendo una pésima costumbre diaria. Draco entró a la sala común después de un largo paseo, aún no podía creer lo que había osado hacer Potter, ¡Intentó tocarle, a ÉL!. Con un hechizo "Lumus" intentó saltar por entre los cuerpos que se clasificaban en:

Ebrios calidad bulto.

Drogos calidad bulto.

Drogos o Ebrios que aún tenían cuerda pero poca lucidez, los que podían estar en parejas o solos.

Cuando llevaba la mitad del camino recorrido, alguien gritó

-Llegó el príncipe de Hogwarts- y se escucharon varios aplausos, silbidos y piropos algo subidos de tono (el alcohol había llegado a sus cerebros). Una beoda comenzó a recitar con una copa en la mano:

¿Por qué nos has abandonado ¡Hip!,

Privándonos de tu belleza?

¿Por qué estas tan triste,

Y nos alejas de tu Grandeza?

¿Por qué no nos dejas ayudarte

Oh Dragón Plateado?

¿Por qué no nos dejas levantarte

Algo más que el ánimo?. ¡Hip!

Todos comenzaron a aplaudir y a dar hurras, Pansy Parkinson se sintió muy atrevida y le dio un agarrón a Draco quién, con un movimiento de varita, la lanzó lo más lejos de él que pudo

- ¡SE HAN VUELTO LOCOS, NO ME TOQUEN BESTIAS INMUNDAS! ¡USTEDES SON DEMASIADO POCO PARA MÍ!

Y corrió hasta su habitación furioso sin importarle ya si aplastaba a alguien a su paso. Cerró la puerta tras de sí, la conjuró para que nadie pudiese abrirla y puso un par de muebles tapándola, obstaculizando el paso para mayor seguridad. ¿Qué diablos le estaba pasando a toda su casa?. Siempre había sabido que era el más guapo del colegio, que había vuelto del verano aún más atractivo de lo que ya era y que por supuesto era más que deseable.

Sabía que su casa siempre había sido promiscua y que no solamente las mujeres andaban detrás de él, pero aparte de unos coqueteos por aquí y por allá, NADIE se habría atrevido a hacer lo que habían hecho esa noche ya que le respetaban y sabían que él JAMÁS podría ser de uno de ellos, sencillamente no estaban a su altura.

Últimamente todos se comportaban como si la distancia que él había establecido desde el principio ya no existiera y no solo en su casa sino que con toda la gente a la que le gustaba.

Miró hacia la puerta, necesitaba salir de ahí pero estaba claro que no pasaría por la sala común con todos esos calientes que le esperaban como si fuese un banquete. Tendría que aguardar hasta a la mañana siguiente, cuando estuvieran más sobrios.

Se sentó sobre la cama y bajó su cabeza, un mechón platinado calló despreocupadamente sobre su frente, y cerró los ojos. Recordó el campo de quidditch y a Harry Potter tratando de tocarle. Abrió los ojos rápidamente.

¿Es que acaso Potter también estaba detrás de él?; ¿Finalmente había resultado ser solo otro admirador más?. Sintió un vacío en el estómago al pensar eso porque, hasta ahora, siempre lo había visto como alguien diferente al resto. No solo por haber sobrevivido al señor oscuro, ni por la cicatriz o por ser una leyenda viviente, sino que él había sido la única persona a la que podría haber considerado un igual. Hubiera deseado no ser tan encantador. Un pensamiento extraño lo asaltó

¿Y si lo hubiera dejado tocarme?- se imaginó la mano del gryffindor sobre su mejilla. Se tocó donde hubiese sido el contacto y se tendió sobre la confortable cama, volvió a cerrar los ojos y trató de imaginar la sensación.

Recordó todo lo que había pasado con Harry a principios de año, el haber estado atado a él, el haber dormido con él, las discusiones, el trabajo en equipo, el vuelo en hipogrifo...él sujetando a Harry, aquella cercanía, la fuerza con que tuvo que apretarlo contra sí, sus manos alrededor de su cuerpo, su atlético cuerpo, a pesar de todo no había estado tan mal el vuelo en hipogrifo. Le inquietaba la sensación de calidez que solo había conocido estando abrazado a él, tocando su pecho. En realidad Harry también había llegado más guapo este año, había aumentado su estatura y su cuerpo se había vuelto más fuerte...

Draco se mordió los labios "¿qué se sentirá?"