La mayoría de estos personajes pertenecen a J. K. Rowling, nosotras solo los tomamos y los deformamos para conveniencia de nuestro fic. Lo mismo hicimos con otros dos personajes invitados, uno es de J.R.R. Tolkien y el otro es de la Fox ( si , el canal de tv). Debemos agregar que esto es un slash (relación chico/chico) y si no les gusta este tipo de literatura, mejor no lean. No aceptamos reclamos posteriores.

Esta es nuestra primera obra (somos dos las que escribimos: Catzeruf y Diox). Aceptamos toda crítica constructiva pero sean suaves, nuestros corazones no soportarían una masacre. Somos propensas al suicidio.

Capítulo veinte: "Consecuencias De Nuestros Actos"

19:30 hrs Despacho de Albus Dumbledore

Después de haber despertado de su sueño de tres días y haber conseguido el orden suficiente como para volver Hogwarts un lugar habitable (lo que demoró varias horas). Dumbledore convocó a una asamblea especial a Snape, McGonagall, Mulder, Sirius (hecho perro), Lupin, Harry y Draco. Necesitaban oír la versión oficial, la explicación, de ambos chicos de qué era exactamente lo que les había pasado y como solucionaron el problema. Lupin había dado una noción a sus compañeros de que Hotdeto era un demonio y que los había atacado a través de sus instintos sexuales. Lo cierto es que en su estado no había leído bien el libro y no sabía todas las respuestas a sí que los más adecuados para darlas eran ambos chicos.

Draco no estaba en condiciones de hablar ya que sabía que los profesores se enterarían de que se acostó con Harry. El único al que le tenía confianza era a Snape, pero ni con él hablaría de esas cosas. Detestaba a Dumbledore, a Lupin, a McGonagall y a Mulder y por suerte no sabía que el perro que estaba en la sala era Sirius.

Bueno chicos- les miró el director por sobre sus anteojos de media luna- sé que tal vez aún no se reponen del caos ocurrido en nuestro colegio, pero necesitamos oír lo que pasó mientras dormíamos y ustedes son los únicos que nos pueden informar.

Dumbledore esperó a que alguno de los dos se animara a hablar.

Harry, que tampoco estaba muy convencido de contar TODO lo que había hecho, miró al director, luego a Draco y se dio cuenta de que él debía hablar.

Ustedes ya están enterados de cómo funciona el hechizo. Después de que el profesor Lupin me dijo quien era Hotdeto, de qué se trataba el hechizo y...- al decir esto Harry notó que Mulder tomaba apuntes de lo que decía en un pequeño cuaderno, esto lo puso un tanto nervioso, pero continuó-... y que hacer para deshacerlo. Me di cuenta de que Draco era el centro y lo fui a buscar. Él había sido atrapado por Hotdeto...- y siguió contando como habían ocurrido los hechos.

Draco miraba al suelo mientras por el rabillo del ojo observaba como Fox escribía todo lo que Harry decía. Se imaginó en un archivo con la letra "X" y tragó saliva al pensar en qué pasaría si ese papel llegaba a su padre. Todavía no tomaba una decisión y en el fondo, albergaba la esperanza de encontrar la forma en que su familia aceptara la situación.

Harry siguió contando como se enfrentaron al demonio y lo difícil que era contenerse ante sus encantos. Trató de resumir al máximo las partes que le avergonzaban y evitó hablar de lo que pasó después de que Hotdeto fue derrotado.

Draco miraba a Harry mientras este hablaba pero realmente no le escuchaba, su voz era tan agradable aún con ese dejo de vergüenza y miedo... estaba absorto en sus pensamientos cuando una terrible pregunta cortó sus reflexiones.

¿y qué hicieron después de la derrota a Hotdeto?- preguntó inocentemente Mulder.

Los chicos se miraron con cara de culpables y enrojecieron sin decir una palabra.

Oh, ya veo- agregó Mulder sin escribir esa respuesta imaginándose lo que había pasado- y ¿porqué no pidieron ayuda para Dumbledore y Lupin que estaban heridos? Me parece que ustedes no son doctores como para saber qué tan graves estaban, podrían haber muerto durante este tiempo...

Dumbledore hizo un gesto para que Fox no siguiera

Seguramente ellos tienen la respuesta, no es necesario asustarlos.

Los revisamos y nos pareció que sus heridas no eran graves y preferimos no buscar ayuda ya que no sabíamos qué tanta gente estaba informada de lo que había pasado, no queríamos hacer correr la voz de que Hogwarts estaba desprotegido. Voldemort podría haberse enterado- dijo Harry nervioso- supusimos que Voldemort no sabía nada de que el hechizo fracasó, por lo tanto esperaba que Hotdeto hiciera todo el trabajo. De lo contrario hubiera llegado antes que nosotros nos enfrentáramos a él.

Los profesores quedaron conformes, ahora que todo se había aclarado tenían que entregar una versión a los alumnos de Hogwarts de lo que había ocurrido sin involucrar demasiado a Draco y a Harry, para que no sospecharan de su relación. No tenían porqué ventilar sus intimidades.

Dumbledore acompañó a la puerta a los héroes y les agradeció por su cooperación asegurándoles que lo que dijeron era confidencial y que no revelarían nada que fuera privado.

Fuera del despacho, quedaron los dos chicos juntos.

Se miraron con un dejo de nostalgia, las jornadas de diversión y de acompañamiento mutuo habían terminado. Debían volver a la realidad, a sus respectivas casas. Harry, que había visto a Draco muy retraído en el despacho, decidió que lo mejor era darle tiempo, espacio para que pensara las cosas. Se giró encaminándose hacia la torre de Gryffindor, pero unas manos le detuvieron tomándolo por la cintura.

¿Adónde crees que vas¿Te irás sin despedirte?- y le besó el cuello.

Bien, después de todo Malfoy no parecía tan cohibido, de hecho estaba empezando a besarle como si aún el resto de la gente durmiera.

Draco... es-espera...- las manos del rubio se metieron en sus pantalones- ...deten-aaaahhh.

Malfoy lo miraba divertido, ya no se sentía apenado por que los profesores se enteraran de todo, ya lo sabían, no había vuelta que darle al asunto y no le contarían nada a su padre porque eso significaba poner en peligro al chico de oro. Además, estaban solos en el corredor, no perdería la oportunidad de estar con Harry antes de irse a su casa.

al-guien...puede...vernos- dijo entrecortadamente debido a los besos y caricias del slytherin.

¿Quién? El viejo debe estar demasiado ocupado buscando una forma de salir libre de este enredo y todos nuestros compañeros están en sus casas muy confundidos como para tener ánimos de salir a dar un paseo.

Harry lo besó de tal forma que lo obligó a retroceder un poco para luego separarse, quedando frente al rubio.

No...me siento cómodo...haciendo esto en un pasillo...menos frente a la oficina de...Dumbledore- dijo recuperando el aliento

Está bien- dijo algo desilusionado pero pronto su tristeza fue reemplazada por una radiante y pícara sonrisa- te dejaré ir, pero me la cobraré- Volvió a besarlo dulcemente y después de eso se fue.

Harry se dirigió con una sonrisa de oreja a oreja a su casa, el incidente con Draco le había dejado bien claro que el slytherin no necesitaba tiempo y que estaba presto a seguir.

Cuando entró a su sala común, nadie le dirigía la vista. No era solamente a él, casi nadie se miraba a los ojos. La mayoría de los alumnos ya se había ido a dormir, no necesariamente por que tuvieran sueño, sino porque trataban de no enfrentar lo ocurrido.

En la casa Slytherin las cosas no eran muy diferentes, los que permanecían en la sala común también estaban en silencio. Draco había considerado la idea de volver al baño con Myrtle, pero cuando recordó el desastre que ahí había, decidió que lo mejor era no regresar.

Suponía que sus compañeros de casa estarían más calmados y, aunque iba a ser difícil dejar de lado los hechos, sabía que no habían estado en control de sus actos. Aunque le seguía aterrorizando la idea de acercarse a Crabbe y Goyle, pues nunca creyó que le gustara a ellos. Cuando entró a su sala, un par de alumnos decidieron que era buen momento para ir a dormir, otros se concentraron misteriosamente en sus tareas y uno le pidió disculpas tímidamente. Subió a su habitación y cerró la puerta.

Miró su cama, se sintió un poco triste al pensar que dormiría solo, pero la idea de que ya vería a su Harry le puso de buen humor. Se tiró sobre ella, realmente era difícil estar separado del gryffindor, aunque fuese por una sola noche, y lo peor de todo era que debía calarse a esa manga de idiotas que ni siquiera eran capaces de enfrentarle ahora que estaban en sus cinco sentidos. Los había olvidado, debía cobrar venganza por lo que le habían hecho, o por lo menos, hacer muchos méritos para que él los perdonara. Se puso de pie y esbozó una de sus típicas sonrisas, decidió volver a ser Draco Malfoy, El Amo y Señor de Slytherin. Salió de su habitación tan compuesto como siempre, el orgullo Malfoy prevalecía, volvería a tener el control.

Bajó la escalera y Pansy estaba en su camino.

Córrete, me estorbas- le dijo mirándola fríamente, ella se quedó inmóvil sin saber como reaccionar ante él. Draco sonrió burlonamente- ¿ahora estás tan tímida, hace un par de días no me mirabas de esa forma...- sus ojos grises se tornaron amenazantes- no creas que será como si nunca hubiera pasado...- y mirándola con sorna, caminó hacia el sillón en el que generalmente se recostaba

Todos los presentes lo miraron extrañados luego su expresión cambió a felicidad al darse cuenta que el rubio les dirigía la palabra y actuaba con normalidad.

En su sillón encontró a un alumno de sexto año que al ver la mirada de Draco que exigía su asiento se paró inmediatamente. Malfoy estaba acostumbrado a exigir y a insultar a sus compañeros, pero también recibía insultos, amenazas y demaces de vuelta de algunos. Esta vez no era así, se sentían todos tan culpables por haberse acercado tan cachondamente a él que estaban haciendo todo lo que les decía en una forma muy sumisa. El slytherin se alegró por esto.

En la sala común de Gryffindor Harry había encontrado a sus amigos quienes estaban lejos de los estudiantes huyendo del clima decaído que cubría la casa. No parecían avergonzados de nada.

¿Cómo estás Harry?- le preguntó Hermione preocupada.

Harry no contestó. No los había visto desde la noche en que se había roto el encantamiento, por lo tanto ellos no sabían lo que les había ocurrido a excepción de que habían estado hechizados.

nos preguntábamos en donde estabas- le dijo Ron también preocupado al ver la cara larga del moreno

Estaba con Dumbledore- les dijo mientras se sentaba en el suelo.

¿Para qué te quería él¿Qué fue lo que hiciste durante el hechizo?

Harry les contó que él y Draco habían derrotado a Hotdeto, les dijo más o menos como lo habían hecho, les explicó de qué se trataba el hechizo y después de un rato en silencio confesó que estaba enamorado de Draco

¿Cuándo ocurrió eso!- para Ron eso era una ofensa, casi se desmayó cuando Harry le contó que se había acostado con Malfoy pero supuso que si lo había hecho era solo por asunto de vida o muerte.

Mientras ustedes estaban preocupados de ser una pareja feliz.

Hermione, que sintió un grado de rencor en las palabras del chico, se disculpó.

Lo siento Harry, la verdad es que el conjuro nos alejó de la realidad y no nos preocupamos de ti, pero debes saber que aún somos tus amigos y no te apartaremos de esa manera aunque sigamos siendo pareja.

¿Aún son pareja entonces?- Harry sonrió

Sí, el conjuro de Hotdeto fue un empujón para darnos cuenta que de estamos enamorados.

Potter se alegró por sus amigos y estuvo a punto de decirles que él también tenía pareja pero prefirió no contar nada, no estaba totalmente seguro de su relación con Malfoy.

Bueno, me voy a acostar. He tenido un día muy agitado- y al terminar la frase, el moreno subió a su habitación a dormir, muy a su pesar, solo.

Al otro día, todo volvió más menos a la normalidad, cada casa enfrentó su recuperación de diferente manera.

Los alumnos de Hufflepuff, en un principio, se sentían cohibidos pero sus sentimientos de fraternidad los unieron rápidamente.

En Ravenclaw se tomaron las cosas con calma, entendían que el hechizo era el culpable de cualquier acción que no quisieran reconocer, aunque esto les sirvió para animar sus vidas y acordaron tener varias fiestas más en el año.

Los estudiantes de Slytherin, en su habitual comportamiento, considerarían esos hechos como parte de una fiesta extrema, pero tomando en cuenta que trataron de follarse al prefecto intocable, esto se hacía un tanto dificultoso. Las cosas se fueron normalizando al darse cuenta que sólo debían complacer al afectado, haciendo lo que se le viniera en gana y contrariándolo al mínimo.

Los chicos de Gryffindor, apenados en un principio, se pusieron de pié y decidieron dejar el pasado en el pasado y seguir con sus vidas, a fin de cuentas, todos se habían visto involucrados.

Naturalmente no todos se avergonzaban, se armaron nuevas parejas, se rompieron otras y se descubrieron nuevas "amistades". Las tendencias sexuales de varios alumnos salieron del closet, como Parvati y Lavender que, después de lo ocurrido, ya no se preocupaban del que dirán (no es que alguien estuviera en posición de decir algo) y ventilaron su relación.

Todos los alumnos se encontraban expectantes en el Gran Comedor. Se les había dicho que en la cena, se les explicaría lo que realmente había ocurrido en Hogwarts, la verdad. Los estudiantes barajaban bastantes hipótesis sobre lo que les había sucedido, pero ninguna se acercaba realmente a la realidad. Es mas, las historias que recorrían los chismosos pasillos de Hogwarts eran, por decir lo menos, imposibles. En aquella cena, el respetado director se dirigiría a ellos para dar la preciada información, pero como siempre, se había hecho de rogar bastante. Luego de comer dos platos de estofado, tres de ensaladas y una descomunal cantidad de postres,(en lo que demoró más de dos horas), Dumbledore se dignó a hablar:

Jóvenes, es mi deber informarles lo que sucedió en nuestro querido colegio. Bueno, antes de comenzar, creo que tengo que decir que este es un caso especial, jamás había pasado algo así y que no volverá a ocurrir. No hay que culpar a nadie, todos somos inocentes y no debemos juzgar...(luego de 15 minutos de rodeo innecesario, McGonagall le hizo notar que los alumnos estaban bostezando y que fuera directo al grano). Lo que ocurrió realmente fue que nos vimos envueltos en un pequeño hechizo, el cual consistía en hacer que todos los miembros de nuestra comunidad nos sintiéramos confundidos y desorientados (cachondos pa´ más señas) para así apoderarse de nuestro colegio. Creo que muchos ya podrán adivinar quién fue el causante de esto pero para los más lentos les diré... Fue Voldemort.

Ante esto, los alumnos no dejaron esperar sus quejas y comentarios, con lo cual, el salón se lleno de murmullos, los que fueron acallados por el profesor Snape, de una manera no muy amable. El vejestorio continuó:

Mediante unas plantas afrodisiacas, Voldemort planeaba tomar control de Hogwarts. Lo que no sabía, era que estas tienen un tiempo limitado y que después de unos días, su efecto desaparece. No las pudimos identificar antes ya que son muy parecidas a unos helechos que abundan en nuestro bosque oscuro. No teman, ya el señor Filch se encargó de quemarlas todas y no queda una sola en el colegio.

Unos alumnos mostraron cierto interés por las plantas y otros se preguntaron como las habían introducido al "inexpugnable" internado.

Los "helechos" fueron plantados en Hogwarts el año pasado por el mortífago Andrew Báltica. ¿Lo recuerdan?

Ante la mención de ese nombre aumentó el murmullo en la sala. Nadie podría olvidar lo que ese tipejo les había hecho. El director trató de hacerlos callar y prosiguió.

No se preocupen, todo esta bajo control ahora y en lo único que deben pensar es en terminar bien este año, ya que últimamente ninguno ha puesto mucho empeño en sus estudios y...- con una sonrisa bastante desagradable, remató- bueno, ustedes deben imaginarse que tendremos que exigirles el doble para ponerlos al corriente en sus clases, pero no. De hecho, les exigiremos el triple ya que no tenemos tiempo que perder. Y no es chiste.

Los estudiantes no sabían como reaccionar. La mayoría quería subir a la mesa de profesores y sacarle los ojos al p... director, mientras que otros, no sabían si ponerse a reír o a llorar.

Momento jóvenes, creo no haberles dicho que tendrán clases de recuperación el día sábado y domingo, comenzando desde esta semana... Bueno, sigan con su deliciosa cena.

Pero ¿ y las actividades del fin de semana?- inquirió una chica de quinto año, con lo que el salón estalló en quejas y preguntas varias.

Bueno, las actividades se cancelaran ya que el tiempo apremia y el canto no es lo más importante, sin contar con que ninguno era lo suficientemente bueno como para vivir de ello- antes de que los alumnos empezaran una nueva ronda de quejas e insultos, el respetable anciano continuó:

Además, el profesor Iarakat decidió retirarse al ver que sus horas de enseñanza se verían reducidas a dos por semana.

Luego del elocuente discurso, el viejo se volvió a sentar y retomó su comilona, ignorando las quejas del alumnado y las miradas aturdidas de los demás profesores, tal parecía que estos tampoco estaban informados de las clases de recuperación.

Ya fuera del salón, los alumnos se dirigieron lentos y apesadumbrados hacía sus casas. Desde ese momento, todo sería aún más difícil y debían dormir bien para poder rendir al máximo los siguientes meses.

Andrew Báltica fue un mortífago que se infiltró en Hogwarts en el sexto año de Harry. Era muy recordado ya que, disfrazado como estudiante, intentó hacer volar el colegio. No lo logró, pero el resultado fue una intoxicación masiva por el humo que dejó a todos internados en el hospital mágico durante dos meses. El problema mayor, fue que también tuvieron que recuperar clases y en todo ese tiempo, no hicieron más que estudiar (chao fiestas, salidas a Hogsmeade, etc). A todo esto, el director, para variar, no se dio cuenta del intruso hasta que Potter y Cia. lo derrotaron.