(No se que capítulo es este �� Como siempre)

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Iliana apareció repentinamente en su ya tan conocida habitación. Se tambaleó y hubiera caído violentamente al piso sino fuera por que, instintivamente, su mano se sujetó del buró al lado de su cama.

Logró sacarse algo de ropa, y cayó rendida en su cómoda cama, totalmente exhausta. Antes de sumirse en un sueño profundo, y por primera vez tranquilo desde hace algún tiempo, percibió una voz masculina dentro de su cabeza.

"Demasiada magia para una noche... Demasiada para un principiante"

pqpqpqpqpqpqpqpqpq

Después de mucho menos tiempo del que la joven hubiera querido, una silueta oscura entró en la habitación y abrió las cortinas mientras profería una exclamación alegre.

"�¡Buenos días! Ya es hora de levantarse para ir a la escuela"

"Nnnnnng" fue toda la respuesta proveniente del bulto escondido entre las sábanas, tratando de ocultarse de los raudales de luz que entraban por la ventana. "Mam�, tengo mucho sueño... por favor..." suplicó.

La madre, impasible, se acercó a su hija y retiró las sábanas de un jalón. Iliana, se encogió, apretando las piernas contra el pecho, como si tratara de ocupar el mínimo espacio posible.

"�¡Iliana!" exclamó nuevamente la mujer, empezando a impacientarse. "Ya es hora de... ¡Dios mío, hija!" gritó, esta vez de asombro.

La cara de la adolescente estaba de un color ligeramente ceniza. Surcos negros marcaban sus ojos cerrados con fuerza.

"¿Pero...¿Qué te pasó¿Te acostaste muy tarde?"

"No me podía dormir" mintió, aún con los ojos cerrados.

Justo cuando empezaba a sentir que se dormía de nuevo, sintió una presencia fría y desconocida bajo el brazo.

"Mmm..." gruñó

"Solo veré si tienes temperatura" llegó distante la voz de su madre.

Cuando empezaba a soñar de nuevo, sintió una mano fría retirándole el termómetro de debajo del brazo.

"No tienes temperatura... Pero pareces muy cansada"

"Estoy bien.. Puedes ir a trabajar, no te preocupes.." logró articular Iliana, antes de que su mejilla izquierda cayera nuevamente sobre la almohada. Y no supo más.

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Iliana abrió lentamente los ojos, sin ninguna prisa. Echó una ojeada en rededor de un lugar que reconoció después de unos momentos como su habitación.

Se talló los ojos y, sentándose en la cama, soltó un gran bostezo, estirándose al mismo tiempo.

Suspiró y se dejó caer nuevamente sobre el colchón. Cuando consideraba la opción de dormirse de nuevo, una mano fría y desconocida se posó sobre su frente, sobresaltándola sobremanera.

Abrió los ojos de golpe, solo para encontrarse de lleno con un par de ojos de fuego.

�¡Aaaaaagh! –gritó, sobresaltando al demonio, al tiempo que se tapaba la cara con las manos.

No tienes por qué gritar así. –se limitó a decir Tala.

Pero... eh... ¿Qué...? –silencio -¿qué haces aquí?

El demonio la miró fijamente, en silencio.

No estoy aquí por voluntad propia.

Silencio. Otra vez.

Eso no es una respuesta.

Mirada. Silencio gélido.

Suspiro.

Estás en mi habitación, así que tengo derecho a saber por qué estás aquí.

Mirada.

Para asegurarme de que no hagas nada estúpido.

Silencio indignado.

No he hecho nada estúpido últimamente.

Queremos asegurarnos de que siga así.

Silencio incómodo.

¿Por qué tu?

Eso quisiera saber. Hacer de niñera no me agrada.

¿Ah?

Enfado palpable.

¡Yo no necesito una niñera!

Es obvio que Ellos no piensan así.

¿Quiénes?

Ellos.

Oh...

Hm.

Y se supone que ahora me vas a acompañar por ahí?

Hm.

No creo que a mi mamá le agradre mucho la idea de que uno de los peores demonios del infierno me siga, sabes?

Gracias por el cumplido. –mirada gélida –pero es obvio que tu madre humana no lo sabrá.

Oh. Perdona –ironía –pero ¿cómo es que no lo sabr�? No eres muy pequeño, ni muy común por estos lares¿lo sabías?

Claro. No soy un patético humano.

Ya. Esta vez creo que soy yo la que tendría que agradecer ese cumplido...

El terrible demonio se encaró a Iliana, y esta no pudo evitar sentir un escalofrío recorriéndole la espina dorsal.

Para su sorpresa, Tala agitó ligeramente las alas negras de murciélago, que adornaban su espalda, y antes de que la joven se diera cuenta, el demonio media cerca de tres pulgadas como máximo.

¡Oh! ¡Kawaii! –exclamó, sin poder evitarlo. La figura en miniatura del demonio proveniente de las más profundas legiones del infierno, se veía adorable convertido en un pequeño chibi de gélida mirada, que probablemente en esos momentos deseó asesinar a la dueña de esas palabras, para él tan ofensivas. –Entonces así es como mi mamá no sabrá de tu existencia! –el diablo asintió. –Em... –ahora que veía a Tala en miniatura, no le parecía desagradable. –Te llevaré en mi mochila o algo por el estilo?

Hubo un silencio que se sintió como agujas sobre la piel.

Iliana entendió que lo mejor sería no volver a preguntar eso. Ya se las arreglarían.

Ahora –dijo Tala, con el mismo tono helado de siempre –vístete, quieres?

Ah? –la joven dirigió su mirada plateada hacia si, y no pudo evitar (a pesar de que trató con todas sus fuerzas) que la sangre se agolpara en su cara.

Estaba apenas vestida con unas pantys y una camiseta.

Lo.. lo siento... –se disculpó, avergonzada, antes de correr hacia el baño.

Hubiera jurado el haber escuchado una risa dentro de su cabeza.

Una figura oscura salió hacia la luz, pero sus pupilas no se contrajeron.

Alas negras fueron agitadas por el viento, y una pluma color ébano voló hacia la lejanía.

Me pregunto... Si realmente eso es lo mejor para ella...

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Yupp! Ya se, muy cortito! Y me tarde mucho en actualizar, gomen nasai n.nn

Últimamente no he tenido mucho tiempo para escribir, además de que una vez que estaba escribiendo, se me borró todo po que se jue la luz TT.TT que desgracias me pasan a veces, buuuuhuhu (lora desconsoladamente)

Bueno, suficiente n.n Quero agradecer a todas las personas que me dejan un reviewcito non!

Y les aseguro, un review no me molesta en nada non! Aunke traiga criticas y/o insultos, no importa, dejen unoooooooooo!

Y ahora...

El momento...

Piken GO!