SHIKON NO TAMA

Capítulo 10: Los 7 Guerreros

No había pasado más de dos horas desde que salieron del Templo de Kaede. Kuwabara se quedó junto con Sango, Miroku, Shippo y Kirara en el pueblo de la sacerdotisa. Aunque Kazuma insistió varias veces en ir con ellos, no se lo permitieron. Exceptuando Hiei que no lograron convencerlo para que se quedara.

Kurama suspiraba y aún no comprendía porque era tan terco ese pequeño demonio de fuego. Pero... su presencia cerca de él lo hacía alegrar, era mejor que no verlo por un tiempo y no estaría tan preocupado.

Vio como el youkai se sacaba con cuidado el vendaje de su brazo herido. No había mucha diferencia del tamaño que tenía hace unas horas, pero de que había crecido algo era seguro. Hiei gruñó bajo y se volvió a vendar. Esto hizo que Kurama se volviera más preocupado.

-"Encontraré la cura a toda costa, aunque arriesgue mi vida por hacerlo". - Pensaba Kurama.

InuYasha estaba pensativo. Hace unos instantes sintió olor a sangre humana, pero no dijo nada ya que no estaba seguro si era de demonios o de humanos... seguramente era una guerra entre ellos. Así permaneció callado, nadie lo notó.

Los jóvenes habían hecho un largo recorrido y ya suponían que estaban en la zona correcta donde se encontraba la cura para el veneno.

Sin haber pasado mucho tiempo, encontraron a un grupo de jovencitas recolectando frutos de los árboles de allí. Ellos se acercaron y les preguntaron en donde podrían encontrar la Planta del Guazú, pero lamentablemente ninguna supo responderle.

-¡Esperen! ¿Me podrían decir las características de esa planta?. - Una joven dijo de repente. Yusuke se alivio al escuchar que alguien por lo menos quería ayudar.

Luego de explicarlo aproximadamente como era, la chica meditó un momento. Luego, recordó algo...

-Ahhh, a la que se refieren ustedes es al Copihue. - Kurama y los demás asintieron... habían olvidado de que también tiene otro nombre. - Pues tienen suerte. Esa planta, misteriosa para nosotras, se encuentra en la Montaña de la Purificación. Llegarán al lugar si siguen derecho por este camino. - Les señala el lugar. - Pero tengan cuidado, hay rumores de que los espíritus de unos demonios guerreros han despertado y andan causando problemas en los pueblos alrededores de ese cerro.

Kurama le agradeció por la información y junto con los demás fueron hacia el lugar mencionado por la chica. Espíritus de demonios guerreros... le era familiar ese apodo para el pelirrojo. Pero tal vez no...

InuYasha y Aome habían permanecido callados todo el tiempo. Eso le extrañó a la joven porque generalmente siempre tenía discusiones o quejas por parte del perro demonio.

Yusuke bostezó. El camino era más largo de lo que se había imaginado. Pero todo era porque sus amigos fueron envenenados y si no buscaba rápido la cura, no quería imaginarse las consecuencias.

Volteó para ver al demonio de fuego. Su mirada cara vez estaba peor. Empezaba a respirar con dificultad y se notaba MUY cansado. Eso le dio un mal presentimiento.

-Hiei, ¿estás bien?. - Le preguntó con mucha preocupación. Kurama y los demás escucharon y pasaron su vista hacia la del pequeño.

-Hn, claro que lo estoy. - Dijo haciéndose el fuerte. Yusuke puso una cara de "si-como-no". Aome no pudo evitar ver la enorme preocupación de Kurama y sacó de la mochila que llevaba una pequeña botellita. Al parecer era un remedio, notaron los demás.

La chica se acercó y le pidió que se sacara el vendaje. Al principio Hiei se había negado, pero al sentir una mirada de suma preocupación por parte de su zorro, se lo sacó sin decir nada.

Aome sonrió al ver que el niño había obedecido, pero claro, era obvio que lo hacía por alguien que quería...

Yusuke dio unos pasos más y de repente InuYasha se le adelanta rápidamente con la cara seria.

-¿Qué pasa? - Dijo Yusuke cuando InuYasha se agachaba como un perro y olfateaba el suelo.

-Este olor... huele a cadáveres con tierra. - Respondió con repugnancia. El tantei frunció el ceño. Una presencia... no, varias presencias se sentían no muy lejos de ahí.

Aome se sobresaltó al sentir algo más.

-Siento varios fragmentos de la perla. Están cerca de aquí... Oh no, ¡se están acercando!. - Dicho esto Kurama y Yusuke se prepararon para cualquier ataque sorpresa. InuYasha sonrió al igual que Hiei, quien no le importaba luchar a pesar de su grave herida.

No pasó ni dos minutos cuando cuatro personas al parecer encima de un hombre-tanque o "cosa rara" aparecieron. InuYasha se tapó la nariz.

-Así que son ustedes los que despiden ese olor a cadáveres con tierra... - Uno de ellos que aparentaba ser el jefe y el más fuerte de todos sonrió.

-Así es. Ustedes deben ser lo que buscamos... -Dijo el joven misterioso.

El grupo de los chicos fruncieron el ceño sin decir nada.

-Nosotros somos los Siete Guerreros que hemos vuelto del infierno para vengarnos y divertirnos. Mi nombre es Bankotsu, el líder y el más fuerte de todos mis hermanos- Dijo presumidamente el líder del equipo.

Kurama notó una cosa rara entre ellos...

-¿Dijiste los Siete Guerreros? Si solo son cinco, además escuché que un grupo militar, hace 50 años atrás, le habían cortado la cabeza a los Siete Guerreros. ¿Cómo es posible que ustedes lo sean si ya están muertos? ¿Quién los revivió?. - La pregunta de Kurama fue astuta, según lo pensó Aome y Yusuke. Ellos también había escuchado algo así de las jovencitas que anteriormente habían pasado.

-No se, no tengo idea de quien nos revivió... Pero justamente tienes razón, nosotros SOMOS los 7 guerreros. - Respondió el líder. Aunque su expresión decía lo contrario, seguramente lo estaba ocultando. ¿Por qué lo haría?. - Pero somos solo cinco porque a mi hermano Kyokotsu lo asesinaron ustedes mismos.

Dicho esto, todos los chicos quedaron confundidos. ¿Ellos lo asesinaron? ¿Cuándo sucedió? ¿Y quién era?. Bankotsu mostró una mirada de enojo.

-Ustedes lo asesinaron. ¿Qué, acaso no se acuerdan?... Mi hermano era aquel enorme "youkai" que tenía incrustado uno de los fragmentos de la perla en su puño derecho. - Ante su comentario, Yusuke y los demás recordaron a quien se refería.

Si, era ese monstruo enorme al cual InuYasha le había costado vencerlo. Pero gracias a que Yusuke y los demás aparecieron en el momento exacto, lograron sacarle el fragmento y hacerlo polvo

-Y mi hermano Suikotsu aún sigue dormido. - Cada vez dejaba más confundido a los chicos. Pero si estaba dormido era una pequeña ventaja, suponían. Por ahora eso no importaba.

Al instante notaron algo especial. Sus miradas quedaron viendo una enorme espada que sostenía el guerrero... emanaba un brillo y un poder espectacular.

Bankotsu notó que todos miraban a la espada que llevaba a manos. Sonrió. - Ésta es mi espada Banryu... esos idiotas si que la dejaron brillante, no creen? - Comentó el guerrero mientras admiraba su brillante y gran espada.

Al parecer ese olor a sangre que InuYasha había sentido anteriormente, era de los humanos de una aldea pequeña, siendo asesinados por él y los demás. Aunque le extrañó que él y sus hermanos no tuvieran ni una gota de sangre

Los demás guerreros, entusiasmados por luchar, también se presentaron.

-Yo soy Mukotsu, soy el experto sobre la creación y usos de venenos. - Su apariencia ya decía todo: era el ser más feo de los Siete Guerreros. Usa una especie de trapo que cubre la mayor parte de su rostro, dejando a vista sus enormes y feos ojos. Además de ser más enano que Hiei, su altura era y el cubrimiento de su rostro eran ideal para evitar la aspiración de los venenos hechos por él mismo.

Aome sintió escalofríos cuando el guerrero pegó su vista hacia la de ella.

-Yo soy Renkotsu... - Dijo simplemente el guerrero pelado y el que vestía en forma de Monje. Su hermano, Bankotsu, gruño al ver que Renkotsu no decía nada más.

-Él es algo tímido. - Interrumpió Bankotsu. - Aunque, claro, él es el más inteligente de todos. - Continuó sonriéndole a su hermano, quien éste bajo la vista algo avergonzado.

InuYasha y los demás seguían en silencio. Estaban bajo precaución, si se distraían aunque sea un segundo, quien sabría lo que aquellos seres misteriosos podrían hacer.

-Este que se parece a un montón de chatarra también es mi hermano Ginkotsu. No es de hablar mucho, pero es una gran ayuda para transportarnos. Jajaja!! - Continuó largando una carcajada. Renkotsu se avergonzó. Si que a veces es fanfarrón y tonto, pensaba Renko.

-Y por último, él es...

-Yo soy Jakotsu! Mucho gusto InuYasha!! - El joven se presentó muy alegre, dejando en seco a Bankotsu pero riéndose por su forma de presentarse. Jakotsu fue hacia InuYasha y le tomo la mano. Los demás quedaron mirando extrañados. El guerrero miró de forma... enamorado? a Inu.

InuYasha sintió escalofríos. Jakotsu no pudo evitar admirar su belleza y alegrarse más.

-InuYasha, eres un demonio mitad bestia HERMOSO! Ohh, me haces derretir... ¡Qué encantadoras orejitas! ¡Y que suave es tu cabello!.- Decía mientras lo tocaba por todos lados (oo). InuYasha se quedó pálido y petrificado al sentir las manos del rarísimo guerrero Jakotsu. Al instante el perro demonio se alejó asustadísimo.

El guerreo quedo con una sonrisa altamente feliz en su rostro.

-Hn, que estúpido...- La voz gruesa del youkai hizo que Jakotsu se diera vuelta y viera otra belleza a parte de InuYasha. ¡Pero que ser tan precioso acaba de ver!.

En un abrir y cerrar de ojos, al igual como lo hizo con InuYasha, fue hacia Hiei y empezó a abrazarlo, a acariciarle su cabello, a decirle lo bello que era.

Hiei, también pálido y petrificado, corrió hacia donde estaba InuYasha. Pero luego trataron de huir cuando el guerrero Jakotsu quiso atraparlos y tenerlos bajo su rarísimo "amor" hacia ellos.

Kurama y Aome no se dieron cuenta de los celosos que estaban. Miraron de manera MUY fea al líder del grupo, a Bankotsu.

Éste simplemente rió, diciéndoles que Jakotsu era así y que no dejaba escapar a nadie que le gustase, sino hasta que quedara satisfecho y lo matara.

Dicho esto, Kurama y Aome no soportaron más sus celos y se prepararon para atacar: Kurama preparó su Látigo de Rosa y Aome su arco y sus flechas, con su poder de sacerdotisa.

Yusuke permaneció callado y bastante confundido. Pero ya que estaba ahí y tenía ganas de luchar, sonrió y se puso en posición de ataque. Total luchar contra alguien fuerte era muy divertido.

-Ey!. Esperen, nosotros no hemos venido a luchar con ustedes. No todavía... - Los tres jóvenes se detuvieron y se preguntaron qué era lo que querían estos. - Que raro, pensé que eran además del perro y de la chica sacerdotisa, un Monje y una Exterminadora... Pero yo veo a tres desconocidos aquí.

Eso si que fue una sorpresa. Ya los conocían... era seguro que el que los revivió fue Naraku (Pensó Aome), además por los fragmentos que llevan todos los guerreros y volver a la vida de la nada. ¡Esto era obra de él!.

-¿Dónde están ellos? - Continuó Bankotsu. Yusuke se intrometió a la conversación.

-Nosotros tampoco sabemos a donde están. - Respondió de forma burlona. El detective sonrió cuando Bankotsu gruñó bajo, pero igual se escuchó.

-Esta bien, no me interesa. Ahora discúlpennos pero debemos irnos. Tenemos asuntos pendientes que hacer. ¡Ey! Jakotsu, suéltalos que no es el momento de jugar. - Se vio a un Hiei y a un InuYasha siendo sujetados, como un niño sosteniendo a sus mejores muñecos y abrazándolos fuertemente para tratar de que sea para él y para siempre. Sus rostros suplicaban un "ayúdennossss T0T".

-No quiero! ¡Yo los quiero para mi y no los soltaré hasta que sean míos! - Yusuke, Kurama y Aome esperaron con paciencia de que se fueran de una vez por todas. Y en especial Aome y el pelirrojo, que YA querían que ese maldito desgraciado aprovechador de... ejem, los soltase ahora mismo (xDD).

Bankotsu y sus hermanos suspiraron. Nunca cambiará ni aunque esté muerto u.u. De repente a Bankotsu se le ocurrió una idea. Fue hacia su hermano Jakotsu y le susurró algo en el oído, solo para que él solamente le escuchase.

Jakotsu demostró mucha alegría y sonrió maliciosamente. Finalmente iba a conseguir lo que quería.

-Bueno, ahora si nos vamos y nos veremos nuevamente. Pero cuando nos veamos podrán tener esa lucha que tanto ansían.

Bankotsu miró a Mukotsu, y con una leve afirmación con su cabeza, éste sacó algo que tenía guardado y lo tiro hacia el suelo en donde se encontraban Yusuke, Kurama y Aome. De repente una nube de neblina hizo que los tres jóvenes se quedaran por unos segundos ciegos.

El humo fue intenso y le costó algo poder ver a los tres. Cuando ya se dispersó la neblina, Los guerreros y ni siquiera InuYasha y Hiei se encontraban ahí.

Kurama, al igual que Aome y Yusuke, gritaron los nombres de ambos desaparecidos, en vano.

Ese de Jakotsu seguramente los secuestró. Y Ahora además de la hierva curativa deberán rescatar a Hiei y a InuYasha... ¿Por dónde empezar? ¿Que querrán de ellos los guerreros?

CONTINUARÁ...


Veamos, este cap me salio algo raro O.o. Trate de ponerle un poco más de humor haciendo que Jakotsu fuera más... digamos que caprichoso n.n. Bueno, supongo que ya me entendieron...

Agradezco los reviews de Kari Ishikawa (Que por cierto le mando un saludo enorme n.n), Suisho Haruka, Mari, Katsu, Gilraen-Fefalas-90, Naomi Hiwatari, y Bunny Saito (También un saludo de i parte ;P). Muchas gracias por paciencia y recuerden: Opiniones SINCERAS, y claro, el review que alimenta y da energías para los animos -, jejeje.

No se olviden visitar mi sitio dedicado a Yu Yu Hakusho: www.eyyh.tk

Hasta el próximo chapter!!!