Batalla Final: Digimon Crossover

Capítulo 9

Memorias del Pasado, Parte I

Notas: De ahora en adelante, me referiré como Taichi al Niño Elegido del Anime y como V-Taichi al V-Tamer del Manga, para evitar confusiones.

Ryo cerró sus ojos y volteó hacia la pared. No quería mirar a Ken, no ahora. Milleniummon... La otra mitad de Cyberdramon, su camarada... Fue él quién le inyectó la Semilla de la Oscuridad a Ken. Y todo había sido culpa de Ryo. Si sólo hubiera sido más veloz, más atento...

"Ryo..." Ken se acercó.

"Milleniummon..." Ryo no escuchó las palabras de Ken. Se hablaba a sí mismo, como si alguien a través de esa fría pared de hierro estuviera escuchándolo.

Yamato estaba desconcertado. "Tú... tú luchaste, contra tu propia camarada? Es decir, tu enemigo terminó siendo tu compañero Digimon?"

Ryo soltó una carcajada sarcástica. "Milleniummon es el perfecto modelo de un compañero Digimon. Me sigue a todos lados y no se separa de mí. Destruya a sus enemigos sin titubear. Es totalmente leal a sus principios." Pero, aunque se río, dijo esto en un tono oscuro y callado.


"Algo muy extraño está pasando," dijo Hiroshi.

"Y apenas te das cuenta?" responde Taichi.

"Puedo sentirlo," dice Takuya. "Algo se acerca. O alguien. Alguien poderoso, y no es un Digimon."

"Y cómo lo sabes?" le pregunta V-Taichi.

"Puedo sentirlo," repitió, sin decir más.

"Es Takeshi," dice Hiroshi. "Pon fin ese desgraciado va a dar la cara."

"Todavía no he podido entender que quiere ese tal Takeshi con nosotros!" exclamó Daisuke. "Nos envía una cantidad de monstruos a que nos ataquen, y luego quiere que nos aliemos?"

"Takeshi está reuniendo a todos los Tamers de las cuatro dimensiones."

"Qué... qué dices?" dijo Taichi. "Que está reuniendo a Tamers?"

"Y también a los Elegidos. Los Doce Elegidos."

"Nosotros," concluyó Taichi. Hiroshi asintió.

"Y entonces también a los Guerreros Legendarios," agregó Takuya.

"De ellos nunca he escuchado," dijo Hiroshi, "pero ya sé que son ustedes. Tú, y Minamoto, y todo su grupito, junto con Tomoki, no?" Takuya bajó la mirada.

"Y para qué nos quiere reunir?" pregunta V-Taichi.

"Porque," responde Hiroshi, "en este preciso momento Demon está haciendo exactamente lo mismo con sus aliados."


Impmon se levantó con esfuerzo. Se sentía débil, tal vez demasiado. No pudo recordar lo que había pasado.

El cuarto estaba negro, pero iluminado. Miró a su alrededor, y lo vio.

Era un Digihuevo, blanco con rayas amarillas.

El Digihuevo de Leomon.


"Creo que estas paredes deben de tener alguna clase de mecanismo... Quisieras ver, Lee?"

Koushiro volteó la cabeza hacia donde Jenrya, quien también se acercó y tocó con sus manos la fría pared.

"Es normal que alguna cosa extraña pase," dijo Jen, "pues estamos en el Digimundo."

"Pero..." Koushiro recostó su espalda en la pared. "Este no es el Digimundo que yo conozco. Antes de llegar aquí... recuerdo haber visto grandes rayos de luz que tocaban la tierra al salir de un sol azul-verdosco."

"Ese es el Mundo Real, que flota encima del Digital," explico Jenrya. "Por eso te digo, esto es el Digimundo. Cualquier cosa imprevista podría pasar. La primera vez que vinimos, descubrimos que todo aquí es producto de la información que hay en las redes, y por esa razón hay que estar listo para todo lo que pueda suceder. Una vez, Takato, Terriermon y yo quedamos atrapados en la mitad de un océano."

"Ah, sí? Y cómo hicieron?" preguntó intrigado Koushiro.

"Descubrimos que no era agua lo que llenaba el mar, y pudimos respirar," explicó Jen, dejando a Koushiro con una mirada muy confundida.

"Eso no pasaría en nuestro Digimundo," dijo Koushiro.

"Por lo que he podido ver, su Mundo Digital se parece más a nuestro Mundo Real."

"Y cómo es tu Mundo Real?"

"Pues, eh, yo vivo en un gran edificio al oeste de Shinjuku," explicó Jen. "Shinjuku... sabes donde queda, no?"

"Pues claro que sé donde queda."

"Entonces es justo como lo supuse," dijo Jen. "Geográficamente, nuestro Mundos Reales deben ser iguales."

"Ya que lo dices... Bueno, sigue."

"Pues yo... estoy en sexto grado de escuela elemental. Estudio en un colegio cercano a mi casa, junto con Takato, Juri, Hirokazu y Kenta. Aunque no estoy en la misma clase que ellos. Tengo tres hermanos."

"Tres!" exclamó Koushiro.

"Sí. Yo soy el tercero de cuatro. Shiuchon es la menor. Mi hermana Jaarin es tres años mayor que yo, y Rinchei tiene 18. Y que hay de ti?"

"Pues yo... yo vivo en Odaiba, con mis padres. Soy..." Koushiro buscó las palabras correctas, pero al final sólo se decidió por lo más obvio. "Yo soy hijo único." Lo cual es verdad, se dijo a sí mismo. "Vivimos juntos mis padres y yo. Ah, sí claro, y también Tentomon. Por cierto, dónde te encontraste por primera vez con Terriermon?"

Lee fue sincero y espontáneo en su respuesta. "En un regalo de Navidad que me dio mi padre."

"Cómo así?" Ahora Koushiro estaba más confundido que nunca.

"Mi padre me regaló un juego de video de Digimon de Navidad hace unos años."

"Verdad que en tu mundo, Digimon es un juego, no?"

Jen asintió. "En ese juego, elegí a Terriermon como mi compañero. Después de ciertos enredos de cables y varias malconfiguraciones del sistema, salió de la pantalla como un si saliese de una puerta."

"Valla, que extraño. Digimon de un videojuego. Eso le gustaría a Taichi, o a Daisuke."

"Daisuke... Qué chico tan extraño, sabes? Al principio, creí que era como Takato, pero me di cuenta de que no se parecen en nada. Quién es él?"

"Lamentablemente, es el mismísimo Taichi nacido dos veces. Son impulsivos, instintivos, nunca crean planes que sirvan. Pero son los que mantienen al equipo unido, de cierta forma. Cuando primero vinimos al Digimundo, Taichi desapareció, y todos nos separamos. Fue sólo cuando Taichi volvió que nos pudimos reunir para derrotar al enemigo."

"Taichi Yagami... Ryo me contó sobre él. Dice que es el más grande de todos los Tamers, y de eso, el primero. Me dijo que lucha junto a su camarada, Agumon, desde hace muchos años, y además, que fue la primera persona, junto con Yamato Ishida, en lograr la evolución Jogress de dos Digimon."

"Tu amigo Ryo exagera. Si es que él fue el único que pudo derrotar a Milleniummon. Ni siquiera el poder de los Ocho Niños Elegidos fue capaz de hacerlo..."

"Milleniummon? Nunca he oído hablar de ese Digimon."

"Ryo no te lo ha comentado?"

Jen negó la cabeza. "Ryo es callado en lo que concierne su pasado. Aunque creo que Hirokazu sabe algo... Una vez mencionó algo sobre 'un cristal en Wonderswan' refiriéndose a Ryo. Hirokazu malgasta demasiado dinero en videojuegos, tarjetas de batalla, y revistas Manga. Y todo de Digimon."

"Un fan?"

"Eso sería subestimarlo. Deberían decirle el 'más grande de todos los Digi-fanáticos'."

"No es eso demasiado?"

"Tienes toda la razón."


"Tengo que encontrar a Juri," dijo Impmon entre gemidos mientras intentaba caminar con un pequeño Punimon entre sus brazos.