ANGEL DE LA VIDA, ANGEL DE LA MUERTE
Siento haberme retrasado tanto, pero he tenido muchas cosas que hacer, para compensar este capitulo que es bastante largo y provechoso, el más largo que he escrito nuca, la canción es de Amaral, un grupo español, es mi primer song-fic así que no me maten. Gracias a todas las que me leéis de veras, espero que os guste este cap.
CAP9: NUESTRO FIN DE SEMANA
La semana paso volando, Hermione cumplió su palabra para con Draco y no salió otra noche de caza, paso mas tiempo con sus amigos a los que había dejado algo descuidados pero sobre todo esperaba ansiosa sus noches en la sala común con Draco, con el que hablaba de todo hasta que el sueño les vencía. Era increíble como en tan poco tiempo su enemigo, el único que la había hecho llorar en el colegio, con el único que había sacado su mal genio, fuese ahora uno de sus mejores amigos, sentía que el tiempo a su lado era el mejor aprovechado y no sabia porque, pero claro por su puesto nadie sabia nada de eso, debían guardar las apariencias. Por eso durante toda la semana deseo que llegase el viernes y con él su gran escapada, donde podrían disfrutar de todo el día sin importar quien los viese.
Y por fin llego el día. Hermione se levanto y se dirigió hacia el baño común para tomar un baño y arreglarse. Draco estaba aun dormido cuando Hermione llamo a la puerta de su habitación.
Vamos perezoso que ya son las nueve de la mañana y hay que bajar a desayunar y a informar de que no iremos el fin de semana a Hosmeadow.
Solo un rato mas, por favor!.- dijo este somnoliento.
No, Draco, venga levántate, sino nada saldrá bien.
Esta bien, vale, cinco minutos y estoy en la sala común.
Bien, pero no tardes ehh!
Nooooo
El chico cumplió su palabra y bajo a la sala común en los cinco minutos prometidos, allí planearon los que harían.
Después de desayunar cado uno ira con sus respectivos jefes de casa y les diremos que nos quedamos a estudiar, luego haremos lo mismo con nuestros amigos, nadie sospechara nada puesto que cursamos mas asignaturas que los demás y tenemos mas deberes puesto que somos premios anuales, nadie pondrá ninguna pega. A las cuatro de la tarde quedamos en este mismo sitio para coger el equipaje e irnos.
Como usted diga jefa!.- dijo gracioso Draco poniéndose una mano en la frente a modo de saludo militar.
Hermione le tiro uno de los cojines del sillón y salió por la puerta.
Cada uno hizo lo que ya sabia. Hermione hablo con sus amigos y estos no pusieron ninguna pega, ya sabían como era su amiga, después hablo con Mcgonagal que la miro con una profunda expresión de admiración, de verdad se sentía orgullosa de aquella chica. Draco hizo lo mismo pero solo con Snape puesto que el jamás daba explicaciones a ningún amigo, si es que a esas cosas las podía llamar amigos.
A las cuatro en punto los dos cruzaron la puerta, cogieron el pequeño equipaje donde llevaban todo lo que necesitaban reducido y salieron discretamente hacia el sauce boxeador, al llegar delante Hermione lo congelo como ya era costumbre y entraron al túnel llegando hasta la habitación en la casa de los gritos, una vez allí se desaparecieron hasta el Londres muggel.
Bien.- dijo Hermione.- Este fin de semana vas a aprender a divertirte a lo muggel y te advierto que no se les da nada mal, lo primero que haremos será ir a comprar un coche, a ver, cual te gusta mas.- dijo Hermione mientras le entregaba un amplio catalogo de coches deportivos.
Y yo que sé Hermione, no entiendo de coches!
Draco, eres todo un Malfoy, no, pues limítate a elegir el que más te guste estéticamente, de lo demás me ocupo yo.
Draco comenzó a revisar todos los modelos y le estaba gustando, pensaba que no estaban nada mal y que algún día el también se compraría uno.
Este!.- dijo el chico señalando una foto.- Pero quiero que lo elijas con la carrocería en negro y la tapicería en verde.
Perfecto, estoy de acuerdo con tu elección.
Hermione y Draco se encaminaron hacia el concesionario, eligieron el coche y lo compraron, dos horas mas tarde se ponían camino al hotel.
Joder Hermione, ves mas despacio.- Hermione pisaba a fondo el acelerador de su deportivo, un BMW Z4 con los colores que Draco había elegido.
Que pasa Draquito, te montas en una escoba suspendido en el aire y a toda velocidad y luego le tienes miedo a un simple coche?
No tía, no le tengo miedo, pero por si no te has dado cuenta, vamos por en medio de una ciudad a 250 Km/h, nos vas a matar.
No te preocupes esta hechizado como el autobús noctámbulo, es imposible que choque con nada.
A Hermione la sensación de conducir a esa velocidad le producía una excitación jamás conocida.
Bueno ya hemos llegado.- Hermione le dio las llaves al aparcacoches del hotel y se dirigieron al mostrador de recepción.
Hola buenas tardes, no teníamos reserva, pero no creo que hay ningún problema, queríamos una suite.- dijo Hermione como si eso lo hubiese estado haciendo toda la vida.
Por supuesto que no lo habr�, su habitación es la 512.- dijo el encargado de la recepción.
Draco y Hermione subieron al quito piso donde estaba ubica la suite. Cuando abrieron la puerta, tanto el uno como el otro se impresionaron, él porque no pensaba que los muggels pudieran hacer semejantes cosas con tanta clase y ella, porque a pesar de que nunca le había faltado de nada, no estaba acostumbrada a aquellos lujos.
Guauuuu, esto hay que celebrarlo, vamos a estrenar el jacuzzi, coge una botella de champán y vamos.
El jacu que?
Es una bañera semejante a la del baño de prefectos, pero mejor, ya veras.
Ahh, vele, me voy a cambiar.
Si, yo también.
Cuando aparecieron los dos en raje de baño, no pudieron mas que admirase mutuamente sus cuerpos, pero sobretodo fue Draco el que se quedo sin habla, Hermione se veía espectacular con un pequeño bikini negro que delataba sus ya formas de mujer. El chico cada vez estaba mas fascinado con ella, no era por algo en especial, era por todo lo que representaba ella, a veces tan fuerte, a veces tan débil, tan bella e inteligente, era perfecta, la mujer perfecta, pero él sabia que jamás tendría una oportunidad con ella, a quien le gustaría estar con un exmortifago, con alguien que llevaba una enorme lacra encima. Una vez dentro del jacuzzi, brindaron, charlaron y rieron juntos, su amistad cada vez pasaba mas los limites, llegando a algo mas?
Llegada la noche se fueron a cambiar. Hermione eligió para la velada que les esperaba un vestido verde esmeralda que dejaba toda su espalda al descubierto y que le llegaba hasta la rodilla con un pequeño vuelo, sus zapatos del mismo color eran de gran altura, el pelo lo llevaba suelto y el maquillaje la hacia verse aun más espectacular. Draco pro su parte eligió un conjunto de camisa y pantalón negro acompañado de una corbata blanca y zapatos del mismo color que el traje.
Cuando los dos se encontraron, otra vez sus miradas no pudieron dejar de fijarse en el otro. Esta vez era Hermione la que pensaba que el chico que tenia delante era una maravillosa persona, guapo, inteligente, valiente y sobre todo pensaba en todo lo que estaba arriesgando por estar con ella, no sabia definir muy bien lo que le estaba sucediendo pero en ese momento para ella, Draco era algo mas, algo mas que un amigo y eso la frustraba, después de todo ella tenia un futuro muy incierto y sabia que el jamás querría nada mas allá de la mistad, o no?
Estas... estas preciosa, en serio.- dijo él mientras miraba a la chica con la boca abierta.
Pues tu estas... chico como estas!.- contesto ella.
Draco la cogió de la mano y ella en señal de agradecimiento dio una vuelta para enseñarle el modelito al chico, la espalda descubierta de Hermione dejaba perfectamente visible el mágico tatuaje.
Ese es el tatuaje del que me hablaste no?.- cuando se había bañado ella se había ocupado de no enseñarlo ya que había cambiado un poco desde que apareció, el sentía curiosidad por lo que le había dicho Dumbledore.
Si bueno, ya lo has visto.
Es muy sexy.- dijo el chico para que ella no sospechara con la pregunta.
Draco se dio cuenta de que el tatuaje había oscurecido y eso le preocupaba ya que Dumbledore le había dicho que oscurecer era sinónimo de acercamiento al mal, pero por supuesto no le iba a decir nada a ella. Mirándola algo se movió de nuevo en su interior.
Los dos se quedaron mirando un momento como si quisiesen adentrarse mas el uno en el otro, momentos después una extasiada Hermione rompió el momento.
Bueno será mejor que nos vayamos ya o se nos va a hacer tarde.
Si, será lo mejor... o no respondo.- esto ultimo lo dijo para sí mismo.
Draco estaba hecho un lío, sus sentimientos hacia la chica estaban cambiando, le estaba empezando a gustar demasiado el estar con ella, le estaba empezando a gustar ella y eso lo tenia preocupado, siempre la había odiado, además a él nunca le había gustado de ese modo nadie.
Ella a su vez se sentía igual, su enemigo jurado por año, aquel que le había hecho llorar innumerables veces, ahora era su amigo, pero lo peor no era eso, lo peor es que le estaba empezando a gustar, a gustar de verdad, se sentía extremadamente atraída por ese rubio de ojos grises.
Se montaron en el deportivo y Hermione condujo hasta un local de moda llamado Heaven. Hermione desde que tenia quince años, en el verano claro, frecuentaba esta discoteca con sus amigos muggels, aunque claro ella siempre lo había ocultado en el colegio paro no intoxicar esa imagen de niña buena que tenia.
Draco estaba alucinado, las luces, los coches, tanta gente esperando para pasar al interior, nunca había visto nada igual.
Hermione no creerás que yo Draco Malfoy, voy a esperar esa cola para entrar a este lugar, no?
Claro que no, yo vengo aquí a menudo durante los veranos, esta discoteca es de un amigo de mis padres y tengo pase VIP, así que adentro.
Vaya, nunca fuiste la chica buena que aparentabas ser en el colegio no, el cambio no ha sido tan radical, la sabelotodo ya se desmadraba antes.
Ya ves, la vida te da sorpresas, yo también sé divertirme, sabes?
Draco Y Hermione entraron al interior, la discoteca estaba compuesta, por la sala principal donde ponían House y otras tres donde ponían otros tipos de música. Lo primero que hicieron fue ir a pedir unas bebidas de lo que por supuesto se ocupo Hermione, ya que Draco no tenia ni idea de lo que bebían los muggels.
Bueno, que opinas, te gusta?
Negare en cualquier lugar lo que voy a decir ahora mismo, pero si me gusta y he de reconocer que se saben divertir.
Ya sabia yo que te iba a gustar, esto forma parte de mí, yo me he criado con ellos, me alegra que te guste.- Hermione se sentía muy feliz ya que Draco parecía disfrutar.
Oye esto esta muy rico, que es?
Whisky con Red Bull, la bebida que te da alas.
La que?
Nada déjalo.
Hermione tomo la mano de Draco y se lo llevo al centro de la pista, a ella le encantaba bailar, era una pasión personal, le encantaba dejarse llevar por el ritmo de la música, le hacia sentirse increíblemente bien.
Draco miraba estupefacto a Hermione, la chica se movía con una soltura increíble, no paraba, cada nota la marcaba perfectamente con su cuerpo en un conjunto de movimientos increíblemente sexys, notaba como el personal masculino la observaba igual que él, aquella chica no dejaba de sorprenderlo. Hermione se acerco aun más a él y comenzó a moverse rozando su cuerpo, se estaba dejando llevar por todo aquello que su cuerpo la pedía y en ese momento necesitaba sentirlo muy cerca. Draco no podía mas, si seguía así no sabia si iba a poderse controlar, aquella chica estaba haciendo que perdiera el control de todos sus sentidos. En un momento la música perdió un poco de ritmo y Hermione se acerco al oído de Draco.
Draco, me duelen los pies, vamos a sentarnos?
Claro, ya me extrañaba a mí, con esos tacones, cualquiera.
Se fueron hacia los reservados, allí la música era mucho más tranquila, pop, en su mayoría, allí había una pequeña pista donde varias parejitas bailaban melosamente.
Sabes, me encanta como bailas.
Gracias, es que me encanta bailar, cuando tu no estas en la sala común, saco mis CD portátil y me pongo a bailar como una loca por toda la sala, es una forma de quitarme el estrés y hacer ejercicio a la vez.
Me encantaría haberte pillado alguna vez, debe ser un espectáculo fantástico.
Bueno ahora que lo sabes, creo que lo haré solo en mi habitación, me moriría de la vergüenza si me vieses.
No tienes nada de lo que avergonzarte.
La música cambio y una canción empezó a sonar, una canción que a los dos les iba a decir mucho.
" Me decías, cabecita loca, por seguir mis sueños, por romper las olas"
Me encanta esta canción.- dijo Hermione mientras comenzaba a cantar y tomaba de la mano a Draco para salir a bailar.
"Me defendía con mis alas rotas, contra la corriente, vuela, vuela, mariposa"
Eso es lo que querían los dos, volar, volar libres, escapar de su destino, que tenia a los dos ya muy heridos.
" Eras mi ángel de la guarda, sobrevolando mis horas bajas, eras la música del alba, la lluvia cuando estalla"
Esto se lo canto Hermione al oído, Draco era su ángel de la guarda, desde que se había enterado de su secreto, él era el único que lo sabia, velaba por ella en las noches, cuando estaba mal, el solo oír su voz, el saber que estaba con ella, le reconfortaba, como cuando llueve y estas bajo techo sana y salva, caliente, protegida.
" Sálvame, no me dejes caer, en la tristeza de las noches en vela, sálvame y yo siempre seré tu amiga más fiel que dentro te lleva"
Eso necesitaba ella, que la salvaran, como había hecho aquella vez en la sala común, o como lo hizo en el bosque, necesitaba que la salvase de todo y de todos, incluso de ella misma. Él por su parte temblaba con cada palabra que salía de los labios de Hermione, ella ya le había salvado, de la soledad, de la tristeza, del dolor, todo esto solo con dejar que él estuviese a su lado, con solo dejar que la protegiese. Dentro de él ya se había implantado un nuevo sentimiento, aunque no sabia identificarlo.
" Me decías, cabecita loca, por soñar despierta, por querer que no amanezca nunca, tu me decías, cabeza loca"
Ninguno quería que amaneciera, ya que solo las noches eran testigo de su amistad, de su necesidad mutua, ya que al amanecer volvían a ser enemigos.
" Siempre es igual, siempre mi ángel de la guarda, sobrevolando mis horas bajas, eres la música del alba, la lluvia cuando estalla"
Siempre él, siempre ella.
" Sálvame, no me dejes caer en la tristeza de las noches en vela, sálvame y yo siempre seré tu amiga más fiel que dentro te lleva"
No me dejes nunca, quédate a mi lado, pensaban los dos mientras se miraban a los ojos, comprendiendo lo que se decían con aquella canción.
" Sálvame...vuela, vuela, mariposa, vuela, vuela, mariposa"
Eso era lo que volaba en sus corazones y en su estomago, mariposas, miles de mariposas. Algo mucho más grande que la amistad sentían el uno hacia el otro, pero... se lo dirían antes de que fuese demasiado tarde?
" Eres mi ángel de la guarda, eres el eco de una voz lejana, eres la música del alba, la lluvia cuando estalla.
Sálvame no me dejes caer en la tristeza de las noches en vela, sálvame y yo siempre seré tu amiga más fiel que dentro te lleva.
seré la nieve al caer sobre el mar, sobre la arena cuando el fuego te quema, sálvame, sálvame."
Hermione sabia que Draco era su ángel de la guarda, que seria lo que fuese para que ella estuviese bien, que estaría a su lado. Draco la necesitaba para vivir, para respirar.
Se miraron y se besaron, no fue un beso cualquiera, en ese beso se entregaban sus almas, se juraban estar siempre juntos, para lo bueno y para lo malo.
Draco, vamonos.
