Disclaimer: Pos eso, que los personajes no son míos. Si alguna vez escribo alguna frase, conversación, escena o lo que sean de algún sitio lo pondré al final.

Advertencias: En este fic hay Slash. Es decir, relación entre personas del mismo sexo. Si no te gusta y lees, te aguantas. Yo avisé.

Érase una vez un mundo lleno de las criaturas más hermosas y más terribles, desde gigantes que utilizaban las nubes cómo sillas hasta ninfas que hacían alpinismo en un grano de arena. Un mundo dónde reinaba la tolerancia y la paz, dónde no existía la palabra "peligro" ni la palabra "amor", dónde la claridad y la oscuridad iban de copas todos lo sábados. Un reflejo en la pared. Un mundo inexistente, olvidado en un rincón y reflejado con bonitos colores. Pero el destino se murió largo tiempo atrás, y las cosas cambiaron... y ese mundo pasó a existir. Nadie sabe muy bien que sucedió, pero las langostas más viejas todavía guardan en las burbujas historias de aquellos buenos tiempos en los que los sentimientos no existían, aquellos en que sólo había un mundo posible, cuándo todavía no existían los viajeros.

Remus suspiró con amargura. Lo humanos aparecerían de un momento a otro estropeándolo todo, cómo siempre. Levantó la vista para mirar la hora en el gran reloj de estación de tren que colgaba en la entrada de la biblioteca municipal: dentro de cinco minutos entrar al museo era totalmente gratis. Miró el trabajo incompleto que tenía delante de él. Bueno, tampoco tenía nada mejor que hacer

Cap 1- Un espacio en blanco.

Sirius rió la última ocurrencia de James sin demasiadas ganas. Esa navidad había sido de lejos la peor de su vida. Hasta última hora estuvo esperando una felicitación de parte de sus padres, un intento de comunicarse, algo. Sólo cuándo tocaron las doce de la noche abrió la lata de paté de pollo con verduras y la de jamón con finas hierbas que había comprado para la ocasión.

-Dios Hutch, si hasta tu comida tiene mejor aspecto que esto- dijo mirando la masa de espaguetis quemados que tenía delante de él.

- Miau- contestó Hutch lamiéndole la cara y quedándose en su regazo.

-Yo también te quiero- murmuró Sirius abrazándola cómo si fuera su bote salvavidas.

La risa exagerada de Peter lo devolvió a la realidad. Los gemelos estaban limpiándose las lágrimas mientras todavía soltaban pequeñas risitas y James lo miró expectante. Sin duda acababan de planear alguna broma para celebrar la vuelta de las vacaciones. Él esbozó una sonrisa maliciosa y dijo un "Por supuesto" que pareció dejar a todos contentos. Siguieron hablando de lo que habían hecho y lo que pensaban hacer, ése era su último año en la escuela y tenían que tener claro que futuro querían. Sirius se escabullía hábilmente de las conversaciones con respuestas imprecisas y frases dichas por alguien en algún lugar, que parecían llenarse del sentido del que carecían pronunciadas con solemnidad. Se puso el pijama manteniendo la sonrisa que intentaba detener sin éxito al martillo que estaba machacando su cabeza. Sabía que algo extraño estaba pasando, y poco a poco se iba convenciendo que realmente no sólo abarcaba los problemas con su familia. De echo, ¿Porqué lo tenían que angustiar ahora después de 17 años? Había "algo" que fallaba a su alrededor, alguien le había arrancado alguna cosa a su mundo. Había una pieza que no encajaba. O que faltaba.

- Ie ¿Qué te pasa? No paras de dar vueltas.

- James, ¿nunca has tenido la sensación de que hay algo que no encaja?

- La juventud, la juventud... - empezó el gemelo que dormía en la cama de arriba de la litera. Según recordaba ese era Alfred.

- Ya no es cómo en nuestros tiempos...

Peter se unió a las risas de los otros dos mientras James le dirigía una mirada de comprensión. Sirius bufó. Odiaba que siempre que tenía algún problema lo relacionaran con la relación conflictiva que tenía con sus padres.

- Déjenme en paz- gruñó molesto.

Podía adivinar cómo en la cama de abajo su mejor amigo les estaba haciendo gestos para comunicarles que lo dejaran dormir mientras que con los labios dibujaba la palabra "Familia". Se quedó dando vueltas odiando al mundo en general y pensando en su gata. La tendría que haber traído, pero le hacía vergüenza que los demás vieran el apego que le tenía a una gatita coja y medio ciega de raza indefinida. Una cama vacía. Encima de Peter había una cama vacía. No sabía por qué pero estaba seguro que siempre había estado ocupada. Miró si faltaba alguien: Arthur, Alfred, James, él y Peter. Volvió a contar. Cinco. No era posible, esa habitación siempre había sido ocupada por seis personas, estaba seguro.

- Shh, James, James despierta, James.

- Dios, Sirius, ¿qué coño quieres? Son las tres de la madrugada.

- La cama de encima de Peter está vacía.

- Esa cama siempre ha estado vacía. Y no vuelvas a despertarme, joder.

Algo le sacudió por dentro. Estaba seguro que no se lo había imaginado. Recordaba perfectamente unos cabellos castaños reposando en el cojín situado a su derecha. Podría no poseer muchas cualidades, pero tenía una memoria espectacular. Y una de las cualidades que no poseía en lo más mínimo era, precisamente, imaginación.

No le resultó difícil simular que nada había pasado y volver a ser el mismo de siempre. Intentaba mantenerse ocupado todas las horas del día, con lo que aumentaron el número de castigos, cosa que lo tenía absolutamente satisfecho, a la par que su media en todas las asignaturas, cosa que le traía verdaderamente sin cuidado. Hogwarts contempló con sorpresa cómo Black se convertía en un asiduo visitante de la biblioteca y, lo más extraño aún, sin ninguno de sus dos eternos compañeros. Sus compañeros no sospechaban nada. Los gemelos, cómo siempre, iban a la suya; James "¡por fin!" estaba saliendo con Liliane Evans y parecía que era lo único que existía en su alrededor y Peter... bueno, Peter continuaba siguiendo a James cómo si fuera su sombra. Aunque desapareciera en esos momentos nadie se daría cuenta. Empezó a tirar piedras al lago mientras, todos los pensamientos fúnebres que había estado guardando ese mes, aprovecharon su descuido para empujar la puerta y entrar uno a uno.

- Aggg. Odio esta situación. No sé que hacer Rems, ¿tú qué opi...?

¿Rems? Giró la cabeza para comprobar que no había nadie a su alrededor. ¿Qué hacía hablando sólo? Dios, estaba más afectado de lo que parecía... ¿y quién coño era Rems?

- Esto me esta volviendo loco, Hutch- murmuró mientras acariciaba a su gata.

Un momento. ¿Qué hacía Hutch ahí? La cogió delicadamente y la levantó cómo si fuera un bebé hasta tenerla delante de sus ojos. Sirius siempre juraría que en ese momento su gata le sacó la lengua y le guiñó un ojo mientras sonreía. La tenía que esconder cómo fuera, podía ir rápido a la habitación y buscar cualquier habitación secreta con el mapa del Merodeador. Sí, eso haría. Se levantó y escondió a Hutch debajo de la túnica, echó una mirada alrededor y se dispuso a echar a correr cuándo escuchó un suave miau de protesta.

- Shhh, Hutch, calla.

- Miaaau- volvió a protestar la gata sacando la cabeza de dentro de la túnica en el espacio que había entre dos botones. Miró a Sirius con ojitos tristes y el mapa en la boca.

Sirius acarició agradecido la cabeza de su gata mientras desplegada el mapa.

- Juro que mis intenciones no son buenas.

"Prongs, Padfoot, Wortmail y Moony te dan la bienvenida."

¿Moony? ¿Quién coño era Moony? "Bien, supongo que será ese tal Remus, que seguramente será el tipo del pelo largo" No pudo menos que sonreír con alivio. Definitivamente NO eran imaginaciones suyas: algo raro estaba pasando. Se levantó con el pensamiento de contárselo a James, pero deseguida se detuvo. "¡Ja!" pensó con amargura, "si le vuelvo a comentar algo de esto fijo que me envían a Sant Mungo, y esta vez sin consultarlo con el director". Lanzó un suspiro resignado mientras arrastraba sus pies hacia dentro del castillo. Un momento... ¡¡HUTCH!!

Se lanzó a correr por los pasillos de Hogwarts, cómo le pasara algo... todavía se acordaba cuando la vio, con tres patas ya en el otro barrio, en el descampado que había enfrente de una casa de las afueras de Liverpool, fue precisamente por ella que se decidió a comprarla. Tenía unas ganas de terribles de contarle todo lo que le había pasado, el nudo que se le había instalado en la garganta y que insistía en quedarse con increíble tozudería, contarle cómo de repente se sentía totalmente solo estando rodeado de gente. Realmente patético. Se pasó una mano por el cabello y la vio a unos pasos delante suya. Empezó a andar despacio hacia ella para cogerla por sorpresa, pero la gata se giro hacia él y meno la cola hasta ponerla delante del hocico, cómo si estuviera pidiendo silencio. Dios, ahora también sufro alucinaciones.

- Si esto es una estúpida apuesta o una broma de mal gusto, ya es hora de que termine, señorita.

Estaban justo al lado del despacho de la profesora McGonagall. Sirius tragó saliva, ahora debería estar en clase y no por ahí haciendo el estúpido, y la puerta estaba entreabierta.

- ¿Pero que dice? Dios, ¿Se ha vuelto loca?

¿Quién era el loco que discutía con la subdirectora? Se asomó un poco más, pero no lo pudo ver.

- ¡Le digo que este puto trabajo lo hacía con Lupin! Gryffindor, séptimo año, alto, castaño, ojos dorados, hombre lobo.

McGonagall apretó los labios, enfadada cómo nunca.

- Aquí no ha estudiado ni estudiará jamás ningún hombre lobo- dijo la profesora con voz agitada.- Acompáñeme a ver al profesor Dumbledore.

- ¡Por fin!

Del despacho salió la profesora cogiendo de un brazo a una estudiante que lucía furiosa. Sirius no recordaba haberla visto nunca. De aspecto soso y sin ningún rasgo especial, aunque más bien tirando a fea, era fácil que nunca se hubiera percatado de su existencia. Pero había dicho la palabra mágica: Lupin. Remus Lupin. Sirius subió corriendo a su habitación con la gata en brazos.

Notas del Autor: Bien, bien, bien... Mi primer fic!^^ Para los que llegaron aquí, espero que les guste!! En lo siguiente el narrador se centrará en diferentes personajes, si hay algo que no entienden, lo ponen en un review o me mandan un e-mail (siempre me han dicho que escribo algo confuso :P) que yo estaré encantada de resolver todas las dudas. También será muy bien recibida cualquier idea o crítica. Que sean felices y acuérdense de dejarme un review ^^.