Disclaimer: Pos eso, que los personajes no son míos. Si alguna vez escribo alguna frase, conversación, escena o lo que sean de algún sitio lo pondré al final.

Advertencias: Aquí hay Slash, es decir, relaciones entre personas del mismo sexo. Si te da asco y lees es que eres estúpido, así que reclámale a quién te hizo así.

Nota de la Autora: ¡Gente! Siento haberlos hecho esperar, pero es que me marché 20 días pa Francia y cuando volví no hice más que quedar con todo el mundo --''. Así que hoy que tengo un poquitín de tiempo, pos escribo y subo esto!

...y un mundo encantado

Sirius dibujó una de esas expresiones socarronas que se veían a dos kilómetros que eran para hacerse el tío bueno. ¿Qué tampoco le hacía demasiada falta? Bueno, ¿y?

Además, delante suya estaba Melinda, la hufflepuf más guapa y popular de su curso.

- ¡Hola Sirius! ¿Así que vendrás conmigo al baile?

Sabía demasiado bien que no era ninguna pregunta. Melinda no sólo era muy guapa, sino que era la reina del grupo más cool de Hogwarts. Si querías estar dentro, mejor no hacerla enfadar. Así que se encogió de hombros y asintió. Total, ni se había enterado de que iban a hacer fiesta por el fin del curso.

- Oye tú, linda, ¿qué haces ahí parada mirando?- dijo ella con voz arrogante.

Sirius se giró para descubrir a Jennifer quieta, con actitud tímida y mirando a un punto en el infinito.

- ¿Cómo?- preguntó saliendo de su mundo particular, en el que solía sumergirse con una frecuencia bastante alarmante.

- Que te largues, nena.

Jones abrió la boca y dirigió la mirada hacia el animago. Sirius sabía que ella no hablaría con él delante de nadie, a no ser que él empezara primero.

- ¿Qué quieres, Jenny?

- ¡¿JENNY?!- gritó Melinda sin poder creérselo. Había estado coladita por Sirius desde tiempos inmemoriales, y no soportaba que ningún ser viviente del sexo opuesto se acercara a SU chico. Y la que se atreviera lo pagaba pero que muy caro.

Jennifer rodó los ojos y él creyó distinguir un atisbo de diversión en su rostro inexpresivo. Pero antes de que Melinda se diera cuenta, había vuelto a poner su expresión en blanco.

- Black, Marks nos llama- seguramente era la única en Hogwarts que todavía se dirigía al profesor de pociones por su apellido y no por su apodo.

- ¡Pues yo os acompaño!

- Melinda, cielo, seguramente será por lo del trabajo, ya sabes. Mientras, puedes hacerte la manicura o lo que quieras.

Ella se giró con expresión ofendida y se alejó. A la hora ya estaría otra vez buscándolo, así que no era ningún motivo de preocupación.

Jennifer lo estaba mirando con una media sonrisa estampada en el rostro.

- ¿Qué?

- Nada- dijo ella pasándose una mano por la cara.

Siguieron andando durante un rato hasta que comprobaron que no había nadie en el pasillo. Jennifer fue la primera que entró.

Una vez más, la sala de los deseos tenía forma de habitación, con todas las cosas de la slytherin.

- Esta noche- dijo ella a nadie en particular. Luego dirigió su atención al chico que estaba delante.- ¿Lo tienes todo listo?

- ¿Cómo?

Ella soltó un suspiro exasperado, y volvió a rodar los ojos. Sirius estaba convencido que, definitivamente, eso tenía que ser un tic.

- Remus. Museo. Esta noche.

¡Mierda! Se le había olvidado completamente que era hoy. ¡Con la de cosas que tenía que hacer todavía! Sin querer, recordó esa sonrisa que había visto en sueños, el ambiente sofocante de la celda, el destello de unos grandes ojos dorados...

- Sí, todo listo.

- Perfecto, ahora cuélgate esto.

Sirius la miró extrañado mientras sostenía, de manera bastante tonta, un collar con un colgante en forma de cajita. La abrió para descubrir que dentro habían unos pelos negros que identificó rápidamente con Charlie.

- ¿Y esto?

Ella no contestó. Entonces recordó su teoría.

Ella pensaba que solamente ellos recordaban a Moony porqué él se había llevado algo de los dos. De Jenny, una hoja de su historia, de él... no lo sabía, pero estaba segura que había algo. Y decía que, aunque no lo creyera, era posible que la única manera de volver, de dónde fuera que tenían que ir, sería manteniéndose unido a su lugar de origen mediante el recuerdo de alguien.

Por supuesto, de seguida había dicho que la mejor persona era la gata. "¿Tú estás loca?" había exclamado Sirius de seguida. "¿Conoces a alguien mejor?". Y se tuvo que callar.

- Bien, entonces aquí a la una.

- ¿Y porqué no ya?

Ella lo observó de arriba a abajo, pensando claramente en cómo se podía ser tan rematadamente idiota, hasta que topó con un trozo de tela que el chico sostenía en la mano. Ya la había visto antes varias veces. La capa de invisibilidad de su amigo el cazador.

Por primera vez desde que la conocía, lo miró con aprobación.

No fue muy difícil llegar hasta Hogsmeade, y desde ahí, utilizar la chimenea del Jabalí Sangrante era pan chupado. En ese pub podías empezar a dar cabezazos contra el suelo que todos pasaban de ti. Por eso es que ella amaba ese lugar.

Llegaron a la casa de Sirius enseguida. Él ya se había ocupado de averiguar que ese día la casa estaría completamente vacía, sus padres estarían, lo más seguro, en una reunión con ese Voldemort del que tanto hablaban.

De todas maneras, salieron lo más rápido posible, más que nada por Kreacher, su elfo doméstico. Sirius decía que tenía un sexto sentido para pillarle con las manos en la masa.

Todavía no serían las cinco de la tarde, y las calles estaban repletas de gente. Los dos se miraron debajo de la capa, ¿cómo lo hacían ahora para salir?

- Creo que la única solución es ir invisibles todo el rato- murmuró Sirius en voz baja.

Jenny protestó un poco, definitivamente era una idea pésima. Pero era la única posible. La pena es que no podrían utilizar el metro, y la National Gallery no quedaba cerca, precisamente.

- Necesito mirar el mapa- murmuró ella.

Sirius asintió e hizo un poco de espacio con los brazos debajo de la tela. Ella observó atentamente el pergamino que habían robado de la biblioteca, y luego miró a la calle.

- A través de esto no se ve una jodida mierda- masculló girando el mapa por enésima vez.

Y ahí fue cuándo él se dio cuenta que había sido una mala idea quedarse en el portal. La puerta se abrió haciéndoles saltar a los dos, por lo que a ella se le cayó el mapa de las manos. Los dos contuvieron la respiración los eternos minutos en que la puerta se mantuvo abierta. Sirius, incluso, cerró los ojos mientras notaba el cuerpo de la chica tan tenso cómo el suyo.

Supo cuándo la puerta se cerró, al sentir cómo los músculos de Jenny volvían a su estado natural y oír a su ama mascullar todas las maldiciones que conocía.

- ¿Qué pasa?- susurró Sirius en su oído mientras caminaban, con extremo cuidado de no tropezar con nada ni nadie.

- Tu elfo tiene el maldito mapa.

Tragó saliva. Sabía demasiado bien que quería decir eso. Kreacher no era tonto para nada y tenía una mente increíblemente retorcida, así que no lo sería demasiado difícil suponer que ese pergamino era la huella que uno de los pequeños Black había estado ahí sin permiso. Y ese sólo podía ser él.

La única solución era ir deprisa y que se olvidaran de él pronto.

- Pero si no lo tenemos ¿cómo coño llegar pronto?- pensó en voz alta.

Ella le puso un dedo en los labios y le estiró de una manga hacia delante.

Se encontraban detrás de un hombre y una niña de unos nueve años que hablaban una lengua que no entendía mientras señalaban diferentes puntos en lo que, claramente, era otro mapa de Londres. Sirius la miró para decirle que no hiciera lo que estaba pensando que quería hacer. Ella simplemente se encogió de hombros para contestarle que no se le ocurría otra idea mejor.

Él la advirtió una última vez con los ojos, pero ella le aguantó la mirada. Cómo a él tampoco se le ocurría otra cosa, tuvo que resignarse y dejarla hacer.

El padre se guardó el mapa en el bolsillo delantero de su pantalón y, mientras le decía "¿vamos?" a su hija y la cogía de la mano, la slytherin estiró el brazo y sacó lo más rápido que pudo el trozo de papel.

No contaban con que la pequeña fuera terriblemente perceptiva y se girara rápidamente, para ver cómo SU mapa desaparecía en la nada.

La chiquita se quedó boqueando, mientras ellos corrían lo más rápido posible.

- Agh, ¡Mierda!- exclamó él sin disimulo alguno.

Se habían chocado con unas tres personas, una de ellas había conseguido coger la capa de la tela, pero "misteriosamente" le entró un dolor atroz en la muñeca y los tuvo que soltar.

Sirius estaba convencido que medio Ministerio iba ahora detrás suya.

Pasaron por delante de un grupo de turistas. Cuándo Jennifer iba a dar un paso más, Sirius le cogió el brazo.

- ¿Qué haces?

- La guía acaba de decir que van a ir al museo.

Ella se lo quedó mirando con lo que Sirius supuso sería una expresión de sorpresa, más que nada por que sus ojos estaban ligeramente más abiertos de lo normal, antes de preguntar:

- ¿Pero desde cuándo sabes francés?

Él se encogió de hombros antes de volverse a echar a caminar.

Entraron rápidamente detrás del último, un hombre bajo y rechoncho, algo calvo y con una cámara de fotos colgándole del corto cuello.

Con cuidado de no hacer ruido al andar, recorrieron todas las salas hasta dar con la que buscaban.

Tuvieron que hacer un gran esfuerzo para reprimir un grito de sorpresa.

El cuadro no era más grande que un folio normal, pero era increíblemente espectacular. O al menos lo era para ellos, ya que el resto de la gente no se detenía nunca más de un minuto delante de él. Era exactamente igual que el libro.

Sirius estiró el brazo para tocarlo, pero supo retenerse a tiempo. Cerró la mano y lo volvió a estirar. La tentación era simplemente demasiado grande. Pero se volvió a detener cuándo notó que estaba estirando demasiado la capa. Se giró, esperando una reprimenda, pero se encontró a Jennifer con los ojos cerrados y dibujando en el aire la imagen que tenían enfrente.

Volvió a fijar sus ojos en los colores que tenía delante. Y se dio cuenta de algo. El dibujo había cambiado. Abrió la boca, y luego la cerró en una mueca de consternación. La imagen era levemente más oscura, el pueblo parecía albergar menos gente, y el bosque era un poco más pequeño.

Sólo alguien que hubiera estado estudiando atentamente el cuadro, todos los días durante más de tres meses, podría haberse dado cuenta.

Estuvieron así horas, hasta que una voz enlatada les avisó:

"El museo está apunto de cerrar sus puertas. Se avisan a todos los visitantes que vayan saliendo. El museo está a punto..."

- A los váters. Ya- murmuró Jennifer estirándole de la manga.

Sirius, que tenía claramente mejor sentido de la orientación que ella, la condujo rápidamente a los WC más cercanos. Estaban cerrados.

- A esperar- susurró Sirius resignado.

Y esperaron unos diez minutos que parecieron horas. Por suerte, una pequeña niña caprichosa había insistido a gritos y pataleando que no podía aguantarse cinco miserables minutitos más.

La madre le dirigió una mirada de disculpa al guardia que la miró con compasión, y a Sirius y a Jennifer les pareció que ese diablillo tenía un aura de santidad.

Se apresuraron a entrar detrás de la mujer, que de todas formas dejó la puerta abierta, y Sirius siempre tuvo la impresión que la niña se giró hacia ellos y les guiñó un ojo antes de salir, riendo feliz junto a su madre.

Ahora venía la parte del plan que habían repasado más veces.

Todo consistía en volver a dónde estaba el cuadro cuándo fuera eso de la una y hacer al pie de la letra lo que decía esa canción.

Sirius opinaba que era algún tipo de hechizo con magia muy rara, según Jennifer todo se reducía a que, siguiendo esos pasos, tocabas ciertos puntos del cuadro en un orden determinado. Lo que era una magia muchísimo más simple.

Y este era el trozo más difícil. Aguantar tres horas quietos, sin moverse, sin hacer el menor ruido y sin dormirse.

Ella se había traído un libro. Él se había olvidado completamente.

Media hora antes de la una de la madrugada, Jennifer despertó a Sirius moviéndolo suavemente del hombro y tapándole la boca con la otra mano.

- ¿Hmpfmph?

Ella se puso un dedo en los labios y señaló a su alrededor, antes de dibujar con los labios la palabra "Rems". Él se levantó extrañado y siguió los movimientos de su mano. ¿Un cuarto de baño?

Cuarto de baño. Museo.

- Rems...

Ella asintió con la cabeza. Entonces fue cuándo se dio cuenta que los dos estaban debajo de la capa de invisibilidad de James y recordó todo lo que había pasado. No, no había sido ninguna pesadilla.

- Lo que me pregunto... con la de faltas que hemos cometido... ¿cómo es que no ha venido nadie a detenernos? ¿cómo es que no nos han enviado ni una triste lechuza

Sirius rodó los ojos. Eso era lo primero que constaba en su lista de cosas que definitivamente no le importaban en ese momento. Bueno, quizá estaba justo detrás de lo que estaba haciendo Chiang-Jun a esas horas. Mentira, eso le importaba MÁS.

- Muy sarcástico, Black- dijo ella en su habitual voz inexpresiva.

¿Cómo diablos es que todavía lo llamaba por su apellido? Definitivamente era una tía rara, rara, rara.

- Vamos- susurró ella mientras se ponía de pie todo lo silenciosamente que podía y se recolocaba la capa.

Caminaron, increíblemente despacio, hacia dónde estaba el cuadro. En ese momento Jennifer se quitó la capa de encima y abrió su mochila con un conjuro.

- ¿Pero que haces? Hay cámaras de seguridad.

- Esas cámaras sólo están para acojonar. Un sistema así, en un lugar cómo este, costaría millones. Lo más seguro es que esto tenga un sistema de esos para impedirte la salida, avisando automáticamente a la policía o algo así.

- ¿Y tú cómo sabes eso?

Ella se encogió de hombros.

- Lo he leído.

Pero todavía no había acabado de pronunciarlo que el moreno le tapo la boca con una mano y con la otra los volvía a cubrir con la capa.

- Práctica- contestó divertido a la breve mirada de reojo que ella le había hecho, y que él había interpretado cómo de curiosidad. Lo fuera o no.

La guardia se quedó un poco más de tiempo en esa sala, buscando atentamente por todos los lados. Estaba claro que habían hablado un poco demasiado fuerte.

Sólo cuándo Sirius estuvo seguro de que no podría oír el sonido de la tela al rozar, se quitó la capa.

Jennifer sacó las pinturas de su mochila y se las pasó a su compañero.

- Te iré dando las instrucciones.

Sirius asintió con la cabeza y mojó el pincel en la acuarela de color carmín. Se lo sabía prácticamente de memoria.

Ahora venía el árbol tuerto, la ventana del balcón, el hada, el corazón escondido dentro de una sonrisa que se burlaba de todos desde el cielo, el pequeño duende escondido entre las sombras, el gran halcón...

Nada.

Y unos pasos se empezaban a acercar.

- El reloj, dios mío, un reloj que dé las doce- masculló ella apurada.

Todavía nada.

La luz entraba a la sala.

- ¿Dijiste que Moony era un hombre lobo verdad?

- Sí.

Sirius sonrió y le indicó con un gesto a Jennifer que fuera guardando las cosas. Esta no tuvo más remedio que hacerle un Petrificus Totalus a la guardia que estaba apunto de detenerlos.

Lo que no se esperaba es que al momento se apareciera un auror.

- ¡Por el amor de Dios, apresúrate, maldito hijo de puta!

Acabó de dar la última pincelada a la increíble luna llena que lo cegaba todo.

Su mano se fundió rápidamente con la pintura.

- ¡Rápido!- exclamó Sirius extendiendo la mano a su compañera, que se acababa de tirar al suelo esquivando una maldición.

Se levantó de un salto y se aferró a él, que empujó con todas sus fuerzas, para lograr entrar antes de que les enviara otro hechizo.

Al segundo, caían en un prado infinito.

Notas de la Autora: ¡¡¡Muajajajajaja!!! ¡Este es el cap más largo de todos! ¡¡Me siento poderrrrrrosaaaaaau!! ¡Arrodillaos ante la gran Diosa! ¡¡¡MUAJAJAJAJAJA!!!

Ei sí, las jornadas de rol me han afectado XDDDDD.

No, no, que estoy muy feliz de escribir por fin otro cap. Y antes que nada... ¡tatatachaaaaaaaan! las:

Aclaraciones: Pos eso, que Sirius, en nosequé parte (Dios, y lo acabo de escribir, toy peor que la Dory ¬¬''), dice que ha estado tres meses estudiando el cuadro. Pues eso, que el tiempo pasa, la pascua también, pero cómo no pasa nada importante, pues no lo escribo. Ya ta.

También hay un momento en que avisan que el museo va ha cerrar, pero un cuarto de hora más tarde, todavía hay gente por ahí. Bien, es que cuándo avisan que van a cerrar es que van a cerrar media hora después, así que no es demasiado raro.

¡Ah! Y no tengo ni put idea de cómo queda la National Gallery de Grimaunde Place (o cómo se escriba) y me hace una pereza enorme buscar cómo se llama el elfo de Sirius, así que he escrito lo que se me ha pasado por la cabeza :P. Si alguien lo sabe... no creo que me haga demasiada falta, pero que lo ponga (por si acaso). Y ahora que escribo esto, se me acaba de ocurrir que... XDDD. Si lo pongo lo sabrán :P. Hay veces que me odio.

Además, ¿A alguien le gusta Ducan Dhu? ¿Habéis oído el disco de Grabaciones Olvidadas? ¿Sí? No habéis encontrado nada... mmmmmm... ¿cómo conocido? ¡Pues sí! ¡No os equivocáis para nada! ¡¡Sí señores!!

Pos eso, que hay una canción, la segunda (no me pregunten cómo se llama), la que empieza ¿Quién pintó, las estrellas, de carmín? / ¿Quién plantó, un árbol tuerto, en mi jardín? etc. etc., que describe un paisaje muy raro, y aquí mi Siri-boy lo pinta todito todo :) ¿No es genial, fantástico, guapo...?

¡Y el otro día me encontré con un tipo que era cómo la imagen mental que tengo de él! ¡Uaaaaaaaa! ¡Pero que guapooooooooo! Y encima era simpático . Bien, bien, dejémoslo estar XDDDDDDDD.

Y por cierto, este cap me hace mucha ilu porque salgo yo. Y bien, porque empieza la segunda parte de la historia, pero sobretodo porque salgo YO. Que con eso basta, que por algo soy la mejor. ¡¡Muajajajaja!! (No, no pregunten que me he tomado, yo sólo bebo agua (cómo la del yogur XDDDD)).

¡Pos yo soy esa niñita con 9 años que está en Londres con su papi! Sí, sí, fui 8 días y me lo pasé muy bien. Fui a una residencia para viejas en pésimas condiciones, pero a mí mi habitación me parecía de cuento de hadas, porque cuándo llovía por la noche, al día siguiente te despertabas con la habitación llena de caracoles y a mí me encantaba . Además, estaba en el entresuelo y por la ventana veías una pared llena de musgo y con una enredadera y, arriba, los pies de la gente que paseaba tranquilamente por la calle. Me encantó .

¿Se han dado cuenta que me gusta mucho utilizar los ojos, las miradas, etc...? Además, nuestros héroes se entienden sin dirigirse ni una palabra. Jejejeje, pero es ya se verá :P.

¿Qué más? Nusé. Cualquier detalle que me haya dejado por explicar, que no entiendan, con el que no estén conformes, etc... pues nada, ¡¡me avisan!!

Ya saben, cualquier comentario, crítica, sugerencia, calabaza o chocolate será bienvenido!

Ale, a contestar a las maravillosas y hermosísimas personas que me han dejado review. ¡Les quiero!

- Aguila Fanel: ¡Ay! ¡Muchísimas gracias! ¿A que sí? ¡¡El Sirius/Remus es lo mejor!! ¡Están hechos para quedar el uno con el otro! ¡Si hasta Rowling lo pone claramente en sus libros! (Según yo XDDD) Pero, a ver, en el 5 se nota CLARAMENTE que Remus y Sirius son, o fueron pareja ¿verdad?, ¿VERDAD? :P Bien, por aquí están todos hartitos de que les exponga mi tesis con los ejemplos subrayados, etc. etc..., así que me dan todos la razón XDDD. Pero es que la tengo ;) . Besitos y espero que también te guste este chap.

- Diora Whiten: ¿Me quieres agregar a tu lista? ¡Dios, soy feliiiiiiiiiiiiiiiiiiiix! ¿En serio? ¿Te lo has pensado bien? ¿No te has tomado últimamente una pastillita con un aspecto algo raro? ¿Seguro? Pos bien, la verdad es que no tengo ni idea, si lo supiera te lo diría --''. ay, pero que ilu... XDDDDD. Pos prepárate, que creo que no tengo ningún fic en que al menos una persona no me haya dicho que no entiende o que escribo confuso. Nadie me entiendeeeeee, buuuaaaaaaaaaaaa ;;. Bueno, sí. Espero que te leas este cap, y que el anterior y este te gusten igual que los otros!. Por cierto, son mucho más claritos (creo :P). ¡Que seas feliiiiiix cómo lo soy yooooooooooooooooo, tralaralaraaaa!

- Miki-Black: ¡Ua! ¿Te gusta líoso? ¡Pos aprepárate! ¡¡Muajajajajaja!! En estos dos últimos caps he bajado la guardia pero... ¡¡todavía no habéis visto nada!! (tatatachaaaaaaaan primer plano del malo haciendo sonrisitas malignas y haciendo movimientos de cejas mientras un grupo de fans babean la sala). Es que ahora empieza la segunda parte. Creo que ya lo he dicho mil veces, pero así sí que puedo decir que quién avisa no es traidor :P. Muchos besitos y espero que este chap también te guste!

- Aryblack: ¡¡XIIIIIII!! ¡Te has dado cuenta! ¿No són unos libros maravillosos? En principio esto tenía que estar inspirado en un libro que se llama El Museo de los Recuerdos Perdidos (o algo así), pero después me leí la materia oscura, lo mezclé, después decidí que sería bueno meter cosas de aquí y de allá, me hice un lió y decidí que ya iría escribiendo sobre la marcha. Si, esto no tiene esquema ni final planeado ni na de na XDDDD (Si es que soy la mejor :P). Pos es que los catalanes somos muchos y valientes!! XDDD. Me alegro de que te cause angustia. Eres la única que me lo ha dicho pero... ¡¡Era exactamente lo que pretendía!! ¬¬''. Si cuando digo que nadie me entiende... (Tranquiiiiilaaaaaaaa). Pero mira, he decidido que esos bichos no van a ser exactamente cómo los mulefa XDD (es que era lo que tenía pensado :P) Lee, lee y verás XD. Bien, bien, espero que este cap también te guste!

Bien, bien, les dejo no sin antes recordarles, mis corazones (XDD no lo he podido evitar, lo ziento :P), que se aceptan cuestiones, chocolates, calabazas y... ¡sugerencias! (es que es nueva, tratádmela bien, ¿okis?)

Una vez más, muchísimas gracias a las cuatro grandes personitas que me han dejado tan lindos reviews.

En fin, que todos sean felices, todo ese rollo que ya sabéis, y no se olviden de dejarme review!!