Disclaimer: nada con copyright es mío.

Advertencia: No sé ya ni porque lo tengo que advertir, si lees un fic mío se supone que no eres homófobo. O que lo eres y eres masoquista, que sé yo.

Dedicatorias: Este chap se lo dedico a Aliena-wolf y a Aracne-Athalya, por ser majísimas y dejarme lindos y largos reviews. MUA .

Cap 7. Dentro.

- ...y creo que Black y Potter necesitan urgentemente...

Dumbledore sintió un molesto pitido en la oreja. Era un pitido extremadamente agudo que reptaba lentamente hasta situarse en el entrecejo. Era el pitido que sentía cuándo...

- ¿Albus?- preguntó McGonagall preocupada al notar cómo un extraño brillo pasaba por las pupilas del director.

La miró, entrecruzó las manos y sonrió. Ya estaba, sabía que lo harían. Sólo era cuestión de esperar.

- Y bien Minerva, ¿qué me decía sobre los señores Potter y Pettigrew?


Todo era increíblemente verde. De ese verde hierba tan puro que daña los ojos, ese que indica una prosperidad algo siniestra.

El crujido que hicieron todos y cada unos de sus huesos al levantarse le impidieron oír unos pasos que se alejaban de su lado. Pero lo que no se le escapó fue el silencio pesado que se forma cuando alguien está intentando no ponerse a gritar y que te golpea el estómago de repente, sin avisar.

Sirius se giró lentamente, sin saber demasiado bien porqué.

Jennifer se encontraba a pocos metros de él, con su habitual pose inexpresiva algo encorvada, los brazos colgando a ambos lados y cara de póquer, la vista puesta en un punto fijo.

Ahí, delante de ellos se encontraba una especie de dragón-caballo dorado. En realidad no se parecía ni a un dragón ni mucho menos a un caballo, pero no tenía vocabulario suficiente para describir cómo era esa criatura que yacía en medio de un charco azul desesperanza.

Sirius se acercó lentamente, con una reverencia que salía de lo más profundo de su ser y, con las manos temblorosas, acercó sus dedos índice y medio hacia el cuello medio tuerto en un gesto bastante estúpido.

- Vive...- murmuró sin creérselo.- Jen, ¡esto vive!

- No por mucho tiempo... a no ser... Tú tienes experiencia con tajos y esas cosas ¿no?- dijo ella acercándose.- Si se le ven hasta las tripas...

Tajos, tajos... A ver, cuándo Rems tenía un corte especialmente feo juntaban los lados y después echaban el hechizo antes de llevarlo a la enfermería. Bien, ahora tendrían que contentarse con la primera parte.

- Necesito algo para juntar esto- pensó en voz alta mordiéndose el labio. La piel era demasiado dura cómo para manejarla.

Jennifer fue hacia unas cañas que se levantaban a unos pasos y arrancó unas cuantas a patadas. Con ellas en brazos se acercó dónde su compañero intentaba mantener lo más junto posible los dos pliegues de piel o lo que diablos fuera eso. Se sacó unas llaves del bolsillo del uniforme de Slytherin y las partió por la mitad. De dentro de las mitades que tenía por el suelo, rascó una pasta blanquecina que iba pegando en una bola ante la atenta mirada del gryffindor. Se acercó hacia el ser mientras se restregaba las manos al igual que los niños pequeños cuándo hacen churros con la plastelina y enganchó la pasta de un extremo a otro de la herida cómo si fuese una grapa.

Ese trozo ya no se separó.

- ¿A que esperas? Ayuda.

Sirius se alejó con reticencia e imitó varias veces el proceso con el máximo de rapidez posible hasta que la herida quedó cerrada.

Sólo faltaba el hechizo.

Se giró hacia la chica sin saber que hacer. Otra vez. Se sentía cómo un crío al que mandan sólo por primera vez a la tienda de la esquina y se da cuenta de los altos que son en realidad los estantes. Tampoco ayudó mucho que su cara no le expresara emoción ninguna.

Y mucho menos que se acercara hacia el dragón (o lo que fuera) y murmurara un par de hechizos sin titubear.

- El trabajo que estaba haciendo con Lupin se llamaba "Secuelas en el cuerpo humano al terminar una transformación voluntaria o involuntaria"- explicó ella sin que nadie se lo pidiera. Al menos no en voz alta.

¡Remus!

- Antes recordé...¡Recordé a Rems! Yo...- se giró hacia ella con la boca abierta.- ¡Lo recuerdo! Recuerdo su sonrisa, las ojeras que tenía después de la luna llena, cómo se levantaba con el pelo todo inflado... ¡Jen! ¡Lo recuerdo!- gritó Sirius saltando y abrazándola. Y Sirius vió por primera vez y con toda seguridad cómo Jennifer Jones sonreía de corazón.


Tropezó otra vez, llenando de barro su torso desnudo una vez más. Se pasó un brazo por la cara para quitarse el poco que se le estaba resbalando por la frente y amenazaba con entrarle por los ojos. Apoyó las dos manos en el suelo y se levantó de un impulso, haciéndole notar dolorosamente el esguince del pie derecho.

No jadeó, no quería malgastar el aire.

Empezó a correr una vez más siguiendo el rastro de Vieshta, dejando un pedazo de él enganchado al suelo dentro de cada huella que formaba.

Iba a alejarse de ahí cómo fuera. Necesitaba alejarse de ahí cómo fuera.

Estaba a punto de cumplir su sueño más grande. En realidad su único sueño. Y no iba a dejar que nadie lo estropease, absolutamente nadie. Ni siquiera un recuerdo.


Sentía cómo la sangre empapaba un poco más sus calcetines a cada paso que daba, dejándole con esa humedad incomoda que empieza en tus pies y sube por tu columna en forma de escalofrío. Miró cómo los pasos de ella eran cada vez más lentos, cómo su respiración se hacía más profunda y cómo empezaba a caer lentamente.

Bien, por esta vez se tragaría él el orgullo, pero que no se acostumbrara.

- Descansemos.

Incluso con los oídos pitándole cómo dos diablos pudo oír su suspiro de alivio y la mirada de agradecimiento que le envió de reojo, pensando que no se había dado cuenta.

Si no tuviera que hacer el esfuerzo de vencer a la gravedad habría sonreído.

Se tumbó en la hierba estirando las piernas y los brazos y contrayendo todos los músculos para evitar cualquier secuela más grave. Jennifer tan sólo se desplomó y cerró los ojos intentando recuperar la respiración...


Los primeros rayos de sol le golpeaban el rostro a través de las ventanas translúcidas, haciendo descender un poco más las comisuras de sus labios, ya de por sí bastante bajas.

Sentía que había pasado algo, pero por primera vez no tenía ninguna manera de averiguar el qué, y eso le ponía muy pero que muy nervioso. Y cuándo sus nervios estallaban nunca era él quién lo pagaba.

¡Por Dios! ¡Si ni siquiera Dumbledore se había enterado!

Nagini siseó a su lado, enroscándosele en las piernas de esa manera única que sólo ella sabía y que no le impedía caminar. Voldemort suspiró frustrado y se alborotó el pelo con ambas manos en un intento desesperado de aclarar su mente.

¿Qué era, qué era, qué era, qué era, qué era...?


- ¿Y Remus tenía que beberse...?- preguntó Sirius con una mueca de asco mientras recordaba cómo había hecho bajar el líquido azulado que rodeaba a la criatura por la garganta de esta estrujando manojos de hierba.

- Ajá.

Y lo mismo todos los meses. Contrajo las facciones en una mueca de asco sin poderlo evitar. No sabía cómo alguien podía soportar eso. Era simple y asquerosamente horrible.

- Pues sí- contestó ella a sus pensamientos con la vista fija puesta en un punto del infinito.

- Tendremos que ir levantándonos para continuar ¿no?

Jennifer tardó unos segundos más de los normales en afirmar. Lo sabía, él también estaba cansado, y habría accedido encantado a quedarse ahí tumbado, concentrándose en desentrañar los recuerdos que volvían a su memoria lentamente pero sin pausa. Pero debían continuar, y los dos eran conscientes de ello, así que no valía la pena protestar.


Dumbledore juntó sus manos y apoyó la barbilla sobre la punta de sus dedos, mirando en su interior con la vista puesta en el infinito. Algo se le escapaba.

Se le escapaba algo y no sabía que era.

Según sus informes, Riddle estaba más nervioso de lo habitual. Y, lo peor, sin motivo aparente. Aparente, por supuesto.

Si había una cosa que sabía de él, era que no era para nada estúpido. A Lord Voldemort se le podía acusar de muchas cosas, y ninguna de ellas buena, pero lo que nunca se podría comentar sobre él era su falta de inteligencia. De echo eso era algo que poseía en demasiada cantidad, a su parecer.

Fawkes se posó delante suyo observando atentamente los movimientos de su dueño.

Porque él no podía saber nada de... No. Era sencillamente imposible.

Y si había aprendido algo en todos sus años de vida, era que no había nada imposible.


Lo había encontrado, estaba seguro. Eso se parecía terriblemente a un camino. Dió un salto y gritó alguna tontería antes de echar a correr por él, riendo cómo loco y con todo el cansancio evaporándose a cada letra que salí cantada por su boca.

Detrás suyo Jennifer le intentaba seguir el ritmo gritándole que se parara si no quería caer agotado.

Imposible. Al menos si llegar al final significaba volver a encontrarse con esa sonrisa de labio finos y esos ojos cálidos.

- ¡Oh, vamos! ¡Si ya llegamos!- gritó haciendo un gesto con el brazo antes de volver a echarse a correr.

Y efectivamente, llegó.

Llegó a lo que tenía todas las pintas de ser una especie de ciudad superpoblada de los tipos más extraños.

- Y tampoco sabemos del cierto si está en esta o en otra- comentó ella.

Su risa y el brillo de sus ojos estuvieron a punto de apagarse. A punto.

- No tenemos nada que hacer aparte de buscar-lo. No tardaremos mucho.

- Miles de personas multiplicadas por miles de ciudades.

Ahora si que se sumieron en la más profunda oscuridad. Al menos hasta que un ¡Suéltame Sirius! pronunciado entre risas por una voz grave y profunda cruzó la mente del animago.

- Por algún lugar tenemos que empezar, ¿no? Pero ahora... ¡A comer sentaditos!


Soltó un gruñido de satisfacción cuándo salió de debajo la cascada.

Ahora sí. Se sentía libre y, lo más importante, descansado, lleno y limpio.

Se tumbó sobre la hierba, esperando secarse al sol mientras Vieshta se arrulía a su lado.

Su ropa estaba demasiado hecha polvo cómo para pensar en ponérsela y, de todas maneras, ahí no era extraño ir desnudo. De echo, estos días en los que hacía calor era difícil ver a alguien cubierto con algún tipo de tela.

Sólo tenía que ir a Dakkar y empezar de nuevo, otra vez. Aunque ahora tenía la ventaja de la experiencia, un pequeño renombre y alguna gente que le debía favores.


Sirius entró al hostal de la manera más teatral que pudo, abriendo la puerta hasta casi romperla y dejando que las sombras lo cubriesen un poco antes de entrar con la cabeza bien alta y andar aristocrático.

Jennifer se hizo lo más pequeña que pudo a su lado.

 - Queremos comer y beber- dijo él, con el tono más impertinente de su repertorio dejando unos galeones sobre la mesa.

El camarero iba a protestar cuándo se dio cuenta que era oro de verdad. Entonces se convirtió en mister amabilidad, ante la pose de superioridad del pelinegro. Ella sólo rodó los ojos y los siguió cómo si fuera su sombra.

 - Por cierto, tú estabas cagada de miedo- dijo Sirius ya sentado y con el primer bocado en su estómago.

 - Y habló Rapidez Mortal 3- contestó con la boca llena.

Sirius parpadeó dos veces antes de soltar una carcajada y revolotearle el pelo.

 - ¡Si hasta tendrás personalidad y todo!

Jennifer le dio un manotazo y gruñó cabreada, pero no pudo evitar que una sonrisa luchara por salir durante unos segundos. Luchó, porque no lo consiguió.


No podía enviar a nadie.

Estaba terminantemente prohibido que se transmitiese la verdad, sólo lo podías saber si lo averiguabas por ti mismo.

Y no lo pensaba incumplir por nada del mundo, ni de este ni de ninguno.

Así que la única solución era ir él mismo.

Nagini...

Sí, Tom, ya lo sé.

Es necesario.

Tranquilo, no te culpo de nada. Si lo hago es porque quiero, ¿no?

Voldemort sonrió. Le encantaban las bromas sutiles.

Notas de la Autora: Enooooooo ¿Me extrañaroooon? (Es una pregunta retórica, NO hace falta contestar, ok?)

Pues yo sí que os extrañaba ;;. Y mira que hace tiempo que no actualizo ni nada, eh? Yo creo que aquí la peña ya se me había olvidado de la mitad XDDDD.

Pero bueno, aquí estoy con un capi más!!! Parecía imposible pero sí, sí.

Bien, y quiero comentar este capítulo porque es muy especial. Es el primero de la "segunda parte", cómo me gusta a mí llamarla. Es la primera vez que utilizo los saltos de puntos de vista, y no sé si ha salido del todo bien o comprensible... A partir de ahora todos lo capítulos serán así. O al menos todos lo que están en esta parte. Esto es debido a que ya tenemos a nuestros personajes principales en el mismo escenario, pero por separado, y a la introducción de muchos más personajes implicados. Que habrán todavía más (sí, esto es una amenaza :P).

También tengo que decir que este cap lo escribí a saltos muy grandes. Es decir, a lo mejor escribía unas líneas y a las dos semanas unas pocas más y al mes siguiente un párrafo o a los dos días media página, etc... Y cada vez que me ponía delante del ordenador me pillaba con unos humos y una inspiración diferentes, espero que no se note demasiado.

Ale, ale, después de este rollazo, me paso a contestar los reviews... :

Árael: Iiiiiiiiiiiiieeeeeeeeeeeeee!! K tals? Al final i si k tas pasat x aci. Pos b, b. A vore si tu lliges tot i tu puc comentar kuan mos trobem, e? Au, wapisima!

Aliena-wolf: Wuash, wuash, muchas gracias!!!! Pozi, la pareja Sirius/Remus es la mejor, aunque aquí esto va leeeeeentooooo. K tamos n l chap 7 y todavia no a pasado nada, ombre ya!! Xo bien. Y por supuesto, si as leido la materia oscura t tiene k sonar xk si XD. Sk m ncantaron esos libros, sobretodo el Butch y el otro (sk ace komo eternidad y media k me la lei :P), si, los dos angeles, ¿Balthamos se llamaba el otro? Bueno, bueno, k espero k este chap tb t guste.

Aracne Athalya: Bueno, pues de Edgar Allan Poe solo me e leido k l scarabajo d oro y algun cuento k otro suelto x ai, xo m tendre k leer alguno mas :P. Y tu no sabes lo macabra k puedo llegar a ser MUAJAJAJAJAJAJA!!!! (preguntaselo a mi ermana, k la tengo toda traumada XDD). Y bien, si me paro a explicarte TODAS mis teorias sobre lo claro k esta n los libros k Sirius y Remus son pareja m paso oraaaaaas, k les tengo a todos artos, artos. Y res, pues muchas gracias por el review, y k spero k ste tb t guste.

Enu, k oy no stoy inspirada.

Ciao, k seas todos muuuy re-felices y no se olviden de dejarme un review!