Disclaimer: Todo lo que esté registrado por alguien que no sea yo no es mío (bastante obvio, pero hay que aclararlo)
Advertencia: Sí, lo sé, va leeeeeentoooooooo, pero hay slash, es decir una relación homosexual. Si llegas hasta aquí es que ya has leído todas las otras advertencias pero sino pues bueno, en caso de que seas homófobo: ¡Go out!
Nota: No me acordaba de cómo se escribía mortífago en inglés y, definitivamente, mortífago NO me gusta, así que me lo he inventado :P
Cap 8. Cuándo los caminos empiezan,Sirius se sirvió de la nueva jarra que había traído el camarero a una voz suya. Desparramó medio contenido por la mesa entre risas y ante la mirada seria de la chica que estaba justo al otro lado de la mesa en la postura del loto.
Jennifer le arrebató el gran vaso que tenía delante de él antes de que sus temblorosas manos lo pudieran volver a coger.
- ¡¿Pero que haces?!
- Hace cuatro jarras que estás completamente borracho.
Sirius protestó un rato hasta que miró la cara de ella, que no había movido ni un solo músculo.
Berreó un poco más, hasta que la queja se convirtió en lágrimas que anegaron sus ojos.
- Estoy borracho y extraño a Remus- dijo sintiéndose el ser más miserable del planeta.
Ella rodó los ojos mentalmente y se preparó para toda la perorata cursi que estaba segura que iba a llegar.
- Extraño el brillo de sus ojos cuando reía, su voz pausada incluso cuando nos regañaba. ¡Dios! Extraño cuando me regañaba frunciendo la nariz intentando enfadarse sin llegar a conseguirlo. Extraño sus manos rugosas haciendo un truco de cartas de los suyos. Extraño...
Ahí fue cuando enterró la cabeza entre sus brazos y empezó a llorar todo el alcohol que corría por sus venas.
- Me convertí en animago por él, pasé miles de noche en vela por... por él. ¡Sí! ¡Por él! Hacía todo lo que podía para que desapareciera esa tristeza que estaba alquilada dentro de esos maravillosos ojos. Lo hacía todo por él. Lo hacía todo, todo, todo, todo... y todo por él.
Jennifer buscó con la mirada al único camarero que quedaba y le hizo un gesto con la mano para que se acercase.
- ¿Y él qué hace? ¡Me deja! ¡Sin avisar, sin nada! ¡Sin que yo le importase lo más mínimo! ¡Sin pensar en mis sentimientos! ¡En cómo me sentiría yo sin él!- gritó dejando de llorar antes de pegar un fuerte golpe a la mesa, haciendo que todo tambaleara. El camarero miró a Jennifer cansado, a lo que esta contestó marcándole con la mano que se lo dejara a ella.
- ¡Es un desagradecido que no se merece nada! ¡Una maldita criatura oscura!
Al camarero le recorrió un pequeño escalofría ante el sonido de la tremenda bofetada que ella le había dado con todas las fuerzas que había podido reunir.
- Le vuelves a llamar eso y te mato, estúpido intento de rebelde niño rico- escupió con un tono tan frío como inusual que calaba en lo más profundo de los huesos.
Sirius se quedó mirándola con la boca abierta, sin llegárselo a creer y tratando de entender lo que le acababa de decir. Cuando las palabras llegaron más o menos ordenadas a su cerebro empapado en una bebida de nombre impronunciable, la abrazó y empezó otra vez a llorar.
- Deja la cocina y ves a atender, por favor.
- ¡Ooooooookeeeeeeey!- canturreó Erk con una gran sonrisa.
- Vieshta...
- Sí, ya sé, me quedo aquí y si eso te aviso.
Remus le sonrió y empujó la puerta de SU cocina.
Allá, en esa mesa, había alguien con los ojos grises de Sirius.
Le pegó un manotazo a sus pensamientos mientras observaba al gran homínido arreglando los cojines que definían el espacio de las historias.
Cuando se acercó hacia allí Kabte y Erk empezaron a aplaudir.
- Hacía tiempo que no eras tú el que contaba- le comentó Kabte cuándo pasó.- Ya era hora de volver al oficio amigo.
Remus le dio un leve empujón en el hombro, lo que contestó con otro igual. Sólo que este hizo tambalear al castaño.
- ¡Uau! ¡No te caíste! ¡Eres mi héroe!
Los clientes interesados, que eran casi todos, ya habían movido sus mesas flotantes y sus cojines hasta situarse lo más cerca posible del ex-licántropo, que hizo una reverencia antes de sentarse.
- Hoy os voy a contar la historia de un chico triste, de ojos del color de esas nubes cargadas de lluvia que se obstinan en amarrar sus gotas incluso sobre las tierras más áridas, llenas de gargantas sedientas sin fuerza para suplicar; y de cabellos de ébano negro, sedoso, axfisiante. El mismo negro oscuro que cubría su alma segundo a segundo, paso a paso, anhelación a anhelación...
Los pulmones de Voldemort se quedaron súbitamente sin aire, pero en vez de preocuparse sonrió. Había conseguido pasar.
Nagini se paró un momento, le dolía todo. Cerró los ojos, respiró lentamente y se concentró hasta que el dolo menguó hasta convertirse en una simple molestia.
Reptó lentamente, intentando camuflarse entre el verde doloroso de los brotes de hierba que se mecían lentamente bajo el aire enrarecido.
Avanzó por el silencio que la envolvía y le comprimía todas las vértebras sin soltarla ni un momento. Extrañada, levantó la cabeza.
Una enorme figura dorada dormía profundamente. A su lado, un montón de bocadillos exactamente iguales y, al otro, un montón de lo que antes también había sido comida.
Decidió avanzar más rápido, antes de que el vigilante se acabara de recuperar y la descubriera.
Voldemort se tomó hasta la última gota de la poción, se sentó, respiró hondo y cerró los ojos intentando contactar consigo mismo.
Nunca lo había conseguido en esas condiciones, ni él ni nadie más a excepción de dos personas y estaban muertas. Esta vez no fue la excepción.
- ¿Qué pasa?
Emmeline Vance no se distinguía precisamente por su locuacidad, así que cuando se le ocurría abrir la boca siempre atraía la mirada de todos aquellos que la conocían.
Dumbledore se giró a mirarla con expresión bonachona, con la sombra de la preocupación que le roía por dentro reflejándose en sus ojos por el instante en que dura el aleteo de una mariposa.
- ¿Que va a pasar? Lo de siempre, Emmeline, lo de siempre.
McGonagall, a su lado, levantó una ceja y fijó la vista en el director después de depositarla unos segundos en su compañera.
- ¿Todo bien?
Por un momento pensó en ir en contra del Secreto, en que era una situación de emergencia y eran de confianza. Pero fue por un momento tan breve que nunca se acordó de él.
- Creo que hay un problema con los Death Eaters.
Jennifer y el camarero, Urke había oído que se llamaba, cargaron a Sirius, dormido de tanto llorar, y lo tumbaron en la cama.
Sin decir nada, el camarero trajo dos tazas de café y las puso frente a frente en una mesa extrañamente apartada de las otras.
- Urke, ¿no?- dijo ella sentándose pausadamente y no desplomándose, cómo le pedía el cuerpo que hiciese.
- Urve.
- Urve es más lindo que Urke.
- La verdad es que sí- respondió con una sonrisa a la vez amable y divertida.
El líquido caliente entre sus manos, la semipenumbra en la que se encontraba, la flacidez de todos sus músculos, la cálida expresión con la que la miraba la persona que tenía delante y, sobretodo, la segura máscara del anonimato gentil, le impulsaron a mostrar sus sentimientos soltando un bufido de cansancio.
- ¿Sabes? Te pareces mucho a Remus.
- Entonces tengo una oportunidad- comentó levantando la ceja hacia la habitación donde dormía Sirius y dando un sorbo a su taza.
Jennifer se le quedó mirando con la comisura del labio levantada contra su voluntad en un gesto cálido.
- Ellos no...
- ¿No?
- No. Todavía- y cuándo dijo eso sí que fue consciente de que estaba reflejando en su propio rostro aquel otro que tenía delante suya y que le invitaba a simplemente estar ahí, disfrutando de una conversación amena o simplemente bebiendo un café demasiado dulce. Sin barreras de ningún tipo, sin miedos, sin preocupaciones...
- Te voy a contar un secreto- dijo él echándose hacia delante y bajando el tono de voz hasta un susurro.- Por aquí pasó un chico de piel chocolate claro que contaba historias amargas dónde casi siempre salía un chico de cabellos como una noche sedosa y destino trágico.
Ella abrió los ojos, se echó hacia delante y continuó escuchando atentamente.
- El cuento de hoy ha sido muy bonito- comentó Erk secando los platos que le iba pasando Kabte.- Y muy triste.
- No todas las cosas son tan alegres como nuestra pequeña Amy, ¿verdad Amy?
- ¡Sí!- gritó la pequeña saltando a los brazos de Remus que la cogió con una sonrisa.
- Agg enana. Para, que molestas- dijo Kabte cogiendo por los pelos el vaso que la niña había tirado en su salto.
Amy le sacó la lengua y le tiró de los pelos para después esconderse detrás de su protector que le empezó a dar vueltas por el aire cogiéndola de sus dos manos, alejándola del hombre malvado que acabó atrapándola y le revoloteó el pelo llenándoselo de jabón.
- ¡NOOOOOOOO!- chilló Amy al borde de las lágrimas causando la risa de todos los otros.
Remus le lavó el pelo en el lavaplatos y se lo enrolló con el trozo de tela que tenía anudada a la cintura.
- Rems, eres un encanto, pero de un feo...
- A ti te parezco feo porque no tengo membranas entre mis dedos.
- Entre otras muchas cosas- afirmó Erk cogiendo a su hija.
- Pues de dónde yo vengo lo encontrarían repugnante.
- Yo lo encuentro súper sexy- dijo Kabte en un tono casual.
Erk enrojeció (del modo en que te puedes sonrojar teniendo la piel verde azulada) y le dio un empujón mientras murmuraba por lo bajo lo rematadamente idiota que era.
Vieshta y Remus se miraron y sonrieron.
Nagini reptaba nerviosa por el bosque. Su miedo no se debía a la falta de camino. Sabía de sobras que su instinto la llevaría dónde tenía que ir, pero era la primera vez que no podía contactar consigo misma y estaba completamente sola, sin poder consultar nada.
Intentó tranquilizarse, si ella estaba nerviosa Voldemort estaría nervioso, y no podía permitírselo ni un sólo segundo. Además, siempre que le consultaba era simplemente para reafirmara su elección. Ella podía hacerlo perfectamente bien, ¿verdad?
De repente notó que el terreno por el que reptaba era más uniforme. Había encontrado una especie de senda.
La parte fácil estaba cumplida.
Siseó y continuó con todos sus sentidos puestos en lo que tenía que hacer.
Voldemort, a media investigación de una nueva poción, suspiró sin que nadie se diera cuenta el aire que había estado aguantando.
Si McGonagall estaba extrañada por la gente que se encontraba en el despacho de Dumbledore, no lo mostró.
Moody giraba sus dos ojos por toda la habitación como si fuera un camaleón, a Fletcher una sonrisa le bailaba en el rostro mientras Figg le lanzaba miradas de advertencia, Vance estaba sentada con la espalda recta y el mismo aspecto distinguido y severo de siempre. De pie, un poco incómodos pero con expresión seria y sombría, se encontraban algunos aurores a los que no conocía.
El director tomó aire.
- Los Death Eaters no tardarán en actuar. Y Voldemort prepara algo grande.
Notas de la Autora: E aquí el octavo capítulo de este fic o "El capítulo dónde todos se empiezan a dar cuenta de la extraña obsesión de la autora con la simetría.
¡Pues sí! ¿Qué pasa, eh? ¡Pues eso!
¿Y simplemente no os parece genial la canción de Make me smile? Sip, sip, es que el otro día fue mi cumple y me regalaron la peli de Velvet Goldmine! Que yo la vi y me pregunté ¿tan pesada soy? Respuesta categórica de Vicent: ¡SÍ! Pero bueno, soy feliiiiiiiz!!
Por cierto, mini-anécdota sobre este capítulo: estaba yo rebuscándo en mis libretas del instituto las hojas dónde tenía escrito esto, me las clasifico todas en orden (cómo podía vamos, porque a lo mejor en una había un trozo del principio y otro del medio-final, o habían dos repetidos etc...) cuándo me acuerdo que había uno que me había salido súper bien a la primera pero que estaba en mi libro de castellano ¡y este estaba en la taquilla! Casi me da un infarto. Al final, como no quería esperar más para subirlo pues lo he escrito como buenamente me acordaba con esta memoria de pez que tengo.
Buenu, ¿qué os parecido todo? Esto ya va tomando algo de acción... ¡MUAJAJAJAJA! Abrochaos los cinturones y preparaos para lo que viene! (Oh my! Is the world ready for this?/ Maybe not... But I sure am!) (No me hagáis mucho caso, acabo de leerme las Secret Wars ¡Aupa Antorcha! XDD Simplemente le adoro)
Y ahora la parte que más me gusta... ¡a contestar los reviews de la gente preciosa y amable! :)
Aryblack: Pues sí, es un coñazo no tener el orde en casa. Max, que ya es muy viejo el pobre, de vez en cuando se toma un descanso de esos que duran meses y me vuelvo loca! Yo creo que los del cyber cuando me ven entrar sacan las calculadoras y empiezan: A ver, cinco días a la semana (más o menos) durante tres meses. Unas dos horas por día, eso hacen... Y luego ese día se van a tomar una copa celebrando la paga extra que les va a caer �. Buenu, buenu, si al continuar leyendo se aclaraba la cosa es buena señal! De echo, ¡muy buena señal! Porque hay veces que ni así... Bueno, espero leerte otra vez pa' que me subas los ánimos! Ciao!
Conacha: ¡Lo siento! Me he tardado de verdad en actualizar, no tengo excusa. ¡Lo siento de verdad! Pero no, no pienso dejar la historia colgada. Entre otras cosas porque sino me perseguirá la continuación en sueños y no parará hasta que la escriba. Y si la escribo, cada vez que la vea me sentiré culpable por no postearla y esa sensación no me dejará en paz hasta que me ponga delante del ordenador. Así que, entre otras cosas por mi salud mental, puedes estar segura de que no dejaré la historia inconclusa aunque puede que me retarde en subir algún cap. Pues bueno, después de todo el discurso... ¡ Espero que este cap no te defraude!
LemonBH: Pues muchísimas gracias. Y ya ves, en este cap no me he tardado demasiado (es decir, cuenta que soy yo. Entonces te darás cuenta que he subido este cap a la velocidad de la luz, tal Capitán Marvel II (déjalo, cosas mías)) Y bueno, el ki ki de que es? Vaya así suena bastante mal, el kiki XDDDD. Bueno, espero que te guste la continuación y leerte otra vez por aquí!
Mido: No, no creas, eso es algo muy común. Aquí es donde se nota que soy hija de mi madre, porque ella opina que siempre escribo demasiado simple. Lo que pasa es que ella es un poco rarita pero shhhh, eso que quede entre nosotras, que cuando se cabrea da TERROR. Y tranqui, a partir de ahora se irá aclarando todo poco a poco (como los dos petardos esos, poco a poco).
Siesna: ¡Muchas gracias! Pues mira, ya están a un paso más de encontrar a nuestro querido (sobretodo por mí y por Sirius) (por Sirius un pelín más, pero un pelín muy corto, eh?) cachorrito. Y bueno, lo de Voldy dará para rato, laralarará!! Es que me encanta este personajes y me encanta indagar sobre él y sobre... ¡Stop! Y Dumby... enu, ya lo verás!! Espero que este cap también te guste!
Aracne Athalya: ¡Sí! ¡Remus es la lindura personificada! (Porque claro, NADIE sabe cual es mi personaje preferido de la saga). Y bien, de Voldy habrá para parar el carro y ponerte a vender, así que don't worry. Y aunque me duela, a partir de ahora se van a empezar a descubrir las cosas, así que habrá más acción y menos misterio (PORQUEEEEEE????!!!!!) pero bueno, la vida es dura pero perdura y nos da esos golpes bajos.... ¿Te gustan las panteras negras? ¡Es mi animal preferido! (Esto también, que no se note) Así que por Vieshta no te preocupes XDDD. Enu, ciao, y espero leerte pronto por aquí, que siempre me das muchos ánimos! Un besazo bien fuerte pa' tí!
¡Ay! ¡Hacía tiempo que no tardaba tanto contestando reviews! ¡Se siente de un bien! Ale, como estoy contenta, alegre, feliz y bailando cha-cha-cha, ¡¡Besazo general!!
Au! Adéu! Que seáis todos muy felices y no os olvidéis de dejarme un review!
