Anna pasó la mitad de la tarde buscando la leña que el profesor le había pedido, en cuanto a Yoh no lo había visto en todo ese tiempo, la única persona con la que había hablado era con Pirika quien la estuvo regañando en todo momento e inculpándola de que se retrasarían un día entero antes de llegar al siguiente lugar asignado. Anna que ya estaba bastante cansada de cargar ramas por más de cuatro horas y a parte la falta de sueño se decidió a ignorar las constantes quejas de su hermana. Además le preocupaba Yoh, seguramente a él le iban a echar la culpa de que se desaparecieran, además de que tendría que decirles a los maestros donde habían estado.
-Flashback-
-Mira,
solo quería mostrarte ese lugar que es tan especial para mi!
Eres la única que lo conoce...pero no te preocupes, la próxima
vez que quiera mostrarte algo lindo mejor llevo a otra...-Dijo Yoh
empezando a caminar nuevamente y dándole la espalda a Anna
-A
Marion, no-Dijo Anna cruzando los brazos. Yoh se detuvo en
seco.
-Marion no es nada para mi! Yo no quiero volver a verla, eso
querías escuchar para que fueras diferente conmigo-Dijo Yoh
enfrentando a Anna y mirándola fijamente a los
ojos.
-Yo...yo...
-Conocí a otra persona que me hace
sentir mejor que con Marion-Dijo Yoh desviando la mirada.
-No
quiero saber de quien hablas así que no me lo digas-Dijo Anna
aun mas enojada. Yoh se sonrojó y sonrió.
-No, creo
que eso es mejor no decirlo a nadie, perdería mi
reputación.
-Cual reputación? Mujeriego insensible?
-Fin del Flashback-
Yoh tenía razón, Anna se había comportado muy fría con el a pesar de que el la llevo a ver esa cascada. No es que no lo había disfrutado, pero y si ese lugar 'tan especial' para Yoh era el lugar a donde llevaba a todas las chicas para conquistarlas? Anna suspiró cansada. No le apetecía pensar además de que estaba muy confundida respecto a sus sentimientos y no sabía que pensar sobre Yoh. Pasó otra media hora de recoger madera hasta que uno de los profesores de acercó a Anna y le pidió que prendiera la fogata para esa noche, ya que parecía que esa noche haría mucho frio. Anna asintió desganada y acomodó las ramas para encenderlas.
¿Qué haces, Annita-Preguntó una voz detrás de Anna, a quien su estomago dio un vuelco.
¿Qué no se nota-Respondió ella, omitiendo esa sensación de nerviosismo.
¿Piensas hacer una casita de madera para que vivamos juntos?
Anna se detuvo en su labor y se puso de pie, dando la espalda a Yoh que reía felizmente. Anna se giró rápidamente quedando frente a Yoh, quien dejó de reírse y miraba fijamente a los ojos de Anna.
-Si Yoh! Es una casita! Donde va a estar tu cabezota si no dejas de hacer esos comentarios entupidos-Gritó la chica, varias chicas del grado de Pirika miraron a Anna con reproche.
-Ay Annita, es broma no te sulfures.-Yoh empezó a reírse. Anna suspiró.
-En fin, donde estuviste en la tarde-Preguntó ella volviendo a su labor de la fogata.
-Ah, estaba descansando-Respondió Yoh riendo.
-Descansar de que? No haz hecho nada en todo el día.
-Ah, es que la profesora Eliza estaba preocupada por mi, y me dijo que descansará, tu sabes por el golpe...
-Ash Yoh, solo es un golpe, no te atravesaste la cabeza.
-Ah es que un héroe tiene que estar bien cuidado!
-Que héroe?
-Ah...es que...le conté a la profesora Eliza una historia un poco er...distinta a la original je je (n.nUu)-Por la mirada que tenía Anna, indicaba que quería conocer esa historia, así que Yoh se aclaró la garganta y empezó a contar- Eh, bueno le dije que teníamos muchas ganas de salir a caminar y que tu te caíste al río-se detuvo y soltó una risita nerviosa ante la mirada asesina de la chica, y yo me lancé al río para rescatarte y al llevarte a la orilla...un oso...nos atacó y en mi intento por defenderte, el oso me golpeó y choqué con un árbol y me hice la herida...je je je...es una historia muy original, no crees Annita?...
Al terminar su trabajo, Anna se puso de pie muy lentamente, mientras Yoh seguía con su risita nerviosa.
-Y por que me haces quedar como la tonta que se mete al río, eh-Preguntó la chica un poco enojada. Yoh rió aún más.
-Necesitaba una historia creíble-Anna abrió la boca pero Yoh la interrumpió, además, no quería que nadie supiera de la cascada...
Yoh estaba sentado en el piso, con la espalda recargada en una roca, Anna se sentó a su lado y sonrió un poco, el chico la miraba sin borrar su sonrisa-al menos la pasamos bien unos momentos-musitó Anna. Al escucharla Yoh se acercó más a ella, le dedicó una sonrisa y después observó el fuego que tenían enfrente. Anna lo imitó, aun que le era difícil concentrarse con él tan cerca, su corazón se aceleraba, su sangre corría a toda velocidad por sus venas...¿Por qué se sentía así?
Los pensamientos de Anna fueron interrumpidos por la estridente voz de Pirika, que se acercaba a la pareja echando humo por las orejas, apuntaba a Yoh con un dedo amenazador mientras le regañaba de los mismos motivos por los cuales había regañado a Anna esa misma tarde, pero igual a la chica, Yoh la ignoró completamente. Anna bostezó y estiró los brazos, le dolían de cargar leña todo el día; al bajarlos su mano se topó con su mochila, que yacía al lado de la roca donde Yoh y ella se encontraban, y donde habían estado la noche pasada discutiendo.
-Ay no-Suspiró Anna por lo bajo, pero Yoh estaba muy cerca de ella y alcanzó a escucharla.
¿Qué sucede, Annita-Preguntó, olvidando completamente que Pirika estaba gritándole.
-Mis cosas, están aquí-Respondió ella.
-Y que?
-Que hoy estuve tan ocupada todo el día que olvidé por completo armar mi tienda de campaña para dormir esta noche...
-Y por que no pasas la noche en la tienda de tu hermana, eh?
Ambos chicos miraron a Pirika, que estaba de pie frente a ellos y seguía diciéndoles que eran unos irresponsables, egoístas...o al menos eso fue lo que alcanzaron a escuchar...
-No, prefiero dormir con unos osos rabiosos...
Yoh empezó a reírse por lo bajo, pero luego miró pensativo al fuego y se sonrojó violentamente antes de mirar a Anna.
-Este...si quieres puedes pasar la noche en mi tienda...-Dijo sonriendo un poco. Anna se ofendió ante la proposición y cruzó los brazos enojada.
-Por quien me tomas, eh? No dormiré contigo! Ni hoy ni nunca!
Este comentario finalmente trajo a Pirika de vuelta a la realidad, que levantó a Yoh por el cuello de la sudadera que traía.
¿¡Qué tramas Yoh Asakura-Gritó Pirika furiosa.
-Y...yo no tramo nada-Respondió Yoh, liberándose del agarre de Pirika. Miró a Anna-Yo sugería que te quedaras en mi casa de acampar, pero yo dormiría afuera-hizo énfasis en 'afuera' y miró a Pirika, mientras ella seguía observándolo suspicazmente.
Justo en ese momento, una ráfaga de aire helado, rodeo a los chicos. Anna se estremeció, mientras Pirika se abrazó a si misma, pero Yoh tan solo volvió a recargarse contra la roca.
-Yo me voy a meter a mi bolsa de dormir, antes de congelarme aquí afuera. Buenas noches-Dicho esto, Pirika se alejó dejando a Yoh y a Anna a solas, la chica trataba de darse un poco de calor soplado a sus manos acomodándose mas cerca del fuego. Pero a Yoh, parecía que el frío no le afectaba en lo absoluto, se mantenía mirando al fuego, hasta notar a la muy inquieta Anna, que hacía lo posible por mantenerse caliente.
El chico sonrió y se quitó la sudadera verde que traía puesta, para ponérsela a Anna sobre los hombros, la chica se aferró rápidamente a la esta y se cubrió con ella.
-Va-vaya que hace mucho frió aquí- Comentó Anna, temblando.
-Mira ven-Yoh se puso de pie, y le ofreció su mano a Anna para ayudarla a levantarse. Gesto que ella aceptó y tomó la mano del chico. Esos malditos escalofríos la recorrieron nuevamente al contacto con la tibia piel de Yoh, liberó su mano rápidamente y evadió la mirada de Yoh para que el no notara su sonrojo pero el tan solo le sonreía.
¿A dónde me llevas, eh? No me digas que de nuevo a la cascada, por que mira la hora, ya es de noche-Se quejó Anna cuando Yoh empezó a caminar frente a ella, llevándose con el, la mochila de Anna.
-Como crees Annita? Te voy a enseñar donde armé mi tienda para que ya no tengas frío.
-Uh...que considerado-Dijo Anna con sarcasmo. Yoh rió.
Un poco más alejado de todas las demás tiendas, estaba una de color naranja muy llamativo y la patineta de Yoh al lado de esta; Yoh abrió la tienda y Anna lo siguió al interior, donde estaba toda la ropa de Yoh regada por todas partes, sus audífonos junto con su tocadiscos estaban sobre una montaña de ropa.
-No imaginaba lo ordenado que eras, me sorprende-Dijo Anna con sarcasmo. Yoh se sonrojó un poco y empezó a recoger todas sus cosas, dejando a la vista una bolsa de dormir que parecía estar muy bien escondida debajo de todo. El chico sacó la bolsa de dormir afuera de la tienda y metió en una mochila (casualmente naranja también) toda la ropa, dejando el lugar...habitable.
-Listo! Ya puedes dormir aquí, yo dormiré junto a la fogata-Dijo Yoh, Anna salió de la tienda para recoger sus cosas y meterlas a la tienda, pero en cuanto sacó la cabeza, el aire helado le caló hasta los huesos. Se metió rápidamente a la casa, cosa que no ayudó mucho, ya que hacía tan solo un poco menos de frío en el interior. Anna sopló a sus manos, veía su aliento claramente a causa del clima. No, no podía dejar a Yoh en la intemperie, además de que ella tenía su sudadera puesta.
Anna salió de la tienda, peleando contra la helada noche, y fue hasta la fogata, donde estaba Yoh recargado en la (famosísima) roca y estiraba sus manos para calentarlas un poco con el fuego. Lo dudó un poco antes de hablarle, pero Yoh levantó la cara cuestionando con la mirada a Anna.
-Eh...este...-Anna se sonrojó-
¿Qué te sientes mal Annita-Preguntó Yoh, poniéndose de pie-Tienes la cara toda roja...
Anna suspiró, era ahora o nunca.
-Hace mucho frío, ve a dormir a tu tienda-Dijo Anna, más alto de lo que esperaba y a una velocidad asombrosa. Yoh parpadeó tratando de analizar lo recién dicho
-Pero y que hay de ti-Preguntó él.
-Yo...yo...podemos dormir en la misma tienda...pero...solo dormir-Respondió la chica nerviosa, Yoh no le inspiraba mucha confianza que digamos. El sonrió y asintió con la cabeza. Siguió a Anna hasta la tienda, arrastrando su bolsa de dormir. El silencio era bastante incomodo, en especial para Anna, quien no tenía idea de por que había propuesto eso de la misma tienda, ella le hubiera dicho que dormiría con Pirika, pero no... Las palabras resonaban en su cabeza... 'Podemos dormir en la misma tienda'. Yoh también parecía ir o muy concentrado en sus pensamientos o bastante cansado.
¿Qué no sabes que no hay pistas para patinar en el bosque-Dijo Anna, mirando la patineta de Yoh y usándola para romper el silencio.
-Je je, claro que lo sé, pero es que me gusta tenerla siempre a mi lado.
-Esa debe de ser la excusa más estúpida que he escuchado...además de la de hace un rato, 'necesitaba una historia creíble'-Yoh se rascó la cabeza y sonrió.
Ambos se metieron en la tienda de Yoh, Anna acomodó su bolsa un poco más hacía la orilla, mientras Yoh había arrojado la bolsa al piso y se había tirado sobre ella. Al cabo de unos minutos, ya estaban acomodados dándose la espalda, pero la tienda era bastante pequeña como para mantener una distancia muy grande, así que estaban separados por una distancia de menos de 15 cm. Cualquier movimiento podía rozar con el cuerpo del otro así que estaban muy quietos. Anna en especial, tener a Yoh tan cerca la ponía muy nerviosa, incluso se había olvidado del frío, lo único que importaba ahora era su sonrisita tan contagiosa, su aroma, sus cabellos castaños parados en todas direcciones. Quería estar más cerca de él, sentir su calor aún que fuera un poco...
Sin quererlo, Anna, se giró quedando con la vista clavada en la espalda del chico a su lado. Suspiró aliviada al notar que el chico no había sentido ese movimiento, al menos eso creía, se acercó un poco a él, sin despegar la mirada de la nuca de Yoh, por si llegaba a voltear a verla. El chico gimió cansado y miró sobre su hombro a Anna, que se quedó helada.
-No puedes dormir Annita-Preguntó Yoh adormilado¿Tienes frío?
-Eh...eh...-Anna titubeó antes de lograr responder algo concreto, por que estaba haciendo eso-Yo, si, tengo frío-Su tono no fue muy convincente, pero lo fue lo suficiente como para que Yoh se girara quedando frente a frente. Yoh sacó una cobija (N/a: no pregunten de donde...solo la sacó, ok?) y cubrió a Anna con ella.
-Mejor-Preguntó. La chica asintió nerviosaél asintió con la cabeza y cerró los ojos nuevamente, pero sin girarse para darle la espalda.
Anna pasó saliva nerviosamente, su cuerpo se movía sin que ella lo controlara. De un solo movimiento cortó la distancia entre ella e Yoh, y se acomodó en el pecho del chico, quien abrió los ojos sorprendido pero luego sonrió y rodeo a Anna con sus brazos de una forma muy protectora. Anna suspiró aliviada una vez más, no esperaba esa reacción...¿¡Qué va? No esperaba nada de eso, no esperaba dormir en el mismo lugar que Yoh, no esperaba dormir abrazada de algún chico...nunca! Pero, eso ya no importaba, se sentía tan bien y tan segura en los brazos del chico, que ya nada le importaba.
Y así pasó la noche, el frío no molestó a los jóvenes que permanecían tranquilos en los brazos del otro. Poco a poco las aves empezaron a despertar y a silbar, cosa que logró despertar a Anna. Sin movimientos muy bruscos se refregó los ojos para observar bien su alrededor. Al sentir el mentón de Yoh cargado contra su cabello lo recordó todo, sonrió ante ese pensamiento.
Pero no podían permanecer así, que tal si algún profesor los veía y sacaba las conclusiones equivocadas. Se separó del chico muy lentamente para no despertarlo y salió de la tienda lo más callada posible, pero no sin antes mirar al chico que antes dormía a su lado. Su boca ligeramente abierta y sus ojos cerrados, sin esa sonrisa que siempre adornaba su rostro, pero no era necesaria esa sonrisa para que Anna sintiera su estomago saltar cada que lo viera. Le dedicó una última sonrisa al chico y cerró la tienda, dirigiéndose hacía el exterior. Esta vez no había ninguna cascada caliente que opacara el frío invernal así que fue a refugiarse bajo el calor abrasador de la fogata.
Ahí estuvo unos veinte minutos, hasta que escuchó los gritos de un profesor con un alta voz que obligaba a todos los alumnos a levantarse; clavó la mirada en Anna y caminó hacía ella.
-Señorita Kyouyama, que bueno que esta despierta, ayude a todos los alumnos a desarmar sus tiendas, nos vamos al siguiente puesto de campamento, y de por si ya vamos atrasados con el itinerario...
-Si señor-Dijo Anna, poniéndose de pie.
Varios alumnos empezaron a salir de sus tiendas, con cara de dormidos y despeinados. Anna buscó con la mirada algunos alumnos que ya estuvieran afuera de su tienda y recogiendo sus cosas pero no había muchos, todos habían salido pero tan solo por un poco de agua del rió a lavarse la cara o acomodarse el pelo.
-Vamos...qué están esperando-Dijo Anna, irritada mientras observaba la flojera con la que los chicos ejecutaban sus acciones.
Anna bostezó aburrida, y supuso que nadie había dormido tan bien como ella; y eso que ella no dormía mucho en los campamentos.
-Oye, puedes quitar tus cosas-Dijo una voz detrás de Anna.
Anna se dio la vuelta y quedó frente a frente con un Yoh, que parecía no haber dormido en absoluto.
-Buenos días a ti también-Dijo Anna con sarcasmo, pero el chico ni se molesto en responderle. De hecho se fue en dirección opuesta a Anna (con una bola de chicas que estaban lavándose en el lago), mientras que Anna por su parte se fue en dirección a la tienda donde había pasado la noche, solo que esta ya estaba desarmada y amarrada a la mochila naranja de Yoh, y en el piso estaba su mochila negra (N/ a: que no se lo imaginaban! XD). Anna suspiró¿es que acaso Yoh estaba enojado por alguna razón¿Por qué no la saludo con esa sonrisa tan caracteristica de él? En lugar de eso lo único que había recibido por parte de Yoh, fue una seca frase, mas bien una seca orden.
Pronto todos esos pensamientos quedaron olvidados, cuando el profesor llegó con Anna y la obligó a caminar hasta adelante con unos cuantos alumnos del grado de Pirika para guiar a todos y que no se separaran del grupo. A la mitad del camino, Pirika se acercó a Anna junto con su grupito de amigas.
-Oye Anna, ayer no vi a Yoh en la fogata¿Dónde se quedó, eh-Preguntó Pirika en tono inocente, pero Anna no le respondió, siguió caminando.
Pero Pirika estaba insistiendo demasiado en hacer que Anna admitiera donde se habían quedado; pronto Anna tuvo que soltar todo ante su hermana y sus molestas amigas, que ya también le habían agarrado confianza y le hacían las mismas preguntas que Pirika.
-Ya basta-Gritó Anna, deteniéndose y provocando que Pirika y las demás se detuvieran-Si, Pirika! Yoh durmió en la misma tienda que yo¿Eso querías saber? No pasó nada entre nosotros! Tan solo dormimos, ahora podrías dejarme en paz por favor-Miró a las amigas de Pirika-Y ustedes tampoco me molesten!
Dicho esto reanudo el paso, dejando a Pirika y sus odiosas amigas paradas sin palabras a mitad del bosque, Anna suspiró esperaba escuchar a su hermana ir corriendo hacía ella y empezar a regañarla, pero nada. Pasaron unos segundos de paz, hasta que finalmente Pirika se acercó a Anna.
¿Y ahora que quieres-Preguntó Anna fríamente.
-Oye, Anna, no quería hacerte enojar-Se disculpó Pirika.
Anna la miró, y le sonrió un poco.
-Si, no hay problema es que...
-Ay Yoh en serio? Ji ji ji ji ji
-Y cuando nos enseñas esas habilidades tuyas, eh?
-Ya quiero verlo!
Anna fue interrumpida por un grupo de fans que venía rodeando a Yohél tan solo se reía y asentía con la cabeza, al parecer le gustaba llamar la atención y no le molestaba que ese montón de arrastradas se le estuviera encimando y abrazando. Anna sintió unas poderosas ganas de agarrar a cada una de las tipas que rodeaban a SU Yoh y arrojarlas al río. Sus puños temblaban en ira y en su sien estaba perfectamente marcada una vena palpitante. Pirika notó esto y jaló a su hermana lejos del grupo. Anna tardó un poco en calmarse.
¿Qué fue eso-Preguntó Pirika una vez que Anna había recuperado la compostura.
¿Qué-Respondió Anna bruscamente, Pirika se mordió el labio inferior nerviosa.
¿Eso que pasó con el grupito de Yoh?
¡Nada!
¿Es que...estabas celosa? (n.n)
¡¿QUÉ! A por favor! Celosa? Claro que no! Yo nunca! Bueno...un poco...ES QUE¿Qué por que están así con mi Yoh? (u.ú)
¿Tu Yoh? (ò.ô)
-Eh? (o.oU)
-Eso dijiste: 'Mi Yoh' (u.u)
-No es cierto (uu )
-Si
-No
El debate de Si o No se extendió por otra hora, y ni Pirika ni Anna cedían en sus respuestas. Pero al cabo de un rato llegaron a un claro rodeado de árboles y al lado el río; había unas cuatro casas de acampar y una fogata encendida. Los maestros dieron indicaciones a los alumnos para que empezaran a armar sus tiendas.
Anna que seguía enojada por las 'amiguitas' de Yoh y la discusión con Pirika así que bajó sus cosas un poco más alejado de todos los demás y empezó a sacar las cosas para armar su tienda, pero sintió unos fuertes brazos rodeándola por la cintura y levantándola a unos cuantos centímetros del suelo.
-Bájame animal! No estoy para tus jueguitos-Dijo Anna, golpeando con el codo la cara de Yoh.
-Ay Anna-Dijo la voz del chico...que no era Yoh. Anna reconoció la voz inmediatamente.
-Horo! Lo siento mucho-Dijo la chica dando media vuelta y enfrentando al aludido¿Estas bien?
Horo-Horo se quitó las manos de la nariz e hizo unos gestos extraños antes de formar una pequeña sonrisa a la chica.
-Si, si estoy bien y por lo visto tu también...
Anna sonrió, por fin algo bueno en todo el día. Anna y Horo se habían vuelto muy buenos amigos aun que no tanto como con Hao, pero Horo de alguna manera siempre lograba hacerla reír. Y eso era justo lo que necesitaba, olvidarse por completo de Yoh que parecía haberse olvidado completamente a ella, ni siquiera le había dirigido la palabra en toda la mañana, haciéndola sentir muy mal.
¿Hey Anna, por que la cara larga-Preguntó Horo, ayudando a Anna a armar su tienda.
Anna le contó a Horo como se sentía y todos los sucesos de los días anteriores, de la cascada y de la noche juntos. Pero Horo no parecía sorprendido ante la confesión de Anna.
¿Qué no me vas a decir nada-Preguntó la chica al terminar su relato.
¿Qué quieres que te diga¿Que todo va a salir bien y que no te preocupes, Yoh te quiere?
-No pero...
Horo dejó su labor con la tienda y se sentó al lado de Anna, rodeándola con un brazo sobre los hombros y mirándola fijamente.
-Mira, yo conozco muy bien a Yoh, conozco cosas que nadie sabe de él, ni siquiera su propio hermano-suspiró, debí advertirte desde el principio que clase de persona es Yoh, pero yo llegué a pensar que quizás tu lo cambiarías, que lo harías una persona diferente. Me aferré a ese pensamiento por que he visto a todas las mujeres que él ha herido y no les ha dado importancia, yo en verdad deseaba que lo cambiaras, pero veo que mis esperanzas fueron en vano y yo no quiero que Yoh te hiera como a las demás, Anna. Por que tu eres mi mejor amiga, no quiero verte sufrir...por eso no quiero saber que andas paseándote por ahí con Yoh, no quiero que le hables, ignóralo...
¿Cómo sabes que el no ha cambiado eh-Dijo Anna soltándose del brazo de Horo. –El ha sido muy bueno conmigo!
Horo suspiró.
-Todo es parte del plan...
¿Qué plan?
-Es lo que hace Yoh, cuando conoce a una chica que le guste, la conquista fácilmente, aun que no se sus métodos, después la lleva a varios lugares, pero al principio ellas siempre se resisten pero Yoh les dice 'Y si te dijera que por ti cambiaría?' Esas palabras son las que las convencen y después de eso, Yoh les hace lo que quiere para luego dejarlas...
Anna no lo hubiera creído si otra persona se lo hubiera dicho, bueno quizás si Hao se lo hubiera dicho, pero las palabras habían salido de la boca de Horo, y él no hubiera interferido entre ella e Yoh de no ser por algo muy grave. Suspiró cansada¿es que nadie le iba a decir algo bueno de Yoh? No es que quisiera oírlo era solo que no quería quedarse con esa idea de ese chico que desde el principio se había comportado tan amable con ella.
-No era amabilidad Anna-Dijo Horo, te cargó todas tus cosas solo para que no lo regañaran de que lo habían sacado de clases, y te hizo cargar su patineta para que no se la quitaran a él.
¿Cómo lo sabes?
-Ya te lo dije, sé todo sobre Yoh, el me cuenta todo lo que hace y deja de hacer.
Terminaron de armar la tienda de Anna y se fueron a buscar leña para la fogata de la noche. Bien, esa no era la platica que Anna esperaba escuchar de Horo, pero de alguna manera le había abierto bien los ojos, de no haber sabido todo lo que se había enterado esa tarde, Anna hubiera caído redondita en el juego de Yoh.
Lo bueno es que después de las malas noticias por parte de Horo, este empezó a contarle a Anna sobre las discusiones recientes entre él y Tamao, cosa que hizo reír mucho a Anna; además de que Pirika se había desaparecido a quien sabe donde y no estaba molestando más, igual que Yoh que también se había ido a otro lugar
-Quizás fue a otro lugar lindo que conoce con otra tipa-Pensó Anna amargamente, pero luego borró ese pensamiento, había decidido olvidarse completamente de Yoh, tal y como Horo se lo había dicho...
