Habían pasado varios días desde que Hermione Granger le contó a Ginny Weasly el problema que tenía con Draco Malfoy. En cierto modo Hermione se encontraba mejor, todavía seguía llorando cada vez que veía a alguien de Slytherin, cosa que empezó a ser motivo de burla entre los estudiantes de esa casa, ese mismo día un estudiante de sexto le dijo a Hermione algo muy cruel:
- eh, Mirar todos a esta sangre sucia de Gryffindor, llorando cada vez que nos ve, desde cuando os damos miedo a los Gryffindor?-empezó a reírse, y siguió con su comentario doloroso, mientras tanto Hermione había empezado de nuevo con sus lloros, pero esta vez sucedió algo inesperado- venir todos a ver a la nueva Myrthel la Llorona, Draco ¿a qué llevo razón?
- Cómo que os tenemos miedo imbécil- le respondió Hermione de una manera cortante recuperando momentáneamente su valor de antaño- si lloro no es del miedo que me deis, si no de la risa que me provocáis, sois todos demasiado presumidos- y se dio la vuelta bruscamente mostrando su indiferencia hacia lo que había ocurrido pero se topo con alguien a quien no deseaba ver- Malfoy aparta, o no querrás que te enseñe el nuevo maleficio que he aprendido, te puede convertir en una preciosa marmotita- y le empujo hacia un lado, lo que nadie sabía era que a Hermione le temblaban las piernas tanto que apenas podía estar en pie, y respecto a su valor estaba pendiente de una cuerda, en cualquier momento podía romperse esa cuerda y empezar de nuevo con sus lloros.
- ten cuidado con lo que haces asquerosa sangre sucia sabelotodo- no, no podía haber dicho esa palabra, sabelotodo, cuando ella y Draco querían quedar para no levantar sospechas se decían esa palabra, así la gente no podría imaginar que es lo que se traían entre manos- o te puedes llevar una sorpresa muy desagradable cuando menos te lo esperes- se dio la vuelta y se marchó seguido de todos los de Slytherin que le idolatraban entre un conjunto de risas que se alejaban a medida que el grupo se marchaba.
Hermione miro la hora, eran las dos de la tarde, la hora de la comida iba a empezar en poco, por lo cual tenía el tiempo justo para subir a la sala común de Gryffindor, dejar su mochila con las cosas y buscar a Ginny, tenía que hablar con ella. Se dio la vuelta y subió a toda prisa las escaleras que habían en le vestíbulo, siguió subiendo hasta la cuarta planta, torció a la derecha, luego la izquierda, atravesó dos tapices ocultos y se encontró frente al retrato de la Señora Gorda – escamas de dragón – dijo Hermione casi sin aliento, el retrato se abrió y subió corriendo a su dormitorio, dejo sus cosas en la cama, y se fue derecha a la habitación de Ginny, abrió la puerta de golpe y allí no había nadie- demasiado tarde- pensó Hermione, bajo de nuevo corriendo a la sala común, por si acaso en su veloz entrada no la hubiera visto, hecho una ojeada rápida pero no había nadie solo unos pocos alumnos de primero que la miraban con cara de miedo ya que era muy estricta con ellos, iba hacia el retrato cuando alguien la llamo, se dio la vuelta y ahí estaba Ron.
-¡Hermione!- gritaba Ron desde las escaleras que bajaban de su habitación- ¡espera!- corrió hacia donde se encontraba ella- ¿bajas a comer? Te acompaño- Ron era alto, pelirrojo y muy parecido a sus hermanos en la constitución física, pero para nada en la mental, Ron sabía lo que suponía ser amigo de ellos dos, uno conocido por su fama, y la otra conocida por su inteligencia, y él, en cambio, conocido por ser el sexto hijo de una familia de magos vergonzosa según él y por su falta de dinero, pero todo esto no le importaba él era feliz como estaba, además le iba a confesar un secreto a la chica que tenía a su lado, pero que por muchas circunstancias no había podido, pero esa mañana en la calase de adivinación, una clase que detestaba Hermione, las bolas de cristal le habían revelado que su secreto iba a ser descubierto ese día, por lo cual necesitaba decírselo a su amiga- bueno,- dio Ron para romper el silencio que se había formado, le parecía imposible que con su amiga de casi toda la vida le resultará difícil hablar- ¿qué tal estas?
- ¿yo?- dijo Hermione saliendo de todo caos en el que esta sumergida- bien, ¿por qué lo preguntas?- le miro de arriba a bajo y añadió- ¿nos habrá entrado a ti y Harry de nuevo esa preocupación agobiadora por mí?.
- no- dijo Ron- solo lo decía...
- me alegro- y siguió hablando- porque como ya os he dicho solo fue que me apetecía estar sola ¿tan poco es tan malo? Ya he estado sin vuestra compañía en más ocasiones y no me ha pasado nada ¿verdad? Pues ya está no tenéis de que preocuparos, estoy bien- y le dedicó una sonrisa a su amiga que en ese momento estaba desconcertado por todo lo que había dicho Hermione sin darle tiempo a contestar nada.
- estupendo- dijo Ron- deberás que me alegro de que solo fuera eso, pero yo te quería decir una cosa...- Hermione se había dado la vuelta para mirar que es lo que le iba a decir su amigo- hoy...- estaba muy nervioso, la palma de las manos le sudaban, y la voz le temblaba- hoy...yo...hoy yo me he enterado de una cosa que tiene que ver contigo- lo soltó todo de golpe porque no lo podía aguantar más, le removía las entrañas, a Hermione aquello le sentó como si la tiraran un cubo de agua helada sobre la cabeza, miro a ambos lados del pasillo por si alguien se escuchaba lo que iba a decir.
- Ron- dijo Hermione- todo tiene una explicación...
- No, no la tiene, no para ti...- Ron también estaba muy nervioso, no sabía como iba a decirla aquello- me he enterado...- pero algo le interrumpió en lo que iba a decir, los sollozos de Hermione.
- Ron, si, si que la tiene- decía Hermione con la cara llena de lágrimas- no se como te has enterado- le agarro de la mano y fueron al baño de Myrthel la Llorona, en el que nunca había nadie- sígueme y te lo explicaré todo- llegaron al baño y se sentaron en el mismo sitio en el que hacia unos años habían preparado una poción multijugos, tomo aire y empezó a contarle su secreto, el gran secreto de Hermione- os he estado mintiendo todo este tiempo, si, si que me encontraba mal, pero no os lo podía decir por como os lo fuerais a tomar, he estado saliendo con un chico de Hogwarts desde el día Hallowen, hasta hace unas dos semanas, no se como te has enterado, pero antes de decir nada déjame contarte mi versión por favor- Ron había intentado decir algo, pero no lo había logrado, se estaba sorprendiendo de lo que estaba escuchando salir de la boca de su amiga, ¿Hermione Granger con novio? Imposible, nadie lo hubiera dicho, la que decía que ya se preocuparía de los chicos una vez saliera del colegio- pues bien, él me confesó que me quería y que solo yo era lo que le motivaba a seguir en este colegio, luego, nos enfadamos, por que pensó que le había dado un beso a Harry, y ahora ya no puedo estar sin él ¡me he enamorado Ron!- y se lanzó a darle un abrazo.
- pero Hermione- dijo Ron que todas aquellas confesiones le habían tomado totalmente por sorpresa- ¿de quien me estas hablando?- ella se separo de él extrañada.
- de Draco, de Draco Malfoy ¿era eso de lo que te habías enterado verdad?- la cara de Ron lo decía todo, no era eso de lo que se había enterado, pero ahora ya sabía su secreto
- ¿qué?- estaba perplejo- ¿qué estas enamorada de quién?
- es verdad Ron- le miro a los ojos y añadió- pregúntaselo a tu hermana, ella te lo confirmará.
- ¡pero como has podido! ¡Su padre es enemigo de Harry!- y siguió – y por si no te habías dado cuenta quiere matarlo, y Draco, ese es nuestro enemigo en Hogwarts desde el primer día que llegamos aquí ¿o no lo recuerdas?- la miro despectivamente y añadió- nunca imagine que fueras capaz de hacer lo que has hecho, me esperaba algo mejor de ti, pero me equivoque, y pensar por un momento que tú y yo..., en fin ahora da igual- se calló durante un momento y se puso a pensar que tal vez había sido muy duro con Hermione, la pobre no tenía la culpa de haberse enamorado de él, ¿o si, solo sabía que debería haberse calmado más con ella, al fin y al cabo, era su amiga, y la tenía que apoyar en todo lo que la sucediera, y bueno Hermione había hecho un buen acto contándole lo que le pasaba, así que pensó que tan malo no era que Hermione estuviera con Draco, así le podría dar una oportunidad de jugar sus cartas en beneficio propio, no, se tenía que quitar esa idea de la cabeza, Hermione era su amiga, no, se lo diría como lo tenía previsto- Hermione, lo siento, siento haberme puesto así, pero es que...
- Ron, créeme que lo comprendo- ella también había logrado calmarse un poco más- pero las cosas son así y ya no puedes hacer nada por evitarlo- se quedó pensativa- bueno si una cosa, me tienes que hacer un favor muy grande, no se lo digas a Harry.
- Hermione, yo no se lo voy a decir, pero tú se lo tienes que decir, te dejaré el tiempo que creas necesario, pero no tardes en decírselo- los dos se sonrieron como lo hacían cuando ninguno de los dos tenía ningún problema amoroso- Hermione, yo, yo lo que te quería decir es que hoy...hoy...me he enterado de una cosa, pero ni mucho menos es lo que me has contado, en clase de adivinación estábamos con las bolas de adivinación y he visto que tenía que revelar un secreto, mi secreto, que hoy era la fecha de revelar mi secreto- Hermione estaba haciendo muecas imitando a la profesora Trelawny cuando fingía tener una premonición- Hermione, no hagas eso por favor, yo te he escuchado, ahora te toca a ti- Hermione afirmo y se acercó más a él para oírlo mejor- yo, mira Hermione, creo que me gustas.
