Hermione no podía creer lo que acaba de escuchar salir de la boca de su amigo. Era imposible que todo aquello estuviera sucediendo, primero ella enamorándose de Draco Malfoy, su enemigo mortal, y ahora diciéndole su mejor amigo que sentía algo por ella, no, todo aquello eran demasiadas emociones para un solo día, además, todavía tenía que decidir sobre que hacer con lo de su posible cita con Draco. Miro a los ojos de Ron, intentando encontrar algún símbolo de burla, pero no lo encontró, esta vez no era como las demás que lo decía todo de broma, no esta vez era en serio, y parecía nervioso, se había puesto pálido, Ron a la hora de decir la verdad nunca era muy atrevido, la verdad solo en las situaciones de auténtico riesgo, es decir, cando se enfrentaba a Voldemort, surgía de él, el verdadero valor. Por fin, después de estar largo tiempo en silencio, Ron rompió el silencio que él había formado.

- bueno- dijo Ron mirando su reloj- van a ser las tres, más vale que bajemos a comer o no podremos pasar- y se fue hacia a la puerta del baño dejando a Hermione sola en sus pensamientos, pero algo le freno, el impulso se apodero de él, se dio la vuelta de improviso y fue corriendo hacia donde estaba Hermione y la dio el beso más bonito del mundo, un beso inesperado para los dos prácticamente; cuando Ron reaccionó se apartó bruscamente, y empezó a sonrojarse enormemente- lo...lo...lo siento- titubeo Ron, y se fue corriendo de aquel baño que lo único que le había hecho era traerle quebraderos de cabeza.

Hermione se quedo allí durante un rato más meditando en todo lo que había pasado y sobre todo pensando que es lo que iba hacer con Draco Malfoy. La saco de sus pensamientos una ventana abierta por el viento que había fuera del castillo, miro su reloj, eran las tres y media, tenía un cuarto de hora para bajar a comer, dudaba que la dejarán pasar a comer. Bajo corriendo las escaleras del vestíbulo y torció una puerta para dirigirse al comedor, había muy pocas personas, sobre todo alumnos de séptimo, que empleaban la mayor parte del tiempo en estudiar, olvidándose algunos incluso de comer. Se fue al rincón más apartado de la mesa de Gryffindor, y allí devoró al instante las judías que tenía en el plato, se cogió un cacho de pan y se fue corriendo de nuevo a la sala común de Gryffindor, por suerte las tardes de los jueves junto con la de los viernes las tenía libres, debido a que a media noche tenía clase de astronomía con la profesora Siniestra, en la torre más alta del castillo. Así que como iban a ser las cuatro, y no quería empezar a hacer los deberes y luego tenerlos que dejar a medias, era lo que más detestaba, se puso a leer por décima vez el libro Historia de Hogwarts. Pero no podía concentrarse, no se había dado cuenta pero había intentado leer la página que tenía marcada como unas cuatro veces. Dejo el libro y se puso mirar el fuego de la chimenea, cuando se le ocurrió la idea de que tenía que hablar con Ron sobre lo que había sucedido en el baño. Así que perezosamente se levantó de su butaca preferida y subió al dormitorio. Llamó a la puerta pero nadie contestó, volvió a llamar y esta vez dijo.

- ¿Ron? ¿Estás ahí? ¡Soy Hermione, por favor abre, tenemos que hablar!- esta vez se escucho ruido desde dentro de la habitación, pero no abrió Ron, sino Harry- ¡Ah! Hola Harry, ¿esta Ron por ahí dentro?

- si- miro a Hermione, hacia mucho que no hablaba con ella, se fijo bien, y vio que había cambiad mucho, el pelo lo tenía más largo y había adelgazado un poco, no es que Harry pensará que estaba gorda ni nada similar, solo pensó que estaba mejor así- pero no quiere salir, dice que ha hecho mucho el ridículo, me lo ha contado todo, sobre todo- Hermione pegó un brinco, Ron le había prometido que no le iba a decir nada a Harry respecto a la conversación que habían tenido en los lavabos de Myrthel la Llorona.

- Pero que es lo que te ha contado ¿su declaración hacia mí? ¿Lo del beso? – preguntó Hermione, la cual estaba muy nerviosa por lo que había sucedido y estaba pasando.

- si, esta muy nervioso, ya sabes como se pone cuando hace algo y luego se arrepiente- esto último lo dijo en un susurro para que nadie lo oyera

- a parta Harry, tengo que hablar con él- pero Harry se puso en medio, Ron le había pedido que no pasará que se sentía muy avergonzado y no quería terminar mal con su amiga, estiro los brazos lo máximo que pudo para bloquear la puerta que había entre medias de sus dos mejores amigos- anda Harry, no seas igual de ridículo que él- y esta intentó apartarlo de la puerta pero no pudo- ¿no tienes nada mejor que hacer? ¿ No has quedado con Cho hoy?

- pues no, ya no me interesa, ahora he decido que me voy a preocupar únicamente por el quidditch- miro a Hermione- además creo que no me conviene, me ha separado mucho de vosotros- la túnica de Harry dejó al descubierto su reloj ponía que eran las cinco menos diez de la tarde, ya llegaba tarde, tendría que salir corriendo.

- Harry, me tengo que ir ya, prométeme que le dirás que he venido ha hablar con él- le dedicó una sonrisa- hasta luego- y bajo corriendo las escaleras de caracol que llevaban a la sala común, miró hacia su butaca, aún seguían ahí sus cosas, ya las recogería cuando volviera ahora tenía prisa, llego al cuadro de la entrada y salió al pasillo para dirigirse a su encuentro...

Mientras tanto, en las mazmorras, un chico rubio y alto, miraba su reloj, sabía lo que había hecho por la mañana, le había dado la clave para una cita, pero de lo que no esta seguro es de que la chica a la que le había dicho eso fuera a presentarse en el árbol. Lo llevaba meditando durante unos días y sabía que le había hecho mucho daño a la chica que quería, había sido muy injusto con ella sin darle opción a explicarse, eran las cinco menos cinco, mira a la pared falsa que le lleva fuera de su casa en el colegio y comienza a caminar. Tiene que verla, es demasiado tiempo malgastado, sube corriendo hacia el hall, va a llegar tarde, y puede que ella no este, le da igual sabe que se tiene que arriesgar.

En la otra punta del castillo Ron sigue encerrado en su habitación decepcionado por su actitud, ¿por qué tardará tanto Harry? Seguro que se esta riendo de él, de lo ridículo que es, como se enteren sus hermanos, ellos si que se van a reír. La puerta se abre y es Harry, no viene acompañado por nadie mejor.

- quería verte- le dice Harry

- pues yo a ella no, ya lo sabe, mañana o pasado o dentro de una semana o tal vez dos hablaré con ella o mejor nunca más la hablaré, eso es lo que me merezco por ser tan estúpido, si es que soy muy tonto.

-no crees que eso es un poco ridículo, yo creo que lo quiere arreglar, y quien sabe tal vez podáis acabar juntos los dos- dijo Harry soñador para darle algún tipo de ánimo a su amigo

- imposible, esta enamorada- y se deprimió aun más- quiero pegar a alguien, vamos a buscar a algún Slytherin.

- de acuerdo, que te parece ¿Malfoy?- y se rió de eso, llevaban una temporada que se vengaban de sus frustraciones pegando a los de Slytherin. No se dio cuenta de que a su lado su amigo se había quedado petrificado de oír ese nombre, aunque hubiera hecho el ridículo Hermione seguía siendo su amiga y no podían pegarle por que si no pensaría que se lo había dicho a Harry y por eso habían ido a por él, peor por otro lado quería vengarse de él, por haber hecho que su amiga se enamorará de él, pero no.

- no podemos Harry, hazme caso- su amigo se paró en seco no esperaba que su amigo le dijera eso

- realmente te ha afectado lo de Hermione- dijo Harry sorprendido

- ¿cómo?¿lo sabes?

- ¿él que tengo que saber?- miro a Ron como si fuera un loco recién salido de Azkaban la prisión de los magos. Ron se dio cuenta de que había metido la pata, no tenía que haber dicho nada.

- nada...

- Ron, se que me ocultas algo, y no se porque me da que tiene algo que ver con Hermione- se paro en seco, estaba asimilando algo que le había dicho su amigo pero que no había entendido- ¡HERMIONE ESTÁ ENAMORADA! ¿de quien? ¿eso es lo qeu te pasa verdad? ¿te lo ha contado, cuéntamelo?

Ron no sabía que hacer contárselo o no, eso sería traicionar a una amiga, pero si no, le fallaría a su otro amigo, ¿qué tenía que hacer? Tenía un dilema muy grande.

Por otro lado, Hermione llegó al árbol y se dio cuenta de que había sido una mala idea el ir, había quedado como una estúpida, se quedo mirando un momento aquel lugar que le traía tantos buenos recuerdos. Los ojos se le llenaban de lágrimas. Justo a unos pocos metros se encontraba el chico rubio, deseando que no fuera demasiado tarde. Hermione se iba por el lado contrario al que había venido, hasta que una voz la interrumpió.

- ¿Hermione?- era la voz del chico rubio había llegado justo a tiempo.

Se dio la vuelta para asegurase de que no estaba en un sueño, empezó a llorar, y se fue hacia donde estaba el chico rubio, se moría de ganas de darle un abrazo interminable, acabo corriendo para ir hacía él, no hicieron falta las palabras para sellar su perdón basto un beso, el mejor beso que se dieron. Pero justo en ese mismo momento se oía un grito en el dormitorio de los chicos de Gryffindor, Ron, le había contado todo a su amigo. Ahora ya lo sabían los tres.