Sumario: Cuando Hermione es secuestrada, Harry y Draco deberán unirse para rescatarla de un mal de hace mil años que amenaza al mundo entero de los magos. Espadas demoníacas malditas, pociones de amor, viajes en el tiempo, dementores, dragones voladores, y todos mueren al menos una vez, excepto que no lo hacen.
DISCLAIMER: Esta historia esta basada en los personajes y las situaciones creadas de JK Rowling, varios publicistas incluyendo entre ellos a Bloomsbury Books, Scholastic Books y Raincoast Books, y Warner Bros., Inc. El fic pertenece a Cassandra Claire, ésta es solamente una traducción. Puede ser leido en FictionAlley en su idioma original (inglés). http:www. Schoogle. Com / authors / cassie / DS01.html
Draco Sinister
Capítulo uno: Pesadillas
Otra vez el mismo sueño: muerte, sangre y terror. Estaba tendido en el barro en un campo de batalla y a su alrededor se veían escenas de una pesadilla: goblins con filosas espadas corrían, llevando cabezas decapitadas de magos en sus manos; gigantes gritando destrozaban hombres miembro por miembro con la fuerza de sus brazos y tiraban sus partes sobre el campo como si fueran confeti. Se escuchaban los gritos de los moribundos y de los muertos. Y sangre, tanta sangre, y él estaba cubierto de ella.
Un caballo negro se le acercó, peinando el cielo con sus patas. No tenía jinete, pero traía un estandarte: un dragón plateado sobre un fondo negro. Cubrió su cara con sus brazos mientras que las patas estaban a punto de golpearlo…
Draco se despertó de repente, cubierto en sudor frío y sintiéndose nauseabundo. Giro en su cama y se cubrió la cara con sus brazos. No era la primera vez que tenía una pesadilla así; eran cada vez más frecuentes desde que había dejado Hogwarts por la Escuela Magid. Se sentó sobre su cama, dejando que la luz de la luna tocara su rostro. Si solo hubiera alguien con quien pudiera hablar, a quien le pudiera decir…
¿Harry? No. Harry no. ¿Su madre? Estaba de vacaciones con Sirius, y sólo la preocuparía. ¿Sirius? Jugó con la idea por un momento. Sirius usualmente daba buenos consejos y era difícil de hacer enojar. Pero le podría decir a Narcissa.
Y también estaba Hermione.
Draco buscó su varita, que estaba en la mesa de luz. "Lumos," susurró, y una pequeña luz emergió del extremo de su varita. Podría haber producido luz sin necesidad de la varita, pero Magids sin entrenar no se suponía que podían hacer hechizos "sin varita", o eso es lo que le habían dicho.
Agarró una hoja de papel y una birome, y apoyó el papel sobre sus rodillas, pensando. Escribió su nombre, Hermione, y después se detuvo. ¿Qué pasaba si le decía a Harry? No. Ella no haría eso. ¿Pero qué le diría? Hermione, estoy teniendo pesadillas, el mismo sueño todas las noches, y no se por qué. Ella creerá que se estaba volviendo loco, y tal vez lo estaba. Y su padre le había dicho que había casos de locura en su familia. Y considerando que su padre era ahora un paciente en San Mungo, en el Centro de Tratamiento para Criminales Insanos, no se había equivocado.
Draco estuvo sentado mucho tiempo, observando la hoja blanca de papel, incapaz de pensar palabras. Finalmente, hizo un bollo con el papel y lo tiró por la ventana. Estuvo acostado despierto, mirando el techo hasta el amanecer.
Estimada Hermione,
Gracias por escribirme tan pronto – fue genial tener una carta esperándome cuando llegue, y dile a la Sra. Weasley que aprecio mucho el sweater que mando, aunque hace un calor insoportable, y el pudín también, aunque Draco se lo haya comido todo sin preguntar. ¿Ya te conté que él y yo somos compañeros de cuarto? Somos los únicos chicos de Inglaterra para el programa, por eso nos pusieron juntos. Les dije que prefería estar con el chico de Transilvana que no habla inglés y no sale a la luz del día, pero no me dejaron.
La escuela se parece mucho a Hogwarts, en parte: es un castillo, en realidad una fortaleza que pertenecía a Godric Gryffindor. Supongo que Godric tenía muchos enemigos y no le importaba, hay sitios para cañones en todos lados, y enormes calderos, creo que los usaba para tirarle aceite hirviendo a las fuerzas enemigas.
Hasta ahora sólo tuvimos una clase y nadie dijo nada de enseñarnos a usar nuestros poderes, todo es acerca del control, controlar tus emociones para no terminar destruyendo una cuadra entera… o hacer nieve azul… Bueno, Draco ya sabe como controlar sus emociones, así que no sé que cree que va a lograr acá. Supongo que no quería estar solo en la Mansión todo el verano, esta llena de Aurores de todas formas. Sirius y Narcissa dijeron que podía ir de vacaciones con ellos a Grecia, pero no creo que quería hacer eso tampoco. No puedo culparlo, realmente, a mi tampoco no me gustaría verlos estar besándose todo el tiempo en las Islas Griegas. Supongo que tengo que aceptar el hecho de que una vida sin Draco es imposible, especialmente desde que vamos a ser familia pronto y nos vamos a tener que ver en las bodas y los funerales por el resto de nuestras vidas.
Hablando de eso, Narcissa y Sirius pusieron fecha para el 15 de Agosto, así que empezá a pensar que vas a estar ahí, va a ser la primera vez que te vea en casi dos meses. No puedo esperar; te extraño todo el tiempo.
¿Adivina quien esta acá, enseñando? El Profesor Lupin! Supongo que no es tan raro, considerando que Dumbledore organiza esta escuela y es uno de los pocos Directores que le darían trabajo a Lupin. Es genial tenerlo acá; estoy esperando que empiecen las clases ahora. La única persona, a parte de él y Draco que conocerías es Fleur Delacoeur. Aparentemente empezó a manifestar sus poderes algo tarde – ya tenía dieciocho, tiene diecinueve ahora, así que es su último año acá. Creo que todo esto Magid es mucho más común entre personas con sangre veela, lo que explica los poderes de Draco también.
Espero que estés pasándola bien en la Madriguera mientras tus papás están de vacaciones. Dale mis saludos a los Weasleys, y preguntale a Ron si la escoba que le mandé esta funcionando bien, se suponía que era buena. ¿Ya llegó Ginny de Francia? Decile Hola por mí.
Escríbeme pronto.
Con todo mi amor,
Harry.
Hermione sonrió, doblando la carta de Harry y guardándola en uno de sus bolsillos para leerla otra vez más tarde.
Ginny la miro curiosa desde el otro lado de la mesa. "Así que, ¿Alguna noticia interesante?" Pigwidgeon, quien estaba ululando como loco alrededor del cuarto desde que trajo exitosamente la carta de Harry, se sentó en la taza de Ginny, tirándo café por toda la mesa limpia de la cocina. "Pig, no! Sal
Ron se estiró y agarró a Pidwidgeon. "No saltes en el café, Pig," dijo sonriéndole a la pequeña lechuza. "A Ginny no le gusta."
"Por que a vos te encanta el café saborizado a lechuza," le respondió Ginny haciéndole caras. Después se giró hacia Hermione, quien tenía la barbilla apoyada sobre su mano y miraba a través de la ventana sonriendo. "¿Qué dice Harry, Hermione? ¿Esta todo bien?"
"Por supues, él esta bien," dijo Hermione. "Dice que te mande saludos."
Ginny se sonrojo ligeramente. Todavía tenía vestigios de ese terrible enamoramiento de Harry, aunque estaba verdaderamente contenta por Hermione. Eso era lo que tiene Ginny, pensó Hermione, era tan buena persona que era imposible no quererla, a pesar de que las dos chicas nunca hayan sido muy unidas. Ginny siempre le pareció ser a Hermione una chica, chica – más interesada en la ropa y en los chicos de lo que jamás podría estar Hermione, aunque su año en Beauxbatons la había mejorado muchísimo.
"Bueno, dale mis saludos cuando le escribas," dijo Ginny, y dirigió su atención en limpiar el café que había tirado Pidwidgeon.
Ron estaba leyendo su propia carta de Harry. "Dice que Fleur es un estudiante ahí," dijo. "Creo que Bill me había dicho algo a cerca de eso. Lo había olvidado."
"¿Ella y Bill siguen juntos?"
Ron se encogió de hombros. "No lo sé. A veces si, a veces no, es difícil decir. Creo que no están juntos ahora."
Hermione frunció el ceño. No le gustaba la idea que Fleur estuviese sola estando cerca de Harry. O de Draco. Aunque Draco era parte veela y podía rechazarla mejor que Harry. Además no era asunto suyo lo que hacía Draco, pensó. Pero realmente… Draco podía estar con alguien mejor que Fleur, ella sabía que podía.
Despreocupándose del asunto, agarro la segunda carta que Pidwidgeon le había traído. Estaba atada con un lazo negro y su nombre estaba escrito con una letra familiar. Mientras leía su boca se abrió con sorpresa. "Bueno, eso es extraño," exclamó.
"¿Qué es raro?" preguntó Ginny.
"Es de Victor Krum," dijo Hermione.
Ahora Ron también la estaba mirando.
"Esta en Londres," dijo Hermione. "Quiere verme para tomar un café en el Caldero Chorreante. Se va a quedar por unos días. Dice que tiene algo importante que decirme."
"Oh, Harry va a adorar eso," dijo Ron sonriendo.
"No seas tonto, Ron," dijo Hermione, doblando la carta con el ceño fruncido. "No veo a Víctor hace dos años. Y lo último que había escuchado es que tenía novia."
"¿Y estas segura que no quiere verte para decir que te ammma otra vez?" dijo Ron burlándose.
"Casi segura," dijo Hermione aún frunciendo el ceño. "Bueno, no me molestaría ver a Victor… y Ginny, ¿No dijiste que quería ir de compras a Londres? Podríamos ir juntas."
"Seguro," dijo Ginny, y Ron agregó rápidamente, "Tengo que ir al Callejón Diagon a comprar un nuevo set de limpieza para mi escoba. Podemos ir todos juntos."
"Esta bien," dijo Hermione. "Sólo déjenme escribir una carta primero."
Corrió arriba a la habitación en la que se estaba quedando. A pesar de que los Weasleys no se habían mudado de la Madriguera cuando el negocio de bromas de Fred y George funcionó tan bien, agregaron nuevas habitaciones. Desde afuera, la casa lucía como una torta a punto de derrumbarse. El cuarto de Hermione era uno de los nuevos, y a ella le gustaba mucho: era redondo, con una ventana ovalada que tenía a una comadreja durmiendo al sol sobre una roca.
Se sentó en el escritorio, tomo una hora de papel, y comenzó a escribir Estimado Harry… y se detuvo. No era buena para escribir cartas de amor, pero quería ser un poco más afectiva que "estimado". Especialmente si iba a estar dando vueltas con Fleur. No estaba de más recordarle de quién era Harry. Trato Amado Harry, pero eso parecía estúpido. Después trato con Harry, mi amor, pero era horrible, hizo la hoja un bollo y la tiró al suelo. Trato otra vez, con una hoja nueva, Querido Harry…
Eso estaba major. Escribió el resto de la carta rápidamente, una breve nota a Draco y salió de la habitación tan rápido que casi choca con Ron en las escaleras. "Hermione! No tan rápido!"
"Ron, ¿Puedo usar a Pig?" le preguntó. "Lamento haberte pisado," agregó después de un momento.
"Acabo de mandar a Pig con una carta para Fred y George. Pero puedes usar la lechuza de mamá. Hey, Hermione. ¿Qué es eso?"
"¿Qué es qué?"
"Eso," dijo Ron, y puso son mano en el cuello de ella, donde su camisa terminaba. Le tomo un momento darse cuenta que él estaba tocando la fina cadena de oro que estaba alrededor de su garganta. "Usualmente no usas joyas."
"Oh," dijo ella. "Esto," y sacó el pendiente que colgaba en la cadena. "Es el Encantamiento Epicíclico de Draco," dijo algo avergonzada. "Él me lo dio."
Ron la miro extrañado. "¿No es un poco raro?" preguntó. "Digo, que pasa si se te cae, o te lo olvidas en algún lado, o…"
"Ron!" Hermione lo miro enojada. "Como si fuera a hacer algo así. De todas maneras, Dumbledore puso unos hechizos en él, así no se puede perder o dañar. Ni siquiera puedo sacármelo y nadie más puede excepto Dumbledore o Draco. Esta encantado de esa manera."
"Creo que se lo deberías haber dejado a Dumbledore," terminó Ron mirando el Encantamiento con desconfianza. "O Draco debería tenerlo. ¿No puede llevar su horrible cadena con él?"
"Traté de dárselo a Dumbledore. Pero dijo que era de Draco para hacer lo que él quisiera con él. Y no creo que Draco quiera tenerlo, probablemente le recuerde cosas horribles, como su papá." Tembló.
Ron sacó la mano de su cuello y bajo las escaleras. "¿Te dije lo extremadamente feliz que estoy de que no hayas terminado con Malfoy?"
"Sólo unas 600 billones de veces," dijo Hermione siguiéndolo. "Honestamente creo que estás más feliz que Harry."
"Tengo mis razones," dijo Ron, y antes de que Hermione le pudiera preguntar más, le estaba gritando a Ginny que se apurara y que trajera los Polvos Flu porque ya era hora de irse.
La lechuza color marrón voló a través de una ventana abierta y aterrizó, ululando, en la mesa junto a la de Harry, quien estaba sentada en el Comedor de los Estudiantes, almorzando. Tenía dos cartas atadas a su pata izquierda, enrolladas en cuidadosos tubos con diferentes lazos.
Harry miró al otro lado de la mesa donde Draco estaba teniendo una conversación con Fleur Delacoeur. "Cartas, Malfoy," le dijo.
Draco lo miró y sonrió. "Pasame la mía," dijo.
Harry desato una de las cartas y se la tiró a Draco. Los dos sabían de quien eran las cartas, no había que decirlo. Hermione era muy justa. Cada vez que escribía, les escribía a los dos, una carta para Harry y una para Draco. La de Harry tenía un lazo rojo y la de Draco plateado. Harry deseaba que le escribiera dos cartas a él por cada carta que le enviaba a Draco, sólo para hacer la diferencia, pero no estaba en la naturaleza de Hermione hacer algo como eso. Era alguien bastante escrupulosa.
Harry miraba a Draco mientras abría su carta, la leía y la guardaba en su bolsillo, todo sin cambiar la expresión de su rostro. Harry hubiera dado una bolsa de galeones para ver lo que decía esa carta, pero moriría antes de admitirlo. Después de todo, confiaba en Hermione. Ella era su novia. Lo amaba. ¿No?
Fleur miró a Harry y a Draco con sus brillantes ojos azules. Harry sabía que ella probablemente estaba tan interesada en ver lo que Hermione le había escrito a Draco como él. Se había adherido a Draco el primer día que llegaron a la escuela. Cuando lo vio junto a Harry, se le acercó exclamando, "Hola, Arry! ¿No me vas a presentar a tu amigo?"
Harry los presento y Draco estrechó su mano mientras ella lo miraba y se tocaba su brillante pelo plateado. "Malfoy," había dicho Fleur. "Conozco ese nombre. Es francés. ¿Tu familia es francesa?"
Draco admitió que probablemente en un momento lo fueron.
"¿Eres parte veela, no?" continuó Fleur. "Yo también lo soy. Y estoy segura que somos algún tipo de familiares, tengo hermanos que son exactamente iguales a vos. Te miré a través del comedor y pensé, "Ese es un chico hermoso, seguro que somos parientes!"
Fleur no tenía nada de humildad en su ser. Era tan soberbia como Draco, lo que en la opinión de Harry casi acreditaba que eran familiares.
"Creo que le gustas," le había dicho a Draco cuando Fleur se había ido, pero Draco sólo negó con la cabeza.
"Los dos somos parte veela y por eso inmunes a los encantos del otro," le respondió. "Sólo le gusto porque me parezco a ella."
Fuera como fuera, Harry pensó mientras los miraba, formaban una linda pareja. Draco rara vez salía sin Fleur colgándosele del brazo. Era muy gracioso, pensaba Harry, después de todo él tenía la misma edad que Draco y no hace mucho tiempo Fleur lo había considerado muy "peequeño" para ser tomado seriamente…
La lechuza ululó nuevamente, atrayendo la atención de Harry. Le dio un knut, agarró su carta atada con el lazo rojo, y la abrió rápidamente.
Querido Harry,
No puedo escribir mucho porque estoy saliendo para Londres, pero te voy a enviar otra carta más tarde con Pib. Ron y los Weasleys están bien.El Sr. y la Sra. Weasley se fueron a la costa para disfrutar de unas vacaciones románticas, y Fred y George están en Hogsmeade en la tienda de bromas, así que somos sólo Ron y yo, y por supuesto Ginny, que llegó de Francia y te manda saludos.
¿Adivina quién me escribió de la nada? Victor Krum, de todas las personas. Yo había pensado que estaba muy ocupado como para escribirle a alguien, ya que esta de tour con el equipo de Bulgaria, pero esta en Londres ahora, así que voy a pasar por el Caldero Chorreante para verlo. Le voy a decir que le mandas saludos. Y por favor mandale los míos as Profesor Lupin.
No puedo esperar para verte en la boda de Sirius y Narcissa. Estoy contenta de que Sirius va a ser feliz, nadie se lo merece más que él.
Con todo mi amor,
Hermione.
Harry dobló la carta sintiéndose algo raro. Cuando levantó la vista, vió a Draco y a Fleur mirándolo. "¿Pasa algo malo, Arry?" dijo Fleur preocupada pero sonriente. "¿Tu novia te dejo por otro? ¿Esta embarazada?"
A Harry se le cayó la carta de las manos. "¿Queeé?" tartamudeó. "Eso es ridículo. ¿Cómo puede estar embarazada?"
Fleur y Draco le sonrieron.
"Tal vez sea tiempo que tenga esa conversación con vos acerca de cómo se hacen los bebés, Potter," le dijo Draco todavía sonriendo.
Mierda, pensó Harry, yo sólo me metí en esta. "Cállate, Malfoy," le dijo. "Ya sé todo lo que tengo que saber sobre el sexo, gracias."
Fleur se estaba descostillando de la risa y trataba inútilmente de ocultarlo
"Eso es bueno saberlo," dijo una voz justo detrás de Harry.
Harry giró para encontrarse al Profesor Lupin con una pequeña sonrisa en su rostro.
"Hola, Harry," le dijo.
Harry le sonrió a Lupin, quien, pensó, lucía mucho mejor que hace tres años atrás. En realidad parecía tener menos arrugas en su cara, aunque eso podía ser por el hecho de que estaba muy bronceado por el sol del verano. Todos estaban bronceándose, inclusive Draco, quien, en la opinión de Harry, estaba absolutamente en contra de las leyes de la naturaleza. No era posible tener una piel tan blanca y ojos claros y no quemarse al sol. Pero, a Fleur le pasaba lo mismo. Ella y Draco estaban los dos muy bronceados, con su casi blanco pelo. Harry estaba más quemado que lo usual y tenía una serie de pequeñas pecas en su nariz, era la primera vez que las veía. Esperaba que no fueran feas. Hermione tenía pecas en su nariz y el pensaba que eran adorables, pero podía ser que fuera diferente con los chicos.
"Profesor Lupin," dijo Harry, tratando de olvidarse Hermione y su nariz. "Es bueno verlo. ¿Quiere sentarse? ¿Almorzo?"
"En realidad, si," dijo Lupin. "Sólo estaba buscandote, Harry. Y a tu compañero de cuarto también."
Inclinó su cabeza en dirección a donde estaba Draco, quien levanto una ceja sorprendido. "¿Buscándome a mí? ¿Por qué?"
"Algo que me dijo Dumbledore," dijo Lupin algo evasivo. "Estaba preguntándome si podíamos ir a su cuarto por un momento. Hay algo que quiero preguntarles a los dos."
Harry y Draco se miraron, se encogieron de hombros y se levantaron. "Seguro," dijo Harry. "¿Por qué no?"
"Nos vemos después," le dijo Draco a Fleur, que estaba algo indignada por haber sido olvidada.
Lupin camino delante de ellos mientras cruzaban el Comedor y subían las escaleras de piedra en dirección a las habitaciones de los muchachos.
"¿Te dijo Hermione que iba a ir a ver a Victor Krum en Londres?" le preguntó Harry a Draco, y se sorprendió de verlo algo enojado.
"Enorme Búlgaro estúpido," dijo Draco. "¿Para qué tiene que verlo?"
"No es tan malo," dijo Harry, sintiéndose magnánimo hacia Krum de repente. Lo más probable es que fuera porque sabía algo acerca de Hermione que Draco no. "Profesor Lupin" lo llamó acelerando el paso. "Nuestra habitación es esta."
Draco abrió la puerta y todos entraron. Era un largo cuarto de piedra, lo suficientemente grande para seis o siete chicos, a pesar de que Harry y Draco eran los únicos ocupantes. Tenía dos chimeneas, una a cada lado de la habitación, una gran ventana con un asiento de piedra y dos enormes camas. Los baúles de cada uno estaban al pie de sus respectivas camas.
Lupin se sentó en una silla, mientras que Harry y Draco se sentaron en sus camas. Lupin, pensó Harry, lucía algo preocupado, a pesar de que le sonrió cuando lo vio mirándolo.
"Es bueno verte otra vez, Harry," le dijo con una sonrisa. "No sé si te dije eso."
"Estuve esperando tener sus clases toda la semana," dijo Harry devolviéndole la sonrisa. "Sólo tuvimos clases con el Profesor Emble, y él dice lo mismo una y otra vez."
"'Hay tres palabras que todo Magid debe saber'" dijo Draco imitando al Profesor Emble. " 'Control, control, control'" le sonrió a Lupin. "Le que esa era una palabra dicha tres veces, pero no le importo."
"El control es importante," dijo Lupin suavemente.
"Si, lo sé," replico Draco, sin preocuparse. "Pero ya soy bueno en eso, así que…"
"Eso me recuerda," dijo Lupin. "Draco, el Profesor Dumbledore me escribió diciéndome que tenías la espada de Salazar Slytherin. Me preguntó si podía verla."
Draco se encogió de hombros. "Si quiere," frunció el ceño. "Pero sus manos…"
"La espada quema a los humanos que no son Magias," dijo Lupin con tranquilidad. "Al ser un hombre-lobo, creo que voy a poder tocarla."
"Ah, cierto, lo del hombre-lobo," dijo Draco con interés. "Eso debe realmente apestar…"
"DRACO!" dijo Harry con un tono amenazador.
Pero Lupin, sorprendentemente, estaba sonriéndole a Draco. "Me recuerdas tanto a Sirius cuando era joven," dijo. "Es muy raro."
"¿Así que él también era encantador y apuesto?" preguntó Draco.
"Sirius me dijo que cuando estaba en la escuela era odioso," dijo Harry.
"Era todo lo que dijeron," dijo Lupin, todavía sonriendo. Harry tenía que admitir que era bueno ver a Lupin feliz. Iluminaba toda su cara y hacía a sus extraños ojos dorados brillas. "Ahora, Draco…"
"Cierto," dijo Draco, levantándose y caminando a su baúl. Sacó la espada y la levantó para observarla un momento. A su modo, era muy hermosa; la luz del sol brillaba en la hoja como si fuera agua, y las joyas verdes la hacían brillas. "Aquí tiene," dijo caminando de regreso y dándosela a Lupin.
Lupin la levantó y la giró, tocandola suavemente. "Este es un objeto mágico muy poderoso."
Draco lucia contento.
"¿Te importaría si hago un experimento con ella?" le preguntó Lupin, girando la espada y mirándola profundamente.
Draco se encogió de hombros. "Mientras que no la rompas…"
Lupin pasó sus largos y flexibles dedos sobre ella. Después dijo, "Indicio!"
Harry y Draco se acercaron y observaron con atención mientras aparecía una escritura en la espada, perforada sobre el metal. Estaba ennegrecida por el tiempo y parecía que estaba ahí desde siempre. Descensus averno facilis est.
"¿Qué significa eso?" pregunto Draco con curiosidad.
Lupin lucia como si no lo entendiera del todo. "Esta en Latín," dijo. "Significa Fácil es el Descenso Al Infierno."
"Eso es simpático," dijo Harry.
"¿Estas seguro que no significa "que tengas un buen día?" preguntó Draco esperanzado. "O "esta espada vale un montón de dinero"?"
"¿O, "pertenezco a un enorme idiota"?" sugirió Harry.
"No," dijo Lupin. "Significa lo que dije que significa."
Harry y Draco estaban algo inquietos. "No se de qué se trata," dijo Draco. "Pero suena mal."
"Salazar Slytherin no era el más agradable de los hombres," dijo Lupin y se levantó. "Con tu permiso Draco, me gustaría llevarme la espada a mi oficina y mirarla con más detenimiento."
"No hay problema," dijo Draco, quien ahora miraba a la espada con sospecha. "Pero no corras en los pasillos," agregó mientras Lupin se giraba para irse. "Esa cosa es filosa."
Mientras se acercaban al Caldero Chorreante, Ginny chequeó su reloj. Ella y Hermione le habían prometido a Ron que se encontrarían con él en Flourish y Blott's a las tres de la tarde, y ya eran las dos, cosa que no le daba mucho tiempo a Hermione para tomar un café con Krum.
Ginny la miró de reojo a Hermione, quien se veía muy linda e inteligente en su roja y corta chaqueta. Estaba algo nerviosa, y Ginny supuso que ella también lo estaría si fuera a ver a alguien a quien no había visto en dos años, alguien que una vez había estado terriblemente enamorado de ella y por todo lo que sabía, podía seguir estándolo. Por supuesto, por todo lo que Ginny sabía, nunca nadie había estado terriblemente enamorado de ella. No Harry, a quien ella todavía amaba… nadie.
"Acá estamos," dijo Hermione deteniéndose bajo el cartel del Caldero Chorreante. "Vienes conmigo, ¿no?" agregó mirando a Ginny esperanzada.
"Seguro," le dijo Ginny y subió las escaleras con ella. Entraron a la oscura sala del Caldero Chorreante, que estaba casi desierta. Ginny miro a su alrededor, sus ojos se estaban acostumbrando a la falta de luz cuando una enorme figura salió de la nada.
"Her-my-own-ninny," dijo una voz grave.
Hermione agarró fuerte la mano de Ginny y la apretó nerviosa. "Victor!" dijo. "Es bueno volver a verte."
El paso de tres años no había cambiado la tenebrosa apariencia de Victor Krum. Es más, lo había hecho ligeramente más tenebroso; se acercó hacia ellas, mirándolas desde debajo de sus negras cejas. "Herm-my-own-ninny," dijo otra vez, "Quierrro hablarte." Miro significativamente a Ginny. "A solas."
Ginny miró a Hermione, quien la miro con sorpresa. "No me voy a ir dejando a Hermione acá," dijo Ginny indignada. "No va a poder volver sola."
Pero Victor seguía mirando a Hermione. "Porr favorr," dijo. "Sólo cinco minutos. Ahí," dijo señalando una pequeña sala.
Hermione miró a Ginny y se encogió de hombros. "Esta bien. Cinco minutos," dijo. "Ginny, si no te molesta esperarme ac"
Ginny negó con la cabeza. "Por supuesto que no."
Miró mientras la enorme figura de Krum guiaba a la pequeña figura de Hermione a la salida más alejada y cerraba la puerta detrás de ellos, y meneó la cabeza. No sabía que era lo que Krum le quería decir a Hermione, pero por su expresión, difícilmente eran buenas noticias. En su opinion, Hermione nunca debería haber aceptado verlo, él difícilmente parecía confiable y también estaba Harry que considerar. Si Harry fuera su novio, Ginny nunca… no, se dijo a sí misma. Tienes que olvidarte de so. Nunca va a pasar.
La puerta se abrió y Hermione salió algo nerviosa. Se acercó a Ginny y le tomó las manos. Ginny casi gritó, las manos de Hermione estaban heladas. "Ginny," le dijo. "Tengo que quedarme y hablar con Victor. Vos adelantate y encontrate con Ron. Victor puede dejarme en la Madriguera más tarde."
Impresionada, Ginny la miró confundida. "¿Estás segura?"
"Si," dijo Hermione muy convencida.
"Pero Hermione," dijo Ginny bajando la voz. "No me sentiría bien dejándote aca… Él… ¿No puede venir con nosotros a la Madriguera y hablarte ahí?"
Hermione negó con la cabeza. "Entenderás después Ginny," le dijo, y como Ginny todavía tenía sus dudas, agregó irritada. "Sé lo que estoy haciendo, ¿está bien?"
Ginny la miró mientras Hermione se giró y se alejó, desapareciendo en la habitación donde estaba Victor, cerrando la puerta detrás de ella. Sintiéndose algo aturdida, Ginny salió del Caldero Chorreante a la luz brillante del Callejón Diagon.
Draco se levantó de una pesadilla de sangre y fuego cuando lo sacudieron fuertemente de los hombros. Pestañeó tratando de ver en la oscuridad. "¿Potter?" preguntó. "Ow! ¿Qué estas haciendo…?"
Se detuvo. Los ojos que lo miraban en la oscuridad no eran vertes, pero de con color rojo oscuro con tintes amarillos.
Draco gritó. Y se tiró a un costado de la cama, girando en el suelo. Se apoyó sobre sus rodillas a un costado de su baúl. La habitación estaba totalmente a oscuras, pero podía ver la figura de algo, algo del tamaño de un perro, apoyado a los pies de su cama, mirándolo con odio con sus ojos rojos.
En la otra cama, Harry se levantó y se puso sus anteojos. "Malfoy, ¿qu"
También se detuvo. Draco no estaba seguro si Harry había visto la oscura figura, y no le importaba demasiado tampoco. Todavía de rodillas, levantó la tapa de su baúl, abriéndolo. Metió su mano dentro, y se acordó, con un inesperado dolor de estómago, que le había dado su espada a Lupin esa tarde. Su varita, dónde estaba su varita…
"Lumos" dijo Harry.
Luz surgió de la punta de la varita que sostenía Harry, iluminó toda la habitación de un color azulado. Iluminó a Harry, sentado en la cama; a Draco, de rodillas en el piso, y a la criatura, lo que fuera que era, que dio un grito y se alejó de la luz.
"No me lastimes," gritó en un perfecto y reconocible Inglés, aunque su voz no sonaba humana. "Por favor, no me lastimes!"
Harry miró a Draco. Draco lo miró. Ninguno de los dos dijo nada, pero seguramente estaban pensando lo mismo: no podría ser un monstruo tan horrible si le temía dos chicos en pijamas.
"¿Qué es?" preguntó Draco mirando a Harry asombrado.
"Ni idea," respondió Harry, saliendo de la cama. Draco se levanto y se paro junto a Harry mientras miraban a la criatura, Harry sostenía su varita.
La cosa, lo que fuera que era, era del tamaño de un perro, con gris y escapada piel y una perfecta cabeza redonda, sin orejas. No tenía nariz tampoco, y su boca era larga y angosta. Estaba levantando sus largas manos cubriéndose.
"Está bien," dijo Harry mirándolo. "No vamos a lastimarte. Sólo… Mantén la calma."
"Claro que no!," dijo Draco, quien todavía estaba algo tembloroso. "¿Qué intentabas hacer saltándome encima en medio de la noche de ese modo? ¿Qué es lo que quieres?"
La criatura hablo con la misma quebradiza voz que antes. "Pégenme si quieren. Yo sólo vine por lo que es mío."
Harry y Draco se miraron sorprendidos.
"¿Qué dijiste?" preguntó Harry cortésmente.
"Vine por lo que es mío," repitió la criatura. "Mi otra mitad!" Sollozó secamente y los miró lastimosamente. "Por muchos años, estuvo escondida de mí. Y después comencé a sentir que había retornado al mundo. Y busqué sobre tierra y mar. Y la encontré acá. Es mía!" gritó la criatura, "y estuvo perdida por todos estos milenios."
"¿Qué es, exactamente, tu otra mitad?" le preguntó Draco. "Quiero decir, pareces completo, no te faltan partes, a menos que cuentes que no tienes orejas, supongo. ¿Es una oreja lo que estas buscando?"
La criatura lo miro enojada. "Eres un pequeño mortal muy estúpido," dijo. "Si tuviera mi otra mitad y todos mis poderes, te comería."
Draco estaba furioso. Harry puso una mano en sus hombros deteniéndolo. "Nadie se va a comer a nadie," dijo. "¿Puedes decirnos algo más acerca de eso, um, tu otra mitad que perdiste?"
La criatura parecía muy enojada. "Yo no perdí nada. Me la sacaron por fuerza, fue un malvado mago, y la escondió. La estuve buscando por todas partes y esta ACA!"
Harry estaba mirando a la criatura con la cabeza inclinada pensativo. "Eres un demonio, ¿no?"
La criatura lo miro algo nervioso. "No, no lo soy," dijo.
"Oh si, si lo eres," dijo Harry con convicción. "Vimos a los demonios el año pasado en Defensa Contra las Artes Oscuras. Sé como desaparecerlos, también." Le apuntó con su varita. "Dispelle
"Noooo!" gritó el demonio, golpeando sus manos en la almohada de Draco como un bebé enojado, Harry se detuvo. "Te dije, es mía! No tienes ningún derecho a sacármela. Miles de años la busqu"
"Bueno, ¿La buscaste debajo del sofá en el Infierno?" gritó Draco, que estaba harto del asunto.
El demonio gruñó por lo bajo. "No busco como los mortales lo harían," dijo. "Yo siento lo que es mío; me llama y yo lo escucho. Por miles de años ha estado en silencio. Después escuché el llamado y vine. Y ahora…" Se detuvo y miró a su alrrededor. "Ahora esta en silencio otra vez. Pero estaba acá, estoy seguro!"
Harry miró de reojo a Draco. "Sabés lo que esta buscando, ¿no?" susurró. "Esa espada…"
"Shush!" dijo Draco advirtiéndole y se giro al demonio. "No hay ningun objeto del otro mundo o que pertenezca a los demonios en esta habitación," le dijo, lo que era en parte verdad. "A menos que cuentes a Potter, siempre tuve mis sospechas, pero eres bienvenido a llevártelo si lo quieres."
El demonio miró a Harry sin interés. "El chico Potter no me interesa," dijo.
"Hey!" gritó Harry acostumbrado a ser el centro de los eventos mundiales, y se sintió algo insignificante. "Mira," le dijo al demonio. "Puedes buscar entre las cosas si no crees lo que te dijo Draco que no tenemos ningún, um, objeto demoníaco aca. No tienes nada, ¿no?" siseó en la oreja de Draco.
Draco puso los ojos en blanco.
Pero el demonio, sin esperar más permisos, comenzó a dar vuelta la habitación, tiró las sillas, desparramó las cenizas de la chimenea, rompió las mochilas de los chicos y dio vuelta el baúl de Harry. Harry miraba shoqueado mientras todas sus pertenencias volaban por los aires. Draco se agachó dejando pasar la ropa de Harry por encima de su cabeza y chocando contra la pared.
Sin haber encontrado nada, el demonio puso su atención en el baúl de Draco, y repitó las mismas acciones. Los chicos miraban con resignación mientras la ropa y los libros de Draco caían al suelo. "Sabes," le dijo Draco a Harry en voz baja. "Siempre pensé que los demonios eran del tipo de atacar, golpear y matar. Esto de revolver entre nuestras cosas… es algo… chabacano."
"Estoy totalmente de acuerdo," dijo Harry.
"Podrías desaparecerlo," dijo Draco esperanzado.
"Creo que es mejor convencerlo de que no tenemos nada, de otro modo volverá," dijo Harry. "No parece ser capaz de sentir su "otra mitad". Espero," dijo pensando en Lupin.
"Esta bien," dijo Draco. "Pero si rompe mi ropa, esta fuera."
"Esto es toda tu culpa," dijo Ron, mirando enojado a Ginny del otro lado de la mesa. Sus ojos azules brillaban, y su pelo rojo estaba todo despeinado, exactamente igual al de Harry. "¿Cómo pudiste dejarla en el Caldero Chorreante con ese… ese…?"
"Eso no es justo!" gritó Ginny, sus ojos brillaban. "No la escuchaste, Ron! No estabas ahí! Ella no me hubiera dejado quedarme, casi más me dice que me fuera y la dejara en paz!"
"Es medianoche!" dijo Ron, parecía muy enojado y muy preocupado a la vez. "¿Dónde esta?"
"Lo sé," dijo Ginny, sentándose algo triste en la mesa de la cosina. "Lo se, pero Ron, por favor tratá de tener algo de perspectiva. Tal vez se quedaron hablando y perdieron la noción del tiempo."
"Ella hubiera mandado una lechuza, o algo. Hermione no es así, ella…"
"¿No es cómo qué?" preguntó Hermione atravesando la puerta y mirándolos con curiosidad.
Ron y Ginny la miraron asombrados. "Hermione," respiró Ron con alivio. "Estás bien!"
"Te dije que estaba bien," dijo Ginny, quien a pesar de eso estaba extremadamente aliviada de verla. Se giró hacia ella. "Estás bien, ¿no?"
"Por supuesto que estoy bien," dijo Hermione con calma. "Ahora, si me disculpan un momento, tengo que ir arriba. Ya regreso."
Volteó y muy calmada, subió las escaleras. Ron y Ginny la vieron irse con las bocas abiertas.
"¿Crees que esta enojada por algo?" preguntó Ginny cuando pudo encontrar las palabras.
"No creo," dijo Ron lentamente. "Parecía exactamente lo opuesto. Increíblemente tranquila. Tal vez deberás subir y hablar con ella," agregó no muy contento. "Charla de Chicas."
Ginny meneó la cabeza. "Es mucho más probable que hable con vos."
Ron suspiró. "Creo que tenes razón," dijo, se levantó y se dirigía hacia las escaleres cuando se detuvo al ver a Hermione, que bajaba llevando una pequeña bolsa de dormir. Paso delante de él y entró a la cocina. Ron corrió tras ella.
"Hermione," dijo, luchando contra un sentimiento de preocupación y alarma. "¿Estás segura que estás bien?"
"Estoy bien," dijo Hermione caminando a través de la cocina. "Decidí pasar unos días con Victor, eso es todo."
"¿Qué?" gritaron Ron y Ginny al unísono.
"Hermione, no estas hablando en serio," dijo Ginny.
Hermione se giró y los miró. Lucía pequeña, pálida y determinada. Algunos de sus cabellos se habían escapado del rodete y estaban sobre su cara. "Estoy hablando en serio," dijo. "¿Por qué no puedo ir? ¿Por qué no puedo hacer lo que quiero?"
"¿Perdiste la cabeza?" preguntó Ron.
"¿Qué pasará con Harry?" protestó Ginny.
Hermione se encogió de hombros. "Él va a entender."
"El decididamente NO va a entender," dijo Ron. "Hermione, siéntate, por faco. ¿Estás enojada con Harry? ¿Hizo algo? ¿Estás tratando de vengarte? En ese caso, te ruego que te vengues de otra manera. Ginny, ayudame."
"Podrías tener un affair con Ron," sugirió Ginny tratando de ayudar. "Eso enojaría a Harry."
"Gracias, Gin," dijo Ron, mirándola enojado.
Hermione meneó la cabeza, mirando a Ron con sus grandes y algo empañados ojos marrones. "Esto no tiene nada que ver con él," dijo. "Esto es algo que tengo que hacer. ¿Se podrían calmar? Volveré en unos días."
"¿Unos…días?" preguntó Ron casi sin voz.
"Bueno, si ustedes van a sobreactuar así, tal vez no vuelva!" dijo Hermione volteando y cerrando la puerta de un golpe. Caminó hacia fuera. Ron y Ginny se miraron con horror, después Rpn se levantó y siguió a Hermione fuera del jardín.
"Hermione!" la llamó. Ella estaba caminado por el parquet hacia una alta y oscura figura sentada sobre una escoba. Con un intenso sentimiento premonitorio, Ron rompió en carrera. "Hermione!" la llamó otra vez, pero sin mirar hacia atrás, ella se subió a la escoba, y abrazó por la espada a Krum, quien pateó y se elevaron, alejándose por lo alto de la Madriguera. Ron los miraba mientras se iban achicando sobre los lejanos árboles y desaparecían.
"Pero Hermione odia volar," dijo entumecido todavía mirándolos. "Ella ni siquiera vuela con Harry."
"Supongo que cambió su pensamiento con respecto a eso," dijo Ginny secamente detrás de él.
"Algo esta mal, muy mal," dijo Ron, girándose hacia su hermana. "Trae a Pigwidgeon," dijo. "Tenemos que enviar una carta ahora mismo. Tenemos que contactar a Mamá y a Papá…. Y a los padres de Hermione…"
"No puedo traer a Pidwidgeon," dijo Ginny.
Ron la miro impasible. "¿Por qué no?"
Su cara estaba muy pálida en la luz de la luna y ella le devolvió la mirada con enormes y tristes ojos. "Se fue," dijo. "Creo que Hermione lo envió con una carta."
"Oh, Dios," dijo Ron finalmente. "Harry."
"No creo que tengamos que decirle," dijo Draco susurrando. Eran las ocho de la mañana y estaban fuera de la oficina de Lupin. Después de no haber encontrado nada, el demonio dejó el dormitorio a las 3 a.m., prometiendo regresar en un futuro a buscar su "otra mitad". Harry y Draco no pudieron dormir bien después de eso, y como consecuencia estaban muy cansados y algo nerviosos.
"Pero él es un hombre-lobo, Malfoy," protestó Harry, pasando una mano por su cabello, que estaba parado en todas direcciones. "Esta acostumbrado a toda esta Magia Negra…"
"Eso puede ser," dijo Draco, "pero aún así es un hombre-lobo adulto. Un profesor hombre-lobo. Si le decimos que hay demonios en nuestra habitación se va a sentir moralmente atado a hacer algo al respecto."
"No podemos decirle que hay demonios en nuestra habitación de todas maneras," dijo Harry. "Podemos decirle que había un demonio en la habitación. Sólo uno."
"Creo que los profesores están obligados a considerar inclusive a un demonio en el dormitorio como un problema administrativo," dijo Draco. "Diez a uno a que va directo con Dumbledore."
"¿Y qué pasa si lo hace, Malfoy?" dijo Harry enojado. "Sólo estas asustado de que te saque tu espada."
"No sabemos si eso era lo que estaba buscando!"
"¿Qué carajo crees que estaba buscando entonces? ¿Tus medias? ¿Tu colección de productos para el cuidado del cabellos? Oh, espera, no tiene ningún pelo. ¿Quieres saber por qué? Porque es un DEMONIO!"
"No me grites en la oreja," dijo Draco irritado. "¿Quieres decirle? Esta bién. Andá y decile."
"Esta bien," dijo Harry, sintiéndose algo mal. "Lo haré."
Y golpeó en la puerta de la oficina de Lupin, la cual se abrió. Ambos muchachos entraron, Draco siguiendo a Harry.
El Profesor Lupin estaba sentado en su escritorio, leyendo el diario El Profeta. Los suaves rayos del sol de la mañana entraban a través de la ventana haciendo que su oscuro cabello pareciera dorado. Levantó la vista cuando entraron y les sonrió, doblando el periódico y guardándolo en uno de los cajones. "Me estaba prenguntando cuando pensaban entrar o si iban a quedarse peleando toda la mañana fuera de la oficina."
Draco y Harry se miraron horrorizados con culpa.
"Oh, no se preocupen," dijo Lupin. "No escuché lo que estaban diciendo." Miró a Draco. "En realidad estoy contento de que vinieran, yo…"
"¿Tuviste oportunidad de mirar mi espada?" le preguntó Draco rápidamente.
"Lo hice," dijo Lupin. Se levantó y cruzó la habitación hacia una caja de cristal que colgaba de una pared. Harry vio que Lupin había puesto la espada de Slytherin ahí adentro. Agarró la caja, y la llevó hacia el escritorio, donde la apoyó y la miro con tranquilidad. "Draco," dijo. "Cuando esta espada estaba entre las posesiones de tu familia, ¿Dónde estaba guardada?"
"En una caja de cristal en nuestra sala de duelos," respondió Draco.
"¿Alguien la usaba?"
"No," dijo Draco después de un momento. "Estaba siempre en la caja, nadie nunca la abrió que yo supira."
"Dumbledore me dijo que esa caja fue destruida por un encantamiento de ventisca producido por un objeto demoníaco de alguna clase," dijo Lupin, y Harry y Draco asintieron. "Una muy rara combinación de circunstancias. Estoy casi seguro, aunque no tengo pruebas, que esa caja en donde tu padre la tenía no era ordinaria. Porque ésta no es una espada ordinaria."
"Bueno, por supuesto que no," dijo Harry. "Dumbledore nos dijo que era una espada Magid."
"Es más que eso," dijo Lupin. "Esta espada es conocida como una espada demoníaca. Podés matar cualquier cosa con ella: demonios, vampiros, monstruos inmortales, inclusive revivir a los muertos."
"Genial," dijo Draco. "Debe ser muy divertida en las fiestas. 'Hola, mi nombre es Draco Malfoy y puedo matar absolutamente todo, ¿Qué podes hacer vos?'"
"No vas a llevar esta espada a fiestas," dijo Lupin severamente. "De hecho, no la vas a tocar por un tiempo."
Draco miro a Harry como para decirle Te lo dije. "Pero es mía!" objetó, mirándo a Lupin. "Estuvo en mi familia hace generaciones."
"Cuando dije que era una espada demoníaca," dijo Lupin. "No me refería a que la espada fue hecha por un demonio o para un demonio. Quise decir que es un demonio. Esta espada esta viva. Es también muy mala."
Draco cruzó sus brazos y miró enojado a Lupin. "¿Cómo sabes que es mala?"
"No lo sé," admitió Lupin. "Tengo que aprender más de ella, hacer algunas pruebas…" Se detuvo. "Lo siento, Draco. Necesito tenerla hasta que termine con las pruebas."
"¿Y es menos mala si la tienes en tu oficina?" preguntó Draco mordiéndose el labio.
"No es el hecho de que este en mi oficina," dijo Lupin. "Es el hecho de que esta en esta caja. Puedo estar equivocado, pero me imagino que tu padre la guardaba en una caja como esta." Draco y Harry miraron la susodicha caja, que era en sus ojos cristal ordinario. "No es cristal," dijo Lupin, interpretando correctamente sus miradas. "Es Adamantio. Un material que resiste cualquier tipo de interferencia mágica, y," dijo mirando a Draco. "es casi irrompible. Tal vez otro fuerte encantamiento de ventisca pueda romperla. Pero no recomiendo probarlo."
"En otras palabras, no hay punto en tartar de robarla de vuelta," dijo Draco, con una media sonrisa. "¿Inclusive si usara un encantamiento atrayente?"
"No hay punto alguno," dijo Lupin feliz. "La espada no puede ser localizada mágicamente cuando esta en esta caja.
Draco y Harry se miraron. Con razón el demonio no había podido encontrarla.
"La tendrás de regreso cuando este seguro que no es peligrosa," Lupin le dijo a Draco, y se giró a Harry. "Ahora, ¿Tienes algo para decirme Harry?"
Harry miro de Lupin, quien lo miraba tranquilamente, a Draco que miraba enojado a través de la ventana. Harry sabía que si mencionaba que un histérico demonio había aparecido en su habitación la noche anterior, reclamando que buscaba 'su otra mitad' – cosa que Harry no tenía dudas que era la espada de Slytherin—Draco nunca volvería a ver esa espada.
Harry negó con la cabeza. "No, Profesor. Nada."
"Oooh," dijo Draco, cuando salieron de la oficina de Lupin y caminaban a través del corredor. "Le mentiste a un profeson, Potter. Con un cara absolutamente seria, también. Dentro de poco te vas a convertir en mí."
"Ya fui," dijo Harry. "Ya lo hice."
Draco le sonrió. "Vamos, te gusto, admitilo…" se detuvo cuando una pequeña lechuza se posó sobre su cabeza, moviéndose como loca.
"Hey"dijo Harry, estirándose para verla. "Pigwidgeon!" Estiro una mano, y Pigwidgeon aterrizo en ella, ululando cansado. "Pobre Pig," dijo Harry. "Llendo y viniendo desde Irlanda dos veces en dos días. ¿Tienes una carta para mí?"
Pidwidgeon estiró una pata, en la que estaba atada una hoja de papel con un listón rojo. Harry tomó la carta y soltó a Pig, quien voló y se sentó en su hombro.
Draco lo miraba con curiosidad. Harry se preguntaba si estaba molesto por que Hermione no le había escrito también. Tenía que admitir que no solía hacer eso. Debía haber tenido otras cosas en mente.
Harry abrió la carta, comenzó a leer y se volvió muy blanco.
Draco lo miro con curiosidad. "¿Esta todo bien, Potter?"
"Es… Es de Hermione," dijo Harry.
"Lo sé," dijo Draco, sus ojos traicionando algo de preocupación. "¿Le pasó algo?"
"Ella está bien," dijo Harry con una rara y algo débil voz. "Ella… esta bien."
"Entonces, ¿Qué anda mal?"
"Se fue a pasar al verano con Victor Krum," dijo Harry apáticamente, todavía mirando la carta. "En Bulgaria. Se dio cuenta que realmente lo amaba todos estos años." Miró a Draco con la expression de estar en un horrible sueño. "Ella… Ella terminó conmigo."
Notas de la Traductora:
Buenas!! Espero que les haya gustado la primera entrega de Draco Sinister. Ahora los capítulos son mucho más largos así que voy a tardar más en traducirlos. Trataré de poner una traducción todas las semanas, lo más probable los domingos. Pero si quieren que me apure, deberán dejar reviews!!
No es una orden, pero realmente me motiva a seguir traduciendo, porque sé que hay alguien leyendo el fic.
Gracias: TiNi (Ya te agradecí en mi web, pero igual!!), Florence Rose, Aliena2, Rowan Myfair, javi-fernandez, Roshwen Mellangel, SuPeRhYoGaMaStEr, Goi Izarra; por alentarme en continuar traduciendo!!! De lo contrario no hubiera empezado por DS.
A todos miles de gracias por esperar y por leer, aunque les agradecería aún mas un mínimo y pequeño comentario. )
