Disclaimer: Nada es mío. Nada de nada de nada. Todo es de JKR y de la Warner, y como son unos tacaños pues no comparten….
LA BODA DE LILY
Capítulo seis: Se oyen campanas y no se sabe dónde I
¿Cómo había sido tan estúpida? Pensar que James la esperaría aún más de lo que ya lo había hecho… Sin duda había perdido su oportunidad. Se había cansado de ella y había vuelto con Nataly, que siempre había estado a su lado… ¡Por Dios! ¿Por qué se tenía que dar cuenta de cuanto lo quería justo entonces? ¿Por qué surgió la idea en su cerebro en ese mismo instante de que no sería feliz sin él?
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Patear las piedras del parque no estaba sirviendo para mucho, a parte de para fastidiar sus finos zapatos italianos, regalo de Eduard. Metida en sus tristes cavilaciones y angustiada había deambulado por la ciudad hasta los jardines de Kengsiston, donde había "salido" con James por primera vez. Maldijo a su subconsciente por jugarle esas malas pasadas
Se sentó en uno de los bancos de madera barnizada, al lado de un caminito. Hacía frío pero era soportable, además le despejaba la cabeza. Un reloj de una iglesia cercana dio las doce de la mañana con campanadas nítidas que retumbaron en sus oídos.
James…
Se podía ser tonta, muy tonta, rematadamente tonta y finalmente se podía ser Lily Evans, pensó la pelirroja cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás. Parecía una niña mimada y consentida y no la mujer segura de sí misma que había creído ser siempre. Ahora ya no se quería casar, quería volver con James… justo cuando James había vuelto con Nataly. Suspiró. Lo suyo era el oportunismo, estaba claro.
¿Y ahora qué iba a hacer? No se sentía con el derecho de volverle a pedir una oportunidad al moreno, no podía desmontarle la vida cuando le diera la gana simplemente porque ella y su única neurona operativa no se aclaraban.
.- Hace un buen día para tomar el sol
Lily se giró y abrió los ojos para descubrir sentada a su lado una anciana de mirada acuosa pero amable, con el pelo totalmente blanco y el semblante surcado de arrugas.
.- Sí…- contestó Lily con una sonrisa débil sin muchas ganas de hablar, pero no queriendo ser descortés.
.- Estos días han sido bonitos para pasear… ¿Ha paseado usted?
Lily suspiró internamente. No estaba de humor para ser amable, pero la mujer sólo quería hablar. Si se ponía pesada siempre podía marcharse con cualquier excusa.
.- Sí, la ciudad está bonita por estas fechas- contestó la pelirroja.
La anciana sonrió.
.- Supongo que la habrá acompañado un joven galán…- Lily miró a la mujer, que ahora sonreía, un poco ruborizada- Oh, no quería ser indiscreta señorita… pero cuando yo era joven raramente iba a pasear sola…- añadió alzandolas cejas
La mujer rió y Lily se añadió de buena gana.
.- Me acompañaba un muy buen amigo- contestó un poco ausente, sin mirar directamente a su interlocutora
.- ¿Hoy no ha podido venir?- se interesó la mujer
Lily suspiró y negó con la cabeza
.- Digamos que la fastidié y ya no me acompaña a mí- no tenía porqué mentir a esa señora que no conocía de nada, además se sentía bien compartiendo sus frustraciones.
.- Ya veo…- dijo la mujer alzando las cejas comprensiva- Es una lástima, si era tan amigo suyo… Pero siempre puede disculparse.
Lily volvió a negar de nuevo
.- Me temo que ya es demasiado tarde…
.- Oh, nada es definitivo hasta que no dejas este mundo- dijo la señora con una sonrisa- incluso seguro que después también se pueden cambiar las cosas.
La pelirroja sonrió, en parte aliviada por las palabras de la mujer.
.- ¿Quieres que te lea las líneas de la mano, querida?
Lily miró sorprendida a la afable ancianita. Nunca había creído demasiado en las Artes Adivinatorias y si había conseguido aprobar raspada en Hogwarts había sido gracias a su imaginación novelesca. Pero no quería ofender a la mujer, así que le tendió las manos, que la señora cogió entre las suyas, rechonchas y menudas.
Al principio la anciana frunció el entrecejo de manera bastante perturbadora mientras recorría las líneas de la mano de la joven, que empezó a sentirse extraña, pero luego sonrió.
.- Veo que te vas a casar dentro de poco con un hombre prominente ¿no es cierto?
Lily miró a la mujer sorprendida y asintió extrañada.
.- Es un buen hombre… te tratará muy bien, a ti y al pequeño que viene- dijo la anciana sonriendo.
.- ¿Pequeño?- preguntó Lily sorprendida- ¿Qué pequeño?
.- Querida, estás embarazada
Y como reacción inmediata a esta revelación Lily tuvo que girarse y levantarse rápidamente para poder vomitar en una de las papeleras del parque. Cuando se volvió para decirle a la mujer que eso era imposible, la anciana había desaparecido, como si se la hubiera tragado la tierra. Para salir de dudas y aunque era imposible, Lily decidió buscar una farmacia para averiguar cuán ciertas eran las palabras de la mujer, porque, si tenía razón, ese niño sólo podía ser de un hombre, y ese hombre ni era rubio ni se llamaba Eduard.
A unos metros, detrás de una glorieta, la mujer meneaba la cabeza.
.- Pobre chica. Espero que elija bien y que viva feliz el tiempo que le queda
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Sirius empezaba a estar un poco harto de que llamaran a su timbre a horas intempestivas. ¿La gente normal no dormía 12 horas como él o qué? Otra vez en calzoncillos y descalzo fue a abrir la puerta de su piso.
.- Vaya Black, ¿Preparándote para Carnaval? No me digas… ¡Vas de zombi!
.- March tú también estás horrible- contestó Sirius a la pelirroja que había ido directamente desde el "boys" al piso del moreno y lucía las señales de una noche de batalla- Así que si has venido sólo a decirme eso…
Susan chasqueó la lengua y empujó a Sirius a un lado para entrar en el piso. Se quitó el abrigo y se dejó caer en el sofá.
.- Haz algo útil y prepara café, Sirius.
El moreno alzó una ceja y apoyó las manos en las caderas.
.- ¿Algo más?
.- No, con el café basta, gracias- dijo Susan con una sonrisa encantadora- Ah… Avisa a Remus… Tengo noticias.
.- Vete un poquitito a la mierda March- resopló Sirius incómodo- Si se te va la olla tírate al Támesis como las personas normales, pero no vengas a molestarme a mí.
Susan le miró contrariada y le tiró sus zapatos de tacón a la cara.
.- Hombres… nunca estáis listos cuando se os necesita. Tendré que preparar yo el café- y muy dignamente se dirigió hasta la cocina donde empezó a rebuscar por los armarios.
Sirius se llevó las manos a la cara y la siguió.
.- Remus está en el trabajo, no puedo avisarle- dijo suspirando mientras Susan ponía la cafetera en el fuego.
.- Oh…- dijo en tono pesaroso- Supongo que entonces me tendré que conformar contándotelo a ti
.- Vaya, gracias- contestó el chico con falsa complacencia.
Susan sonrió y le acarició la barbilla con el dedo índice. Todos los músculos de Sirius reaccionaron a l contacto.
.- ¿Sabes que enfadado estás más mono?- le dijo antes de darle un beso en la mejilla y de buscar unas tazas para llevar al salón. Cuando Sirius reaccionó la joven estaba sirviendo el café.
.- Bueno… ¿Y cuáles son esas noticias que no pueden esperar?- preguntó Sirius intentando apartar de su cabeza las escenas donde aparecía Susan en lencería de cuero.
.- Lily ha ido a ver a James esta mañana- contestó la mujer sonriendo- decidida a hacer cosas feas- dijo arrugando la nariz de forma sugerente…
.- Eso significa…- dijo Sirius sonriendo
.- Eso significa que creo que después de todo no iremos de boda- añadió haciendo chocar su taza con la de Sirius- Por cierto, este café es horrible
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.- ¡Lily cariño! ¿Dónde has estado? ¡Te he estado llamando todo el día!
Cuando Lily abrió la puerta de su casa en Hogsmead a quién menos le apetecía ver de entre todas las personas del planeta era a Eduard. Había estado todo el día como una sonámbula por la ciudad hasta que había decidido que necesitaba dormir… sobretodo ahora que… vamos… ahora que no tenía que cuidar sólo de ella.
.- Paseando- dijo frotándose la frente y maldiciendo el día en que le dio copias de las llaves - Me encuentro mal, Eduard. Necesito dormir.
.- También ha venido mamá, que estaba muy preocupada.- dijo Eduard con cara de circunstancias- Está en el salón
Vale, Lily se equivocaba. Eduard era la segunda persona a quién menos le apetecía ver. La primera era su madre.
.- ¡Lily querida!¡Estás horrible!- dijo abrazándola- ¿Qué te ha pasado?
.- He estado con Susan-suspiró cansada- Siento tener que dejaros, pero en serio, me encuentro muy mal.
.- ¿Quieres que te lleve al medimago?- se ofreció Eduard tomándola de la mano.
.- Yo soy medimaga- suspiró Lily- Es un principio de gripe, una poción y mañana estaré como nueva…- mintió para salir del paso
Eduard la miró con cara de preocupación. Si tenían que aplazar la boda iba a perder mucho dinero.
.- Me quedaré contigo a pasar la noche- se ofreció entonces la señora Darcy. Lily iba a abrir la boca para rechistar, pero la madre de Eduard no la dejó hablar- No, no, no Lily. Necesitas reposo y Eduard está demasiado ocupado. Yo me quedaré- acabó con tono de determinación.
La pelirroja estaba tan cansada y tan angustiada que prefirió no quejarse y se fue hacia su cuarto. Ya se desharía de Ellen al día siguiente.
Se metió en la cama. Estaba agotada. Cuando le dieron los resultados del test experimentó dos sentimientos muy diferentes. Por un lado se alegró muchísimo de estar esperando el bebé que tanto deseaba…pero por otro… no tenía un padre que darle a ese niño o niña. No es que le diera miedo ser madre soltera, pero quería que su hijo tuviera una familia normal, con unos padres normales, no quería que viviera con el estigma de ser el fruto de un capricho de jugador de Quidditch famoso. No se lo merecía. Pero una vez más no podía recurrir a James, que había decidido volver con Nataly…
¿Qué debía hacer? ¿Casarse con Eduard? ¿Por su niño, porque se merecía ser feliz? Pero, no podía evitar angustiarse ante la idea de engañar a Eduard y traicionar sus propios sentimientos… No, no podía hacer eso. Tenía que parar la boda. No podía casarse. Pero antes necesitaba dormir para recobrar fuerzas.
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El día de lluvia parecía estar acorde con el estado de ánimo de la estrella de los Puddlemore United. Quedaban dos días para que el amor de su vida se casase con un cretino prepotente en su propia casa y él tenía que aparentar alegrarse… ¡encima!
Las gotas repiqueteaban en las ventanas del piso, de manera monótona y constante. A James le gustaba ese sonido.
Alguien llamó a la puerta unos minutos después, a desgana se incorporó y fue arrastrando los pies hacia la entrada. Recibió un efusivo abrazo antes de poder ver quien era su visita.
.- ¡Qué tal Prongs!- exclamó la inconfundible voz de Sirius, que le había dejado un día de margen para "arreglarse" con Lily- No, no me lo digas, ya me lo imagino- dijo sonriendo con malicia- Ya me he enterado de todo.
Sirius entró en el salón y ocupó un sillón, James suspiró.
.- ¿De qué demonios hablas?- preguntó cansado.
.- No disimules tío, que sé que ha estado aquí… Y por la pinta que tienes la chica te ha dejado agotado.
James alzó las cejas con sorpresa mientras se sentaba en el sofá, pero luego creyó comprender. Se refería a Nataly.
.- No digas tonterías- suspiró. Estaba él como para pensar en que Nataly le dejase agotado.
.- Pero… ¿Ya habéis arreglado las cosas?- preguntó Sirius más serio. El mal humor de James parecía genuino.
Éste asintió.
.- Sí, lo hemos dejado definitivamente
Sirius se quedó congelado. Lo siguiente que hizo fue darle un collejón impresionante a James.
.- ¿¿¿Pero tú eres tonto o es que las bludgers te han reblandecido los sesos? ¿¿¿Cómo se te ocurre darle largas ahora que ella se había decidido, con lo que nos ha costado?
.- ¿Decidirse a qué?- preguntó James confuso frotándose la cabeza- Casi me esnucas idiota…
.- ¡¡¡Decidirse a dejar a Eduard para venir contigo!
.- ¿Eduard?- contestó extrañado James mientras su amigo resoplaba- ¿Qué te has fumado?- añadió muy serio James- Mira que te tengo dicho…
.- ¡No me he fumado nada! ¿No estuvo ayer Lily aquí?- preguntó Sirius exasperado.
James se rascó la cabeza.
.- No
La fisonomía de Sirius cambió entonces por completo, tornándose muy seria.
.- Ella tuvo que venir ayer- dijo tozudo
.- No vino, Pad. Aquí no ha venido nadie. Excepto Nataly, que se fue ayer por la mañana
Sirius se sentó en el sofá de la salita.
.- Tuvo que venir, James. Se lo dijo a Susan
.- Debió cambiar de idea a mitad de camino- James dibujó una sonrisa amarga en su rostro.
.- Vaya…-murmuró Sirius apesumbrado- Lo siento
James encogió los hombros para quitarle importancia. Casi le alegró que Lily tuviera la intención de quedarse con él.
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.- ¿Qué?
.- Que no quiero casarme Eduard. No puedo casarme contigo
Eduard y Lily estaban sentados en el salón de la casa de los Darcy. A pesar de su cansancio Lily se había levantado pronto y, pese a las quejas de Ellen Darcy, había hecho salir aEduard de la oficina para hablarle. Después de soltarle la bomba de relojería, cosa que la había dejado sorprendentemente muy tranquila, miraba a su entonces ya exprometido sin saber lo que iba a pasar.
Eduard arqueó un poco las cejas. Tras unos segundos sonrió.
.- Entiendo que estés nerviosa, palomita. Yo también lo estoy.- dijo tomándola de las manos- Pero vamos a ser muy felices y vamos a tener una boda preciosa…
.- No vamos a tener una boda preciosa porque yo no voy a casarme- dijo Lily zafándose suavemente
.- Lily, no seas cría- Eduard usó de nuevo un tono paternalista
.- No he sido tan madura en mi vida- musitó la pelirroja- Y no me voy a casar.
.- Sí que nos casaremos- dijo Eduard tratando de tomarla de la mano de nuevo
Lily bufó.
.- ¡No voy a casarme Eduard!- chilló. Luego intentó contenerse- No siento por ti lo que sentía…- dijo más suavemente- No puedo casarme si no te quiero- añadió en un murmullo y sin mirar al hombre.
.- No me quieres…- murmuró- ¡Claro que me quieres Lily! No digas tonterías- exclamó el hombre muy seguro de si mismo
.- No Eduard.
.- Vamos Lily ¿Cómo podrías no quererme? Soy uno de los herederos más ricos del país, guapo, de una familia de tradición mágica… soy todo lo que quiere una mujer como tú. Recapacita.
Lily le miró empezando a perder la pena que sentía por romper su compromiso. Eduard era pedante, pero hasta esos extremos…
.- ¿Una mujer como yo?- preguntó Lily cruzando los brazos.
.- Oh Lily, no te ofendas, eres encantadora. Pero tienes que pulirte mucho y no tienes precisamente una familia muy destacable…
Bueno, eso ya era el colmo. ¿Cómo demonios podía estar tan pagado de si mismo y atreverse a tratarla de caza- fortunas? Se levantó del sillón.
.- Quédate con tu herencia y tu familia Eduard y búscate una mujer bonita que te haga de florero. Me daba pena romper contigo pero ya veo que casi te estoy haciendo un favor- se dio la vuelta y empezó a caminar hacia la puerta- Y por cierto- añadió antes de desaparecer- Mi familia no será destacable pero al menos mi madre no es una arpía teñida de caoba que si se muerde la lengua se envenena.- Y dicho esto le lanzó el anillo de compromiso a la cara.
A la salida, como ya se esperaba, Ellen Darcy la esperaba con la misma postura que un gallo de peleas, había estado escuchando detrás de la puerta como era su costumbre. Por fin iba a poder desahogar toda la frustración de esos dos años
.- Si te crees que después de esto vas a irte de rositas estás muy equivocada- dijo tomándola del hombro.
Lily retiró la mano de la mujer y la miró de arriba abajo.
.- Estoy temblando de pavor, querida- dijo la pelirroja imitando la vocecilla estridente de Ellen
.- ¡Nadie te va a aceptar en ningún círculo social de este país, tenlo por seguro!- rugió la señora Darcy.
.- Perfecto, porque esta mañana me han ofrecido un traslado a España y lo he aceptado- contestó Lily dirigiéndose hacia la salida de la casa- No te tendré que volver ni a ti ni a ese estropajo que llamas pelo
.- ¡Maldita sangre-sucia insolente! ¡no pararé hasta que…!
.- ¡Cállate ya de una vez cotorra!- la interrumpió el señor Darcy saliendo de una sala donde había escuchado también la conversación. Luego se dirigió a Lily y para extrañeza de la pelirroja le dio un abrazo y un par de besos mientras su mujer se ponía roja de ira- Has hecho bien en huir a tiempo, querida. Yo no lo hice y… mírame-acabó suspirando
Lily le devolvió la sonrisa sintiendo una compatibilidad instantánea con ese hombre que había aguantado en silencio tanta petulancia durante su vida.
.- Siempre puede escaparse y visitarme- dijo impulsivamente.
El señor Darcy se hechó a reír.
.- ¿Sabes? Creo que lo haré
.- ¡Malcom, esto se sale de cualquier…!- empezó a chillar la señora Darcy temblando de rabia, Eduard también había salido al salón
.- ¡Cierra el pico!- volvió a ordenar el hombre sin mirarla- Estoy intentando despedirme. Adiós Lily- añadió con dulzura mientras la joven salía de la casa y él sujetaba la puerta- Espero verte pronto en circunstancias más felices.
.- Seguro que sí- contestó la pelirroja sonriendo y desapareciendo bajo la lluvia del exterior.
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A pesar de que había dormido poco, Lily se sentía llena de energía mientras volvía al centro de Londres en taxi. Le hubiera gustado caminar bajo la lluvia, pero tenía que pensar en la salud de su niño. Iba a empezar de nuevo con su bebé, en un sitio donde no la conocían y donde podrían ser felices… Tenía que darse prisa en embalar todas sus cosas y avisar al casero de que dejaba la casa. En el hospital le buscarían un alojamiento provisional en Barcelona, donde se iba a trabajar. Y tenía que acordarse de avisar a sus invitados de que al final no se casaba… Aunque de eso posiblemente se encargaría Ellen, inventándose alguna mentira que la dejaría muy mal a ella a ojos de la "buena sociedad"…. Pero eso ya daba igual
Se sentía triste por su familia y sus amigos pero… ¡ei! Era bruja. Podía verles tan a menudo como quisiese. Y lo importante ahora era olvidar todo, a Eduard, a su madre, la boda y también… también olvidarse de James.
Decidió telefonear a Susan cuando llegase a su casa para que le echase un cable. Se quería incorporar al trabajo enseguida. En dos días, los mismos que quedaban para la ya no-boda, recordó con una sonrisa, podía estar allí.
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.- A ver, a ver… que creo que no me estoy enterando…- Susan estaba en casa de la pelirroja, viendo como esta llenaba cajas, con asombro creciente- ¿has dejado a Eduard?
.- Ajá- Lily cerró con cinta adhesiva una caja llena de platos y sonrió a su amiga
.- Y te vas a España- se rascó la cabeza
.- Sí- Lily se retiró el sudor de la frente
.- Sin decirle nada a James…
.- Exacto
.- ¡No entiendo nada!- exclamó la mujer con profunda insatisfacción.- ¿Por qué te vas?
.- Porque necesito cambiar de aire Susan, después de lo de Eduard no va a ser agradable quedarme aquí soportando la campaña "Anti-Lily" que seguro que organiza su madre…
Susan hizo un puchero
.- ¿Pero y James?¿Por qué…?
.- James ha vuelto con Nataly, Susan- explicó la pelirroja sentándose en una silla próxima a la de su amiga- Prefiero no decirle nada.
La explosiva mujer abrió la boca en un gesto de asombro que no solía ser frecuente en su cara.
.- Eso no puede ser Lils. Si ha vuelto con ella es porque no puede estar contigo, pero ahora que no te vas a casar…
La pelirroja negó lentamente con la cabeza.
.- Sinceramente, Sus… ¿Crees que James es así? Si ha vuelto con ella es porque la quiere más que a mí… Además, los jugadores de Quidditch acaban siempre con modelos, actrices o cantantes-añadió con una sonrisa amarga
.- Pero… ¡no puede ser Lily! Nuestros planes…
Lily se hechó a reír y tomó una de las manos de su amiga.
.- Vuestros planes han sido un éxito: Me he deshecho de Eduard y es como si me hubiera deshecho de un molesto paquete de 80 kilos que tuviera atado a la espalda- dijo sonriendo y haciendo a Susan sonreír- Y además…
.- ¿Además?- la invitó a seguir Susan viendo que su amiga dudaba.
Lily no sabía si contarle lo de su embarazo. Sólo estaba de dos semanas y el porcentaje de que el embarazo no prosperase era elevado… de todas formas, Susan era su amiga y podía confiárselo.
.- Estoy embarazada- dijo sonriendo.
Susan volvió a quedarse con cara de shock profundo.
.- ¿Cómo embarazada? ¿Qué vas a tener un bebé?
.- Esa es la principal implicación sí- contestó la mujer riendo- Aunque todavía es pronto, sólo estoy de dos semanas…
.- Un bebé, Lily- susurró su amiga todavía atolondrada- Pero espera un momento… ¿El padre es…?
.- James- asintió Lily- Por eso también quiero irme. No creo que un hijo ilegítimo le ayude demasiado en su relación con Nataly…
.- ¡Pero Lily! ¡Él tiene derecho a saberlo!- exclamó Susan- Joder ¡Es su padre!
.- ¡No he dicho que no se lo vaya a decir!- exclamó Lily- Sólo que, bueno, se lo diré más adelante… No quiero que se sienta obligado…
.- ¡Lily!- protestó Susan
.- Prométeme que no le dirás nada, Susan- le advirtió la mujer muy seria
Susan frunció el ceño, nada convencida.
.- Prométemelo- suplicó de nuevo Lily
Susan suspiró.
.- Está bien, pero creo que no estás haciendo bien…- dijo en tono de reproche- ¡Oh, Lily!- exclamó abrazándola y a punto de llorar- No te vayas por favor.
Lily abrazó a su amiga.
.- Venga Sus. Si nos podemos ver casi todas las semanas…
Susan asintió y abrazó aún más fuerte a su amiga.
.- Que sepas que me vas a tener en tu casa día sí día también…. No te vas a librar de mí tan fácilmente.
Lily se rió casi a punto de llorar también
.- Eso espero- murmuró
.- Y me pido ser la madrina de tu niño
Lily se volvió a reír y se separó un poco de su amiga.
.- Está bien…- concedió como si le estuviera haciendo un favor- Pero ayúdame a meter todo en las cajas. Me marcho mañana
.- ¿Tan pronto?- preguntó Susan frunciendo el ceño disgustada- Si mañana es Nochebuena…
.- Pero empiezo a trabajar pasado mañana, y me tengo que acomodar antes de empezar…
Susan volvió a abrazar a su amiga
.- Te voy a echar mucho de menos…
.- Yo también a ti, tontorrona… Pero tengo la esperanza de que cuando vengas a visitarme te enamores de algún español fogoso y te quedes conmigo… Aunque cada vez lo veo más difícil…-añadió con un guiño pícaro
.- ¿Por?- preguntó extrañada su amiga
.- Porque estás bastante colgada por un mago súper-atractivo cuyo nombre empieza por S y acaba por irius.
Susan miró a su amiga con una ceja alzada.
.- Esto de producir más hormonas te sienta mal, Lily. Desvarías- y acto seguido cogió una caja de cartón y se puso a empaquetar los libros de su amiga
.- Ya- contestó Lily riendo- Será eso
.- No me gusta Sirius- volvió a repetir Susan
.- Si tú lo dices…- contestó Lily mientras reducía las cajas que ya había empaquetado y las guardaba en una maleta.
.- No es que yo lo diga, es una constatación, como que el agua hierve a cien grados.
Lily miró a su amiga divertida y luego sacudió la cabeza. Nunca pensó que acabaría con Sirius, aunque visto desde un punto de vista objetivo eran tal para cual. Quizás el hecho de ser tan parecidos les hacía tener esa relación amor-odio tan bestia.
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Remus, James y Sirius salieron esa noche. Más bien, Remus y Sirius obligaron a James a salir. Fueron a ver un partido de fútbol y luego acabaron en un restaurante japonés, ciegos de sake y cantando en el karaoke la discografía entera de Luis Miguel y de José Luis Perales.
Cuando llegaron a casa de James ya de día, no se podía decir si éste se sentía mejor o no, porque simplemente no se sentía. Quedaron tendidos en las butacas y el sofá del salón, iniciando lo que debía haber sido un largo sueño, pero que fue interrumpido apenas cuatro horas después por insistentes llamadas al timbre.
.- Ya voy- murmuró Remus entre sueños pero sin moverse de su butaca.
.- Oigo los cascabeles del trineo de Santa- canturreó Sirius. Luego se echó a reír
.- Es el timbre- murmuró James dándose la vuelta en el sofá.
Al otro lado de la puerta, Susan seguía llamando. Lily le había pedido que le devolviera las llaves de la casa de Godric Hollow a James una vez ella se hubiera ido, ya que al final no habría boda. Ella no se veía capaz de dárselas.
El traslador de Lily salía en dos horas y Susan quería hablar con James antes, sin que Lily lo supiera, claro. No se acababa de creer que James se hubiese resignado a perder a Lily
Al final, en vista de que nadie abría, Susan suspiró y metió las llaves en un sobre con una nota. Tampoco era cuestión de entrar por la fuerza y encontrarse con Nataly.
"Hola Jamsie. Lils sale hoy para España. Ya que al final no va a haber boda, me ha pedido que te devuelva las llaves.
Susan
PD: Podías haberme contado que habías vuelto con Nataly. Estoy indignada."
Redujo el sobre y lo hizo pasar por debajo de la puerta para agrandarlo después. Pensando aún en el fracaso de todos sus planes, y preguntándose dónde estaba el moreno, se ajustó la boina de lana y salió del edificio donde estaba el piso de James hacia la casa de su mejor amiga
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Bueno, pues hasta aquí la primera parte de este capítulo. La segunda parte la subiré más adelante, depende de lo animada que esté . Gracias por todos vuestros reviews y por vuestro apoyo, sois geniales, no sé qué haría sin vosotros . Siento no contestarlos, pero espero que lo entendáis, no tengo tiempo y menos ahora que estoy en la recta final (p Universidad), ya sabéis, si queréis hablar conmigo, tenéis mi dirección de mail o podéis dejar un mensaje en mi panel de mensajes de esta comu (http/ groups. msn. com / Story-Weavers), visitadla, está muy bien . En mi panel, en un Topic abierto por SpaceKitty encontraréis 3 fanarts hechos por ella de "Cuando me di cuenta…" a mí me encantaron, pasaros a verlos.
Espero no haberos dejado con mucha intriga (muajajajajaja, soy malvada ) y nada, dejadme un review y decidme qué tal, que últimamente creo que no os gustan tanto mis fics, me llegan menos reviews…Espero no estar haciéndolo tan mal! Aunque también puede ser que no me escribáis porque no contesto, así que una vez más, os insto a escribirme a mi mail o solicitar contestación expresa! Os juro que contesto , o al menos eso creo
Un besito a todos, os keroooo!
Henar o Hermione-Weasley 86 (odio mi nick)
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MOS; MLL
Penfriend de una mortífaga
Prefecta Ravenclaw HA (ganaremos la copa!)
Miembro del Club de Escritores HA
Escritora Weaver
Con más títulos que la duquesa de Alba
Estudiante en general
