Su celular sonaba estridentemente y ya no podía seguir ignorándolo.
¿Harrison?.- preguntó una voz impaciente del otro lado de la línea.
-No está. ¿Quiere dejarle un mensaje?.- respondió este, irónicamente.
-Harrison, déjate de bromas!
-¿Davis¿Eres tu?
-Si...
Davis sonaba preocupado, lo que puso un poco nervioso a Harrison.
¿Davis, que pasa¿Por qué?
-Harrison- Davis inspiró hondo- me llamaron de Los Ángeles. Tru ha tenido un accidente.
-¡Cómo?
-Escúchame-dijo Davis, intentando calmarlo- No me dijeron mucho, sólo que tenemos que ir para allá ahora.
-¿A Los Ángeles? Pero... ¿cómo?.- dijo Harrison, perplejo. Eran demasiadas cosas a la vez, tenían que ir a L.A. y eran las tres y cuarto de la mañana.
-A esta hora no hay buses para L.A., vamos a ir en auto.- dijo Davis, apurando la conversación- Te pasaré a buscar, vístete ahora.
CLAK. Davis cortó y Harrison se quedó con el teléfono en la mano, shokeado y sin saber que hacer. Después reaccionó y se empezó a vestir a toda velocidad, rogando mentalmente que su hermana estuviera bien.
Así que¿me dices que esa chica saltó justo delante de la bala?.- preguntó Wesley, aún sin poderlo creer.
-Sí, fue como si supiera exactamente lo que iba a pasar.- dijo Giles. Era evidente que el tampoco lo comprendía muy bien.
-Un poco suicida, debería decir...- comentó Ángel, un poco más alejado de allí.
-Salvó mi vida.- dijo Willow con seriedad. Estaba muy afligida por lo que Tru había hecho, sólo rogaba que no le saliera muy caro el tratar de salvarla a ella.
Wesley no sabía que pensar. Por una parte era extraño, sí, pero por otro lado... no, inútil tratar de pensar ahora, tenía la cabeza llena de cosas, y sentía además que le daba vueltas como si estuviera ebrio pero no lo estaba.
Desde que todo se había complicado con el viaje no había parado ni un minuto, y luego ni bien llegaba se encontraba con un terrible lío en la estación... diablos! Bastaba para volver loco a cualquiera.
Cada tanto se ponía de pie y daba unas vueltas por ahí, y trataba de ordenar sus pensamientos, pero cada vez era más difícil.
Estaban él, Giles, Ángel, Spike, Dawn, Robin, Kennedy, Willow e Illyria en el pasillo del hospital, casi sin hablar y todos muy nerviosos.
¿De verdad crees que fue buena idea llamar a su hermano para que se viniera a L.A. a esta hora?.- preguntó Giles a Willow.
-No, digo sí... no lo sé.- dijo Willow, nerviosa- Me pareció que debía hacerlo, pero me daba ocupado así que llamé al otro número que encontré en un papelito en su billetera, un tal Davis, me dijo que avisaría a su hermano.
- Ya Will, creo que hiciste lo correcto.- Kennedy la abrazó- Ella estará bien, ya lo verás.
- Eso espero.
Los minutos pasaban ruidosamente, por que parecía que cada tic tac del reloj hacía un ruido impresionante en medio del silencio apabullante de la sombría sala de espera.
Todo lo que podían hacer era esperar ahora
DIA CUATRO -Me salvaste la vida dos veces, lo sabes?.- dijo Willow con una sonrisa de infinita gratitud- Jamás terminaré de agradecerte esto.
-No hace falta que lo hagas.- aseguró Tru, devolviéndole la sonrisa. Aunque un analgésico no estaría nada mal.
Había tenido suerte, considerando que casi se había desangrado por culpa de esa bala muy cerca de una arteria importante, pero realmente el dolor de cabeza la estaba enloqueciendo. Alrededor de ella estaba lleno de gente. Había dado la casualidad de que estaban todos en la misma sala del hospital, justo al fondo. No había nadie más, por lo que tenían el lugar para si solos y podían hablar con soltura.
No, en serio. Debieron dejarme a mí que le pareara el trasero a ese infeliz. ¡Que suerte para el estar muerto por que si no hubiera tenido que vérselas conmigo!- declamaba Xander acerca del vampiro que lo había hecho tropezar, siempre con su particular sentido del humor, para tratar de hacer reír un poco a Dawn, quien estaba sentada en el borde de la cama de Buffy.
-Me lo imagino, Xander.- dijo Buffy con una ligera sonrisa. Miró hacia su izquierda y comentó -Relájate un poco Faith. Nadie te va a atacar.
-Si, pareces un león enjaulado.- dijo Tru.
Faith esbozó media sonrisa irónica ante el comentario. Miraba para todos lados un poco recelosa, seguían sin agradarle mucho los hospitales. Robin la ayudó a incorporarse en la cama, por que todavía le dolía mucho el costado cuando se movía.
No me digas. Realmente no me siento más segura aquí que en esa estación de tren.
Spike pasó el brazo sobre los hombros de Buffy y la atrajo hacia sí. No lo había dicho, pero estaba terriblemente aliviado de que estuviera bien. No hubiera aguantado un segundo más si no llegaba Wes.
Este estaba parado discretamente junto a Illyria en una esquina de la habitación, cerca de la puerta, como si no quisiera interrumpir. Illyria sólo miraba todo en silencio, moviendo la cabeza a un lado y al otro cada tanto.
"Tal vez se le acalambró el cuello" pensó Wes y no pudo evitar reírse por lo bajo de su ocurrencia.
La puerta se abrió tan despacio que al principio nadie se dio cuenta. Parecía que quien entraba parecía confundido de que hubiera tanta gente en donde estaba...
¡Tru!.- exclamó, y ella se dio vuelta hacia quien la llamaba.
Harrison atravesó la habitación en un parpadeo y abrazó a su hermana, con un alivio impresionante.
-¡Dios, que bueno que estás bien!.- dijo, con lágrimas en los ojos.- Me preocupé tanto... -¡Tru!- Davis apareció luego y la abrazó también, sin poder contenerse.-¡Gracias al cielo que estás viva¿qué fue lo que...? Oh, lo siento.- dijo al enderezarse y ver a los demás.
-Estos son los amigos de los que les hablé.- le dijo Tru, y los presentó.
-Lo siento, no los habíamos visto por la oscuridad que hay aquí. Creo que ya casi es de mañana...- dijo Harrison, acercándose un poco a la ventana y estirando la mano para descorrer las cortinas.
-Harrison, mejor no abras las cortinas ahora.- lo advirtió Tru. -¿Pero por qué?
-Algún día te lo explicaré bien- dijo, haciéndoles un guiño a Spike y a Ángel.
-Hem, hola. Mi nombre es Willow.- dijo ella, acercándose a Davis- Yo fui quien lo llamó hace un rato, pasa que el otro número daba ocupado.
-Mil gracias, no sabe cuanto se lo agradecemos.- dijo Davis- Es lo que yo siempre digo, Harrison jamás aprenderá a colgar el teléfono.
Willow soltó una risita nerviosa. Cambió algunas palabras más con Davis y luego se fue con Kennedy. Davis se volvió hacia Tru y le preguntó al oído:
¿Era ella?
-Sí.
-¿Y, como fue todo?
-Bastante bien, si no tomamos en consideración que me dispararon.- bromeó Tru.
A Tru le costó un horror convencer a Davis y a Harrison de que estaba totalmente fuera de peligro y que regresaran a casa. No que no apreciara su compañía, pero si tenían que realizar un hechizo anti-fin del mundo, no podían tenerlos a ellos dos dando vueltas por ahí, aunque tal vez no lo hubieran notado por que Harrison estaba particularmente interesado en acercarse un poco a Dawn, y Davis en mirar a todos de reojo. Su sexto sentido parecía haberse vuelto loco, sobre todo al ver a Faith por que se parecía muchísimo a Tru.
Harrison la hizo jurar y rejurar que llamaría ni bien le dieran el alta y al fin se fue (no sin antes pasarle discretamente a Dawn un papel con su teléfono) y al final se fueron.
Ya era la noche cerrada sobre L.A. y Tru estaba agotada. Todos los acontecimientos de los dos días anteriores se agolpaban en su cabeza y se mezclaban con los ruidos provenientes de dentro y fuera de la habitación. Al fin pareció que Wesley le leyó los pensamientos por que dijo que tal vez ya sería hora de que se fueran y los dejaran a todos descansar.
Cuando salieron de la habitación, el silencio que sobrevino era tan aplastante que casi prefería el ruido. Buffy y Xander se quedaron dormidos casi de inmediato. Tru se quedó mirando el techo un rato, explorando los recovecos de la habitación a la luz de la luna.
Tru, estás dormida?.- dijo Faith en un susurro.
-No. No creo que pueda volver a dormir en toda mi vida.
Faith sonrió abiertamente, y luego añadió:
¿Sabes que creo?
-¿Qué crees?
-Que los cuatro hacemos un buen equipo.
Tru sonrió también, recordando todo lo que habían hecho juntos la tarde anterior.
Sí, tienes razón.- dijo- ¡Hey, podría acostumbrarme a esto!
-Yo no.- dijo Faith meneando la cabeza.- Creo que al fin Spike me ha robado el celular.
Se rieron por lo bajo un rato, mientras la noche avanzaba sobre la ciudad.
DIA CINCO, POR LA MAÑANA El cielo estaba medio nublado aún, pero había espacios por los que se colaba el sol. El césped en la entrada del hospital brillaba con las gotas de rocío como la superficie de un espejo, mientras la Scoobie gang avanzaba por la vereda en dirección al auto de Wesley.
¿Seguras que se quieren ir ahora? Por que todavía queda bastante tiempo...- les dijo Robin a Faith, Buffy y Tru, dudando un poco.
-Ya, te digo que estamos bien. Tenemos cosas que hacer fuera de aquí.- dijo Faith, apoyándose un rato en su hombro por que todavía se sentía un poco cansada- Vamos, será mejor que nos vayamos ahora antes de que en el hospital noten que no estamos.
Subieron todos al auto. Tru iba en el medio, junto a la ventanilla. Miró nuevamente el cielo de la mañana que se abría paso entre las nubes.
¿Están todos listos?.- preguntó Wes, mirándolos por el retrovisor.
-¡Todos listos!.- dijo Buffy.
-¡Muy bien! Vamos entonces, que Faith tiene razón. Hay mucho que hacer.- Wesley puso el coche en marcha y arrancó.
FIN
(que tal, les ha gustado? Nada mal para ser mi primer fic! Próximamente pongo otro, no se descuiden! Saludos a todos.)
FlorDejaTru
