PROLOGO: EL DETECTIVE Y EL LADRON

Era un tranquilo domingo en la ciudad de Tokio, como hacia buen tiempo muchos de los ciudadanos habían decidido salir de la capital y relajarse. Aunque mucha gente no trabajaba ese día el museo de historia japonesa había ordenado permanecer a los guardias de seguridad permanecer en sus puestos. Fue una semana ajetreada para ellos. Por fin los arqueólogos habían encontrado la tumba de Kaneshiro, uno de los primeros samuráis que incluso después de muerto nadie pudo quitarle la katana de sus manos. Esa katana seria la pieza clave de la exposición que se inauguraría al lunes siguiente. Mientras tanto la katana estaba protegida por las mejores medidas de seguridad. Ningún ladrón podría llevársela, ninguno excepto Kaito Kid, el mago ladrón, que siempre utilizaba el ilusionismo y los trucos de magia para cometer sus robos. No podía ser mayor de 17 años y siempre iba vestido con un traje blanco, capa, sombrero de copa y un monóculo del k colgaba una insignia, suficiente para ocultar su identidad.

Aquel domingo Kid había conseguido infiltrarse en el museo y robar la katana con mucha facilidad, no salto ni una alarma. El ladrón ya tenia preparada la ruta de escape, huiría por el conducto de ventilación de la sala de antigüedades y después a la azotea. Su plan salio a la perfección pero al llegar a la azotea se encontró con alguien k no esperaba, un niño de unos 6 años, pelo negro, ojos azules un traje azul, bambas y una pajarita roja le miraba fijamente a los ojos con una sonrisa maliciosa y un balón de fútbol bajo los pies.

-Vaya vaya ¿No eres demasiado pequeño para estar levantado a estas horas?- Pregunto el ladrón

La mayoría de palabras que salían de su boca tenían un tono sarcástico.

-Que no te engañe mi aspecto, no soy ningún crió-dijo este mientras se pasaba el balón de un pie al otro.

-Entonces señor mayor ¿Puedo saber quien eres?-

- Edogawa Conan, tantei san-

-¿Un detective? Esta bien, si veo un ladrón ya te avisare. Y ahora si me disculpas...- dijo con voz suave

- No voy a dejarte escapar Kaito- dijo mientras el ladrón caminaba lentamente hacia el- tu nota era fácil de descifrar. "voy a robar el tesoro del samurai de piedra" hasta un crió lo habría echo mejor.

Entonces cuando Kid llego a pocos centímetros de conan se agacho hasta la altura de sus ojos.

-Y que vas ha hacer al respecto, yo soy un gran ladrón y un mago y tu solo un niño de 6 años con aires de detective-

Cuando acabo de hablar se volvió a alzar y le dio la espalda al detective para saltar por la azotea

-¿Entonces crees que un niño de 6 años podría hacer esto?-

En ese momento de sus bambas salio una potente luz y chuto el balón con tanta fuerza que quedo incrustado en la puerta de salida por un momento y luego cayó rebotando de nuevo hasta los pies de Conan.

- Creo que te he subestimado- dijo mientras miraba sorprendido al detective

-¿Aun no te has dado cuenta de lo que he hecho? Esa puerta tenia una alarma con un sensor de presión, ahora que la he golpeado la policía estará aquí en cinco minutos, quizá menos.

- Maldito crió- murmuro mientras oía el murmullo de las sirenas de los coches patrulla-

- Tranquilo, con el próximo chute no fallare- dijo alzando poco a poco la voz

Conan chuto con mas intensidad que la ultima vez pero cuando el balón parecía que iba a impactar en el ladrón empezó a salir humo del traje de Kid a la vez que se veía rodeado por un aura de luz, pero el balón no le golpeo sino que le traspaso como si fuera un fantasma. Conan no podía creer lo que veía.

- Ya te lo dije, soy un mago muy escurridizo, esta vez no habrá aviso, nos vemos en Londres pequeño detective.

Después el aura que rodeaba el cuerpo de Kid se apago y a la vez k desaparecía su silueta el humo se desvaneció.

- Muy bien ladrón de guante blanco- dijo para si- nos veremos en Londres, puede que yo solo no pueda atraparte pero con la ayuda de Sherlock Holmes veremos si escapas de Londres.