LA VERDAD TRAS MORIARTY

-¡UNA BOMBA!- exclamaron todos

Conan se acerco a ella para observar el artefacto.

-No puede ser...este tipo de bomba lo he visto antes. ¿Y si...y si Moriarty...trabaja para la organización de los hombres de negro?- se preguntó para si mismo.

-Tenemos que salir de aquí inmediatamente- dijo Rina

-No podemos, Moriarty ha bloqueado la puerta. No tenemos más salida que la ventana- dijo Holmes.

-A no, no pienso quedarme aquí a morir, aparta, seguro que esa puerta se puede abrir- dijo Anderson dando un empujón a la cantante.

-Ya basta- dijo Holmes mientras le ofrecía la mano a Rina para que se levantase. Notó que la cantante tenia bastante fuerza.

-Pero no ve que son 30 metros de altura Holmes. No nos daría tiempo a bajar a todos y además ese inspector se ha quedado como en coma.

El caos se iba apoderando poco a poco de los presentes, ya solo quedaban dos minutos para que estallase la bomba. Oldman que había trabajado en el ejercito y Holmes intentaban desactivarla sin éxito. Ya solo quedaba un minuto.

"Kuso... que hago, ya no nos queda tiempo" pensaba Conan para si. "¡Un momento! ¡Ya está!

- Holmes rápido lanza la bomba al aire- le ordenó Conan

-Pero niño se puede saber que...

-Déjele Oldman, ya se lo que pretende- dijo Holmes- Ahí te va

Holmes le arrebató la bomba de sus manos y la dejo caer en el aire. Conan cargó sus bambas y cuando desprendieron un brillo cegador Conan saltó encima de la mesa y le soltó un fuerte patada a la bomba que salio disparada por la ventana alejándola a varios metros de ellos. Cuando el contador de la bomba marcó cero exploto en el aire con un fuerte estruendo.

-Buen tiro- Dijo Holmes felicitando a su amigo

-Nos ha ido de poco- dijo el detective con una expresión de desahogo.

-¿Qué ha pasado aquí?- dijo el inspector que acababa de despertarse

-Es una larga historia- respondió Holmes- ye se la contaran. Señores ha sido un placer conocerles ahora nos espera un ladrón y un asesino, vamos.

-Gracias por cuidarme- le dijo el pequeño detective a Rina

-Todavía no se tu nombre, ¿Quien eres?- le preguntó

-Edogawa Conan, tantei san.

-Tan...tei?

-Venga Conan no podemos perder el tiempo- dijo Holmes.

Los dos detectives bajaron tan rápido como pudieron por la tubería que había usado Holmes antes y llegaron a la sala del Corazon de Anubis, pero la joya ya no estaba, en su lugar había una pequeña nota.

-"Bomb Voayage". El humor de Moriarty definitivamente es cada día mas malo- Dijo pasándole la nota a Conan- Se nos han escapado.

-Vamos Sherlock no digas eso, mira el papel, es una servilleta del restaurante de la Torre Eiffel. Creo que todavía tienen ganas de jugar.

-Seguramente querían ver la explosión desde una buena posición.

-¿Que te parece si vamos a fastidiarles la alegría de pensar que estamos muertos?

-Me lo acabas de quitar de la boca.

Al salir del museo vieron la enorme torre en el horizonte, estaba demasiado lejos y no sabían cuanto tiempo mas permanecerían ahí sus enemigos. Un montón de curiosos rodaban la puerta del museo a causa de la explosión. Al ser ese día una fiesta local se había organizado un desfile donde la policía también participaba, con sus oficiales montados a caballo, uno de ellos se acercó a los detectives cuando salieron del Louvre.

-¿Que ha ocurrido aquí?- preguntó el agente

-¿Aquí? No ha pasado nada. Conan- dijo cambiando de tema- ¿No te gustaría dar una vuelta en caballo hasta la torre Eiffel?

Sin decir nada Conan desenfundó el reloj y disparó contra el agente. Holmes le cogió y le depositó con cuidado en el suelo, luego montó en el caballo y ayudó a Conan a subirse.

-¡ARRE!- gritaron los dos a la vez

En el horizonte cada vez se iba haciendo mas grande la figura de la torre, había sido adornada con un montón de bombillas con el motivo de la fiesta local, en ella se distinguían dos pequeñas figuras, una blanca y otra negra.

-Diría que Moriarty y Kaito nos esperan- dijo Holmes

-Hablando de Moriarty. Es un miembro de la organización de los hombres de negro que me encogió, ahora estoy seguro. La bomba del Louvre era igual que las bombas que pusieron en las torres de Nishitamashi (ver Cuenta Regresiva al Cielo).

-Ya veo, pero sigo sin entender que pinta Kaito Kid en todo esto- dijo Holmes mientras cogía fuertemente las riendas del caballo.

-No te preocupes Holmes se lo preguntaremos cuando lleguemos- dijo mientras el caballo seguía galopando incansable hacia sus enemigos.

Conan se llevó el dedo al pulsador de las gafas que pasaron a convertirse en prismáticos, efectivamente los puntos blanco y negro eran Kaito y Moriarty. Pero para sorpresa de Conan Kaito Kid cogió impulso y salto desde la torre al vacío, él y Holmes quedaron atónitos. El ladrón estaba a punto de estamparse en el suelo cuando de repente desplegó el hang-glider y volvió a alzar el vuelo. Ahora se dirigía directamente hacia Conan y Holmes.

-¡Agáchate Conan!- exclamó Holmes al ver las intenciones de Kid

Conan obedeció y se agachó justo cuando Kaito Kid pasó por encima de ellos. Sin embargo el ladrón no se rindió y mientras volvía a alzar el vuelo dio la media vuelta pera ejecutar el segundo ataque. Pero esta vez Kaito tenía ventaja. Esta vez Los detectives no le podían ya que el caballo seguía avanzando y Holmes tenía que concentrarse en evitar que se desbocara.

-Sherlock, le tenemos en la cola- dijo Conan al ver que se acercaba.

-No por mucho tiempo, agárrate.

Kaito Kid cada vez estaba mas cerca y ganaba mayor velocidad. Sherlock Holmes que llevaba con fuerza las riendas del caballo palpó algo en ese momento, en la silla de montar, era el sable del agente del desfile que ahora mismo dormía en las puertas del Louvre.

-Conan, avísame cuado este a 3 metros.

-Pero que pretendes...- dijo mientras Holmes le mostraba el sable- wakarimashita, prepárate.

-7 metros, 6 metros, 5 metros, 4 metros. ¡Ahora!

Sherlock Holmes paró el caballo en seco mientras hacia que este girase sobre si mismo desenvaino el sable. Estaba ahora cara a cara con el ladrón pero este no pudo ver sus intenciones, Holmes se apartó hacia un lado mientras alzaba el sable en el aire rajando de lado a lado una parte del hang –glider. Emocionado con la victoria Conan perdió la concentración y pese a tener el hang-glider dañado Kaito Kid aprovecho ese momento para agarrar a Conan por la chaqueta y arrancarlo de la montura. Antes de que el detective reaccionase Kaito ya lo sostenía en el aire a varios metros de altura.

-¡Mierda, Conan!- exclamó Holmes.