EL HOTEL NAPOLEON
El hotel Napoleón era un lujoso hotel de cinco estrellas con un servicio que la gente solo calificaba de perfecto. Tenía 60 pisos de altura y en ellos solían alojarse políticos, ejecutivos y altos cargos de empresas multinacionales. Sin embargo el hotel ahora estaba invadido por la policía. Un peligroso criminal había matado a una persona en el Louvre y también se le atribuía la explosión de la Torre Eiffel, su nombre era James Moriarty, mas conocido como el Mayor Mistery. Su nombre aparecía al lado de su fotografía y se haba distribuido por todo el hotel. Pero el responsable del despliegue, el inspector Lecoq, no tenía la esperanza de que volviera. El solo había organizado todo eso por orden de sus superiores ya que en el hotel se alojaba gente muy importante, pensaba que si el Napoleón fuera solo un hotel de carretera nadie se habría tomado tantas molestias. Poco se imaginaba que el hombre que tenia en búsqueda y captura se encontraba a pocos metros del hotel, aunque estaba herido, eso le daba ventaja al inspector.
Efectivamente Moriarty se encontraba muy cerca del hotel, se había quitado el uniforme de Mayor Mistery y levaba puesta una gorra que había robado cerca de la torre aprovechando la confusión. Lo único que conservaba del Mayor Mistery era el sable- bastón, sabia que lo necesitaría ahí dentro. También había conseguido una camisa nueva y con la nueva se había echo un vendaje en la herida que le había echo Sherlcok Holmes. Las entradas estaban muy vigiladas y a cada visitante le pedían una identificación, la única vía que tenia para entrar el parking subterráneo, sigilosamente se acerco al puesto de seguridad. Dentro solo había un guardia que se encargaba de subir y bajar la barra de seguridad. Moriarty pasó agachado por debajo de la barra intentando no ser visto. El primer obstáculo fue fácil de superar pero todavía quedaban muchos guardias distribuidos por la estancia y otros cuatro delante de la puerta del ascensor del parking. En ese momento se le ocurrió una idea, sin que le vieran los demás golpeo a uno de los guardias con la empuñadura del bastón dejándolo inconsciente, después lo llevo arrastras detrás de un coche y le quito la ropa para ocupar su lugar. Cuando termino desenvaino el sable y mató al guardia.
"Deberías darme las gracias, te habría matado igual inconsciente que despierto" pensó mientras envainaba el sable de nuevo.
Gracias al uniforme pasó desapercibido entre los guardias, cuando llegó a ascensor solo tubo que enseñar la placa del difunto para que le dejaran pasar. Una vez dentro comprobó la 9 mm que le había robado al guardia, el cargador aun seguía lleno, de todas formas el prefería mas su clásico sable. Al llegar al enorme hall vio como todo estaba lleno de policías, incluso algunos iban de paisano aunque no era difícil reconocerles. Moriarty se bajo un poco mas la visera del a gorra y se dirigió al otro ascensor, su habitación estaba en el piso 55. Cuando vio que no había nadie por la zona entró y pulsó el botón, las puertas se cerraron y empezó a ascender lentamente hasta el piso 55. Al detenerse se abrieron las puertas salio de el y giró el primer pasillo a la izquierda, ahí encontró su habitación, con un enorme precinto en la puerta y dos guardias custodiándola. Con mucha calma y sin alterar sus nervios se dirigió a ellos,
-¿Desde cuando llevas bastón?- preguntó uno de ellos al verle.
Pero sin decir una palabra Moriarty tumbo a uno de ellos con una patada y golpeo al otro con el bastón, después desenvainó el sable y lo clavó en el corazón de uno de ellos y mato al siguiente después. Usando el sable cortó el precinto de su habitación y destrozó el pomo para poder entrar. Una vez dentro se dirigió a uno de los armarios y extrajo una tablilla suelta, introdujo la mano en el agujero y sacó un objeto envuelto en una tela. Después de quitarla quedó al descubierto un pequeño ordenador portátil negro que todo miembro de la organización poseía. Al encenderlo se quitó el guante y puso su pulgar en la pantalla, el portátil emitió un curioso pitido y en la pantalla apareció un único cuadro con la palabra password. A continuación Moriarty tecleó las letras APTX 4869. El ordenador volvió a emitir otro pitido y el pequeño cuadro desapareció para dar paso a una lista de gente, todas esas personas tenían algo en común. Al lado de sus nombres aparecían las palabras "muerte confirmada", en todos menos en una persona. Moriarty intento acceder a su ficha pero el ordenador se lo impidió el acceso estaba restringido por una contraseña que al parecer un miembro de mayor rango había puesto.
-Maldita mujer, seguro que la contraseña es cosa suya, veamos…a secret makes a woman, woman- dijo mientras tecleaba esas palabras en el ordenador y pulsaba intro-¡Premio!
El fichero se abrió y dio paso a un denso dossier, un estudio completo sobre esa persona acompañado de fotos y otras fichas suplementarias lo complementaban. En la mayoría de fotos se veía siempre el mismo niño acompañado de una chica de unos 17 años, alta, muy guapa con el pelo largo y una sonrisa en su rostro. Moriarty mandó al ordenador imprimir esa foto mientras leía todo detenidamente, poco a poco se iba dibujando una sonrisa en su rostro, que se convirtió en una carcajada al llegar al final del documento.
-¿Así que por eso tanto interés eh Holmes?- dijo para si mientras recogía la foto.
Sin embargo algo pasó que Moriarty no se esperaba, el walki-talki que le había robado al guardia del parking estaba captando una transmisión.
-Moriarty…esta en su habitación, repito esta en…
-Mierda, la próxima vez tendré que asegurarme de que estén bien muertos- dijo Moriarty que había reconocido la voz de uno de los guardias que custodiaban su habitación.
Algo alterado cerro rápidamente todos los programas del ordenador a continuación solo quedaba la casilla inicial en la que introdujo las palabras "destrucción". Dejó el portátil en el mismo armario de donde lo había dejado y volvió a colocar la tablilla. AL salir de la habitación vio al guardia moribundo que había dado la alarma, Moriarty lleno de ira desenvaino el sable y lo dirigió hacia el cuello del guardia cuando para sorpresa de él se aturo antes de que el filo le cortase.
-No, te estaría haciendo un favor, además para que adelantar lo inevitable-dijo envainando el sable de nuevo, recordando la bomba que había dejado- sayonara.
El guardia que estaba herido de gravedad no pudo articular palabra y solo pudo ver como su asesino se dirigía corriendo hacia el ascensor. Sin embargo antes de que llegase oyó el sonido característico que hace un ascensor al llegar a su planta. En pocos segundos Moriarty se encontró cara a cara con un montón de policías armados, sin perder un segundo escapó de ellos y se dirigió a la única salida que le quedaba, la escalera de incendios, pero antes de llegar la puerta se abrió para dar paso a otro grupo armado. Moriarty estaba acorralado entre los dos frentes.
-¡Suelta el sable ahora!- le ordenó el que parecía el líder.
El criminal estaba dispuesto a obedecer cuando la puerta de la habitación delante de la cual estaba se abrió y de ella salió una chica joven. Antes de que pudiese reaccionar Moriarty ya le había colocado el sable en el cuello y se había situado detrás usándola como escudo humano.
-Un paso mas y esta muñeca se queda sin cabeza- dijo mientras podia ver como la chica estaba muerta de miedo.
Lentamente los dos iban entando poco a poco en la habitación, el criminal pudo ver como en el tocador había un montón de barras de labios y demás cosas para maquillarse.
-Cariño se puede saber que…-se paró muerto de miedo al ver como Moriarty amenazaba a su novia y ahora le apuntaba a él con el sable.
-Por favor no me mate- le imploró el hombre.
-Tranquilo de eso ya se encargara tu novia cuando lo sepa- le dijo después de observar una pequeña mancha en su cuello.
-¿Enterarme de que?- preguntó la chica a la que parecía no importarle estar amenazada de muerte.
-Por favor, que poco observadora, mire el cuello de su novio y dígame si acaso usted usa un pintalabios rosa.
La chica se fijo bien en el cuello de su novio y luego ató cabos.
-¡Maldito hijo de …
-Por favor, una dama no debe decir palabrotas- dijo Moriarty interrumpiéndola
-En cuanto a vosotros- les dijo a los policías mientras poco a poco se acercaba al balcón- ya os la podéis quedar.
Moriarty retiró el sable del cuello de la chica y le dio un empujón tirándola contra los guardias mientras el corría hacia el balcón y después para sorpresa de los presentes dio un salto y se tiró al vacío. Sin embargo estaba todo calculado, el criminal se agarró a la barandilla del balcón del piso inferior, una acrobacia que podría ser digna de Kaito Kid. La habitación en la que había caído estaba desalojada y ahora tenía la ventaja de que todos los policías estaban en el piso superior. Salió de esta y tomó el ascensor que tenia justo en frente. Lecoq, que ya lo había previsto mandó colocar una pequeña cámara. Cuando uno de sus subordinados en el hall vio que Moriarty había entrado bloqueó las puertas y los mandos y ordenó al ascensor descender mientras que otro destacamento se colocaba delante de las puertas del aparato en el hall para tirar a matar en cuanto llegase. Moriarty se dio cuenta de la trampa sin perder un segundo abrió la trampilla del techo del ascensor y subió a él. Una vez encima se aferró fuerte a uno de los cables con una mano y con la otra utilizó el sable para cortarlos. El ascensor empezaba a descender a toda velocidad mientras el mismo hacia de contrapeso, a la vez que bajaba Moriarty ascendía rápidamente piso por piso hasta llegar a la ultima puerta, la que daba a la ultima planta. A su vez el ascensor llego con tal velocidad al hall que se destruyó en una explosión que también afectó al destacamento que se había situado delante del aparato. Moriarty se las ingenió para abrir las puertas y salir del hueco del ascensor. Cuando puso sus pies en al ultima planta se dirigió hacia el único lugar al que podía ir, la azotea, por las únicas escaleras que conducían a ellas. Sin embargo al abrir la puerta se encontró con que un fuete foco le iluminaba la cara, podía distinguir también el ruido de una hélice. Desde el aire, un helicóptero pilotado por Lecoq, le estaba apuntando con un foco mientras el miembro de las fuerzas especiales que le acompañaba le tenía en el punto de mira.
-Deje el sable con cuidado en el suelo y acérquese lentamente.
Moriarty obedeció mientras el inspector descendía lentamente. A pocos centímetros de la azotea el miembro de las fuerzas especiales bajó del aparato. Mientras con una mano sostenía la 9 mm con la otra cogía las esposas. El criminal seguía con las manos en alto mientras su captor se acercaba lentamente. Pero justo en el momento en que el agente le iba a poner las esposas Moriarty le desarmó, con una llave se agenció del arma de su enemigo y le disparo un tiro al corazón pero este llevaba un chaleco antibalas así que no sintió nada y le propinó un puñetazo en el estomago que hizo que la herida de Holmes se le abriera aun mas. Luego le dio una patada en la cara tumbando a Moriarty en el suelo y haciendo que el arma resbalase de su mano.
-¡Venga Luc ya es tuyo!- dijo Lecoq animándole desde el helicóptero.
Luc cogió su arma de nuevo, apoyó un pie en el torso de Moriarty y le apuntó con el arma en la cabeza.
-Has matado a dos compañeros míos- dijo lleno de ira
-De echo 3, el de la habitación está a punto de morir- dijo su enemigo sin perder la calma.
Luc movido por la ira le arreó otra patada. Sin embargo antes de recibir la segunda Moriarty agarró el sale del suelo y lo ondeo en el aire describiendo un semicírculo. En el cuello de Luc se fue formando un pequeño hilo rojo que empezó a sangrar abundantemente hasta que la cabeza quedó desprendida del cuerpo. Al ver esa escena el inspector desenfundó su arma pero su enemigo fue mas rápido y efectuó un disparo con el arma que había caído al suelo que atravesó el cristal del helicóptero y después la cabeza de su rival. El inspector Lecoq murió en el acto, su cuerpo inerte se recostó sobre los mandos del aparato haciendo que descendiese hasta aterrizar en la azotea. Moriarty se levantó del suelo, tiro al difunto de la cabina y se puso él a los mandos. Mientras despegaba el resto de agentes del hotel iba llegando a la azotea pero antes de poder disparar el ordenador de Moriarty, el que había dejado en la habitación exploto causando una gran confusión que aprovechó para perderse en el cielo.
Ya a salvo cogió la foto que había impreso del ordenador. En ella salían Conan Edogawa y Ran Mouri saliendo de la oficina de su padre.
-Ya te tengo…Shinichi Kudo- dijo mientras se dirigía a su siguiente destino.
