AU REVOIR PARIS

(El siguiente capitulo esta situado justo después de que Conan derrotase a Kaito Kid y se llevase el helicóptero)

Ya hacia un buen rato que Conan se había llevado el helicóptero de Lecoq. EL inspector y los guardias se habían quedado abajo custodiando a Kaito Kid, que aun estaba un poco transpuesto por el golpe que había recibido, las esposas prácticamente le cortaban la circulación de lo prietas que estaban. Por su parte el inspector habia pedido un vehículo especial para trasladar a Kaito a la comisaría central. Al cabo de media hora llegó, escoltado por un equipo de las fuerzas especiales. Era una gran furgoneta pintada de azul oscuro blindada, especialmente diseñada para criminales peligrosos. No se podia entrar ni salir a menos que te dejasen.

-Llevaos a este, está medio grogui pero tened cuidado, es muy escurridizo- dijo el inspector mientras metían a Kid en la furgoneta.

Una vez dentro le quitaron las esposas y ataron sus pies y brazos con las esposas especiales de la furgoneta, unas argollas enormes ensambladas a la pared que dejaban al criminal completamente inmóvil, no iban con llave sino con un sistema de voz, solo la voz asignada podía abrir o cerrar las argollas.

¿No viene con nosotros Lecoq- preguntó el jefe

-Imposible tengo que investigar esa explosión de la torre Eiffel- contestó con pesar.

-Muy bien, venga nos vamos-

Mientras veía como se alejaba la furgoneta sonó su móvil. El recado se lo dio el recepcionista de un hotel a petición de Sherlock Holmes, indicándole la situación exacta del helicóptero.

-Maldito Holmes…de acuerdo muchas gracias- dijo mientras colgaba el móvil enfadado

Mientras tanto en la furgoneta poco a poco Kaito Kid iba recuperándose, ya no veía figuras borrosas y podía pensar con claridad, cuando cayó donde le habían metido empezó a examinar la situación. Estaba apresado en una furgoneta con tres miembros de las fuerzas especiales custodiándolo, la puerta no tenía cerradura sino que iba con un código numérico.

-Os felicito muchachos, me habéis atado a conciencia pero un mago no necesita únicamente las manos para realizar un truco- dijo el ladrón

¿A si¿Y que truco nos vas a ofrecer señor mago- dijo uno de los guardias burlándose de el mientras los demás soltaban una carcajada.

- Dulces sueños- dijo Kid con una sonrisita

Un pequeño cable unía algo dentro del guante de Kid y sobresalía por su camisa azul, solo tuvo que agarrarlo con la boca y estirar dejando caer una pequeña bolita que se hizo añicos al caer al suelo liberando una nube de gas anestésico. Kaito Kid contenía la respiración mientras veía como los demás caían en un sueño profundo.

-Bien a ver como salgo ahora de aquí…esa metralleta me vendría bien, si luego mi geometría no falla podría disparar y hacer que la bala rebotase hasta cargarse las argollas…"Kaito Kuroba, 0 en el examen de geometría"- de repente el recuerdo de su profesora dando la nota del examen le llego a la cabeza.

-Esta bien, será mejor dejarlo para otro día, un momento antes aquel guardia hablo delante del micrófono para cerrarlas, si recordase su voz… ¡Eh! Bello durmiente ¡Despierta- le dijo al jefe.

-Solo cinco minutos más mami- dijo este sumido en un curioso sueño

-Claro todo lo que quieras, ya tengo tu voz. ¡Abrir- gritó en dirección al altavoz fingiendo la voz del jefe. Las argollas emitieron un pitido y después se abrieron liberando a Kid. Después de frotarse la muñeca con la mano a causa del daño que le habían echo las esposas registró los bolsillos del jefe y de este sacó la tarjeta llave que abría las puertas de la furgoneta, paso la banda electrónica por el lector de tarjetas y las puertas se abrieron de par en par. Kaito Kid vio el paisaje y se dio cuenta de que habían dejado París iban por una carretera completamente desierta, entre la oscuridad se podía distinguir en el horizonte un gran edificio iluminado, el ladrón lo estuvo observando un momento y al descubrir que era le cambió la cara de golpe.

¡Una cárcel-

Por su lado el conductor de la furgoneta se dio cuenta por el retrovisor de que las puertas de la furgoneta estaban abiertas de par en par. Frenó el vehiculo de golpe haciendo que chirriaran las ruedas, Kid perdió el equilibrio y cayó rodando por el cristal hasta quedar tumbado cara a cara delante del conductor.

¿Esto…te importa llevarme a Paris? Creo que nos hemos desviado un poco de la ruta- dijo Kid con una sonrisa inocente.

Sin embargo el conductor perdió la paciencia y apretó fuerte el acelerador, el coche salio disparado mientras tanto el conductor desenfundó su arma y apuntó contra Kid.

¡Idiota no lo hagas esta blindado- le advirtió Kid

Sin embargo por este mismo motivo el conductor no pudo oírle y disparó, la bala rebotó unas cuantas veces antes de impactar en el brazo del conductor, con una expresión de dolor retiro la mano del volante y la furgoneta quedó completamente descontrolada, se dirigía directamente a estrellarse contra la pared de un pequeño montículo de roca, Kaito Kid tubo el tiempo justo antes de saltar y caer rodando por el suelo cuando la furgoneta se estampó contra la gran roca.

-Buff, por los pelos- dijo con un suspiro de alivio

Sin embargo duró poco, el vehiculo tenia el motor que echaba chispas y el deposito del combustible reventado.

-Mierda, vaya nochecita-

Kaito Kid sacó a todos los ocupantes del vehiculo y los dejó en un lugar seguro antes de que explotara. La explosión repercutió hasta a la cárcel, unos cuantos coches patrulla salieron hacia el lugar de a explosión. Sin perder un segundo Kid se disfrazo de uno de los miembros de las fuerzas especiales y esperaría a los refuerzos. Después de que comprobaran si todos estaban bien Kaito les contó la versión de los hechos que había inventado y sin saber quien era en realidad lo llevaron de nuevo a Paris.

Una vez allí se enteró de todo el lió que había montado Moriarty en el hotel Napoleón, sabia que seria imposible seguirle la pista y cerrar el caso de la muerte de su padre por lo tanto decidió abandonar Paris y volver a Japón.