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Amor inalcanzable

Capítulo 4: Cuánto dura la felicidad



Se sentía frustrada como nunca. Ya pasaba de las cinco de la tarde y aún no encontraba nada. Y a pesar de que sentía unos leves mareos, quizás por el sol que pegaba fuertemente en su cabeza, seguía buscando. Una vez que se le acabaron las opciones como oficinista, pensó en ir por otro rubro por mientras, hasta que encontrara lo que necesitaba, porque tenía que vivir de algo. Después de salir del Callejón Diagon y visitar algunos lugares dentro de Londres pero pertenecientes a la comunidad mágica (tanto no conocía de la vida muggle como para lanzarse a buscar un trabajo de ese tipo) se le ocurrió una opción que no se hubiera imaginado. Ir al Ministerio de Magia.

Llegó mediante la entrada de la cabina telefónica. Abajo revisaron su varita y notó que varias personas la miraban a su paso. ¿Cuántos se habrían enterado y dado cuenta que era ella la que aparecía en el Chismógrafo, o qué tan lejos había corrido el rumor? Sólo esperaba que nadie de su familia se hubiera enterado, porque aunque no supieran que era Malfoy el jefe del que se hablaba, el sólo hecho de haberla titulado de "amante" sonaba pésimo y aparte rompía con la imagen de niña bien que todo el mundo tenía de ella.

Tomó uno de los ascensores hasta el piso en el que trabajaban su padre y su hermano Ron. Uno de ellos podría ayudarla, de eso no dudaba. Se dirigió, recordando el camino, hacia la oficina de Ronald. Pasando por un par de pasillos y dejando atrás un buen de puertas, llegó a una que tenía una pequeña placa metálica enfrente, con el nombre de su hermano arriba y abajo ponía Auror.

Tocó la puerta con suaves golpecitos, y sin esperar respuesta entró bruscamente. Allí adentro, detrás de un escritorio, su hermano leía el Profeta. Y apenas levantó la vista sobre éste para saber quién había entrado, frunció el seño al identificar a su hermanita menor.

¿Qué estas haciendo aquí-le espetó, más como un regaño, irrespetuosamente.

Ginny sintió un escalofrío por el tono de su hermano. Él lo sabía.

-Yo... vine a... a...

¿A pedir disculpas? Lamento decírtelo, querida Ginevra, pero disculpas no son suficientes para reparar todo el daño que has hecho... -y regresó al diario.

-No, pero ¿có...

¿Pensaste que no íbamos a saber que eras tú la que mencionaban en el Chismógrafo esta mañana? Todo el mundo está enterado Ginny, los que se dieron cuenta... no quiero ni pensar el concepto que tienen de nuestra familia en este momento... ¿No podías habernos humillado de una peor manera-Dejo el diario sobre la mesa y se puso de pie, mirándola con verdadero rencor en los ojos.

-Ron, yo... -se puso nerviosamente un mechón rojizo detrás de la oreja.

-Tú nada. ¿Y sabes lo que es peor? Que hayas caído tan bajo como para meterte con un tipo como Malfoy...

Ahora sí quiso que la tierra se la tragara entera. Una cosa era que supieran que había sido ella la de la metida de pata, otra cosa era haberse enterado que Malfoy era el otro involucrado en el asunto. Pero Ron siguió hablando.

-...pensamos que tenías los valores bien inculcados, mamá se quiso morir cuando lo supo. Yo... personalmente¿sabes Ginny? Pensé que te conocía, pero esta mañana cuando recibí al menos doce lechuzas me di cuenta que no...

No sabía que decir. No tenía nada para su defensa. Se había decaído, no era consciente de su cuerpo, ni del ambiente, ni de nada. La voz de Ron se escuchaba como un eco lejano penetrando su mente. ¿Era eso, su hermano favorito REALMENTE la odiaba?

-Ahora te ruego que te vayas de aquí. No, te lo exijo. Ándate, porque no quiero volver a verte la cara. Al menos dentro de un tiempo... muy grande... -y volvió a tomar asiento, tomó su periódico y la ignoró por completo. Ginny, al borde de las lágrimas, asintió, se dio la media vuelta y salió de la oficina.

Una vez afuera tragó saliva, respiró profundamente y trató de caminar sin demostrar lo inestable que estaba en ese momento, psicológicamente hablando. No iba a ir donde su padre, seguramente no sería tan duro como Ron, pero incuestionablemente no querría verla ni en pintura. Nunca había pensado en las consecuencias de lo que pasaría si se sabía lo de la pequeña "relación" (si es que se le podía llamar así) que tenía con Draco.

Tomó el ascensor más cercano aún bajo las insistentes miradas de los demás y llegó al Atrio. Caminó con paso casi seguro pero temblando levemente hasta las chimeneas, cuando se cruzó con alguien que se le hizo muy familiar.

¡Ginny-exclamó esa persona, sorprendida. Era Hermione Granger, con un pequeño bebé en brazos.

La pelirroja estuvo a punto de pasar de largo, pero en un último milisegundo se arrepintió y la miró, nerviosa.

-No me irás a gritar tú también¿verdad-preguntó, en un suave murmullo lleno de angustia. Hermione quedó boquiabierta ante lo escuchado y con uno de sus brazos la abrazó significativamente, gesto que desconcertó a Ginny.

-Dios mío, Ginny... ¿entonces es verdad-le dijo con un hilo de voz, una vez que se separaron. Ginny asintió, mirando el suelo-. No puedo creerlo... -agregó luego, negando con la cabeza-. Es que tú, Gin... no lo hubiera pensado... -parecía realmente apenada.

-Bueno, ya, lo hice... ¿y sabes qué-levantó la cabeza y sus ojos se habían humedecido-. Ya no importa... Porque todo el mundo me odia, perdí mi empleo... y la vida está empeñada en que Ginny Weasley sufra a más no poder.

¿Cómo dices eso-puso su mano en el hombro de la pelirroja-. Nadie te odia, Ginny. Es que están todos un poco sorprendidos...

-No creo que se les pase la sorpresa tan rápido...

-Mira... -fijó la vista en el techo, pensativa-. Tengo una idea... -miró su reloj, ahora, si quieres, podemos ir a ver a una prima muggle que tiene un café. Ella te podría dar trabajo de mesera por unos días entre que encuentras lo que buscas... No es tan difícil, casi no tienes que manejar más que el vocabulario común de las cafeterías muggles, que es bien simple...

Ginny la miró esperanzada.

¿En serio?

-Si, pero prométeme que no le dirás a nadie...

-No, claro que no.

-Ok... -miró hacia el fondo del Atrio, donde están los ascensores, vamos... -Entró a la chimenea y exclamó con claridad¡Tienda de Macotas Hiroshi!

Las llamas se la tragaron. Ginny la imitó y pronunció el mismo nombre, preguntándose dónde quedaría susodicho lugar. A los segundos llegó a la chimenea de -claro- una tienda de mascotas. La cantidad de jaulas con animales cubriendo cada pared se lo confirmaron.

-Gomen nasai, señora Hiroshi -dijo Hermione a la señora que estaba detrás del mostrador, a la vez que hacía que movía sus brazos pues el bebé estaba refunfuñando. La señora se inclinó hacia delante con las manos juntas. Ginny quiso decir lago pero Hermione salió por la puerta de enfrente¡Vamos!

Llegaron a una calle que según supuso Ginny era un paso peatonal pues no iban autos ni trasporte de ningún tipo.

-Es aquí... -le dijo Hermione apuntando una tienda que estaba junto enfrente de la de animales que en un gran letrero ponía "Crazy Coffee"

¿De quién es esta tienda?

-De una prima muggle, ya te dije. La tienda de mascotas es la única tienda mágica conectada a la red flú que hay en esta calle.

Entraron al café. Era un lugar muy cálido, todo de madera y un agradable aroma invadía el aire. Hermione fue hasta el mostrador seguida de Ginny.

¿Jasmine-preguntó.

Una chica de cabello castaño oscuro largo y ondulado hasta la cintura las miró con curiosidad mientras le echaba leche a un vaso.

-Hermione¡tanto tiempo-exclamó, dejando el vaso sobre el mesón y dándole la vuelta para saludar a su prima-. ¿Ese es tu hijo-Hermione asintió sonriendo-. ¡Qué lindo!

-Jass, mira. Te presento a mi amiga Ginny Weasley -apuntó a Ginny con la cabeza.

-Hola Ginny, soy Jasmine Granger¡mucho gusto!

¡Hola! Oye... yo te he visto antes... estoy segura...

-Seguramente en la boda de Herms.

¡Sí, cierto!

-Bueno -interrumpió Hermione-. Vinimos porque queríamos saber si tienes algún empleo para ella -la chica abrió la boca, pero un empleo temporal...

-Sí, es que trabajaba en un banco pero tuve unos problemas y...

-Ah, ya. No, no digas nada¡claro que puedes trabajar aquí! Todo sea por mi prima favorita¿verdad bebé-le hizo una mueca sonriente al bebé.

¿De verdad-saltó Ginny, emocionada.

-Sí, no hay problema. Ven, síganme.

Las condujo por atrás del mostrador hasta una puerta que abrió y las hizo pasar. Era una pequeña oficina. Cada una ocupó una silla y la prima de Hermione se sentó detrás del escritorio.

-Bueno mira -empezó a buscar unos papeles en un cajón, tienes que rellenar un formulario porque después me llegan unas enormes demandas por no identificar a los empleados... -le pasó cuatro hojas-. Lo lees, firmas abajo y al reverso. Allí se indica el sueldo según la cantidad de horas diarias, los horarios y todas las pólizas y seguros de trabajo...

¿Seguro de trabajo-preguntó, extrañada.

-Sí, seguro de trabajo. ¿Qué tiene de raro? Está demás decir todo lo que implica, trabajabas en un banco¿no? Ahí debe ser mucho más papeleo por seguros en indemnizaciones...

-No, pero... -Hermione le dio un amable pisotón a Ginny. ¡Ah!... sí, tienes razón. Estoy un poco ida, ya sabes, con todo esto... -intentó justificarse, sonriendo.

-Entiendo perfectamente... -dijo Jasmine, riéndose un poco-. Hermione¿me prestas a Tim un ratito?

Jasmine paseó al bebé en brazos por toda la sala mientras Ginny leía los papeles dos veces y le iba preguntando cosas a Hermione. Después de unos minutos Ginny terminó de firmar y dejó los papeles sobre la mesa. Jasmine volvió a su puesto y le devolvió Tim a su madre.

-Listo. Mañana a las siete empiezas como mesera Ginny. Espero que el trabajo te agrade y cualquier cosa me preguntas. Como uniforme tienes que usar una blusa blanca de cualquier tipo y abajo lo que quieras pero de color oscuro. Acá te pasamos el delantal.

¡Oh, no sabes lo agradecida que estoy-le exclamó, sincera y sonriendo. Pero al segundo sintió que se le revolvía el estómago y desenfocó la vista, tapándose la boca.

¿Ginny estás bien-chilló Hermione.

¿Qué pasa, quieres un vaso de agua-preguntó Jasmine agachándose hacia ellas.

-N... no, estoy bien... en serio... -se destapó la boca y tragó una bocanada de aire.

¿Segura?

-S... sí...

-Pues... bueno...

Las tres se pusieron de pie y fueron de regreso al local. Jasmine se despidió, le dijo a Hermione algo de que la llamara más seguido y las dos chicas y el bebé salieron otra vez por la puerta de adelante.

¿Podrás llegar apareciéndote en el baño o la bodega de la cafetería o algo-le preguntó Hermione, cruzando la calle-. Si no usa un par de días la Tienda de Mascotas pero no abuses que a la señora no le gusta mucho que lleguen y le sobresalten los clientes. Ya sabes que ella le vende a muggles como todos en la calle.

-Sí, sí, muchas gracias amiga, por todo, pero ya ¡basta de sermones-le increpó, bromeando, ya recuperada.

-Que mala eres -entraron a la tienda y fueron hasta el fondo-. Yo tengo que regresar a buscar unos archivos al Ministerio pero tu regresa a tu departamento si quieres.

-Sí, creo que eso haré. Muchas gracias, de veras.

-No hay problema. Pero piensa mejor las cosas que estas haciendo con tu vida ¿sí?

Y se marchó, dejándola con las palabras en la boca. ¿Se refería a Malfoy?

Entró a la chimenea aún pensando y lanzó los polvos. Una vez en su casa corrió al baño. Las nauseas volvieron y la hicieron vomitar reiteradas veces en el váter. ¿Qué le pasaba? El día había sido muy largo, sí, pero no lo suficiente como para estar fatigada. Recordaba haber comido bien, así que no encontraba una razón. Se confortó con pensar que era por todas las emociones vividas en tan poco tiempo y se fue a acostar temprano.

- 0 -

Amanda estaba teniendo un mal momento en el nuevo trabajo que le habían asignado. Y qué peor, ahora era la nueva asistente personal de Draco Malfoy, el único culpable de las calamidades de su mejor amiga. Quiso haber gritado cuando se lo comunicaron, pero no podía. Su sueldo comparado con el de secretaria de ahora en adelante era casi un 300 mayor, no tenia porqué quejarse salvo ser la sirviente directa de ese patán. En su primer día, Malfoy le ordenó contestar todas las cartas que había recibido de algunas personas que lo consideraban sospechoso de lo publicado en el Chismógrafo, además, redactar una carta pidiendo una indemnización y limpieza de imagen para el banco Gringotts, que ahora con sus chismes corriendo dentro había bajado un poco sus acciones en la bolsa de comercio mágica internacional.

Ya eran como las siete de la tarde. Estaba desesperándose por saber algo de Ginny pero no podía desocupar sus labores un segundo. A la hora de la salida intentó ir a el departamento de su amiga por red flú pero su chimenea estaba desconectada, después quiso aparecerse pero tampoco pudo. Seguro Ginny había dejado todo cerrado para que no la molestaran y para evitarse molestias como la de la noche anterior cuando Malfoy llegó inesperadamente. No quiso molestarla enviando una lechuza y se fue a su casa, preocupada.

Al día siguiente por la mañana Ginny se pudo levantar bastante bien de salud y fue a su primer día de trabajo. Estuvo todo el día en la cafetería por lo que no llegó a su casa hasta las tres de la tarde que era cuando terminaba su turno. Le había ido bastante bien, no tubo problema alguno ni con los nombres de las 22 variedades de café que tenía el local, ni con los nombres de los acompañantes que eran casi las mismas que las del mundo mágico. En el banco ya estaba acostumbrada a trabajar con la moneda británica así que tampoco se aproblemó con los pagos ni con la caja ni con las propinas. El trabajo era mejor de lo esperado, y sobretodo porque en ningún momento recordó a Malfoy. Eso sí extrañaba a Amanda y se decidió a un día invitarla al café, quizás el sábado que era cuando no trabajaba en el banco.

Así pasó la semana. Ginny no había tenido más que un par de mareos nada graves, seguro porque lo que la había hecho enfermar se le había pasado, así que el viernes en la noche le envió una lechuza a Amanda para que la visitara al día siguiente en la cafetería como a las tres, al terminar su turno. Amanda se alegró de ver noticias de su amiga y acudió puntual aquel sábado en la cafetería, a la que había llegado a la manera muggle.

¡Ginny-gritó al verla caminado hacia el mesón.

¡Amanda, viniste!

-Cómo no iba a venir... necesitaba salir y hacer algo diferente, te lo juro. He tenido una semana pésima -dijo sentándose en una de las tantas mesas. Ginny se quitó el delantal y lo guardó en su locker personal para irse a sentar con ella, llevando dos café helado-. Debe ser magnífico trabajar aquí¡es muy bonito!

-Si sé, tuve mucha suerte. Obvio que no es lo mismo que en el banco, pero es genial. El ambiente es muy agradable.

-Me doy cuenta... -le dio un sorbo al café helado-. ¡Delicioso!

-Tenía muchas ganas de verte.

-Sí, yo también. Como te decía, esta semana ha sido horrible, de lo peor...

¿Y para qué te llamaba la señora Spencer al final?

-Eso mismo tenía ganas de contarte, me ascendieron -dijo desanimada.

¿Sí¡Wow, genial! Pero no pareces muy animada...

-No, qué crees... -no estaba segura de decirle, así que hizo unos segundos tomando un poco más de su vaso-. Soy asistente...

¿De verdad? Mira... ¿y de qué?

-De quién querrás decir...

¿De quién-repitió, interesadísima.

-Mmm... Malfoy...

¿Ah, quién?

Sí, el helado del café le congeló el cerebro y la hizo entender mal.

-Malfoy. Draco Malfoy -dijo Amanda, entre dientes y frunciendo el seño.

-Me estas... me estás cargando¿verdad-se puso nerviosa. Milagrosamente no se había acordado de Malfoy desde el estúpido martes y ahora la imagen del rubio platinado regresaba a su cabeza nítidamente. Sintió un horroroso escalofrío recorrerle la espalda cuando Amanda negó.

-Es cierto... y es peor de lo que te imaginas, Gin. ¡No hace nada! Esta todo el día ahí sentado y me manda de aquí para allá a hacer todo lo que diga. No sé porqué no lo despidieron...

-Ya sabíamos que no lo iban a despedir... -susurró, aún conmocionada, mirando su vaso.

-Si... pero bueno. Espero que mi ascenso no sea permanente, porque no lo aguanto.

-Y... -levantó su cabeza hacia ella y la atravesó con la mirada, asustando a Amanda¿me mencionó alguna vez?

La pelinegra se mordió el labio y negó con la cabeza. Ginny pegó un puñetazo en la mesa. Terminaron sus café helado en silencio y luego Ginny se levantó a anotarse en una hoja detrás del mesón. Salieron caminando con Amanda hacia la calle por la que bajaron viendo las tiendas, aunque Ginny estaba como ida.

-...no debería seguir insistiendo en el tema, pero sabes que ayer llegó hasta la oficina una de las chicas con las que Malfoy suele salir, Denisse. Le dijo que estaba segura que el jefe de Gringotts acusado era él pero ¿sabes qué? El imbécil lo negó completamente. Le dijo que era ingenua y un montón de cosas más que no alcancé a escuchar.

Pero esa fue la gota que derramó el vaso. Ginny se desvaneció en medio de la calle y Amanda apenas alcanzó a agarrarla para que no se golpeara la cabeza. Un grupo de muggles que pasaba por allí las rodeó sugiriendo llamar una ambulancia pero Amanda insistió en que sólo necesitaba un vaso de agua, así que casi luchando con la gente rompió el círculo y con la ayuda de dos hombres la llevó hasta adentro de una juguetería. Allí intentó reanimarla con agua y apenas Ginny abrió un poco los ojos la arrastró hasta el baño y la tomó fuerte del brazo para desaparecerse y llevarla hasta St. Mungo.

Una vez allí, Amanda se puso en la fila para preguntarle a la recepcionista adónde debía ir por un desmayo. Por lo cual, la bruma malhumorada respondió:

¡Segundo piso!

De ahí llegaron a unos modernos ascensores instalados hace un par de años y subieron por ellos hasta aquel piso, donde fueron hasta una puerta de revisión general.

-Buenas tardes¿en qué les ayudo-preguntó un sanador que se les acercó.

-Buenas -respondió Amanda-. Mi amiga Ginny se desmayó en plena vía pública muggle sin motivo aparente, y como pude ver ahora está palidísima...

-Veamos. Pase por aquí.

Ginny no emitió palabra y fue a sentarse en una mesa-camilla. El sanador le tomó la temperatura y luego con la varita hizo una floritura que la rodeó de polvos plateados brillantes. Después tomó el brazo de Ginny y le tomó el pulso.

¿Cómo te sientes?

-Horrible... -susurró.

Luego le vinieron nauseas de nuevo, lo que el sanador notó y dejó al momento de chequearla, pasándole un posillo para vomitar.

-No se necesita mucho para saber qué es lo que tiene, señorita...

-Weasley -dijo Amanda.

-Weasley -repitió el sanador-. Usted está embarazada.

Continuará...


Respuesta a los Reviews:

eire: Hola! Bueno no importa, es que con esto del cambio de letra ya no aparece enseguida apenas le pone que te busque las D/G en español, sino que además hay que ponerle "Rating: All". Y bueno... espero que te haya gustado este capítulo y como siempre espero tus opiniones y especulaciones respecto a el mismo!

zoe simitis: Holas! Pues bueno no importa al menos dejaste review en el anterior xD; pues que bueno que te haya gustado el fic y espero ahora te siga buscando porque soy una maldita... xD Malfoy, sí, esta vez quise retratarlo a la manera más apegada a los libros porque no lo había hecho así y... pues querrás saber como se toma la "nueva noticia". Y ahí te dejo: intrigada, jaja. Espero que este capítulo te haya gustado igual!

Fabisa: Jejeje no sé porqué creo que el review se anduvo cortando, casi siempre pasa cuando uno quiere hacer el famoso emoticón del "enojado a rabiar" xD Pero en fin ojalá te haya gustado este cap... y weno espero tu review!

Sthefany Weasley: Hola! Pues bueno, sí. Es un insensible... y no te imaginas lo que se viene... Aparte bueno, sí, yo igual espero que Ginny tenga más dignidad y no se ande arrastrando tanto xD pero no soy yo, es mi imaginación... xD reclámale a ella jajaja. Espero te haya gustado el capitulo y espero igual tus comentarios de él!

Andy-Wm: Una vez más se comprueba lo mala que soy pero de verdad ¡no soy yo! Sale de mi mano así sin más y no puedo controlarlo xD. Siempre excusándome, que pena me doy a mi misma u.u La verdad sí pensé un lugar más cerca de Inglaterra pero quería darle más... ¿cómo se dice?... no recuerdo la palabra exacta pero como así, que haya más tensión... y bueno pues espero te haya deleitado este cap xD. A ver que me dices de lo que pasó...

Hermy Black: Cierto a Draco le hacen falta unos buenos pastelazos por imbécil pero qué se le va a hacer... aquí él es el malo... parate de mí claro está xD. Ojalá ye haya gustado este capi.

Luciana: Hola! Gracias n.n Malfoy está mal... muy mal, pero hay que hacerle recapacitar¿no? Ya veremos cómo... Y la verdad casi ni salió en el capi pero ya veremos en el próximo cuando sepa (si es que llega a saber... te dejo con la duda)... eso. Y Ginny pues igual está pasando por un momento no muy bueno en su vida que espero tanto como tú que se arregle, jeje. Espero te agrade este cap y me comentes lo que sea te haya parecido.

laurana-malfoy-rin: Holas! Sí y por eso mismo te fijas que Ginny bloqueó el sistema? Porque tiene que haber una forma... digo eso de aparecerse y las chimeneas me parece una invasión a la privacidad; uno no podría andar de aquí para allá si el dueño de casa nbo te quiere recibir, imagínate. Bueno pues ya viste y además ya se verá lo que piensa Draco, quizás no aquí y quizás no en tres capis más pero... ya veremos, eso es todo. Bueno te cuento; lo que pasó con el fic era que me lo borraron (por suerte fue sólo ese y no todos) y no me dejaban subir ningún capítulo de ninguna cosa hasta siete días después... o catorce, no me acuerdo bien. Al menos se podían dejar reviews y eso sino me mataba ahí mismo y les interponía una demanda legal... xD no sé... Espero te haya gustado el capítulo y me digas que opinas de él!

Hitomi Felton: Hello! Jajaja faltas de ideas, lo pero que le puede pasar a un escritor. Bueno muchas gracias y ya pronto Ginny va a hablar con Draco, que de eso no te quepa duda xD. Ojalá te haya gustado el capi y espero tu review!

Luthien: Leves mareos... ojalá no hubiera pasado de eso pero ya ves. Y si tenía problemas imagínate ahora... Draco ya recapacitará con el tiempo o con una buena cachetada xD. Y ya pues ojalá te haya gustado este capi y espero tus comentarios.

MokY: Bueno pues ya vez es que tiene que sufrir! Soy una maldita la verdad pero la vida no es todo color de rosas y si puedo amargarle la existencia a mis personajes para desahogarme pues lo hago... aunque esta vez no vaya al caso xD, quise poner a Ginny bien sufrida porque siempre en mis fics es como... una explosión de alegría xD. Bueno ojalá te haya gustado este capi y me dejes un nuevo review!... y... el... Fred...Herms?... (Conny se pone a silbar mirando hacia otro lado haciéndose la desentendida...)


PUBLICIDAD: Sí, ya sé que les gusta ver sufrir a Ginny, no se hagan... la promoción del día es para el fic ¿Existe la felicidad sin el amor? de mi amiguita MokY... léanlo y se van a dar cuenta de por qué lo digo ;).