Hola a todos!
los dejo con el 4to capitulo... muchas gracias por los rr, sigan dejandolos!
leweline-hechicera, LauWG, Syef, POPI, Violet-potter, Bonnie Radcliffe, peeves, BiAnK rAdClIfFe PoTtEr , Rosely, cervatilla , Celina, Dark Lady Evans, nimphadora weasley, Caro-Snape, ophelia dakker, Jessie Parker, ILoveWeasleys
MUCHAS GRACIAS!
- CAPÍTULO CUATRO -
Días difíciles
A la mañana siguiente Ron abrió los ojos muy temprano, se quedó tirado en su cama un buen rato, no quería ni imaginar el día que tenía por delante, o mejor dicho; los días que tenía por delante. Ahora toda la escuela sabía que había besado a Hermione, ahora todos sabrían lo que sentía por ella, lo cual hace una semana no era más que un secreto, su más intimo secreto.
Vio como se levantaba Harry en frente suyo. No sabía si estaba enojado con él o no, Harry había ido demasiado lejos, pero él no tenía la culpa; él mismo había metido a su amigo en esta situación... no podía evitar sentirse como un idiota.
Ahora ninguno de los tres hablaban mucho entre sí, se limitaban a decir pásame el jugo de calabaza , o a ayudarse con algún deber (aunque Hermione se negaba rotundamente a pasarles sus apuntes)
Asimismo, Harry también estaba bastante confundido. Cayó en la cuenta de que había estado realmente mal la noche anterior con sus amigos, pero ellos lo habían conducido a aquello, el nunca hubiera dicho algo así, pero se estaba viviendo tanta tensión entre Ron y Hermione, por no mencionar la ira que le tenía a Rita Skeeter, en estos casi dos últimos años, no había pensado ni un momento en que pudiese tomar revancha. Y no podía creer que sus mejores amigos no le creyeran desde un primer momento.
Harry ya había estado peleado y distanciado de Ron en cuarto año, pero esto era muy distinto, en ese entonces contaba con la compañía de Hermione... esta vez no.
Por la tarde, Ron se dirigía solo a la clase de transformaciones. Vio que enfrente suyo, venía caminando Hermione con una pila de libros bajo el brazo. Todavía se seguía preguntando por qué la chica había dicho lo de los impulsos... eso no significaba que le había gustado el beso, o si?... Cuando se dio cuenta, estaba a menos de medio metro de la chica, quien lo miraba fijamente.
Valla, valla, miren todos, la feliz pareja!... la sangre sucia y el pobretón!... debo felicitarlos – dijo Draco Malfoy blandiendo en su mano una hoja con el artículo de Corazón de Bruja. Crabbe y Goyle soltaron fuertes y estúpidas risotadas – estaba convencido de que no podías caer más bajo, Weasley – dijo con una sonrisa maléfica, mirando a Ron de arriba abajo con la misma cara de asco que su madre – pero mírate ahora! con una sangre sucia inmunda...
Ron permanecía callado y a punto de soltar humo por las orejas de la furia. Hermione parecía estar más pendiente de él que de otra cosa, parecía tener miedo de lo que Ron pudiese hacer, o intentar hacer.
Ron dio dos pasos hacia Malfoy con aire decidido.
Uh... que miedo, mira como tiemblo! – lo provocó Malfoy
Ron, basta, no vale la pena... – dijo Hermione atemorizada
De pronto se abrió la puerta de al lado, y salió por ella la profesora Mc'Gonagall
Malfoy, Weasley, que sucede?
Nada profesora – dijo Ron apretando los dientes y mirando a Malfoy con resentimiento. Malfoy, Crabbe y Goyle se marcharon seguidos por Pansy Parkinson y un grupo de chicas de Slytherin que reían tontamente señalando a Hermione y a Ron.
Aquella noche, después de la cena, Harry se dirigía hacia la Sala común de Gryffindor
Bombas fétidas! – exclamó y al entrar por el orificio del retrato, lo primero que vio fue a Ron, sentado frente al fuego. Decidió pasarlo de largo, pero su amigo le dijo:
Necesitamos hablar...
Harry se sentó en el sillón de al lado
Mira, Harry, discúlpame, tu sabes... por haberte metido en todo esto, tu no tienes la culpa de nada...
Ron, no debí haber dicho lo que dije anoche
No, Harry, enserio, si no fuera porque soy un completo idiota incapaz de controlarse, nada de esto hubiera sucedido, los tres seguiríamos con nuestras vidas normales, tu no...
Ya, Ron, solo olvídalo
Ron le sonrió a Harry y éste le devolvió la sonrisa.
Estoy cansado, vamos a dormir – dijo Harry
Esa noche fue la primera en más de una semana en la que ambos durmieron tranquilos y con un peso menos encima.
El sábado todo estaba muy calmado en Hogwarts, los alumnos disfrutaban del simple hecho de dormir hasta tarde, y parecía que nadie se hallaba atareado ni estudiando.
Cuando Harry y Ron se levantaron, fueron a desayunar. Ron le contó a su amigo lo sucedido luego de que se marchara de la Sala Común dos noches atrás.
Mmm... impulsos – dijo Harry pensativo
Acaso entiendes que fue lo que quiso decir con eso exactamente, porque yo no!
Sinceramente no, amigo, lo siento
Insisto, debería haber un manual para comprender como diablos funciona el cerebro de las chicas. No podría tan solo ser más explícita, como: mira, Ron: me gustó, no me gustó, me gustas, no me gustas, te quiero, te odio... algo!
Harry rió, pero su amigo le respondió con una sonrisa forzada. Harry no había visto nunca así a Ron, no imaginaba que éste pudiera estar así por una chica (y menos tratándose de Hermione) y siempre se moría de ganas de hablar con ella para preguntarle que sentía por el pelirrojo, pero no podía, no debía hacerlo.
Luego de que Ron le contó a Harry lo sucedido con Malfoy, éste se dio cuenta que lo que a el le esperaba no era nada mejor, mejor dicho, era mucho peor. Recordó los rumores que se habían corrido sobre él en cuarto año, por culpa de esos malditos artículos de Rita Skeeter y se le puso la piel de gallina.
Y Harry no se equivocaba; apenas habían pasado dos días y parecía que solo esa vez a la escuela entera se le había dado por comprar Corazón de Bruja. A pesar de que todavía ninguno de los dos amigos podían hablar mucho con Hermione, Harry pensaba que el haberse reconciliado con Ron mejoraría mucho las cosas y, aunque sí se sentía mejor, no soportaba atraer tantas miradas (más de las que estaba acostumbrado). A los tres les resultaba muy difícil caminar en paz por los pasillos, sin que los miraran con desprecio y comenzaran a cuchichear.
Justo cuando las cosas se estaban calmando...
Potter, tanto tiempo! – decía Draco Malfoy acompañado por sus incondicionales guardaespaldas Crabbe y Goyle y el grupo de chicas de Slytherin lideradas por Pansy Parkinson – Bueno, supongo que se debe a que sigues en busca de tu nueva compañía... – Malfoy cambió su voz a un tono burlón – puedo ser yo, Potter, por favor, me confías tus más íntimos secretos! – todos rieron estridentemente
Si, Potter... – se oyó la chillona voz de Pansy Parkinson – dónde tengo que llenar el formulario! – nuevamente retumbaron las risas en el pasillo.
Harry metió su mano en el bolsillo de la túnica y tomó la varita.
Apuntando a Malfoy y con el rostro rojo de furia exclamó:
Petrificus totalus!
Draco Malfoy calló de espaldas al piso, completamente petrificado.
En las caras de sus amigos se remplazó la sonrisa malvada por una expresión de asombro.
Potter! – resonó la voz de Snape en el pasillo – que demonios te crees que haces, cincuenta puntos menos para Gryffindor!... ustedes dos, llévenlo a la enfermería ahora mismo – dijo Snape, dirigiéndose a Crabbe y Goyle – y en cuanto a ti, Potter... te veo mañana en mi despecho a las siete para tu castigo...
y?... bueno, me quedo medio corto y no dice mucho... pero prometo mejores cosas para los proximos capitulos!
y mas de Harry y Ginny! muajaja... ya veran lo que les tengo preparado! (y de Ron y Hermione, obvio)
sigan leyendo y dejen rr!
su amiga
Merodeadora
