Capitulo 9: Sospechas y bromas.
Varios días habían pasado desde que Draco habló con Harry, días en los que Harry había estado demasiado serio y muy exigente tanto consigo mismo como con los alumnos que tenía. Aun veía la cara de Aylen, con las lagrimas resbalando por sus blancas mejillas. Asesto un golpe contra su oponente, para olvidar la imagen. Un grito le saco de sus cavilaciones, había atravesado el brazo del aristócrata Slytherin con una espada.
Los chicos le habían pedido que les diera clases extra, y eso es lo que estaba haciendo, les estaba enseñando dos de las especialidades elficas, el tiro con arco y la esgrima. Y los movimientos básicos de la esgrima era lo que habían estado practicando hasta momentos antes.
- Draco, lo siento mucho, no ha sido mi intención.- dijo Harry mientras curaba la herida con un movimiento de mano y unas cuantas palabras en su idioma.- Lo siento de veras. No debería olvidarme de lo que me rodea tan fácilmente. Chicos. La clase por hoy a terminado, recoger vuestras cosas.
- Pero Iska, si apenas hace 30 minutos que hemos entrado a clase.- objetó Hermione.
- Hermione, créeme hoy es mejor que lo dejemos, a no ser que quieras que atraviese de nuevo el brazo de Draco, es un buen espadachín, supongo que cosas de la educación Malfoy, pero se me da ligeramente mejor que a él y estoy desconcentrado, podría hacerle cualquier cosa, ahora a sido el brazo, pero... Además si no presto atención ni a mi oponente... ¿Con vosotros?
La chica desistió al ver que Harry suspiraba y cerraba los ojos mientras quitaba la sangre del chico con un hechizo.
Todos entraron al "aula central" y recogieron sus cosas.
- Hasta mañana. No os olvidéis de vuestros ensayos de Transformaciones.- dijo él con una sonrisa cansada, mientras se sentaba y dejaba caer su cabeza contra la mesa.
- ¿Qué le pasara?- oyó Harry a Hannah preguntar a sus compañeros antes de cerrar la puerta del aula.
Harry se frotó suavemente los ojos con fin de despejarse, cosa que no sirvió para mucho. Sus ojos verdes vetados de dorado se fijaron en un punto en el espacio y de pronto se levanto decidido y fue a sus apartamentos para pegarse un buen baño relajante.
- ¿Qué le pasará?
- No lo sé.- comentó Hermione.- Pero desde lo sucedido con la mujer esa... Está extraño, no es como a principios de curso.
- Era muy guapa.- comentó Ron.
- Estaba como un tren.- completó Zabiny con una sonrisa como rememorando el cuerpo de la elfa.
El Slytherin se ganó miradas fulminantes de parte de Hermione y Hannah, mientras que Draco sonreía, dándole la razón.
- Posiblemente sea la novia de Iska.- concluyó Granger, mientras andaban hacia los terrenos.
El día era soleado, aun que ya estaban apunto de entrar en Invierno, la tarde era muy bonita y hacia una temperatura agradable. Así que todos habían decidido con la mirada que irían a sentarse cerca del lado, a contemplar el atardecer mientras charlaban y o terminaban el ensayo que tenían que terminar para el día siguiente.
- Ya no es la novia de Iska, se llama Aylen y es una princesa en su pueblo.- negó Draco con una sonrisa.
Sus cuatro acompañantes le miraron con los ojos desorbitados. ¿Cuánto sabía Draco? En ese mismo momento el más joven Malfoy, se dio cuenta del error que acababa de cometer. Las tres mentes astutas trabajaban rápido, la de Ron no lo hacía, pero simplemente por que era Ron.
- ¿Y tú como es qué sabes todo eso?- preguntó Zabiny con una sonrisa muy Slytherin que indicaba a Draco que su mejor amigo no le dejaría en paz hasta saber la verdad.
Así que Draco Lucius Malfoy Black y otras hierbas, puso su aguda mente a trabajar a tope, con fin de inventar una excusa valida, que no pusiera en aprietos a Potter.
- Veréis chicos...
- ¿Te pasa algo Iska?- preguntó la tía del elfo, cuando le vio pálido, con la vista fijada en un punto indefinido del espacio, que había entre su cara apoyada en la mesa y la pared a la que el dicho escritorio estaba apoyado.
- ¿Qué decías?- respondió a modo de pregunta el chico, moviendo la cabeza para espabilarse.
- ¿Quieres que hablemos?
- No.- Sonrió tristemente.- No hay nada de lo que hablar.
- Pues yo diría lo contrario.- respondió la mujer, mientras se sentaba al lado del chico.- Harry, tienes que seguir adelante. No te conozco desde hace mucho, es posible, pero eres mi sobrino, y te quiero, te quiero como al hijo que nunca voy a poder tener. No debes sentirte mal... Siento ser yo la que tenga que decírtelo, pero los dos sabías desde el principio que lo vuestro era imposible... Es la princesa, y pronto reina de nuestro pueblo, tiene unos deberes...Y tú tienes los tuyos.-la mujer suspiró, le dolía mucho ver a su sobrino en aquel estado- Y no son compatibles en nuestra sociedad... Y desde luego, ninguno de los dos va a renunciar a su sangre. Porque las consecuencias serían fatales... Intenta no pensar en ello, los males de corazón se olvidan con el tiempo.
Las palabras de la mujer, no reconfortaron para nada el corazón del joven profesor. Sino que le arrebataron las pocas esperanzas que le quedaban de un plumazo. Sabía que la mujer tenía razón, que no había nada que hacer, que era imposible, sin embargo, una pequeña llamita de esperanza continuaba fuerte y irresistible en su corazón, que poco a poco se rompía.
Harry era consciente de que sin ella ya no volvería a ser el mismo. Ella lo había supuesto todo. Esa persona que sabes que está destinada para ser tuya, la que te entiende sin conocerte de nada. Que comprende tus palabras, la que en los momentos de tensión, consigue tranquilizarte y relajarte con tan solo una palabra o una caricia. Aylen lo había supuesto todo para él, necesitaba verla feliz y a ser posible a su lado.
Y aquel era el pensamiento que atormentaba día y noche la mente del medio-elfo, aquélla incertidumbre y aquella angustia que se unían en su pecho, al ser consciente de que la chica seguramente se habría casado con otro, que se habría olvidado de él... Que miraría con esperanzas hacía un futuro incierto, pero por el cual lucharía con vehemencia por su pueblo.
Aquella incertidumbre que era inútil, pues no volverían a verse en mucho tiempo, y aquellos dulces y rojizos labios no volverían a ser suyos nunca. ¿Entonces porque se atormentaba?
Por que todo ser capaz de sentir, siente el irremediable deseo de encontrar a la persona de confianza, la persona amada, con la que compartir sus triunfos y superar sus fracasos. Y cuando la encuentras ya no la quieres soltar, pese a quien le pese.
- Iska, Iska, Harry... Cariño, creo que es mejor que vayas a dormir un rato.- Dilcia lo movía ligeramente para que despertara del sopor en el que se había vuelto a meter.
El chico asintió con la cabeza, sin prestar atención. Así que salió de la habitación, rumbo al campo de Quidditch, donde esperaba que si había habido algún entrenamiento aquel día, este ya hubiese terminado.
Hizo que su Saeta de Fuego apareciera de la nada, cuando llegaba al campo. Ni siquiera se fijo en que había dos personas observando como la pálida figura del profesor se aproximaba poco a poco hacia ellos, desde la altura bastante alta que les proporcionaban sus escobas.
- Buenas tardes, Iska.
Harry se sobresaltó al oír la voz vivaracha y suspicaz de Hermione.
- No sabía que te gustaba volar.- continuó Blaise con una sonrisa.
Harry hizo un intento fallido de sonrisa mientras se montaba en su escoba hasta llegar a la altura de los dos estudiantes.
- Hay muchas cosas de mi que no sabes Blaise.- respondió el hombre, mientras tras haber quitado las manos del palo de la escoba se hacía una coleta.- ¿Pero que hacéis aquí?
Harry había maldecido interiormente su mala suerte, simplemente quería estar solo y disfrutar de varias piruetas que harían que todo pensamiento racional saliera de su cabeza.
- Estaba enseñando a Miss Sabelotodo, como subirse a una escoba sin romperse el cuello.- dijo el Slytherin con bastante burla.
- A cambio de que yo le ayude con un pequeño proyecto...¿No es así?- repuso la chica alzando elegantemente una ceja, sin ofenderse.
- Chicos... Bien, está bien...- dijo el profesor frotándose la cara con las manos y deteniéndose en especial en las sienes.- Espero que no os moleste que de varias vueltas por aquí... Necesitaba un poco de tranquilidad...
Los dos chicos sonrieron, antes de ver desaparecer a su profesor y reciente amigo a una velocidad increíble. De hecho fue aquello lo que más impresionó al chico. Los dos alumnos se quedaron maravillados, cuando vieron aquel lejano punto, encima de ellos, bajar con una rapidez increíble, pasando a su altura rápidamente y casi estrellándose contra el suelo, sino hubiera sido por el estupendo amago de Wronski que había efectuado realmente al ultimo instante.
Después de esa, se siguieron varias acrobacias de una peligrosidad extrema teniendo en cuenta la velocidad del profesor. Utilizo el Sloth Grip Roll, durante varias piruetas, lo que significaba estar simplemente colgado de uno de los brazos y una de las piernas a la escoba. Volvió a realizar varias maniobras arriesgadas, como si realmente estuviera en un partido complicado con verdaderos adversarios.
Los chicos al ver que su profesor no les prestaba un mínimo de atención, decidieron mirar sentados desde una de las gradas de Hufflepuff, que quedaban hacia la mitad del campo, aproximadamente. Blaise había hecho venir, via un "accio" sus Omniculares y no se estaba perdiendo ninguna de las maniobras del profesor. Había decidido que hablaría en cuanto pudiese con el hombre, para que le asesorara, si sabía volar así, era más que probable, de hecho algo en el interior de Blaise le decía que lo era, que supiera muchísimas técnicas de juego, que él como capitán del equipo de Quidditch de su casa y uno de sus actuales cazadores, no se perdería por nada del mundo. Además, iba a mostrárselo a Draco... Si conseguían hacer algo de aquellas maniobras (que Blaise juraba que eran de buscador, y de hecho no se equivocaba), lograrían despistar mucho al equipo de Gryffindor, que continuaba siendo un rival imbatible, pese a las muchas mejoras del equipo de Slytherin.
La hora de la cena se aproximo a pasos agigantados, y pronto, Blaise y Hermione informaron al profesor que ellos se iban y que la cena iba a ser servida en poco tiempo, si es que ya no estaba servida. Un sudoroso Iskandar les miro con los ojos verdes centelleantes, antes de asentir con aspecto mucho más tranquilo y bajar de la escoba a las gradas. Se quito la túnica empapada de sudor y se quedo con una camiseta muy fina, que se pegaba, para alegría de Hermione, a su perfecto torso. Se subió las mangas de la camiseta hasta que no pudo hacerlo más, y sonrió a sus dos acompañantes.
- ¿Qué tal la clase de vuelo, Hermione?- preguntó el profesor, mientras intentaba quitarse las gotitas que descendían por su cara.
- Ha sido instructiva.- respondió la chica, intentando omitir el hecho de que prácticamente no habían hecho nada más que mirarle.
- Me alegro. Si alguna vez ves que Blaise está demasiado ocupado con el equipo de Slytherin, cosa que seguramente no tardara mucho en producirse, ya que los partidos comienzan antes de las vacaciones de Navidades este año. ¿No es así?
- Si. – respondió el chico a mitad sorprendido porque supiera que los partidos comenzarían a esa época, pero quito de su cabeza la sorpresa pronto, por que el joven profesor parecía un autentico apasionado del Quidditch (por lo menos solo en apariencia)
- Pues me presto a ayudarte, no seré de tanta ayuda como tu compañero, pero no creo que se me de tan mal, tampoco.- ofreció su ayuda el profesor, mientras hacia desaparecer la escoba rápidamente.
Harry abrió la puerta de entrada al castillo, y hizo pasar a sus dos alumnos antes de entrar y cerrarla tras ellos.
- Parece que si que llegamos tarde.- comentó Blaise con una sonrisa al entrar al Gran Comedor y ver que mucha gente se giraba.
En la misma ocasión, varias chicas suspiraron al ver la camiseta pegada del profesor y este sonrió tranquilamente, aun que no muy sinceramente. Se sentó en su sitio habitual, lo que suponía que estaba entre su tía y la profesora Sinistra, con la que había hecho muy buenas migas. Vio como su tío le mandaba una mirada cargada de preocupación, desde su sitio, entre Flitwick y Sprout.
Harry cenó con rapidez, y sin comer mucho, a penas si probó un vaso de jarabe de cereza y gaseosa (que había tomado la costumbre de quitarle al profesor de encantamientos de vez en cuando) y un poco de aquel delicioso pescado que los elfos habían cocinado aquel día.
Y salió del Gran Comedor, cuando aun los postres no habían sido servidos, llevándose hasta su salida las miradas curiosas (y en algunos casos preocupadas: Dilcia, Draco y Orfeo) de toda la habitación.
El hombre se pego una buena ducha y exhausto se durmió, para no despertar más que a la hora de la comida del siguiente día. Con prisa se vistió, miro ligeramente en el espejo, para ver que su cara volvía poco a poco a recuperar su tono de piel natural y dejaba de lado hacer competencia con la de Snape.
Se encontró con que todo el mundo estaba ya comiendo en el Gran Comedor, cuando entro con paso acelerado hacia la mesa de los profesores. Expuso sus disculpas al director que sonrió con indulgencia y no le dio mayor importancia, y en un elfico rápido, pidió a sus tíos que le hicieran un informe de lo que habían hecho aquella mañana con sus alumnos.
Ellos le respondieron que se habían ocupado de todo, las dos primeras horas, que correspondían a la defensa que daba todo el mundo, los cinco alumnos habían demostrado que estaban muy avanzados en el programa, pero aun así, habían atendido muy bien en clase. Y las dos siguientes horas, que eran una con los de cuarto y otra con los de quinto, se habían dividido en dos grupos y habían ayudado a los profesores con las diferentes practicas que tenían que hacer aquel día.
Aquella tarde, Iska se fundió en disculpas con sus alumnos. Que sonrieron y habiendo escuchado a sus tíos decir claramente que él estaba exhausto emocionalmente hablando, le dijeron que no se preocupara, que no les importaba, que les había hecho cambiar de aires un rato.
Como recompensa por aquella indulgencia, Harry les dijo que si las notas de aquel trabajo no eran muy buenas, no las contaría (aun que estaba seguro de que los cinco habrían hecho un excelente trabajo).
Los cinco encontraron al profesor más relajado, más tranquilo, más como había sido antes de aquel extraño día.
- ¿Se puede saber por que no me despertasteis está mañana?- preguntó Harry con un ligero reproche a sus tíos, cuando se sentaron a charlar con un café en la pequeña salita de los apartamentos del joven.
- Necesitas descansar Harry. No es algo fácil de llevar esto por lo que estás pasando.
- ¿Acaso es que sabes como me siento¿Has pasado por ello?- preguntó Harry muy molesto.
- Pues no, pero si que he pasado por cosas del estilo.- respondió su tío sin inmutarse.- De hecho considero que deberías tranquilizarte, un poco, poco a poco, respira tranquilamente...
- ¡Odio que hagas eso!
- ¿Eso el que?- respondió igual de inmutable el otro hombre.
- Usar tus dones para hacer hacer a la gente tu voluntad.
- ¿Yo?- preguntó el hombre con una falsa inocencia.
- Si, tú. En el fondo eres un vil manipulador con la voz y con la música y con todo lo que produzca sonido.- acusó Harry con el entrecejo fruncido.
- Está bien, lo admito... Pero es que no me gusta que paguen la frustración conmigo, como bien entenderás.- respondió el elfo con una sonrisa cínica.
- Touché!- dijo Harry, sabiendo que era de lo que él se quejaba siempre, cuando sus tios discutían entre ellos.
- Necesitas cambiar un poquito de aires, Iska. Y da la casualidad de que Albus nos ha pedido, casi suplicado, que hagamos una misión para él, pero dado que tus alumnos van más avanzados, y pueden ser integrados unos cuantos días en las clases normales... Y alguno de los dos se puede ocupar de lo de la esgrima y el arco.
Harry hizo una mueca.
- ¿Para cuanto tiempo?
- Indefinido, pero no más de un mes para una persona normal, así que tú deberías tardar muchísimo menos.- dijo su tía con una de sus sonrisas más características.
Harry hizo un ruido indefinible con la lengua, al menos, tendría nuevas ocupaciones... No que ser profesor no fuera agradable, pero cuando tenía que explicar la misma cosa varias veces, por que sus palabras (tan claras para él) no eran entendidas. Eso sin contar que no tendría tanto tiempo para pensar. Se decidió y se levantó.
Supongo que debo ir a hablar con Dumbledor. ¿No?
Si.- respondieron los dos elfos al unísono con unas sonrisas.
Odio que hagáis eso.
¿Por?- preguntó su tía ampliando la sonrisa.
Parecéis sacados de un anuncio de dentífrico.
Y dicho eso, salió de la puerta para ir a hablar con el director.
HoLa,
Buenos después de meses eso es todo... Simplemente, no he estado muy inspirada en lo que a esta historia se refiere, pero da igual... Ya tenéis un capitulo no muy interesante, pero que espero que sirva de lazo con otro algo más interesante, que empieza a maquinarse en mi cabeza... Risa maligna En fin, gracias a todos por todos los review... :D
BeSoS,
MiRuG
Respuesta los reviews:
Javi-Fernández: En fin, bueno como siempre muchas gracias pro estar ahí siempre y apoyarme en todos los fics :) Muchos besos.
Sacralo: Gracias:D No esperes mucho más de mi (en lo que a largo se refiere)
Lucumbus: Gracias! Si, a mi también se me ha pasado muy rápido, y estos cuantos meses (no voy a contar cuantos, pero no actualizo desde el año pasado... :P) Jajajajaja, lo de Draco y Harry, la verdad es que tienes razón, no lo he explicado (yo tb he tenido que ir a leer de nuevo todos los capítulos... xD xD xD) Pero como a mi me parece evidente... La verdad es que no es que se lleven mal, pero como Draco les descubre (aquel día con Ginny, ella ya se había ido), y Harry no es capaz de borrar la memoria al chico... Demasiada conciencia Gryffindor... Pues le cuenta todo... Y bueno eso... Y si no lo has entendido... Pues no te preocupes que cuando todos se enteren, intentare no olvidar de poner la explicación más claramente...BeSoS!
Nelly-Esp: Bueno gracias por el review... Bufff... cuanto tiempo hace de eso... Gracias tambien por las ideas, me han parecido buenas... Y seguramente alguna utilizare, en conjunto a las mias :D
Naexass: Si, es posible... Que lo que digas es cierto... Y acepto la critica tranquilamente por que sé que no te falta razón... Pero bueno, si tengo que remontarme a lo que estaba pensando en aquellos tiempos... Pues la verdad es que ni siquiera me di cuenta ni me moleste en mirarlo en el diccionario, porque daba por supuesto cosas que no son, mi vocabulario quizás no es tan extenso en Castellano como en Frances... (Soy Española, pero estudio en Francia)... Pero dite que tu review me hizo darme cuenta de aquello, y ahora si que le presto más atención a eso... Así que pese a tus palabras extremadamente irónicas, te tengo que dar las gracias. Y por cierto, me alegra mucho haberte hecho reír...
Arwenej: Bueno, gracias... :D
Elementhp: Sonrojada Gracias.
