Disclaimer: ROBOTECH es marca registrada de Harmony Gold U.S.A., Inc., sus personajes no son de mi autoría. Este fic fue escrito sin fines de lucro, sólo de entretenimiento.

"La Batalla del Amor"

Capítulo X

Lisa miró hacia su mesita de noche.

"Otra noche sin dormir"- se dijo a si misma mientras se levantaba de la cama y caminaba hacia la ventana.

Su mirada se perdió en la oscura noche del espacio y se preguntó si Rick pensaba en ella.

"Solamente se quedó mirándome…" - pensó llena de dolor.

Se cuestionó si su relación con Rick había alcanzado un punto sin retorno.

"Jamás me perdonará…"

Ambos eran obstinados e impulsivos. Nuevamente se dio cuenta que el dejar que sus emociones tomaran control de la situación fue su peor decisión.

"La única vez que decido no pensar, y esto es lo que pasa…"

Había encerrado a Rick injustamente y ahora se preguntaba si había cerrado el corazón de él. Si era así, había condenado su amor al olvido.

"¡Oh Rick!" – recargó su frente sobre el cristal – "¿Podrás perdonarme?"


De vuelta en la Tierra, Rick caminaba por las calles de la Nueva Ciudad Macross. Había tomado una decisión. Había tenido tres semanas para poner en orden sus sentimientos y tomar una determinación. Sonriendo, empujó la puerta y entró a la tienda. El anciano detrás del mostrador le sonrió.

"¡Comandante Hunter¡Que alegría verlo¿Ya se ha decidido?"

"¡Si, sé exactamente lo que quiero!" – dijo apuntando a través del panel de cristal.

"¡Es una sabia decisión! La Capitana Hayes estará complacida. ¡Cielos! Cualquier mujer lo estaría".

Rick no pudo evitar sonreír mientras sostenía el anillo entre el índice y el pulgar. Era un diamante de tres quilates de corte ovalado. La piedra preciosa se encontraba anidada en el aro de platino disminuyendo el riesgo de rayarlo o sacarlo. Costaría una pequeña fortuna, en realidad, todos sus ahorros pero concluyó que valía la pena.

"¡Le va a encantar!" – pensó entusiasmado

No podía dejar de contar los días para su regreso. Quería proponerle matrimonio en cuanto arribara, arrodillarse ante ella y preguntarle si quería ser su compañera por el resto de su vida. Rick solo podía imaginar su cara.

"¿Pagará en cheque o en efectivo, Comandante Hunter?" – lo miró el vendedor.

"Efectivo" – repuso Rick despertando de su sueño.

Colocó una pila de billetes sobre el mostrador. El vendedor abrió los ojos sorprendido.

"¿Efectivo¿Lo trajo del banco?"

"En realidad, lo tenía bajo el colchón" – explicó Rick. Luego rió ante la mirada incrédula del joyero.

"Lisa Hunter. Lisa Hayes-Hunter… me pregunto cuál escogerá" – se preguntó mientras el anciano contaba los billetes… y las monedas.


Hombres y mujeres Zentraedis se miraban consternados. No podían creer que Breetai los hubiera convocado a una reunión… ¡juntos! Cada grupo se apartó del otro tanto como pudo.

Lisa contuvo una sonrisa. No podía creer que siguieran comportándose de ese modo. No recordaba qué grupo era este pero sabía que cada una de las personas a bordo estaban informados que estas juntas eran mixtas.

"Tres semanas y no se despabilan¿Eh?" – preguntó Max acercándose a ella.

"Es increíble ¿no crees? Te han visto a ti, a Miriya y a la pequeña Dana abordo y continúan aterrados. ¿Me pregunto si he hecho un buen trabajo durante estas presentaciones?" – dijo Lisa pensativa.

"Está haciendo un excelente trabajo, Capitana" – dijo Max sin titubear.

En ese instante, Miriya entró en la sala de conferencias con Dana dormida entre sus brazos. Los murmullos comenzaron a escucharse en toda la habitación.

"¡Saludos!" – dijo Miriya de forma militar antes de colocar a su hija en la cuna junto al podium.

"Ya que estamos todos aquí permítanme presentarme" – empezó a decir Lisa en lengua Zentraedi – "soy la Capitana Lisa Hayes y estos son mis subordinados, Max y Miriya Sterling".

"Es Miriya Parino" – corrigió una mujer soldado – "ella no es una Sterling, no importa lo que eso signifique…"

"Muestra más respeto" – dijo Miriya molesta – "Sterling es el apellido de mi esposo y yo he decido tomarlo".

"¿Por qué?" – preguntó la soldado – "todos tenemos nuestros nombres y jamás los cambiaremos".

"¿Me permite explicarlo?" – preguntó Miriya observando a Lisa – "he tomado su nombre porque me casé con él…"

"¿Casé? Se nos ha explicado el concepto pero todavía es confuso" – respondió otro soldado.

"Estar casado significa vivir… y dormir juntos".

"¿Juntos¿Cuál es el propósito de dicho comportamiento?"

"Amarse y tener bebés" – Miriya apuntó hacia Dana.

Los Zentraedi levantaron la ceja aún sin comprender. Lisa sonrió. Amaba la mentalidad analítica de los soldados. Aspiraban a conocer todos los aspectos humanos: nacimiento, vida, muerte, amor, tristeza, lágrimas…

"Continúa Miriya" – la alentó Lisa – "diles…"

Miriya besó a su esposo apasionadamente antes de explicar los detalles del amor y el sexo a su gente. Todos tragaron con dificultad, tornándose pálidos mientras Miriya hablaba… y salieron corriendo de la sala antes que terminara.

"Creo que usted debería dirigir la conferencia, Capitana" – susurró Max.

"Parece que tienes razón" – Lisa movió su cabeza desconcertada.

"Tal vez fui demasiado… directa" – dijo Miriya avergonzada.

"Pienso que hablarles sobre la "leche materna", fue un poco… abrumador" – repuso Lisa divertida.


Rick sorbió de su taza de café antes de ser palmeado con fuerza por la espalda. Se inclinó hacia al frente, escupiendo un poco del oscuro líquido.

"¿Cómo estás, hermanito?" – Roy se sentó frente a él – "¿Por qué tan triste? Ella volverá pronto".

"¿Quién dice que estoy pensando en ella?" – inquirió arrogante.

"Deja de fingir. Todos sabemos que la extrañas. Yo extraño a Claudia terriblemente".

"Ella es tu prometida".

"Y Lisa tu novia… no importa si te envió a la cárcel".

"No me lo recuerdes…"

"¿Sabes qué? Si tú y Lisa hablaran más de lo que discuten, tendrían una magnífica relación pero son demasiado obstinados para su propio beneficio".

"Tal vez…"- Rick asintió.

"¡Vamos¡Admítelo¡Extrañas a la vieja gruñona!" – se carcajeó Roy.

La mano de Rick voló y golpeó la nuca de Roy.

"¡No la llames así!"

"No necesitas ser tan rudo" – se quejó el rubio.

"Y bien… ¿cómo van los preparativos para la boda?" – cambió la conversación.

"¡No me lo recuerdes!" – escondió el rostro entre sus manos – "¡Las conejitas del puente me están volviendo loco!"

"Pensé que Claudia lo había dejado todo por escrito".

"Lo hizo pero creo que las chicas olvidaron que es la boda de Claudia. Al parecer piensan que es la suya" – agitó Roy su cabeza – "¡Lo están cambiando todo!"

"¿Y no puedes detenerlas?"

"Nada puede detenerlas" – gruñó Roy – "¡Son como un tornado! Es mejor apartarse de su camino".

"Al parecer vas a tener una novia muy enojada cuando Claudia vuelva".

"Bueno, ella podrá manejarlas. ¡Yo me rindo!"

"Será mejor que te prepares para el Huracán Sammie" – le advirtió Rick.

"¿Qué?" – Roy movió la cabeza de un lado a otro – "¿Dónde est�?"

Rick contuvo la risa cuando Sammie sujetó la oreja de Roy y lo haló con rudeza.

"¡Capitán Fokker!" – dijo Sammie en voz alta – "¿Qué está haciendo aquí¡Lo estamos esperando! Tenemos que decidir el menú, las flores y la decoración de las sillas… ¡Debemos planear una boda, en caso de que lo haya olvidado!"

"¡Sálvame!" – Fokker miró a su amigo con desesperación.

"¡Vamos, Capitán!" – Sammie lo haló del brazo – "Tenemos que escoger los manteles para la recepción".

"Rick… por favor… ven conmigo" – dijo Roy con ojos suplicantes.

"Lo siento, hermano mayor" – se levantó de su asiento – "tengo una junta con mi equipo".

"¿No puedes cancelarla?"

"¡Andando, Capitán Fokker!" – Sammie sujetó su chaqueta.

"Nos vemos hermano. ¡Buena suerte!" –Rick sonrió mientras Roy se resignaba a seguir a la mujer


Rick observó el calendario por enésima vez. Le parecía como si Lisa se hubiera ido por siempre y ansiaba tenerla de vuelta entre sus brazos. Se sentía tan bien junto a ella, escuchar su suave respiración, despertar y sentir su peso sobre su pecho.

"¡Soy un idiota¿Por qué no la llamé?"

El recuerdo de su rostro sobre la ventana lo seguía a todas partes. Se veía tan triste, tan vulnerable… y parecía haber estado llorando. Rick quisiera haber podido limpiar sus lágrimas y besarla. Quería decirle que todo estaba bien… incluso si no comprendía por qué lo había enviado a prisión.

El timbre interrumpió sus pensamientos. Se levantó del sillón y se puso los zapatos.

"¿No es un poco tarde, Fokker?" – preguntó Rick mientras abría la puerta.

De inmediato su rostro reflejo su sorpresa al encontrarse con el rostro sonriente de Minmei.

"¡Hola Rick!" – sonrió Minmei apenada – "¿Llego en mal momento?"

"¡Minmei¡Hola!" – dio un paso atrás para dejarla entrar – "pensé que era Roy".

"¿Noche de hombres?" – preguntó Minmei, divertida.

"No, en lo absoluto. Sólo íbamos a ordenar algo de comida y ver películas viejas".

"Si llego en mal momento, puedo regresar después".

"Mis amigos siempre son bienvenidos" – cerró la puerta detrás de él y la siguió hasta la sala – "No te he visto últimamente".

"Lo sé. He estado un poco ocupada".

"¿Viniste a despedirte?" – apuntó hacia la valija que Minmei traía con ella.

"No exactamente" – jugueteó con su cabello – "¿Podría tomar algo?"

"Claro" – Rick se puso de pie – "¿Qué te gustaría?"

"Un vaso de jugo me caería bien".

"No hay problema" – caminó hacia la cocina y abrió el refrigerador – "¿Naranja o manzana?"

"Manzana, por favor".

Rick volvió con el jugo y se sentó frente a ella.

"Tengo que preguntarte algo¿cómo te las arreglaste para entrar?"

"Coqueteé con el guardia" – le guiñó un ojo.

"Eso lo explica. Debería reportarlo para que lo despidan".

"¡Oh, vamos Rick! Todo saben que soy inofensiva…"

"Por supuesto…" – pensó Rick con sarcasmo – "lo suficientemente inofensiva para causar la derrota de los soldados Zentraedi y ganar la guerra con tu voz…"

"Además, él sabe que somos amigos y sabes lo convincente que puedo ser" – sonrió encantadoramente.

"Sí, lo sé".

Rick tomó asiento frente a ella.

"¿Y cómo esta Kyle¿Aclararon sus diferencias?"

Con la sola mención del nombre de su primo, Minmei sintió las lágrimas llenar sus ojos.

"¡Oh, Rick! Si tú supieras…" - dijo con su voz quebrándose.

"¿Qué pasa, Minmei?" – cuestionó Rick preocupado. Era tan raro escuchar tanta tristeza en la voz de Minmei.

"Kyle y yo peleamos…" – su llanto empezó a deslizarse por las mejillas.

"Lo siento mucho" – la tomó del hombro.

"En realidad, él me dejo. Sucedió un día después de mi visita¿lo recuerdas?"

"Lo recuerdo".

"Fue mi culpa, Rick. ¡Lo eché a perder! Le dije que te amaba".

"¡Pero, Minmei!" – sacudió su cabeza con incredulidad.

"Mentí" – observó a Rick – "sí te amo pero, no de esa forma… y cuando Kyle se marchó, me di cuenta de lo que significaba para mí".

"¿Se fue¿Dónde?"

"No tengo idea. Solamente se marchó y no me ha llamado en casi un mes".

Rick le dio un pañuelo y ella se limpió las lágrimas.

"¡Lo extraño tanto!"

"Lo siento, Minmei".

"Es horrible estar en el restaurante sin él a mi lado. Tía Lena y tío Max… me miran de manera extraña".

"Estoy seguro que es tu imaginación, Minmei. Ellos te adoran".

"Pero Kyle es su hijo. Y ellos me culpan por su partida".

"Minmei…"

"Tengo que encontrarlo Rick, y necesito tu ayuda".

"Haré todo lo que pueda, Minmei. ¿Qué es lo que necesitas?"

Rick esperaba que le pidiera dinero o quizás llevarla a alguna parte, pero jamás imaginó el favor que Minmei dijo a continuación. Incluso parpadeó un par de veces mientras asimilaba lo que acababa de escuchar.

"�¿Tú, qué!"

"Perdóname, Rick. Odio pedirte esto pero… ¡estoy desesperada¡No puedo vivir con el tío Max y la tía Lena ni un minuto más! Cada vez que me miran siento que me acusan de la ausencia de Kyle" – alzó su rostro lloroso hacia Rick.

"Pero, Minmei" – cruzó los brazos sobre su pecho – "¿Cómo es que quedándote conmigo podré ayudarte en tu relación con Kyle?"

"¡Simple, tonto!" – rió Minmei – "El se volverá loco cuando sepa que estoy contigo".

"No sólo él…" – pensó Rick con aflicción – "No creo que sea buena idea, Minmei".

"Por favor Rick¡ayúdame!" – hizo un puchero – "Te prometo no ser una molestia. Cocinaré y limpiaré la casa. Puedo dormir en el sofá".

"Pienso que sería mejor si esperaras su regreso en el restaurante".

"Él no va a volver a menos que este celoso".

"Pues estará celoso y enojado… y luego hará todos esos movimientos de karate…"

"Es Kung-fu".

"Lo que sea. De lo que estoy seguro es que habrá sangre de por medio".

"Minmei se rió ante las palabras de Rick y tomó sus manos entre las suyas".

"Te prometo que no lo hará".

"¿Cómo puedes estar tan segura?" – levantó Rick una ceja.

"Porque estará muy feliz cuando le de la noticia".

"¿Qué noticia?"

"¡Estoy embarazada, Rick¿No es fantástico?" – preguntó Minmei eufórica.

Rick, literalmente, cayó sobre el sofá.

"¿Embarazada¿Es en serio?"

"¡Por supuesto que sí! Es por eso que necesito que Kyle vuelva. Ahora ¿me dejarás quedarme aquí?"

"Es en verdad una mala idea".

"¡No, no lo es!" – besó su mejilla – "¡Todo saldrá bien!"

Rick dirigió el rostro hacia ella.

"¡Vamos, hazlo por la madre de tu ahijado" – le rogó Minmei.

"¿Ahijado?"

"O ahijada… porque serás el padrino¿cierto?"

El piloto dejó escapar un suspiro y asintió.

"Seguro, Minmei".

"Una cosa más…"

"¿Ahora, qué?" – preguntó Rick un poco molesto.

"No le puedes decir a nadie que estoy embarazada".

"�¿Qué!"

"¿Te puedes imaginar el escándalo? Además, mi familia me mataría si se entera por las noticias. ¡Y Kyle¡Kyle jamás me lo perdonaría!"

"Pero Minmei…"

"Prométemelo Rick. ¡Promete que no le dirás a nadie!"

"Tengo que decirle a Lisa".

"¡No!"

"¿Por qué no?"

"Me despreciaría. Sé que no le caigo bien" – dijo angustiada.

"No seas ridícula, Minmei. Lisa no es de ese tipo de personas".

"Te lo ruego. Por favor no se lo digas. En el nombre de la amistad que iniciamos en esas dos semanas encerrados dentro del SDF-1, te pido que no…"

"¡Está bien, está bien!" – la interrumpió Rick – "Lo prometo, Minmei".

Minmei comenzó a llorar de felicidad y lo abrazó con fuerza.

"Esto va a ser muy divertido" – dijo Minmei entusiasmada – "será como en los viejos tiempos".

"Claro..."

"Solo que esta vez tendremos todas las comodidades necesarias".

El timbre sonó de nuevo y Minmei saltó de su asiento.

"Supongo que Roy esta aquí. Abriré la puerta por ti".

Roy Fokker escondió su expresión de sorpresa detrás de su sonrisa cuando Minmei abrió la puerta.

"¡Hola, guapo!" – le coqueteó Minmei – "¿Cómo has estado?"

"¡Minmei¡Qué agradable sorpresa!" – dijo Fokker recuperándose de la impresión de verla en la casa de Rick.

"¡Pero no te quedes ahí¡Dame un abrazo!" – ella prácticamente se lanzó a sus brazos – "¡Es maravilloso ver a los amigos!"

"Es lindo verte también" – soltó a la joven y ambos entraron a la casa – "¡Hola Rick!"

"Hola Roy" – Rick sintió su mirada inquisidora.

"Tengo una brillante idea" – dijo Minmei entrando a la cocina – "Les prepararé la cena¿qué les parece?"

"Suena estupendo" – dijo Roy mientras se sentaba frente a Rick.

"Gracias Minmei".

"Platiquen mientras yo empiezo a cocinar" – dijo Minmei colocándose el delantal.

Roy encendió la televisión para disimular su voz y se volvió hacia Rick.

"¿Qué rayos está haciendo ella aquí?" – dijo Roy mirándolo seriamente.

"Vino a pedir ayuda…"

"¿Y la ayuda es…?"

"Necesita un lugar donde quedarse por un tiempo".

"¿Qué?" – casi saltó de su asiento – "¿Estás loco? Lisa nunca volverá a dirigirte la palabra".

"Ella tendrá que entender. Minmei es mi amiga y no puedo rehusarme a ayudarla".

"Estás jugando con fuego, Rick".

"Creo que estás exagerando".

"¿Exagerando¿Acaso sabes por qué Lisa te mandó a prisión?"

"No y prefiero no recordar el incidente" – se encogió de hombros – "eso es parte del pasado, Roy".

"¿No te lo dijo?"

"¿Decirme qué?"

"Pensé que habían hablado" – Roy se rascó la cabeza – "Dime que la llamaste antes que se fuera".

"No lo hice".

"¡No puedo creerlo!" – agitó su cabeza – "eso solo empeorará las cosas".

"¿Por qué estás haciendo tanto drama?"

"¡Eres tan distraído! Lisa te vio con Minmei en el sofá…"

Rick palideció.

"�¿Qué dijiste¿Cuándo!"

"¡Así que era verdad!" – Roy lo miró – "Pensé que Lisa se había equivocado pero por tu expresión…"

"¡Fue un error!"

"Por supuesto que lo fue, hermanito. ¿Cómo pudiste hacerle eso a Lisa?"

"Fue un accidente. Minmei tuvo una crisis y pensó que estaba enamorada de mí… me saltó encima pero yo la empujé".

"No creo que Lisa haya visto eso".

"¿Por qué no me dijiste esto antes, Roy?"

"Porque Lisa me lo pidió. Ella quería hablar contigo y decírtelo personalmente. Además, no es bueno involucrarse".

"¿Y lo que estás haciendo ahora es…?"

"¡Salvándote! Lisa te matará si regresa y ve a Minmei aquí".

"Hablaré con ella. Le explicaré y tendrá que entender".

"Te estás engañando y si tienes intenciones de retener a Lisa, será mejor que le digas a Minmei que no se puede quedar aquí".

"No puedo hacer eso. Le di mi palabra que la ayudaría".

"Ella tiene su familia, y recuerda que Minmei es sinónimo de problemas, Rick".

"Me necesita, Roy".

Roy estaba a punto de hacerlo entrar en razón a punto de golpes pero Minmei apareció. Les sonrió y se sentó frente al mayor de los dos.

"¿Cómo va la boda, Roy?"

"¡No me lo recuerdes!" – sacudió su cabeza desalentado – "¡Las conejitas me están volviendo loco!"

"¿Conejitas?"

"Habla de Sammie, Kim y Vanessa. Trabajan en el Puente".

"Las recuerdo. ¿Qué te están haciendo?"

"Claudia dejó una lista de cosas específicas que quería para la recepción y la iglesia" – explicó Rick – "pero las chicas no están siguiéndola al pie de la letra".

"Claudia va a estrangularme cuando vuelva" – Roy cerró los ojos.

"Y estas chicas… ¿No siguen instrucciones, Roy?"

"Al parecer creen que es su boda".

"Ya veo. Estas solteronas están viviendo su sueño a través del de Claudia" – dijo Minmei arrogante – "Bien, yo podría ayudarte, Roy".

"¿Puedes?" – abrió sus ojos.

"¡Yo he estado planeando la mía desde que era una niña!" – sonrió – "Además, ayudé en cientos de bodas antes, en Yokohama".

"¿De verdad¿Me ayudarías entonces?"

"¡Me encantaría! Pero con una condición: tengo que estar al mando".

"¡Hecho! Les diré a las chicas que tú serás la encargada y les pediré que te entreguen la lista de Claudia".

"Te prometo que tu boda será perfecta, Roy. Tu novia estará feliz y estoy segura que por fin le agradaré".

"¿Quién dice que no le agradas?"

"Vi su rostro en el restaurante".

"¡Oh!"

"Admito que fue mi culpa. Estaba coqueteándote" – sonrió mortificada.

"Me huele a quemado" – dijo Rick olfateando en el aire.

"¡Mi arroz!" – Minmei corrió hacia la cocina mientras la alarma contra fuegos se encendía.

"Vaya. Si es tan cuidadosa con tu boda como con su comida, creo que estarás en problemas" – dijo Rick bromeando.

"¡Cielos, gracias!" – Roy hizo un mohín.

"Dijiste que Minmei significaba problemas, hermano mayor".

"Cuando se trata de ti, Rick. En lo que a mi concierne, es mi salvadora. Me ayudará con la boda y podremos vivir felices. Bueno, casi todos excepto tú".

"¿En verdad crees que Lisa se molestar�?"

"¡SI!"

"Si tan solo pudiera hablar con ella o escribirle un correo electrónico para explicarle lo que pasa…"

"Pero no puedes, así que mejor asegúrate de esperarla cuando el trasbordador aterrice antes de que cualquiera se adelante y le diga que Minmei esta aquí".

"Nadie tiene que enterarse".

"Estoy seguro que mañana por la mañana, toda Nueva Macross lo sabr�, Rick. Deja de engañarte".

"¡Está bien! Me aseguraré de esperar a Lisa en cuanto regrese".

"Por tu propio bien, espero que estés ahí".

Continuará…

Traducción realizada por Emera.