Disclaimer: ROBOTECH es marca registrada de Harmony Gold U.S.A., Inc., sus personajes no son de mi autoría. Este fic fue escrito sin fines de lucro, sólo de entretenimiento.
"La Batalla del Amor"
Capítulo XIV
Al siguiente día, la Base entera hablaba sobre reconciliación de Kyle y Minmei. Lisa intentaba ignorar los comentarios pero era casi imposible al estar sentada con Claudia en la cafetería.
"¿Escuchaste? El Capitán Hunter está solo, de nuevo".
"¡Ella lo dejó¿Puedes creerlo?"
"Debe haber algo muy malo en él… ¡pero es tan guapo!"
"¡Son sus ojos¡Esos ojos enamoran!"
Lisa cerró los ojos, derrotada y Claudia sonrió. Las chicas que hablaban sobre Rick se dieron cuenta de la presencia de la Capitana y disimuladamente cambiaron de tema.
"¿Y bien?" – dijo Claudia levantando una ceja.
"¿Y bien, qué?"
"¿Qué vas a hacer cuando Rick toque a tu puerta?"
"La voy a mantener cerrada" – Lisa sorbió de su taza de café – "¿Por qué¿Sabes algo que yo no sepa?"
"Únicamente estoy especulando".
"Bien, pues será mejor que Rick mantenga su distancia, Claudia".
"¿En serio?"
"En serio, y eso es todo lo que tengo que decir".
"Está bien, no me arranques la cabeza".
"Lo siento" – Lisa se recostó sobre su asiento – "es que estoy tan cansada. He estado trabajando durante muchas horas".
"Yo no me quejaría. Ese chico que ha trabajado contigo…" - silbó Claudia.
"¿Quién, Matt?" – Lisa arqueó una ceja.
"Sí, Matt. ¡Es apuesto!"
Matt era alto, un atlético rubio de ojos verdes que había sido transferido de Nueva Ciudad Portland. Parecía más un modelo que un ingeniero.
"Es un chico brillante. Incluso el Doctor Lang esta impresionado con sus ideas".
"¿Y tú?"
"¿Yo, qué?"
"¿Te gusta?"
"¡Claudia¡Es más joven que yo!"
"¿Y¿No es ese tu tipo?" – bromeó Claudia.
"¡No digas eso! Solamente es un buen amigo".
"Era lo que solías decir de Hunter" – el rostro de Claudia se iluminó – "¡Hey¿Por qué no lo invitas a la boda?"
"¿A la boda?"
"Sí, tráelo. Después de todo, la madrina necesita una pareja… y tú no vas a querer estar con Rick".
"Por supuesto que no".
"Pero tendrás que bailar con él después de la primera pieza".
"¿Tengo que hacerlo?" – refunfuñó Lisa.
"Es la costumbre".
"Está bien" – Lisa cruzó los brazos sobre su pecho – "sólo porque es tu boda".
"Aquí viene el primor" – murmuró Claudia.
Efectivamente, Matt Kent caminaba hacia ellas.
"Hola Matt" – dijo Lisa
"Hola ¿Interrumpo?" – sonrió galantemente. Claudia pateó a Lisa bajo la mesa.
"No, en lo absoluto. Matt, ella es la Comandante Claudia Grant".
"Por supuesto. La hermana de Vince Grant".
"Parece que tengo un hermanito famoso" – Claudia estrechó su mano y sonrió.
"¿Qué sucede?" – Lisa lo miró con curiosidad.
"Quiero mostrarte los diseños en los que he estado trabajando. Deseo saber tu opinión antes de presentárselos al Doctor Lang".
"¡Claro¡No hay problema!" – Lisa se levantó y miró a Claudia –"Cosas de trabajo, amiga. Hablaremos luego".
"De eso puedes estar segura" – dijo Claudia sugestivamente.
Lisa y Matt se dirigieron a la salida. Al abrir la puerta, se encontraron cara a cara con Rick y Max. Lisa contuvo el aliento.
"Capitana Hayes" – saludó Max – "¿Cómo est�?"
"Bien, Max. ¿Cómo esta la princesita?"
"¡Hermosa¡Y ya camina!"
"¡Oh, Dios¡Los debe tener muy ocupados!"
"Ni que lo diga" – Max miró al recién llegado – "Hola, soy Max Sterling".
"¿Dónde están mis modales?" – Lisa tragó con dificultad – "Matt, él es el Comandante Max Sterling".
"Mucho gusto Comandante" – Matt estrechó su mano – "he escuchado que tiene una hermosa familia".
"Y yo soy Rick Hunter" – todos volvieron sus rostros hacia él.
"Sí, también he oído sobre usted" – dijo Matt distante.
A Rick no le agradó nada su comentario.
"Bueno, fue agradable verlos. Tenemos que irnos" – Lisa haló la chaqueta de Matt.
"Adiós, Capitana. Adiós Matt".
"Adiós, Max".
La mirada de Rick los siguió mientras Lisa y Matt abandonaban el lugar.
"No me agrada".
"¿Qué?" – Max lo miró confundido.
"Le gusta Lisa. Puedo verlo en sus ojos".
"¿Y que hay de malo en eso? Es una mujer muy bella".
"�¿Qué hay de malo¡Lisa es mía, eso es lo que está mal!"
Max rió y palmeó su espalda.
"¿No estás siendo un poco chauvinista?"
"Espero que ese niño no…"
"¿Qué¿Vaya tras Lisa? Ella es una mujer libre, Rick".
"No, no lo es".
"¡Ja! Así que ahora estás celoso. Creo que es tiempo que pruebes algo de tu propia medicina".
"Max…" - dijo Rick amenazante.
"Será mejor que hagas algo al respecto, jefe".
Claudia preparaba la cena cuando Rick llegó. Roy le abrió la puerta y los dos caminaron hacia la cocina.
"¡Hola Rick¿Qué traes ahí?"
"Un pay de manzana" – se sentó sobre un banco – "algo huele delicioso".
"Claudia esta cocinando su famoso roastbeef como regalo de despedida" – dijo Roy.
"¿Regalo de despedida?" – Rick levantó una ceja.
"Dormiré contigo las siguientes dos noches, hermanito" – Roy pasó su brazo alrededor del cuello de Rick.
"¿Por qué?" – dijo Rick poco entusiasta.
"Lo quiero fuera de esta casa antes de la boda" – explicó Claudia.
"¡Oh, claro! Lo olvidé".
"Nos vamos a divertir mucho, Ricky. Como en los viejos tiempos".
Rick lo golpeó con su codo.
"¡No me llames así!"
"¡Que mal carácter¿Qué te está molestando?" – Roy lo miró sospechosamente.
"¿Conocen a un tipo llamado Matt?"
"No me suena" – dijo Roy.
"Te hablé sobre él, cariño" – Claudia lo miró con agudeza – "Es el nuevo chico que trabaja con Lisa".
"¡Oh¡Ese chico! He escuchado que es un genio".
"¿Un genio?" – Rick lo miró airado.
"Trabaja con Lang. Es un cerebrito" – Claudia suspiró – "y es en verdad apuesto… no te ofendas, mi amor".
"No hay problema" – Roy se encogió de hombros – "¿Por qué pones esa cara, Rick?"
"Hoy lo conocí. Estaba con Lisa y no me cayó nada bien".
"¿Por qué?" – dijo Claudia recargándose sobre la barra.
"Me pareció… arrogante".
La pareja se miró mutuamente antes de romper en carcajadas.
"¿De qué se ríen?" – dijo Rick desconcertado.
"¡De ti¡Estás celoso!"
"¡No es verdad! Es un chiquillo…"
"¡Igual que tú!" – Roy revolvió el cabello de Rick como si fuera un niñito.
"Ese tipo estaba embobado mirando a Lisa, escuchando con atención cada una de sus palabras…"
"¿Qué hay de malo en eso?"
"No me gusta" – se cruzó de brazos.
"Bueno, será mejor que pienses qué es lo que vas a hacer porque Lisa piensa invitarlo a la boda".
Horas después, Rick se movía de un lado a otro sobre su cama.
"Deja de moverte" – masculló Roy.
Rick observó a su hermano mayor.
"No puedo dormir contigo a mi lado, bobo".
"¡Que pena! Pero yo no dormiré en el sofá. Es demasiado pequeño".
"Bien, pues yo tampoco lo haré. Pasé más de un mes ahí por culpa de Minmei".
"Justamente por eso ya deberías haberte acostumbrado" – Roy haló las cobijas.
"¡Oye!" – protestó Rick.
Rick las haló de vuelta. Roy volvió a halar con todas sus fuerzas, y Rick se cayó de la cama. El rubio piloto se acercó hasta su hermanito y lo miró desde la orilla del colchón, bastante divertido.
"¿Te sientes mejor?"
Rick se levantó enfadado.
"¿Por qué no sales a pasear un rato, Rick? Ve a resolver lo que te esta molestando".
"¡Cállate, Roy!"
"¡Eres tan inmaduro!"
Rick lo golpeó con una almohada sobre la cabeza antes de ponerse su traje de correr.
Rick se detuvo frente a la casa de Lisa como si fuera un espía. Ella había cerrado las cortinas pero aún estaba despierta ya que podía ver su sombra a través de la ventana. Respirando profundamente, caminó hacia la puerta y tocó el timbre.
"¡Rick¿Qué haces aquí¿Es una emergencia? Nadie me ha llamado".
"Tranquilízate, Lisa. Yo sólo… vi las luces encendidas" – talló la punta de su tenis en el piso – "¿Puedo pasar?"
"Es muy tarde, Rick".
"Por favor, Lisa".
Sus ojos azules encontraron sus pupilas verdes… y Lisa no pudo decir que no. Abrió la puerta por completo y se hizo a un lado. Rick entró hasta la sala y se sentó en el sofá.
"¿Qué haces levantada a esta hora, Lisa?"
"Sabes que sufro de insomnio".
"Jamás lo padeciste cuando estabas conmigo".
Lisa frunció el entrecejo.
"Lo que dijiste no fue muy apropiado, Rick".
"Lo siento. Únicamente quería dejar las cosas claras".
"¿Qué haces aquí, Rick?"
"Quiero que volvamos a estar juntos, Lisa".
"¿Ahora que Minmei se fue de tu vida¡Qué conveniente!"
"Sabes que no pasó nada entre nosotros. Minmei me dijo que habló contigo".
"Sí, lo hizo, pero eso no tiene importancia".
"¿Por qué no podemos estar juntos, Lisa? Yo te amo".
"Rick, basta".
"Lisa, intentémoslo de nuevo".
"No" – se puso de pie.
"¿Por qué?"
"Porque me lastimaste".
"¿Te lastimé?"
"Lo único que sé es que me enamoré de ti y salí lastimada. Luego, tu te enamoraste de mí ¡Y aún así volví a salir lastimada! No voy a volver a pasar por todo eso".
"Esta vez será diferente, mi amor".
"No habrá esta vez. De ningún modo".
Decidido a convencerla, Rick la tomó entre sus brazos.
"No digas que no, Lisa" – dijo con su rostro a centímetros de ella.
"No te atrevas".
Se atrevió. Sus labios se posaron sobre los de Lisa, presionando con fuerza. La sintió resistirse pero no la soltó.
Lisa sintió escapar todo el aire de sus pulmones. ¡Santo cielo! La estaba besando después de tanto tiempo. Sus rodillas comenzaron a flaquear.
Rick se dio cuenta y la sujetó cerca de su cuerpo. Disminuyó la fuerza del contacto y empezó a besarla delicadamente, mordiendo, jugando con su labio inferior.
"Rick, detente" – susurró Lisa girando el rostro.
"Lisa, nos merecemos otra oportunidad" – acarició su cabello.
"Por favor vete, Rick" – lo apartó de ella – "esta conversación ha terminado".
"Si tú lo dices…pero eso no significa que me daré por vencido".
"Perderás tu tiempo".
"Recuperarte no será perder el tiempo" – dijo antes de salir de la casa.
Lisa entró a la nave la mañana siguiente para encontrarse con una sonriente tripulación.
"¿Qué les pasa?"
La gente a bordo del SDF-2 no la conocía lo suficiente para decírselo en voz alta, así que únicamente sonrieron. Lisa los ignoró y abrió la puerta de su oficina para hallar al menos una docena de arreglos florales.
"¿Qué es esto?" – se volvió hacia la secretaria – "¿Cómo llegaron aquí? Nadie tiene acceso".
"El camión estaba esperando en la entrada y nosotros las trajimos" – sonrió la joven – "¿No son hermosas?"
"Mucho" – Lisa se detuvo en cada arreglo buscando una tarjeta y la halló en último ramo. Era de Rick.
No me rendiré, cielo.
Te necesito. Te quiero. Te amo
Rick.
"¿Piensa que puede comprarme con flores¡Ja!"
Esa mañana, Rick se encontraba patrullando. El cielo era azul y el sol resplandecía maravillosamente. De nuevo, sobrevoló por el campo de flores silvestres que había descubierto meses atrás, donde deseó haber traído a Lisa.
"Me pregunto si le habrán gustado las flores".
No se iba a dar por vencido. No importaba lo testaruda que fuera Lisa, él podía ser igual de obstinado. Ella aún lo amaba; lo sintió en ese fugaz momento cuando Lisa correspondió a su beso con timidez. Había tantas cosas que quería decirle además de que sentía mucho lo sucedido… sólo que no podía encontrar las palabras adecuadas.
Recordó a Minmei con su pequeña barriga… una vida crecía dentro de ella. Un nuevo ser en medio de toda la violencia y el horror que habían visto y vivido en todo este tiempo. Por un breve instante se preguntó cómo sería tener un hijo propio con Lisa, y sonrió.
"¿Capitana Hayes, esta usted aquí?"
Lisa se apartó de la computadora.
"Hola, Matt".
"Parece que alguien trata de agradarla" – señaló hacia las flores.
"Así parece. ¿Qué dijo Lang sobre tus diseños?"
"Le gustaron…"
"¡Genial!"
"Pero luego me explicó mil y un formas de cómo hacerlo mejor" – dijo con cara compungida.
"No lo tomes así, Matt" – le sonrió para reconfortarlo – "Lang es bastante exigente".
"Ya me di cuenta…Capitana Hayes, no quiero parecer muy atrevido pero¿me preguntaba si le gustaría cenar conmigo?"
"¿Cenar contigo?" – abrió sus ojos con sorpresa – "No creo que sea…"
"Es sólo una cena, Capitana. Ver�, soy nuevo en la ciudad y paso tantas horas en el SDF-2 que no conozco a nadie además de usted, el Doctor Lang y Gloval. Es muy aburrido comer a solas".
"Comprendo. Sé lo que se siente ser el nuevo".
"Entonces¿cenará conmigo?" – esbozó una sonrisa de esperanza.
"Seguro. Conozco un sitio muy agradable no muy lejos de la Base".
"¡Fantástico!"
Lisa consultó su reloj.
"¿Nos vamos? Son más de las siete".
"Por supuesto".
"¿Cómo estuvo su vuelo, Capitán Hunter?" – preguntó el técnico.
"Excelente" – Rick saltó de la cabina y se quitó el casco.
"El Capitán Fokker lo esta buscando. Me pidió decirle que lo esperaría en la sala de descanso".
"Gracias".
Rick entró salón y encontró a Roy mirando la televisión.
"¿Qué pasa, Roy?"
"Necesito quejarme con alguien" – puso la frente sobre la mesa – "¡No puedo seguir con este trabajo de escritorio ni un minuto más¡Me estoy volviendo loco!"
"¡Cálmate, Roy¡Volverás a volar después de la luna de miel!" – Rick palmeó su cabeza.
"¡Sí no me quitan este yeso para entonces, yo mismo lo haré!"
"Creo que estas muy nervioso. Sólo te falta un día más, Roy".
"¡Lo sé!" – sonrió – "¿Dime cómo te fue con Lisa?"
"Me dijo que no quería nada conmigo".
"¿Y¿Te diste por vencido?"
"No, le envié flores".
"¿Flores?" – lo golpeó en el brazo – "¿Flores¿Qué estabas pensando?"
"¿Qué tiene de malo?"
"Después de lo que hiciste, las flores no te llevarán a ningún lado. Tienes que darle pequeños objetos¿sabías, joyas, broches, aretes, recuerdos…"
"¿Cómo tú lo hiciste con Claudia?"
"¿Funcionó, no es así?"
"No sé si… ¡No puede ser!" – exclamó mirando hacia la puerta.
"¿Qué?" – Roy se dio la vuelta y comenzó a reír.
"¡No puedo creerlo!" – golpeó palmeó su frente.
Ahí estaban…las mujeres de la tripulación estaban abandonando la fortaleza con las flores en las manos.
"¡Te dije que no funcionaría!"
"¡No puede ser¡Pero ya ver�! Mañana le mandaré dos docenas".
"Deberías intentar con las joyas".
Rick se quedó boquiabierto y apuntó con su dedo. Era Lisa y Matt saliendo del inmueble.
Las dos docenas de flores aparecieron en el SDF-2 y nuevamente Lisa se las regaló a la tripulación. ¡Rick seguía sin poder creerlo! Y para empeorarlo todo, las chicas le guiñaban un ojo y los hombres lo hacían el blanco de sus burlas.
"Te advertí que las flores no eran suficiente" – dijo Roy.
"¡Estoy gastando una fortuna en ellas y Lisa las regala!" – se quejó Rick.
"Creo que debe cambiar su estrategia, jefe" – Max lo palmeó en el hombro.
Los tres hombres se encontraban sentados en la sala de Rick, bebiendo cerveza y comiendo chatarra para celebrar la última noche "libre" de Roy.
"Tal vez deberías darte por vencido, Rick" – dijo Roy – "Lamento decirte esto pero Claudia me dijo que Lisa se la pasó muy bien cenando con Matt".
"¡Ah¿Ese chico que conocimos? Parece buena persona" – sonrió Max.
"Tienen mucho en común" – añadió Roy
Rick sintió la urgencia de golpearlos a ambos. Bebió bruscamente de la botella.
"Es muy joven para ella. No pueden tener nada en común".
"Es de tu edad, Hunter y tú tienes mucho en común con Lisa".
"Soy muy maduro para mi edad" – dijo sin modestia.
Max y Roy rompieron a reír.
"¡Sí, claro!"
"¡Es en serio! Además, estoy en la milicia. Soy un piloto, sé sobre combates, sobre estrategias… ¿Qué sabe ese tipo? Es solamente un ingeniero".
"Un ingeniero que tiene acceso a Lisa las veinticuatro horas del día".
"¡No me estás ayudando, Roy! Lo único que intento hacer es recuperarla y no sé cómo".
"Dale tiempo" – sugirió Max.
"¡No puedo darle tiempo!" – Rick sacudió la cabeza – "Ya hemos desperdiciado demasiado".
"Por tu culpa" – dijo Roy sin preámbulos.
"No necesito que me lo recuerdes" – masculló Rick mirando a Roy, irritado.
"Tranquilízate, Rick. Brindemos en nombre del amor" – Max levantó la botella.
"¿Qué voy a hacer?" – Rick descansó su cabeza sobre el sofá.
"Humillarte hasta que diga que sí" – sugirió Roy.
"¡Y si eso no funciona… sigue intentándolo!" – dijo Max.
Mientras tanto, en casa de Claudia, Lisa, Miriya, Vanessa, Kim, Sammie y la pequeña Dana se reunían en el centro de la sala con sus bolsas de dormir.
"Esto me recuerda a las fiestas de pijamas que solía tener cuando era niña" – dijo Sammie.
"Aún eres una niña" – bromeó Vanessa. Sammie le mostró la lengua a su amiga.
"Y bien¿qué se siente saber que mañana será la señora de Roy Fokker?"
"Querrás decir la señora Grant-Fokker" – corrigió Claudia entrando a la sala con platos y cucharas en las manos mientras Lisa llevaba el helado.
"¿No piensa tomar únicamente su apellido?" – preguntó Sammie – "Siempre me ha parecido muy romántico ser la señora de alguien".
"Miriya, por ejemplo" – dijo Kim – "ella es Miriya Sterling".
"Sí, lo soy. Me gusta el apellido de mi esposo" – alimentó a Dana con una cucharada de helado.
"Pudiste haber conservado el tuyo" – dijo Claudia, sonriendo – "Dinos Lisa¿cuál escogerás¿Señora Hayes-Hunter o señora Hunter?"
"¿Qu-Qué?" – la pregunta la tomó desprevenida – "nunca he pensado en eso".
"Como si nunca hubiera escrito el apellido del Comandante junto al suyo" – bromeó Sammie.
"Quieres decir, del Capitán" – dijo Lisa llena de orgullo.
Todas las mujeres rieron. Lisa no pudo evitar sonrojarse y para tratar de ocultar su vergüenza, tomó a Dana entre sus brazos.
"Tú no te vas a reír de mí¿verdad?" – Dana rió.
"¿Es cierto que ha estado cenando con el nuevo primor del SDF-2?" – preguntó Kim.
"Si te refieres a Matt, sí es cierto. Es chico muy amable".
"He escuchado que quizás él está enamorado de usted" – dijo Vanessa.
"Son sólo rumores. Ayer platicamos amenamente y me dijo que le recordaba a su hermana".
"¿Su hermana?"
"Ella tenía ojos verdes como los míos. Matt me dijo que murió durante el ataque de Dolza".
"¡Pobre¿Necesita que lo consuelen?"
"¡Sammie!" – la reprendió Lisa – "¿No tienes novio?"
"Solamente preguntaba…"
"Tiene una novia que lo espera en Nueva Ciudad Pórtland. Esta planeando casarse con ella el año que viene".
"¡Que tierno!"
"¿Vendrá mañana a la boda?" – preguntó Claudia.
"Sí, y me dijo que te diera las gracias por la invitación".
"¿Irá a la boda?" – preguntó Kim desconcertada.
"Al Capitán Hunter no le agradará eso" – dijo Miriya.
"No… grada…" - dijo Dana.
Las mujeres miraron al bebé. Algunas veces pareciera como si entendiera todo lo que sucedía a su alrededor.
"¿Cómo lo sabes, Miriya?" – inquirió Lisa.
"Rick ha estado hablando con Max. Él piensa que ese hombre esta interesado en usted".
Vanessa, Kim y Sammie aplaudieron entusiastas.
"¡Está celoso!"
"Tonterías" – sacudió Lisa la cabeza.
"Él te ama, Lisa" – Miriya la observó – "¿Tú no?"
"Yo…"
"No hay por qué avergonzarse si aún lo ama" – dijo Vanessa – "aunque se haya comportado como un tonto".
"Los hombres son idiotas, Lisa" – dijo Sammie – "dale otra oportunidad".
"Ick… Ick…" - Dana aplaudió.
Una vez más todas miraron al bebé. Miriya sonrió.
"Dejemos en paz a Lisa" – Claudia mostró sus manos – "¿Quién me hará la manicura?"
Fue después de medianoche cuando Claudia oyó a alguien golpear su ventana. Abrió los ojos, se levantó y caminó hacia allá. Al levantar las cortinas, se encontró con la cara sonriente de Roy.
"¿Qué haces aquí, cariño?" – preguntó después de abrir la ventana.
"Necesitaba verte. ¿Te importaría salir un momento?"
"¿Sucede algo, Roy?"
"Por favor, sal".
"Está bien. Te veré en el portal de la entrada".
"No, probablemente despertarás a las chicas. Sal por aquí".
"¿Por la ventana?"
"Yo te atrapo" – le dijo sonriente.
Claudia lo miró dudosa pero finalmente saltó por la ventana. Roy la abrazó fuerte contra su cuerpo.
"¿Pasa algo malo, Roy¿Te estás arrepintiendo…?"
"En lo absoluto" – bazuqueó su cuello para calmarla –"solo te extrañaba".
"Yo también te extraño" – acarició Claudia su mejilla – "por un momento pensé que ya no te querías casar".
"De ninguna manera. He estado separado de ti por dos días y ya me siento vacío".
"¿Supongo que la comida de Rick es realmente mala, no?"
Roy sonrió y besó su nariz.
"Nadie cocina como tú, es verdad, pero es más que eso. Te necesito, te amo".
"Yo también te amo, Roy" – lo besó suavemente en los labios.
"Te prometo que haré lo mejor que pueda para hacerte feliz, Claudia. Te prometo que siempre estaremos juntos… no importa que…" – sus ojos se humedecieron.
"Yo te prometo que mi amor será sólo para ti, por siempre y para siempre… no importa que".
"¿Incluirás tu ensalada de piña?" – le guiñó un ojo.
"No serías Roy Fokker sin ella…"
Roy la silenció con un tierno beso. Ella echó sus brazos alrededor de su cuello y acarició su cabello. Cuando se apartaron el uno del otro, ambos mostraban lágrimas en sus ojos y sonreían.
"Creo que deberías cortarte el cabello antes de la boda".
"¿Mi cabello?" – la miró aterrorizado – "¡Ni lo sueñes! Nosotros los pilotos no nos cortamos el cabello".
"Ustedes los pilotos no dan otra cosa que problemas" – sonrió – "¿Le dijiste a tu hermano que se apresurara para recuperar a Lisa?"
"Lo está intentando, Claudia."
"¿Con flores?"
"Le dije que le diera pequeños obsequios".
"¿Le recomiendas tu técnica?" – puso sus manos sobre sus caderas.
"¿Funcionó, o no?" – Roy sonrió con arrogancia antes atraer a Claudia junto a él para besarla apasionadamente.
Continuará…
Traducción realizada por Emera.
Notas de la autora:
Siguiente capítulo: La boda de Roy y Claudia.
