Disclaimer: ROBOTECH es marca registrada de Harmony Gold U.S.A., Inc., sus personajes no son de mi autoría. Este fic fue escrito sin fines de lucro, sólo de entretenimiento.

"La Batalla del Amor"

Capitulo XVI

Rick salió a la calle y buscó a Lisa. La mujer corría tan rápido como podía calle abajo mientras su cabello se agitaba sobre su espalda.

"¡Lisa!" – gritó Rick antes de correr tras ella.

Los dos corrían por las calles de la Nueva Ciudad Macross seguidos de las miradas curiosas de los habitantes. Era todo un espectáculo ver a estos dos adultos, elegantemente vestidos, huyendo el uno del otro como si estuvieran jugando.

"¡Lisa, espera!"

Ella miró hacia atrás…

"¡Está tan cerca…!" – pensó alarmada.

Fue ahí cuando sucedió: el tacón de su zapato se quebró y la mujer se precipitó hacia el piso. Rick logró sujetarla por la cintura antes que cayera al suelo.

"¿Te encuentras bien?" – preguntó lleno de preocupación.

"¡No me toques!" – le contestó mientras se alejaba de él.

"¿Estás bien?" – repitió Rick.

"Sí, estoy bien. Ahora¿qué quieres¿por qué me estabas persiguiendo?"

"Quiero que respondas a la pregunta que te hice frente a toda la Base".

Lisa lo contempló con frialdad antes de darle la espalda y empezar a caminar.

"¿Adónde vas? Tenemos que hablar".

"No…"

Rick apretó los labios y recordó el discurso de Roy acerca de usar la fuerza si era necesario para conquistar a la mujer que deseaba…el piloto contó hasta diez y tomó una decisión.

"Oh, claro que vas a contestarme" – la tomó del brazo con fuerza.

Lisa lo miró incrédula mientras él detenía un taxi.

"¿Qué crees que estás haciendo, Rick?"

"Sube…" – ordenó Rick sin levantar la voz… pero amenazándola con la mirada.

"No…" ¿A quién cree que le esta hablando?

"Como gustes…"

Rick levantó a Lisa en brazos y la empujó dentro de la parte trasera del auto. El piloto entró tras ella y le dio instrucciones al conductor.

"¿Qué haces!"

"Tenemos que hablar. Acabo de hacer el ridículo frente a toda la base y creo que al menos merezco una respuesta".

"No te pedí que hicieras eso y no quiero hablar contigo" – Lisa se enderezó sobre su asiento y se quitó los zapatos.

"Pero hablaremos…"

La Capitana Hayes contempló por unos instantes en saltar del automóvil pero reconsideró la idea al no querer parecer melodramática. Viajaron en silencio hasta la Base y después de permitirles el acceso, el taxi se detuvo frente a la casa de Rick. El hombre pagó al chofer y descendió del auto para ofrecerle su mano a Lisa.

"No voy a quedarme aquí" – dijo ignorando a Rick – "Chofer, por favor lléveme a…"

"¡Sí, lo harás!" – Rick la alcanzó y la haló del brazo.

"¡Suéltame!"

Rick no iba a darse por vencido y echó a Lisa sobre su hombro para cargarla mientras el conductor arqueaba una ceja.

"Sea lo que sea que haya hecho, más le vale tener una buena disculpa preparada, soldado" – dijo el taxista antes de alejarse.

Lisa se debatió en los brazos de Rick todo el camino hasta el umbral. Rick se las arregló para abrir la puerta de un puntapié antes de bajar a Lisa y cerrar la puerta con llave.

"¿Has perdido el juicio? Déjame salir, Rick".

"No hasta que hablemos".

"¿Y de qué vamos a hablar? Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir".

"No lo entiendo" – se acercó a ella – "no sé por qué no puedes creerme… o perdonarme. Sé que he hecho muchas estupideces, y sé que te he lastimado ¡Pero lo siento¿No puedes darme otra oportunidad? Juró que te compensaré por todo".

"¡Rick, basta!"

"Te necesito, amor" – la tomó por los hombros – "¿No te das cuenta?"

"Es difícil de creer, Rick. ¡No ha habido más que tristeza en mi vida desde que te conocí!"

"¡Lo sé y lo siento¡Te extraño tanto!"

"Pues parece que te iba muy bien con la Señorita Macross".

"¡Olvídate de Minmei, Lisa! Ella no significada nada para mí".

"¿Ah, si? Me voy al espacio exterior y ¿Minmei se muda contigo?"

Rick dejó escapar un suspiro y se despejó el cabello del rostro.

"¿Qué puedo hacer para convencerte de que no es más que una amiga?"

"No la vuelvas a ver".

"¿Qué?"

"¿Es mucho pedir, Rick?"

"Minmei es mi amiga, Lisa".

"No confío en ella".

"Bien, pues tendrás que confiar en mí".

Lisa lo apartó de su lado.

"¡A cada momento y en cada oportunidad que se te presenta, corres hacia ella, Rick!"

"No corro hacia ella, Lisa" – él intentó tomar sus manos pero Lisa no lo dejó.

"Entonces, ella corre hacia ti y tú la recibes con los brazos abiertos".

"¿No harías lo mismo por tus amigos?"

"¿No vas a renunciar a ella?" – los ojos de Lisa se humedecieron… dime que lo harás…

"Siempre estaré ahí cuando ella me necesite"

Lisa sintió su corazón quebrarse nuevamente.

"¡Como quieras, Rick¡Ya no me importa¡¿Es todo! Porque tengo cosas más importantes que hacer que escucharte" – dijo con un gesto despectivo de su mano.

Rick entrecerró los ojos, furioso. Odiaba cuando ella lo trataba como un subordinado y la sujetó del brazo con fuerza.

"¡No me hables así! Soy tu novio, Lisa, tu hombre no un soldado bajo tu mando".

La mujer lo miró incrédula… incluso Rick se sorprendió con sus palabras pero culpó a Roy por el machismo que estaba demostrando. Lisa se rió en su cara mientras lo empujaba para alejarse.

"¿Qué es tan gracioso?" – refunfuñó Rick.

"Tú lo eres. No eres mi novio desde hace tiempo" – sonrió burlonamente – "¡y mucho menos mi hombre… es tan primitivo de tu parte decir eso!"

"Tú eres mi mujer, Lisa".

"Era…"

"Aún lo eres" – susurró peligrosamente, apresándola contra la pared – "eres mi mujer".

Lisa sintió el aliento de Rick sobre su rostro y su corazón empezó a latir sin control.

"Detente, Rick…" - intentó apartarse pero él la oprimió con su cuerpo varonil.

"¿Por qué eres tan necia?" – tomó su barbilla entre sus dedos para mirarla – "¿por qué no nos das otra oportunidad?"

Lisa contuvo la respiración llena de nerviosismo. Rick estaba tan cerca y sus ojos, sus hermosos ojos azules escudriñaban los de ella tratando de penetrar su alma.

"Es demasiado tarde. No quiero volver contigo" – dijo en voz casi inaudible.

"¿En serio?" – los labios de Rick rozaron los femeninos.

"Basta…no tienes derecho…"

"Lo tengo, Lisa… tengo el derecho porque te amo y tú me amas… aunque lo niegues".

Rick llevó sus labios al cuello de Lisa para depositar suaves besos sobre la piel.

"No…"

"Nos pertenecemos, Lisa" – apartó la tira de su vestido para alcanzar su hombro y mordisquearlo– "lo sabes".

"Lo único que sé es que cada vez que estamos juntos pasa algo horrible. ¿No es esa una señal?"

"¿Una señal?"

"Una señal de que no debemos estar juntos".

"Debemos estar juntos, Lisa. ¿No lo sabes ya?"

"Rick…"

"¿Me amas, Lisa?"

"Yo…"

"Dime si estoy perdiendo mi tiempo".

"No, no lo estás" – quería decir ella pero las palabras no salían de su boca.

"Ahora que lo pienso, en esta relación soy el único que ha dicho la palabra amor".

"¿No lo recuerdas? El día que partí en el trasbordador…" – pensó ella.

"¡Vamos, habla¡Dímelo!"

Ella no pudo hacerlo. Las palabras sencillamente se negaron a salir. Lisa bajó la cabeza y empezó a llorar.

"No llores, Lisa" – murmuró acariciando su cabeza.

"Necesito… necesito tiempo…"

"¿Tiempo para decidir si me amas?" – el dolor era visible en su mirada.

"Sólo… tiempo…"

"El tiempo siempre está en nuestra contra, Lisa".

"Es un riesgo que debo correr".

"Soy un piloto de combate, Lisa".

"Lo sé".

Rick la soltó desilusionado.

"Como quieras, Lisa".

Ella se llevó una mano al corazón y miró dentro de los ojos azules que significaban su mundo entero.

"Quisiera poder decirte algo diferente, Rick".

"No te preocupes…"

Se miraron el uno al otro por lo que pareció una eternidad. Rick aclaró su garganta y fue el primero en hablar.

"¿Quieres que te acompañe a tu casa, Lisa?"

"No, me iré sola. Estaré bien".

"Eso no sería muy caballeroso".

"Prefiero caminar sola. Buenas noches, Rick".

"Si así lo deseas, Lisa… adiós".


Lisa se dejó caer sobre su cama.

"Me dijo adiós…"

Sus palabras la atormentaban. Ella le había pedido tiempo y él había dicho adiós. Gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas y sobre su almohada, el rimel manchando la funda. Se escuchó a sí misma sollozar y se dio cuenta que había pasado mucho tiempo desde que había llorado así.

"Desde la muerte de Riber…"

Sí, había llorado cuando su padre murió en Alaska pero el dolor de perder a "un hombre especial, un hombre muy querido" era totalmente diferente. Lisa sonrió con tristeza al darse cuenta que había utilizado la letra de la canción de Minmei.

"¡Oh, Rick¡Te amo tanto!"

¿Por qué no podía decírselo? Él tenía razón, ella jamás se lo había dicho desde que comenzaron a salir.

"Tengo miedo".

Siempre había sentido miedo que Rick le rompiera el corazón. Minmei era una amenaza, una amenaza permanente ya que ella era el primer amor de Rick. Lisa sabía que él no tenía ese problema porque Riber estaba pero la Señorita Macross se encontraba al doblar la esquina.

"¿Cómo puedo competir con ella? pero ¿realmente tengo que competir?"

Un escalofrío recorrió su cuerpo cuando evocó los besos y las caricias de Rick así como las dulces palabras que solía susurrarle al oído en cada oportunidad. Lisa recordó el día que Rick la rescató de la Base Alaska. Recordó cómo los dos corrieron a abrazarse, cómo él la había sujetado con fuerza como si no la fuera a soltar jamás.

"¿Puede alguien ser tan bueno en fingir amor?"

La verdad era que ambos se habían lastimado el uno al otro y Lisa sospechaba que ella era la que más había sufrido. Intencionalmente o no, Rick había causado dolor al corazón de Lisa tantas veces que ella simplemente no estaba dispuesta a correr un nuevo riesgo. Lisa colocó su almohada junto a su cuerpo y la abrazó imaginándose a Rick a su lado.


Rick, ataviado en su traje de piloto, entró al hangar.

Buenos días, señores – saludó con formalidad.

Los pilotos que se encontraban reunidos, murmurando, se replegaron inmediatamente al escuchar su voz y lo saludaron.

¡Buenos días, señor!

Caballeros, espero que estén listos para salir a trabajar. Escuché que la fiesta del Capitán Fokker se extendió hasta la madrugada... – se ajustó los guantes ligeramente nervioso.

¡Estamos listos, señor!

¿Descansó usted bien, Capitán Hunter?

Los pilotos veteranos entornaron sus ojos como respuesta al comentario del más joven de los reclutas. Obviamente el chico no tenía idea ni se había dado cuenta que Rick no estaba de humor para bromas. Rick se volvió a mirarlo y estuvo tentado a remitirlo lejos pero únicamente sonrió.

Dormí como un ángel. ¡Ahora, Vámonos!

Todos los pilotos se dispersaron rumbo a sus VTs mientras Rick subía al suyo. Se colocó el casco y encendió la máquina. Escuchó y sintió el crujir del motor y supo que como nunca antes, necesitaba volar.

Lisa…

El rostro de Sammie apareció en la Red y le indicó el cuadrante que debería patrullar ese día. Rick le agradeció y cortó la comunicación. Deseaba la paz y la soledad que sólo las nubes le podían ofrecer. El técnico le dio la señal para despegar y el piloto aceleró.


Lisa entró al SDF-2 luciendo demacrada, sus ojos estaban hinchados y su rostro pálido. Pellizcó sus mejillas antes de entrar a la oficina de Gloval.

"Capitana Hayes, reportándose, Almirante".

Se quedó inmóvil cuando notó el enorme arreglo de rosas sobre el escritorio.

"Buenos días, Lisa. ¿Cómo amaneciste?" – Gloval giró su asiento para mirarla.

"Muy bien" – mintió tratando de sonreír.

"Por lo visto, tú y el Capitán Hunter no han solucionado sus problemas¿cierto?"

Lisa se sonrojó hasta la raíz del cabello.

"No tienes porque avergonzarte. La única persona que debería estar avergonzada es el Capitán Hunter. ¿En verdad creyó que estaba cantando?"

El almirante se cubrió las orejas mientras sacudía la cabeza y Lisa se rió.

"Tenemos que admitir que el Capitán Hunter es persistente. Estas flores llegaron para ti esta mañana" – apuntó hacia las flores sobre su escritorio.

"¿Para mi?"

"¿Para quién más¿Crees que tengo una admiradora?" - levantó una ceja.

"Con todo respeto, señor, usted es un hombre atractivo, inteligente y encantador".

"Me miras con los ojos de una hija" – sonrió – "y yo te miro como un padre y es por eso que debo recordarte que todos cometemos errores".

"¿Señor?" – ella lo miró sin entender.

"El Capitán Hunter ha madurado mucho desde el día en que lo conocimos¿no es cierto?"

"Sí, señor".

"Claro que me refiero a su trabajo como piloto, donde es casi infalible pero tenemos que recordar que aún es joven y tiende a ser impulsivo cuando se trata de mujeres".

"Almirante Gloval…" – Lisa deseó que la tierra se la tragara en ese momento.

"Lisa¿qué sugieres que hagamos cada vez que encontramos a un rebelde Zentraedi?"

"¿Darle otra oportunidad?"

"¿Incluso si es capaz de traicionarnos?"

"Todo mundo merece una segunda oportunidad, señor".

"Exacto".

Lisa observó a su mentor mientras encendía su pipa.

"Tengo el presentimiento de que intenta decirme algo, Almirante Gloval" – le sonrió.

"¿Quién, yo? No, en lo absoluto. Ahora por favor llévate tus rosas porque me están dando alergia" – el hombre estornudó mientras Lisa recogía su arreglo.

"Gracias, señor. Por todo".

"Te veré después, Lisa".

La Capitana regresó a su oficina y colocó las flores sobre su escritorio antes de leer la tarjeta.

Te amo.

Dime si tú me amas a mí.

Rick.


Lisa se reclinó en su asiento y suspiró profundamente.

Una semana había pasado desde la boda y la feliz pareja había vuelto de su luna de miel. Claudia fue transferida al SDF-2 para trabajar junto a Lisa y Gloval. Las dos mujeres se abrazaron tan pronto como se vieron.

"¡Te extrañé!" – Lisa estrujó a su amiga.

"¡Yo también te extrañé, amiga¿Ya arreglaste las cosas con tu piloto?"

"No… y no me mires así".

"¡No puedo creerlo¡Acabo de perder una apuesta con Roy!"

"¿Qué?"

"Roy dijo que no perdonarías a Rick. Yo le dije que lo harías. Ahora perdí y tengo que pagar".

"¿Qué apostaste?"

"No quieres saberlo" – sonrió con picardía – "pero ¿qué pasó con ustedes?"

"Tengo miedo y no sé que hacer…"

"Sé que Rick lo enredó todo pero estás llevando esto demasiado lejos, Lisa".

"Claudia…"

"¿Qué quieres decir con que no sabes qué hacer? Eres un adulto, un soldado, un guerrero entrenado, sabes lo que quieres y lo que debes hacer".

"Pero eso no significa que pueda conseguir lo que deseo".

"¿Por qué actúas como si lo hubieras perdido? La última vez que miré, Rick hacía el ridículo para tratar de recuperarte".

"Lo sé… y lo amo pero…"

"¡Sin peros¡Tienes que decírselo!"

"Lo haré… a mi tiempo".

Claudia dirigió su mirada al cielo implorando por paciencia.


Miriya y Max descansaban sobre la alfombra de la sala. Dana jugaba con sus bloques para armar, construyendo torres para luego derribarlas.

"Creo que tenemos a una pequeña guerrera" – dijo Miriya bastante divertida.

"Igual a su madre" –sonrió Max lleno de orgullo.

"No digas eso, mi amor" – Miriya frunció el entrecejo – "quiero que Dana sea lo más humana posible".

"Lo será".

"Max¿crees que Lisa y Rick volverán a estar juntos?"

"No lo sé" – movió la cabeza – "creo que no se comprenden el uno al otro".

"¿Por qué¿Por qué nosotros si pudimos comprendernos a pesar de ser de razas diferentes?"

"Porque era el destino" – Max besó a Miriya en los labios.

"¿De verdad lo crees?"

"¿Qué probabilidades había de que dos enemigos se enamoraran, se casaran y tuvieran un bebé?"

Dana dijo algo en Zentraedi y Miriya sonrió. Max no entendía bien los balbuceos del bebé y mucho menos si hablaba en Zentraedi.

"¿Qué dijo?"

"Algo así como, una en un millón, Maximillian".

"Ah, entonces nuestra pequeña hija es buena con los números".

"¡Boom!" – Dana saltó sobre la pared de ladrillos que había construido y rió.

"Tienen que volver" – insistió Miriya – "Lisa y Rick se ven muy bien juntos".

"¡Ick… Isa… sí¡Mami… papi… sí!"

La pareja miró a su hija que aplaudía con sus manitas.

"Tal vez ella sabe algo que nosotros no".


Varios días habían pasado desde que Rick y Lisa habían hablado. Él respetó sus deseos y le estaba dando tiempo. Lisa comenzaba a preguntarse si Rick había dejado de interesarse en ella…

"¿Necesitas compañía?"

Lisa desvió el rostro de la revista que pretendía leer.

"¡Hola, Matt!"

"¿Puedo sentarme?"

"Por supuesto" – cerró la revista.

"¿Cómo estás, Lisa? Pareces algo triste últimamente".

"Es sólo que tengo muchas cosas en qué pensar".

"¿Cosas o alguien en particular¿El Capitán Hunter, quizás?"

Lisa se sonrojó.

"Lo he visto por ahí y parece igual de triste que tú".

"¿Cómo lo sabes, Matt?"

"Soy un hombre, y puedo reconocer cuando un chico tiene problemas de faldas".

"¿Hablas en serio?"

"Sí, y si perdonas mi franqueza…"

"Adelante".

"Luego del show que protagonizó en la boda, me sentiría de la misma forma si no hubiera conseguido a la chica".

Lisa no pudo evitar sonreír.

"Fue todo un espectáculo¿verdad?"

"¿Un Capitán del RDF agitando sus caderas así¡Cielos¡Fue memorable!"

Matt empezó a reír y Lisa lo acompañó.

"No deberíamos estar riéndonos así, Matt".

"Lo sé… pero fue muy divertido… él debe amarte en verdad".

"Todo el mundo sigue diciéndome eso pero yo lo encuentro difícil de creer¿sabes?"

Lisa guardó silencio y sintió las lágrimas agolparse en sus ojos. El joven ingeniero colocó sus manos sobre las de ella.

"Todo va a estar bien, Lisa… sólo escucha a tu corazón".

De manera inadvertida, Rick los observaba desde la barra de la cafetería.


"¡Genial¡Aquí estoy atormentándome acerca de Lisa y ella se consuela con Matt!"

Rick continuó caminando por las calles de Macross hasta que se encontró con un cartel familiar y decidió entrar.

"Hola, Minmei"– no pudo evitar sorprenderse ante la redondez de su vientre.

"¡Rick!"

La cantante corrió hacia él y le tiró los brazos al cuello. Kyle, que limpiaba unos vasos en el bar, frunció al ver su gesto pero se dijo a si mismo que ese era un hábito de su mujer. El piloto la abrazó brevemente antes de apartarse.

"¡Tía Lena¡Tío Max¡Miren quién esta aquí!" – canturreó Minmei.

"¡Oh¡Rick, hijo¿Cómo estás?" – el tío Max salió a recibirlo.

"Que gusto volver a verte" – la tía Lena besó su mejilla.

Minmei lo invitó a tomar asiento en "la mesa de honor" junto a ella y llamó a Kyle con la mano.

"¿Tienes hambre, Rick¡Porque yo me estoy muriendo por comer! Tío Max¿podrías…?"

"Claro que sí, Minmei. Les prepararé algo muy especial para ustedes dos… perdón, para ustedes tres".

"Nuestra Minmei siempre está hambrienta" – explicó tía Lena antes de regresar a la cocina.

"¡Ah! Tengo una foto del bebé, Rick. ¡Debo mostrártela¡Ahora vuelvo!"

"¡No, Minmei, espera!" – Rick temía la idea de quedarse a solas con Kyle.

"No te escuchará" – dijo Kyle con seriedad – "a todo el mundo les ha mostrado a la niña".

"¿Niña?"

"Tendremos una niña" – y por primera vez, Rick observó a Kyle sonreír.

"¡Felicidades¡Debo admitir que Minmei se ve maravillosa! parece…"

"¿Llena de energía¡Sí, esta buscando qué hacer la mayor parte del día… me pregunto cómo será nuestra hija".

"Hermosa, estoy seguro".

"Como su madre".

"¡Increíble! Lynn Kyle y yo conversando…"

Minmei prácticamente regresó a la mesa de un salto y sostuvo un sonograma frente al rostro de Rick.

"¿Puedes verla?"

Rick escudriñó intensamente el sonograma, casi lastimándose los ojos.

"No, no realmente…"

"¿En serio¡Aquí está!" – Minmei apuntó hacia una mancha – "¿La ves?"

"¡Ah, sí¡Claro¡La veo!" – tuvo que mentir. ¿Para qué decepcionarla?

"Va a ser una balletista" – afirmó Minmei.

"Estoy seguro que sí" – sonrió Rick.

"¡Oh¡Soy tan egoísta¿Tú cómo estás¿Qué paso con Lisa? tengo que admitir que hiciste un gran trabajo en el escenario".

Rick se sonrojó y Kyle decidió burlarse de él.

"Estábamos pensando en contratarte como parte del coro".

"No creo que puedan pagarme lo suficiente como para repetir lo que hice allá arriba" – dijo Rick con naturalidad.

"¿Y funcionó?" – Minmei se reclinó sobre la mesa.

"No".

"¡Mentira!" – exclamó de manera infantil – "lo encuentro difícil de creer. Lisa te ama".

"¿Y cómo lo sabe, señorita Minmei?" – bromeó Rick.

"Sólo lo sé. Yo presiento esas cosas" – gesticuló con las manos.

"¡Oh, oh! Mejor ten cuidado, Hunter. Minmei se ha convertido en algo así como una psíquica desde que esta embarazada".

Rick se rió ante el comentario de Kyle.

"¿Por qué no me creen?" - Minmei hizo un puchero.

"Claro que te creemos" – bromeó Kyle.

"Te dije que presentía que un amigo vendría a vernos y fue cuando entró Rick".

"Tú eres amiga de todo el mundo, Minmei. Pudo haber sido cualquiera… sin ofenderte Hunter".

"No te preocupes".

Rick sonrió divertido mientras la pareja continuaba discutiendo. Minmei se quedó a media frase cuando la tía Lena llegó con la comida.

"¡Yum¡Nos estábamos muriendo de hambre!"

"¿Crees que esto es suficiente?" – preguntó Kyle mientras les servían cuatro platos

"Tal vez tío Max deba preparar algo de pollo y chow mein también" – dijo Minmei.

Rick miró a Kyle con curiosidad. El pacifista solamente sacudió la cabeza.


Era una tarde de domingo cuando el grupo de amigos se las había arreglado para tener el día libre y preparar una parrillada en la casa de los Fokker. Max y Roy encendían el asador mientras Rick arreglaba la mesa. Miriya intentaba ayudar a Claudia en la cocina y tuvo éxito preparando las hamburguesas. Lisa estaba encargada de traer el postre y fue la última en llegar.

"¡Hola!" – dijo Roy abriendo la puerta – "¿Por qué tardaste tanto?"

"Estaba horneando unos pasteles" – dijo señalando su canasta bajo el brazo – "¿No los hueles?"

"Huelen muy bien" – le dijo haciéndola pasar.

Lisa se encaminó hacia la cocina con Roy a corta distancia tras ella. El rubio inclinó la cabeza hacia un lado mientras observaba a su amiga con ojo crítico. Lisa posó la canasta sobre el mostrador y saludó a sus amigas.

"Oye Lisa¿cuántos pasteles te has estado comiendo?" – preguntó Roy.

"¿Qué?"

"Parece que te has comido más de uno".

"¡Roy!" – exclamó Claudia sorprendida.

"¡Cierra la boca, Fokker!" – le dijo Lisa

"Te hace falta Rick¿verdad?"

"¡No!"

"Mientes pero para tu buena suerte él está aquí".

"¿Está aquí?"

"¡Claro! Y es tu oportunidad de volver con él, si quieres…" – dijo antes de salir al patio.

Lisa se volvió hacia sus amigas y preguntó por Dana.

"Está afuera con Rick. Dana parece muy atraída hacia él" – contestó Miriya.

"¿Te importaría decirnos las cual es su atractivo, Lisa?" – preguntó Claudia para mortificarla.

"¡Oh, basta!" – Lisa espió a través de la ventana de la puerta y vio a Rick con Dana en brazos.

"¿Por qué no vas a saludarlo?" – sugirió Claudia.

Lisa sonrió ante la idea pero permaneció en la cocina hasta que las demás salieron. Max saludó desde la parrilla mientras que Roy soplaba con fuerza sobre sus dedos quemados. Rick sonrió desde la caja de arena donde Dana jugaba. Tomando valor, Lisa se acercó a ellos.

"¿Cómo estás, Rick?" – se sentó junto a él.

"Estoy bien.

"¡Lisa!" – exclamó Dana abrazándola.

"Hola princesa" – dijo besando su frente.

¿Cómo esta el trabajo en el SDF-2?" – preguntó Rick.

"Todo bajo control".

Se quedaron en silencio, sin saber qué más decir. Lisa respiró profundamente y estaba a punto de decirle a Rick sus sentimientos cuando Max lo llamó. Rick se disculpó y corrió hacia el asador, donde Roy saltaba de un lado a otro.

"¡Fuego¡Fuego!" – gritaba el piloto rubio.

"¿Cariño, por qué dejas que Max se encargue de la parilla?" – sugirió Claudia con la mayor delicadeza.

"Estaré bien Capitán, yo puedo encargarme" – suplicó Max con la mirada y Roy entendió el mensaje.

"Eres muy torpe, hermano mayor" – se rió Rick.

"Y tú eres un idiota" – dijo Roy golpeando el hombro de su amigo.

"¡Oye!" – dijo devolviéndole el golpe.

Lisa decidió sentarse junto a Miriya en la mesa mientras Rick y Roy se golpeaban como dos chiquillos.

"Rick ha perdido peso" – comentó Miriya –"Max dice que casi no come".

"Eso sí sería una novedad" – dijo Lisa – "considerando el apetito que tiene".

"Algo debe preocuparlo…"


Un par de horas después, el grupo recogía todo antes de volver a casa. Max y Roy estaban ocupados con la parrilla mientras Rick limpiaba la mesa. Miriya y Claudia guardaban las sobras de comida mientras que Dana se asía de la falda de su madre. Lisa decidió que era un buen momento para acercarse a Rick a solas.

"¿Tienes un minuto, Rick?" – preguntó insegura.

"Seguro" – continuó recogiendo los platos de la mesa – "¿Qué pasa?"

"He estado pensando en lo que dijiste…"

"Sé lo que vas a decirme Lisa" – la miró.

"¿Lo sabes?"

"Te he visto junto a él en la nave y por la ciudad".

"¿Con él?"

"Con Matt. Me doy cuenta que te has decidido por él…".

"Rick…"

"Sólo espero que él te haga en verdad feliz…de la manera que yo no supe hacerlo".

"Pero Rick…"

"De verdad espero que seas muy feliz" – repitió antes de entrar a la casa.

Estupefacta, Lisa se sentó en la banca y soltó una lágrima. La pequeña Dana que había observado todo desde la casa, caminó hacia ella y se apoyó sobre sus rodillas. La capitana miró a la niña y la sentó sobre sus piernas.

"Isa… no llorar…" - Dana levantó sus manitas hacia sus mejillas.

"De acuerdo Dana… Isa no llorar…"

"Isa... mamá… Isa no llorar…"

"Trataré Dana…" – dijo estrechándola en sus brazos.

Adentro de la casa, Rick estaba furioso. ¡No podía creer que Lisa no hubiera negado su relación con Matt¡Lo había cambiado y por alguien menor que él!


Días después, Lisa salía del baño y se encontró con Claudia. Su mejor amiga la miraba con seriedad, los brazos cruzados sobre su pecho.

"¿Por qué me miras así, Claudia?"

"¿Cuándo se lo vas a decir?"

"¿Cómo lo supiste?" – Lisa levantó sus cejas.

"Era una corazonada y la acabas de confirmar".

"¿Qué voy a hacer, Claudia¿Cómo voy a explicar esto?"

"No tienes nada que explicar, Lisa".

"¿Cómo pudo pasar? Fuimos tan cuidadosos".

"Pasó y punto" – Claudia puso la mano sobre el hombro de Lisa – "¿Cuándo se lo vas a decir?"

"No sé si deba".

"¿Qué?"

"Rick me rechazó el día de la parrillada".

"Un momento" – miró a Lisa con incredulidad – "¿Le dijiste que querías estas con él y él dijo que no?"

"No exactamente…"

"¿Cómo que no exactamente?"

"Él cree que estoy saliendo con Matt".

"¿Y se lo aclaraste, verdad?"

"No…"

"¿Qué rayos les pasa!"

"Pero Clau…"

"Si no estuvieras embarazada, te abofetearía. Tienes que decírselo".

"¿Crees que Roy lo sepa?"

"¿Roy?" – se extrañó Claudia.

"Me dijo que había ganado peso".

"Él piensa que es a causa de las galletas y los dulces no por un bebé".

"Ah…"

"¿Cuánto tiempo tienes?"

"Como ocho semanas".

"¿No lo sospechabas?"

"Me sentí algo extraña cuando volvimos pero creí que era por el salto hiperespacial. No fue hasta que Dana me llamó mamá que me asusté".

"¿Todavía estás asustada?"

"No, estoy feliz".

"Tienes que decirle al padre y pronto".

"No lo sé…"

"O se lo dices tú, o se lo digo yo" – amenazó Claudia.

"Estoy asustada, Claudia¿cómo tomará la noticia?"

"Si es el hombre que creo, se alegrará…"

"¿Y si no?"

"Y si no, Roy se encargará de romperle las narices…pero no creo que eso pase. Rick te ama. Díselo esta noche en casa".

"Pero es tu aniversario…"

"¿Qué importa? Será un hermoso regalo si ustedes dos se reconcilian" – dijo rodeando los hombros de su amiga.

"Está bien, lo haré, Clau" – le prometió.


Claudia, Miriya y Lisa estaban en casa de los recién casados ultimando los detalles de la cena. La capitana estaba encargándose de alistar la mesa, las flores y la decoración ya que el olor a comida la incomodaba terriblemente. En su lugar, la Zentraedi ayudaba a Claudia en la cocina a pesar de haberse cortado más de una vez en los dedos.

"¿Estás bien, Miriya?" – preguntó Claudia al escucharla quejarse.

"Sí, no se preocupe" – dijo soplando sus dedos frente a la estufa.

"Si quieres puedes ayudar a Lisa en el comedor".

"No, está bien. Sé que necesita que la ayuden y también sé que la capitana se enfermará si huele la comida".

Claudia miró a Miriya llena de sorpresa.

"Lo puedo presentir" – explicó ella – "y lo puedo ver en su rostro. Hay cierta dulzura en su mirada…"

"Es verdad".

"¿Lo sabe Rick?"

"Todavía no pero espero que ella se lo diga esta noche".

"Se cumplió el deseo de la capitana. ¿Recuerda lo que dijo la primera noche que salieron?"

"Que Lisa quería un bebé con el comandante…" – sonrió Claudia.

El sonido de la puerta que se abría y el gritó de Roy llamó su atención.

"¿Dónde está la mujer más hermosa del mundo?" – preguntó el rubio.

"¡Aquí!"

Ella se asomó a la sala y él la tomó en brazos para estamparle un beso apasionado en los labios. Max saludó a su mujer de igual manera mientras Rick y Lisa se miraban incómodos. El beso parecía no terminar y Rick optó por carraspear.

"¿Qué te pasa, Rick¡Cierto! No tienes a quien besar…¡por tonto!" – dijo Roy.

"Feliz aniversario, Roy" – dijo Lisa saludándolo.

"Hola Lisa…¿sigues comiendo pasteles?" – preguntó mordaz.

Por respuesta, ella le dio un pisotón mientras se sonrojaba.

"¡Eres un tonto, Fokker!"

"Las verdades duelen".

Un zumbido desde la cocina les anunció que la comida estaba lista y empezaron a servir la cena para llevarla hacia la mesa. Roy y Claudia ocuparon las cabeceras de la mesa mientras Max se sentaba junto a Miriya y Lisa junto a Rick. El piloto miró a Lisa de reojo.

"¿Cómo has estado, Lisa?"

"Bien y ¿tu?"

"Muy bien".

Lisa dejó escapar un suspiro. ¡Que difícil se habia vuelto sostener una conversación con Rick! Todos empezaron a pasarse las bandejas para servirse la comida mientras conversaban entre ellos…menos Rick y Lisa.

"Rick…"

"¿Qué?"

Ese ¿Qué? de Rick no le gustó para nada a la capitana pero siguió en su intento de conversar con él.

"Si tienes unos minutos me gustaría platicar contigo".

"¿Sobre qué?" – preguntó indiferente.

"Es algo muy importante".

"¿Sobre el trabajo?"

"No".

"Entonces no tenemos mayor cosa de que hablar" – contestó para sorpresa de la mujer.

Max golpeó el lado de su copa con una cuchara para llamar la atención del grupo. Miriya empezó a servir vino en las copas menos en la de Lisa y le guiñó el ojo.

"Brindemos por la feliz pareja" – dijo Max levantando su copa.

"Por muchos aniversarios más" – añadió Miriya.

"¿No vas a brindar?" – preguntó Rick al observar que Lisa llenaba su copa con agua.

"No tengo ganas de beber…"

"No seas aguafiestas" – dijo en un tono más alto de lo necesario.

"¿Por qué estás tan agresivo, Rick?"

Todos los ojos se volvieron hacia ellos.

"¿Agresivo, yo?"

"¿Qué te pasa?"

"Estoy fastidiado que seas tan…tan perfecta. Todos vamos a brindar por Roy y Claudia y tu no puedes…o no quieres…olvídate del protocolo y divertirte un poco".

"No sabes lo que dices, Rick".

"Seguro que Matt …"

"¿Matt?"

Rick apretó las mandíbulas molesto consigo mismo. Había dejado salir la verdad: que estaba celoso del nuevo novio de Lisa.

"Rick no entiendes…es por eso que quiero hablar contigo".

"No tenemos nada más que decirnos, Lisa".

"Tal vez debas escucharla, Rick" – intervino Claudia.

"No" – dijo poniéndose en pie.

"Rick, espera" – dijo Lisa tomando su mano.

El se sacudió como si ella lo quemara. Ese gesto lastimó a Lisa en lo más profundo.

"Roy…Claudia…lo siento pero debo irme" – dijo Lisa levantándose de la mesa.

"No tienes que irte" – dijo Claudia.

"No exageres, Lisa" – se burló Rick – "te estás comportando como una vieja amargada".

La mesa prácticamente contuvo el aliento al escuchar las palabras del piloto. Lisa lo miró con los ojos entrecerrados, incrédula que él la hubiera llamado de esa manera. Iracunda, Lisa tomó su copa de agua y la arrojó en el rostro del piloto antes de alejarse de la mesa y salir a la calle.

Demasiado estupefactos, nadie intentó detener a Lisa pero miraron a Rick con severidad. Rick sacó un pañuelo de su bolsillo y se secó el rostro antes de volver a sentarse.

"¿Qué te pasa?" – le preguntó Roy.

"¿A mi?"

"No debiste tratarla así" – sentenció Claudia.

"A ver¿por qué no puede tomarse un trago con nosotros¿Por qué siempre tiene que ser el soldado perfecto, eh?"

"Querías pelear con ella…"

"¡No es verdad!" – dijo Rick.

"¡Estás que te mueres de los celos!" – añadió Miriya.

"¿Celos, yo?" – Rick se encogió de hombros.

"Sí, estás enojado porque crees que Lisa está con otro" – dijo Max.

"Yo no creo nada. Sé que está con Matt".

"¡No lo está!" – dijo Claudia – "Ella te ama a ti".

"Si me amara…"

"¡Necio! Ella te ama y te lo iba a decir el día de la parrillada y hoy…" – Claudia se mordió la lengua para no continuar.

"¿Hoy, que?"

"Hoy…Lisa quería hablar contigo pero lo arruinaste" – dijo Miriya.

"Te comportaste como los niños: cuando les gusta alguien, peor los tratan" – dijo Roy.

"¡Oh, déjenme en paz!" – exclamó Rick poniéndose en pie.

"¿A dónde vas?" – preguntó Roy – "Todavía no terminamos contigo".

"Pues yo terminé con ustedes…y lamento haberles arruinado la noche".

El piloto salió de la casa y empezó a caminar por las aceras y para colmo una llovizna empezó a caer.

"Soy un idiota" – se dijo.

Era verdad. Había querido lastimarla porque ella lo había rechazado por Matt cuando él la amaba desesperadamente. Todos decían que ella lo amaba a él pero si era así…¿Por qué Lisa no se lo decía?

Tal vez porque él no le daba la oportunidad…

Suspirando, decidió que iba a cambiar su horario de trabajo para no encontrarse con ninguno de sus amigos al menos durante una semana.


En su casa, Lisa acostada sobre la cama hablaba a su vientre.

"Tu padre es un idiota" – le dijo a su bebé – "¿Cómo puedo amar a un malcriado como él?".

¿Cómo se había atrevido a llamarla por ese nombre? Esas eran las palabras más hirientes que le habían dicho en la vida y siempre era Rick el que las decía. Suspirando se dijo que eso no era lo único que la habia lastimado…Rick la habia tratado con total indiferencia y no parecía interesado en hablar con ella.

"Ahora¿qué hago¿Cómo le digo sobre tu existencia?"

Tal vez no se lo diría, decidió. Tal vez sería mejor pedir un traslado a otra base para alejarse de él.


Rick Hunter despertó al escuchar tumbos a su puerta.

"¿Qué pasa?" – se preguntó asustado.

Rick se levantó corriendo de la cama y abrió la puerta de la entrada para encontrarse con Roy mirándolo con severidad.

"¡Roy¿Qué te pasa¿Es una emergencia?"

"¿Te sientes mejor ahora que estuviste escondido durante una semana?"

"No estuve escondido".

El dedo índice de Fokker se clavó en el pecho de Rick.

"¿Me quieres decir qué rayos pasa contigo?"

"Nada".

"¿Sigues pensando que Lisa está con Matt?"

"¿Hay pruebas de lo contrario? Ella me lo dijo".

"¿Lisa te dijo eso?"

"El día de la parillada".

"No creo que ella haya dicho eso…¿de donde sacaste esa idea?"

"Yo los vi en una cafetería…él la tenía de la mano".

"¿Eso es todo¡Eres más tonto de lo que creía!"

"¡Oye, sin insultos!"

"¡Debería darte una tunda para hacerte entrar en razón¡Lisa esta enamorada de ti!"

"Yo no lo pienso así…"

"Ese es tu problema, piensas mucho o no piensas nada en lo absoluto. Lisa estaba a punto de decirte que te amaba ese día de la parrillada".

"¿En serio?" – sonrió engreído.

"Sí, y lo echaste a perder".

"Aún puede decirme que me ama".

"¡Borra esa arrogante sonrisa de tu rostro¿Sabes dónde esta Lisa ahora mismo?"

"¿En el trabajo?"

"Sí, amiguito, en el trabajo… preparándose para partir hacia el espacio".

"¿Qué!"

"Le pidió a Gloval enviarla a la fábrica con Breetai. Se va, idiota".

"¡No puede hacerlo!"

"Bueno¡entonces será mejor que hagas algo para detenerla!"

Rick observó a su amigo desconcertado.

"¿Qué estás esperando¡Vístete¡Y muévete!"

"¡Sí, sí!"

Rick se volvió y corrió hacia su recámara, justo a tiempo para perderse la sonrisa de Roy.


Lisa revisaba su correspondencia cuando un memorando fue colocado sobre su escritorio.

"Gracias" – musitó Lisa sin levantar la vista del papel que leía.

"Como vamos a extrañarlo…"– dijo su asistente.

"¿A quien?"

"Al Capitán Hunter. Se va".

"¿Qué!" – Lisa se puso de pie y tomó la carta en sus manos. Las palabras desfilaban ante sus ojos – "Rick ha sido enviado a la nave de Breetai… indefinidamente".

Su corazón comenzó a palpitar con fuerza. Inconscientemente se llevó una mano al abdomen… Tengo que decirle.

"¿A qué hora parte el trasbordador?"

"En diez minutos, Capitana Hayes".

Sin decir otra palabra, Lisa salió corriendo de su oficina rumbo al hangar. Sus pasos apresurados se escucharon a través del corredor.


Rick entró al trasbordador y corrió hacia la cabina del piloto. Lisa llegó poco después y miró a su alrededor.

"¡Rick¡Rick¿Estás aquí?"

Escuchó la puerta abrirse y vio a Rick salir de la cabina.

"¡Lisa!"

Se miraron el uno al otro.

"¡No te vayas!"

¿Quién lo dijo primero? Eso no importaba. Lo único que importaba era que corrían hacia los brazos del otro.

"¡Lisa, Lisa… no me dejes!"

"No puedes irte, Rick. Te amo, Rick Hunter. ¡Te amo!" – besó sus mejillas.

"¡No puedo estar sin ti¡Cásate conmigo!"

"¿Qué!" – lo miró con incredulidad.

"Le diremos a Gloval que nos casaremos. Tendrá que esperar para mandarte al espacio".

"¿Cómo?"

"¡Cásate conmigo¡Te amo!"

"¡Sí¡Sí¡Te amo!"

"Y yo te amo a ti, Lisa Hayes".

Rick llevó sus labios hacia los de Lisa y ella se los ofreció abiertamente. Sus miradas se encontraron brevemente antes de besarse apasionados. Rick llevó su mano hacia la cabellera de Lisa para tomarlo entre sus dedos mientras la besaba con desespero. Ella acarició su nuca antes de rodear su cuello con un brazo para acercarse a él. Se besaron hasta quedar sin aliento y Rick acercó su frente a la de ella antes de tomar sus manos entre las suyas.

"¡No te puedes ir Lisa! Tienes que decirle a Gloval que cambiaste de opinión".

"Pensé que eras tú quien se iba…"

Ambos abrieron los ojos con sorpresa al entender lo que estaba sucediendo.

"¡Nos engañaron!" – Rick abrazó a Lisa – "Roy me dijo que Gloval te enviaría con Breetai".

"Y yo recibí un memorando firmado por Gloval que me informaba sobre tu partida hacia el espacio".

"¿Así que, el viejo Almirante estuvo involucrado en esta farsa?" – dijo Rick divertido.

Lisa recostó su cabeza en el pecho de Rick.

"¡Deberíamos hacerles pagar por esta broma!"

"Pienso que deberíamos agradecerles, amor. ¿No lo crees?"

"Supongo que sí. Hemos sido tan tontos…"

"Y hemos desperdiciado tanto tiempo. Lo siento, Lisa…"

"Yo también lo siento, Rick".

"¡Oh¡Casi lo olvidaba! Tengo una sorpresa para ti" – dio un paso hacia atrás.

"Hablando de sorpresas… yo…"

"He estado guardando esto desde que regresaste del espacio, Lisa" – sacó una cajita de terciopelo de la bolsa de su pantalón – "esto no es lo que había planeado y sé que ya te lo pregunté pero…"

Lisa tragó con dificultad mientras Rick se arrodillaba. El piloto abrió la cajita, revelando un anillo.

"Lisa Hayes¿te casarías conmigo?"

Rick apenas pudo escuchar su respuesta pero la vio asentir con la cabeza mientras lloraba. Tomó el anillo entonces y lo deslizó en su dedo mientras la besaba dulcemente en los labios.

"Te haré muy feliz, Lisa".

"Sé que lo harás" – descansó su cabeza sobre su hombro – "yo también tengo una sorpresa para ti".

"¿De verdad?"

"Puedes considerarlo tu regalo de compromiso" – se sonrojó Lisa.

"¿Mi regalo de compromiso?" – la miró expectante.

"Rick… ¿Cómo te sentirías si en lugar de dos… fuéramos tres?"

Los ojos azules de Rick se abrieron con sorpresa. Por un instante, Lisa pensó que se desmayaría.

"¿Quieres decir…?"

"Estoy embarazada, Rick…"

"¡Viva!" – Rick la levantó de la cintura y giró con ella. Lisa rió llena de alegría por su reacción y se aferró a él.

"¡Bájame!" – reía Lisa – "¡Me estás mareando!"

"¡Te amo¡Dime que amas!" – la abrazó

"Te amo y nuestro bebé también te ama".

"¡Te prometo que te amaré hasta el último día de mi vida, Lisa!"

"Es un trato, Capitán Hunter".

Ambos sellaron su promesa con un tierno beso, lleno de amor.


Toda la tripulación del SDF-1 y del SDF-2 tenía la mirada fija en el trasbordador y aguardaban con atención. Un respiro de alivio generalizado se dejó escuchar cuando Rick y Lisa salieron de la nave tomados de la mano. Una ronda de aplausos se hizo presente al igual que un par de vivas, y la joven pareja saludó.

Max se encontraba sentado a la orilla de su VT con Miriya a su lado.

"¡Funcionó!" – dijo la hermosa Zentraedi – "¡Ya era hora!"

"¡Así se hace, jefe!" – Max le mostró la señal de victoria con sus dedos.

"¡Sí¡Sí¡Sí!" – gritaban los demás pilotos, emocionados.

Ambos se sonrojaron y sonrieron tímidamente al levantar la mirada. Gloval, Roy y Claudia los observaban desde la cubierta. Rick y Lisa inclinaron ligeramente la cabeza en señal de respeto hacia su oficial superior. Gloval les correspondió halando sutilmente su boina. Lisa alzó su brazo y la luz del sol hizo brillar el anillo en su mano. Más aplausos se dejaron escuchar.

"Parece que al fin esos dos se reconciliaron" – Claudia abrazó a su esposo.

"Gracias a nosotros" – dijo Roy con arrogancia.

"¿Gracias a ustedes? Yo soy el cupido en esta historia Capitán Fokker ¡Que no se le olvide!" – dijo Gloval bromeando a medias.

La pareja recién casada se miró divertida.


Luego del "espectáculo", todo mundo volvió a sus actividades con ánimo festivo… Rick y Lisa, los más queridos y respetados miembros del RDF estaban finalmente juntos.

Estaba oscuro cuando Rick aterrizó su Veritech pero pudo ver a Lisa esperándolo en cubierta. Apagó el motor y se quitó el casco antes de abrir la cabina. Ella le sonrió y Rick hizo lo mismo antes de saltar fuera de su avión y correr hacia ella.

"Yo me lo llevaré, señor" – dijo el técnico, amistosamente. Rick le agradeció antes de abrazar a Lisa.

"Pensé que estarías en casa, mi amor".

"Quise esperarte y asegurarme de que no estoy soñando".

"Claro que no estás soñando" – Rick la tomó de la mano y le señaló el anillo.

"¿En verdad estamos comprometidos?"

"Por supuesto que sí"– besó su nariz – "¿Qué te parece si nos vamos a casa?"

"Creo que es una maravillosa idea".


Rick abrió la puerta de su apartamento y levantó a Lisa entre sus brazos.

"¿Qué estás haciendo?"

"Dándote la bienvenida a casa. Lisa. Este es nuestro hogar".

"En realidad, le pertenece al RDF… "- Rick la acalló con un beso antes de cruzar el umbral.

Ambos se quedaron atónitos cuando entraron. Velas encendidas engalanaban el lugar así como pétalos de flores adornaban la alfombra. La mesa había sido arreglada especialmente con fina mantelería y delicada vajilla. Rick bajó a Lisa con cuidado y los dos caminaron hacia la mesa.

"Hay una nota" – Lisa la tomó entre sus dedos y la leyó en voz alta – "De nosotros para ustedes, con amor. Max, Miriya, Roy y Claudia. Posdata: tienen el día libre mañana"

"Tenemos grandiosos amigos" – Rick sonrió y abrazó a su prometida – "¿Tienes hambre?"

"No de comida" – lo miró sugestivamente.

"Yo tampoco" – Rick rozó sus labios con los de ella – "¿Qué tal una ducha? En verdad necesito una".

"¿Una ducha?" – Lisa se ruborizó profusamente. Rick rompió a reír.

"¿Qué te sucede?"

"Nunca me he duchado con nadie".

"Será divertido" – la tomó de la mano.

"Pero… pero…"


Horas después, ambos se encontraban envueltos en toallas recostados sobre la cama de Rick. El piloto se recargó sobre su antebrazo para observar a Lisa mientras ella acariciaba el cabello oscuro de su prometido. Rick colocó amorosamente una mano sobre el abdomen de ella.

"Es increíble" – dijo Rick fascinado – "mi bebé crece dentro de ti".

"Un bebé de nuestro amor" – sus ojos se nublaron.

"¿Estás bien, Lisa?"

"Soy inmensamente feliz. Jamás había sido tan dichosa".

"Tampoco yo" – besó su frente – "ganamos la batalla, Lisa…"

"¿La batalla?"

"La batalla del amor, cielo. Por fin estamos juntos" – Rick acercó sus labios para besarla suavemente.

"Oh, Rick…"

"Tú me complementas, Lisa. Sin ti, me siento vacío. Incluso pierdo el apetito".

"¡Eso si es grave!" – rió Lisa.

"¿Podrás perdonarme por todo lo que te hice sufrir?"

"Te perdono" – acarició su mejilla.

"¿Qué hice para merecerte?"

"¡Tuviste suerte!" – pellizcó su mejilla.

"Eso es seguro…"

"¡Te amo, piloto!"

"¡Te amo, Lisa. No soy nadie sin ti… pero a tu lado, soy infinito!"

"Rick…"

"Sin ti no puedo vivir… ¡jamás me abandones!"

Lisa ofreció sus labios y él los tomó mordisqueándolos, buscando entrada. Sus manos se deslizaron para apartar la toalla que los envolvía y cubrió el cuerpo desnudo de Lisa con el suyo. Su suave forma femenina se amoldó a la de él, absorta. Los brazos de Lisa rodearon su cuello y los de Rick sujetaron su espalda.

"Te deseo" – susurró Rick, roncamente.

"Te necesito…"

"¿Qué pasa con el bebé¿Puedo lastimarlo?"

"¿Él?" – preguntó Lisa, divertida.

Rick sonrió apenado.

"O ella…"

"¡Rick Hunter¡Quieres un niño!"

"O una niña… lo que nos traiga la cigüeña…"

Lisa acarició el labio inferior de Rick con su lengua.

"Tómame…"

"¿Y el bebé?"

"Estará bien… sólo ámame como siempre lo haces…"

"¿Y cómo es eso?" – dijo Rick levantando una ceja.

"Apasionado y tierno…como solo Rick Hunter sabe hacerlo" – besó su cuello.

"¡Señor, sí señor!" – repuso bromeando.

Y ambos se perdieron en un profundo abrazo, dejando al pasado atrás y viviendo únicamente para su amor y para su bebé.

I finally found someone
that knocks me off my feet
I finally found the one
that makes me feel complete

It started over coffee
we started out as friends
its funny how from simple things
the best things begin

I finally found someone
Someone to share my life
I finally found the one
To be with every night
Because whatever I do
It is just got to be you
My life has just begun
I finally found someone (1)


Dos semanas después, Rick y Lisa se casaron en una ceremonia privada dentro de la Base. Gloval llevó a Lisa hacia el altar mientras Rick la esperaba con Roy a su lado. Claudia fue la dama de honor, y Minmei la invitada de honor - no había nada en el mundo que le hubiera impedido presenciar la boda de su mejor amigo.

Los Hunter se mudaron a una casa de dos habitaciones, no muy lejos de los Sterlings, y muy pronto comenzaron a decorar la recámara del bebé con aviones de juguete colgando del techo dado que Rick estaba convencido que el bebé sería niño, y Lisa lo aceptaba ya que simplemente no quería discutir.

Lisa se encontraba en los seis meses de embarazo cuando Claudia anunció también el suyo. Gloval bromeó diciendo que algo pasaba con el agua porque parecía que toda su tripulación tendría bebés… pero no podía sentirse más feliz que convertirse en abuelo.

El matrimonio no era fácil. Fue una conjugación no solo de almas sino de maneras de pensar… y personas tan testarudas como Rick y Lisa tuvieron bastantes dificultades para ajustarse a los hábitos de cada quien. Más de una vez habían sentido la necesidad de salir por la puerta y olvidarse de todo… pero el tiempo les mostró que el uno sin el otro los hacía sentirse incompletos, así que idearon formas de comunicarse y permanecer juntos.

El trabajo continuaba a bordo del SDF-2, con los preparativos necesarios para el día en que la nave estuviera lista y saliera rumbo al espacio en busca de Los Maestros de la Robotecnia. Mientras tanto, todo se mantenía en calma sobre el planeta Tierra y sus sobrevivientes que luchaban por la reconstrucción, orientando toda su fe a restaurar la civilización.


Dana Sterling corría por el patio trasero seguida de Roy, Rini y Benjamín. Roy Hunter era un simpático niño de cabellos oscuros y desordenados como su padre pero con profundos ojos verdes. Rini Lynn era una princesa de cabello negro con ojos tan azules como los de su madre. Ben era la viva imagen de su padre, con cabello rubio pero ojos color miel como los de su madre.

"¡No pueden atraparme¡No pueden atraparme!" – Dana les mostraba la lengua a los chiquillos.

Benjamín Fokker, el más joven de los niños corrió tras ella mientras Rini tropezaba y caía al suelo. El pequeño Roy Hunter se detuvo junto a ella y palmeó su brazo.

"No llorar… Rini… estás bien… Rini bien…"

"Rini… no bien…" - la versión en miniatura de Minmei hacía puchero.

"Sí… Rini… bien…" - Roy hizo una mueca graciosa y la niña sonrió.

"¡No pueden atraparme¡No pueden atraparme!" – desafió Dana a sus amiguitos nuevamente con Ben junto a ella.

Roy sujetó la mano de Rini y ambos corrieron hacia Dana.

No lejos de ahí, los Hunters, los Lynns, los Sterlings y los Fokkers había observado toda la escena.

"Parece que Roy es un Don Juan, igual que su padre… y su tío" – bromeó Roy.

"Sabía que no debí haberle puesto tu nombre" – refutó Rick.

"Hacen una pareja muy linda" – dijo Minmei sonriendo – "¿No sería maravilloso que terminaran juntos?"

"Mi hija no se casará con ningún militar" – dijo Kyle con seriedad.

Lisa Hayes-Hunter hizo su mejor esfuerzo para no opinar al respecto pero coincidió con Kyle. Había podido observar el rostro de Rini y tuvo que admitir la increíble semejanza con su madre… una verdadera rompecorazones.

"¡Vamos, Kyle¿Después de todo este tiempo…?" – inquirió Roy.

"Recordemos que Rini es mayor que Roy" – dijo Lisa adustamente.

"¿Y? A los Hunter nos gustan las mujeres mayores".

A Lisa no le hizo gracia el comentario de su esposo pero no dijo una palabra, particularmente porque él la abrazó con ternura.

"Creo que a Ben le gusta Dana. Le agradan las chicas rudas" – dijo Roy

"Y sí que lo es" – dijo Max pensativo.

En ese preciso momento, Dana empujó a Ben con fuerza. Miriya se levantó y le llamó la atención en Zentraedi. La nena sollozó y se dirigió a una esquina del jardín mientras Ben la seguía para tomar asiento junto a ella.

"Es una guerrera…" - dijo Miriya – "sería el orgullo de los Zentraedi".

Las parejas rieron y miraron a los niños llenos de cariño y esperanza.

"Esperemos que todo permanezca como hasta ahora" – dijo Roy levantando su vaso.

"Que el futuro sea próspero para nuestros hijos" – agregó Lisa.

"Life is only what we choose to make it…"– empezó a cantar Minmei.

"Let's just take it…let us be free…"– continuó Max.

"We can find the glory we have dreamed of..." – dijo Claudia.

"And with our love, we can win..." – añadió Rick.

"With strong hearts that beat us one, watch us soar…" – sonrió Kyle.

"And with love that conquers all...we'll win this battle...we will win..." – finalizó Minmei.

FIN… (¿por ahora?)

Traducción realizada por Emera.

Notas de la autora:

(1) Song "I finally found someone" by Streisand, Hamlisch, Lange & Bryan Adams, all rights reserved to its authors. No infringement intended.

(2) Song "We will win" from the Robotech books – no infringement intended.

¡Muchas gracias por seguir esta historia! Espero hayan disfrutado del capítulo final y que me dejen un último review – créanme que mi traductora y yo se los agradeceremos infinitamente.

Aguila Fanel: Gracias por leer. Espero te haya gustado como terminó.

Deniko: Gracias por escribir. Lo alargué un poquitín de mi versión orginal en inglés…jeje…espero que esto te ponga feliz.

Sandra: Perdona la tardanza…pero más vale tarde que nunca¿no?

Tsunade: Perdona tambien la tardanza. Ojalá que las 4 personitas del trabajo me dejen un review…¿si:-P Ah, y yo soy la escritora del fic en inglés tambien.

Alcione Yil de Cfiro: ¡Hola! Yo soy la escritora original del fic y sí¡claro que se casan y tienen un hijito! Robotech, despues de Candy Candy ha sido mi anime preferido y bueno, este es el resultado de mi mente fantasiosa. Gracias por tu apoyo.

Caballero de la luna: Gracias por leer y no, no sé quien tiene el anime en español.

Ruth: Gracias por leer mi fic. Es verdad que la quité pero gracias a lectoras como tu, decidí terminarla. Gracias en verdad.

Teniente Hikaru: No sé si aun lees este fic pero si lo hiciste, espero que te haya gustado tanto como in inglés. Gracias.

Ferduran: Gracias tambien a ti. Y no, no tengo pensado seguir una historia con Roy pero lo que mencionas de los poderes es cierto…y por eso se me ocurrió que Dana tambien debía tener algo de poderes¿no crees? Aunque en mi lógica…los pierde despues del desafortunado encuentro con el Dr. Zand.

Alexiel: ¿Estás ahí? Gracias por leer.

GPPR: Tus dibujos son super lindos. Gracias por leer.

EMERA: Gracias por insistir en traducir este fic y por ofrecerte a hacerlo. I wouldn't have done it without you! Many thanks!