¡Hola!

Resulta que no he podido actualizar antes porque tenía estropeado el ordenador, lo siento mucho.

Antes de nada, advertiros algo. Aunque cierta escena de este capítulo pueda parecer demasiado violenta, no os asustéis que el resto del ff no es tan fuerte. En realidad basé el ff más en el tipo de reacciones que tendrían en una situación así, o sea, que es más tipo reflexión psicológica y creo que puede ser interesante, así que no os asustéis demasiado.

Este capítulo es bastante explicativo y entenderéis bien de que va toda la cosa. Así que… ¡espero vuestros reviews con vuestras opiniones!

¡Ánimo! Y que os guste!

2 LAS REGLAS.

La mayoría de los chicos empezaban a recuperar la conciencia, miraban a su alrededor intentando ubicarse y buscaban a sus amigos entre la confusión.

Un pequeño grupo de alumnos de primer curso se habían juntado cerca de donde estaba Harry.

¿Esto es Hogwarts? Vaya decepción, yo me lo imaginaba más acogedor.- comentaba uno de los niños.

-Yo también, vaya formas de traernos, dejándonos aquí tirados en el suelo.

-A lo mejor es un método de seguridad contra muggles.

Harry los había oído, y les dio lástima. ¿Cómo iba a decirles que algo había salido mal? No tenía una explicación y no quería asustarlos antes de tiempo.

-Creo que el tren era un traslador, o el túnel, o algo debió pasar en el túnel que nos ha traído hasta aquí.- dijo Harry a Roger Davies, que aún seguía a su lado.

-Puede que sí. ¿Pero dónde demonios estamos¿Cuánto tiempo hemos estado inconscientes? Ya es de noche.- dijo Davies.

-Ni idea, espero que en Hogwarts ya se hayan enterado y hayan avisado al ministerio. Esto no me da buena espina.-dijo Harry.

Buscó con la mirada a Ron y Hermione, y vio que estaban juntos, hablando muy preocupados. Se abrió paso entre los alumnos para llegar hasta ellos. Les hizo un gesto para llamar su atención y ellos le miraron alegrados. Pero en ese momento, un frío glaciar se apoderó de la sala, empañando de vaho los viejos cristales, y asfixiándoles de nuevo.

La única puerta de la estancia se abrió. Sin duda, algunos habrían intentado hacerlo para salir de allí, pero no habrían tenido éxito. Un gran número de dementores entraron y se colocaron rodeando la sala, situándose junto a las paredes, como estatuas, vigilándoles y amenazándoles sólo con su presencia.

"Dementores, claro, debí suponerlo" pensó Harry al recordar cómo se había despertado. " Ellos han debido traernos aquí."

Inmediatamente, al ver a los dementores, todos los miembros del ED sacaron sus varitas, preparados para convocar un Patronus. Había sido todo un acierto que Harry les enseñara el año anterior.

Una voz aguda y siseante retumbó en la sala.

- Bajen esas varitas ahora mismo, si no quieren que empiece a morir gente antes de tiempo.

La cicatriz, que no había dejado de dolerle desde que se despertó, empezó a dolerle con más intensidad. Sin duda, Voldemort estaba allí. Nadie de los que estaban en la sala conocía esa voz, y aunque asustados por la advertencia, creyeron que se trataba de una broma de mal gusto.

La puerta volvió a abrirse y esta vez entraron algunas personas vestidas de negro con máscaras.

Harry ya sabía que aquello iba en serio, pero los demás empezaron a darse cuenta, al ver a los mortífagos, que no era una broma.

De pronto, apareció en sus cuellos una especie de collar metálico, ajustado como el collar de un perro. Los chicos trataban de quitárselo, pero no parecía tener ningún cierre por ninguna parte.

- A partir de ahora sois nuestros rehenes.- habló uno de los mortífagos.

La estancia se convirtió en un murmullo constante de preguntas, quejas y...miedo. Nadie se atrevía a preguntar nada.

¡Silencio- ordenó el mortifago- Supongo que querréis saber para qué estáis aquí y cuales son las reglas.

¿Reglas¿Qué reglas- logró decir al fin un chico.

-Las reglas del juego, señor Smith.- contestó con tranquilidad el mortífago.

Zacharias Smith se quedó abrumado¿cómo sabía aquel mortífago su nombre¿Y de qué juego hablaba?

-Estáis en una isla, protegida con magia para que nadie os pueda encontrar y para que nadie pueda escapar. Si alguien intenta escapar nos veremos obligados a eliminarle, al igual que si alguien trata de quitarse el dispositivo de seguimiento o utiliza un Patronus contra los guardianes.-explicó el mortio.

Algunas chicas empezaron a llorar.

¿Van a matarnos a todos- dijo Pansy Parkinson, con la voz quebrada.

Harry volvió la vista hacia ella y comprobó que algunos Slytherin que estaban con la chica, estaban igual de atemorizados que el resto de los alumnos.

-No, señorita Parkinson, van a matarse entre ustedes, a menos que no cumplan con los objetivos y tengamos que intervenir.- dijo el mortifago con satisfacción, al que se unieron unas carcajadas de los otros mortifagos que estaban allí.

"¿Matarnos entre nosotros¿Qué locura es ésta?" pensó Harry, agarrando con fuerza la varita y deseando lanzarle un Avada Kedavra al mortífago, aunque no lo hubiera hecho nunca antes.

- El Ministerio está al tanto, estaréis aquí hasta que satisfagan nuestras condiciones: liberar a los presos de Azkaban y rendirse ante el Señor Tenebroso, devolviéndole el poder.

Gritos de horror llenaron la sala.

- Mientras que se deciden a hacerlo o no, tendréis un trabajito para manteneros entretenidos.-dijo el mortífago frotándose las manos.- He aquí las reglas.

Hizo aparecer unas letras en el aire, a la vez que iba leyendo.

Regla nº 1: Queda prohibido el uso del Patronus, quitarse el dispositivo de seguimiento o tratar de escapar tanto a través del agua u otro medio mágico, ya sea escoba, traslador o desaparición... El que infrinja esta regla será eliminado con la muerte.

Regla nº2: A cada uno se le dará un equipo de supervivencia que incluye: una copia de las reglas, agua y comida para tres días, y un objeto.

Regla nº3: Cada día debe haber como mínimo 10 bajas, en el caso de que no se cumpla con esta regla, nosotros llevaremos a cabo las muertes al azar hasta cumplir con el cupo.

Regla nº4: Dos veces al día, a las 12 de la mañana y a las 12 de la noche se informará de las bajas causadas ese día.

- Así será cada día hasta que el ministerio decida cumplir nuestra petición.- concluyó el mortifago.

Los chicos no daban crédito a lo que había oído. Aquello era una crueldad. La desesperación, el miedo y la rabia se podía sentir en el ambiente.

‚?Esto no puede ser verdad- dijo un chica, histérica, que se abría paso hasta la puerta siendo interceptada por varios dementores que le cerraron el paso.

Los dementores se acercaban a ella, dispuestos a darle el Beso del dementor sin ningún reparo. La niña, se ahogaba y trataba de quitarse el dispositivo, que parecía asfixiarla aún más. Sacó su varita del bolsillo y apuntó al collar. –Diffindo- pero el collar no se abrió por ninguna parte.

- Inténtelo de nuevo, y sabrá lo que es la muerte.-advirtió el mortifago.

La niña se ahogaba, y uno de los dementores se disponía a besarla. Esta vez, sólo algunos miembros del ED sacaron sus varitas apuntando a los dementores.

- Convocad el Patronus y moriréis todos.-volvió a advertir el mortifago.

¡EXPECTO PAT...- dijeron los miembros del ED, pero quedaron interrumpidos por algo realmente espantoso.

La chica que intentaba zafarse de los dementores, había vuelto a lanzar un hechizo para eliminar el dispositivo, pero éste había empezado a emitir un pitido, como una cuenta a atrás. La chica tenía los ojos desorbitados, dándose cuenta de lo que había hecho. El pitido se hizo continuo y en pocos segundos, el collar estalló como si fuera una bomba. El cuerpo de la chica se desplomó contra el suelo, sin cabeza. Los que había a su alrededor retrocedieron al verlo, horrorizados, huyendo del charco de sangre que iba esparciéndose por el suelo. Muchos de ellos corrieron ensangrentados, alejándose de la macabra escena.

El pensamiento que les invadió a todos fue "Esto no es una broma".

Los mortífagos reían divertidos.

- Esta muerte no contará para el recuento de mañana. No empezará hasta que todos hayáis salido de aquí.- explicó.

¿Cómo se puede tener tanta sangre fría- exclamó Hermione, furiosa, haciendo caso omiso de Ron, que intentaba detenerla agarrándola del brazo.- Esa chica era inocente, al igual que todos los que estamos aquí. No pienso entrar en este juego.

Hermione se soltó de Ron y se acercaba a los mortifagos con la varita firmemente en su mano.

- Adelante, señorita Granger, ya sabe lo que le espera.- dijo el mortifago.

Harry salió de su estupor y fue hasta ella, también con la varita apuntado.

- Vaya, si tenemos aquí al señor Potter.- dijo el mortífago con ironía.- Veremos como se las arregla.

Harry cogió a Hermione se puso delante suya, protegiéndola.

-Qué enternecedor.- dijo el mortifago.

-Suéltenos a todos o...- dijo Harry con voz firme.

¿O qué¿señor Potter?

Harry se dio cuenta de que no podía hacer nada, con todos los mortifagos allí apuntándole con la varita y ese maldito collar apretado en su cuello esperando el momento para estallar.

¿Es que quiere morir?

-No- contestó Harry con una expresión de derrota en su rostro.

-Pues entonces vuelva con sus compañeros.

-Encontraré la forma de parar esto.- dijo Harry antes de volver con Hermione.

-Yo de usted invertiría su tiempo en seguir con vida.- dijo el mortífago con una carcajada.

Hubo un momento de silencio, después de que Harry y Hermione volvieran con Ron y todos los alumnos murmuraran a su paso.

- Ahora os iré llamando, cogeréis vuestro equipo de supervivencia y saldréis de aquí.- dijo el mortífago.

Todos se miraban con una expresión indescriptible de pánico, indudablemente pensando que en cuanto salieran de aquel edificio serían víctimas o verdugos.

- No puede ser…- dijo Hermione mirando a un grupo de alumnos de primero que lloraban. Y luego añadió dirigiéndose desafiante hacia los mortífagos.¿Cómo pretenden que unos niños que no saben de magia se defiendan?

- Señorita Granger, eso es parte del juego y no es su problema.- dijo el mortífago preparándose para leer la lista.

- Harry, no podemos dejarlos solos, ni siquiera sabrán usar la varita.- dijo Hermione con los ojos desorbitados.

Harry pensó en si aquello mismo hubiera ocurrido el día en que llegó a Hogwarts por primera vez y un escalofrío le recorrió la espalda al comprender lo aterrorizados que debían estar aquellos chiquillos.

Harry, Ron y Hermione se acercaron al grupo de primer curso.

- Cuando os llamen escondeos, no os fiéis de nadie¿entendido? Y menos aún de aquellos de allí.- dijo Hermione intentando adoptar un falso tono tranquilizador al señalar al grupo de Slytherins donde estaba Malfoy.

- Si nos veis a alguno de nosotros tres, llamadnos, intentaremos protegeros.- dijo Harry.

¿Por qué íbamos a fiarnos de vosotros- dijo uno de los niños.

- Es Harry Potter…- susurró una niña, y todos los demás se quedaron callados como si hubieran oído una verdad absoluta.

El mortífago comenzó a leer los nombres por orden alfabético.

- Abbott, Hannah.

Cuando Hannah llegó a su altura otro mortífago le dio una bolsa de viaje y la empujó por la puerta fuera del edificio.

- Abercrombie, Euan.

Mientras, al grupo de Harry, Ron y Hermione se habían unido la mayoría de los miembros del ED, esperando trazar entre todos algún plan para mantenerse vivos.

- Míralos, seguro que ellos ya sabían que esto iba a pasar.- dijo Ron al ver a los Slytherins, que se habían reunido en un enorme grupo.

- Yo no estoy tan segura.- dijo Hermione.¿No oíste antes a Parkinson? Creo que tenía el mismo miedo que nosotros.

- Brown, Lavender.

Parvati abrazó a su amiga con lágrimas en los ojos y la vio marchar con su la bolsa de viaje que el mortífago le había lanzado sin miramientos.

- Esto es horrible.- sollozó Parvati.

- Creo que es mejor que ya que hay miembros del ED de las tres casas, nos dividamos por casas para proteger a los más pequeños.- dijo Harry.

¿No es mejor que nos mantengamos nosotros unidos? Así tendremos más probabilidades de seguir vivos.- apuntó Zacharias Smith.

Hermione y Ron le dirigieron una mirada asesina.

- Sólo era una sugerencia.- dijo el chico.

¿Qué os parece la idea de Harry- dijo Hermione.

Los demás miembros del ED se miraban los unos a los otros como con miedo a aceptar la proposición.

- Es que… es una situación difícil… Zach tiene razón, si nos mantenemos unidos…- dijo Anthony Goldstein.

¿Acaso ese es el espíritu del ED- dijo Harry empezando a pensar que eran unos egoístas.- Tenemos que ayudar a los que no pueden defenderse o podrían hacerlo peor que nosotros.

- El ED se creó para luchar contra Voldemort y los mortifagos no para luchar contra nosotros mismos.- dijo Seamus.

Se hizo un silencio de tensión. Ahora empezaba a ver que en una situación límite pesaba más la supervivencia propia que la de los demás. Y eso era algo a lo que no podía obligar.

- Está bien. Que cada uno haga lo que crea conveniente.- dijo Harry sentándose en el suelo, abatido.

Poco a poco los alumnos fueron saliendo de la sala, ya habían llamado casi a la tercera parte de la lista, como a Cho, Marietta, Colin y Dennis Creevey, Seamus y Terry Boot.

- Granger, Hermione.

- Ten mucho cuidado, Hermione.- dijo Harry abrazando a su amiga.

- Intentaremos encontrarnos.- dijo Ron también abrazando a Hermione.

La chica fue con paso decidido hacia los mortífagos, recogió su bolsa de viaje y desapareció por la puerta después de echar una última mirada a sus amigos.

Entretanto, en el grupo de Slytherins, Draco se había declarado el líder indiscutible del grupo.

¿No estás asustado, Draco- dijo Pansy.- No irás a decirnos que ya sabías esto…

- No lo sabía.- contestó Draco bastante calmado.- Mi padre está en Azkaban y si mi madre hubiera sabido algo no me habría enviado en el tren. Pero no tengo miedo, más bien creo que ellos son los que deberían tener miedo ¿no creéis? Si lo pensáis bien, nadie excepto el grupito de Potter, será capaz de meterse con los Slytherins y si no se cumplen las bajas, no será un Slytherin a quien ejecuten al azar ¿no?

- No, claro que no.- dijo Pansy más tranquila.

Crabbe y Goyle ya habían sido llamados y seguro que tratarían de buscar a Draco cuando le tocara su turno, para protegerle como siempre.

Mientras los mortífagos seguían nombrando la lista se oyeron varios gritos fuera del edificio. Los mortífagos se miraron tras sus máscaras, pero era fácil adivinar que estaban satisfechos.

- Vaya, ya ha habido una baja.- dijo el mortífago que leía la lista al ver que un nombre se tachaba mágicamente.- Supongo que querréis saber quien es… Pero os dejaremos con la incertidumbre hasta la información de mañana a las doce. Malfoy, Draco.

Draco recogió su bolsa con aire orgulloso, mirando fijamente al mortifago que le había nombrado y éste asintió con la cabeza levemente y le dio una palmada amistosa en la espalda. Aquel gesto levantó un murmullo de comentarios al respecto. La lista siguió corriendo, nombraron a Parvati y Padma.

- Potter, Harry.

Harry se paró frente al mortifago, que no le hizo ningún comentario y otro le tiró la bolsa de viaje de mala gana.

Traspasó la puerta. Esperaba encontrar a alguien fuera, pero todo estaba desierto y oscuro. Apenas se veía nada pues no había electricidad ni ningún tipo de iluminación aparte de las estrellas y la luna. No tenía ni idea de a donde ir, no sabía como era la isla ni en qué parte de ella se encontraban. Lo que si veía era que el edificio estaba exento, no se veía ninguna otra edificación cerca, tan solo un camino sin asfaltar que concluía en la puerta que acababa de atravesar y que ascendía por una ladera. A la izquierda del edificio y extendiéndose ladera abajo había un bosque de aspecto espeso. Decidió que sería mejor internarse en él antes que seguir por el camino desprotegido. Tal vez podría esperar allí a que Ron saliera.

Una vez que entró en el bosque comprobó que a simple vista no había nadie allí. Entonces abrió su bolsa. Dentro había un trozo de pergamino con las normas. "Como si se me fueran a olvidar tan fácilmente" pensó, una bolsa de plástico con tres botellas de agua y seis sándwiches, y un caldero plegable. "¿Un caldero plegable¿Para qué quiero un caldero plegable? Vaya objeto más estúpido" pensó Harry bastante decepcionado.

Caminó un poco más hacia dentro del bosque pero no lo bastante como para perder de vista la puerta de la nave industrial. Entonces oyó un susurro que le hizo ponerse alerta, pero agudizando sus sentidos comprobó que alguien le llamaba. De entre unos matorrales salieron cuidadosamente Padma y Parvati, que habían salido justo antes que él.

- Escóndete aquí, Harry.- dijo Parvati volviendo al matorral.

Los tres estaban agazapados detrás sin perder ojo de la puerta del edificio, visible a través de la silueta de los árboles. Mientras Harry comprendía la reacción que habían tenido hacía un rato los miembros del ED ante su propuesta. ¿Cómo iban Parvati y Padma a separarse en esa situación por estar en distintas casas?

¿Cuál es vuestro objeto- preguntó Harry.

- Guantes de piel de dragón.-dijo Padma.

- Una especie de mapa.- dijo Parvati.

Rápidamente Harry se lo quitó de las manos y vio bastante aliviado que se trataba de un mapa de la isla.

- A mi me ha tocado un caldero plegable.- dijo Harry en tono de "es bastante patético".- Pero esto al menos el útil.

- Sí, como si un mapa me sirviera para defenderme…- dijo Parvati.

Vieron salir a unos cuantos alumnos, entre ellos Zacharias Smith, que no se internó en el bosque sino que siguió el camino corriendo. Poco después salió Lisa Turpin, alumna de 6º de Ravenclaw, Padma hizo el ademán de levantarse para llamarla o ir a por ella porque era su amiga, pero Parvati la volvió a meter detrás del matorral.

¿A dónde vas?

- Es una Ravenclaw.

- Tú te quedas aquí con Harry y conmigo.- ordenó Parvati.- Y mira, se ha ido por detrás del edificio.

Al cabo de un rato vieron salir a Ginny, que miraba dudosa hacia donde dirigirse y echando un temeroso vistazo a su alrededor, pero en seguida comprendieron que esperaba a Ron, que poco después salió también del edificio. Harry no hizo caso de lo que Parvati le decía y gateó hasta el límite del bosque antes de que Ron y Ginny tomaran otro camino.

- Shhh, por aquí.-susurró Harry asomándose detrás de un árbol.

Ginny ahogó un gritito y rápidamente los dos Weasleys se internaron junto a él en el bosque llegando hasta donde permanecían Padma y Parvati.

- Y ahora ¿qué hacemos- preguntó Ginny.

- Será mejor que busquemos un lugar seguro.- dijo Harry.

¿Y Hermione¿No la habéis visto- preguntó Ron y tanto Harry como las gemelas negaron con la cabeza.

- Tal vez tomó otro camino.- dijo Harry.

Los cinco chicos se adentraron en el bosque con mucha cautela, según el mapa de Parvati no había ningún edificio cerca y pensaron que la espesura del bosque les serviría de refugio hasta encontrar algo más apropiado.

Marin Black: ¡Siiiii! Subí este ff también, y ya se que es de tus favoritos blush, seguro que a partir de ahora tenemos a más lectores con el pelapatatas preparado jejejeje.

La hija del viento: que nick más poético! Está bien que compartas mi opinión sobre los seres humanos, y espero que te siga gustando el ff!

Ana María: Me encanta verte por mis ff, como ves son de lo más variados. Espero que si has leído este capítulo hayas comprendido más sobre lo que pasó en el primero. Lo que puse al principio del capítulo iba en parte referido a tu mensaje. Puede que lo de la muerte de la chica haya parecido demasiado violento, pero el resto del ff no lo es tanto. Así que espero que si te gusta sigas leyéndolo porque me baso mucho en las reacciones psicológicas y creo que es algo que puede interesarte (por lo que intuyo en tus reviews), así que te animo a que leas un par de capítulos más y si crees que es demasiado duro, pues no importa, yo no me enfado! Jejejeje.

Dime bonita reina: Qué bien que te gustara! Bueno, si no has visto la peli no importa, sólo basé la idea del juego, el resto es invención mía además de que también modifiqué parte de lo del juego.

Pilika last hope: Es genial que te gusten las historias así y que compartas mi opinión. Si has leido este capítulo comprenderás lo que quería decir con " un marco hostil" ;-D. Y… no le hagas caso a tu psicólogo y lee mi ff! Jejejeje (parece que me hago propaganda)