Vuelve conmigo

Capítulo 9

- Vaya vaya. Una escena muy romántica.

Sakuragi se apartó de delante de Rukawa y se puso a su lado. Ninguno de los dos chicos se atrevió a a incorporarse hasta que Seijuro se lo ordenó.

- Parece que no te dejé suficientemente claro que te alejaras de Kaede.

El pelirrojo miró primero a Rukawa, quién parecía estar en estado de shock, luego a Seijuro, y habló.

- Tenía que verle. Tenía que avisarle de que clase de persona eres.

- Ah sí? Y qué clase de persona soy?

- Eres un enfermo.

Seijuro levantó una ceja.

- Veo que tienes muchas pelotas, pelirrojo.

- Más que tú, coletilla. Yo no necesito armas para enfrentarme a alguien.

- Me estás llamando cobarde?

- Veo que lo has captado.

- Y yo estoy viendo que quieres morir joven. Bien, no te haré esperar – diciendo esto, Seijuro levantó un poco la pistola hasta que ésta quedó apuntando a la cabeza del pelirrojo.

- Espera! – fue Rukawa el que habló.

Seijuro miró hacia él.

- Vaya, por fin reaccionas, Kaede.

- Basta Seijuro. Esto no tiene gracia – la voz de Rukawa sonó tan segura que incluso Sakuragi se sorprendió.

- A mi tampoco me ha hecho ninguna gracia verte abrazado con ese, ya ves – Seijuro seguía sin bajar el arma.

- Ha sido culpa mía. Al verle he recordado lo mucho que echo de menos el baloncesto, y me estaba consolando. Eso es todo.

- No me vengas con historias, Kaede.

- Deja que se marche.

- Qué? – exclamó Sakuragi.

- Sakuragi sólo estaba de paso. Déjale ir. Luego arreglas cuentas conmigo. – Rukawa dio un paso hacia Seijuro, y se detuvo.

Ahora Seijuro le estaba apuntando a él.

- No lo entiendes, verdad? Crees que me importas lo más mínimo?

La seguridad del kitsune se esfumó.

- Para mí no eres más que un pasatiempo, una manera de pasármelo bien. Pero no me gusta que los demás toquen mis cosas. Y la verdad es que me divierto mucho follándote, Kaede.

- BASTARDOO! – Sakuragi no lo soportó más y dio un paso hacia delante, dispuesto a partirle la cara a ese hijo de puta.

- No!

Fue cosa de dos segundos, pero a Sakuragi le pareció que el tiempo se ralentizaba.

Seijuro dirigiendo de nuevo su pistola hacia él. El grito de Rukawa. Rukawa poniéndose delante suyo. Un ruido sordo, muy fuerte. La espalda de Rukawa golpeando su pecho. Rukawa cayendo al suelo.

Rukawa en el suelo, de lado, mientras un charco de un líquido rojo y espeso le envolvía.

Su sangre.

- Vaya, sí que es rápido.

La mente de Sakuragi se negaba a funcionar.

- En fin, ahora ya no tienes quién te proteja, pelirrojo.

Me ha protegido.

Seijuro apuntó. Y en ese momento se oyó el timbre de la puerta.

El repentino sonido hizo que Sakuragi despertara, pero el que más se sobresaltó fue Seijuro, ya que estaba justo al lado de la puerta de entrada. Sin pensarlo, Sakuragi agarró una silla y se la estampó en la cara. Se oyó otro disparo, y el pelirrojo sintió dolor en el brazo izquierdo, como si le hubieran rozado con un clavo ardiendo. Una vez que tuvo a Seijuro en el suelo, siguió golpeándole con la silla hasta que ésta se rompió. Afortunadamente ya estaba inconsciente.

Rukawa…

Se arrodilló junto a él. Respiraba. De un salto Sakuragi volvió a levantarse. Si había actuado con celeridad cuando el infarto del entrenador Anzai, esta vez no iba a ser menos.

El teléfono… donde coño está el teléfono? Quizás el tipo este sólo usaba celular…

Iba a registrar a Seijuro, cuando volvió a sonar el timbre de la puerta. Se dirigió a la puerta y abrió. Era una pareja de mediana edad.

- Ho… - empezó el hombre.

- Deprisa! Tienen teléfono?

- Eh? Pues en casa… si quiere usarlo. Somos los vecinos de arriba.

- Llamen a una ambulancia, corran! Hay un chico herido de bala en el piso.

- Qué?

- Te dije que eran disparos! Ves como siempre tengo razón? – alardeó la mujer.

- DEPRISAAA!

- Sí! – la pareja desapareció escaleras arriba.

Sakuragi volvió junto a Rukawa.

- Rukawa! Rukawa! Me oyes?

- Doa'ho… - Sakuragi sintió algo de alivio al oírle. Aunque no parecía del todo consciente.

- Tranquilo zorro… en seguida llegará una ambulancia. Te pondrás bien.

- Lo siento… ojalá te hubiera hecho caso y me hubiera ido contigo el día que viniste al Factory – abrió los ojos. Si iba a morir ahí, antes quería ver por última vez a su pelirrojo. Aunque sólo distinguió una gran mancha roja.

- Eso no importa ahora – Sakuragi se dio cuenta con horror que el charco de sangre que rodeaba al kitsune había triplicado su extensión. Maldita sea, se va a desangrar. También se fijó en que la herida estaba situada por debajo del hombro derecho.

- Te-tengo que decirte algo, Sakuragi.

- Qué pasa? - Creo que es la primera vez que me llama así. Debe ser grave.

- Yo…

Se oyeron unos pasos. Sakuragi levantó la vista: eran la pareja de antes, que miraban horrorizados alternativamente a Seijuro y a ellos.

- Ya… ya hemos llamado a la ambulancia. Está de camino.

- Bien. Por kamisama, que se de prisa.

Volvió a bajar la vista. Rukawa tenía los ojos cerrados de nuevo.

- Ru… Rukawa!

oooooooo

Hola! No sé que hago que cada vez me salen más cortos los capítulos. Quizás tendría que redistribuir la historia, o como mínimo juntar los capítulos 8 y 9… seguramente haré eso si publico este fic en otra página. Prometo que los siguientes no serán tan cortos!

Ran-k: perdón, actualicé que aún no había salido tu review, por eso te contesto ahora. Aquí tienes el siguiente capi :)

Shadir: de donde eres y qué significa lo de cayó piedra?

Yukina: me parece que te he dado motivos para matar a seijuro…

Sakare: conozco pero me parece que no actualizan muy seguido… en cuanto a lo de publicar mi fic en vuestra web estaré encantada!

ll Vanne ll: Desde que empecé a leer fanfics me daba mucha pena ver que había tantos inacabados, así que cuando empecé a escribir el mío decidí no empezar a publicarlo hasta tenerlo bastante desarrollado (para así asegurarme de que lo terminaría), por eso puedo actualizar tan rápido.

Lensaiak: a mi también me gusta como ha quedado ;)

Astrea: seijuro hiko es el maestro de kenshin himura en rurouni kenshin.