Capitulo VIII
Rescate
En la cámara de Minerva. Marte observaba a través del espejo de fuego las batallas.
-Águila, Pequeña, ¿toda esta agitación es por ti? ¿Hasta donde son capaces de llegar tus amigos?
El silencio y una mirada de odio fueron toda la respuesta recibida
-Mira a tu amigos, niña, mira como el agua sube lentamente, mira su rostro de angustia, su desolación al saberse próximos a la muerte. No es un panorama loable?
en efecto , el agua llegaba ya por las caderas a Shun, que con sus cadenas mantenía elevado a un desmayado Shiryu.
-Minerva, querida, mira lo q le has hecho a los guerreros de tu amiga greca! Mira como se desviven por salvarte y salvar al pajarito!
Marte soltó las cadenas y dejó caer a las dos chicas
-Espartacus, llévalas a mi recamara y prepárame un baño
Entre los túneles que conducían a los recintos de Minerva, Milo puedo ver y escuchar claramente la escena, siguió colándose entre las paredes hasta que Espartacus desapareció cerrando tras de si la puerta. Milo salió de su escondite y se acercó a Marín.
-Marín, estas bien?- Preguntó desatándola –Abre los ojos Marín por favor, abre los ojos –La angustia resonaba en su voz, como si brotara directamente de su corazón.
-Milo! –Balbuceó Marín, y un repentino nuevo ataque de tos la privó del oxigeno que tanto le costaba obtener
-Tranquila, yo te llevaré a casa – Milo la abrazó con fuerza lastimando sus costillas, un fuerte grito brotó de la garganta de Marín q se retorció, apoyando ambas manos y rodillas en el suelo.
-Que ocurre?-
-Le han partido las costillas.- respondió Minerva, mientras Marín escupía sangre una vez mas.
-Como? –sin moverla siquiera Milo rasgo un poco la camisa de Marín y observó bien el deformado tórax, una ira portentosa le invadió nublando su razón justo en el momento en q Colosos, con ordenes de darle de beber a las prisioneras, entraba al recinto. Bastó un instante para que el cuerpo del gigante moreno fuera atravesado por las siete agujas escorpianas, Milo se acercó a Minerva y la desató también
-Vamos, los corredores están limpios –Tomó en brazos a Marín, que se desmayó entre ellos, y atravesaron el pasadizo oculto tras la onceava columna del cuarto Sagrado de Minerva.
Observas con gusto la cara de dolor de los que van cayendo a tu paso y por fin llegas, luego de mucho rato al recinto de Minerva, hay es, hay debe ser, Marte no la tendría lejos de el. Marín tiene que estar allí, un estúpido pobre diablo se atraviesa en tu camino y arrojas tu lighting volt sobre él, ni se inmuta, debe ser un guerrero fuerte, tratas de esquivar el ken q viaja directo a ti, pero no, impacta en tus cruzados brazos ensuciando un poco tu armadura, la armadura que esa misma hermosa amazona a pulido con tanto cariño y cuidado, la armadura que esa misma mujer te quita noche a noche entre juegos ¿dónde estas Marín? ¿qué demonios te han hecho? Observas bien que es lo q trae ese guerrero en sus manos, es, si no hay duda, es el blanco pareo que tu mujer suele llevar a atado a la cintura. Levantas lentamente tu mano derecha y disparas de ella un ligthting plasma que va a estrellarse directamente a la nariz de tu rival, antes de que este pueda reaccionar estas sobre el , acorralándolo, descargando en el toda tu furia asesina, golpeando incesantemente su cuerpo, descargando tus puños contra su rostro a una velocidad tal q tu mismo te sorprendes, peor no.. no te vas a detener hasta que no veas su sangre brotar, continuas golpeándole, elevando tu cosmos, mas allá del 7mo, del 8vo sentido... cada vez mas rápido, mas fuerte... observas con horros que la blanca pieza está a punto de cubrirse con la sucia sangre de tu oponente y lo avientas contra lo primera columna que vez, te acercas a el, ya un poco mas relajado y compruebas con satisfacción que si bien le has hecho muchísimo daño, la prenda que tomas entre tus dedos esta intacta, algo sucia, por haber estado en contacto con esas rústicas manos, pero aún conserva la pureza de la mas bella de las amazonas. Ves el rostro del tonto que acabas de derrotar y apoyas tu pie sobre su pecho, haciéndole escupir la sangre que brota de su destrozado estómago,
-Vé y dile a tu señor que el León Aioria esta aquí. –pisoteas ton fuerza su pecho y te alejas en dirección a las grandes puertas del Recinto, mientras tu capa y tu cabello ondean gracias a tu resplandeciente y dorado cosmos.
Abres las pesadas puertas, y ves las cadenas de las q ella estuvo sujeta, si, ese olor, esa fragancia, era ella quien estaba aquí, y a su lado... seguramente Minerva. Compruebas que las han llevado a otra parte y te inflas de coraje al observar q no hay sangre solamente en la pared, sino dejando un rastro por donde tu amada pasó, Shaina llega tras de ti y se apoya en tu hombro
-Como llegaste hasta aquí?
-Estoy bien, debemos hallarla.
Caminas hacia la puerta siguiente y la abres con una explosión singular de tu cosmos, casi lastimando a la herida amazona q se apoya en ti.
-Lo siento Shaina –dices al ver su cara de dolor. Que lo sientes? Quien dijo que lo sentías? Poco te importa a quien hieras mientras la buscas, a la suma, Shaina no te interesa en lo mas mínimo, ayudarla sólo te retrasará de encontrar a Marín .
Avanzas a la habitación de Minerva, y descubres que no están, no esta por todo eso, están las ataduras, el guerrero en el suelo, atravesado por el formidable poder de tu mejor amigo, respiras con alivio, ya está a salvo, guardas el blanco paño entre las piezas de tu armadura con cuidado de no perderla, y ya te diriges a al salida cuando escuchas voces conocidas, tu cuñado, Ikki, Argol, June, los tres adolescentes, observas a Hyoga mal herido, Gyste una vez mas sin mascara...
-Gyste! Que le pasó a tu mascara?
-Nada que Mu esta perdiendo su toque, o esa tal caliza es muy fuerte!
-Donde esta mi hermano? –Pregunta Ikki
-No se nada de el- respondes sin chistar –debe haberse retrasado un poco
-Encontraste a Marín?
-No, Milo debe haberla hallado hace ya algún rato, este cadáver esta frió ya!
De pronto la puerta tras ustedes se cierra nuevamente, una mujer, una mujer de piel clara , cabellos negros que cuelgan como una cascada hasta su cintura, una singularmente escasa armadura, y un Tridente, elevas aun mas tu cosmos, amenazando con destruir tu propio cuerpo y
-Buenas noches, que suerte tengo están todos reunidos!- La voz seductora y malévola de la chica les hizo tornar a un tiempo. Mientras, a las entradas del templo Mu tele portaba de dos en dos a los restantes dorados.
Abres los ojos y descubres q estas en una especie de burbuja casi llena de agua, las cadenas de Shun te sostenían hasta este momento y observas con estupor, como te sueltan y prosiguen en su intento de reventar esa fuerza misteriosa que los encierra los dos... golpeas con tus puños las paredes de agua y nada ocurre, el agua te llega ya por lo hombros, siendo tu mas alto que Andrómeda notas q se mantiene a flote , al menos la burbuja es lo bastante grande como para mantenerse a flote un rato mientras alguien les encuentra, comprobadas las mil y un técnicas solo les queda esperar... o no?
Mu observó con gracia la escena del par de jóvenes encerrados en una bola gigantesca de energía que se llenaba a razón de dos centímetros por minuto
-Shura, quieres sacarlos de allí?-
-Eso no puede ser lo q creo... –observó el patriarca que acaba de tele portarse también, junto con Athena
-Me temo que si, amigo, me temo que si!
-Como es posible? Anianka no había muerto?
-Recuerda que Anianka era la reencarnación de una princesa Romana.
-Cierto. Condenada a renacer en la tierra de sus enemigos por tres vidas continuas. Ósea que ya volvió al lado de Marte?
-En efecto!
Shura tomo la Excalibur y dio un golpe perpendicular a ala esfera, que se partió exactamente en dos, y desapreció dejando caer el agua y a los chicos
-Gracias- dijo Shun tumbado en el suelo, mientras que Shiryu, que había caído con un poco mas de gracia, se mantenía de pie frente a ellos y simplemente agradeció con un asentimiento de cabeza.
Milo llevó a Minerva y a Marín hasta la ciudad de Roma y fueron al primer hospital q hallaron en el camino, los doctores atendieron rápidamente a las chicas, Minerva, gravemente deshidratada, y le hicieron saber lo afortunada que era Marín, aunque le habían lastimado mucho, tenia la suerte de q las fracturas fueron simples, y no llegaron a perforar ni sus pulmones ni su corazón.
Cuando por fin despertó, Marín miró sobresaltada a Milo
-Marín, despertaste! ¿cómo te sientes?
-Muy adolorida, Milo, y muy, muy agradecida,
-Debes estar hambrienta –dijo tomando una copa de frutas –acaban de dejarte aquí la cena, creo q debes comer un poco.
-Gracias Milo, y Jabu?
-Estará bien supongo, llegó al refugio justo ante noche
-entonces está vivo!
Marín suspiro con alivio, trató de sentarse pero el dolor fue muy fuerte y arqueo su espalda por reflejo, lo cual hizo q empeorara, imposibilitada de moverse, dejo escapar un agudo gemido
-No! No te muevas!. Te partieron las costillas, espera, espera, -paso las manso delicadamente bajo su cuerpo y enderezó su espalda apoyándola bien –Yo subiré la cabecera pero no te muevas- haciendo uso de los controles laterales levantó la cabecera dejándola bien recostada, de modo de no lastimarla, pero lo suficiente como para que pudiera comer un poco, y se acercó con la copa, cuando ella fue a tomarla la retiró insistiendo en darle la fruta el mismo.
-Bueno Aioria, le has mandado a mi señor el mensaje de q estabas aquí! te escuche claramente, quieres verlo?- la mujer alzó su tridente encerrando a cada cual en una esfera, no siendo asi con Shaina, June, Gyste, Aioria y Pegaso
-Ya los he visto pelear, y nunca he luchado contra una mujer, sus amigos me parecen muy débiles
-Ya cállate, suenas realmente patética! A mi la Cobra! –Shaina se lanzó contra ella y recibió una punta del tridente en la herida de su hombro, mientras las otras dos se hundían en su piel, cayendo presa del punzante dolor al suelo
-Ese
rasguño en tu brazo? Por eso nada mas has quedado
inhabilitada?
June arrebató el Tridente de su mano con el
látigo, pero ante la atónita vista de todos, el
Tridente se levantó del suelo por si solo y se Clavó en
su pierna derecha, de la cual comenzó a brotar la sangre a
borbotones. Gyste sufrió la misma suerte al intentar socorrer
a June. Pero las heridas de ambas atravesaron sus femorales, con lo
cual quedaron inhabilitadas y fueron encerradas en burbujas también!
-LIGHTING VOLT! –gritó Aioria lanzándola contra una pared, su escudo y su yelmo permanecían intactos, pero limpió un poco de sangre de sus labios. Al mismo tiempo Shaina se levantó y corrió contra ella, asestándole varios golpes en el torso y en el rostro, siendo rechazado luego por el escudo su propio ken, q la dejó tendida en el suelo
-Aguas Turbulentas!- los dos fueron encerrados en una misma burbuja, Aioria aun mantenía su cosmos encendido al mismo punto y lo hizo estallar, con lo cual la burbuja se resquebrajó y los dejó libres.
-LIGHTING PLASMA! –Resonó el gritó de Aioria. El gigantesco ken se estrelló contra Caliza partiendo su armadura por completo, la lamza desapareció y en su lugar la espada de Afrodita fue elevada
-ONDAS DE LUZ NEGRA!
-A MI LA COBRAAAA!
-LIGHTING VOLT!
Los tres gritos surgieron casi al unísono de los guerreros, aquellos encerrados en burbujas a medio llenar pudieron observar como 21 ondas de luz se estrellaron contre los kens de los atenienses, que al llegar a Caliza la tumbaron, destruyendo también la espada, la mujer se levantó y observando el escudo sonrió abiertamente y sacó un gema oscura de su bolsillo
-Sabían ustedes que la diosa Vesta tiene en gran aprecio la obsidiana?
Arrojo la roca frente a los pies de ambos
-GUERREROS DE OBSIDIANA!
La roca se partiendo dejando escapar un sombra que cubriendo ambos cuerpo lo convirtió en traslucidas estatuas negras, adornando el resinto de Minerva.
Mientras tanto Marín había terminado ya de comer y ya había desarrollado un
poco mas de tolerancia al dolor
-Me tenias sumamente preocupado, de no ser por q se desmayó en el acto entre Leo y yo abríamos matado a ese imbecil por dejarte sola.
-No te procupes Milo, Gracias de nuevo, tube mucho tiempo para pensar y...
Marín acercó su labios a los de Escorpio y lo besó suavemente-Creo q debi decirte esto antes, peor te quiero mucho-
Milo quedo atontado por un momento, si le había besado, le había besado, cuanto hubiera dado el por besarla de nuevo, sus labios se entreabrieron casi imperceptiblemente y devolvió el beso, Marín correspondió y este beso se volvió mas intenso, mas fuerte, más estimulante... Pero Marín estaba herida, y además, era la mujer de su mejor amigo.
-Lo siento –dijo el con tono inseguro y salió del cuarto, en su soledad, Marín también quedo insegura, si ella había pensado lo mismo... Aioria... le amaba con el alma y sabía que así era, pero durante meses este nuevo sentimiento había ido creciendo en su cuerpo y no sabia definir que era, si seria amor, tan solo cariño, no era posible amar a dos hombres, pensó, más de lo único de lo que estaba segura es q fuera lo que fuera, la llenaba de deseo...
