N/A: Otro de mis OneShots sin relación entre sí. Lo que caracteriza a esta serie es que tanto Inuyasha como Sesshomaru serán bebés, niños o adolescentes.

No diré quienes son los protagonistas de ese OneShot porque arruinaría la sorpresa que les tengo reservada.

Inuyasha es una marca registrada, que pertenece a Rumiko Takahashi. Yo sólo me entretengo usando sus personajes.

Advertencia:

Más dulzura que en OneShots anteriores. Esto puede favorecer a sus dentistas, pero no me vengan a llorar por culpa de los taladros y las tapaduras de caries.

"Gateando."

Su juguete favorito era una pelota pequeña, de un color rojo muy brillante. Adoraba su pelota roja, era su juguete referido en el mundo. Siempre jugaba con su pelota roja. Era un regalo de su hahahue.

A veces, su pelota rodaba fuera de su alcance, pero su okaasan siempre iba por ella. Él aún era un bebé muy pequeño… y todavía no sabía gatear.

El Bebé-inu estaba jugando con su pelota, cuando esta, de pronto, rodó fuera su alcance, y dado al impulso que le había dado, rodó incluso hasta la puerta, fuera de la manta sobre la cual jugaba. Volvió su mirada hacia su Okaa. Ella estaba cosiendo, lo miró con una gran sonrisa, como siempre, y no se dio cuenta que ya no tenía su pelota, por lo que volvió a sus labores.

El bebé miró hacia su pelota, que estaba muy quieta justo en la puerta. De pronto, esta se movió y rodó fuera del cuarto. El bebé emitió un sonido de sorpresa y gimió. Miró hacia su Okaa, pero esta le ignoró. Un mini gruñido de bebé y un bufido de su parte hizo notorio su enojo: el pequeño Inu decidió ir a por su pelota por sí mismo… pero… ¿Cómo iba a hacer eso?

Quiso ponerse de pie… pero falló miserablemente. Lo intentó de nuevo, pero no hubo caso. Pero… al ser el testarudo Inu Bebé que era, lo intentó una y otra vez, y de tantas veces que lo intentó, no consiguió ponerse de pie, pero hizo un pequeño descubrimiento: si no se podía parar sobre sus dos pies, quizás podría moverse sobre sus piernas y manos, como a 4 patas.

Probemos.

Adelantó un brazo. ¡Bien! Parecía fácil. Adelantó la pierna contraria… ¡Se movía! Adelantó el otro brazo; emitió una risita de contento, parecía fácil. Adelantó la otra pierna… Oh, se movió torpemente, pero avanzó. La práctica hace al maestro. ¡Y Se Estaba Moviendo! Repitió todos estos movimientos una vez más y se detuvo. Se sentó y aplaudió con sus manitas, muy orgulloso de sí mismo. Miró hacia su okaasan, quien seguía cosiendo, y al parecer no se había dado cuenta de su logro. Miró hacia la puerta, y comenzó a gatear en esa dirección, muy seguro de sí mismo…

¡Y Muy Feliz Consigo Mismo!

Llegó a la puerta, que estaba abierta y miró hacia fuera del cuarto hacia el corredor que había allí; el mismo corredor que conocía, sólo que desde otra perspectiva, la cuál era desde los brazos de su Okaa o de su Otou. Su pelota estaba justo allí en la entrada, al alcance de sus manitas. Se sentó muy complacido, por primera vez había alcanzado su pelota por sí mismo. Aplaudió una vez más, emitió risitas de bebé y estiró la mano para tomar su pelota.

Como movida por voluntad propia, la pelota roja rodó fuera de su alcance.

Y siguió rodando hasta que se detuvo en la esquina que daba a otro corredor. Gimió muy bajito… La puerta ya estaba lejos de ella y ahora sólo su okaasan podría alcanzar su pelota por él. Miró hacia su okaa esperanzado.

":sob, sob:"

¡Hahahue NO Estaba Allí! Gimió y sorbeteó aire por la nariz y quiso ponerse a llorar. Quiso regresar a su mantita, su segura mantita… allí estaba su peluche ¡Él Quería Su Peluche! Quizás… Quizás si regresaba a mantita su Okaa aparecería de nuevo.

Algo dió tumbos en sus piecitos y el Inu bebé gruñó muy molesto. Ignoró la molesta y se dispuso a regresar a su mantita, pero el objeto volvió a dar tumbos en sus pequeños piecitos de Inu. El Bebé le lanzó una mirada gélida al objeto, sólo para descubrir su pelota roja. Su pelota estaba allí, dándole golpecitos a sus pies, como desafiándole a que lo siguiera. El bebé estiró un bracito para tomar la pelota, pero esta se le escapó de las manos y rodó hasta la esquina.

Gruñendo, el bebé gateó hasta la pelota, sin importarle qué tan lejos estaba la esquina de su Okaa, decidido a atrapar el condenado juguete. Una vez más, cuando la tuvo al alcance de la mano, la pelota se escapó y rodó lejos. Ya enojado, el Inu bebé la siguió, no muy contento con la molesta situación, pero concentrado en seguir su pelota…

… Y esta, de pronto, desapareció en el suelo.

El bebé emitió un gemido de sorpresa y gateó con mucho cuidado hasta el lugar donde había desaparecido su pelota. Descubrió un suelo muy raro, que estaba como fragmentado en tablas que iban hacia abajo, que nunca antes había visto (no sabía lo que era una escalera). También vio su pelota roja… dando botes escaleras abajo.

Se sentó y gimió. Lloriqueó y bufó y decidió que mejor era regresarse a su mantita, con su peluche, cerca de su Okaa. Se dio la vuelta, pero…

…No tenía ni la más remota idea de dónde miércoles estaba. Lloró con miedo, pero se detuvo pronto, ya que no le gustaba llorar cuando ni su Hahahue ni su Chichihue estaban cerca para consolarlo. Sorbeteó aire una última vez, y decidió que la culpa de todo lo que le estaba pasando era de su pelota, por lo que tenía que castigarla por eso.

Pero… ¿cómo podía atrapar la pelota, si él estaba arriba de ese extraño piso y la pelota estaba abajo?

Créanlo o no, y pese a su corta edad, el Bebé Inu, se acercó al primer escalón le dio la espalda, y con un cuidado extraño en un bebé de su edad, bajó sus piernecitas, y se sentó en el escalón inferior. Luego, con un cuidado que llegaba a dar miedo, volvió a hacer lo mismo y bajó un escalón más, y así sucesivamente comenzó a bajar todos los escalones. Por Favor, no piensen mal de su okaa, porque pese a que su bebé no podía verla por ningún lado, él nunca había salido de su vista: lo había estado siguiendo todo el tiempo, entretenida y tan orgullosa como un pavo real, ya que su cachorrito se estaba moviendo por sí mismo y por iniciativa propia (¡Hasta YO me siento orgullosa!).

De hecho, era ella quien estaba detrás del extraño comportamiento de la pelota. Lo de la escalera no le gustaba en lo absoluto, pero si ella quería criar a un cachorro fuerte y valiente, debía soportarlo. Además, si su bebé caía, este nunca iba a lastimarse, ya que ella estaba lista para atraparlo antes que se hiciera algún daño.

Al cachorro le tomó una hora y media bajar todos los escalones. Una vez que llegó abajo, suspiró de cansancio, pero con decisión, gateó a toda velocidad de bebé hacia su pelota… la cuál volvió a escaparse fuera de su alcance. El Inu bebé gruó con fuerza, absolutamente furioso, y siguió a la pelota, decidido a tomarla entre sus garras y darle de mordiscos hasta reventarla.

Ese olor…

Conocía ese olor; era uno de los pocos olores que podía reconocer con facilidad. ¡Era el olor de su Otou! Se sentó frente a una puerta muy enorme, la que observó ensimismado. Olfateó y gateó hasta ella. Como estaba parcialmente abierta, lo suficiente como para que él cupiera por allí, el bebé la atravesó.

El cuarto era uno de los más grandes que había visto en su pequeña y corta vida, y nunca antes había estado allí. Cerca de la entrada, y quieto como una estatua, su Otou estaba de pie, usando esas extrañas ropas que lo cubrían de pies a cabeza con placas de metal y seda, y estaba usando ese extraño sombrero que le cubría la cabeza y que sólo dejaba ver sus ojos… y… estaba parado en una extraña posición (era una armadura, precariamente sujeta). El bebé rió, muy contento consigo mismo, ya que había podido detectar el olor de su Otou y encontrarlo a él después, solito y por sí mismo. Gateó hasta su Otou, haciendo ruidos de bebé feliz.

Silencio. Otou se quedó muy quieto.

El bebé se sentó frente a él y aplaudió para llamar su atención, sólo para estirar sus brazos en un claro gesto que decía '¡Álzame!'

Otou no se movió.

El bebé tocó los pies de su Otou, gimiendo para mejor efecto, pero no pasó nada. Lloriqueó, pero nada sucedió. En eso, se dio cuenta de algo: no había nadie dentro de las ropas de su Otou.

El Inu bebé gruñó de disgusto, muy enojado con la armadura, y se dio la vuelta. Su pelota era la culpable de todo, por lo que tenía que atraparla y masticarla con furia… si es que podía. Para su sorpresa, su Okaa estaba arrodillada en la entrada, sujetando su pelota roja, con una gran cálida sonrisa en el rostro. El bebé olvidó todo su enojo y se sintió inmensamente feliz, gateó hasta su Okaa con entusiasmo.

"Vaya, vaya, mi bebé estuvo muy…" Comenzó a decir, pero…

RUMBLE, RUMBLE, RUMBLE.

En ese momento, un ligero temblor de tierra sacudió todo el castillo. La armadura colapsó con un gran estruendo y… bueno… el bebé desapareció bajo ella antes que su madre pudiera reaccionar (o quizás la impresión se lo impidió). La mujer se puso de pie, congelada de pánico, sin saber qué hacer.

"¡Maldita Sea!" Se oyó una enojada voz masculina en el fondo. "¿Es que la anguila esa no se puede quedar quieta 3 semanas?"

"Amo Inutaisho… Mire, su armadura."

":ù.ú¡No puedo Creerlo!" Lord Inutaisho puso sus manos en las caderas, frunció el ceño y musitó entre dientes cuando vio que su armadura estaba regada en el suelo. "¡Estuve 3 horas armando eso!" En ese momento, notó a la congelada mujer en la puerta del ojo y suavizó el rostro de inmediato. "¿Saki-chan¿Qué haces…¿Pasa algo malo?"

Lord Inutaisho supo de inmediato que algo no andaba bien Su esposa tenia una expresión de pánico y no se movía, lo cuál sólo le ocurría cuando algo demasiado terrible le había pasado. Olfateó el aire: su cachorro estaba cerca, pero no podía verlo. Inutaisho corrió hasta Saki.

"¿Saki, estás bien?" Lady Saki, su esposa, lo miró, quiso decir algo, pero se puso morada y se desmayó. En cosa de segundos, Inutaisho la atajó y la recostó en el suelo. Sujetó su mano e intentó despertarla. "¿Cariño¿Qué te pasa¿Estás enferma¡Despierta¡Abre los ojos¿Qué te pasa?… ¡JAKEN¡¡Consigue Ayuda YA!

"En seguida, Amo bonito".

Inutaisho regresó su atención hacia su esposa, e intentó despertarla, pero no hubo caso.

Algo en el fondo de su cabeza comenzó a disgustarle. Saki, con lo aprehensiva que era, incluso aún más que él mismo, siempre estaba con el bebé, y jamás lo dejaba solo, ni con nadie más, excepto él mismo… pero ahora… no podía ver a su bebé por ningún lado… quizás… quizás había sido secuestrado y el temblor tenía algo que ver…

Un sonido metálico llamó su atención… la armadura se movió. Inutaisho, muy alerta, recostó a Saki en el suelo con delicadeza y miró fijamente a la armadura, gruñendo con suavidad. La posibilidad que su cachorro hubiera sido secuestrado y su esposa hechizada, eran bastante ciertas.

De pronto el casco se remeció. Se movió de su lugar, se levantó un centímetro y sucumbió. Comenzó a temblar y se pudo escuchar un ligero gemido de miedo que venía de abajo. Inutaisho arqueó una ceja ¿Un Gemido? El lord se acercó al tembloroso casco algo preocupado, y comenzó a levantarlo lentamente… un lloriqueo le hizo alzar el casco y lanzarlo lejos en un segundo.

Lo que vio, hizo que el alma se le fuera a los pies.

Dos enormes ojos dorados, llenos de lágrimas, un tembloroso bebé, que temblaba y olía a miedo, que abrazaba su cola, lleno de pánico y sorprendido, fue lo que se encontró Inutaisho bajo el casco.

Ese fue uno de los sustos más grandes de su vida.

El lord tomó a su cachorro en brazos en una rápida reacción, quien se aferró a su kimono como un lapa, y comenzó casi instintivamente a buscar por heridas, que por fortuna, no encontró. Lo que lo tenía loco eran sus instintos, ya que el bebé estaba demasiado asustado.

"¡Chibi Sesshomaru¿¿Qué estabas haciendo bajo esa armadura?" Preguntó en un tono bajo y dulce, que él esperaba que lo tranquilizase al menos un poco.

Los labios de Bebé Sesshomaru temblaron y dos lagrimones cayeron por sus regordetas mejillas. Luego, sepultó su rostro en el kimono de su Otou… Y lloró tan fuerte como para despertar a los muertos.

Desde ese momento, Bebé Sesshomaru nunca más volvió a jugar con su pelota roja.

Fin.

Por

Misao-CG.

PS: ¿A que no está muy dulce¡¡A que los engañé! XDD.

PS: ¿A que no está muy dulce? Seguro no esperaban a Bebé Sessho-sama (excepto quienes ya habían leído el fic antes) ¡Apuesto que los engañé! XDD.