A/N: Otra serie de OneShots. Espero que estas les gusten: son pequeñas historias ficticias de algunos sucesos que pasan en el Sengoku Jidai.
En esta historia, hagan cuenta que la mamá de Inuyasha sobrevivió a la infancia de su hijo, y que incluso conoció a Kikyou. Cuando Inuyasha fue sellado al árbol, la mujer se las arregló para que también la sellaran a ella en otro sitio. Inuyasha y Kagome encuentran a Izayoi después del primer encuentro con Sesshomaru y antes de que encuentren a Shippo. Esta es sólo una escena de ese Universo Alterno, y pese a que no aparecen, está situada algunos meses después del encuentro con Miroku-sama y Sango-chan.
Inuyasha pertenece a Rumiko Takahashi y yo no más me muero de la envidia al saber eso.
Advertencia.
Este es un UA. Y sólo una escena: no hay precuela ni secuela, así que no insistan n.n.
"Tan sólo una escena."
Corrió con su bicicleta. Esta situación la estaba aburriendo: sin importar la demencial cantidad de veces que le dijera a Inuyasha que tenía que estudiar y presentar sus tareas bien hechas, para así poder tener buenas notas y entrar en una buena secundaria, éste aún hacía lo imposible por detenerla.
Y esta ocasión no parecía ser la excepción.
Kagome suspiró de alivio cuando vio el Pozo y que no había señales de Inuyasha en los alrededores. Llegó hasta el borde del pozo, se bajó de su bicicleta, que dejó a un lado, lanzó su bolso dentro del pozo y sin esperar más tiempo, saltó dentro…
… Y hubiera aterrizado en su tiempo, de no ser un par de fuertes brazos que la sujetaron en el aire.
"¿Otra vez intentabas escaparte de MI?" Le preguntó un Inuyasha muy enojado. "¿A dónde crees que vas?" Añadió mientras ponía a Kagome en el suelo.
"A casa." Dijo Kagome muy aburrida. "Como YA te lo dije… :suspiro resignado: al menos unas 100 veces."
"Y Yo Te Dije Que No Puedes Irte A Casa." Gruñó enojado. "Todavía TENEMOS QUE JUNTAR LOS TROZOS DE LA PERLA."
"¡Yo sé, Yo Sé! No es necesario que grites." Le respondió Kagome con otro gruñido, digno de un perro. "¡Me recuerdas eso cada vez que trato de irme a casa!"
"¡Y Me Sigues Ignorando!"
"No te ignoro: la Shikon no Tama es mi responsabilidad, pero Tengo Una Vida ¿Lo Sabías? Ahora… ¿Me Vas A Dejar Ir?"
"Como dijiste, es TU responsabilidad: Tu casa puede esperar."
"¿Y qué se supone que haga luego que la Shikon no Tama se complete¿Sentarme y esperar a lo que venga luego?"
"No es mi problema."
"¿No te IMPORTA?"
"No, no me importa, niña."
"¿Qué NO Te IMPORTA?"
"Exacto."
Kagome comenzaba a enojarse mucho.
"¡Claro! Si sólo te preocupas por ti mismo¿NO?"
"No, no sólo me preocupo por mi… también… :sonrosado: está mi mamá y… y…" Inuyasha miró a Kagome con una adorable expresión de niño malo taimado. "… también está esta chica que me gusta… y…"
"Kikyou. ¡JA¡Lo sabía! Y también te quieres convertir en un Youkai completo¡HANYOU EGOÍSTA!"
"¡OYE¿Quién dijo algo sobre Kikyou? Yo no iba a decir nada sobre ella." Inuyasha se cruzó de brazos indignado.
"Me Voy A Casa. No tengo porqué soportar esto: tengo que estudiar por el bien de mi educación."
"¿Para qué? Eres una mujer, no necesitas educación."
Si un hombre quiere enojar a una chica del siglo XXI hasta más allá de toda comprensión, con una simple oración, la que acaba de usar Inuyasha puede ser muy útil. Kagome, sintiendo que la sangre le hervía en las venas, empuñó las manos y se puso en punta de pies para encarar a Inuyasha. Se veía tan furiosa que el hanyou consideró prudente retroceder un paso. Kagome abrió la boca e Inuyasha podía ya presentir que 'la palabra' saldría de allí de un momento a otro…
… Una delicada mano cubrió la boca de Kagome en el último momento. Inuyasha suspiró de alivio.
"Por favor, Kagome-chan. No lo digas: mi cachorrito ha tenido dolores de espaldas estos días y no ha podido dormir bien." Le pidió Izayoi, la madre de Inuyasha, tras soltarla.
"¡Feh, Okaa! Eso no es cierto: no me duele la espalda." Protestó un muy avergonzado Inuyasha.
"¡Izayoi-san, Qué Bueno Verla!" La saludó Kagome, relajándose un poco. Izayoi se volvió hacia su hijo.
"Acabas de decir algo muy grosero, Inuyasha. Discúlpate en este minuto." Sentenció muy seria.
"Pero…"
"Dije que en ESTE minuto." Le ordenó muy severa.
Kagome miró a madre e hijo unos instantes. Inuyasha era bastante más alto que su mamá, y cuando este estaba en su forma humana, ambos se parecían muchísimo. Izayoi era una mujer muy dulce, amable y tierna, con una gran, pero triste, corazón. También podía ser muy severa y era tan observadora, que nada se le escapaba y cuando estaba de mal humor¡Vaya que Tenía POCO aguante! Era muy linda con Kagome. Inuyasha quería muchísimo a su mamá y la protegía con tanta fiereza como con la que protegía a Kagome, quien pensaba que esta actitud era absolutamente adorable.
Inuyasha pateó una invisible piedra, dando el aspecto de cachorrito apaleado: no le gustaba que su mamá lo regañase, más aún frente a Kagome y al resto de sus amigos. Al verlo tan incómodo, la joven e inexperta miko consideró que eso era suficiente castigo para el hanyou. Después de todo, un maternal regaño, y sus lágrimas cuando Izayoi no estaba disponible, funcionaban mejor que 100 'osuwaris'
"Lo lamento." Murmuró Inuyasha en voz baja. Izayoi tosió molesta. "¡Lo Lamento!" Dijo con voz normal.
"¿Sólo eso?"
"Lamento lo que te dije, Kagome." Inuyasha miró unos segundos a su madre. "No volverá a pasar." Añadió avergonzado, con la vista fija en el suelo.
"No hay problema, nada más cumple esa promesa." Le dijo Kagome con una sonrisa.
"¡Ese es Mi Cachorrito Hermoso!" Exclamó Izayoi abrazando el brazo de su hijo.
"¡Hahahue!"
"¿Qué¿No puedo llamar a mi cachorrito hermoso 'cachorrito hermoso' todas las veces que quiera?"
"Sí puedes, pero no en público… ¡Me da vergüenza!
"No seas así, soy tu Hahahue." Protestó Izayoi, acariciando las orejas de su hijo. Luego de unos momentos, la mujer encaró a Kagome. "¿Te vas a casa, cariño?"
"Sí. Tengo un examen ENORME mañana… ¿Quiere venir conmigo a casa? Estoy segura que mi Okaa estaría feliz de verla de nuevo, Izayoi-san."
"¡NO¡TÚ NO TE VAS A…!" Comenzó Inuyasha, pero…
"Sí, sí se va." Interrumpió su madre. El hanyou se cruzó de brazos y suspiró un Feh entre sus dientes. Izayoi se volvió hacia Kagome. "A mi también me gustaría mucho ir, cariño, pero no puedo: tengo que ir al mercado en la siguiente villa para conseguir comida para este muchacho y para mi. Inuyasha está en pleno crecimiento y hay que darle comida a todas horas. Vestirlo sale más barato." Bromeó la mujer.
"¡OYE!" Bufó Inuyasha todo rojo.
"¿Va en serio, Izayoi-san?" Se lamentó Kagome.
"Sí… :suspiro: Tengo que ir allí, por el oscuro bosque, que está lleno de youkai y hombres armados hasta los dientes, y luego pasar toda la tarde escogiendo cosas y regateando precios, para después regresar por ese mismo peligroso bosque. Sola. :suspiro: Sí, tengo que ir al mercado." Izayoi observó melancólica el camino. "Toda solita."
Kagome reprimió una sonrisa, mientras Izayoi seguía observando el camino. Inuyasha se metió los brazos dentro de sus mangas y observó en la dirección contraria. Kagome sabía perfectamente qué era lo que Izayoi-san quería… y a juzgar por lo que veía, la tipa era toda una experta en conseguirlo.
"…"
"…"
"Feh... Yo voy contigo, Hahahue." Dijo Inuyasha tras suspirar derrotado y dejar caer los brazos. La mera sugerencia de que algo malo podía pasarle a su madre hacía que sus tripas se retorcieran de disgusto. "Hasta te voy a ayudar con los paquetes." Izayoi puso los ojos muy brillantes.
"¿EN SERIO? OH, ¡ESTOY TAN FELIZ! Mi Querido Cachorrito Hermoso Va A Ir Conmigo." Izayoi le dio un sorpresivo abrazo a su hijo. "¡Como cuando era un pequeño y adorable cachorro! Te voy a comprar una paleta, ya lo verás, de esas que te gustan tanto."
"Ya, ya¡Me encanta que estés feliz! Pero no exageres." Protestó Inuyasha. Izayoi lo dejó ir y lo observó maternalmente. "¡Hahahue! Por favor, no frente a Kagome." Suplicó el hanyou con un mohín en la cara. Su madre le ignoró y comenzó a peinarle el flequillo.
"No seas tan tímido: me recuerdas a tu padre y su timidez siempre le hizo pasar vergüenzas. Voy a estar en la casa esperando a que vayas por mi. Despídete de Kagome-chan y no te atrases." Izayoi se volvió hacia Kagome. "¡Adiós Cariño! Buena suerte en tu examen... ¡Ah! Disculpa... ¡sería mucha molestia pedirte más ramen?"
"En lo absoluto: le traeré más ramen." Sonrió Kagome tras hacer una cortés reverencia. "Muchas gracias por todo, Izayoi-san."
"De nada, cariño. Inuyasha… te estaré esperando: Sé amable con Kagome-chan.
"Siee mamá."
La mamá de Inuyasha se alejó con tranquilidad en la dirección de la aldea de Kaede. Kagome miró a Inuyasha, quien se estaba rascando el cuello, algo sonrosado, quizás preguntándose qué era lo que había pasado recién. El Hanyou de pronto miró a Kagome, aún algo avergonzado.
"Tengo que llevar a mi Hahahue al mercado… y… este… ¡Debes Regresar Mañana Al Atardecer!" Dijo muy, muy rápido.
"Estaré aquí a la puesta de sol. Sé lindo con tu okaasan." Kagome le dio un rápido abrazo. "¡Adiós y cuídense mucho!"
"Adiós… y suerte mañana."
"Gracias."
Inuyasha se fue al trote hacia la aldea, en pos de su madre, mientras Kagome se sentaba en el borde del pozo, con los pies hacia adentro, lista para saltar en cualquier instante. La chica miró hacia atrás unos momentos con una gran sonrisa… para luego dejarse caer hasta su tiempo.
Fin.
Por
Misao-CG
PS: Ahora sí llegamos al final de esta colección de Oneshots, aunque seguiré subiendo los demás. Estuve casi dos años sin traducir esto (de vaga nada más). Pero bueno, dicen que más vale tarde que nunca. Este shot vale por un inédito, pues es la primera vez que se publica en castellano. Gracias por su apoyo y ¡DEJEN REVIEW!
