NUESTRA HISTORIA
CAPITULO III. UNA NOCHE MÁS.
Decidieron beber un poco de te de tila, para calmar los ánimos y la incertidumbre, ambos sabían que ni Sendoh ni Hanagata conocían el domicilio de Sakuragi, pero no tenían la seguridad de que nada pasaría, cerraron las puertas y ventanas, las cuales debido a la inseguridad anterior en Kanagawa tenían protección, unos gruesas barras de hierro cubrían sus grandes ventanas y puertas.
Me permites llamar a mis padres, ya es muy tarde y quiero avisarles que me quedare aquí ... – era solo una formalidad, pero tenía que preguntar, aunque la confianza entre ellos era casi de hermanos.
Claro, hazlo mientras arreglo el sillón para ti – termino su te de un sorbo, totalmente tranquilo, y seguro.
Se dirigió a su habitación para buscar lo necesario para improvisar una cama en su mas grande sillón, el que Kaede durmiera en su pequeña casita no era nuevo, ya lo había hecho, en algunas ocasiones hacían las tareas juntos, y solo en su casita podían hacerlas sin interrupciones y en silencio.
El rápido metabolismo de Kaede le anunciaba con certeza la segunda gran resaca de su vida, la cabeza comenzaba a dolerle, evidentemente no saco ningún provecho al beber, todo lo contrario. Tomo el auricular del teléfono de la cocina y marco el número de su casa, tuvo que esperar bastante pues ya eran las 2 am, y aunque el día siguiente era sábado, sus padres y su hermana debían trabajar desde muy temprano.
Hola! – su padre contesto por fin, un poco adormilado.
Sí, bueno, eres tu Kaede? – la voz le sonó conocida.
Si, siento molestarte tan tarde pero, tendré que quedarme en casa de Hanamichi – el dolor de cabeza estaba empeorando.
OH, vaya y por que, estas borracho? – no le molestaba que hubiera bebido – Suenas un poco extraño – solo le preocupaba en donde estaría.
Sssi, es ... solo por eso – sus dudas al contestar hicieron dudar de la seguridad de su hijo al señor Rukawa.
OK – no quedo muy convencido – pero antes déjame hablar con Hanamichi – su servicio telefónico no contaba con detector de llamadas.
Esta bien – le parecio raro que le pidiera pruebas de su estancia en casa de Hanamichi, pero obedeció a su tutor – Hana puedes venir? – llamo a su amigo y este acudió de inmediato – Mi padre quiere hablar contigo.
Ok – de inmediato tomo el auricular y contesto un poco agitado al señor Rukawa – Oyasumi Nasai, Rukawa Sama – le contesto con el respeto que siempre le había tenido desde que lo conocía.
Hola Hanamichi, solo quería saludarte y preguntar como estas tu y como vez a mi hijo? – pregunto inocentemente.
Que, a que se refiere! – pregunto alarmado, no quería que nadie supiera lo que le había sucedido hacia unos minutos – No entiendo – tapo el auricular y le pregunto a Kaede que seguía frente a el, si le había contado sobre el ultimo acontecimiento a su padre sin alzar la voz, este solo le respondió negándolo con la cabeza.
Me refiero a que si tu lo vez muy borracho, ebrio entiendes, también me gustaría saber si tu bebiste?
Ah! Ya entiendo – suspiro aliviado – No, yo no bebí nada de alcohol, se lo aseguro y Kaede se ve bien – lo observo de nuevo con una mano en su cabeza, un poco molesto con el ruido – pero creo que ya le esta llegando la resaca ja, ja, se lo merece por no hacerme caso – Kaede lo miro mas que molesto pero no dijo nada.
Esta bien, gracias – confiaba plenamente en el mejor amigo de su hijo – pero podrías darle unas aspirinas o algo? siempre ayuda a disminuir las molestias.
Claro Señor Rukawa.
Bien entonces, nos veremos el domingo en la mañana? – acostumbraban cenar juntos todos los domingos.
Claro!
Se despidieron y de inmediato Hanamichi le dio una aspirina a Kaede, sin que este supiera el porque, pero las acepto sin problemas.
Se encontraban en la pequeña sala, mientras Hanamichi terminaba de preparar la cama para Kaede, y este terminaba de tomar sus aspirinas, cuando llego la hora de dar las buenas noches. Cuando todo estuvo listo Hanamichi miro a Kaede, sorprendido de que este lo estuviera mirando concentrado.
Gracias por ... – bajo la cara con un poco de vergüenza, el que no hubiera podido defenderse lo hacia sentir mas humillado.
No fue nada, tú habrías hecho lo mismo por cualquiera no?
Si, tienes razón – sonrió un poco menos avergonzado y ambos se quedaron mirando por unos segundos.
Pronto lo olvidaras, y después les daremos una verdadera paliza! – ambos rieron con agrado y confianza.
Mientras miraba a su nuevo mejor amigo, los recuerdos de lo sucedido, se revolvían en su miente, agradecía a dios que Kaede lo hubiera seguido al salir de casa de Sendoh, de otra forma su vida ahora estaría arruinada, no pudo contenerse y se abrazo a Kaede con fuerza y una vez mas volvió a sentirse bien en los brazos que lo acogían tan calidamente.
Hasta mañana – se soltó sin muchas ganas y se decidió a dormir.
Podrías despertarme antes de las 9 am, tengo que llegar a casa antes de la 10 am ya sabes porque.
Si no te preocupes, yo te despierto, Buenas noches Kaede y gracias por todo.
De nada, Buenas noches, que sueñes con los angelitos – Hanamichi le sonrió con aquella dulzura característica en el y se fue a su cuarto – ... Que yo soñare contigo – pudo decirlo después de que Hanamichi había desaparecido rumbo a su habitación.
Hacia mucho tiempo que no tenia pesadillas, no desde su estancia en el hospital, de eso ya habían pasado muchos meses, pero poco después de haber conciliado el sueño, las imágenes de los sucesos en casa de Sendoh, volvieron a representarse en sus sueños, solo que en ese escenario Kaede no estaba, ni nadie que pudiera ayudarle. Las caras de sus asaltadores eran mas horribles y diabólicas y su fuerza era aun menor, su desesperación en sus sueños hacían que se convulsionara en su cama violentamente, mientras en su pesadilla gritaba: NO!
Sintió alguien que lo sacudía y una firme y familiar voz lo llamaba, sin poder ver quien era, hasta que segundos después logro abrir los ojos notando al fin que se encontraba en los brazos de su huésped.
Era solo una pesadilla – volvió a acunarlo en sus brazos y acariciar su espalda con paciencia y cariño esperando que su amado pelirrojo se tranquilizara pronto – Calma, calma, aquí estoy ...
Kaede! – despertó por fin de su horrible sueño y se abrazo a su buen amigo sin sentirse incomodo – gracias por despertarme, fue horrible ... – su respiración se tranquilizo por fin y el también.
Todo estará bien, ya veras que si – no lo soltaba deseando de esa forma reconfortarlo y quitarle el miedo.
Mm ... – se refugio en los brazos de su amigo, sin vergüenza y deseando no mostrarse tan débil y vulnerable, pero en ese momento no deseaba estar solo – se que es mucho pedir pero ... – miro a los ojos a Kaede mostrando aun rastros de lagrimas en sus ojos – podrías dormir conmigo? – con aquella expresión en su rostro, era difícil que hasta el corazón mas duro, no se ablandara.
Si – se necesitaba de mucha fuerza de voluntad para decir que no y Kaede no la tuvo.
Hanamichi cerró los ojos y acunado en los brazos de Kaede por fin pudo sentirse tranquilo de nuevo. Recostó su cabeza en el pecho de su amigo, mientras este se acomodaba para poder dormir con el.
Kaede seguía acariciando la cabellera de Sakuragi, ya no le dolía la cabeza, y se sentía sobrio, razón por la cual no pudo dormir enseguida, la cercanía de su primer amor lo ponía nervioso, pero estaba seguro que por mas cerca que estuviera de Hanamichi, este jamás podría quererlo como Kaede deseaba.
Suspiro y mirando al techo se repitió a si mismo que sus esperanzas eran nulas y que no había nada que pudiera hacer para que Hanamichi correspondiera sus sentimientos. Cerró los ojos, cansado por fin y pudo dormir.
N/A: Hey, otro capitulo corto, espero que les haya gustado y pues por fin hubo un inocente acercamiento entre nuestros protagonistas, ya pronto algo mas pasara jeje, gracias a Shadir, Reiko, Lensaiak, kinyoubi y caritademanga por leer mi fikito, espero que les siga gustando como sigue y hasta lueguin!
