NUESTRA HISTORIA

N/A: Con respecto a porque crei que no les iba a gustar el capi anterior, pues la razon es que Hanamichi no se defendio exactamente solo, por eso me parecio que no iba gustar mucho ese capi, y Como lo mencione anteriormente, este es el capitulo final, esta un poco largo, y la única advertencia es que habrá prácticamente de todo (muertos no, ni nada feo jo, jo, jo, pero lemon si, ja, ja, ji), nos leemos al final.

CAPITULO XIII. PARA SIEMPRE

Después de aquel momento de intimidad y amor, ambos estaban muy cansados, y con un último beso se dispusieron a dormir, disfrutando de su compañía y de sus cuerpos entrelazados, sincronizando su respiración y arrullándose con los latidos de sus corazones durmieron como Ángeles, abrazados, muy juntos, respirando el mismo aire y sintiéndose tan ligeros como plumas, sin culpas y sin miedos, solo amor y ternura reinaba ahora en sus corazones y sentían paz a su alrededor.

La mañana que les siguió, les hizo confirmar que la noche anterior y los acontecimientos del día, los había unido mucho más que antes, y que ahora su amor ya estaba seguro por que no había dudas en ninguno de los dos y sus sentimientos se afianzaban con los segundos que pasaban juntos.

Almorzaron tranquilamente, sentados sin soltarse las manos, derramando miel en cada una de sus miradas, en cada una de sus caricias y en cada una de sus sonrisas, pues sus ojos brillaban cada vez que se miraban y no podían soportar estar mucho tiempo separados, tanta fue la adicción que sintieron uno del otro, que decidieron pasar ese sábado juntos en la comodidad de la casa de Hanamichi, hablando, comiendo, charlando, acariciándose mientras veían televisión y muy abrazados, siempre escuchando el latido de sus corazones que parecían decir el nombre del otro cada vez que la sangre bombeaba aquella sangre que los hacia latir, pero llego la noche, y Kaede tuvo que irse a casa un poco tarde, totalmente ebrio de amor y dulzura, suspirando a cada paso que daba.

Nadie le pregunto sobre su estado ya que ningún miembro de su familia estaba despierto cuando llego, además de que sus padres se dieron por bien servidos tan pronto escucharon el sonido de la puerta cerrándose por ultima vez, de esa forma no tuvo que explicarles por que razón tenia aquellos notorios moretones en su rostro.

A Kaede no se le ocurrió ninguna explicación y no la pensó, estaba tan inmerso en sus pensamientos planeando como pasar los siguientes 50 años de su vida al lado de Hanamichi que no pensó en que decir cuando sus padres notaran esos golpes en su cara.

Así que siendo domingo, antes de que sus padres lo vieran salio de su casa y se dirigió en su bicicleta a casa de su novio.

Kaede tuvo mucho que contar cuando llego a casa y toda su familia noto al fin que tenia algunos golpes notorios en el rostro, obviamente todos le preguntaron si se había peleado con Hanamichi, pero en ese momento el pelirrojo entro tras Kaede demasiado tranquilo, cosa que sorprendió a todos, pero les sorprendió aun mas, que les contara el verdadero motivo a casi toda la familia, ya no sentía vergüenza, solo quería que los padres de su novio conocieran los motivos por los cuales su zorro estaba en esas condiciones, y por que Hanamichi no tenia golpes en su cara, pero si usaba aquel corseté.

A Kaede no le parecio prudente volver a incitar a su novio a hacer el amor, por que este aun se sentía cohibido, lo noto en cada vez que el pelinegro acariciaba la espalda y las caderas del pelirrojo, pues las mejillas de Hanamichi hacían que brillara con su rojo color, que se quedara mudo y ya no se atreviera a mirarlo. Kaede se pregunto en distintas ocasiones si su comportamiento de novio enamorado afectaba la vida de su Hana, pero cuando se lo pregunto directamente este le dijo que "No" de inmediato, que si se ponía "así", tan colorado, nervioso, callado e inmóvil, era por el simple hecho de que no sabia como actuar, podía sonreír, pero no sabia que hacer, y tampoco entendía por que no podía moverse, sabia que no era vergüenza, no estaba seguro en realidad, solo sabia que cuando su zorro lo abrazaba tiernamente o con deseos de algo mas, no podía detenerlo pero tampoco sabia como actuar, era rara su situación pero confiaba en que en los siguientes días todo mejoraría.

Kaede ahora tenía la certeza de que el amor que Hanamichi le profesaba era puro y eterno, así como el que el zorro le daba cada día al monito. Eran felices y la necesidad de explorar sus cuerpos se hacia cada vez mas notoria en sus corazones y sus miradas, aun así el zorro no quiso ir mas lejos.

En un día normal para los estudiantes de Shohoku, Kaede llego a su casa después de una maravillosa tarde en casa de su novio, no había nada en ese momento que pudiera aminorar su felicidad o por lo menos eso creía.

—Kaede, que bueno que estas aquí, mira lo que llego para ti – le mostró el sobre, no esperaba que su hermano al verlo, se pusiera mas pálido de lo normal y mucho menos lo que le dijo.

—Lo leeré después – serio y como si un fantasma lo hubiera asustado entro a su habitación y dejo a su hermana con las manos en alto mostrando ese mediano sobre, llena de preguntas.

—Pero... Kaede es de la universidad de Los Ángeles – entro tras el cuestionándose la actitud de su hermano – de verdad no quieres saber su respuesta con respecto a aquella beca que solicitaste? – pregunto muy extrañada con el comportamiento de Kaede.

—Si pero – miro a su hermana asustado y le dio la espalda mientras se quitaba el uniforme de la escuela – Nnno creo que me hayan aceptado, así que por que no mejor la tiras a la basura – le sugirió sin esperar que aceptara.

—Estas loco, claro que no, mama estaba muy entusiasmado cuando la recibió esta mañana y me la mostró, tu deberías estar igual! –desconocía a su hermano, y se preguntaba que le habría pasado para que reaccionara de esa manera tan indiferente y asustadiza.

—Si, bueno, de cualquier forma no creo que tengan interés en mí – término de cambiarse y salio de su habitación hacia el baño, era un poco tarde, sus padres estaban fuera trabajando y sus hermanos en sus respectivas habitaciones posiblemente terminando sus deberes escolares, y Kaede solo quería tomar un refrescante baño y dormir tranquilamente.

—Ah, no? – mas que sorprendida con el raro comportamiento en su zorruno hermano, abrió el sobre sin importarle que hacia mal, y leyó en voz baja hasta que encontró lo que buscaba - " ... bla, bla, bla ... Y le comunicamos que su solicitud ha sido aceptada, por lo que le recomendamos que ponga sus documentos en regla para que arribe a nuestras instalaciones en las siguientes dos semanas, pues necesitamos ..." – dejo de leer y observo que su hermano estaba nervioso pero no contento con la respuesta – Kaede! – Llamo a su hermano y entro al baño antes de que este se desvistiera por completo – ¿Sabes lo que esto significa? ... significa que cumplirás tu sueño y que tienes que irte en poco tiempo, no es maravilloso! Te quieren allá antes de que termines tu segundo grado de preparatoria, hermano estoy muy feliz por ti, ja, ja, como cuando Hanamichi te ... dio ... el si ... Rayos, es por eso que estas tan raro ... – su hermano la miraba con un poco de miedo y sin muchos deseos de confesarle que no solo se había olvidado de sus deseos de terminar sus estudios en América, sino también de que no había contemplado sus días sin Sakuragi.

—No voy a ir – cerro los ojos y hablo quedo, no solo se lo dijo a su hermana, también a si mismo.

—Tal vez deberías pensarlo un poco – toco el hombro de su hermano, para ella no había razones para desaprovechar aquella oportunidad que tanto había buscado – Si se lo dices estoy segura de que Hanamichi te apoyara ... – su hermano la miro por un segundo y Ayumi entendió por fin que el pelirrojo no tenia idea de que su novio había solicitado una beca, mucho antes de que fueran amigos – No se lo habías dicho? ... pero – su hermano solo lo negó con la cabeza, y también entendió que no tenia la intención de hacerlo – Y No piensas hacerlo ... Kaede, hermano esto es realmente importante y no creo que debas dejarlo solo por ...

—Por Hanamichi, haría cualquier cosa por él! –le contesto con desesperación, estaba confundido y su corazón latía demasiado fuerte – A-a-además no quiero separarme de el, por que ... seguramente querrá que terminemos nuestra relación mientras yo este lejos, y, y, y seguramente Yohei intentara abordarlo y ... – muchas situaciones se escenificaron en su mente y estaba seguro de que todas ellas podrían terminar su relación con el pelirrojo y Kaede sabia que si eso sucedía, moriría.

—Eso es imposible, no seas tonto, claro que no, Hanamichi se enamoro de ti y he visto en sus ojos que te ama –lo tomo por los hombros sin reconocer a aquel chiquillo miedoso que tenia en sus manos – El hecho de que estén lejos no significa que deban terminar su relación, Kaede ... esto es importante, se trata de tu sueño, tu futuro, Tu Vida! –lo sacudió un poco pues este parecía no escuchar lo que Ayumi decía.

—Hanamichi también lo es, el es ..., es mi todo, no lo entiendes! – se soltó de su hermana y se alejo un poco, temía tomar la decisión incorrecta y arrepentirse después, tenia miedo de perderlo todo, pero mas miedo tenia de perder a Hanamichi para siempre.

—Tendrás que explicárselo a mama, ella no estará de acuerdo con esto y papa tampoco, y si Hanamichi lo llega a saber estoy segura de que ..

—No lo sabrá! Y no se te vaya a ocurrir decírselo, me oíste! – Entro a su habitación y azoto la puerta al cerrarla.

—Dohao! – le grito y se dirigió a su propia habitación molesta, preocupada y con la aquella carta dirigida a Kaede en sus manos.

Una semana paso en la que Kaede pasaba todo el tiempo pensativo, no estaba seguro de su decisión, pero cuando se reflejaba en los hermosos ojos de su koibito, intentaba convencerse de que hacia bien, aunque su consciencia le gritaba que no era verdad, que necesitaba desahogarse, que necesitaba cumplir aquel sueño que nació en su cabecita de 3 años cuando vio por primera vez un juego de basketball por televisión, desde ese día se prometió a si mismo que llegaría a jugar en los mismos lugares que Jordan, su máximo modelo a seguir y lucharía por un mejor futuro no solo para el, sino también para su familia.

Sentados sobre el césped de la escuela, almorzaba tranquilamente la pareja dorada de Shohoku, y mientras el pelirrojo le relataba los últimos acontecimientos en su vida, Kaede intentaba escucharlo, pero no lo conseguía.

—Hey, escúchame zorro tonto, te he estado hablando y tu no me estas poniendo atención! – agito los puños molesto, provocando que su zorro lo mirara y que esbozara una de esas raras y hermosas sonrisas en las que sus ojos brillaban.

—Lo siento amor – lo dijo con ternura y se acerco sonriente a su lindo torpe, el cual ya tenia algunos segundos hablándole de cómo Haruko sonreía sonrojada desde que le confeso que Kaede y el pelirrojo ya eran novios, al parecer a ella le agradaba verlos juntos.

—En que piensas? – lo miro suavizando su mirada, y preocupado por que por primera vez desde que eran novios, su zorro, no le daba toda su atención y en ocasiones no lo escuchaba, esa ultima semana lo había hecho dudar de su fidelidad, pero al mirarlo de lejos supo que no había ninguna posibilidad de que su koibito pudiera engañarlo ni lastimarlo de esa forma.

—En ti – le sonrió y tomo su barbilla con sus dedos – En mi – y lo beso en los labios sutilmente – En que no quiero que nos separemos nunca – lo abrazo con los ojos cerrados, respirando su aroma y escondiendo su cabeza entre el cuello y el hombro de su novio, suspiro enamorado – Y En lo mucho que te amo – Hanamichi sonrió, no supo si por que sintió cosquillas o por que lo hacia muy feliz el que Kaede se lo dijera de esa manera tan tierna y creíble.

—Yo también – levanto con sus dos manos el rostro de su novio y le sonrió con una idea en mente – Que te parece si te quedas a dormir en mi casa mañana? Sé que no podrás ir hasta que tu hermana llegue de su trabajo pero, de esa forma me darás tiempo de preparar la cena para ti – le beso los labios a su zorro, que lo miraba sorprendido, al parecer Hanamichi lo estaba invitando a tener una amorosa velada en su casa – Que dices? – le sonrió angelicalmente y su zorro solo pudo asentir con la cabeza, para después besar con mas fuerza y deseo aquellos labios que lo incitaban a mucho mas que solo jugar con su lengua.

Desde que había recibido aquel aviso sobre su solicitada beca, no había querido hablar con sus padres ni con su hermana, y siempre que ellos intentaban decirle algo sobre el tema, el simplemente se alejaba con alguna excusa, era obvio para toda su familia que nada lo haría dejar su país, pues con el paso de los días, se había auto convencido de que estaba mejor en Kanagawa con Hanamichi, que en América sin el.

Llego a su casa donde solo sus hermanos lo esperaban, era su turno de cuidar a Soi-chan. Keichu era el único que no le había insistido sobre aceptar la beca, en realidad no le había dicho nada, ni siquiera lo había felicitado, por lo que no esperaba nada de el, solo aquella cara de molestia cada vez que llegaba a casa.

Tan pronto llegaron Ayumi y su padre a casa – su madre había tenido que quedarse a hacer guardia en el hospital en el que trabajaba – tomo su ropa y salio, comunicándoles al salir que dormiría en casa de Hanamichi y nadie objeto a su forma de despedirse y de pedir permiso, parecía que ya no era parte de familia, solo un extraño que había usurpado el cuerpo de Kaede Rukawa.

——————————————

Lo recibió con un acalorado beso, vestido con un Yukata color blanco, a media luz, y con la mas hermosa sonrisa, lo guío hasta la sala donde la cena ya estaba servida sobre un mantel, y en el centro 3 velas alumbraban el lugar, logrando una atmósfera de romanticismo e intimidad.

Al verlo vestido con ese ligero Yukata, su sangre comenzó a tibiarse, y aquellas recomendaciones que su padre le había hecho, bombardearon su memoria.

Muy interesado en su bienestar, el señor Rukawa le había obsequiado algunos condones y un sobrecito de lubricante, además de darle algunos consejos para hacer su momento de intimidad mas duradero, fue la conversación mas inapropiada, irreverente y vergonzosa para los dos, pero ambos con las mejillas un poco rojas, un poco de sudor en la frente y sin mirarse a los ojos, habían permanecido sentados, uno hablando, explicando algunas situaciones recurrentes y mencionando algunos pasos de rutina y el otro escuchando y haciendo preguntas, y hasta que ambos se sintieron satisfechos entre recomendaciones y dudas despejadas, fue que decidieron terminar con aquella conversación de padre a hijo, contentos con no tener que volverlo a hacer.

Cenaron algo ligero, sushi y arroz con un poco de té verde además de algunos panecillos al vapor, formaron parte de su festín, el cual ambos se encargaban de que acabara en la boca del otro, ayudados por sus bocas y manos. Y al terminar, lo lógico era que algo extraordinario sucediera entre ellos, lo sentían en el aire, el amor los invadía lentamente y entre beso y beso algunas palabras eran mencionadas con deseos reprimidos a punto de ser desahogados.

—Hay algo que quiero pedirte, pero tiene que ser mañana por la mañana, que dices? – le hablo muy de cerca, con la voz mas ronca y suave que tenia, convenciendo a su novio con sus artes de seducción aprendidas en las pasadas 3 horas – Prometes que me harás ese favor? – delineo el labio inferior de su zorro con su dedo índice, y le beso el extremo izquierdo, logrando en su novio un escalofrió en todo su cuerpo.

—Claro! – Contesto con la voz entrecortada – Lo que tu digas – ya estaba excitado, de solo mirar las mejillas rojas de su amor, ese brillo en sus ojos y con esas caricias en su pecho y rostro, comenzaba a sentir mas y mas ganas de hacerle el amor a su novio, olvidándose por completo de sus problemas.

Tan pronto lo dijo, Hanamichi rodeo el cuello de su zorro con un brazo y con el otro se apoyo en la alfombra, inclinándose hacia atrás, de esa forma quería invitar a Kaede a ir mas allá, y seducirlo con sus besos profundos y apasionados.

Al sentir presión sobre su nuca y esos besos tan llenos de fuego en su rostro y labios, entendió que su Hana, esa noche deseaba algo más que simples caricias en su cuerpo, y Kaede deseaba explorar y besar cada pedacito de su piel.

Sus bocas se besaban con lujuria y con amor, y en cuestión de segundos, Kaede ya se había posicionado sobre el cuerpo de pelirrojo, su Yukata se había abierto permitiendo que las piernas de su koibito se descubrieran por completo y Kaede por instinto deslizo su mano derecha sobre el muslo de su Hana, acariciando su piel, mientras Hanamichi acariciaba su espalda introduciendo sus manos debajo de la camisa de algodón que su Kaede usaba, incitándolo a quitársela y permitir así que su torso desnudo tocara el suyo que casi estaba al descubierto.

En un momento de lucidez, Kaede sintió la necesidad de asegurarse de que Hanamichi estuviera del todo convencido de lo que hacia y dejo de besar los deliciosos labios que correspondían a sus deseos, a pesar de las protestas del pelirrojo para que no se detuviera.

—Estas seguro de ... – acaricio la pierna de su novio de manera sugerente y continuo su pregunta – de "esto", que haremos? – recupero la respiración.

—Si – le contesto susurrante y lo beso fugazmente – Quiero ser tuyo Kaede – le ronroneo al oído y acaricio la barbilla de su novio con sus mejillas y rostro – Te amo, te deseo, y estoy seguro – lo miro con un brillo inusual en sus ojos y le sonrió invitándolo a poseerlo y amarlo por esa noche.

Abrió con las manos temblorosas el Yukata que cubría el cuerpo de su amor, enterneciéndose al notar que el pelirrojo no llevaba nada debajo, su cuerpo desnudo estaba en sus manos ahora, y Hanamichi le permitía explorar con la mas incitadoras de las sonrisas cada parte de el.

Sonrió nervioso, Hanamichi lucia tan calmado que su propia intranquilidad le sorprendió, pero lo deseaba, deseaba hacer suyo el cuerpo que se le ofrecía sin condiciones, pues el pelirrojo solo sonreía confiado en que disfrutaría ese momento al máximo, aunque fuera su primera vez.

Sus manos temblaban sobre la piel del pelirrojo, pero sabia que hacer, así que con un ultimo suspiro se decidió a relajarse y a dejarse llevar por sus instintos. Suavemente con sus manos delineo el cuerpo de su Hana, notando como este se dejaba hacer, maravillándose cada vez que este gemía suavemente, con los ojos cerrados y deseoso de todo lo que su zorro le podía dar.

Lentamente comenzó a besar su cuerpo, desde el cuello hasta el abdomen del pelirrojo, bajo dejando rastros de saliva sobre el pecho del chico de piel dorada, besando con suavidad cada centímetro de su ser. Concentrado en su labor mientras besaba nuevamente el pecho de Hanamichi, la mano de este se poso sobre su cabeza llevándola hasta una de las tetillas que por los constantes roces ya estaba endurecida, y con mucho placer Kaede se dedico a succionar suavemente aquel botoncito rosa, suavemente con su lengua lo delineo, para darle después el mismo tratamiento a su gemelito, que esperaba ansioso la misma atención.

Deseaba que su excitación llegara al máximo, que disfrutara el preámbulo tanto como su orgasmo y que recordara este momento por el resto de sus días.

Ambos ya estaban listos, sus miembros duros como rocas en espera de atención se irguieron dolorosamente, a lo que Kaede respondió frotando su cadera contra la de Hanamichi la cual se alzaba por instinto, frotándose ansioso con su compañero, en espera de verdadera atención.

De improvisto bajo hasta el ombligo del pelirrojo y succiono su vientre dejando una huella, haciendo gemir mas fuerte al chico que recibía las caricias, preparándolo para después acariciar con sus labios el miembro erguido, logrando sacarle un "Mmm ...", y que nuevamente una de sus manos acariciara su cabellera dándole permiso de hacerle lo que le viniera en gana y así lo hizo, ansioso por darle placer a su novio el pelinegro decidió tomar en su boca la virilidad de su amado y succiono con suavidad disfrutando su sabor y los gemidos de su koibito, abriéndose paso entre sus piernas para introducir el sexo de su torpe totalmente en su boca, y fingir así por primera vez para Sakuragi una penetración.

Busco entre su ropa aquellos aditamentos para hacer su primera vez menos dolorosa para el pelirrojo, sin dejar el miembro de su Hana, de esta forma no se distrajo y siguió disfrutando de placer que su zorro le estaba dando a su sexo, gimiendo cada vez mas fuerte, apretando su Yukata en sus puños cada vez que este mordía suavemente su miembro.

Nuevamente subió para besar los labios de su amor y pregunto una vez cuales eran los verdaderos deseos de su pelirrojo.

—De verdad quieres que Yo ...? – lo miro tan excitado que le dieron ganas de saltarse la preparación.

—Si Kaede, te deseo dentro de mi... – se froto contra Kaede ansioso por sentirlo, con el conocimiento de que muy posiblemente su erección no duraría mucho – Tómame... – le susurro con necesidad aferrado a su cuerpo, totalmente excitado.

Una sonrisa recibió como respuesta, la seguridad del pelirrojo logro que Kaede se decidiera por fin a continuar lo que tenia planeado. Nuevamente tomo el miembro de su novio en su boca, se lleno la mano de lubricante e introdujo uno de sus largos dedos en la estreches de su amante, quien como respuesta abrió mas piernas, la sensación le parecio en exceso placentera, pues de inmediato sintió un frote dentro de si, que estimulaba su próstata al mismo tiempo que su zorro succionaba con fuerza su miembro, enviando miles de choques eléctricos a su columna vertebral, logrando un increíble placer y por ende los gemidos incrementaron su intensidad.

Antes de que estuviera listo para recibirlo, grito por fin su primer orgasmo, permitiéndole a su novio, beber su esencia, maravillándose cuando este lo beso con su sabor en la boca, excitándolo nuevamente, sintiéndose por fin listo par recibirlo y darle placer a su zorro.

Enlazo sus piernas en la cintura del oji-azul, y después de un sensual beso, sintió la dureza de su novio invadirlo con un poco de dolor, era mas grande de lo que esperaba pero no lo dejo que se detuviera, sabia que la sensación duraría poco, aun así algunas lagrimas asomaron en sus castaños ojos, por lo que decidió esconder su rostro entre el cuello y el hombro de su amor. Intentaba relajarse pero no lo lograba, al parecer el dolor era demasiado.

Noto que su cuerpo estaba demasiado tenso, así que para aminorar el dolor y permitirle que se relajara un poco, nuevamente con una de sus manos apretó el sexo de su amor, frotándolo suavemente, sin olvidarse de repetirle al oído cuanto lo amaba, besando sus hombros y entrando cada vez mas profundo en su estreches, logrando que este se relajara en su abrazo por fin, gimiendo de placer al cabo de unos segundos y ya no de dolor.

Continuaron sincronizando sus movimientos, yendo cada vez más rápido, y más fuerte. Hanamichi se arqueo por completo permitiéndole a Kaede así entrar cada vez mas profundo en su cuerpo, gritándole en sus gemidos lo mucho que lo amaba y demostrándole lo mucho que le gustaba lo que hacían.

—Ah ... ah .. Te ... ah ... a...mo ... Oh, siii! – y nuevamente sintió que estaba a punto de explotar por segunda vez.

Tan interesado estaba en no hacer sufrir a su Hana que se olvido de ponerse el condón, así que cuando estaba a punto de terminar, hizo el intento de salir del cuerpo de su novio, pero este no se lo permitió, apretándolo mas con sus piernas, y terminando al mismo tiempo que su novio dentro de el.

Segundos después de aquella pequeña muerte, se quedaron muy juntos pero totalmente desvastados. Lentamente salio del cuerpo del pelirrojo y lo abrazo besando su cabellera muy feliz de haber consumado su amor.

—Te amo – le susurro al oído y nuevamente sintió escalofríos en todo su cuerpo.

—Yo también, Te amo – se refugio en el pecho de Kaede y este en un gesto de ternura cubrió sus cuerpos con aquel Yukata que Hanamichi usaba, sabia que ninguno de los quería moverse de ese lugarcito – Nunca me había cansado tanto ... Mmmh .. – sonrió disfrutando la cercanía con su zorro con los ojos cerrados, segundos después bostezo y se quedo dormido, al igual que el chico que lo abrazaba con amor.

Tuvo una pesadilla, por primera vez desde que a los 5 años vio por vez primera una película de terror, volvió a soñar algo que lo despertó de su profundo sueño, no supo que había sido cuando despertó por completo, y no quiso recordarlo de cualquier forma lo olvido, pues sus movimientos habían logrado que Hanamichi se acercara mas a el, en busca de calor, sonrió al recordar lo que acababan de hacer y beso la frente de su amado enternecido con la forma en que se acurrucaba mas cerca de su cuerpo.

Ya era muy tarde y comenzaba a hacer frió, así que se tomo la atribución de llevar al pelirrojo a su cama y arroparlo bien, para dormir a su lado, entrelazando sus cuerpos.

A la mañana siguiente, el sol despertó a Hanamichi, fue algo así como un aviso de que ya era hora de pedirle ese pequeño favor a su novio. Estaba conciente de lo que tenia que hacer, así que al levantarse, antes de preparar el desayuno contemplo el hermoso rostro de su koibito, feliz de haber consumado su amor, beso sus labios suavemente y prosiguió con su plan para ese día especial.

El delicioso olor a comida recién hecha lo despertó, había dormido como un angelito, cansado con sus actividades nocturnas y feliz de haber hecho el amor, por primera vez.

Se le acerco por detrás, su olor era exquisito, ambos olían igual pues se habían duchado con los mismo, pero la esencia de su Hana llenaba sus sentidos como un afrodisíaco incitándolo a repetir sus actividades nocturnas, pero se contuvo, solo se abrazo a su cintura y beso su cuello, esperando los buenos días.

—Buenos días Zorro! – le sonrió feliz de tenerlo en su casa y lo beso fugazmente – Tienes hambre, ya esta listo! – el zorro solo asintió y se sentó a la mesa para compartir nuevamente un glorioso desayuno en la compañía de su amado novio.

Se sintió cada vez mas seguro de su decisión y decidió no compartir aquel sentimiento de culpa con su novio, ocultándole aquello que su consciencia le gritaba cada vez que este lo intentaba olvidar.

—Espero que se repita lo de anoche – sonrió con las mejillas rojas, se comportaba como un coqueto, pero le costaba mucho no sonrojarse ni ponerse nervioso cada vez que pensaba en lo mucho que le había gustado hacer el amor con su novio y de esa manera.

—Yo también – le sorprendió el comentario de su torpe, cada vez se volvía mas atrevido, cosa que lo hacia feliz – podría ser esta noche si tu ...

—Kaede – lo miro a los ojos con seriedad lo cual le dio un mal presentimiento al zorro – Recuerdas lo que te dije ayer? – Su novio asintió y decidió continuar con su petición – Necesito que ... – bajo el rostro un segundo, respiro profundo y alzo la cara, pero sus ojos ahora estaban acuosos – Yo necesito que tomes esa beca, no importa que ...

—Que! – imagino que de alguna manera Hanamichi sabia que su solicitud había sido aceptada pero se preguntaba de que forma.

—Kaede ... escúchame tu ... – se entristeció al observar que su novio lo negaba y comenzaba a molestarse con su petición.

—No, no quiero irme – se levanto enojado y le dio la espalda a su novio por un segundo mientras pensaba en la manera de convencerlo de no dejarlo ir.

—Tu me lo prometiste, así que ahora debes cumplir – lo tomo por los hombros y lo obligo a mirarlo – Recuerdas? – suavizo su mirada, pero sus ojos aun estaban acuosos.

—No quiero – no podía mirarlo, sentía ganas de llorar, así que se abrazo a la cintura de su amor y quiso detener el llanto, pensando en la mejor excusa para quedarse.

—Mírame! – Tomo el rostro de su koi con ambas manos y nuevamente lo obligo a mirarlo a los ojos – ¿Quieres irte y que sigamos juntos a través de la distancia? O ¿prefieres quedarte y perderme para siempre? ... por que debes recordar que un Tensai como Yo, no puede ser novio de un mediocre!

—No me hagas esto por favor, tu no, Yo te amo y no puedo vivir sin ti – lo miraba implorante, y con los ojos acuosos, hasta ese momento no había llorado por su situación pero la reacción de Hanamichi comenzaba a asustarlo.

—Ya te dije que si te vas no me vas a perder, solo estaremos separados pero juntos al fin, no voy a dejar de quererte aunque estés lejos, te amare siempre, pero si mi amor te detiene entonces prefiero odiarte para que tú cumplas tu sueño ...

—Yo solo quería que tú me amaras, tú eres mi sueño ... no quiero nada más si te tengo a ti ...

—Pero no es suficiente Kaede ... no para ti, acaso no te has preguntado entonces por que te duele quedarte aquí conmigo?

—Que quieres decir, Yo te ...

—Se que me amas, pero también se que amas el basketball, y esta es la gran oportunidad que estabas esperando. Kaede, esta es la oportunidad de tu vida, no la dejes pasar o te arrepentirás por el resto de tus días, Yo lo se, y no quiero vivir con esa culpa también ...

—No tienes por que sentir culpa, en todo caso soy Yo quien debe recriminarse por las decisiones al final ...

—Sal de mi casa! – le dio la espalada cruzado de brazos, seriamente molesto con la actitud de su novio.

—Hana ... que ...? – atónito con las palabras de su novio intento tocar su hombro, pero este dio un paso adelante rechazando su mano.

—Sal de aquí ahora! – intentaba no mirarlo, si lo hacia sabia que no continuaría insistiéndole para que se fuera, así que cerro los ojos y le grito nuevamente – Si no has entendido lo que te he dicho no vale la pena que sigamos siendo novios, así que será mejor que terminemos de una vez!

—No! – lo miro con los ojos llenos de lagrimas, las cuales estaban a punto de caer.

—Vete! – en cuanto lo dijo, lo miro a los ojos y vio que sus propias lagrimas cayeron sin poderlo evitar – tienes que irte o yo te sacare de aquí! – Kaede no se movió solo lo miro implorante esperando que su novio entendiera sus razones, pero no fue así, este simplemente lo saco a empujones de su casa y le cerro la puerta rápidamente, ambos lloraban pues la separación era inminente y Kaede sabia que su torpe no cambiaria de opinión así pasaran 1000 años.

Cerro la puerta y recargo su espalda contra ella, temía que Kaede la tiraría a golpes, y no deseaba que entrara y lo viera así, jamás había llorado con tanto dolor, jamás se había sentido como un traidor, jamás había deseado morir como en ese momento, y sentado abrazado a sus rodillas intentaba opacar sus lamentos, mientras escuchaba los de su zorro al otro lado de la puerta, sintiéndose como el mas ruin de los amantes pero sabia muy dentro de su corazón que hacia lo correcto.

Ambos estaban sufriendo, pero Hanamichi no estaba dispuesto a permitir que su amado pelinegro perdiera la oportunidad de su vida, no por un capricho, no por tonterías.

—Hanamichi ... – lo dijo como un lamento y no pudo mantenerse en pie, sus fuerzas lo abandonaron y callo hincado recargando su frente sobre la puerta mientras el pelirrojo se mantenía en su posición, sin ninguna intención de abrir la puerta y consolar a su zorro. Estuvieron así por unos minutos mas, y ya sin esperanzas Kaede decidió irse por fin, dejando intranquilo al pelirrojo, aun así este no abrió la puerta.

Horas después Kaede volvió a su casa, parecía zombi, caminaba mirando hacia la nada, y con rastros de lagrimas en sus ojos, no quería irse, no deseaba alejarse de la única persona que logro enamorarlo con una mirada, y aunque tampoco deseaba perder aquella oportunidad de tener un futuro sin preocupaciones mas que la de jugar basketball con los estudios pagados, tampoco deseaba perder a su único y verdadero amor.

—Quien fue! – lo pregunto lleno de rabia al mismo tiempo que azotaba la puerta con fuerza tras de si, su hermana y su madre estaban en la sala hablando sobre Kaede y les sorprendió su pregunta – Quien creen que son para arruinarme la vida! – miro a su hermana y esta bajo la cabeza, de esa forma lo supo, supo que su hermana lo había separado de su único y mas grande amor – No tenias por que entrometerte! – Se dirigió a ella – Ninguno de ustedes – después a todos los presentes en la sala.

—Kaede, No te comportes de esta manera que tu no eres así! – su madre hablo dolida.

—Ella arruino mi vida, no ... ustedes lo hicieron, ustedes lo hicieron y nunca se los voy a perdonar ...! – en ese momento su rostro fue volteado violentamente por una fuerte cachetada que su madre le otorgo cariñosamente.

—Nosotros solo nos preocupamos por tu bien, al igual que Hanamichi, y no debes culparnos por algo en lo que no tuvimos nada que ver – jamás creyó que tendría que golpear a su hijo mas disciplinado.

—Que quieres decir? – supo ahora que se equivoco y se sentía culpable.

—Nosotros no le dijimos nada hijo, fue el profesor Anzai seguramente, el trajo la carta aquí y el mismo se lo dijo a Hanamichi, en realidad el solo nos llamo para confirmar que era verdad ... – bajo la voz cuando observo que su hijo abría los ojos mas de lo normal – le parecio muy extraño que tu no se lo dijeras y creo que se molesto un poco con tu silencio.

—No me dijo nada hasta esta mañana – se tranquilizo de alguna manera y derrotado como nunca antes se sentó en uno de los sillones, cubriéndose el rostro con sus manos, muy cansado.

—Que te dijo? – pregunto su hermana, muy preocupada con la situación de su hermano.

—Que si no me iba, lo perdería para siempre – se limpio la cara descuidadamente y suspiro.

—Entonces Yo tenia razón, Kaede tienes que ir, tienes que aceptar la mejor oportunidad de tu vida ...

—Pero Yo no quería irme, no sin el, es que no ... no es justo ... – nuevamente derramo algunas lagrimas, sin poderlo evitar cubriéndose la cara.

—Pocas cosas en la vida lo son, y soy el mas indicado para decirlo no lo crees así, Aniki? – le dio a entender que su comportamiento siempre hostil hacia su persona, no era solo por el hecho de tener que usar lo que Kaede ya no podía, incluyendo zapatos, ropa y libros sino también por el hecho de tener que tratar con aquellas chicas que se acercaban a el solo por que era el hermano del gran Rukawa – Tienes que hacerlo no solo por ti, también por Hanamichi.

—Je, je, si, tienes razón Imouto-san – le sorprendió que su hermano se interesara en el y que interviniera.

—Lo harás? – pregunto su hermana.

—Creo que si, además no quiero ser un mediocre, ja, ja, ja ... – rió como un moribundo que acepta su suerte – Pueden creer que Hanamichi me dijo que el jamás seria novio de un mediocre y Yo lo seria si me quedo ja, ja..., lo siento mucho, podrán perdonarme algún día? – los miro con lagrimas en sus ojos y una triste sonrisa.

—Ya lo hicimos, verdad? –le pregunto a su familia y todos sonrieron, mientras asentían, tristes y felices a la vez, era el momento mas raro que habían pasado juntos.

La calma reinaba en su casa, ahora todos hablaban tranquilos, animando a Kaede para que se fuera tranquilo, confiado en que Hanamichi jamás le seria infiel, y convenciéndolo de ir a casa del pelirrojo para arreglar sus diferencias y reconciliarse por primera vez.

—Hana-kun? – toco la puerta dos veces y llamo un poco preocupado por el pelirrojo, pero cuando escucho pasos, le hizo saber quien era – Soy Yo, Keichu! – de inmediato la puerta se abrió y Hanamichi le permitió entrar al joven Rukawa.

—Hola, disculpa si soy grosero pero de verdad no quiero ver a nadie, así que si no me ...

—Como estas? – noto rastros de lagrimas en sus mejillas y sus ojos rojos le hicieron saber que no había estado tranquilo tampoco.

—Así como me vez ... – sonrió mas triste que nunca.

—No tienes que preocuparte mas, ya lo convencimos de que lo mejor es que se vaya, aunque creo que el que lo convenció fuiste tú – le sonrió y acaricio su rostro, deseando mas que eso, pero se detuvo al ver que de sus ojos mas lagrimas caían – Kaede esta afuera, le diré que puede pasar ... ¿si puede, verdad? – pregunto solo para estar seguro.

—Creo que si, pero si cambia de opinión Yo ... – una voz conocida interrumpió su sentencia

—No lo haré, lo prometo – tan pronto llego a su puerta, Hanamichi se lanzo a sus brazos y Kaede se aferro nuevamente a el, como un naufrago a su única esperanza de vida.

Y se quedaron así, por mucho tiempo, sintiendo el dolor de su primera separación, pero alimentando la esperanza de volverse a ver para esta vez no separase nunca más.

Decidieron estar juntos esa última semana antes de que Kaede se fuera a América, y se esforzaron al máximo por disfrutar los siguientes días.

Ya tenia todo en regla, solo faltaba una noche para su partida, por lo que decidió pasar la mejor noche con su amado, entregándose a el, y amándolo toda la noche, deseando que el tiempo no pasara tan rápido, aun así, la mañana llego.

En el Aeropuerto, abrazados fuertemente y repitiéndose al oído mil promesas de amor eterno, esperaban a que llegara la hora de que Kaede Rukawa subiera al avión.

—Te llamare en cuanto llegue – rodeaba con sus brazos fuertemente la cintura de su koi, mientras le hablaba al oído dulcemente.

—Te escribiré hoy mismo y esperare tu llamada ansioso.

—Si me pides que me quede Yo ... – le hablo muy cerca de sus labios, pero conocía la respuesta a su proposición.

—No, ya sabes lo que pienso así que solo recuerda lo mucho que te amo si, y que tal vez en unos cuantos meses nos volveremos a ver – le hablaba con optimismo pero no podía esconder su desconsuelo.

—Será una eternidad, pero me conformo con no ser un mediocre – acaricio el rostro de su novio, intentando recriminarle aquel adjetivo a su novio

—No digas eso, Yo te amaría aunque fueras un perdedor como Yo – lo miro acariciante y besándolo fugazmente.

—No eres un perdedor, eres uno de los mejores en todo el estado y ...

—Te tengo a ti – contesto a punto de llorar, ya no podía soportar la sensación de soledad invadiéndolo de nuevo.

—Te amo – lo beso intentando no derramar mas lagrimas y callando a su pelirrojo para que no llorara mas.

—Yo también, te amo tanto, que estoy dispuesto a todo por volverte a ver.

—¿Y eso que significa? – sus palabras le indicaron que tenia un plan.

—Hable con el profeso Anzai – sus ojos brillaron con ilusión y optimismo – Y le pedí que me recomendara a la misma universidad a la que tu iras, así que me voy a esforzar mucho para estar pronto contigo – esperaba lo mejor de si y Kaede también.

—Te amo, te amo – lo abrazo nuevamente un poco mas tranquilo – Te voy a extrañar mucho, te estaré esperando y cuando estemos juntos otra vez ya no te voy a dejar ir de mi vida nunca mas – lo miro a los ojos haciéndole entender que esa seria su única separación.

—Si – se besaron nuevamente hasta que el último llamado para abordar, los hizo separarse.

Kaede por fin se despidió de su familia, que al igual que Yohei solo observaban tristemente la despedida de los amantes. Segundos después beso a Hanamichi con todo el amor y la ternura que podía expresar su ser, y abordo el avión que lo llevaría lejos de su pelirrojo, pero se sentía mejor ahora, después de lo que Hanamichi le había dicho, confiaba en que muy pronto vería a su amado y jamás se separaría de el.

Tan pronto lo perdió de vista se derrumbo en los brazos de Yohei, no quería mostrarse tan débil, pero odiaba las separaciones y esta aun mas, aunque sabia que muy pronto lo volvería a ver, además de que estaba muy feliz por su zorro, pues ahora tenia un futuro y en el ambos serian felices al final y para toda la vida.

—Te veré pronto amor – ambos lo dijeron al mismo tiempo sin saber que sus corazones ahora latían al unísono, en espera de un nuevo reencuentro y felices de saber que muy pronto estarían juntos y ya no se separarían jamás.


FIN – OWARI – THE END – FINALE

N/A: Les gusto, por favor díganme que si, de cualquier forma todavía falta el Epilogo y ya lo empecé je, je, je, pues bueno todo tiene un final y el de Nuestra Historia llego, les agradezco a quienes lo leyeron de principio a fin y espero que en el futuro alguna de mis otras historias les gusten tanto como esta, me despido y nos leemos en el Epilogo ok, hasta lueguin!.