Ahí íbamos. Edgar empujo la puerta bloqueada por unas tablas de madera y logramos entrar sin dificultad. Me pregunte porque había sido tan sencillo entrar si después de todo no era un edificio abierto al publico. Dentro solo había una enorme habitación obscura parcialmente derrumbada con escombros de tela, madera y hierro tirados por ahí. Hasta donde mi vista alcanzaba a ver, la habitación no tenia fin.
� -Esto me da un mal presentimiento…- Dije temerosa mirando una enorme viga metálica que lucia bastante insegura.
� -Anda, que puede pasar?. El científico loco que vivía aquí esta bien enterrado en el fondo del río.- Me dijo mirando con interés una maquina parcialmente quemada.
� -No le temo al hombre, tengo miedo que me vaya a caer una maldita tonelada de basura en sima…- dije.
� -Alto!- Me grito deteniéndome con una mano- Escucho algo…-
Nos quedemos muy quietos intentando escuchar en el silencio. Yo intentaba registrar el lugar con la mirada. Era un sonido, como de…agua fluyendo, pero de donde venia?. Me agache un poco, el sonido venia de debajo de nuestros pies.
� -Viene del suelo- Le indique.
� -Espera, creo que traigo la lámpara de llavero- Me dijo buscando en sus bolsillos.
� -Podías haberme evitado muchos moretones si la hubieras sacado antes…- Le dije molesta.
Encendió la pequeña lámpara y la dirigió al piso. Dimos un brinco e inmediatamente un paso atrás. Un enorme agujero en el piso de madera con el agua corriendo debajo de nosotros.
� -Valla, así que aquí es donde ocurrió todo…- Dijo Edgar asomándose por el agujero.
� -Mas respeto! Aquí falleció ese pobre hombre, y todo por ese inútil de Spiderman- Le dije asomándome por el agujero. Jamás me había agradado ese tipo. Siempre luciendose sobre la ciudad.
En la oscuridad se alcanzaba a ver el brillo del metálico experimento fallido en el fondo del río. Sentía lastima por aquel hombre; lo único que el quería era tener éxito en su vida y terminaron quitándole todo lo que tenia.
� -Vamos, sigamos adelante.- Me dijo rodeando el agujero hacia donde estaban unas escaleras.
� -No se porque te hago caso…- Le dije saltando una viga.
� -Yo si, porque me amas- Me susurro con vos seductora extendiéndome una mano para llegar a los escalones.
� -Ay si tu…-Exprese irónicamente. Edgar se quedo mirando las escaleras.
�-Sube tu primero.-Me dijo dándome empujoncitos en la espalda.
� -�¡Que?- Le grite.
� -Anda, tu eres mas ligera que yo- Me dijo tranquilamente.
� -�¿Y eso que¡No evitara que me caiga!- Le dije indignada.
� -Ay ya ya, dale.- Dijo empujándome a los escalones.
Di el primer paso…El escalón se sentía firme. Seguí avanzando con muy poca confianza, conforme lo hacia los escalones crujían amenazantes, pero no parecía que fueran a caer. Por fin llegue al segundo piso. Este estaba mas iluminado por las luces de la calle que entraban de un enorme ventanal con cristales extrañamente intactos. Me encontraban en una habitación bastante amplia, con restos de lo que alguna vez fueron maquinas esparcidos por todo el centro.
Camine un poco hacia el ventanal y me asome hacia abajo. Seria una larga caída.
� -¿Que hermosa vista, no lo crees?- Me dijo Edgar al llegar a mi lado.
� -Si, muy hermosa- Le dije levantando la vista a las estrellas.
� -Casi tanto como tu…- Me susurro suavemente.
Sentí como me sonrojaba e inmediatamente baje la mirada. Parecía que esta vez hablaba en serio. Me tomo de la barbilla y me dio un pequeño y tierno beso.
� -Bien, vamonos ya, mañana tenemos que levantarnos temprano y ya van a ser las ocho.- Me dijo caminando hacia las escaleras tomando mi mano.
� -Llegaremos al apartamento en treinta minutos si nos apresuramos.- Le dije calculando.
Caminábamos cuidadosamente hacia la escalera cuando en medio del enorme silencio se escucho un chirrido. Ambos lo escuchamos pero seguimos caminando sin poner demasiada importancia. Lo escuchamos de nuevo y apenas volteábamos la cabeza para mirar cuando de las sombras un enorme objeto metálico arrojo a Edgar contra un mueble sosteniéndolo lejos del suelo por el cuello.
Solté un grito de terror y di un paso hacia atrás paralizada de miedo. Mire cuidadosamente el objeto. Era un enorme tubo metálico con miles de articulaciones que no tenia ninguna forma para mi. Busque con la mirada la fuente del objeto, llegando a un grupo de sombras donde lo único que brillaba eran un par de anteojos redondos. La silueta de un hombre alto comenzó a salir de la penumbra dejándome totalmente paralizada.
� -P-pero, usted debería estar muerto…!- Exclame�aterrorizada reconociendolo, dando nerviosos pasos hacia atrás.
� -Es claro que no, querida mía.- Dijo un hombre maduro vestido de gabardina y dos pares de tentáculos robóticos pegados a su espina dorsal.
Era imposible, el murió el día del accidente con Spiderman.
� -Usted es…- Dije titubeando. Uno de sus tentáculos superiores se elevo acercándose a su rostro y le quito delicadamente los anteojos. Expreso una mirada analizadora y una sonrisa irónica.
� -Puedes llamarme Doctor Octavius.-
¿Y bien¿Ke tal¿Komo vaaa:D Dejen reviews! > UU
