NOTA: Está bien, sólo lo diré para que a todos les quede claro, este es el primer fic de Shaman King que hago, no estaba muy segura porque siempre me gusta averiguar sobre la serie antes de hacer uno, no sé mucho de ella en realidad. Por eso les pido que sean indulgentes conmigo y si tienen algo de info me la manden, no les cuesta nadita. Bien, aquí va... Ah! Ya saben Shaman King no es mío, jamás lo será ni lo ha sido nunca, es de Hiroyuki Takei.
Frío y Calor
Capítulo 1: "Primer día"
- ¿Estás segura que quieres hacerlo? - preguntó un joven de pelo café, extrañamente peinado y con unos audífonos en su cuello, estaba sentado sobre un tatami algo amarillento, mientras miraba a su interlocutor.
- Sí, estoy segura, es una buena oportunidad para que entrenes... y para que yo me distraiga un poco. - le respondió una muchacha de su misma estatura, de cabello rubio y ojos de un negro profundo, llevaba un vestido del mismo color de una sola pieza.
- Dime, Annita, ¿te preocupa el casamiento que se acerca?
Aquella pregunta había salido de lo más profundo del ser de Yoh Asakura, ellos dos estaban comprometidos por razones lejanas al amor, pero sin embargo él estaba enamorado de la Itako y deseaba saber si ella sentía algo parecido por él, o quizás le odiaba por atarle a ello.
Para Anna aquellas palabras tenían respuesta segura, después de todo... ella amaba a Yoh y eso no iba a cambiar.
- Claro que no, Yoh... yo sé lo que siento.
La muchacha de aquellos antiguos ojos fríos había cambiado mucho con el paso del tiempo, ahora en su forma de actuar mostraba una calidez extraña aunque conservaba aspectos de su carácter de antes.
- ¿De verdad? ¿Qué sientes?- le preguntó él con un hilo de voz mientras se levantaba y la miraba directo a las órbitas oscuras.
- ¿Quieres saberlo?
- Sí.
En eso, el shogi de la habitación conjunta se abrió y varias personas entraron en el cuarto, llevaban bolsos y mochilas apenas suficientes. Sus caras demostraban cansancio y apenas que les dio tiempo dos de ellos se pusieron a pelear.
- ¡¡Ya te he dicho que hago esto sólo para volverme más fuerte!!
- ¿ah sí? Eres un mentiroso... yo te ví coqueteando con la camarera de aquel bar, ¡¡Luego me dices a mí!!
- ¿¿YO?? ¿¿De qué hablas??
- ¿Ya se están peleando? - preguntó Yoh viendo a sus dos amigos, el primero de pelos parados celestes y negros y el segundo de extraño peinado de cabello color oscuro, de mirada intrigante.
- Así han estado todo el camino. - mencionó Pilika algo sonrojada por el comentario que había hecho su hermano antes, miró a la Itako que estaba enfrente suyo. - Hola, Anna, ¿Cómo estás?
- Bien, Pilika.
- ¿Dónde está Tamao? - preguntó Horo Horo saliendo de la pelea con Ren.
- está en su habitación preparando unas cosas, ya baja.
Se sentaron en el sofá de la sala y rato después bajó la pelirrosada. Habían decidido irse de viaje, ellos solos, debido a que los demás tenían cosas que hacer, Ryu buscar su lugar favorito como era su costumbre y salir por ahí, incluso perseguir a Lyserg. Este seguía en búsqueda de amigos fuertes, pese al paso del tiempo su forma de ser no cambiaba. Y Chocolove había conseguido un empleo en un bar cercano a allí junto con Manta. El primero intentaba ganarse la vida como comediante mientras que el segundo lo intentaba de mesero. [con la cabeza le ayuda a sostener la bandeja, ja,ja]
Y así, con el sol bajando por las colinas desplegando sus colores rojizos y anaranjados por el cielo, salieron rumbo a algún lugar. Como de costumbre... iban a pie, las mujeres por delante, conversando de una manera que cualquiera nombraría alegre, incluso Anna.
- Entonces... le pedí que me rebajara el vestido y me dijo que como era una muchacha tan linda con gusto lo hacía - comentó Pilika con mucha picardía, sin notar la mirada que el joven Ren Tao le había dedicado, con ese último comentario su sangre había comenzado a hervir peligrosamente. Claro que la chica era provocativa y con sólo mirarla podía darse cuenta, vestía un top azulado con una pollerita corta de color rosado. Y su largo cabello le caía amarrado a una cola de caballo alta.
- "No puedo negar que no es la misma de hace tiempo, que ha crecido... que se ha vuelto toda un mujer, pero yo no puedo estar pensando en esto, yo tendría que dedicarme a la batalla, esto me vuelve débil"
Yoh y Horo Horo iban charlando animadamente mientras que Ren se mantuvo callado todo el tiempo hasta que la noche les cayó de golpe, el cielo se volvió estrellado y el shaman más descuidado del grupo se detuvo a admirar las luces del firmamento.
- Creo que es mejor que acampemos en el bosque que está a unos kilómetros. - dijo con voz pasiva, llevaban rato largo caminando por la larga ruta y a su alrededor sólo podían ver praderas, en cambio más adelante se alzaba el bosquecillo.
- Sí, yo opino igual. - le siguió Anna.
- Uf!! Yo no doy más. - se quejó Pilika mientras se sentaba en el suelo asfaltado.
- ¡Vamos! Pilika, aún falta mucho, vamos!!
La última en sentirse fue Tamao dándole ánimos, mientras que los demás seguían caminando, incluso su hermano que no veía el momento de llegar. Cerró los ojos para tomar aire y cuando volvió a abrirlos tenía enfrente suyo la espalda agachada de Ren Tao.
- ¿Uh?
- Sube. - ordenó él.
Ella sonrió con dulzura y se subió a la espalda del joven, se sentía cálida y no pudo evitar recostar su cabeza sobre ella, dejando que él también sintiera ese calorcito por su cuerpo, como nunca antes lo había sentido, además el aroma de Pilika inundaba su ser deliciosamente.
- "Se siente tan cálido..." - pensó la ainu.
- Oye, ¿Qué haces con mi hermana? - gritó Horo Horo enfadado dándose vuelta para ver si su 'pequeña hermanita' le seguía.
- No digas nada, hermano, yo estaba muy cansada, Ren ha sido muy amable.
- Buf!! - con esas últimas palabras el muchacho no pudo decir nada más.
Llegaron por fin al tan ansiado bosque y Ren dejó a la Ainu delicadamente contra un árbol, en el camino se había quedado dormida, tan plácidamente que su rostro enrojeció al quedarse mirándola. Su respiración era suave y la había sentido en su cuello como una oleada de calor, mezclada con su aroma, delicioso.
Los demás también se sentaron, Yoh dejó que Anna se recostara sobre él, debía de estar muy cansada, mientras miraba en el mapa el pueblo más cercano, a sólo unos cuantos kilómetros había uno, pero tendrían que pasar la noche ahí para salir en cuanto se despertara el sol. La aldea era bastante grande y con muchos habitantes, la mayoría de ellos shamanes, según lo que decía en el folleto que acompañaba el mapa.
No tardó mucho en quedarse dormido abrazado a su prometida. Horo Horo también se dejó vencer por el sueño no sin antes echar un último vistazo a su hermana y a Tamao, que permanecía junto al pequeño fuego que habían armado calentando sus manos, se veía tan indefensa en medio de la noche, algo extraño se debatía en él al pensar en ella de esa forma.
Ren contempló el rostro adormilado de la joven Ainu de cabellos celestes, tenía una expresión encantadora al dormir, se le acercó lo suficiente como para quitar unos mechones de cabello de su rostro que le caían hermosamente, besó una de sus mejillas como si fuera una muñeca de cristal, dejándose llevar por un impulso y volvió a alejarse.
- "Será mejor que me controle... después de todo... sólo es el primer día de viaje"
Fin del capítulo
HOLA, un nuevo fic, les pido que tengan piedad, que recién comienza, les prometo muchas cosas nuevas y romances de todo, ja, ja. Este fic va a dedicado a mi oneechan Maru-chan Kazegami N. De Taokura, espero que te haya gustado este poquito de Ren-Pilika.
Ahora... ¡¡JA NE!!
No se olviden de dejar sus reviews, os estaré esperando muy ansiosa.
¡¡NOS VEMOS!!
