Frío y Calor
Capítulo 11: "Viejas heridas, palabras incensatas, ¿es que Hao no comprende a las mujeres?
Pilika sacudió su cabeza varias veces, no, no quería volver a lastimar a nadie más nunca más, porque ella... ella no era buena. Era una chica mala, le había lastimado aquella noche. Dejó las verduras excusándose y salió al jardín, quedando en manos de Tamao preparar la cena.
Hacia rato Yoh había estado entrenando ahí pero ya estaba en el baño dándose una buena ducha. Se arrimó a un árbol tocando suavemente la corteza, era dura, así como iba poniéndose su corazón. ¡¿Porqué había tenido que volver?! Si su hermano, quien lo había invitado, supiese lo que le sucedía a ella con ese inglés, ahora estaría muy arrepentido, pero... ¿Qué iba a imaginar él? Rayos, se sentía muy mal, de la nada, las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas sonrosadas, comenzaba a hacer frío... muy extraño. Se estremeció. Si estaban en pleno Verano, mas si bien estaba por terminar, era muy brusco ese cambio en la temperatura.
- ¿No tienes frío? - preguntaron a sus espaldas.
Ella volteó... sollozando.
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- P-Pero... - murmuró Hao mirando la escalera vacía, el puesto a su lado en el sillón sin nadie allí.
Entonces, la muchachita que había estado con Anna, esa... de nombre extraño, bastante singular, bajó tranquilamente, sonreía, como si nunca esa expresión se borrara de su rostro. Le dedicó una mirada furtiva y pasó hacia la cocina, en busca de Tamao, seguramente. Allí la encontró.
- Tamao, la señorita Anna te busca - le dijo Loreto sonriendo.
- ¿Ah sí? ¿Qué sucede?
- Es que una señorita.. ¿cómo es su nombre? ¿K-Kilia? Está llorando, en el cuarto de la señorita Anna, ¿puedes ir a verla?
- sí, en un momento.
La pelirrosada soltó las cosas rápidamente y salió rumbo al cuarto de la itako, mientras que Loreto se acercaba al shaman de cabellos castaños, su expresión era triste, sus rasgos caídos, como si cargase un gran peso en sus espaldas.
- debe usted haberle dicho algo muy malo - comentó - disculpe que me entrometa, pero... ella se encontraba muy mal.
- tengo una gran bocota.
- ^^ no debe ser tan duro consigo mismo, si no... hablar con ella.
- Kilia jamás me perdonará lo que dije.
- ¿cómo está tan seguro?
- Porque esas palabras jamás debieron salir de mis pensamientos, yo jamás debí decir eso...
Entonces, un grito se escuchó en toda la pensión, desgarrado, terrorífico. ¡¡¿Y AHORA QUÉ?!!
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- Lo siento - comenzó Liserg - en primer lugar yo no debí entrometerte en todo esto. Fui un idiota.
- no te sientas mal, Liserg, ya ha pasado. Ahora, creo que no es justo que tus amigos estén engañados.
- ¡¡Es que no entiendes!! - exclamó frustrado, luego se relajó y mirando el suelo agregó con voz triste - lo hago por despecho.
- Ya me lo imaginaba.
- Ella... ella está con Tao, ¿comprendes? No, yo sé que no lo haces. Escuchame, Erika, ahora no me siento capaz de contarte todo lo que sucedió, pero en algún momento... te juro por kami que lo haré.
El inglés le miró desde los hermosos ojos verdes, ¿Cómo podía la jovencita resistirse a ellos? Dudó unos instantes antes de asentir, entonces, él la tomó entre sus brazos, acercándola cada vez más a su cuerpo, se sentía tan cálido, que la sola idea de apartarse se sentía muy fría, congelada. Entonces, Erika se dispuso a mostrarle su amor, su sinceridad y su cariño intenso, para que si él se enamoraba de ella, ya no tendrían que fingir nada. En el amor, el engaño es doloroso.
- Yo... - murmuró ella.
- Solo quedate así - pidió Liserg - por favor, un poquito más y luego ya no te pediré otra cosa. Solo... Te necesito Erika - susurró y ella se derritió aún más.
De pronto, él la soltó con brusquedad, observando en dirección a la casa Asakura, podía sentir una fuerte presencia en esa dirección, Morphin apareció cerca de su oído y le susurró muy suave 'hay peligro'.
- Debemos volver ahora - ordenó el inglés tomándola de la mano y arrastrándola, prácticamente, hacia la casa, pasace lo que pasace se trataba de algo fuera de común.
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Len Tao tenía sangre escurriendo de sus labios, manchando su ropa, estaba delante de Pilika, protegiéndola con su cuerpo y mirando con furia, mientras el resto de los pensionados salía a ver qué sucedía, a los seres que le habían atacado por la espalda, mientras él intentaba hablar con la peliazulada.
Ella se aferró a su brazo, fuertemente, observando angustiada. Uno de esos sujetos que estaban atacándolos, se había acercado por la espalda, undiendo su puño en el estómago del shaman chino y produciendo, extrañamente, una onda de choque en todo su bien formado cuerpo. La sangre, había brotado inmediatamente.
- ¡¿Quién rayos son ustedes?! - gritó Horo, que había sido uno de los primeros en salir.
- No creo que se algo que te incumba - advirtió el que había golpeado a Len - pues ya estás a punto de morir.
Yoh se acercó también, examinando con cautela a los nuevos enemigos, eran cuatro en total. Le recordaba mucho a los soldados X, pues estaban formados de manera que los de adelante, aparentemente más fuertes, protegían a los de atrás, y estos sevían, a su vez, de refuerzos.
- ¡Al menos deberían presentarse! -anunció Asakura - ^^ No es de buena educación.
- Creo que tienes razón Shaman King - dijo el mismo tipo de antes, hizo unos pasos adelante, acercándose a la pareja que continuaba amenazada, por estar más cerca de ellos. Inmediatamente, retrocedieron. - Mi nombre es Okobu Ikeda, soy el líder de los Funahaki.
Era un sujeto de cabello blanco y ojos celestes, vestía ropas del mismo color que las cortas ebras que tenía en su cabeza, su mirada no sólo era penetrante, si no que aparentaba ser un bloque de hielo, quizás por eso, hacía que a todos los presentes les dieran repentinos escalofríos.
- ¿Funahaki? - repitió Len sintiendo como el ki de Okobu se elevaba un poco, era gélido.
- Así es, creo que he sido claro.
- Yo soy Michiko, es lo único que tienen que saber - dijo una mujer de ojos grisáceos, tenía el cabello castaño, apagado y sus rasgos eran suaves, finos, su mirada era opaca, y estaba vestida de marrón oscuro.
- ¡¡Y yo!! ¡¡Yo soy Chihiro!! - dijo la voz de una pequeña que se adelantó con una radiante sonrisa, estaba levitando. Tenía los ojos verdes y el cabello rojo como el fuego, una risita escapaba de sus labios mientras jugueteaba con sus mechones de lava, adornados con flores fresquísimas. Estaba vestida con colores vivos.
Los demás miraron al cuarto sujeto, estaba parado mirando hacia otro lado, con el ceño fruncido, agrio. Sus ojos eran violetas, tan extraños como su cabello castaño, y estaban posados en un punto lejano, su piel parecía fresca, y su aspecto mucho más. Vestía de rojo.
- ¿Y él? - preguntó Kilia que había bajando junto a Anna, entonces, Hao se percató de su presencia y su corazón se estrujó al ver su mirada enrojecida.
- Él es Ichitaka.
- ¡¡Y es el verano!! - comentó alegremente Chihiro y sus compañeros le miraron negativamente - ups, mejor hagan como si no hubiesen escuchado eso.
Realmente, no estaba tan lejano y habrían podido aparentarlo si las cosas se hubiesen encontrado un poco más candentes. Hao estaba preocupado por Kilia que continuaba sin hablarle, su mirada era fría, como pocas veces la había vista. ¡No quería perderla por su gran bocota!
Entonces... el recuerdo de lo sucedido, volvió a su mente.
*~*~*~*~*~* FLASHBACK *~*~*~*~*~*
- En esta casa hay mucha paz - comentó Kilia acurrucada contra el cálido cuerpo del joven.
- ¿eso piensas? Pues las cosas no siempre han sido así. Antes, yo no pertenecía a este grupo y todos se encontraban preocupados de lo que pudiese suceder en el torneo de shamanes.
- ¿y porqué tu estabas en contra de Yoh? Se supone que son hermanos...
- Como tu dices, solo se supone;mi hermano y yo no tenemos nada en común, además él ama a los humanos, yo los aborrezco, porque siempre... - habló con tristeza sin saber que a Kilia podrían doler esas palabras - porque siempre me excluyeron. ¡Todos los humanos son una porquería!
- Hao... - susurró ella visiblemente afectada, él vió sus lágrimas en sus ojos.
- L-lo siento Kilia, no debí, soy un tonto.
- ¡¡TE ODIO!! - gritó abofeteándole el rostro y corriendo lejos de él.
*~*~*~*~*~* FIN DEL FLASHBACK *~*~*~*~*~*
Por esa estupidez, Kilia estaba enfadada con él, había sido un tonto al dejarse llevar por el momento y su odio a aquellos seres con los que temió convivir en algún tiempo. Mas ahora, él estaba descubriendo que había humanos buenos, que podían comprender la situación, como por ejemplo Pilika, como Manta, como su Kilia...
- Deja de mirarme, ¿quieres? - le dijo Kilia enfadada, hacia rato que él no quitaba su vista de ella.
- ¿Quién te crees? ¿Megumi Hayashibara? - contestó él tratando de no volver a herirla, mas su orgullo controlaba su lengua.
- ¡Oh sí! Perdón, olvidaba que el gran Hao no desperdicia su tiempo en niñas humanas.
- Claro que no...
- Entonces, puede olvidarse de mí señor, de lo que sintió si es que fue verdadero y no alguna de sus mentirotas - le ordenó ella con enojo - Le pediré también que no vuelva a acercárseme, porque no respondo de mis acciones.
- Como quieras...
- ¡¡Ya basta ustedes dos!! - gritó Yoh sin dejar de mirar a esos extraños sujetos, cada vez Len perdia más sangre, había sido un buen ataque - ¡No es momento para discutir!
- ¿Qué quieren de nosotros? - preguntó Pilika acercándose a su querido chino.
Ella se encontraba en un momento de conflicto y encima aparecían estos extraños tipejos que terminaban lastimando a Tao, eso significaba algo malo, sin duda. ¿Acaso nuevos combates? Entonces, llegaron corriendo Erika y Liserg, que aparecieron por la entrada del costado de la casa, sorprendiéndose con esos extraños.
- Veo que esto se ha tornado una reunión familiar - bromeó Okobu - será mejor que volvamos en otro momento, te daré tiempo a que te recuperes Len, entonces... volveremos y ya no tendremos piedad.
- ¡¡Esperen!! - gritó Loreto, que no perdía oportunidad, y también se acercaba a ellos, ¿qué tenía que ver ella con todo eso? - ¿Para qué están aquí?
- Loreto-san, ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos. Ya usted sabe, que nuestros objetivos son grandes- comentó el joven de ropas blancas, volteó a ver a Ichitaka, que no se movió de su lugar, ni se inmutó ante la nueva presencia - bien, ahora podrá contarle a sus amigos nuestra naturaleza y el porqué la señorita Pilika es tan importante. Para cuando comprendan, podremos regresar. ¡Hasta pronto!
Y desaparecieron... como si de viento se trataran.
Todos miraron a la recién llegada, tenía cosas que explicar, la brisa gélida sopló, estremeciéndolos y ella miró preocupada al cielo, mientras todos entraban a la casa, ¿serían capaces de comprender?
Fin del capítulo
Medio raro no? Bueno, como verán, estoy tratando de involucrar a otros seres, estos... por ejemplo son entidades extrañas, si existen los shamanes... ¿porqué no los telépatas y otros? En fin, espero que les siga gustando, igualmente, habrá espacio, demasiado, para el amor. Hoy contesto rápido los reviews:
Keiko-sk: sorry por haberte dejado colgada, jijiji, ojalá te haya gustado el cap. y la verdad es que yo tampoco esperaba poner eso de Hao al último, juaz.
C-erika: voy a poner más suspenso, despreocúpate, ahora Loreto va a aclarar algunas cosas, mas lamentablemente quedarán muchas sin resolver. Demasiadas diría yo, ya que los misterios hacen que la historia sea emocionante. Tengo una sorpresa para ti en el próximo cap. Un gran beso.
Lore-anime: bien, ya estás causando problemas, Loreto-chan, pero no te preocupes eres buena, intentarás arreglar las cosas, a tu modo, y eso no significa que siempre lo hagas bien, así que... estate atenta. Además, espero que hayas descubierto, en este cap. quién es tu parejita y si no.. ¡¡vas a tener que esperar como todos!! ^_^
Jos D: te digo la verdad, no tengo idea de quién es Marion, tengo algunas confusiones con los personajes de Shaman King porque hace mucho que no veo la serie, así que estoy usando algunos comunes. Si me das algún detallito y una imagen de cómo es la puedo hacer salir, aunque sea como relleno. Ok?
Emi Tachibana: cuñadita, ya viste algo de lo que le sucedía a Liserg, él... se comportó mal con la pobre Pilika, pero también ella siente que le lastimó. Quizás... las cosas entre la ainu y el chino no estén de todo concretadas, ¿quién sabe lo que puede llegar a pasar? En fin, un besote, eres genial y te re quiero, amiga.
Eso es todo...
BAI BAI
Sumire-chan
Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de
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