Frío y Calor

Capítulo 21: "Lo que significa el oro al final del arcoiris"

Sin dar más tiempo a la reflexión, Len se abalanzó contra el demonio y hundió su lanza en su pecho pero no causó ningún efecto especial, sólo una sonrisita de parte del cruel Hao, quien le lanzó hacia el otro lado. E inmediatamente estuvo dispuesto a detener el ataque de Yoh a quien estuvo conteniendo mientras sentía diversos hechizos penetrar en su ser. Podía sentir cómo Pilika se robaba su preciada energía y como algunos cortes se hacían en diferentes partes de su cuerpo por obra de Erika. Mientras observaba con desdén a sus adversarios esquivaba un péndulo que regresó a su enemigo y Liserg cayó herido de un hombro. Morphin deshizo la posesión preocupada, habiéndolo herido sin ser su verdadera intención.

No te preocupes – le contestó él con una suave sonrisa – estoy bien.

Y al instante estaba nuevamente en pie, sudando y emanando sangre de una herida en su hombro. Vio así como Okobu desenvainaba una espada y se acercaba cada vez más a Hao quien esquivaba todos los ataques con una precisión insufrible, porque nadie podía darle y todos estaban ya demasiados cansados. Las heridas de Yoh habían aumentado a pesar de que Anna, detrás de ellos, las curaba rápidamente. Horo no soportaría mucho tiempo más su posesión, Len simplemente parecía no dejarse vencer, pero era obvio que eran shamanes y no dioses. Y los dioses mismos estaban agotados, Michiko comenzó a crear un viento que tendría que dificultar los movimientos del lado oscuro pero no le afectó en lo más mínimo, Loreto intentaba inutilizar al demonio pero tampoco daba resultado. Nada de lo que hacían funcionaba.

Ja, Ja, Ja, Ya están agotados, admítanlo, no son rivales para mí. Ríndanse, quizás tenga piedad con ustedes. – dijo el enemigo.

¡¡Jamás! – bramaron todos recuperando las energías.

Hao rió mucho más fuerte, sus ojos centellaban en un rojo que lo hacían verse aún más maligno, y brillaba él intensamente, su voz resonaba en las cabezas de los que estaban allí y aunque realmente herían ellos no perdían sus fuerzas y sus deseos de triunfar no de acabar con el demonio, ese no era el objetivo, si no terminar con ello y conseguir la felicidad. De pronto Tamao gritó y todos voltearon a verla. ¡Era Hao! La sujetaba por el cuello y levitaba mientras ella se retorcía tratando de liberarse. Horo corrió hacia ellos en un acto de desesperación pero alguien golpeó su rostro con un arma y empezó a caer sangre por su frente. Cayó hacia atrás.

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¿Qué? Había... ¿dos? ¿tres...? ¿...tantos Hao's? Y la risa seguía. Liserg y Erika se cubrieron las espaldas y se sobresaltaron cuando un Hao sonriente apareció frente a ambos, los llamó con una mano sin quitar esa expresión boba del rostro y Erika fue arrastrada hacia él. Pero ella era más rápida y se posesionó con su espíritu, sintió, una vez como tantas otras, como alguien le tocaba el rostro y besaba su mejilla, luego su cuerpo adquiría una fuerza que no era capaz de medir. De una patada cortó unos extraños hilos que la sujetaban y cayó al suelo mientras Liserg llevaba su péndulo contra el demonio. Este esquivaba a la perfección los ataques. La que era una bruja, una descendiente de buenas hechiceras, trozó unas piedrecillas que llevaba en sus bolsillos y formó un círculo alrededor suyo mientras rezaba, claro, magia de protección.

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A ver, ¿cuál de los dos mataré primero?

Jamás podrás tocarnos.

¿eso crees? – preguntó una de las copias del antiguo Hao.

No lo creo... lo sé, sufrirás con ambos, así que mejor elige tu quien te hará sufrir en primer lugar.

Hao rió y levantó ambas manos, una de ellas la cerró suavemente, riendo como si fuera un leve ronquido. Volvió a abrirla y unos hilos salieron despedidos hacia ellos, pero Hao y Hades estaban bien despiertos y los esquivaron.

¿ves? – dijo sarcástico el gemelo Asakura.

¿Crees que ganaste?

¿Qué?

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Len Tao vió que frente suyo tenía al verdadero demonio, más allá los Funahaki miraban al malvado con una extraña expresión en el rostro, Okobu se adelantó gritando y levantando su espada, sus cabellos brillaban a la luz de la luna y sus ojos resplandecieron cuando luego de intercambiar estocadas enterró su arma en el hígado del demonio. ¿Pero es que acaso el demonio tenía hígado? Quizás no era la muerte, pero valía la pena. Y sonrió, pero esa misma sonrisa se desvaneció cuando Hao levantó nuevamente su espada y le cortó precisamente a la altura del cuello.

Sintió entonces, como caía hacia atrás... y alguien le tomaba en brazos.

¡NO! – gimió al ver pasar a su lado a un desaforado amigo suyo tomando su propia arma ensangrentada del piso, Ichitaka levantó su arma contra el demonio y este sonriendo le expulsó hacia atrás, golpeó duramente contra el suelo y casi rebotó. Él no comprendió muy bien lo que le había sucedido, se acarició la mano que sangraba y su nariz también... ¿sangre? ¿Es que acaso...?

Voy a matarte – le gruñó a su enemigo.

¿Ah si?

Len corrió junto con Pilika hacia donde estaba Okobu, recostado en las rodillas de Minako, ella lloraba y él ya casi no respiraba era tan tenue sus intercambios de aire, había perdido mucho sangre y esta manchaba las ropas de su compañera en el grupo.

¿Estoy muerto? – preguntó.

No – susurró su amiga.

Minako... no llores...

No morirás. No dejaré.

Él sonrió y sintió como el aire le faltaba aún más. ¿A eso llamaban muerte? Tan frágil era la vida, ¡incluso para él que era un semi Dios! Nada es eterno y la vida es como un arcoiris pequeño, él acababa de llegar al final, pero el oro... el oro lo estaba observando, y se lo habían entregado mucho antes de llegar hacia el fin, sólo que el como tenía una parte humana, no lo había visto. Así son los seres como el humano, que no se dan cuenta de la cantidad de oro que les reparten por el sendero, hasta que llegan al final y ya es muy tarde para disfrutarlo. Okobu acarició unos cabellos y luego miró a Len.

vas a cuidar a Pilika... o si no...

Lo haré.

Ambos se cuidarán. Minako... Minako ya no llores...

Ella le sonrió, sólo para él y cerró los ojitos mientras unas lágrimas morían en su boca. Okobu posó una mano en su cuello y la bajó hacia él... besándola. ¡La amaba! Y ella le correspondió ese beso tan romántico, el beso del final...

¿Me esperarás? – preguntó ella.

Sí, estaré aguardando. Minako... yo... yo te amo.

Yo también – gimoteó la diosa y el cuerpo que tenía entre sus brazos comenzó a desaparecer.

La furia recorrió cada rincón de su cuerpo, se secó las lágrimas y cubrió un ataque que Ichitaka iba a recibir, este cayó hacia atrás porque aún así recibió parte de él. Loreto se acercó a ellos y sintió como su amado se desplomaba sobre sí.

¡¡Ichitaka no juegues conmigo! ¡Contesta! – gritó asustada, temblaba, la sangre de él le había manchado la blusa y aún así salía con bastante cantidad. Ella intentó parar la hemorragia, pero nada funcionaba. Una vez más, Ichitaka se puso de pie para luchar junto a Len, Pilika y Minako. Loreto iba a sostenerle brazo cuando un dolor horrible se propagó en su cabeza y sintió deseos de vomitar. Soltó inmediatamente a su pareja y este estuvo libre para luchar.

Entonces vió a Chihiro, tras ella, quien tenía una flecha flotando en su dedo índice.

¿deseas que termine con su dolor? Aún pueden estar juntos...

"no" Sí...

Como ordenes.

Los ojos de Loreto se fueron ensanchando a medida que aquella flechita se acercaba a su amado. Fue muy rápido... él sólo... desapareció. Loreto miró con bronca a la diosa de apariencia infantil.

Tu lo deseaste...

¡Mentira! Yo...- ella lo había deseado, pero no de esa manera, ella deseaba ahora que todo terminara para ella también.

Como ordenes, Loreto.

Sus ojos volvieron a dilatarse y miró sus manos mientras temblaba y el sonido de su corazón se detenía lentamente.

¡No! – volteó hacia Pilika, quien parecía no comprender lo que estaba sucediendo, todo de pronto, se había acelerado - ¡No puedes peder! ¡NO!... Todo saldrá bien, sólo confía en ti, y en Len, en tus amigos, es la única... forma que tienes... ¡es confiar!

Tonta – murmuró Chihiro pasando por donde antes había estado su compañera se acercó a Hao y cruzó los brazos.

¡Traidora! – gritó Minako.

Ja, Ja, yo sólo sigo órdenes, estoy aquí para acabar con sus sufrimientos.

Pilika se quitó las lágrimas y sonrió, Loreto tenía razón, debía confiar plenamente en todos.

El demonio aprovechó el desconcierto que habían ocasionado las muertes de los dos Funahaki, y se abalanzó contra Minako, quien lo recibió gustosa, ella estaba lista para él. Siempre lo había estado, porque ella quería luchar, como lo estaba haciendo ahora, para terminar con esa pesadilla e ir con Okobu, donde él la esperaba. Levantó las manos y las oprimió, de una patada lanzó bien lejos al demonio. Corrió hasta él enceguecida, extraña, pero él estaba preparado también para recibir sus golpes, esgrimía un cuchillo que lentamente, con un placer interno, introdujo en el estómago de su enemiga. Ella trató de quitarlo pero no funcionaba parecía adherido a su cuerpo, le golpeó el rostro pero el muy maldito estaba sujeto a sus caderas, la cercanía le producía asco.

¿me tienes asco? No puedo creerlo... no sabes el placer que eso me produce... ¿y sabes que más? Vas a morir...

Ella le rodeó el cuello con las manos...

Detente o mirrás.

nunca, se lo prometí...

¿Quieres acabar con esto? – preguntó Chihiro acercándose a ellos, una aura comenzaba a formarse alrededor del cuerpo de la funahaki.

Sí, pero no necesito de tu ayuda, puedo sola – murmuró.

Okobu no lo querría así.

¡¡Cállate! Tu no sabes nada..

¿asi lo crees?

Eres débil, Minako – dijo Chihiro con toda la crueldad posible – por eso Okobu siempre prefirió a Atenea. A pesar de que eres una diosa, eres muy inútil. Has sido siempre así.

Un recuerdo cruzó la mente de la joven y fue sintiendo como las lágrimas corrían por sus mejilla. Era una niña, pero aún así tenía sentimientos fuertes y el coraje de superarse, una diosa que tenía que ser fuerte. Junto con su inseparable amiga Atenea tejían a menudo, para distraerse, aquellas vez unas bufandas hermosas para sobrellevar el frío. Acababan de terminar y recogían los utencillos. Atenea había hecho una hermosa bufanda violeta con una puntada delicadísima, aunque un hilo un tanto raído, que ella no había sabido escoger con cuidado, y que había tejido con distracción. Ella, en cambio, había dedicado mucho tiempo escogiendo el hilo más hermoso pues había ahorrado para ello, su puntada era un tanto sencilla y quizás desperfecta, pero se había esmerado mucho para hacer un buen tejido. Entonces Okobu y Len llegaron a donde ellas. Minako ofreció la bella tela verde a su querido Funahaki como era de esperarse y este simplemente la miró, como ella también esperaba. Pero sus ojos cambiaron de tonalidad al ver el tejido de Pilika que había tejido para Len.

El recuerdo se desvaneció dejando una sensación de vacío, había llorado mucho aquella vez, se había sentido una inútil.

¿lo ves? El siempre lo supo, aún ahora lo sabe.

Es mentira, Okobu te quiere – dijo otra vez en su cabeza.

Siempre te quiso, pequeña Minako, jamás dejó de confiar, ¿es que no te das cuenta?

No, él siempre me vio como una inútil.

Aflojó el ajuste del cuello de Hao.

Siempre la prefirió a ella porque yo era muy sonsa para él... porque nunca hice nada bien, nada que se valorara, siempre me convertía en esa sombra tras su espalda. Ni siquiera pude ser bonita para quien yo amo.

¿de que hablas? Sólo recuerda, nadie te ha amado tanto como él... ¿es que no te acuerdas, Minako? – dijo la voz de Loreto en su cabeza.

Ella abrió grandes los ojos..

En su mente se materializó la imagen de un niño, cogida de su mano había una niñita, temerosa, que miraba de reojo a otros pequeños que había frente a ellos.

¡Dejen de molestarla o los haré sufrir a todos!

Los chiquillos se miraron y luego salieron corriendo, el jovencito... le sonrió; y de pronto el suelo comenzó a temblar. Frente a sus ojos había un muchacho que miraba el cielo pensativo, él le sonreía y movía los labios. Él sonrió y abrió más los ojos. Pero cerró más las manos, ya no oprimía el cuello de Hao, ahora se concentraba en Chihiro quien había estado manipulando su consciente desde hacia tiempo. Ella... quería cambiar el equilibrio de su ser.

Era horrible ver a una niñita mirando con pánico a su agresora, verla llorar y tratar de moverse.

¿Quieres que esto acabe?

Chihiro le sonrió sarcástica.

Esto jamás se detendrá... – se quiso quitar las manos una vez más – El ser humano es cruel, es asesino, un mundo bajo su control sólo terminará destruido, Minako eres inútil... sí, el mundo de Hao era perfecto. Y se que triunfará.

Sólo cállate, todo puede cambiar. Ahora... ¿qué tan inútil soy?

El cuerpo cayó sobre una nube que se desvaneció, Chihiro levantó su manito y ella también comenzó a desvanecerse.

"Te he mentido al ocultarte lo que siento, pero siendo un Dios todo es muy confuso para mí. Minako, te amo, anda, vence, te estoy esperando..."

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Erika cayó hacia atrás y el demonio se desvaneció. Justo frente a ella, tras esa sombra apareció Liserg, transpirado, pero sonriendo ampliamente. Una sonrisa apareció también en sus labios y se puso de pie. Entonces un grito resonó...

Detenidos en el aire, Hades y Hao se movían incómodamente, quien era el demonio central de todo ese acto reía y a unos pasos... Dukae o Kilia, miraban la escena.

A Hades lo rodeaba un fuego que crepitaba como las mismísimas llamas del infierno y Hao tenía los ojos en blanco, metido en su propia mente.

"Hao... ha llegado el momento de que comprendas, Kilia te ha estado usando para olvidar a aquel sujeto..." – le dijo una voz suave y morbosamente tierna.

"Debes recordar el rencor que le tenías a la raza humana, ¡tienes un orgullo que mantener, ¿te das cuenta?" "¿Qué?" "el Hao antiguo tenía razón..."

Kilia, mientras tanto, sentía ira, y muchos sentimientos recorrer su cuerpo por momentos sus ojos se volvían rojizos y por otros volvían a su tono natural. Era obvio que Dukae quería tomar el control, ¿pero a quien rescatar? ¿Y porqué los otros no ayudaban?

¿Lo amas? ¿de verdad lo amas?

Tu sabes que si, Dukae. Y tu, ¿amas a Hades? ¿eres capaz de sacrificar cualquier cosa por él?

Yo... si.

No dudes, nada funcionará de esa manera.

No quiero ser lastimada.

Nadie nos va a herir, estaremos juntas y nos apoyaremos la una a la otra.

¡eso es ridículo!

Es lo único que nos queda por hacer.

Está bien, pero si alguno nos lastima no tendrá perdón...

De acuerdo.

Y ambas sonrieron.

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Horo se sostuvo un brazo adolorido mientras veía con orgullo como el demonio se desvanecía frente a él, su cabeza continuaba sangrando y comenzaba a sentirse un tanto mareado. Tamao corrió hacia él y se sentaron en la hierva a la par que ella trataba de cerrarle las heridas, el se dejó curar y miró para comprobar el estado de la situación que se había perdido. Liserg y Erika estaban a su lado mirando absortos la escena que se desarrollaba en frente, Hades era azotado por un fuego infernal y Hao tenía la cabeza gacha mientras su cuerpo caía flácidamente hacia abajo, como si estuviera muerto. Horo se puse de pie e inmediatamente llegaron los demás junto a el, Anna parecía muy agotada e Yoh, aunque segurísimo lo estaba, sonreía.

Oh mi hermano – escuchó murmurar al shaman king.

Buscó entonces a su hermanita... y el tiempo se congeló... su... ¡¡Su niña! Estaba por correr hacia ella cuando Yoh le detuvo, ¡¿Porqué lo hacía!

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Hao, la copia, sintió como una flecha golpeaba el centro de su corazón, se le escapó una risa en un suspiro y sintió como, lo que era maldad pura, regresaba a su antiguo dueño. Hades cayó al suelo mientras las llamas desaparecían y Hao caía lentamente, muy suavemente...

El que era una especie de Dios abrió sus ojos y se encontró con una mirada rojiza y unas hebras de cabello como fuego; esa persona le contagió una sincera sonrisa.

Dukae... – murmuró tocando el rostro blanco

¿me amas?

Sí..

Gracias, por ti, soy libre, hades.

El muchacho pestañeó sin comprender, y Dukae miró hacia Hao y entonces se abrieron fuertemente los ojos del dios al ver a una mujer de cabellos castaños recogiendo el cuerpo de su antiguo enemigo, ella le tomó la cabeza acariciando sus cabellos con una tenue sonrisa en el rostro. Luego volteo a verlos y ensanchó la sonrisa. Vocalizó... gracias...

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¡¡¡¡¡Ahhhhhhh! – gritó Pilika siendo oprimida por las manos del verdadero Hao, este se quitó a Len de encima con una patada y al chino le costó recobrarse.

¿Aún piensas que tu diosa te salvará? – le preguntó a Minako, quien se puso de pie, sonriendo confianzuda, sus ojos brillaban... caminó hacia Hao, quien le miraba con desprecio, trató de expulsarla pero ella... ella no reaccionaba. Hao sacó su arma y también lo hizo la muchacha, dejó a la luz de lo que era, casi, un amanecer una espada. Pilika cayó entonces al suelo.

Con unas maniobras, el demonio estuvo sobre su contrincante, pero la peliazulada detuvo su arma y la lanzó lejos. La Funahaki aprovechó esto para agarrar su espada y Len con su lanza por detrás del demonio, evidentemente desconcertado por tanto ataque, se preparó para atacarlo. Ambas estocadas eran infalibles y certeras. Pilika sabía, ¡estaba segura! Que era el fin del demonio, Len terminaría con todo ello y luego serían felices... muy felices. Como siempre lo había necesitado pero, ¿realmente era la destrucción un elemento necesario para la felicidad de los demás? ¿Es que acaso no valía la pena recapacitar? Es que se le hacía tan esencial que la humanidad cambiara también, incluidos los dioses, antes de tratar de cambiar a los demás; se sintió triste, había mantenido en su corazón la postura de que la mejor salida a todo esto era eliminar al demonio quien era el causante de tantos problemas.

Pero ahora sabía, el propio ser humano estaba lleno de imperfecciones y de errores, y si no empezaba por ella cambiando, ¿qué sentido tendría intentar cambiar a alguien más? Quizás... Hao se había equivocado.

Sonrió.

Una luz brilló en su pecho y el tiempo se detuvo, aprovechó ella para mirar a todos sus amigos, y vio el emblema del yin y el yan en cada uno de ellos. Recordó que cuando niña, su padre le comentaba aquella historia de que los seres humanos llevaban el bien y el mal en el interior, en un rincón oculto del corazón, y estos se complementan, entonces la persona estaba equilibrada. Su padre solía decirles, a ella y a Horo, que mientras lo blanco no fuera mayor que lo negro y viceversa todo estaría en orden. El orden natural de las cosas.

Hao, quien era sostenido por Kilia, tenía una parte blanca muy tenue, débil como e demonio cuya luz blanca ya casi se había extinguido por completo. Ella estiró la mano hasta aquel emblema, y sintió como lo tomaba en sus manos, era cálido. Hao la miró, era aún el mismo asesino... pero el llevaba una luz blanca aún... ¡significaba una esperanza!

siempre te amé – dijo – pero también me enamoré de Anna. El amor es una parte que los demonios no comprendemos, y yo soy uno, quiera cambiar mi realidad o no. Pero aún sé que aquello fue amor...a pesar...

de que te equivocaste.

ya no hay vuelta atrás.

Si la hay, tu sabes cuál es.

El demonio, de cabellos ya casi negros, miró a un sol muy lejano... que pronto saldría; el cielo, aún así, estaba gris. Si, era cierto, tenía la respuesta.

tienes razón, yo se cuál es... – suspiró – Atenea, la batalla aún no acaba, pero si deseas que todo salga bien utiliza eso que ahora tienes en tus manos.

Pilika miró el signo y vio que se había normalizado.

Este es el adiós.

Hasta pronto Hao.

El tiempo volvió a correr y el cuerpo del demonio ya no estaba ahí. Minako y Len se miraron, luego voltearon hacia Pilika quien sostenía un extraño objeto en sus manos. Len volteó el rostro, ese signo lo conocía, era el tatuaje de su espalda. Cuando era niño, su padre solía decirle que era muy malo y que no servía para nada bueno, quizás con el tiempo el confirmó esa idea, pero ya era un hombre, y sabía que aquello no era cierto. Muchas veces, le habían tratado de inculcar la bondad pura y sin deformaciones, la verdad tiene muchas ramas sabía él, y el bien tiene igual de bifurcaciones, nadie puede llegar a ser absolutamente bueno, la perfección no sería jamás para el ser humano, este, desde el comienzo, estaría destinado a equivocarse. Se llevó instintivamente la mano hacia su espalda, quizás su padre no había entendido eso aquella vez que le llevó a las mazmorras de su casa en China y le tatuó aquel signo, pero también tantas "verdades", que perduraron mucho, hasta que conoció a Yoh.

- ¡¡Kilia aléjate! – exclamó la muchacha de cabellos azules.

¿Qué? ¿Qué pasa? Yo...

Hao se paró de golpe y el mellizo Asakura pateó en la cabeza a la mujer de su vida, y la lanzó metros más allá, sus ojitos centellaban en rojizos. Giró rápidamente y corrió hasta donde estaba su arma, se puso de cuclillas mirando a todos como perro rabioso. Su hermano se le acercó.

Detente...

¡¡Hao eres un cobarde! – gritó Pilika segura que le entendía - ¡Y un débil por dejarte dominar!

Estaba a punto de acercarse a la peliazulada cuando la lanza de Len se interpuso en su camino y le hizo retroceder, arrugó la nariz. Y enseñó los dientes. Yoh le atacó esta vez y le hirió en un brazo, haciendo que comenzase a retorcerse para devolver la herida a su hermano. Pilika aprovechó su descuido y golpeó con el signo la espalda de Asakura, este sintió como si quemara y se movió inquieto, cayó al suelo.

¡No te quiere!

¡Es Mentira, te amo!

Miró hacia todos lados hasta que se concentró en una figura que le observaba atónita, estaba acurrucada y tenía lágrimas en los ojos, en esos hermosos ojos de un color que a él simplemente le mareaba...

¡Esa mujer sólo te...!

¡... hace feliz!

¡Olvídala!

¡No! ¡No la alejes de tu mente!

Kilia ya no sentía dolor físico, la herida no había sido tan profunda a pesar de que la sangre manchaba toda su ropa, le dolía más ver a Hao así.

¿ves? Ni se acerca a ti...

¡Mentira! ¡Te ama! ¡Te necesita!

Hao sintió como unas lágrimas saladas rodaban por sus mejillas y se limpió con ambas manos sin comprender... ¿porqué siempre había sido tan inseguro? Al verlo así, Minako pensó que Hao acababa de equilibrar sus dos partes y que también había perdido aquel sentimiento de demonio.

te amo – murmuró ella.

Y él se abalanzó hacia la mujer a la que amaba y lloró en sus rodillas. Porque los hombres también lloran los únicos que no lo hacen son los robots...

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El rostro suave de Minako se ocultaba tras una capucha gris y se cubría con un paraguas de papel de la lluvia que caía torrencialmente, su mirada parecía perdida en el día que empezaba a nacer y sonreía.

¿a dónde irás? - preguntó Pilika.

No lo sé. Caminaré... hasta que encuentre el lugar donde él me espera. Te escribiré, Pilika.

Y yo te responderé, entonces.

Adiós a todos.

Ella emprendió la marcha y desapareció a los lejos o quizás sólo desapareció, mientras el sol marcaba el inicio de un nuevo día y con él una nueva oportunidad para ellos. Pilika sintió como Len la rodeaba con sus brazos y miró a sus ojos dorados, una sensación hermosa la invadió, supo... supo que ellos siempre serían rojo y azul, siempre ellos dos, frío y calor... yin y yan... como todas las personas.

Sonriendo, observó a sus amigos, todos ellos habían encontrado por fin la felicidad, dejando en el camino una infinidad de luchas, tristezas y alegrías pero ahora el arco iris les mostraba más claro el oro y estaban dispuestos a tomarlo.

Todo... todo eran susurros en la luz, ya no en la oscuridad.

Minako llega pronto...

... Espérame.

¡Deja de llorar, tontito! ¡sonríe para mí...!

...ahora eres todo, únicamente mía.

¡Son tan ridículos! Hades, nosotros no somos así...

... no, claro que no, mi niña.

Tengo hambre...

¡... es en lo único que...! ¡Umph! ... Ooh, Horo yo también te amo.

Mañana empiezas el entrenamiento...

Sí, pero antes... mphhhh...

Uhhh, que aburrimiento... ¿Y ahora que haremos?

... ¿Qué te parece cerrar la boca y besarme? ¿Qué te sorprende? Ven aquí...

Len...

¿Si?

Te quiero.

... yo también. Y dime ¿eres feliz?

sí.. ¡ah Len!

¿Qué?

¡Gracias por cargarme aquel día ven aquí... abrázame..!

Sí, todo era oro...

FINAL...

OOOOH (sumire-chan de rodillas) mil perdones, explico a continuación la razón de mi tardanza, empecé este año mi ultimo año del colegio, para empezar la facultad el año que viene donde pretendo estudiar psicología. Entre tantas cosas que he incursado está juntar fondos para mi viaje de egresados que se realiza a una ciudad muy bonita de mi país que queda en otra provincia, lo que cuesta 1050 pesos (moneda del país) En fin, significa trabajar duro con venta de empanadas, tortas, otras comidas, y quehaceres. También soy escolta de la bandera lo que significa tener buenas notas en la cantidad de materias porque este es mi último añito, repito, y tengo que salir bien para la facultad. A ver... estoy haciendo kung fu todos los días de la semana incluyendo sábado, lo que significa menos tiempo. La actualización de este fic significó sentarme en la computadora a pasar lo que hacía un par de meses había escrito así que de igual forma tardé bastante porque tuve que rescribir algunas cosas que ya no me agradaban y elegir entre dos finales que había pensado para este fanfiction. Digamos que quise retomar un poco la idea de porqué el titulo del fanfic, y también mostrar qué era lo que yo quise dejar a las personas que leyeron el fic. Quizás algunos lo rescaten de este capítulo, que fue básicamente hablar de mi idea.

Puedo pedirles perdón de nuevo y decirles que pronto los demás fanfics estarán actualizados y que trataré de darme un tiempo, tengo que agregar eh, que pronto empiezo salsa y además en una semana tendré la campera de la promoción mía es decir la 2005. Y este 29 de abril es mi cumpleaños, es mi regalo pero para ustedes, yo espero, que a cambio, me dejen reviews, y las críticas, como siempre ya lo saben, son bien recibidas. Ahora si me despido y respondo los mensajes:

c-erika: bueno hace un montón que no hemos hablado mi querida amiga que me has hecho el aguante desde que comencé con este fanfic, bueno seguramente ahora comprenderás mucho más acerca del título y eso me alegra, porque quiero sinceramente, que se comprenda todo. A ver... pasaron muchas cosas que nadie pensó que iban a pasar, como lo has tomado todo tu? Pero ya espero que te haya gustado tu final, a ver si reconoces cual es tu diálogo en medio de todos los susurros, luego me respondes, no?

Kilia: Dukae... a ver... te plantee como me parecía que el persona encajaba en la historia junto con Kilia, tenían que ser personalidades que pegaran al lector, es decir, todos perdemos los nervios, digan lo que digan, hay situaciones que no podemos controlar, y eso de... me siento superada yo jamás pierdo los nervios, es pura mentira, todos sabemos perfectamente que en alguna ocasión no sabemos de qué manera actuar o no sentimos acorralados y es lo más normal. Eso también lo quise reflejar en el fanfic. En fin, espero Kilia que te haya gustado tu parte con hao y el final para ustedes dos, sinceramente muchas muchas gracias por todo tu apoyo y ya sabes que te quiero.

Anzu Zoldick: ayyy pero se nos ha pasado una vida desde que no hablamos, vaya que me tardé, de veras lo siento en fin nee-chan espero que estés bien que estés pasando todo lindo en tu vida y de paso te quiero decir que te quiero muchísimo y te extraño. Y Ojalá cuando leas este review me respondas, y puedas entender este capi y te guste. Besos.

Danikita-chan: ya ves que no fue el quien murió, fue decisión de ultimo momento que muriera alguien te comento. Y bueno me alegro que te parezca lindo, muchas gracias por las felicitaciones y mil perdones por la demora. Te comprendo, sabes, a mi también me pasa empezar a leer fanfics cuando ya están acabando, pero supongo que al menos uno se salva de tener que estar esperando. Snif... creo que en este caso no fue tan así.

Hadeshao: tuviste participación asi que no debes quejarte, era definitivo que el fic se acabara acá, por supuesto Haíto, me llevaría una eternidad seguirlo, considerando que ando con escaso tiempo. Así que espero que te conformes con este capi y te guste, ya sabes que yo también puedo ser muy cruel cuando me lo propongo. Suerte!

Geanella-asakura: asi muy bien! Debes animarte a escribir, yo me animé gracias a una amiga porque hacia rato que venía escribiendo pero no me animaba a publicar. Creo que ese tiempo sirve de mucho también y la publicación mucho más, en cuanto al perfeccionamiento hablamos eh. Espero que te esté yendo bien con el fic, y si ya tienes más felicitaciones. Gracias por tus lindos comentarios y perdon nuevamente por tardar tanto.

Otraotroyoiana: hola ninia como estas loquita? Bueno fue una alegría haberte conocido gracias a este fanfic y a la pareja de Len y Pilika conocí una personita encantadora que podrá contar conmigo siempre, eso no lo olvides y ya sabes que en córdoba tienes un lugar. En fin, espero que te haya gustado este final y pueda seguir contando con tus reviews en mis fics, a ti también perdón por la tardanza y ya conectate ninia que te extraño. Te quiero. Besis.

Natsumi-san: me alegro que te guste el fic, la verdad no se si habrá una continuación de este fic, si te soy sincera estoy tratando de terminar mis fanfics, y poder comenzar, mucho más allá algunos nuevos, digamos que ya he cambiado mucho mi forma de escribir a lo que era antes, estoy probando nuevas técnicas y tengo otra manera de expresarme lo que significa que terminar los fics se me hace difícil así que prefiero no empezar nada hasta terminar los que llevo que ya son bastantes. Fue una tontería hacerlo así ya que la calidad de los fanfics decrece y eso no me agrada, de igual forma, intentaré que todos salgan lindos como era pensado en un principio. En fin, espero que este fic te siga gustando y muchas gracias.

Rosachan: gracias lindo review, perdón por tardar y no te olvides de mi lindo review en este capi. Por favor.

Kami: si suelen decirme eso, tiendo a dejar a las personas con las dudas, perdón, creo que es una mala costumbre, jajajajaja, en fin ya está ya actualizé.

Pilika de Tao Asakura: ojalá este interesante y muchas gracias por el review, y me alegro que te guste también mi historia. Suerte.

Bueno este es el adiós y un hasta luego también para muchos, nos veremos en otras historias, y esperemos que sea pronto y no pase un año nuevamente, los adoro a todos, muchas gracias por ese apoyo y esa paciencia, también a tigresita que me estuvo gritando hoy en el msn (con toda la buena onda, por supuesto) para que actualizara y gracias a ella me senté en la maquina a actualizar. Y también gracias a papi que me dejó estar conectada fuera de hora para subir el cap. Los quiero.

Besos.

Hasta pronto.

Sumire-chan

.- naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de .-.-