Yeyyyyh! ke paxa gente! ese finde ke está a punto de caer! ueeehh! ( vale, vale, respiremos, dejemos la locura a un lado XD) Bueno peña, pos aki os traigo un capítulo fresquito fresquito (bueno, bonito y barato jajajajaj del rollo mercadillo! ) pos nada espero ke os guste. Ya lo sé, ya lo ´se, esta vez estoy haciendo los capítulos más cortos, pero eske si los hago muy largos luego kedan cómo que un poco exhaustivos y , además, tardo más en actualizar. así ke e rebajado las 11 paginas que solían ocupar un capítulo por unos 7 o 8 (ya ves tú, tampoco vais a echar de menos un par de páginas ¿no? )
x cierto, a la pregunta de Hada de cuánto miden las TMNT, me he documentado (en la web de TMNT, supongo que ya la conocereis ( ) y allí, en profiles, pone que todas (todos todos miden y pesan lo mismo, increíble) miden unos 5'2'' y pesan unas 180 lbs ( ¿alguién podría hacerme el favor de traducirmelo en kilos y en centímetros? Esque soy algo cortita con esto y las lectores mexicanas (�¡Esa Itsuki y esa Hada!) supongo ke estarán enteradas de esas medidas ¿no? Me harías un favor traduciéndomelo a mi y a Karla, xk aki si nos sacan de la península ya nos kedamos cortitas)
Bueno chente, espero que os guste ! besos atodos!
YaS
#03# Vagas ilusiones
La mañana había llegado rápido, parecía que mucho más rápido de lo que solía llegar. Por una vez, Leonardo no había podido disfrutar de sus amaneceres a solas y había tenido que compartirlos con sus hermanos y sus múltiples quejas.
La patrulla nocturna había sido un desastre y no se había encontrado ni un indicio que pudiera dar alguna prueba sobre lo que se cocía en los barrios más bajos de Nueva York.
Muy pocas veces se podía disfrutar de la tranquilidad que se vivía a primeras horas de la mañana en la guarida aquél día. Todos se encontraban completamente exhaustos y se habían esparcido por toda la sala de monitores sin ni siquiera atreverse a subir a sus habitaciones.
Michelanggelo se había acomodado en el sofá junto con Don y de ahí ya no se habían levantado ninguno de los dos. Ambos habían quedado profundamente dormidos. Raphael había quedado sentado en una de las butacas, en la que continuamente se retorcía buscando la posición más cómoda. Kasey, por su parte, le había bastado una simple silla de madera para quedar frito apoyado en la mesa.
Leonardo era el único que permanecía aún en pie. Salía de la cocina bostezando cuándo se encontró con la silueta del maestro plantada en medio de la sala de entrenamiento. La anciana rata parecía estar con la mirada perdida en algún punto de la pared, hacía ya unos días que se encontraba muy extraño, husmeando el aire que le recorría y mirando con ojos sospechosos a cualquiera que se le acercase. Algo no iba bien en él.
Leonardo se acercó con precaución, sin hacer ruido, y se sentó en la escalera quedando justo detrás de él:
.- Algo anda mal¿verdad?- el silencio fue prolongado hasta que la anciana rata respondió a su adormilado pupilo:
.- Eso parece…. La naturaleza está entrando en conflicto con ella misma y se está alterando a causa de un poder aún mayor….- Splinter se giró mirando a Leonardo – no sé si ese extraño poder puede influir en ella o no, pero se acerca a grandes zancadas. Alguien la está manipulando….- el maestro empezó a desplazarse hacia su habitación – Leonardo. ¿Lo has notado? – la tortuga se sobresaltó:
.- Algo….pero muy poco.
.- Quiero que seáis precavidos. No sabemos que es a lo que nos enfrentamos pero, sin duda, nuestro enemigo sabe que estamos aquí…- finalmente, la anciana rata se encerró en su cuarto a descansar después de recorrer durante horas, toda la ciudad.
Leonardo permaneció sentado durante un rato más frotándose las sienes. Se encontraba cansado pero, por alguna extraña razón, le era imposible dormirse.
Después de un rato, se levantó a buscar mantas y tapó uno a uno de sus hermanos y a Kasey. Parecían tan distintos de lo que en realidad eran cuándo dormían. Se quedó allí, de pie, bostezando y observándoles hasta que unos pasos por la entrada le sobresaltaron:
.- �¡Buenos días¿Chicos¡Traigo desayuno! – April había aparecido en la guarida muy temprano. Demasiado temprano. Cuándo la chica entró, ya le pareció raro no escuchar ningún tipo de ruido: ni los gritos de Michelanggelo jugando a la consola, ni golpes al saco de Raphael, ni los lamentos de Don cada vez que Kasey rompía algo, ni si quiera las broncas de Leonardo cuándo Raph se negaba a entrenar con él.
La chica se quedó algo parada cuándo descubrió a todos durmiendo y a Leonardo aguantándose cómo podía apoyado en el sof�:
.- Vaya…¿ha habido ajetreo esta noche?
.-¿ No se nota? – le sonrió la tortuga a la vez que amortizaba otro bostezo.
.- ¿Cuáles son las nuevas de la ciudad? – preguntó la chica dejando la bolsa que había traído en la cocina - ¿Otro grupo de malechores a los que Kasey no ha podido derrotar¿Algún científico malvado que pretende conquistar el mundo?
.- Me parece que lees demasiados cómics April – se mofó Leo entrando él también en la cocina. La chica le alargó algo parecido a algún tipo de bollo y un baso de zumo:
.- Tú no has dormido – afirmó April – deberías descansar algo¿no crees? – Leo fue a hacer algún gesto cómo indicándole que no la iba a dejar a ella sola en la guarida ya que se había molestado en venir a verles, pero antes de que la tortuga pudiera pronunciar una sola palabra, la chica se le adelantó – no te preocupes, les tendré preparado un buen desayuno para cuándo estos se despierten. Además, no os importa que os tome prestada la sala para entrenar ¿no?
.- ¿Entrenar?- Leo tragó lo que masticaba - ¿Todavía sigues con ese rollo de aprender ninjutsu tú sola?
.- ¿qué esperas? Tú no quieres enseñarme.
.- Bastante tengo ya con controlar a mis hermanos cómo para dedicarme a una chica.
.- Pues a Kyara la entrenabas – dijo April sacando morros casi haciendo pucheros.
.- No te equivoques, ella ya tenía unas bases, algo rudas pero al menos las tenía. Yo sólo se las perfeccionaba. – Leo se acabó el baso de zumo y lo dejó encima del mármol – además, ella solía darle más al saco y al punch.
.- Bueno, pues entonces tendré que decirle a Raphael que sea él el que me dé clases – la tortuga soltó una carcajada antes de marcharse hacia su cuarto.
.- Lo llevas claro. No sobrevivirías ni un par de sesiones.
.- Bueno, pero al menos él me hará más caso – a Leo no le sentó muy bien ese comentario, pues conocía perfectamente las técnicas persuasórias de la chica y sabía a qué había venido ese comentario, así que, antes de abandonar por completo la cocina, le lanzó una mirada seria indicándole que ese comentario sobraba por completo. La chica no se intimidó y continuó cruzada de brazos girándole la cara.
.-
Los pasillos eran fríos y algo viejos. La piedra que los formaban empezaba a agrietarse y esparcía una humedad algo irresistible a la que duramente podía uno acostumbrarse. Aún y así, eran un ir y venir de gente. Guerreros, vigilantes, bándalos, una fauna bastante curiosa era la que solía habitar en aquél lugar.
Todos se apartaban respetuosamente ante el paso de Hun, que solía ocupar todo el ancho de los estrechos pasillos provocando que la gente se arrimase a la pared para dejarle paso. Lo respetaban, y él se hacía respetar mediante el miedo y las falsas creencias de una mejor sociedad en la que los Dragones Púrpuras pudieran prosperar cómo ciudadanos.
Aún y la antigüedad de aquellos fríos pasillos, las estancias que formaban la zona se encontraban en perfectas condiciones, y uno del os lugares mejores equipados era el laboratorio de I.D. Blancas y brillantes baldosas formaban sus paredes y unas luces brillantes adornaban el lugar que se veía formado por numerosos aparatos tecnológicos de última generación especializados en genética evolutiva de investigación. Todo por cortesía de la gran riqueza de Oroku Saki.
La gran cantidad de doctores vestidos por batas azules se giraron al ver entrar a Hun por la puerta. Uno de ellos se le acercó con una sonrisa en la cara. El hombretón recorrió el lugar con su mirada antes de dedicarle un vistazo al doctor que lo esperaba expectante:
.- Espero buenos comentarios
.- Y los hay, no lo dudes – le contestó el doctor conduciéndolo hacia uno de los numerosos ordenadores que adornaban la sala.
Hun observó a su informador levantando una de sus rubias cejas esperando una explicación sobre el tema. Después de teclear algunas claves de acceso, el hombre de la bata le dedicó otra sonrisa:
.- Los sujetos se encuentran en condiciones realmente óptimas.
.- ¿Seguís con todo lo que estaba previsto?
.- Sí, claro, faltaría menos. Pero cabe considerar que se encuentran en un estado de niñez del que se podrían desarrollar importantes secuelas bastante perjudiciales para ellos si no se los trata con el debido cuidado.
.- ¿Cuidado? No quiero tonterías, avanzad lo más rápido posible si no queréis que os rompa el cuello con sólo dos dedos – el doctor pareció vacilar mientras, colocándose sus lentes, echaba un vistazo a unos constantes vitales que se marcaba en la computadora - ¿Cuánto tiempo?
.- Bueno….para que todo marchase a la perfección se necesitarían un par de meses.- Hun aplastó la cabeza del doctor contra el teclado de la computadora en un movimiento fugaz y rápido provocando que las lentes de éste se resquebrajasen con el contacto del sólido
.- ¡No tenemos tanto tiempo! Quiero resultados más rápidos – le susurró al oído de una manera amenazante mientras el hombre no dejaba de gruñir asustado bajo la atenta mirada del resto del personal que observaba confundido. El hombretón soltó al doctor permitiendo que se incorporase:
.- Lo máximo que podríamos adelantarlo sería una semana y aún y así….no sabemos cuáles podrían ser los efectos secundarios para los sujetos.
.-¡Al diablo! Oroku saki quiere resultados rápidos y los tendr�¿entendido? – el doctor asintió quitándose sus gafas y mirándolas con algo de desprecio. Hun empezó a marchar hacia la puerta, antes de cruzar el umbral se giró con una sonrisa en la cara intentando parecer simpático – cualquier cosa que necesites, házmelo saber.
.- En ese caso- comenzó el doctor – intenta mantener a tus hombres lejos de los sujetos. No dejan de jugar con ellos y ya les han provocado varias contusiones y heridas. Los maltratan – Hun le sonrió nuevamente
.- Así aprenderán a defenderse.
.- Pero no creo que sea la manera más correcta, están empezando a mostrarse aturdidos y violentos.
.- Pues perfecto. Lo comunicaré a Saki – Hun dio la conversación por finalizada y se marchó dando un portazo que resonó en todo el lugar. El doctor le envió una mirada repleta de odio y rencor a través de la pared justo antes de volver a su faena.
.-
.- ¿Y porqué yo si y Donatello no?
.- Cállate Mickie. Ataca
.- Estoy cansado Raph
.- Bien – Raphael se abalanzó hacia su hermano con violencia esperando a que éste se defendiera ,y así fue. Michelanggelo bloqueó uno de los puñetazos de su hermano con el dorso de la mano y saltó hacia atrás para propinarle una patada barredora que lo tumbase, pero Raph era rápido, y consiguió esquivarla saltando detrás de su hermano, que fue sorprendido aún en el suelo agachado. A Raphael le fue suficiente con patearle uno de los costados para tumbarlo.
Mickie se levantó quejándose por el golpe y se percató justo a tiempo que, sin darle ni un respiro, Raph saltaba de nuevo sobre él haciendo girar una de las varas de entrenamiento en sus manos. La tortuga propinó un golpe que Mickie paró utilizando las cadenas de sus nunchakus cómo escudos. Seguidamente, el hermano menor acertó una patada en el vientre de Raph, provocando que este se tambalease y retrocediera para tomar aire:
.- Maldito, me has dado bien.- Michelanggelo se erguió orgulloso
.- Te lo dije, no puedes nada con super-Mickie, intenté advertirte pero ¡NO! No me hiciste caso.
.- ¡Cállate payaso!- le reclamó Raphael lanzando una patada al aire para hacerlo retroceder.
.- No seas tan duro con el pobre Rapha, Mickie – se mofó Donatello que permanecía arreglando una de las lámparas del techo de la sala de entrenamiento. La tortuga permanecía subida en una de las columnas y manejaba con cuidado el trasto por miedo a que no se derrumbase encima de la batalla de sus hermanos.- La edad le puede.
.- ¡Qué dices descerebrado! – le contestó Raph a Don esquivando uno de los ataques de Mickie que detuvo con la vara de metal – baja aquí y verás cómo os pateo el culo a los dos a la vez – Donny únicamente soltó una sonora carcajada.
Michelanggelo continuó atacando continuamente sin parar y con rapidez, Raphael conseguía bloquearle todos los golpes y eso animaba más a la tortuga a seguir atacando sin parar:
.- ¿Qué ocurre Mickie?- soltó Raph riéndose - ¿para qué golpeas tanto si no puedes colocar ninguno en su sitio? – Raphael derrumbó a su hermano de una patada tirándolo violentamente contra una de las columnas. Por unos instantes parecía que Michelanggelo realmente se había hecho daño y Raph vaciló si acudir o no para ver si se encontraba bien pero el grito de Donatello los advirtió a los dos.
Con el golpe, la columna se había tambaleado y había hecho ceder el enganche del fluorescente provocando que éste se precipitase contra el suelo con violencia. Raphael apenas pudo llegar a moverse para que no le cayera encima pero aún y así, cuándo la lámpara reventó en mil añicos contra el suelo, un gran cristal le rajó parte de su muslo provocándole un profundo corte en él. A Michelanggelo no le llegó a acertar nada:
.- ¿Estás bien? – preguntó Donatello a su hermano al bajar preocupado:
.- �¡Tú para qué diablos sirves Don¿Eso no tendría que estar bien sujeto?
.- Precisamente es lo que estaba haciendo. Os lo he advertido cuándo habéis empezado a entrenar, pero no me has querido hacer caso – Don empezó a cabrearse por las culpas que le imponía Raphael por el accidente. Raphael se levantó tambaleante del suelo echando a su hermano hacia el lado de una manera muy despreciable - ¡Oye¡ No ha sido culpa mía¿no has sido tú quien ha golpeado a Michelanggelo?
.- ¡Mira Don no me toques las narices que no es la primera chapuza que haces!
.- ¿qué dices? – Donatello tiró violentamente contra el suelo el destornillador que tenía en las manos y se acercó amenazadoramente a su hermano que lo observaba con odio - ¿con que esas tenemos¡Pues a partir de ahora arregla tú las cosas señor Perfecto!
.- ¡Pues podría hacerlo mejor, maldita sea¡Ni si quiera nos funciona el aire acondicionado y eso que lo pusiste hace un mes!
.- ¿Ya estamos¡Pero que te he dicho que lo arreglaría en cuánto terminase esto!
.-¿Y que pasa con el calentador¡Ayer también lo arreglaste y esta mañana sólo había agua fría! – Donatello empezó a ponerse muy nervioso, realmente Raphael lo sacaba de sus casillas con sus malditas acusaciones. Él nunca hacia nada mal, siempre eran los demás que no sabían hacer bien las cosas y ni siquiera se tomaba en consideración el tiempo que perdía Donatello en darles comodidad a sus hermanos. Sí que era cierto que muchas de sus chapuzas nunca acababan bien y siempre les traían problemas, pero tampoco era cómo para ponerse así.
La tortuga no pudo soportarlo más y estalló en gritos rompiendo la tranquilidad que le caracterizaba:
.- �¡pero que pasa contigo¿es que no puedes abandonar ese maldito cabreo permanente que llevas siempre encima¡No dejas de criticar a la gente y reprocharle todos sus errores a la cara¡No me extraña que Kyara no se despidiera de ti cuándo se marchó! – Raphael estalló y acertó un puñetazo en el rostro de Don girándole la cara bajo la sorpresa de éste que no se lo esperaba.
.- ¿Qué ocurre? – Leonardo irrumpió en la sala alertado por los gritos de sus hermanos.
.- Nada – Raphael se cruzó con él sin mirarle a la cara y, con una seriedad infinita, marchó a la enfermería bajo la sorprendida mirada de Leonardo. Éste se alteró cuándo comprobó que Don permanecía de pie en la sala, con la mirada perdida frunciendo el ceño de rabia y tapándose la boca y parte de la nariz.
.- ¿Qué ha pasado? – preguntó Leo acercándose a él preocupado cuándo comprobó que Donatello tenía el labio inferior partido. Su hermano lo ignoró y se marchó de la sala
.-Nada – fue lo único que le respondió. Leo se quedó perplejo observando la escena confundido cuándo descubrió el fluorescente reventado en el suelo. Le echó una mirada a Michelanggelo que permanecía aún sentado al pie de la columna completamente absorto por lo que había ocurrido. Micke se percató de la mirada sospechosa de su hermano y se apresuró a reaccionar:
.- ¡No ha sido culpa mía! Bueno sí….pero no del todo. – Mickie se incorporó resintiéndose por el golpe que se había llevado su caparazón- se han discutido y Raphael a explotado- Leo suspiró antes de fregarse las sienes con el pulgar y el índice y de indicarle a Michelanggelo que recogiera el estropicio, el cual empezó a quejarse por ser siempre el que acaba recibiendo.
.-
La noche era fría aún y hacer bastante calor durante el día. Las calles se encontraban solitarias y el único movimiento que se percibía en ellas eran los numeroso papeles tirados en la acera que levantaban el vuelo cuándo el viento soplaba más fuerte de lo normal.
Con el índice de bandalismo tan alto nadie se atrevía a asomarse por las calles una vez la media noche había pasado y la única fauna que abundaba en ellas eran jóvenes despreocupados que aprovechaban la confusión y la tranquilidad para llevar a cabo actos de bandalismo.
En uno de los callejones eran reconocibles múltiples risas. Al final de éste, cuatro jóvenes pertenecientes a los Dragones Púrpuras expandían su ideología anarquista y caótica por las paredes pintando numeroso dragones de color lila.
Un inconfundible olor a pintura en esprai los delataba en la noche, pero parecía no importarles, pues sabían que, a parte de la policía, no habría nadie que se atreviera a venir a molestarles. Entre carcajadas a causa del alcohol y numeroso estropicios que provocaban en el mobiliario urbano aquí y allí no se percataron de la presencia que los acorralaba al final del callejón. Uno de ellos, finalmente, pareció darse cuenta de las dos siluetas que los observaban bañadas en la oscuridad:
.- ¡Eh! Mirad eso, parece que alguien viene a apuntarse a la fiesta – todos se giraron hacia los desconocidos sacudiendo con violencia las cadenas y sacando disimuladamente sus navajas.
Las dos siluetas se acercaron con paso lento y despreocupado, cuándo alcanzaron la luz de una de las farolas, se distinguieron a un hombretón vestido con una gabardina negra desabrochada que mecía una orgullosa coleta morena. Tenía algo de perilla y unos hermosos ojos verdes que observaban sin descanso cada uno de los movimientos de los chicos. A su lado, una chica de mediana estatura, lucía también una prieta gabardina negra de cuero que se le pegaba a la piel y un pasamontañas puesto.
Los chicos se alertaron cuándo comprobaron que la muchacha no enseñaba su cara y que el hombre se les abalanzaba violentamente. En cuestión de segundos, dos de los chicos cayeron inconscientes al suelo y los otros dos se pegaron a la pared aturdidos por la velocidad y la técnica de sus atacantes:
.- �¡Qué demonios queréis!- balbuceó uno de ellos con la voz temblorosa. El hombre moreno sonrió maliciosamente mientras sacaba un pequeño aparato del bolsillo de su gabardina. Los dos chicos intentaron escabullirse pero la chica, con un movimiento veloz, golpeaba a uno dejándolo sentado en el suelo aturdido y agarraba a otro por detrás aprisionando su cuello contra su antebrazo. El muchacho pudo comprobar que la mujer llevaba unas pequeñas cuchillas curvadas pegadas al cuero de la gabardina, justo en el antebrazo. Le aprisionaba las cuchillas contra el cuello mientras el hombre, sin borrar la sonrisa de la cara, apretaba un botón del pequeño aparato haciendo que éste empezase a vibrar de duna manera extraña. El hombre de negro agarró el brazo del chico asustado y, justo dónde lucía el tatuaje de un dragón púrpura, le pegó el extraño aparato a la piel, el cual empezó a quemar con fuerza.
Los gritos desgarradores del chico demostraron que aquél aparato le estaba quemando la piel dejándosela en carne viva. Cuándo el hombre retiró el aparato, una mancha negra en forma de silueta de toro había aparecido quemada encima del tatuaje del dragón. El chico fue soltado por la muchacha y cayó en sus rodillas con lagrimas en los ojos sin dejar de gritar y taparse el hombro que le sangraba a causa de la brutal quemadura.
Con un movimiento fugaz, las dos siluetas desaparecieron en la noche perdiéndose en la calle dejando atrás a los aturdidos muchachos. El hombre de la gabardina saltó situándose encima de un enorme camión para husmear a su alrededor. La muchacha esperó en el suelo y habló al hombre en un marcado acento peninsular:
.- ¿Eso era necesario? No eran más que cuatro críos.
.- Así los Dragones Púrpuras se lo pensarán dos veces antes de incorporar cadetes tan jóvenes entre sus filas – el hombre saltó y empezó a correr calle a través siendo seguido por la muchacha que no pudo evitar mirar hacia atrás cuándo el grito de uno de los chicos volvió a resonar por las calles vacías.
.-
La mañana cayó rápido en la ciudad delatando un sol traicionero que no había hecho notar su calor durante la noche. Comparando las horas de sol, la temperatura solía subir muchisimo más que durante las horas de luna. Por alguna extraña razón , tal vez por la polución ambiental, la noche solía ser húmeda y fresca.
Las calles volvían a estar ajetreadas. Gente las traspasaba aquí y allí, numerosos coches quedaban retenidos en forma de embotellamiento llenando toda la zona de ruidosos cláxon, gritos e insultos por parte de los conductores.
La tienda de April se encontraba en uno de los rincones más tranquilos de la ciudad, y aún y así, aquella mañana las calles parecían muy movidas.
La tienda de la chica era modesta pero bastante amplia. Numerosas antigüedades se exibían intentando buscar dueño por aquí y all�, en estanterías, armarios, mostradores de cristal, mirases dónde mirases siempre había algo que recordaba a la decoración de las antiguas casas del campo.
La chica se apresuró a despachar a uno de los clientes antes de percatarse, por el ruidecito de campanas al abrirse la puerta, de que entraba alguien más. Se sorprendió cuándo distinguió a Kasey entrando por la puerta.
A diferencia de su típica indumentaria, el chico llevaba sus tejando con una simple camiseta de tirantes. Se veía demasiado formal para ser cómo era él:
.- ¿Has tenido que madrugar esta mañana? – se mofó la chica - es muy temprano cómo para que tú andes despierto ¿no crees? – el chico mostró una tímida sonrisa y, con las manos en los bolsillos empezó a ojear la tienda.
.- ¿No me digas que buscas algo que comprar?
.- Mi apartamento necesita re-decorarse, está ya algo viejo – la chica explotó en carcajadas mientras se apartaba un mechón de pelo de la cara.
.- Pues aquí no vas a poder encontrar nada más nuevo – April salió del mostrador y se apoyó en el exterior de éste con las manos en la cintura – esto es una tienda de antigüedades ¿recuerdas?
.- sí…claro – el chico pareció sonrojarse a causa del descuido. Cuándo se quiso dar cuenta, se encontraba con la mirada clavada en el vientre de April. Inconscientemente su cabeza le había traicionado y la chica se percató tapándose incómoda. Jones se sobresaltó por el descuido y, cuándo miró a la chica a la cara ésta lo observaba con una mirada sospechosa interrogándole sin palabras.
.- ¿Pasa algo? Te veo raro – tomó al chico desprevenido y éste tragó saliva varias veces antes e seguir hablando.
.- Bueno…verás, había algo que quería comentarte – la chica pareció adoptar una postura más cómoda para mostrarse interesada en el tema – la otra noche….cuándo Raph y yo hacíamos la guardia de tu intercambio….
.- Ah, sí. Estuvisteis más rato dentro del piso que vigilando – la chica sonrió maliciosamente arqueando las cejas con una mano en la cintura y la otra en el mostrador – la próxima vez le pediré a Leo unos vigilantes más eficientes. Tú y Raphael no sois más que unos borrachos.
.- No digas eso mujer – la chica se derritió en carcajadas
.- Sabes que bromeo – Kasey vaciló unos instantes antes de seguir con le tema.
.- Bueno, a lo que iba. Cuándo estabamos en el piso, Raphael marchó a la sala a por algo de la nevera y, cuándo fue a la basura, vio…- Kasey no pudo terminar la frase, pues la cara de April cambió por completo borrando la sonrisa que había permanecido des del principio de la conversación convirtiéndola en un asombro infinito que brotaba preocupación por cada uno de sus poros. La chica empezó a sacudir la cabeza levemente sin dejar de mirar a los ojos de Kasey, con la boca semiabierta, empezó a marcharse rodeando al sorprendido chico. Kasey quiso terminar para evitar equivocaciones - ¿de verdad…? Es decir….¿ese test era tuyo april?
.- �¡Porqué diablos miráis en mi basura! – la chica empezó a gritar cómo una condenada ahuyentando a los pocos clientes que quedaban en el interior de la tienda. Pero eso no pareció importarle - �¡Es que no sabéis que coño hacer con vuestras desquiciadas vidas que tenéis que meter las narices en la mía! – Kasey puso sus manos cómo parando algún tipo de golpe invisible intentando calmar a la chica.
.- Oye…fue casualidad mujer….
.- ¡Ni casualidades ni nada¡No tenéis porque hurgar en mi basura y menos cuándo se os había encomendado una misión!
.- April…tranquila….
.- �¡Largo! – la chica gritó desesperada señalando con violencia la puerta de salida de la tienda. Kasey vaciló si obedecerla o no, pues parecía que, por el cabreo considerable que llevaba April encima, su vida podía peligrar en cualquier momento - �¡que te vayas te he dicho! – después del último grito de ésta, Jones finalmente optó por obedecer y, rodeando a la chica manteniendo una distancia prudencial de ella, se marchó sin dejar de mirarla esperando que en cualquier momento retirase lo dicho. Pero april no estaba para bromas, y al ver que Kasey no acababa de salir, alcanzó un trapo de quitar el polvo que había quedado a su merced y se lo lanzó violentamente. El trapo llegó a golpear a la puerta, pues el chico fue más rápido y desapareció en unos instantes de la tienda.
Cuándo se encontró sola, April apoyó sus codos en el mostrador hundiendo su rostro en sus manos mientras empezaba a sollozar de preocupación. No comprendía cómo Kasey podía haberse percatado del tema, y no sólo él, Raphael también lo sabía y la chica temía que se tratase de un rumor extendido entre las tortugas. Pero conocía tanto a Kasey Jones cómo a Raphael y, sabía del cierto, que no se atreverían a especular sin saber si el problema era realmente un buen problema.
Pero la cuestión era, que sí, se trataba de un gran problema.
Ueh! Ueh! Ueh! Pos nada, aqui ha acabado la cosa, espero que os haya molado (gustado) y que me escribáis los pros y los contras en los reviews! Pos nada gente, nos seguimos leyendo enel próximo capitulo, que supongo que de aquí a un par de días podré actualizarlo (pero no prometo nada porque llega el fin de semana y a mi eso me trastorna, jajajajajaj XD Fiestaaaaaaaaaa! )
POs lo dicho gentuza, besitos a todos y dejenme reviews! Muaks MUaks! see ya!
YaSRaphRaphRaphRaph juas juas juas
