Yeyyyy! Ke paxa nenitas! Aki nos vemos de nuevo, pues nada, os dejo leer y nos leemos más abajo!

Besus! YaS ;-P

#11# Abre los ojos…

Apenas habían pasado un par de días en el hospital, y se habían hecho eternos. Las visitas no solían ser escasas por parte de Kasey, pero si por parte de las tortugas, pues que las descubrieran podría ser bastante negativo para ellos y, tras enterarse de lo de April, algunos habían decidió no maltratar más a la chica mostrándole sus disculpas y preferían dejarla descansar en paz. Ya tendrían tiempo para hablar con ella más tranquilamente en otro lugar. Además, las crías parecía que estaban dando bastante faena a los chicos hasta llegado el punto que no podían entrenar en grupo ya que al menos una de las tortugas debía de quedarse con ellas para entretenerlas, pues si no no paraban quietas en todo el día. A veces llegaban a ser realmente cansinas y Splinter empezaba a desear que alguna de las dos chicas pudiera ocuparse de ellas, al menos durante las sesiones de meditación, las cuales habían empezado a ser completamente imposibles. Pues tanto Raphi cómo Pequeño Mickie habían empezado a descubrir ciertas palabras y no dejaban de cantar durante todo el día balbuceando en algún idioma incomprensible intentando imitar a sus mayores.

Las noches solían ser muy aburridas en el hospital, y, cuándo April conciliaba el sueño, Kyara se mantenía despierta durante largas horas meditando sobre todo lo que había ocurrido y maldiciendo a Havoc por no haber venido ni siquiera a comprobar cómo se encontraba. Cada vez lo odiaba más, no sólo había matado a Raphael aún y sabiendo lo que la chica le había contado sobre él, si no que Los Toros seguían a las andadas sin preocuparse por el estado de Número Uno.

.- Supongo que después de la pérdida de Número Dos y Tres, Havoc no debe de fiarse ni siquiera de su sombra…- susurró Kyara entre el silencio de la habitación medio roto por la respiración tranquila y acompasada de April. La chica permanecía con los ojos abiertas, mirando hacia la oscuridad, repasando una a una las imágenes que quedaban en su cabeza.

Sumida en sus pensamientos, se volteó temblorosa cuándo escuchó unos ruidos parecidos a arañazos por la enorme ventana de la habitación. Asustada, se levantó silenciosamente sin quitarle la vista de encima a la ventana que, cubierta por la cortina, no dejaba ver nada del otro lado.

Acechando cómo si se tratase de algún tipo de predador, se encaminó hacia ella colocándose a un lado de ésta esperando a que fuera quien fuera entrase. No se fiaba, podrían saber que ellas se encontraban ahí perfectamente, y tanto los Foot Ninja cómo los miembros de los Dragones Púrpuras podrían querer algo más de ellas, y después de lo que habían pasado no iba a permitir que interrumpieran su descanso.

La ventana empezó a chirriar débilmente mientras se abría muy lentamente. Kyara se pegó más a la pared, apretando con fuerza sus puños y tensando por completo todos sus músculos.

Cuándo la ventana se encontró suficientemente abierta y una silueta empezó a asomar a través de la cortina, la chica no esperó más y, descargando toda la fuerza que había almacenado durante aquellos días en los que había permanecido en cama, volteó a la figura con la cortina sin dejarle ver y asestó una buena patada contra ella.

La figura gruñó y, de un veloz salto, entró en la habitación esquivando una segunda patada de la chica, que se quedó perpleja por su velocidad.

.- ¡Pero tú estás loca! – la voz de Raphael gruñó por toda la habitación sin miedo a despertar a April - ¿seguro que estás herida?….a mi me parece que sigue siendo un farol – la tortuga se frotó levemente el estómago dónde Kyara había colocado la primera patada.

La chica relajó sus músculos y respiró con tranquilidad al comprobar que no había peligro:

.- ¿tienes que parecer tan sospechoso cuándo entras por la ventana?

.- ¡Ja! Mírala, encima que vengo a verte….- la tortuga cruzó los brazos por delante de su pecho mientras se recostaba en la cama vacía de la chica:

.- Esa es otra. ¡Anda que te has molestado mucho en pasarte por aquí en estos dos días!

.- Pues si llego a saber que me recibes así, todavía hubiera venido menos – Raphael la miró burlonamente – cuándo dormías eras mucho más mansa….- Kyara frunció el ceño confundida mientras cerraba la ventana corriendo las cortinas. Luego miró a la tortuga devolviéndole la sonrisa maliciosa:

.- ¿Me visitas por las noches Raphael?- soltó con un tono picaresco.

.- Al menos eres menos peligrosa que cuándo estás despierta.

.- Eso es lo que tu crees….- la chica volvió a recostarse en la cama mientras Raph analizaba esa respuesta alcanzando el sentido lascivo de ella. La tortuga apartó la mirada hacia una de las paredes de la habitación aún cruzado de piernas. Era cierto que durante aquellas dos noches había permanecido algunas horas en la habitación, simplemente por pura preocupación, por saber cómo se encontraban y para intentar protegerlas de algún posible ataque de los Dragones. Su orgullo le había impedido enfrontarse cara a cara con Kyara a pesar de las ganas que tenía de poder agradecerle lo del "Red Flamingoo", pero aún y así se sentía mal consigo mismo al ver la condición en la que se encontraba la muchacha únicamente por salvarle la vida.

La tortuga volvió a mirar a la chica que, sentada en la cama, jugueteaba con su amuleto sin dejar de mirar curiosa a la tortuga que parecía sumida en un mar de pensamientos. Raphael miró el ojo de Eddelwise:

.- Leo ya me ha contado lo del amuleto………ese poder me escama….

.- No es para tanto, si sabes utilizarlo.

.- Claro, y tú no sabes.

.- ¡Oye! – la chica rugió enfadada.

.- Es cierto Kyara. Casi quedas muerta tan solo por salvarme a mi. No consigues nada desvistiendo a uno para vestir a otro. Uno siempre va a quedarse desnudo – la chica agachó la mirada jugueteando con el amuleto bajo la atenta y pesada mirada de Raphael que observaba todos y cada uno de los movimientos de la muchacha entre la poca luz que podía colarse por debajo de la puerta – Morir yo, o morir tú. A mi me parecen cosas muy similares.

.- ¡Tsk! – la chica se enfurruñó apartando la mirada – Era culpa de Havoc ¿no?….de alguna manera me sentí responsable.

.- Que tontería.

.- ¡No lo és!…..además ya sabes que……..

.- ¿qué? – el tono arrogante y burlón que Raph adoptó al soltar eso cabreó aún más a Kyara, pues cuándo la chica iba a abrirse en sentimientos siempre él tenía que fastidiarlo todo. La muchacha se puso de rodillas en la cama señalando violentamente a Raphael que la miró sorprendido sin descruzarse de brazos:

.- ¡El amuleto es mío ¿vale! Puedo utilizarlo cómo me de la gana, y no vas a ser tú el que me diga cómo hacerlo- la chica se cruzó de brazos sacando morros y le giró la cara a la tortuga. Raphael se la miró confundido antes de estallar en carcajadas que intentó silenciar para evitar que April se despertase. Kyara volvió a mirarlo con desprecio preguntándose qué demonios le hacía tanta gracia después de que la chica se hubiera puesto seria.

.- ¿Qué? – soltó ésta. Raph paró de reír y se acercó más a la chica mientras le sonreía:

.- No ibas a decir eso.

.- Claro que sí – Raphael agarró con delicadeza el mentón de la chica obligándola a mirarlo a la cara cuándo ésta se la había girado.:

.- Vaya. Creí que ibas a decirme lo mucho que me quieres cómo para dejarme morir así cómo así. – le susurró acercando su rostro al de Kyara que lo observaba atónita y sonrojada por la valentía de la tortuga por soltar algo así de aquella manera tan directa.

Raph soltó la cara de la chica, que agachó su rostro huyendo de la incomodidad del momento. Eso la provocaba y a él le gustaba verla así, pues siempre conseguía ser ella el que lo ponía a tono con alguna que otra frasecilla indirecta:

.-¿Me equivoco? – siguió chinchando invitando a Kyara a ceder de una vez. Pero la chica era dura de vueltas y no se dejaba intimidar de aquella manera. Tras vacilar unos segundos, miró a Raphael de una manera viciosa intentando hacerle caer a sí mismo en su propia trampa y conseguir incomodarlo para que dejase de hacérselo a ella:

.- ¿Qué pasa¿ No sabes cómo besarme y tienes que prepararte el terreno para conseguirlo?- le soltó burlonamente esperando que la tortuga desistiese, pero no lo consiguió:

.- Claro, así te pones más tierna – la tortuga volvió a agarrarla por el mentón y condujo sus labios contra los suyos bajo la atónita sorpresa de la chica que se había esperado una retirada por parte de Raphael.

Kyara no se resistió y se dejó ahuecar entre los brazos de la tortuga quedando acurrucada junto a él de rodillas sobre la cama. Con el paso del tiempo el muchacho había aprendido a tratar a Kyara y sabía perfectamente los métodos a utilizar para conseguir que la chica cediera a sus favores pero aún y así, muchas veces solía acabar siendo él el que iba por dónde ella quería:

.- No vuelvas a hacerlo – le susurró él cuándo se distanciaron.

.- ¿El que?- soltó confundida por la exigencia.

.- Usar el amuleto. Al menos no de esa forma. – Kyara agachó la mirada sonriente y contenta por la repentina preocupación de Raph por ella. Pues él siempre solía mandarla al carajo por puro orgullo cuándo ella no cedía en obedecerle en algún asunto.

.- No prometo nada Raph….pero lo intentaré – la tortuga le sonrió conformándose con ello y, silenciosamente, se dirigió a la ventana en dónde corrió las cortinas. Fuera, por las calles de la ciudad, hacía una noche preciosa y cálida que invitaba a salir de casa para sentarse a observarla.

La tortuga permaneció por unos instantes de pie frente la ventana, dándole la espalda a Kyara que observaba curiosa. Raph se giró levemente mirando de nuevo a la chica:

.- ¿Cómo te encuentras?

.- Bien, ya no me duele tanto……- soltó confundida

.- Bien – la tortuga volvió a acercarse a la cama y la cogió en brazos. Al cabo de unos segundos, saltaba por la ventana hacia el techo del hospital con la muchacha en brazos.

Agarrándose con fuerza al cuello de Raphael, la chica disfrutaba de la caliente brisa de la noche de primavera mientras saltaba de azotea en azotea. Por unos instantes, le pareció poder olvidarse de todas las pesadillas que había vivido y poder empezar de nuevo dejándose arrastrar por los brazos y la rapidez de Raphael, Kyara cerró los ojos notando que tal vez las cosas no iban a ir tan mal, después de todo.

.-

.- Que no.

.-¡va!

.- Dejadme

.- ¡Vaaa! – Michelanggelo entornó los ojos fastidiado mientras le daba otro sorbo al refresco, el cual fue interrumpido por la manita de Raphi que se lo quitó de la boca echándole todo el refresco por encima.

.- Va, va va! – Aún más fastidiado, Mickie se sacudió cómo pudo y se levantó del sofá en el que Raphi saltaba enérgico junto a Pequeño Mickie, que permanecía sentado agarrado a uno de los cojines riéndose del aspecto de Michelanggelo:

.- ¿Sois muy cansinos eh? – les soltó dirigiéndose hacia la cocina en busca de un trapo con el que secarse. Las dos pequeñas tortugas lo siguieron quedándose en el umbral de la puerta esperando a que Mickie jugase con ellos.

Después de limpiarse, Michelanggelo permaneció de espaldas a ellos y, girándose de golpe, les gruñó para asustarles.

Ambas criaturitas salieron corriendo por la guarida riéndose a carcajadas por el susto de Michelanggelo. Las dos fueron a refugiarse debajo del escritorio de Donatello que, al notar algo bajo sus pies, se agachó curioso:

.- ¿Y a vosotros que os pasa?

.- "Maqui" – balbuceó Pequeño Mickie señalando a Michelanggelo mientras se reía:

.- Mickie querrás decir. – la cría asintió con la cabeza a la vez que volvía a salir corriendo de debajo del escritorio cuándo Michelanggelo se acercó hacia allí. Donatello se giró divertido a ver la cara de cansancio de su hermano menor que soportaba a Raphi jugueteando a puñetazos contra sus piernas:

.- Eres una buena mamá "Maqui".

.- Sí, claro, recuérdame que no tenga hijos.

.- Pero si a ti te gustan los críos.

.- ¡Pero es que estos no se cansan! – Michelanggelo agarró a Raphi por las piernas dejandolo colgado boca abajo. La pequeña tortuga empezó a reírse intentando soltarse de sus garras – si nosotros éramos iguales a esta edad…..me apiado de sensei – Don se rió.

.- Imagínate, nosotros éramos 4 y el maestro era uno solo.

.- Uno solo pero con muy mala leche – Raphi logró agarrarse al brazo de Michelangelo trepando por él hasta colgarse del cuello de la tortuga – nos educó a base de jarabe de palos.

.- No digas eso – se rió Don agarrando a Raphi del cuello de Mickie – sólo le golpeaba a Raph porque no obedecía, y a ti de tanto en tanto por seguirle los jueguecitos.

.- Pues ya ves, han tenido que ir a clonarnos a mí y a Raph, anda que ya podrían haber clonado a Leo, que seguro que se tiraba todo el día entrenando y no molestaba. O a ti, que apenas se te notaba que existías.

.- Que amable – le dijo Don llevándose a Raphi hacia las habitaciones. Pequeño Mickie no tardó en darse a ver detrás de una columna. Con la intención de no ser visto, acechaba a Michelanggelo para darle a él un susto. Pero Mickie lo agarró por detrás dándoselo a él y siguió a Don hacia las habitaciones.

Ambos acostaron a las dos crías en la habitación de Kyara, ya que ésta era la única que no estaba en casa y tampoco le hubiera importado que las tortuguitas durmieran allí.

Tapándolos con el edredón, dejaron acostadas a las dos crías y, tras darles las buenas noches, de lo que se encargó Michelanggelo, cerraron la luz ajustando la puerta al máximo para poder oír si pasaba algo:

.- Y van……¿van a quedarse aquí? – preguntó Mickie a Don acercándose al escritorio de éste. Donatello se sentó en su silla y metió de nuevo las narices en la computadora:

.- No lo sé. Supongo…..aún y así…….estoy acabando de estudiar los últimos análisis que les hicimos a las crías a través de su sangre, y….no sé de que se trata pero, algo no anda del todo bien..- Michelanggelo frunció el ceño confundido mientras atacaba otra de sus bolsas de patatas:

.-¿ Ah no? Pues yo las veo del todo bien……- Don no le contestó, continuó observando la pantalla con una eterna curiosidad - ….tal vez sea por eso que dices, que Los Foot y los Dragones hayan perdido el interés en ellas…….

.- Puede.

.-

April se estremeció cuándo alguien la tocó levemente por el hombro.

Gruñía y no había dejado de dar vueltas en la cama. Las pesadillas se apoderaban de ella sin dejarla descansar a gusto y, por si fuera poco, cuándo no podía dormir a causa del desvelo pasaba horas y horas agarrándose con fuerza el estómago imaginándose que tal habría sido su vida si hubiera tenido al niño.

Ella no lo quería, estaba completamente segura de ello, pero algo en su interior la maltrataba con tan sólo imaginárselo. Le dolía, tal vez le dolía demasiado para tratarse de algo que no conoció y que odiaba con todas sus fuerzas.

Se giró a regañadientes algo molesta pero a la vez, aliviada por haberla sacado de tan tremenda pesadilla.

Asustada, se incorporó en la cama descubriendo a Leonardo que la observaba en la penumbra sentado justo a su lado. April respiró tranquila al comprobar que todo había pasado:

.- ¿Estás bien? Siento haberte despertado, pero me dabas mucha pena por lo mal que parecías estar pasándolo en sueños.

.- ¡Uf! Ni que lo digas…….- April se sobó el pelo que caía suelto por sus hombros y, tras comprobar que llevaba puesta la bata del hospital, y no se encontraba desnuda, se incorporó aún más, sentándose en el borde de la cama. Leonardo echó una ojeada a la cama de al lado, que permanecía vacía con las sabanas revueltas:

.- Oye….¿dónde diablos está Kyara? – preguntó Leo alzando una ceja.

.- Ah – April miró hacia la cama vacía – se habrá ido con Raphael, seguro. Hace un par de noches que ronda por los alrededores.

.- Ya ….- Leo agachó la mirada y observó que April lo miraba compadeciéndose. La chica pareció esbozar una débil sonrisa que escondía entre los mechones de pelo que le resbalaban por la cara.

Supo exactamente lo que estaba pasando por la cabeza de la muchacha. Evitándole dar el gran paso de intentar contárselo, la tortuga se sentó a su lado en el borde de la cama y la rodeó con un brazo:

.- Lo sé.

.- ¿A si? – Leonardo asintió. Pues claro que lo sabía, Kasey había sido el primero en enterarse por parte de los médicos, pero él había sido, por fuerza, el segundo.

Perdió la mirada por una de las paredes, intentando ordenar sus emociones por no haber sido capaz de hacerlo antes. Por una parte, realmente se alivió de que no hubiera crío, pero por otra…..no podía evitar pensar que si lo hubiera habido, y hubiera sido suyo, hubiera existido algo que le uniese a April. Algo mucho más fuerte que un simple lazo afectivo que de vez en cuándo se correspondiera con algún revolcón.

Algo fuerte.

Tal vez era mucho mejor así, bastante faena tenía ya con sus hermanos cómo para tener que preocuparse de ser padre ya que, por otro lado, si el hijo no hubiese sido suyo, no sabía del cierto si hubiera podido mirar a la cara a April o a Kasey como antes. Algo de resentimiento le hubiera comido por dentro.

La chica observó la divagación de Leonardo que se mantenía fríamente sumergido en sus pensamientos. Colocándole su mano sobre la de la tortuga, consiguió llamar su atención y Leo la miró a la cara después de unos minutos:

.- Me sabe muy mal…..pero en parte….casi es mejor que todo haya ido de esta forma…¿no crees? – April volvió a agachar la mirada dirigiéndola hacia su estómago –no estaba preparada…..eso es todo.

.- Pero en cambio si lo estabas para acostarte con los dos ¿no es cierto? – la voz de Leonardo pareció fulminante y rompió la mirada afectiva que le había caracterizado durante todo el rato. Simplemente no lo aguantó.

Nadie lo haría.

No había estallado antes por respeto, pero ahora le tocaba. Pero….aún y así deseaba dejarlo todo tal y como estaba y no tener que remover más mierda.

April lo observó algo paralizada y sorprendida. Nunca había creído que Leo fuese capaz de hablarle de aquella forma, pero el chico realmente tenía razón, así que, lejos de intentar contestarle, le dio la razón:

.- Lo siento…ya sabes lo que ocurrió, yo no……

.- Tu nunca tienes la culpa de nada April, siempre somos los demás los que la acarreamos y luego sufrimos las consecuencias. – Leo intentó suavizar su tono al comprobar que estaba consiguiendo que la chica acabase de venirse abajo por completo, y no era lo que quería –mira….tuviste que pensártelo dos veces cuándo me agarraste por el brazo antes de que saliera por la ventana….

.- Leo, fue algo que me vino y punto. No quiero buscarle otro significado.

.- ¡Pues yo lo haría si estuviera jugando a dobles April! – suspiró intentando volver a bajar el tono de su voz - Oye, tengo completamente claro lo que sientes por Kasey y lo que él siente por ti, y no tengo ni la más mínima intención de meterme por en medio – Leonardo se levantó de la cama dándole la espalda a April, que lo observaba atónita sin casi atreverse a abrir la boca – pero no vuelvas a hacer eso. Al menos no conmigo. Porque luego soy yo el que lo pasa mal imaginándome cosas que no son……- recordó por unos momentos la conversación que había tenido con Raphael en la celda del "Red Flamingoo" – soy humano, al menos aparento serlo……y sobretodo soy macho.

La chica agachó la mirada tragando todas y cada una de las palabras de Leo, no pudo evitar sentirse culpable, de hecho, hacía tiempo que se sentía de aquella manera y no le dejaba un buen sabor de boca. Temía que la relación entre ella y la tortuga no volviera a ser la misma.

Después de unos incómodos segundos de silencio. Leo se acercó a la muchacha y le apartó el pelo de la cara con cariño haciendo que ésta lo mirase a los ojos:

.- No quiero que cambie nada April. Me gustaría que aquello quedase como un punto y aparte ¿vale? – la chica le sonrió tímidamente contenta por notar que Leo volvía a ser el de siempre a pesar de sus daños psicológicos por el tema:

.- Claro. Fue bonito mientras duró – Leo la sonrió con ternura y se sentó de nuevo en la silla de al lado de la cama – eso no va a cambiar nada. Ya me conoces.

.- Demasiado bien, tal vez – soltó la tortuga con un tono de picardía sin dejar de sonreírle.

April volvió a recostarse y respiró tranquila después de mucho tiempo de angustia y preocupación. Bajo la atenta mirada de Leonardo, la chica volvió a dormirse plácidamente olvidándose por completo de las pesadillas que no dejaba de atormentarla pero, por aquella noche, no las temió, pues sabía que Leo estaba allí.

Tal vez ese fuese el problema, Leo siempre estaba allí.

Sin importarle el porqué, el cuándo o el dónde. Él siempre estaba allí, y eso fue lo único que le bastó para permanecer dormida.


Tal vez por el cansancio o, simplemente, por la mala noche que hacía fuera, no quise negarme de permanecer un rato más en el apartamento de April.

Todo se encontraba en su sitio, el repartimiento había sido rápido y ligero, unas cuántas cajas, nada más. Pero aún y así, mis músculos se sentían levemente maltratados a causa del entrenamiento de la mañana y del ejercicio llevado a cabo por la tarde.

Me desparramé en uno de los sofás intentando relajarme por unos instantes. Lanzando mis espadas a un lado, me recosté hasta quedar completamente hundido en el asiento siguiendo con la mirada la hiperactividad de la chica que no dejaba de moverse de un lado a otro:

.- ¿Ya está todo?

.- Sí

.- ¿Qué hay de las cajas azules?

.- Están abajo, en la trastienda.

.- ¿Y las lámparas?

.- También – la chica pareció hacer algún tipo de recuento mental sobre las mercancías y, tras darse cuenta de que todo se encontraba en su sitio, se sentó junto a mí en el sofá, casi hundiéndose de la misma manera que lo había hecho yo.

April me miró de reojo, lo notaba. Últimamente parecía hacerlo mucho. No podía evitar sentirme observado cuándo ella se encontraba cerca, fuera lo que fuera que estuviera haciendo, siempre me miraba esperando creer que yo no la viese a ella.

Ingenua.

Atrapé su mirada por primera vez girando mi cara hacia la suya. Intentó disimular la sorpresa que se llevó preguntándome cualquier trivialidad:

.- Um……¿vas a quedarte a cenar? – que divertido, aquello era cómo jugar al gato y al ratón, y no pude evitar decidir ser el gato por unos momentos.

.- No lo sé. Los chicos están haciendo de las suyas con la moto de Raph……

.- Déjalos, ya son mayorcitos – April se incorporó sentándose correctamente en el sofá y se volteó para mirarme – prometo cocinar algo bueno. – la idea me pareció atractiva, pues salvarme de las pizzas de Michelanggelo era una de mis prioridades durante aquella semana. Me incorporé hasta quedar junto a ella - ¡vamos hombre!

.- Que insistente ¿te falta compañía? – me incorporé estirando mis doloridos músculos bajo, otra vez, la atenta mirada de la muchacha – yo llevo todo el día contigo, llama a Kasey.

.- ¡Hum¿Bromeas? – malo malo, habían vuelto a discutirse. Por unos instantes me vi obligado a ejercer mi papel de buen amigo y preguntar porqué, cuándo y cómo. Pero no izo falta, des de luego April se lo tenía callado durante todo el día y, al notar que yo me abría a escucharla, me soltó la gran parrafada sobre su disgusto. Por una vez, comprendí a Raphael frente a mis sermones – me dijo de quedar ésta tarde, yo le dije que no podía y que me llamase por la noche. Pero no me ha llamado. Me sabe mal que siempre diga que no le llamo yo, porqué el otro lunes se enfadó por no llamarle yo ¿puedes creerlo? Simplemente me olvidé y me lo estuvo reprochando todo el día. Claro, hoy se le olvida a él ¿y que se supone que debo hacer yo? Pues callarme, porque antes, cuándo lo llamé por la tarde para decirle algo, el señorito se había enfadado porque no le había dicho nada antes y, sin contar conmigo para nada, se ha marchado con Raph toda la noche. Y luego soy yo la que tengo que arrastrarme para pedirle perdón. Pues no. ¡No esta vez! Ya está viniendo, porque no pienso moverme.

No entendí nada, nada en absoluto. Imaginé que, ni siquiera Donatello que era rápido de entendederas, pudiera haber reaccionado positivamente ante semejante monólogo de enfado. Así que, asentí. Lo creí correcto, pues los enfados que podía tener April al día con Kasey eran incontables, y si por cada uno de ellos tenía que prestar atención para poder consolarla, la chica debería empezar a pagarme por los servicios.

.- Es un maldito crío….. infantil, inmaduro, irresponsable, cabezota…..- me senté de nuevo cerca de ella, sin dejar de mirarla bajo su enorme sarta de insultos – estoy empezando a cansarme de él ¿sabes? Necesito a alguien más…..más….

.- Maduro – contesté

.- ¡Exacto! Maduro, serio, que sepa lo que hace en cualquier momento y que sea dedicado a su pareja – April paró de contarse los dedos a modo de indicar gráficamente todas y cada una de las características que había dicho. Por unos instantes, pareció estar dándole vueltas a algo, hasta que me miró con una enorme sonrisa – alguien como tú, Leo. – No pude evitar incomodarme frente a esa comparación. No sólo la chica llevaba días observándome de refilón y no sólo el ambiente se había incomodado tanto cómo para avergonzarnos ambos frente a cualquier tipo de roce, si no que ahora me estaba declarando como su amor perfecto. Genial. Aquello cada vez se hacía más raro pero lejos de mostrar mi faceta asustadiza, decidí seguirle el juego:

.- Menos mal que te das cuenta, aprovecha mientras puedas, hay pocos cómo yo disponibles – me reí. Y quedé como un soberbio estúpido. Pues la chica tomó mis palabras más en serio de lo que había pensado y no dejaba de taladrarme con aquella hermosa mirada verde que me repasaba una a una todas mis escamas.

Paré de reírme cómo un imbécil y presté atención a April, que se acercó deslizándose por el sofá hasta quedar pegada a mi:

.- Creí que nunca me dirías algo así…..- del respingo que me dio me levanté del sofá. Rígido cómo alguna especie de muñeco de ojalata, me encaminé hacia la ventana sin querer mirar atrás. Seguí con mi estúpido juego de seguirle el rollo, pero la chica había empezado a tomarlo en serio.

Lo que decía no era mentira, en absoluto, la tremenda incógnita que nos había envuelto a mí y a April desde hacía unos días y, mucho más fuerte, durante aquella misma tarde, me había incomodado tanto hasta el hecho de desear a la chica en más de una forma.

Pero soy fuerte de mente. Tal vez sea esa mi salvación y la única que pueda tener frente a una chica.

.- Ya sabes, a veces vale la pena esperar- seguí con el juego sin dejar de sonreírle con la esperanza de que la chica se diera por aludida y abandonase aquella sonrisa tan picarona y seductora que me estaba provocando continuamente.

Subí a la ventana y, colocándome en el replano de las escaleras de emergencia, me giré para despedirme, pero cuándo lo hice, la chica me agarró fuerte de la muñeca y me miró con una mirada que nunca antes hubiera visto en ella:

.- Quédate – seco y claro. Nada más. Con una sola palabra me lo había dicho todo y, a partir de aquél momento, fuera cual fuera mi decisión iba a repercutirme gravemente.

Durante unos segundos vacilé, y mucho. Tal vez me mostré demasiado confuso y ella lo notó.

Me volví a sentir cómo un ratón y le otorgué a ella la posición de gato. Que juego más sutil.

Sin apenas darme cuenta, me vi conducido hacia un terreno de juego del cual yo no tenía experiencia alguna, por suerte o por desgracia, sé controlar mis propios instintos así que solo tuve que dejar de hacerlo. Descontrolarlos era la mejor opción y también así lo aparentó a medida que se desvestía.

Cuando la vi, lo tenía completamente claro y no iba a echarme para atrás por nada del mundo. Consiguió hipnotizarme con sus encantos femeninos y yo, inocente de mi, tragué de ellos una y otra vez.

Me sentí tan extraño actuando de aquella forma. Por unos instantes me recordé a Raphael, impulsivo y agarrándose a cualquier opción si aquella era la que más agradaba.

Y cómo no iba a agradar.

¿Para qué mentir? Me agradó, y sí. Mucho.

Tal vez fuera esa mi mayor cruz. Sin percatarme, a partir de aquél día, no dejé de ser nada más que un juguete con el que April se divertía a ratos. Repetir, repetir y más repetir. Aquello era algo nuevo y no me vi dispuesto a rechazarlo…..hasta que tuviera consecuencias.

Me sentí como un completo ratón acechado en su totalidad por el gato.

Fue divertido mientras duró.

Qué juego más sutil.


Leonardo se estremeció y sacudió la cabeza intentando volver a la angustiosa realidad, no entendía porque todo aquello había venido de repente a su mente, tal vez porqué esos recuerdos iban a ser con lo único que iba a quedarse, y ver a April dormida plácidamente, le recordaba una y otra vez que aquello iba a ser lo único que iba a tener.

Por alguna razón, sonrió y quedó aliviado.

.-

La noche ya había caído en toda su plenitud y las calles de Nueva York empezaban su ajetreo nocturno únicamente por aquellos barrios más frecuentados por jóvenes.

Todas las demás calles se sumían en un silencio sepulcral escondiendo detrás de sus paredes a millones de familias aún temerosas de salir a causa de los atentados.

Solía ser curioso ver una ciudad tan grande tan vacía y silenciosa durante las noches.

El viento soplaba cálido más típico de verano que de primavera y por unos instantes azotó con fuerza la enorme melena rizada de Kyara.

La chica se lo apartó de la cara con un gesto de incomodidad esperando a que el viento se detuviese. Des de lo alto de aquella azotea, los bloques quedaban escondidos bajo los pies y se podía apreciar el aspecto de Nueva York dormida bajo una enorme luna.

.- Nadie me dijo nada de lo de April – susurró la chica sin apartar la vista del pequeño horizonte.

.- Es extraño que no te enterases, me parece que ya lo sabemos todos menos Mickie.- Raphael permanecía sentado a su lado, recostado hacia atrás apoyando los codos en la parte más inclinada de la azotea.

Kyara soltó una pequeña carcajada:

.- Pobre, siempre es el último.

.- Porque quiere, no deja de ser feliz así – la chica se dejó caer encima del hombro de Raphael, el cual continuó en su pose mirando vagamente la Nueva York que se abría bajo sus pies. Unos minutos de silencio acabaron siendo rotos por la sirena de una ambulancia que cruzó la calle en la que se encontraba el edificio a toda velocidad.

.- Mira, tus amiguitos han puesto otra bomba.

.- No seas imbécil – gruñó Kyara – con las perdidas que hemos tenido, me extraña que no estén de vuelta a casa.

.- Havoc no querrá irse sin ti – soltó Raphael con picardía esbozando una sonrisa maliciosa en la cara. La chica se rió a la vez que se recogía la melena en una caída coleta:

.- Seguro, me estará buscando. – Raphael apartó la mirada fastidiado haciendo que la chica lo notase – mira que le has cogido manía ¿eh?

.- ¡ Oh vaya! Perdona por no soportar al tío que me mató hace un par de días.

.- No seas repelente porque ya no lo soportaste des de que lo viste por primera vez. – la chica se cruzó de brazos antes de señalarle con un dedo acusador - ¡y ni siquiera lo conocías!

.- Saber que fue tu ex novio me fue suficiente. – Kyara lo miró de reojo con una mueca de sospecha en el rostro y resopló esperando no tener que hablar más del tema - ¿qué pasó?

La pregunta de Raphael lanzada con una malicia insuperable provocó escalofríos en la chica, para nada le apetecía tocar ese tema, pero conociendo a la tortuga, no pararía hasta no saberlo:

.- Nada. Que yo vine aquí……

.- ¡Quéee? – Raphael se incorporó alejándose de la chica erguiendo su tronco hacia atrás – O sea que cuándo te secuestraron y te trajeron hasta aquí¿¡Tú todavía estabas con él!

.- Ajá

.- ……no me lo creo, …..¿entonces porque te quedaste y no volviste?

.- Porqué aquí estaba bien. Además, no tenía dinero para el billete. – Raph se levantó del todo saltando hacia la pared más cercana, en dónde se quedó a cuclillas observando a la chica.

.- Me estás diciendo, que cuándo tu estabas aquí, cuándo fuimos a Eddelwise¿tú todavía estabas con él?

.- En teoría pues…….pues sí.

.- ¡Oh¡Genial¿Y en la práctica? – la chica se giró mirándole tiernamente enfrentándose a la ceñuda mirada de Raph que la taladraba constantemente por la espalda.

.- No me has preguntado si yo lo quería.

.- si estabas con él va a ser que si.

.- Pues no – del respingo Raph casi resbala y cae, pero se las apañó para aguantar el equilibrio y volvió a bajar dónde estaba ella de un salto:

.- ¿No lo querías! – preguntó histérico - ¿Y porqué estabas con él?

.- Llevábamos poco tiempo y, además, era demasiado exigente en todo. Me di cuenta que era más mi jefe que mi novio. Así que cuándo vine aquí, me fue bien perderlo de vista unos días, así pude aclararme la cabeza.

.- Y llegaste a la conclusión de que lo vuestro os había tocado en la tómbola ¿no?- Raph se encontraba algo extrañado por las confesiones despreocupadas de la chica y él decidió calmarse intentando entender su punto de vista. Por un lado parecía lógico.

.- ¡Ai! Qué conversación más trivial.

.- ¡Oh! Habló la inteligente.

.- Oye imbécil no se porque te preocupa tanto eso – la chica lo agarró del cuello y le dejó un violento beso en la mejilla de la tortuga, que continuó enfurruñada mirando el horizonte.

.- ¿Y quién ha dicho que me preocupo? Ya dejé claro que si no fuera por ti, ese maldito hacía tiempo que estaba plantando malvas en algún cementerio – Kyara entornó los ojos y saltó del susto cuándo el celular de Raph empezó a sonar.

La chica se le lanzó encima para quitárselo de las manos y la tortuga luchó por ser él el que contestase:

.- ¡Hola!

>¿Kyara¿estás con Raph? – la cara de Michelanggelo apareció reflejada en la pequeña pantalla del celular. Raphael gruñó por debajo del cuerpo de la chica y se apoderó del móvil:

.- ¿Pero tú no estabas herida maldita demonio! – le berreó a la chica antes de atender a Michelanggelo - ¿Qué hay?

>Oye…tenéis, tenéis que venir, no es del todo seguro pero….bueno, Donatello está en ello.

.- Abrevia Mickie.- la expresión de Michelanggelo se oscureció expresando tristeza, inseguridad y miedo.

>Algo muy grave pasa con las crías – Kyara saltó de nuevo encima de Raphael al escucharlo:

.- ¿qué pasa con ellas? – Michelanggelo negó con la cabeza.

>No lo sabemos, pero………- por el fondo de la guarida se escuchó un berreo de Donatello que llamaba a su hermano. Michelanggelo desvió la concentración para luego desplazarla de nuevo hacia el celular – Venid de inmediato,- soltó antes de colgar precipitadamente:

.- ¡Mickie! – el grito de Raphael no fue escuchado, al otro lado de la línea el celular estaba apagado. La tortuga miró a Kyara confundida:

.- Vamos, Raph.


Pues nada, aquí estamos de nuevo. siento mucho haberme retrasado también esta vez (ya os dije ke últimamente tengo muchas cosas en la cabeza y la vagancia me impide hacerlas todas uu' )

Pues nada, la cosa ya esta apuntito de acabarse, pero bueno, a saber a saber! Ke ya sabeis ke a mi las ideas me vienen y me van, xro vaya, ya se verá lo que se hace, jejeje XD.

Mira Hadita Hadita, ke no dejas de desesperarte con el sexo entre tortugas y humanos (XD juer, ke mal suena eso...cualkiera diría que esto es un fic de zoofília ¡ecs! XD). No creo ke se kiten el caparazón para hacerlo (no por dios!) ¿cómo van a hacerlo si lo tiene pegado al cuerpo? Además, las tortugas normales no se lo quitan (mal rollo si no) xro claro, tampoco se puede decir que los TMNT sean muy normales que digamos...xro bueno! La imaginación al tanto! Y eso es lo único que vale (algún día haré un dibujo de ello, así nos reímos XD XD). Y pos si mujer, a Shredder a tomar por culo y Hun también, ké para eso son los malos de la peli ¿o no? (en mis fics los malos siempre acaban muertos y los protas acaban sufriendo de todas formas! XD ke mala soy! )

Y na, pos lo del embarazo de April estaba cantado (y si no¡olé! por mi ke soy buena escritora y no lo he hecho notar! jejejej menos menos ;-P). Ya quería que perdiese el niño antes de saber de quién era des del principio, o eso, o kería hacer que era de Leo (xara que la confusión se apoderase del ambiente ) y luego matarlo igual )XD ke mala! XD) Así que aquella gente que creyó que iba a ser de Kasey ¿pos no! o de Leo o no se sabe, jejejejej. Ai xica, pos me podrías haber servido de ayuda siendo infermera( para Brendaneko) xk estube bastante perdida con el rollo de las pruebas a llebar a cabo para saber de quién era (pobre Don! No sabía ni siquiera que hacerle hacer! XD). Y bueno,pongamos que la chica estaba embarazada de mes y medio (dos como mucho) y crees que eso ya se vería? Esque no lo sé, pero vaya, yo he supuesto que no (a la próxima prometo informarme mucho mejor sobre los embarazos de tortugas ! XD)

La pobre Medeah sigue respirando intranquila! XD bueno bueno chica, te he compensado el susto de la perdida del niño de April por tu diálogo entre April y Leo. Haber que me dices luego sobre ello (ke aora te toca analizármelo! jejeje, no lo digo con mala folla ¿eh? Si a mi me encanta que me analicen las cosas para que la gente pueda darme su opinión o su impresión respeto a algo que yo haya escrito (y Medeah siempre lo hace :-) ) )

Bueno nenitas, pues nos estamos leyendo y si la vagancia no se me vuelve contínua y permanente (cómo la de Karla XD jejejej) pues de aki a un par de días (vale, esta vez tiraré largo, dejémoslo en tres o cuatro XD ) actualizaré de nuevo. No puedo aseguraros si será el último o el penúltimo capi, todo habrá que verlo. Dependiendo de qué zorronas ideas pasen por mi cabeza desquiciada, XD juasjuasjuas!

Besiyus a todas y nos leemos!

YaS ;-P