CAPITULO 5: Reflexiones.

Kuno Tatewaki, el relámpago azul del colegio Furinkan, El ave fénix, el destello celeste de... En fin el tipo en cuestión estaba sentado en una silla de jardín mientras veía a la servidumbre recoger todas las cosas de la fiesta que se había celebrado (con gran éxito por cierto) En su mansión pero en realidad no los veía, en realidad estaba haciendo algo muy inusual en el. Estaba pensando.

Por lo general cuando parecía pensar sobre un tema en particular en realidad dejaba divagar su mente a niveles mas allá de la conciencia humana y se perdía en abstractos conceptos que invariablemente le conducían a decisiones erróneas y en la mayoría de los casos a dolorosos resultados.

Pero en esta ocasión estaba pensando en un tema fijo, trataba de hilvanar una serie de situaciones que se le habían presentado y que por alguna razón le molestaban enormemente, cosas que le llevaban directamente a la hija mediana de Soun Tendo y su repentina partida de la fiesta.

¡Hohohohohohohohohohohohohohoho!-

¡Maldita seas hermana! –Kuno se incorporo de golpe tratando de divisar la procedencia de aquella familiar risa demencial- ¿No puedo tener un minuto de tranquilidad sin que sea interrumpido por tu diabólica presencia?

La aludida se encontraba sentada en la rama baja de un árbol que estaba tras el, Tatewaki volteo con calma y enfrento a su hermana.

Un Cocktail memorable hermanito –Kodachi ya se encontraba vestida con un cómodo kimono de casa y jugaba negligentemente con su listón de gimnasia- Las relaciones publicas son aunque desagradables para ti algo tremendamente necesario para el mundo en donde nos desarrollamos.

¿Vienes a darme clases de política One-chan? –Kuno la miro con una cierta añoranza. Épocas en que la terrible "Rosa negra" era solo una tierna niña que le buscaba para jugar a los "Samuráis". Un sentimiento de simpatía surgió involuntario en su pecho y sonrió con familiaridad.

Kodachi bajo del árbol donde estaba y se paro frente a el, Kuno se había quitado su corbata de moño y abierto algunos botones de su camisa, traía el pelo revuelto, la chica le acaricio el cabello y tan bien sonrió con familiaridad, no tenia que hacer falsas poses con el después de todo era su hermano y de alguna manera extraña lo quería... De alguna manera.

Me sorprendió que invitaras a Nabiki Tendo a la fiesta. Pensé que estaría aquí alguna de tus adoradas diosas o incluso las dos.-

Bellezas como ellas no merecían codearse con semejantes parásitos del dinero como estos.

Oh ya veo y escogiste algo mas adecuado para los "parásitos", carne de segunda...-

¡No hables así de ella! –Kuno se mostró repentinamente eufórico y Kodachi retrocedió.

Vaya, vaya –La chica lanzo una interrogadora mirada a su hermano quien se veía también sorprendido por su reacción- ¿No es demasiada protección para alguien que solo te quita el dinero y se la pasa estafándote?

Mi relación con ella es mas compleja que eso hermana, no lo entenderías.-

¿Y acaso tu la entiendes Oni-sama?-

Como si hubiera caído una bomba en el centro de la casa.

Yo vi a una chica admirada de tu porte –Kodachi comenzó a dar vueltas alrededor de Kuno mientras giraba su listón de gimnasia- Yo vi a una chica que bebió y disfruto de tu compañía, un baile tranquilo y romántico, le dijiste muchas cosas... Que se veía hermosa, que era muy importante para ti. O si Oni-sama yo escuche. Le dijiste todo lo que una chica quiere escuchar –Kodachi dejo de dar vueltas y el listón cayo inerte al suelo sus ojos estaban impregnados de una intensa emoción- Todo lo que hace que el corazón de alguien salte de emoción, si en ese momento le hubieses pedido algo, lo que fuera ella no te lo negaría ¿Y que hiciste? Sacaste un fajo de sucios billetes y le pagaste como si fuera una... Una cualquiera. Un golpe perfecto para destruir la moral de un enemigo. Debo de decirte que ni yo idearía algo tan ruin.

Ella no es mi enemiga –Kuno se sintió presa de un repentino temor, era como si estuviera desnudo ante ella y eso no le agradaba.

Entonces –De repente Kodachi parecía muy triste, a punto de llorar- No solo fue algo ruin, fue algo muy, muy estúpido.

Un largo silencio se hizo entre ellos. La rosa negra había desviado la mirada y parecía secarse una lágrima con el dorso de la mano, Kuno miraba un punto mas allá de su hermana, su cerebro se encontraba ahora presa de una furiosa actividad, una inusual y coherente ilación de pensamientos comenzó a trabajar hasta que de repente la idea salió en un exabrupto.

¡Ay mierda! –Kuno se dio un sonoro golpe en la frente con la palma abierta.

Por esa alegórica exclamación veo que la luz se hizo en esa pilota que tienes por cabeza Oni-sama –Kodachi le dedico una triste sonrisa, le dio un beso y después se retiro sin decir mas.

Kuno se dejo caer en la silla donde estaba sentado y maldijo por lo bajo su propia ceguera. Todos los caminos apuntaban a algo que el mismo había negado por mucho tiempo, algo que trataba de idealizar en la figura de otras dos personas y que parecía no ver en ella... Pero podía arreglarlo, claro que podía, después de todo el era el implacable Ave fénix del colegio Furinkan, el era la epitome de lo justo y correcto el era...

...Un perfecto imbecil –Dijo Kuno mientras metía su cabeza entre sus manos.


Nabiki abrió la puerta de su casa con todo sigilo, en realidad ya era una experta en entrar a escondidas, nadie notaba sus escapadas ocasionales y en este momento no seria la excepción.

Un poco tarde ¿no crees hermanita?-

Nabiki dio un salto al escuchar la familiar voz de Kasumi viniendo justo de detrás de ella ¿Cómo le había hecho para aparecer así sin que se diera cuenta? Como pudo le dio una especie de disculpa y trato de retirarse pero la mayor de los Tendo le sujeto la mano con suavidad y la retuvo ahí.

Por lo general no importaría que llegaras a esta hora –Kasumi la hizo voltear, su hermana menor permanecía con la vista en el suelo- Pero siento que algo malo te pasa ¿Me equivoco?

No me pasa nada –Fue la lacónica y apenas audible respuesta de Nabiki.

No me mientas Hermanita –Kasumi la sujeto con delicadeza de los hombros- Hay cosas que puedo ver... No soy tan tonta como parece.

Nabiki no pudo contenerse, tal vez fue todo lo que bebió en aquella fiesta o tal vez fue lo cansada que se sentía pero no pudo evitar el arrojarse a los brazos de su hermana y comenzar a llorar, Kasumi se sintió algo sorprendida de pronto pero después comenzó a acariciarle el pelo.

Todo esta bien –Le susurro tranquilizadora- Vamos hermanita todo esta bien.

No, no lo esta –Respondió la otra entre sollozos- Te estoy arruinando tu pijama, estoy mareada y me siento tan estúpida...

¿Qué paso en la fiesta? –La voz de Kasumi se oía ligeramente (solo ligeramente) alarmada.

Nabiki levanto la vista y miro directamente a los apacibles ojos de su hermana, pronto sus emociones se calmaron y regreso a ella su cinismo y sangre fría características.

Demasiado alcohol esta vez... No paso nada que yo no me buscara, estoy bien.-

¿segura? Llorar de esa manera no es normal en ti y...

Estoy bien hermana, tome un poco eso es todo, ya se me pasara, mañana lo pagare con una resaca pero –Nabiki alzo el fajo de billetes y sonrió triunfante-Valió la pena.

La chica dio la vuelta y con calma se dirigió a su habitación, la hermana mayor permaneció en el rellano de la casa, meneo la cabeza con decepción.

Honestamente no creo que haya valido la pena...

Nabiki entro a su habitación y se puso su viejo pijama, se acostó boca arriba miro el techo por largo tiempo mientras dejaba que el sueño la venciera.

Basta... –Murmuro al sentir de nuevo esa tristeza- No lo aceptare... No puedo sentir esto, no va conmigo –Se hizo un ovillo y finalmente quedo dormida.

Gracias a Dios era domingo en la mañana.


El desayuno Tendo de los domingos podía considerarse el mas tranquilo de todos los momentos de la familia, sin escuela ni prisas todos se sentaban alrededor de la mesa mientras la televisión pasaba un programa al que por lo general no prestaban atención, la platica semanal ocupaba la atención de todos los presentes.

... Y entonces Daizuke se resbalo con todos los libros del carrito –Ranma narraba divertido una anécdota de la escuela- No solo no se estrello al llegar al primer piso si no que se deslizo hasta llegar casi a la salida. Hiro y yo casi no lo alcanzamos.

¡Así que por eso fue el escándalo! –Akane se rió- Yuca y yo solo vimos como salían corriendo del salón.

Espero que el joven Dai no se haya lastimado –Kasumi le sirvió un poco mas de arroz a su padre.

Buenos días familia.-

Todos voltearon a la entrada del comedor y vieron a una desgarbada, ojerosa y bastante pálida Nabiki entrar, llevaba puesto un pants verdes y apenas si se había cepillado el pelo. Se sentó justo entre Akane y su padre y maquinalmente tomo un bol de arroz y comenzó a masticar en silencio.

¿y dime? –Pregunto Akane después de un momento- ¿Cómo te fue en tu cita con el nuevo Kuno?

Bien.-

¿te divertiste?-

Si-

¿Te sientes bien?-

Si-

Nabiki Tendo, la reina de los monosílabos –Bromeo Ranma, Akane lanzó una risita y le dio un cariñoso codazo.

La chica del Pants se levanto y murmuro un entrecortado "perdí el apetito" y salió del comedor dejando a la familia muy extrañada.

Nabiki regreso a su habitación y se dejo caer pesadamente en la cama, por el momento no quería ver a nadie. Sentía que todos la miraban diferente. En ese momento tocaron a la puerta, la chica no contesto esperando que la creyeran dormida pero volvieron a tocar, se tapo la cara con la almohada pero al final se levanto molesta y abrió la puerta de una un poco brusca, Kasumi la miraba sorprendida desde el otro lado de la puerta.

Tienes visitas... –La hermana mayor hablo con calma.

Si son Shinda o Monoko diles que las veré después –Nabiki se oía cansada

No, no son ellas –Kasumi miro hacia las escaleras- Es Tatewaki-san... Te espera afuera.

Dile que no estoy, que fallecí o que me fui a la legión extranjera –La chica iba a cerrar la puerta pero recapacito- No, espera, se lo diré yo misma.

El poderoso relámpago azul del colegio Furinkan esperaba su cita con el destino, muchas batallas había enfrentado y de muchas había salido victorioso, claro que la derrota tampoco le era desconocida y no le asustaba en lo absoluto pero en esta ocasión por alguna razón se sentía aterrado, el enemigo siempre era conocido, el demonio Saotome, el rival en los combates de kendo, aquel demente que se proclamaba su padre, ahora el enemigo era desconocido, ahora no estaba seguro si el rival a vencer era lo que en ese momento sentía en su pecho o lo que podia llegar a pasar cuando lo dijera lo que tenia en mente.

Eran un par de preguntas sin una respuesta clara.

La puerta de la casa de los Tendo se abrió y Nabiki salió al encuentro de Tatewaki, el chico traía su usual ramo de flores, se lo ofreció con gentileza pero ella ignoro el gesto y lo miro desafiante.

¿Se te ofrece algo Kuno-baby?-

Yo... Estee... Venia a disculparme... –Indecisión, la mirada de la chica era un bloque de hielo impenetrable.

No tienes que disculparte de nada querido –La chica se cruzo de brazos- Fue una excelente noche y la paga por ser tu "dama de compañía" resulto bastante gratificante.

"..."

Oh vamos Kuno-baby no pongas esa cara de sorpresa ¿Qué te hizo pensar que estaba ofendida? Si la paga hubiese sido menor ten por seguro que entonces estaría muuuy ofendida pero ya que estas aquí ¿no te interesan algunas fotos? –Nabiki metió la mano en el bolsillo de sus pants y saco algo- están algo maltratadas así que te daré un descuento especial

Kuno de manera casi inconsciente saco un fajin de billetes y se los dio a la chica, tomo las fotos y sin decir una palabra se dio la vuelta y abandono el lugar. Nabiki permaneció en la entrada hasta que lo vio doblar la esquina y desaparecer.

Ya era hora –Pensó en voz alta mientras entraba a su casa- Basta de comportarse como una tonta... Nabiki Tendo regresa a los negocios.

Afuera, cerca de la puerta yacía un ramo de flores que nadie vio.