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DKA: Qué estoy haciendo publicando una nueva historia en lugar de actualizar el resto... ;.; es que no sé, me vino la idea y quedó ahí... .n.nU De todas formas, espero que les guste, y si es así, coloquen un review (o les mando una bomba...) no, no, mentiras, ENJOY!
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Transilvania
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Prólogo
En la secundaria todos estaban en receso almorzando. La mayoría se encontraban en la cafetería, una total paz, bulla pero bueno, una deliciosa tranquilidad.
Los estudiantes de tercero de secundaria estaban casi todos ahí, unos tres o cuatro faltaban, pero no pasaba de esos números. En una mesa estaban cenando dos muchachos relativamente parecidos, con el cabello como pinchos (letalmente filudos) y multicolor... claro que los dos jovencitos juraban que era natural. Uno se veía con semblante más agresivo que el otro, con unos mechones rubios, a 45 grados y perpendiculares con su rostro, sus ojos carmesí penetrantes.... y aunque los dos tenían brazaletes y un collar, éste tenía unos tantos de más y era simplemente... más oscuro.
Claro que no sólo su aspecto se destacaba. Era un muchacho buena gente, generoso y ayudaba cuando alguien estaba en problemas. Tenía habilidad para la historia universal y para las matemáticas. Pero era un rebelde. Rompía reglas, daba lecciones de kick boxing en medio del receso o al final de clases.
Casi opuesto era el otro chico. Aunque igual de buena persona. Pelear no era su fuerte y más bien solía conciliar en malas situaciones. Su fuerte era la literatura y la lógica más que la matemática. A diferencia de los ojos carmín de su igual, este joven tenía la mirada lilácea y llamativa.
Se llamaban Yugi y Yami. Yami el cara de revólver y Yugi el chico más amistoso. Ambos muy reservados, y sí que eran idénticos en cuando a destreza en juegos de cartas o de habilidad.
Para muchos alumnos el parecido entre ambos los colocaba como "hermanos", "gemelos"... clones. Pero Yugi decía que Yami no era su hermano, cosa poco creíble pues contaban con el mismo apellido. "Mutou". Sólo que los alumnos no sabían que la relación entre Yugi y Yami no era de hermanos, más bien, se remontaba a algo no muy fácil de comprender...
- Qué milagro que comes tranquilamente – bromeó Yugi
Yami lo miró con rareza - ¿A qué te refieres? -
- Pues que no andas con tu crayola morada pintando a la gente -
- jajajajajajaj – ríe el aludido – No... hoy tengo como hambre... -
Yugi sonrió – Menos mal, porque ya llegó Bakura -
- cof! – tosió el chico ojos rojos – Lo único que faltaba ¬¬ - replicó, dando una mirada fastidiada a un estudiante de cabello blanco, que había entrado a la cafetería, y por cada mesa que pasaba era un almuerzo regado... una semi-pelea...
En otra mesa, dos chicas, una de grado tercero y otra de primero, estaban sentadas almorzando tranquilamente. Para su desgracia llegó Bakura y se sentó al lado de una que tenía el cabello castaño claro y mirada terracota. La cual hizo un mohín de descontento.
- Shizuuuuuuka – arrastró el albino - ¿Qué? Bueno el almuerzo? -
Yami veía la escena fastidiado
- .... -
- Ah, entonces no te molestará que me des un poco? -
La jovencita de nombre Shizuka frunció el cejo y lentamente tomó un vaso plástico que contenía agua, dispuesta a arrojárselo a ese cansón y ponerlo en su sitio.
Pero vino alguien a salvar la patria, y no era el amo de los puños (Yami). Se trataba de un muchacho de cabellos dorados y mirada almíbar... que contemplaba a Bakura con cierto desdén.
- Te gustan los refrescos en lata? -
Los que miraban se extrañaron ante una pregunta tan fuera de lugar. Pensaban que el chico iba a llegar con un vocabulario poco amistoso. Pues Shizuka era su hermana menor. Él se llamaba Jounouchi.
- Y a qué viene ese estúpido comentario? – inquiere el rebelde, arqueando una ceja y a medio reír
- No... puesss... – hizo una pausa y metió su mano izquierda en el bolsillo – sólo era para darte un regalo! -
- Qué clase de reg...!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! -
- ¡¡PPPPFFFFFFFTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTT!!!!!!!!!!!!!!!!!! -
Antes que pudiera decir otra cosa, Jounouchi sacó una lata y la batuteó con fuerza y rapidez, la destapó y roció el contenido a presión sobre la cara de Bakura. Que estaba... "muerto de la risa"
La cafetería entera rió. Las carcajadas de Yami también fueron inevitables.
- Ahora verás tu pedazo de $·"#&¬/!!!!!!!!!!! -
"– ESTUDIANTES – " – interrumpió una voz masculina, por medio de un altavoz que se oía en todo el plantel. "– les habla su director Kizahashi, para informarles que en dos días se realizará una excursión con los grados Primero y Tercero de secundaria, en sus respectivos salones se les dirá los detalles"
Se apagó el altavoz. La cafetería quedó callada por diez segundos, cuando se oyeron:
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡HURRRRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! -
- ¡¡¡BRAVOOOOO!!!!!!!!! -
- ¡¡EXCURSI"N!!!!!! -
- ¡¡¡ UN DÍA SIN CLASEEEE!!!!!!!! EEEEHH!!!!!!!! -
- ¡¡NO HAY EXAMEN DE HISTORIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! -
A Bakura se le olvidó el refresco en su rostro - ¡¡¡Nos vamos de excursión €$&¬/#·!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! -
Ya todo el mundo estaba acostumbrado a su léxico. A su pésimo vocabulario... muchos molestaban diciendo que no tenía vocabulario sino "jetabulario"
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Media hora más tarde.
El grado tercero dos de secundaria iba a oír atento a la maestra de Japonés. Era la titular del curso y tenía todos los detalles respecto a la excursión. Iba a ser en un conjunto de cabañas a las afueras de la ciudad. Hace algunos días que las habían reservado para los estudiantes. Las casas no pintaban tan mal, pues la profe se había molestado en traerles una foticos para que de una vez fueran quejándose o alegrándose.
- ¿Y cuánto va a durar la salida señorita Arisugawa? – quiso saber Jounouchi, preparándose psicológicamente para la vagancia
La maestra contestó - Tres días -
Muestras "obvias" de alegría sonaron en el aula.
- Y... no quiero a gente REBELDE que arruine la excursión... – recalcó, mirando a Yami y a Bakura. - ¿entendido? -
- Ok – dijo Yami, entrecruzando sus dedos a escondidas
- Si... como sea – repuso Bakura, "dándole" forma a una pelota de papel. – Claro que prometer en la escuela no equivale a prometer en el paseo... ¬u¬ -
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Continuará...