DKA: Otra vez sucedió! ;; hice el update de este antes que el otro... gomen... gomen... es que me salieron ideas que daban muchas cosquillas y quise adelantar esta historia... n.nU para llevarlas a cabo. Mil gracias a los lectores!!!!!!!! A Miyuki Kobayakawa, Gabe Logan, Hitokiri Aoi mFy, Guerrera Lunar y Fenryr por sus reviews!!
Enjoy!
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Transilvania
Capítulo 1: Les cabanes
Todos estaban ansiosos por ir a la excursión. O al menos, eso parecía porque ni siquiera Jounouchi había llegado tarde.
Eran juiciosos sentados en sus escritorios... con sus "equipajes" listos... preparados...
- Bien... tomé asistencia y todos están aquí... me pregunto cuántos hubiesen faltado si lo que tuviéramos fuera japonés... -
Todos: nn UUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
- ¬¬ como sea, afuera los espera el autobús... así que vayan despacio -
Y "tal" y como la señorita Arisugawa dijo... fueron despacio... poco menos que la velocidad de la luz. Pero entonces, notaron que Kaiba, el alumno millonario no estaba... así que cuando comenzaron a buscarle con la mirada, notaron que estaba un super carro... un super auto... un autazo... excepcional. Sólo como podía ocurrir con Kaiba Seto, dueño de una compañía... super... super millonario y super dotado... claro que súper alzado.
- Estás muy millonario para irte con nosotros niño rico? – le dijo Jounouchi
- No me gustan sus tonterías dentro del autobús – contestó el joven de cabello castaño y mirada cerúlea – Ya haces bastantes bobadas tú solo Katsuya. Creo que está utópico que aguante las de toooooodo un grado -
Mientras que Jounouchi fruncía el cejo y estaba por preguntarle a su compañera de al lado, una ojiazul castaña, Mazaki Anzu qué era "utópico", Bakura ya estaba lanzando bolas de papel a todo grado tercero, y pedazos de goma de borrar... - Este paseo si aguanta! – pensaba, mientras que un muchacho casi idéntico a él (exceptuando que se veía más calmado) intentaba por muchas medios de impedir que Bakura siguiera con esas cosas de mal gusto.
Casi todo el autobús rogaba porque Bakura le hiciera caso a su "hermano", Ryou. El más bueeeeeeena gente de tercero. Un Ghandi... a veces las personas se aprovechaban del pobre... ya que encima de ser tan calmado, Bakura no hacía nada por medio salvarlo. Pero en fin, casi nadie sabía que Bakura y Ryou no eran hermanos. Su relación era muy parecida a la que tenían Yami y Yugi. y era igual de complicado entenderla.
Otro muchacho, un moreno, Hiroto Honda, andaba de matador, intentando caerle bien a la chica Hedata Keiko. Que por cierto le odiaba.
- Ok Honda... puedes calmarte un poco...? voy a cepillarme el cabello... retocar mis sombras, mis lápiz labial – diciendo aquello, tomó su maleta (enorme) para buscar su cepillo y sus otras vainas. Bakura la observaba.
- Ahora sí que "cajita de Pandora" va a asustarse un poquito... – siseó con malicia, mientras que de una bolsa negra, sacaba una cucaracha plástica y de tela, muy, pero muy bien hecha. – Bien... – apuntó con elegancia y tin! Cayó con precisión en la mochila de Keiko.
- ... – ella guardó su cepillo, y esculcó de nuevo... notando algo no muy familiar - ¿Qué diablos es esto? – apenas miró, quedó como la "h"; muda. Para luego pegar un espantoso alarido y aventar la cucaracha lejos, atrapándola Yami, que no se inmutó y en cambio, supo de inmediato que era falsa.
Bakura y Yami comenzaron a reír. Y luego la mayoría del grado tercero. De cualquier modo, había sido gracioso.
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Pasados unos minutos y con Jounouchi medio indigestado, llegaron a las cabañas. Era un lugar muy bonito y vital. Se respiraba aire puro y se veía muy acogedor. Cuando se bajaron todos los estudiantes. Incluido el grado primero, apareció un grupo de personas a saludarles.
- nn somos ayudantes, y también somos encargados de asignarles sus cabañas -
- o sea, a ver, o sea, ustedes nos van a decir en qué habitación de estas cabañas debemos dormir? – dijo Keiko
Bakura carraspeó – Keiko! Qué lista eres, déjame ser tu amigo! -
Mientras que Yami estaba pensando algo parecido – Qué brillante, con esta niña mejor dicho... -
Yugi no pudo evitar reírse, tampoco Anzu, Honda ni Jounouchi por lo que dijo Bakura. "Cajita de Pandora" no era precisamente la más brillante del curso.
- ... eh, así es señorita – contestó una mujer de aquel grupo, era rubia, y sus ojos eran amatista. – Bien, mi nombre es Kujaku Mai -
Y con esa bella mujer, los otros miembros del grupo procedieron a presentarse. Diciendo que además de encargados de mantenimiento y cabañas, éste iba a ser más que un simple paseo, pues ellos iban a darle a los jóvenes algunas conferencias y algunas dinámicas para que se divirtieran... obviamente que a muchos eso no les gustó ni cinco... se les esfumó el concepto de vagancia. Para más, los "del grupo" añadieron que iban a llevarse a cabo competencias deportivas y de mentalidad, que por supuesto habrían premios. Ahora sí, aquello no sonó tan mal.
Por otra parte, la profesora Airgusawa se fue a una de las cabañas que correspondían a las de los asesores. Permanecería allí todo el paseo, pero eso sí, iba a acompañar
Y media hora más tarde...
Las cabañas habían sido asignadas. Algunas mezclaban a primero y tercero. Como en el caso de Shizuka, la hermana de Jounouchi y a Anzu, de grado tercero. Que eran grandes amigas.
Por otro lado, los chicos estaban en otra cabaña bastante apartada de las dos muchachas. Yami había llevado pantalones más bien flojos... tenía úlcera por haber abandonado sus brazaletes y sus pantalones pegados que parecían estar con betún y fijados con laca. Pero lo había pensado bien (5 segundos) y había concluido que mejor los dejaba a salvo en lugar de traerlos a volverse una sxxt. Qué sapiencial se sentía... una subida de autoestima soberbia.
- -.-U tengo demasiado sueño – dijo Yugi de repente. Con semblante agotado.
Yami se percató – Qué pasa Yugi? -
- Tengo sueño -
Yami se sintió incómodo – Lo siento, es por mi culpa... como soy un espíritu necesitas mantenerme... -
Yugi no prestó tanta importancia. Sólo dormiría y amanecería mejor... lástima que faltaran DEMASIADAS horas para irse a dormir. – Está bien... lo que no entiendo es como Ryou no se ve cansado... – observa, pues los dos albinos... el loco y el calmado, reposaban en otras dos camas de la misma cabaña. Pero lo que sorprendió a los dos es que el chico pasivo tenía una ENORME hamburguesa obtenida de algún lugar... y la comía a una velocidad casi impropia... la acabó en instantes.
- Ahí tienes tu respuesta u.ù – replicó Yami – Con razón... con todo lo que come... por eso no se cansa y a Bakura nada le pasa ¬¬ -
- Te oí pendejo! ¿qué tanto hablan de mí cabezas de pinchos? – rugió el rebelde, con una mueca. Pero cuando se iba a parar a reclamar de una forma tranquila y civilizada, tocaron la puerta. - ¬¬ fxxk... bueno... a ver, yo estoy a 3 metros de la puerta... Ryou a 6 metros... -
- Eres un morrongo. [perezoso] Quita que yo abro – le dijo Yugi.
Mutou, dirigiéndose lentamente hacia la puerta, tuvo la gracia de tener al frente a una jovencita de rasgos preciosos. Rubia. De mirada aguamarina y cara de porcelana. Debía admitir que su peinado era un poco bizarro. Pero seguía siendo muy bonita. Yugi pensó pues, que era uno de los miembros de su grupo verdugo... ehhh!... de los grupos de los concursos y todo eso. Aunque se veía como de su edad... sólo que un poco reservada.
- Eh.... pues... ocurre algo? – medio dijo Yugi, algo inquieto de que ella no pronunciara palabra. Bakura también la veía, aunque de modo bastante inquisitivo.
- Tienen que irse de aquí... se los pido por favor -
- Ah, bueno! – dijo Bakura con frescura Colgate. – Ya esta vaina me estaba dando pereza. Y qué, todos nos vamos o qué... qué pasa o qué? -
Una gota se deslizó por la sien de la rubia... no esperaba que fuera tan directo... y fácil de persuadir
- Todos deben irse – manifestó con tono misterioso. – Espero que se vayan de aquí... – arrastró las palabras
Yugi, Yami, Ryou y Bakura se miraron
- Seguro esta chica le hace a la que sabemos – se dijo Bakura
Yami andaba proponiéndose ideas - Esta niña se salió de un manicomio -
- Tengo sueño... ... Zzzzzzzzzzzzz ... ... ... esa niña es muy rara... tal vez tiene problemas mentales... Zzzzzzz.... ZZZZZZZ... -.- – Yugi andaba más dormido que despierto
Y el buen Ryou pensaba en comida... ah, si... y en la niña que todavía los andaba fregando parada en la puerta – Bonita chica... .... ... hamburguesa... hamburguesa... ... -
Entonces todos encogieron los hombros. Para ignorar esa petición tan poco sensata. Pero cuando voltearon para mirar a la dichosa niña, pues ya no estaba
- uuuh... ya no está... O.O – dijo Yugi extrañado. Luego cerró la puerta.
En ese momento, se acercó una dama de cabellera rubia. Dispuesta a dar una información a los muchachos que estaban en esa cabaña... fue cuando vio que la chiquilla estaba escondida tras un roble.
- Eh, Dahlia! ¿Qué haces oculta tras un árbol? -
- ¬¬ sshhh! Mai! -
Ella se tapó la boca. Y suavizó la voz – Ok, ok... ¿estás jugando a las escondidas con los chicos de Domino? -
- ¬¬ no -
- ¿entonces? -
- olvida esto, Mai – apuntó la ojiazul – Mejor ve con esos muchachos -
A la otra mujer no le quedó de otra más que asentir. En lo poco que trabajaba en las afueras de Domino City, había conocido a esa niña llamada Dahlia, era bien callada. Pero se había dado cuenta que era muy inteligente y madura. Demasiado para su edad. Vivía en una lujosa casa puesta sobre una pequeña colina cerca del campamento. No le había conocido familia... y la veía menor de edad, unos 14 o 15 años era lo máximo que le colocaba.
- Y luego se quejan de uno – se dijo Mai, viendo como la chica aquella se alejaba a paso discreto del lugar. Su semblante cambió al tocar la puerta de la cabaña.
Le abrió Bakura – Qué, ya vino el autobús a recogernos? – le preguntó ansioso – epa, tu no eres la chica mona esa! -
- Oo ... ¿de qué hablas? ¿se habrán traído alcohol...? -
Yami quitó al loco – Usted es Kujaku Mai... de los asesores – punteó, como medio incrédulo
- Sí, jovencito ¬¬, vine para avisarles que en quince minutos... digo... diez, hay una dinámica, para que vengan a divertirse -
De inmediato Bakura protestó - ¿es obligatorio? –
- ¬¬ -
- ya capté, sólo espero que haya algo valioso que pedir prestado -
- Bien, alístense, y dentro de esta cabaña, en el clóset, hallarán chalecos salvavidas -
- O.O y esto es un simulacro de catástrofe? – intervino Yugi
- ¡que no! Es sólo un juego que va a realizarse en el lago! -
Todos: O.O
Mai se fue y azotó la puerta. Salió rápido de ahí, para ir a avisarles a los estudiantes que quedaban. Dahlia la observaba oculta entre un par de arbustos.
- Mai... ¿por qué no entiendes...? Yo he tratado de ayudar... tu corres peligro también – piensa, con semblante melancólico
- ¡hola! ¡hola! ¿a quién espías? -
- ... o.o... O.O aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!! – gritó girándose – q...quién eres???? -
El muchacho sonrió – Soy Katsuya Jounouchi para servirte! -
- será para espiarme! -
El agitó su dedo índice, negando y con una sonrisa más grande que el mundo – Yo te miré, andaba de paseo nn -
- U¬¬ siiiii como no... -
- No te has presentado, yo ya lo hice -
- Qué no deberías prepararte para el concurso de remos...????????? – dijo ella para sí misma, deseando que ese entrometido estuviera a kilómetros – Me llamo Dahlia Sableblanc... alguna otra preguntica...? -
- Sip nn ¿aquí no regalan cepillos dentales?... olvidé el mío! -
- ... le Dieu sacré ... si... ep... tal vez, ve a la cabaña número 1 de los ayudantes... quizás puedan hacer "algo" por ti... -
- Arigato! -
Y lo vio correr.
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- Continuará.... -
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