¿Hay un después?
POR: malia-evans
DEDICADO A: a Mary, Olga y Eva. Mis tres hermanas que siempre están cuando las necesito. Os quiero guapísimas.
DISCLAIMER: ninguno de estos personajes son míos, sino que pertenecen a J.K. Rowling y Warner Bross, a excepción de Christine Benoitte y Jacqueline Simons, y otros personajes que no aparecen en la saga de HP.
"Dejé de amar, perdí la capacidad de captar sentimientos ajenos¿Y ahora, después de tanto tiempo, tienes el coraje de venir a pedirme perdón? O tienes valor o eres idiota."
Capítulo 3: Bromeas¿cierto?
Nos quedamos en…
De pronto se oyó una voz desde el segundo rellano del despacho:
Creo que lo dejó bien claro Albus, no quiere verme
Desde la pequeña discusión con el director había pasado una semana, de las cuales no había tenido noticia alguna sobre los aurores. James Potter¿por qué tenia que haber sido él¿Por qué no podían haber asignado a otro auror para el caso? Tenía que ser él, con todos los hombres que habían en el mundo y ella se tuvo que enamorar del más cabezota, arrogante, egocéntrico, más chulo, en fin de James "el mundo gira a mi alrededor" Potter. Claro está que cuando la pelirroja se enamoró de él, Potter había cambiado por ella, o al menos eso creía Lilliane, falsas ilusiones…
Ella esperaba que después de la conversación con su padrino, él hubiese movido algunos hilos para cambiar la decisión del ministro, pero una carta que le llegó ese mismo día le frustró sus ilusiones. La carta decía así:
"Estimada señora Evans, nos es grato comunicarle que por su propia seguridad y la de su cargo, hemos puesto a su disposición a los dos aurores más capacitados para la protección de una victima. Los señores Mark Richards y James Potter. En breve nos desplazaremos a su domicilio para darle más datos de la operación. Esperando que con estos medios esté más segura se despide de usted
Jacqueline Simons
Jefa del Departamento de Aurores"
¿Algo podía ir peor? Potter, su vigilante, Simons de jefa, y por si fuera poco¡los dos en su casa el mismo día! Esto no le podía estar pasando a ella, su vida de por si ya era demasiado miserable… O eso era lo que pensaba ella…
Aquella tarde, demasiado estresada como para hacer nada, salió a dar una vuelta por los enormes jardines de su mansión, pensando en lo caprichoso que era el destino con ella cuando de repente y sin previo aviso escuchó unos gritos a lo lejos, cercanos a la piscina en la parte trasera de la casa¿qué podía ser?
Llegó a esa parte de la casa, y debido a lo que vio allí, no pudo contener una carcajada que alertó a los presentes. Los tres aurores, salvadores del mundo mágico, y destinados a proteger al un alto cargo del ministerio… habían caído al aparecerse, de lleno en la piscina, por lo que ahora parecían peces.
- Este… será mejor que les traiga una toalla¿no-dijo Lily- Mejor esperen un momento.
- Muchas gracias, señorita Evans- aceptó Richards
La pelirroja desapareció de la vista de los aurores, y apareció minutos más tarde con una sola toalla. Que como era de esperar, entregó al único desconocido allí.
- Lo siento mucho, pero sólo encontré una limpia – se defendió- Tendrán que compartirla.
Aunque claro, después de que Richard la utilizara, no había quien pudiese secarse con eso. Pero para asegurarse que los dos restantes pillaran una pulmonía de narices, la anfitriona hizo caer "sin querer" la toalla a la piscina, por lo que ahora si que era imposible secarse con esa pieza.
- Ohh, no saben cuanto lo siento- se excusó Lily, aunque se le notaba a kilómetros que estaba contentísima- Mejor será que entremos dentro.
Marchando a paso rápido condujo a los "invitados" a la casa, los cuales al ver el tamaño de ésta se quedaron fascinados, a excepción de Potter, que había pasado más de una vez por delante con la esperanza de ver a su querida pelirroja, objetivo que por cierto no había conseguido.
Una vez dentro de la casa, Lily llamó a los elfos y les mandó traer algunos aperitivos, y ropa limpia, por motivos más que evidentes.
- Bueno, y ¿a qué se debe su visita? – preguntó Lily haciendo como que no sabía nada y mirando de una manera especial a Richard, de la cual sólo se percató Potter.
- Señorita Evans, estamos aquí por que el ministro nos pidió que le pusiéramos algún tipo de protección, pues según últimos informes hay alguien que va tras usted- le informó Simons- A nosotros no nos dio ningún tipo de información sobre quien es ese alguien. ¿Tiene usted alguna idea sobre quien puede ser? – preguntó con interés
- Si Simons, sé quien va tras de mi- le aseguró Lily- Pero tengo la convicción de que no es de su interés.
-Ya veo que no nos lo quiere decir...- aceptó Simons- De todos modos, estos señores serán a partir de ahora su escolta, si necesita algo no dude en hacérselo saber.
- No tiene que decirme que es lo que debo hacer, señorita- replicó Lily poniendo cierto énfasis en señorita- Si eso era todo, puede retirarse- añadió más como una orden que como una sugerencia.
Así lo dijo y así lo hizo. Simons se retiró de la estancia con la cabeza gacha y maldiciendo a todo dios. Por otro lado, Richard se había quedado petrificado por la mala uva de su protegida, mientras que Potter, que ya estaba acostumbrado, se dedicó a observar la gran cantidad de fotografías que había en esa sala, en las cuales como pudo observar, había sido borrado mediante la magia.
Entonces miró a la pelirroja quien se había acercado a decirle algo a sus elfos, que, aunque le miraron de manera extraña aceptaron las órdenes de su ama, como debía ser. Cuanto la amaba, cuantas veces había soñado volver a besar esos tiernos labios, y cuantas veces había deseado ser contempladopor esos ojos. Esos ojos que le volvían loco, la amaba, si, hacía mucho que por fin se había dado cuenta, pero también hacía mucho que tenía noticias de su amada, y ahora de repente, ella era su protegida. �¡Que grande es el destino!
De pronto se le acercó su compañero Mark preguntándole:
¿Siempre tiene este carácter?
- Nahhh – respondió James- Sólo cuando se enoja
- Entonces¿es buena tipa? – preguntó curioso
James le miró y con una ¿extraña? Sonrisa en la cara le contestó:
- Es un ángel
Richards sonrió. Aunque no fuera la intención de su compañero, se le notaba a cien millas que estaba coladito hasta la médula de es atractiva pelirroja, y para llenar un poquito más el vaso, recordó la conversación que había tenido la tarde anterior con un compañero.
- FLASH BACK-
En un pequeño receptáculo del departamento de aurores había dos jóvenes conversando sobre un tema que ellos consideraban importante.
- Entonces¿es verdad qué os asignaron cuidar de Evans? –preguntó curioso un compañero en tono burlón
-Así esBlack –afirmó Richards- Deberías haber visto la cara de Potter cuando nos lo dijeron.- añadió con gracia- Y también vendrá la jefa para informar a la señora.
- Tres cosas Mark –dijo Sirius- Uno: es completamente normal que James reaccionara así, ya sabrás porque; dos: si Simons va con vosotros creo que habrá una pequeña pelea, y tres: dudo que Lil's se haya casado, así que es señorita.
Aunque había sido bien explicito, Mark sólo había captado una cosa. Si Black no mentía, tenía una oportunidad con aquella jovencita.
Con ese pensamiento se marchó del despacho de su compañero con una gran sonrisa en la cara. Sin embargo dentro de ese despacho, el joven auror estaba bastante preocupado. Si James y Lily se volvían a ver las caras, se provocaría la tercera guerra mundial, como mínimo.
- FIN FLASH BACK -
- Este, señorita Evans… - dijo Richards con un deje de timidez
¿Si? –preguntó ella
¿Podría indicarme por dónde son los servicios?
- La tercera a la derecha, luego toma la segunda también a la derecha y por último la sexta a la izquierda- respondió la aludida de memoria y sin mirarle; maldiciendo a aquel tío por intentar dejarles a solas…
- Está bien- terció Mark aunque tenía la impresión de que intentar llegar a los serviciossería misión imposible.
Después de que Richards abandonara el salón volvió a reinar el silencio, aunque esta vez era mucho más incómodo que la otra vez. Lily cogió un libro y se sentó en el sof�, mientras que James volvía a ver las fotos, hasta que…
- Lily tenemos que hablar…- inició Potter.
Silencio.
-Lily¿me oyes?
Ni caso.
- Marie, haz el favor- medio gritó el moreno
La pelirroja levantó la cara, incitándolo a continuar, pero con una extraña mirada en su gesto, tal vez de ¿burla?
- Vamos Lil's sabes que algo quedó pendiente hace años- continuó el moreno- No nos dejaste explicarnos.
- No necesitas excusas James- respondió Lily levantándose del sofá y yendo hacia su ex – Te comprendo- y se acercó más- Te gustaba más Simons que yo. Claro, era ella accesible¿no? – terció- No te gustaban las chicas difíciles- se posó justo delante de Potter y se dedicó a hacerle circulitos en el pecho, haciendo que el joven empezara a sudar de manera alarmante- Y claro, tienes razón quedó algo pendiente.
¿Pero, entonces, me perdonas? – preguntó inseguro
¿Bromeas? Por tu culpa, Potter, dejé de amar, perdí la capacidad de captar sentimientos ajenos¿Y ahora, tienes el coraje de venir a pedirme perdón?Eres idiota...
Se alejó de él y fue a la repisa de la chimenea donde había una pequeña cajita. Cogió algo que Potter no pudo ver, se lo metió en la boca, se acercó otra vez a él, y sin que éste tuviese tiempo a reaccionar se robó un pequeño beso. Eso animó al muchacho, hasta que notó algo en su garganta, tosió y lo que salió de su boca le hizo quedarse en completo silencio.
Su anillo de compromiso. Ella había intentado que se lo tragase, y además le había hecho crear falsas ilusiones. Demasiadosútil para él.
Miró a su alrededor y no vio a la pelirroja, le había dejado sólo. Se lo merecía, por cerdo. Lo que él no sabía era que su amor, estaba en su cámara, tirada en la cama, recapacitando sobre lo que acababa de hacer. Menuda tontería, aunque sabía que eso le serviría de escarmiento.
Aquella noche, estando los tres en la mesa, sonó el timbre. Un elfo fue a antender, y volvió diciendo que había dos hombres en la puerta, que por lo visto habían sido invitados. Lily se levantó y fue a ver, varita en mano. Llegó a la puerta y se quedó pasmada.
¿Sorprendida?
¡Cariño- gritó Lily lanzándose a los brazos de Remus¿Qué haces aquí?
- James nos invitó- dijo señalando al otro joven que hasta ahora había pasado desapercibido. ¿Nos dejas pasar?
- Por supuesto, adelante.
Los dos muchachos pasaron dentro, y admirando el interior de la mansión se dirigieron al salón, donde inevitablemente…
- Potter, tu casa es tu casa, y mi casa es mi casa. ¿Hasta aquí llegamos, no? –preguntó Lily.
- Ehhh... sí
- Entonces, supongo que tendrás una buena explicación para que ellos estén en MI casa- alegó intentando no gritar
- Es que me pareció que la casa estaba sosa…- respondió James, desastre inminente- Y decidí invitarles.
Eso sobraba.
- Ya…, vamos que ahora eres tu quien toma las decisiones ac�- ironizó Lily
- Ehhh… ¿no?
Lily respiró hondo¿cómo podía alguien llegar a ser tan condenadamente idiota? Siendo como Potter, fue la única respuesta que vino a su mente.
- Está bien, está bien…- recapacitó la pelirroja, pero al ver la escenita que estaban montando Potter y Black, se hartó. Nadie; nadie, empezaba a correr por su casa rompiéndolo todo. Y menos si eran esos dos australopitecos.
¡POTTER, BLACK!
Pero ellos seguían.
- YA BASTAAAAAAAAAA –gritó con toda su furia, hasta aquí habían llegado, no más lejos ¡Fuera de mi casa¡AHORA!
Realmente, no es que le importase que corriesen por dentro de casa. Lo que si le molestaba, es que ese inútil que hacía llamarse Potter, hubiese tenido la cara dura de invitar a la gente a SU casa por todo el morro, eso claro, Remus era la excepción. Y encima,había tenidoel valor de tutearla.
este no m qdo muy bien, no? T.T weno la próxima vez, intentaré tener + nsipiración. s dificil inventarse una historia sobre la marcha . kisses sigan djando reviews!
Ayda merodeadora: no t preocupes lo pienso continuar!
lucemvicuna: ya weno, pero esq lo del tito voldy no era lo más important, aunq tendrá relevancia + adelante, okis?
Isa: ya weno, pero es + largo, no? esq cuesta un pok! nn. pero bueno, xq eres tu (aunq n t conozco ). no m hagas caso, toy muuuuuuuuy mal de la cabezita.
malia-evans
