¿Hay un después?

POR: malia-evans

DEDICADO A: a Mary, y a Olga. Y a Carlos, date cuenta que alguien muy cerca de ti te quiere!

DISCLAIMER: ninguno de estos personajes son míos, sino que pertenecen a J.K. Rowling y Warner Bross, a excepción de Christine Benoitte y Jacqueline Simons, y otros personajes que no aparecen en la saga de HP.

"Dejé de amar, perdí la capacidad de captar sentimientos ajenos¿Y ahora, después de tanto tiempo, tienes el coraje de venir a pedirme perdón? O tienes valor o eres idiota."

Capítulo 5: Todo por un filtro


Nos quedamos en…

Jacky y Potter por su parte, le habían hecho un regalo conjunto. ¿Cuál? Según ellos, mañana lo descubrirían.

Ahora, debían ir a dormir.


Todos se levantaron muy temprano esa mañana. No por que quisieran. Sino por que un horrendo ruido, procedente de la habitación de Sirius y Potter despertó a todos los huéspedes, y a la anfitriona también, por supuesto.

Resultó que Jacky había ido a buscar el regalo de Lily, y cuando volvió, fue a despertar a Potter junto con el regalo. Y claro, quisieran que no, no es muy placentero levantarse, y encontrarse cara a cara con tu peor enemigo. Por no mencionar lo asqueroso que es ver de buena mañana un asqueroso pelo grasiento.

¡Jacky! –gritó Potter ¿Cómo se te ocurre traerlo?

- Potter, tampoco es de mi agrado estar aquí –repuso Snape- Cuanto antes acabe, antes me voy.

En ese momento todos los presentes en la mansión aparecieron por la puerta

- Potter¿podrías hacernos el favor de no gritar? – preguntó Lil

Sin embargo reparó en la presencia de otra persona.

¡Severus! – anunció lanzándose a los brazos de su amigo

- Cuanto tiempo – sentenció el ex Slytherin- amiga

A Potter eso le sentó como un gran balde de agua fría.

¿A…am...amiga?

¿Algún problema Potter? –preguntó la pelirroja

Pero Remus, viendo venir la catástrofe los hizo salir de la habitación, después de despertar a Sirius que seguía dormido.

Una vez estuvieron todos en salón, con un Sirius muy enfadado por haber tenido que levantarse tan temprano por culpa del pelo grasiento.

- Bueno Lily – empezó Potter- Nuestro regalo es una declaración de Snivellus- Pero al ver la cara de confusión de Lily añadió – Sobre lo que pasó… ese día…

Esta vez era Snape el que parecía confuso.

- En cristiano, por favor –Lily

- Que resulta que aquí el pelo grasiento –respondió Potter ganándose una desaprobatoria mirada por parte de la pelirroja- es el culpable de todo.

Todos los chicos se habían quedado sin habla. ¿Le estaban echando la culpa a Snape?

¿Te explicas?

- Te lo contaremos desde el principio, porque sino no hay quién lo entienda –le aclaró la rubia

- Así es –apoyó el moreno¿Recuerdas que esa tarde había tenido castigo con Darling? –le pregunto a su ex novia

- Como no…

-FLASH BACK-

Eran las seis de la tarde y dos jóvenes Griffindor se dirigían a las mazmorras dónde tenían repaso.

Sin embargo tuvieron una desagradable sorpresa al llegar al salón. No sería Darling quién les diese el repaso. Sino Snape.

Tenían que repasar la poción que habían realizado esa mañana en clase. Realmente no es que hubiese sido muy complicada. Pero es que ambos habían estado muy ocupados con sus respectivos novios/as

Aún así ninguno de los dos se percató de la extraña sonrisa que poblaba la cara del sly.

- Bueno – empezó el pelo grasiento- el maestro enfermó y me mandó a hacerles el repaso. Tienen la receta en la pizarra y media hora para acabarla. Empiecen.

Media hora más tarde, los dos griffis parecían haber acabado su poción, por lo que es "profesor" decidió probarlo con ellos. Mal asunto.

Al salir de las mazmorras, estaban tan ocupados en "sus cosas" que decidieron ir a los vestuarios de Griffindor a seguir con lo suyo.

No había nada que los detuviese, se estaban besando apasionadamente, y jugando con la lengua del otro cuando no pudieron aguantar más. Sin pensárselo dos veces se metieron en las duchas y Jacky sin retener sus instintos empezó a arrancarle la ropa a mordiscos. Al ver el miembro de su acompañante no pudo hacer más que gemir y saborearlo. Y claro, un hombre no puede resistirse a eso, de modo que el joven buscador desnudó a la rubia y al ver el atractivo cuerpo de esta sólo hizo que penetrarla poco a poco.

Serían cerca de las ocho cuando los dos jóvenes por fin salieron de las duchas. Estaban todo sudados, aunque el agua ayudaba a que no se notase tanto.

Aún fuera seguían besándose, aunque no se podría asegurar que el efecto de la poción siguiese presente, cuando algo o alguien los interrumpió.

¿Hay alguien qué quiera contarme que demonios está pasando aquí? –gritó furiosa.

La reacción de ambos fue inmediata, se separaron enseguida y se la quedaron mirando como si no la hubiesen visto en la vida.

- Li…Lily- tartamudeó su novio, el gran casanova, el mejor buscador de todos los tiempos: James Potter¿Qué haces aquí?

¿Te molesta mi presencia Potter? – le contestó con el tono más frío que pude- Jacky, me debes una explicación.

Sin embargo no les dio tiempo a contestar, se marchó de aquel lugar corriendo y llorando a lágrima suelta.

-FIN FLASH BACK-

-¿Tratas de insinuar que además de lo que yo vi- insinuó la pelirroja- también os lo montasteis?

- Sí – respondió el moreno y añadió – Pero ese no es el punto

- Si lo es Potter. Acabáis de confesar

¿Por qué no me contaste eso Jacky/James? – preguntaron a la vez Christine y Sirius

Ambos omitieron la pregunta y continuaron a lo suyo. Lily no era la única transpuesta. Remus también parecía un muerto.

- El punto es… - siguió Jacky- Que por su culpa – dijo señalando a Snape- Pasó todo eso. Él nos hizo tomar el filtro.

- Ya… ahora toda la culpa es de él ¿no- preguntó con ironía. No pensaba aceptar esa tonta excusa. Y menos si esa excusa acataba a uno de los pocos amigos que le quedaban.

- Sabíamos que no te lo tragarías…- empezó Jacky

- …Así que trajimos Veritaserum- sentenció Potter, y apuntando a Snape dijo¡Petrificus Totalus!

De modo que Snivellus quedó inmovilizado en el suelo. Potter y Jacky lo cogieron y lo ataron a una silla mediante curdas invisibles, y le pusieron unas gotas de poción en la boca.

- Enervate- murmuró Potter haciendo que recuperase la movilidad.- Confiesa…

¿Te has lavado el pelo alguna vez- saltó Sirius haciendo que todos los presentes rieran

- Eso en otro momento amor –replicó la francesa

- Bueno, a lo que íbamos – continuó el moreno¿Es cierto que en séptimo grado obligaste nos obligaste a Jacqueline y a mí a tomar un filtro de amor?

- Por supuesto- aceptó y añadió- Y estoy orgulloso de ello.

Ese comentario sobraba, pensó más de uno en esa sala. Eso sólo podía calentar a Potter.

-Y¿por qué? – inquirió la rubia

- Porque Lilliane era mi amiga, y yo sabía que estar con Potter demasiado tiempo no era bueno para ella – respondió el joven- Sólo hice lo que creí mejor para ella.

Lilliane se asustó. Había odiado a Potter por cuatro años sin tener pruebas… Eso se pagaría caro.

- Entonces –siguió el moreno¿Culpable o inocente?

- Culpable.

La pelirroja no aguantó más y se echo a llorar. No quería que nadie la viese en ese estado por lo que se marchó para que nadie la viera. Aunque alguien la siguió.

Ella se encerró en su habitación con magia. No quería ver a nadie. Se había portado muy mal con él y lo sabía. Ahora, no tenía la menor idea de cómo arreglar ese embrollo.

Se secó las lágrimas y se quedó en silencio. Al otro lado de la puerta se escuchaban sollozos. No parecía Christine, tampoco Jacqueline, y mucho menos Remus o Sirius. Por lo que sólo podía ser James. Se acercó a la puerta y le oyó decir

- Le dije la verdad- gemía- y se lo demostré. Y aún así me odia.

Y volvía a llorar.

Aunque Lily no le viese debía ser lastimoso.

Se apoyó contra la puerta y dijo:

- No te odio.

No quiso decirlo tan fuerte, pero por lo visto el moreno lo escuchó.

- Gracias

Fue todo lo dijo. Al otro lado de la puerta se oyó un ruido seco. Se había dormido.

Lilliane se levantó y se recostó en su cama. No había sido su mejor Navidad, pero si la más provechosa. Hacía años que no se sentía tan querida. Y ambas veces había sido amada por la misma persona. La única que había conseguido llegar hasta un lugar antes inhabitado en lo más hondo de su corazón. Esa persona estaba durmiendo al otro lado de la puerta.

A la mañana siguiente cuando la pelirroja se levantó y abrió la puerta se encontró de frente con el moreno. Había pasado toda la noche allí. Suavemente levantó su varita y murmuró:

- Aqua

Tan pronto cómo hubo acado de pronunciar el hechizo, una gran cantidad de agua cayó sobre el joven, despertandolo de golpe.

¡AH!

Lily al escuchar el grito cayó al suelo de la risa, con tan mala pata que cayó encima del moreno. Pero claro, ese grito habia despertado a toda la casa, y los habitantes de la mansión se presentaron en el momento más inoportuno.

Sirius, que volvía a estar cabreado por levantarse temprano fue el siguiente en caer al suelo, pero al igual que la pelirroja, de risa.

Parecía conagioso. Pocos segundos después estaban todos en el suelo, revolcándose de risa.

Aquel día empezó bien, y acabó mejor.

Después del desayuno decidieron ir al pueblo más próximo. Y una vez allí, organizaron guerras de nieve, participaron en actividades que se realizaban en el pueblo, pero lo que más gustó a los dos morenos del grupo fue: el cine.

Vieron una película de amor, por lo que las chicas no pudieron evitar llorar, aunque había un cierto aire de tensión. Sin embargo Remus se mantuvo firme. Por otro lado, Sirius y James no le prestaron demasiada atención al film. Estaban demasiado concentrados en pensar cómo habían hecho esos muggles para entrar en esa gran pantalla.

Críos.

Estando fuera acribillaron a preguntas a las chicas sobre cómo hacían esas personas para entrar allí.

Entraron a un restaurante, y aunque les robaron (N/A: de lo q les costó) salieron contentos. ¿Por qué? Porque ya sabían que harían durante el resto de la tarde, a las afueras del pueblo les esperaba una enorme diversión. Un gran parque de atracciones.

Una vez hubieron llegado al parque, James y Sirius se pusieron a saltar. Estaban locos por montarse en todo.

Primero fueron a la noria, más tarde a una grandiosa montaña rusa, dónde montaron millones de veces, y por último, entraron a la terrorífica casa del terror. Todos estaban que explotaban de impaciencia cuando el encargado les avisó de que era su turno. Lástima que sólo pudiesen pasar de dos en dos.

Por supuesto, las parejas fueron, Sirius y Chris, Remus y Jacky, y James y Lily. Aunque esta última no estaba muy contenta con su pareja.

Dentro de la casa, realmente ninguno tenía miedo, habían visto cosas peores en Hogwarts. No había ni punto de comparación. Aunque toda atracción tiene un punto fuerte, y esa no iba a ser menos.

A los diez minutos de recorrido, una vez que se relajaron todos. Lily empezó a tener escalofríos.

Entonces, y sin previo aviso, las luces que indicaban el trayecto se fundieron. Y un grito espeluznante alarmó a los magos. Ese gritó era de Lily.

James, que estaba a su lado fue el que más se asustó, pero por más que la busco a tientas no la encontró. De pronto, las luces volvieron a encenderse. Ni rastro de la pelirroja.

Desesperados, salieron de la casa, y la buscaron por todo el parque. No estaba. Había desaparecido.

Se separaron para abarcar más terreno pero ni así encontraron pista alguna.

Por su parte, James se había sentado en la hierba. Hacía años que había desarrollado una capacidad psíquica, capaz de localizar a personas. De modo que se relajó, y dibujo el rostro de la pelirroja en su mente.

Minutos después se levantó de un salto y lanzó chispas verdes al cielo. Poco después aparecieron sus amigos.

Sin darles tiempo a decir nada les informó de dónde estaba la pelirroja.

En un apartamento de Londres, secuestrada por seguidores de su hermano. Al ver que nadie, excepto Remus, entendía la indirecta, les explicó que Lord Voldemort era hermanastro de Lily. Todos se quedaron pasmados, pero no perdieron tiempo.

Después de darles la localización exacta, los cinco magos desaparecieron de aquel parque, para aparecer de nuevo en un concurrido barrio del centro de Londres. Sería por la cantidad de gente que no fueron descubiertos.

Sigilosamente entraron al callejón dónde se encontraba el piso, y con una discreción imprevisible aturdieron a los guardias que custodiaban la puerta. Con sumo cuidado se introdujeron en el apartamento, y fue entonces cuándo James pudo escuchar en su cabeza gritos desgarradores por parte de Lily. La estaban torturando.

Remus y Jacqueline se quedaron vigilando, mientras que Sirius iba guardándoles las espaldas a James y Christine. La joven metió la cabeza en una sala, en la cual se estaba celebrando una reunión de mortífagos. Por descontado, fue descubierta, de manera que Sirius tuvo que ir en su ayuda.

Por su lado, James se iba adentrando en aquel desconocido lugar. De pronto y sin previo aviso, se escuchó por toda la casa un grito ensordecedor.

Con más ahínco, James empezó a buscarla desesperadamente, hasta que topó con una puerta cerrada. Era aquella.

Con un sencillo hechizo abrió la puerta y, dando gracias por que la puerta no chirriase, se colocó detrás de un despiadado mago que no había advertido su presencia.

- Desmaius – susurró el moreno, haciendo que "el torturador" cayese al suelo inconsciente.

Con mucho cuidado, levantó a la pelirroja, que sin dudarlo se recostó en el pecho del joven y quedó placidamente dormida. Un día muy largo…

James salió de ese oscuro pasillo y se encontró en un campo de batalla.

Remus y Jacqueline habían entrado para ayudar a Sirius y Chris, de modo que eran cuatro contra dieciséis.

De manera discreta, avisó a Jacky y la dejó a cargo de Lily. Después mediante a un hechizo, advirtió a sus compañeros de que se marcharan, ya se encargaba él.

Nadie supo jamás como se deshizo con un solo hechizo de más de dieciséis mortífagos. Dudo que alguien lo sepa jamás.

Tres días después de aquel "pequeño" incidente, la pelirroja despertó. Se había pasado tres días durmiendo, durante los cuales, James no se había separado de ella.

Al despertar se encontraba muy débil. Tal como reconoció, perdió la cuenta en el décimo tercer crucio. Voldemort había intentado sonsacarle información sobre Dumbledore y el heredero de Griffindor, aunque la pelirroja no tenía ni idea de quién era.

Por no mencionar que se le notaba en la cara el desprecio que sentía por esa asquerosa "sangre sucia". Disfrutaba torturando a la gente. Y más si pertenecían a su familia.

No tubo fuerzas suficientes para acabar y cayó dormida, una vez más, en los brazos del apuesto moreno al que tan secretamente…


ohhh! os aviso q en el siguient chap le doy una vuelta enorme a la trama, espero q no os decepcione.

kisses

malia-evans