El velo
El atardecer hace que el sol baje hacia la linea del horizonte, lentamente, iluminando con luz rojiza los árboles semidesnudos. Las hojas amarillas yacen a sus pies, y reflejan los rayos solares, dándole a la escena un aire más místico, extraterrenal.
No había nadie que interrumpiera la quietud. Una mujer estaba sentada frente a la ventana, sola.
Pero ella no miraba el paisaje, su mente estaba muy lejos de ahí, desde hacía tiempo.
Había sido hermosa antes, y aunque su belleza había menguado y el brillo de sus ojos tuviera ahora un aire demente, y sus mejillas se hubiesen hundido, todavía conservaba la gracia y el porte de su estirpe.
Todos esos años en Azkaban habían hecho mella en su mente tanto como en su rostro. A veces no podía evitar pensar que habría sido más sencillo morir ahí. Sin embargo, su nombre- aunque mucho más correcto sería decir su apellido- se habían divorciado de lo sencillo hacía ya siglos.
De pronto sintió un contacto frío en el cuello, como si alguien le hubiera acercado una copa de cristal a la piel. No quería volverse y mostrar su sobresalto, pero no pudo evitarlo, giró la cabeza hacia atrás. La habitación estaba vacía.
Sus ojos se clavaron en el tapiz que colgaba en la pared tras ella, justo en el hueco donde un nombre faltaba.
No hacía falta leer ese nombre.
Su primo, el traidor.
Sirius Black.
Solía pensar, con esa especie de paz que agradece un trabajo bien hecho, que lo había matado, pero lo cierto es que ni ella, con todos sus conocimientos sobre Artes Oscuras y su experiencia como mortífaga, estaba segura de lo que había tras el velo. ¿Y si no estaba muerto? Pero no importaba. Ya no estaba en este mundo, y venía a ser lo mismo.
¿Entonces por qué no podía dormir¿Por qué se despertaba sobresaltada, como si a cada momento la acompañase una presencia maligna, como si la persiguiese una sombra?
Su mirada vagó perdida por los nombres del tapiz que Kreacher había rescatado de Grimmauld Place tras la muerte de su primo.
Un golpe a su espalda, probablemente el viento, y la mujer, volviéndose. Tan solo unos segundos...
Unos segundos en los que vio nítida la sonrisa de su primo, y una voz resuenó a su alrededor, como si se encontrase por todas partes. Tal vez en su cabeza.
"Vamos Bellatrix! Puedes hacerlo mejor!"
Cuando su vista volvió a la ventana vio que está abierta, y que las cortinas hondean al viento, hacia ella. Palideció de horror. La imagen era casi igual.
El veloEn es momento supo que estaba llamándola.
Pues esto es todo por hoy. Espero reviews please!
